LECTURA PLATON Fragmentos Republica y Otros
LECTURA PLATON Fragmentos Republica y Otros
LECTURA PLATON Fragmentos Republica y Otros
mente de cómo dicen que es la justicia y de dónde dicen que ha nacido; luego
demostraré que todos cuantos la practican lo hacen contra su voluntad, como
algo necesario, no como un bien; y en tercer lugar mostraré también que es
Itra nalural que así procedan, pues, según dicen, es mucho mejor la vida del
. )'o injusto que la def justo. No creas, Sócrates, que mi opinión es ésa en realidad;
pero es que siento dudas,y me zumban los oídos al escuchar a Trasímaco y
..1 lo
ótros mil, mientras no he hablado jamás con nadie que defienda a mi gusto la.
rlo justicia y demuestre que es mejor que la injusticia. Me gustaría oír el elogio
::'tIe ,
de la juiticia consideiada en sí misma y por sí misma, y creo que eres tú la
:i el
persona de quien mejor puedo esperarlo. Por eso voy a extenderme en ala-
rdo
Lunrur de la vida injusta, y una vez lo haya hecho, te mostraré de qué modo
quiero oírte atacar la injusticia y loar la justicia. Mas antes sepamos si es de
tu agrado lo que propongo.
hay cosa más de mi agrado --dije-. ¿Qué otro mejor tema para
-No y escuchando?
- una persona inteligente disfrute hablando
que
mucha razón ----convino-. Escucha ante todo aquello con lo que
dije-Tienes
que comenzaría: qué es y de dónde procede la justicia.
Dicen que el cometer injusticia es por naturaleza un bien, y el sufrirla, un
mal. Pero como es mayor el mal que recibe el que la padece que el bien que
recibe quien la comete, una vez que los hombres comenzaron a cometer y
sufrir injusticias y a probar las consecuencias de estos actos, decidieron los
::.o-
que no tenían poder para evitar los perjuicios ni para lograr las ventajas que
:ls.
1ó mejor era establecer mutuos convenios con el fin de no cometer ni padecer
:OS
injusticias. Y de ahí en adelante empezaron a dictar leyes y concertar tratados
r: Je
recíprocos, y llamaron legal y justo a lo que la ley prescribe. He aquí expuesta
3S
ia génesis y esencia de la justicia, término medio entre el mayor bien, que es
Y el no sufrir castigo quien comete injusticia, y el mayor mal, el de quien no
rre
puede defenderse de la injusticia que sufre. La justicia, situada entre estos
dos extremos, es aceptada no como un bien, sino como algo que Se respeta
*L¡
inadvertido con ellas. Y al que se deje sorprender en ellas hay que considerar- sobre fondo mayor tal
lo inhábil; pues no hay mayor perfección en er mal que el pu.á.", ser bueno creo yo, la que le Per
no siéndolo. Huy, pues, que dotar al hombre perfectámentá injusto de la más las más Pequeñas eral
perfecta injusticia, sin quitar nada de ella, sino dejándole que, iometiendo las luego --<
mayores fechorías, se gane la más intachable reputación dé bondad. Si tal vez
-Desde
tes. entre ese ejemPl<
fracasa en algo, sea capaz de enderezar su yerro; pueda persuadir con sus te lo diré -
palabras, si hay quien denuncie alguna de sus maldádes; y si es preciso em-
-Yo
pia del hombre Partir
plear la tuerza, que sepa hacerlo valiéndose de su vigor y vateniia y de las ciudad entera?
amistades y medios con que cuente. ya hemos hectro aii al malo. Ahora
---
imaginemos que colocamos junto a él la imagen del justo, un hombre simple
-Ciertamente
no es la ciur
y noble, dispuesto, como dice Esquilo, no a parecer bueno, sino a serlo.
-¿Y --dijo'
-MaYor es Pc
Quitémosle, pues, la apariencia de bonctad; porque, si parece ser justo, tendrá
honores y recompensas por parecer serlo, y entonces no veremos claro si es
-Entonces
resulte más fácil llega
justo por amor de la justicia en sí o por los gajes y honras. Hay que despojar- remos ante todo la n
Ie, pues, de todo, excepto de la justicia, y ltay que hacerle absolutamente mos a estudiarla tam
opuesto al otro hombrer Que sin haber cometido la menor falta, pase por ser los rasgos del menor
gl mayor criminal, para que, puesta a prueba su virtud, salga airosa def trance Parece bier
al no dejarse influir por la mala fama ni cuanto de ésta depende; y que llegue
-Me
-Entonces -se¡
imperturbable al fin de su vida, tras de haber gozado ,i".pr" inmerecida ,Jad, ¿podríamos ob
reputación de maldad. Así, llegados los dos al último extremó, de justicia el iniusticia?
uno, de injusticia el otro, podremos decidir cuál de ellos es el más feliz. vez --dijo'
-Tal no es de et
---exclamé-. ¡con qué destreza, amigo Graucón, nos has dejacto -¿,Y
-¡vaya!
limpios y mondos, como si fuesen estatuas, estos áos caracteres pu.a qué lo, Io que investigamos'
juzguemos! más fá
-Mucho
mejor que he podido ----contestó-. y siendo así uno y otro, me creo
-¿Os Parece'
P
que-Lo
no será ya difícil describir con palabras la clase de vida que espera a los ser labor de Poca m
dos. voy, pues, a hablar de ello. pero si acaso en algún punto mi lenguaje está Pensa
resultare demasiado duro, no creas, Sócrates, que trauto por boca mía, sino
-Ya bien --c'
en nombre de quienes prefieren la injusticia a la justicia. bi.án ésto, que, si
-Pues
circunstancia de qut
es corno hemos dicho, el justo será flagelado, torturado, encarcelado, lé que- sita de muchas cos¿
marán los ojos, y tras de haber padJcido toda clase de males, será al fin des?
empalado y aprenderá de este modo que no hay que querer ser justo, sino otra
-Ninguna ca(
sólo parecerlo. [...]
-Así Pues,
esta necesidad Y a
(La República. Trad. de José Manuel pabón
y Manuel Fernández Galiano. Instituto de muchas cosas, \'am
Estudios Políticos, Madrid 1969; tomo I, pp. en calidad de asocii
23-25,57-64) de ciudad. ¿No es
-Así'cuando un<
IMetodología. Origen de la sociedad] que-Y
ello redunda e
investigación luego'
-La a mi entender,que
requiere,
emprendemos no es de poca monta; antes bien,
una persona de visión penetrante. pero como noso-
-DesdePuesl -
tros carecemos de ella, me parece
-¡Ea,
sus cimientos' La I
que ro mejor es seguir en esta
indagación el método de aquel que,-dije-
no gorundo de muy buena iista, recibe
no?
-¿Cómo bien- la
orden de leer desde lejos unas letras pequeñas y se da culnta entonces de que
-Pues
mantener existenc:
en algún otro lugar están reproducidas las mismas letras en tamaño y
-ayo.
PLATON
-Así.cuando uno da a otro algo, o lo toma de é1, ¿no lo hace por considerar
que-Y
ello redunda en su beneficio?
luego.
nÉn, -Desdep.r"ri--"ontinué-. Edifiquemos con palabras una ciudad desde
-iEa,
sus cimientos. La construirán, por lo visto, nuestras necesidades.
no?
x -¿Cómo
_É,r", bien, la primera y mayor de ellas es 1a provisión de alimentos para
mantener existencia Y vida.
)
LECruRAS DE HrsroRIA DE LAS roeas porÍtrcas
también necesitare
-Naturalmente.
segunda, la habitación; dad, porque en elli
y ra tercera, el vestido y cosas similares.
-La es. sarios. Y asimism
-Así yo-. clases, si es que la
-dijeuno
-Buenohabrá ¿y cómo atenderá ra ciudad a la provisión de tantas no?
cosas?¿No que sea rabrador, otro albañit y otro tejedor?
¿No será -¿,Cómo ese régÍ
menester añadir a ésto^s un zapatero y algún otro dé los qué
necesidades materiales?
atienden a las -Conque antes
médicos
más.
-Efectivamente. -Mucha
también el
una ciudad constará, como mínimo indispensable, de cuatro -Y pequeño
-Entonces,
o cinco hombres. resultará
parece. lo creo -
-Tal qué? -Así
-¿Y ¿Es preciso que cada uno de eilos dedique su actividad a la -¿Habremos.
comunidad entera, por ejemplo, que si queremos tener
er rabrador, siendo uno solo, suministre
víveres a otros cuatro y destine un tiempo y trabajo cuatro veces con el nuestro si.
mayor a la
elaboración de los alimentos de que ha de iacer partícipes a los bién a un deseo d
demás? ¿o
bien que se desentienda de ros oi.os y dedique lá cuarta parte áel muY forz
tiempJ a -Es
disponer para él solo la cuarta parte der aiimento común, y pase ras tres -¿Tendremos
cuartas partes restantes ocupándose respectivamente de ,u .uiu, Lrtra cosa suceder¿
sus vestidos
y su calzado, sin molestarse en compartirlos con los demás, sino cuidándose que tú dr
él solo y por sí solo de sus cosas?
-Lo digamos
Y Adimanto contestó:
-No que. er
solamente
vez, Sócrates, resultará más fácil el primer procedimiento que el llo de lo cual nac
-Tal
segundo. ..obre las ciudade:
-No
me extraña, por Zeus yo-. porque al hablar tú me doy cuen- -ExaCtament
ta.de -dije
que, por de pronto, no hay dos personas exactamente iguales poi natu-
ser
raleza, sino que en todas hay diferenóias innatas que hacen
-Además
pero no un poco
ápta a cada una
para una ocupación. ¿No lo crees así? "-apaz
de salir a t
Juanto poseen \'(
-Sí. qué?
. -¿Pues qué? ¿Trabajaría mejor una sola persona dedicada a muchos ofi-
cios,oaunosolamente?
-¿Pues
uno solo --dijo.
-No
.-L1ntodos-rePliq
nosotr(
-A sé si lo recuerdas
(Ibid., pp. 7a-77) Sien muchos ofici
razó
-Tienes
qué?
ILos guerreros o guardianes] -¿.Y
guerra?
-
hay que volver a agrandar la ciudad. porque aquélla, que era lues,
.la sana,
-Entonces
ya no
-Desde ac
nos basta; será necesario que aumente en extensión y adquiera -¿\ferece
nuevos habitantes, que ya no estarán allí para desempeñar oficios inaispensa- modo a
bles; por ejemplo, cazadores de todas clases y uná plétora de imitadores,
-En bien.
-Pues
:rismo tiempo Ia'
aplicados unos a la reproducción de colores y formas y cultivadores otros de
la música, esto es, poetas y sus auxiliares, taies como iapsodas, actores, dan- :::¿ qUe nOS fea
zantes y empresarios. También habrá fabricantes de artículos de toda índole, -. demás arlesal
particularmente de aquellos que se relacionan con el tocado femenino. preci- -;. iictasen sus I
-¡Por bien,-constestó-.
hace falta que sean amables para con sus conciudadanos, y valerosos, fijada st
-Ahora
aunque fieros ante el enemigo. Y si no, no esperarán a que vengan otros a año, pero sin que les
exterminarlos, sino que ellos mismos serán los primeros en destrozarse entre a las comidas colecti
sí. oro y Plata, se les (
verdad siempre, divinas Port
-Es hacer -dijo. de los terrestres, nl
-iQué
entonces?
-pregunté-. ¿Dénde vamos a encontrar un
temperamento apacible y fogoso al mismo tiempo? Porque, según creo, man- posesión del oro de
sedumbre y fogosidad son cualidades opuestas. moneda corriente, e
parece. ciudadanos a quiene
-Así
tl entrar bajo el techo
pues, admitir confiadamente que para que el hombre se recipiente fabricado
-¿Podemos,
muestre apacible para con sus familiares y conocidos es preciso que sea filóso- la ciudad; Pero si ad
fo y ávido de saber por naturaleza? guardianes en admir
en odiosos désPotas
-Admitido -respondió.
tendrá que ser filósofo, fogoso, veloz y fuerte por naturaleza dos, consPirando Y :
-Luego
quien haya de desempeñar a la perfección su cargo de guardián en nuestra más y con más frect
ciudad. correrán en derecht
duda alguna todas estas razones
-Sin será, pues, su--dijo.
carácter. ¿Pero con qué método los criaremos y edu- tal régimen Para el
-Tal ¿Y no nos ayudará el examen
caremos? de este punto a ver claro en el último establecemos como
objeto de todas nuestras investigaciones, que es el cómo nacen en una ciudad luego -
-Desde
la justicia y Ia injusticia? No vayamos a omitir nada decisivo ni a extendernos
en divagaciones.
Entonces intervino el hermano de Glaucón:
muJeres
luego, por mi parte espero que el tema resultará útil para nues- -Esas Privadar
tros-Desde
fines. cohabitará
comunes, y ni el pa
querido Adimanto, no hay que dejarlo, por Zeus, aunque la
-Entonces,
discusión se haga un poco larga --{ije yo. -dijo--
-Eso
cuanto a su viabilid
en efecto.
-No, pues! Vamos a suponer que educamos a esos hombres como si creo
-Node los biene-re
-¡Ea. tiempo disponible para contar cuentos.
tuviéramos mayor
posible; lo que sí d
hay que hacerlo.
-Así ma de si es realizal
PLATÓN
3S
S¿- bien, ¿cuál va a ser nuestra educación? ¿No será difícil inventar
É-s otra-Pues
mejor que la que largos siglos nos han transmitido? La cual comprende,
según creo, la gimnástica para el cuerpo y la música para el alma.
lts
(Ibid., pp. 83-88 y 90-91)
;.uedará Patente 1a qu
t.l bien; creo yo --dije- que, si son los gobernantes dignos de
::staba.
bien .-ob'
-Puese igualmente sus auxiliares, estarán dispuestos los unos a hacerese
nombre, lo
-Dicesasí, resPect(
que se les mande, y los otros a ordenar obedeciendo también ellos a las leyes -¿Yse ha de hacel
:uatro.
o bien siguiendo el espíritu de ellas en cuantos aspectos les confiemos. claro'
natural -Está
me Parece qu
-Es -dijo.
tú, su legislador ---dije-, elegirás las mujeres del mismo -Y
;rtraño se muestra er
-Entonces,
modo que elegiste los varones, y les entregarás aquellas cuya naturaleza se es ello? -
asemeje lo más posible a la de ellos. Y como tendrán casas comunes y harán -¿.Qué en ver
sus comidas en común, sin que nadie pueda poseer en particular nada, y i -Prudente
esto por ser acertac
como estarán juntos y se mezclarán unos con otros, tanto en los gimnasios
como en los demás actos de su vida, una necesidad innata les impulsará, me -Sí.esto mismo. t
figuro yo, a unirse los unos con los otros. ¿O no crees en esa necesidad de -:ia-Y
es Por la que se
que hablo? claro.
tl lo convenido se desprende la necesidad de que los mejores
-Está
-Pero
en la ciud
no?
-De con las mejores tantas veces
cohabiten -dije-
como sea posible, y los peores con las
-¿Cómo
acaso se ha
peores al contrario; y si se quiere que el rebaño sea lo más excelente posible, :: Ios-¿YconstructoresI
habrá que criar la prole de los primeros, pero no la de los segundos. Todo ese saber n
esto ha de ocurrir sin que nadie lo sepa, excepto los gobernantes, si se desea C:,
-Por
también que el rebaño de los guardianes permanezca 1o más apartado posible tamPoco hz
de toda discordia. -Nimuebles. si d'
:racer
bien ¡trsible.
-Mry pues,-dijo.
preciso instituir fiestas, en las cuales unamos a las novias y Por cierto
-Será,
novios, y hacer sacrificios, y que nuestros poetas compongan himnos adecua- -Ns, qué? ¿Aca:
dos a las bodas que se celebren. En cuanto al número de los matrimonios, lo :e a-¿Y
éstos?
dejaremos al arbitrio de los gobernantes, que, teniendo en cuenta las guerras, ninguno d
epidemias y todos los accidentes similares, harán lo que puedan por mantener -Por tamPoco P
constante el número de los ciudadanos, de modo que nuestra ciudad cÍezca o -Ni
¡srícola.
mengüe lo menos posible. Parece.
-Eso Puesl
(Ibid., pp. y
por-¿Cómo,
127-128 130-131)
nosotros algún :
.obre este o el otro
el modo de que ésti
[La justicia en la ciudad y en el individuo]
1as demás ciudades '
quedará patente la que nos falta; pues es manifiesto que no era otra la que
:estaba.
:e ese bien *--observó.
fÉaer lo -Dicesasí, respecto a las cualidades enumeradas, pues que son también
"i.s ,eyes
-¿Y
--uatro, se ha de hacer la investigación del mismo modo?
claro.
-Está me parece que la primera que salta a la vista es la prudencia; y algo
::5mo -Y se muestra en relación con ella.
.\traño
trza se es ello?
il :laran -iQué -preguntó.
en verdad me parece la ciudad de que hemos venido hablando;
TcÉa. ! \ -Prudente
esto por ser acertada en sus determinaciones. ¿No es así?
iASIOS
:. me -Sí.esto mismo, el acierto, está claro que es un modo de ciencia, pues por
.l de ésta-Y
es por la que se acierta y no por la ignorancia.
claro.
-Está en la ciudad hay un gran número y variedad de ciencias.
iores -Pero no?
::: r las -¿Cómo
acaso se ha de llamar a la ciudad prudente y acertada por el saber
0:rrble, -¿Y
de los constructores?
Todo ese saber no se la llamará así --{ijc-, sino maestra en construccio-
:esea nes.-Por
¡--sible tampoco habrá que llamar prudente a la ciudad por la ciencia de
-Nimuebles, si delibera sobre
hacer la manera de que éstos resulten lo mejor
posible.
ras y por cierto.
tua- -No, qué? por el saber de los broncistas o por algún otro semejan-
¿Acaso
:§. Io -¿Y
te a éstos?
-as, ninguno de ----contestó.
rinel -Por tampoco porésos
la producción de los frutos de la tierra, sino ciudad
Jao -Ni
agrícola.
parece.
-Eso pues? --{ije-. ¿Hay en la ciudad fundada hace un momento
131)
por-¿Cómo,
nosotros algún saber en determinados ciudadanos, con el cual no resuelve
sobre este o el otro particular de la ciudad, sino sobre la ciudad entera, viendo
el modo de que ésta lleve lo mejor posible sus relaciones en el interior y con
las demás ciudades?
lo hay.
-Sí, cuál es --{ije- y en quiénes se halla?
-¿Y la ciencia de la preservación jefes que
-Es --dijo- y se halla en aquellos
ahora llamábamos perfectos guardianes.
cómo llamaremos a la ciudad en virtud de esa ciencia?
-¿Y en sus determinaciones y verdaderamente pruden-
-Acertada -repuso-
de quiénes piensas que habrá mayor número en nues-
]S
tra -¿Y -pregunté-
ciudad, de broncistas o de estos verdaderos guardianes?
si
mayor de broncistas
-Mucho -respondió.
LECTURAS DE HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS
así también estos guardianes serán los que se hallen en rudad, la hacen a toda
-¿Ynúmero
menor -dije-
de todos aquellos que por su ciencia reciben una apelación :-Lrobra igual, sino que
determinada? .,¡ mismo y en Perfecto
mucho menor
número. nedio, ya los clasifiques
-En 1o tanto, la ciudad fundada conforme a naturaleza podrá ser toda :.r o riqueza o por cual
-Por
entera prudente por.la clase de gente más reducida que :rios con razón afitmat
en eila hay, que es.
aquella que la preside y gobierna; y éste, según pareóe, es el linajé que por -r eue es inferior Y lo q
fuerza natural resulta más corto, y al cuar córresponde el participar ae este goberni
=.ementos debe
saber, único que entre todos merece el nombre dé prudencia. me Parece en
pura es lo que dices ---observó. -Así --{ije Yo-:
-Verdad hallado, pues, y no sé cómo, esta primera -Bien
:ero ¿cuál será la cuali
de las cuatro cualida-
des -Hemos
y la parte de la ciudad donde se encuentra. ;.:ro que la justicia.
mí, por lo menos --dijo-, me parece que la hemos hallado satisfac- es.
-A
toriamente. -Claropues, Glaucó
si pasamos al valor y a la parte de ra ciudad en que reside y por la
-Así Y aPlicar
:rzadores, la
que-Pues
toda ella ha de ser llamada valerosa, no me parece que la cosa sea muy :;sapareciendo de nues
difícil de percibir. :_ue está aquí; Por tant(
cómo? ",,r v puedes enseñárme
-¿Y
do -¿Quién -dije
a otra cosa
yo- podría llamar a la ciudad cobarde o valiente miran-
que no fuese la parte de ella que la defiende y se pone en
tl pues ad
campaña a su favor? :. principio,
-le fur
-Oye, cuando
I]
'-Dos, pues, son las cosas
'r .r- en toda circunstanc
"l.ticia. Y1o que estab
que nos quedan por observar en la
-dije-
ciudad: la templanza y aquella otra por la que hacemos todi nuestra investiga- r] que cada uno debe i
ción, la justicia. :¿ra lo que su naturale
efecto, eso de
-Exactamente.
cómo podríamos hallar la justicia para no hablar todavía acerca de -En también, de ci
-¿Y
la templanza? -Y
::Lrs sentado repetidam
. -Yo,
por mi parte --dija-, no lo sé, ni querría que se declarase lo .¡:iridades era la justic
primero la justicia, puesto que aún no hemos examinado la templanza; y si
quieres darme gusto, pon la atención en ésta antes que en aquélla.
tl ahora a
en verdad
-Atiende
:entes a quienes atribr-
y no llevaria razón ert negarme.
-Quiero, pues -repliqué-, no?
-Examínala, -dijo. -¿Cómo
-La
voy a examinar --contesté-. y ya a primera vista, se parece más -¿Y
al juzgar han
que todo lo anteriormente examinado a uná espécie de modo musical o armo- ¡¡sea lo ajeno ni sea P
nía. sino ésa.
-No. que e
-¿Cómo?
templanza
-¿Pensando
es un orden y dominio de placeres y concupis-
-La según el dicho
cencias, -repuso-
de los que hablan, no sé en qué sentido, de ser dueños
-Sí. así. la Posesiór
de sí mismos; y también hay otras expresiones que se muestran como rastros :r¿a-Ycomo justicia.
de aquella cualidad. ¿No es así? es.
tl --{ije
pues yo-,
-Eso por tanto.
-\fira.
-:abajo del zaPatero.
-¿Ves,
cuán acertadamente predecíamos hace u, ,no-
,
mento que la templanza se parece a una cierta armonía musical? :1!trumentos Y Prerlo!
por qué? ::Lacando todo 1o demá
-¿Y así como el valor y la prudencia, residiendo en una parte de la de cierto ---r
-Porque, -\o.
PI,ATON
ie hallen en ciudad, la hacen a toda ella el uno valerosa y la otra prudente, la templanza
apelación ro obra igual, sino que se extiende por la ciudad entera, logrando que canten
,o mismo y en perfecto unísono los más débiles, los más fuertes y los de en
medio, ya los clasifiques por su inteligencia, ya por su fuerza, ya por su núme-
ser toda ro o riqueza o por cualquier otro semejante respecto; de suerte que podría-
}f,v, que es. mos con razón afirmar que es templanza esta concordia, esta armonía entre
que por io que es inferior y lo que es superior por naturaleza, sobre cuál de esos dos
de este elementos debe gobernar ya en la ciudad, ya en cada individuo.
me parece en un todo
-Así --dije yo-; tenemos -repuso.
vistas tres cosas de la ciudad, según parece;
o cualida- rero-Bien
¿cuál será la cualidad restante por la que aquélla alcanza su virtud? Es
;laro que la justicia.
satisfac- es.
-Claropues, Glaucón, nosotros tenemos que rodear la mata, como unos
v por la
-Así y aplicar la atención, no sea que se nos escape la justicia y que,
;azadores,
sea muy ;esapareciendo de nuestros ojos, no podamos verla más. Porque es manifiesto
;ue está aquí; por tanto, mira y esfuérzate en observar por si la ves antes que
\L'l v puedes enseñármela.
[e mlran-
{e pone en
tl pues advertí-, por si digo algo que valga. Aquello que desde
-Oye, cuando
e. principio,
-le fundábamos la ciudad, afirmábamos que había que obser-
1ar en toda circunstancia, eso mismo o una forma de eso es, a mi parecer, la
ar en la ,usticia. Y lo que establecimos y repetimos muchas veces, si bien te acuerdas,
Lnvestiga- -s que cada uno debe atender a una sola de las cosas de la ciudad: a aquello
rara lo que su naturaleza esté mejor dotada.
efecto, eso decíamos.
¡cerca de
-En también, de cierto, oíamos decir a otros muchos y dejábamos noso-
:ros-Y
sentado repetidamente que el hacer cada uno lo suyo y no multiplicar sus
arase lo ,r;iividades era la justicia.
;yst tl ahora a esto otro y mira si opinas lo mismo: ¿será a los gober-
-Atiende
nantes a quienes atribuyas en la ciudad el juzgar los procesos?
no?
-¿Cómoal juzgar han de tener otra mayor preocupación que la de que nadie
-¿Y
posea lo ajeno ni sea privado de lo propio?
sino ésa.
-No, que es ello justo?
-¿Pensando
r .oncupis-
rcr dueños
-Sí.así, la posesión y práctica de 1o que a cada uno es propio será recono-
rastros cida-Y
como justicia.
es.
-Eso por tanto, si opinas lo mismo que yo: el que el carpintero haga el
un mo-
-Mira,
lrabajo del zapatero, o el zapatero el del carpintero, o el que tome uno los
instrumentos y prerrogativas del otro o uno solo trate de hacer lo de los dos,
trocando todo lo demás, ¿te parece que podría dañar gravemente a la ciudad?
mrte de la de cierto
-No, -dijo.
LECTURAS DE HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS
-Por
mayor daño de la ciudad, y más que ningún otro podría ser con plena razón
-Y
justo de la misma I
';rá es tambié
calificado de crimen.
-Forzoso
otra Parte, n
-Plenamente.
al mayor crimen contra la propia ciudad no habrás de calificarlo de ;rda-Por
una de sus tres cla
-¿Y
injusticia? creo que 1o h;
duda cabe?
-No pues, hemos
-úQuées, pues, injusticia. Y a la inversa, diremos: la actuación en lo que
-Así
'rsto y hará él también
les -Eso
es propio de los linajes de los traficantes, auxiliares y guardianes, cuando :: hay haga 1o que le er
cada uno haga lo suyo en la ciudad, ¿no será justicia, al contrario de aquello
otro, y no hará justa a la ciudad misma?
tl en realidad la j
me parece y no de otra manera é1. = ia-Y
acción exterior del
-Así -dijo
tl bien ---dije-; cuando se predica de una cosa que es lo mismo
Jue en
i:
haY; cuando r
é1
las demás, ni se intr
que-Ahora
otra, ya sea más grande o más pequeña, ¿se entiende que le es semejante, =.rna existen, sino
que
o que le es desemejante en aquello en que tal cosa se predica? ::qe r ordena Y se hace
ante -*contestó. :ri exactamente como
-Semej modo que el hombre justo no diferirá en nada de la ciudad justa en ;. de la alta, el de la n
-Dese refiere a la idea de justicia, sino que será semejante a ella.
lo que :erpués de enlazar toc
será .:-:LrnCeS eS CuandO. bi
-Lo otra-replicó.
parte, la ciudad nos pareció ser justa cuando los tres linajes de '., en la adquisición c
-Por que hay en ella hacían cada una lo propio suyo; y nos pareció
naturalezas r',]Ítica, ya en lo que
temperada, valerosa y prudente por otras determinadas condiciones y dotes ;enomina justa Y bue'
de estos mismos linajes. ::udencia. al conocim
es ;ue destruYa esa disPc
-Verdad -dijo.
lo tanto, amigo mío, juzgaremos que el individuo que tenga en su es.
-Por -\'erdad Pura
propia alma estas mismas especies merecerá, con razón, los mismos calificati-
vos que la ciudad cuando tales especies tengan las mismas condiciones que las :ue-Bien -rePliqué-
habíamos descubi
de aquélla. :r ellos haY.
ineludible de cierto.
-Es henos aquí-dijo. -No, afirmaremoP'
¡oh varón admirable!, que hemos dado en un -¿Loafirmaremos
-Y
ligero problema -dije-,
acerca del alma, el de si tiene en sí misma esas tres especies
o no.
-Lo
tl pues yo-, hemos llegado a puerto, aunque con trabajo,
-Así
y hemos -dije
reconocido en debida forma que en el alma de cada uno hay las
mismas clases que en la ciudad y en el mismo número.
PLATON
- .rlro que su
rr-: el número es.
! semeJante, -Así pues, forzoso que el individuo sea prudente de la misma manera
::L-\S en la de -¿Será,
'- ¡or la misma razón que lo es la ciudad?
li-n entre sí no?
i: tiempo los -¿Cómo
que del mismo modo y por el mismo motivo que sea valeroso el
::as que se- -¿Y
-:,Jividuo, lo sea la ciudad también, y que otro tanto ocurra en todo lo demás
t
rd. ;,)e en uno y otra hace referencia a la virtud?
fuerza.
;lases es el -Porasí, Glaucón, pienso que reconoceremos también que el individuo
:.ena razón .erá-Y
justo de la misma manera en que 1o era la ciudad.
es también ello.
-Forzoso
otra parte, no nos hemos olvidado de que ésta era justa porque
',. :ficarlo de -Por
:"da una de sus tres clases hacía en ella aquello que le era propio.
creo que lo hayamos olvidado
-No pues, hemos de tener presente-dijo.
que cada uno de nosotros sólo será
r en lo que -Así
-*:to v hará él también lo propio suyo en cuanto cada una de las cosas que en
i.rs. cuando
=. hav haga lo que le es propio.
: Je aquello tl en realidad la justicia parece ser algo así, pero no en lo que se refiere
. ia-Y
acción exterior del hombre, sino a la interior sobre sí mismo y las cosas
.ue en él hay; cuando éste no'deja que ninguna de ellas haga lo que es propio
,:s lo mismo :e las demás, ni se interfiera en las actividades de los otros linajes que en el
=mejante, .,ma existen, sino que, disponiendo rectamente sus asuntos domésticos, se
rqe v ordena y se hace amigo de sí mismo y pone de acuerdo sus tres elemen-
:L1sexactamente como los tres términos de una armonía, el de la cuerda grave,
justa en :- de la alta, el de la media y cualquiera otro que pueda haber entremedio; y
:espués de enlazar todo esto y conseguir de esta variedad su propia unidad,
=:rtonces es cuando, bien templado y acordado, se
pone a actuar así dispuesto
linajes de ,,a en la adquisición de riquezas, ya en el cuidado de su cuerpo, ya en la
lcs pareció l-rlítica, ya en lo que toca a sus contratos privados, y en todo esto juzga y
res y dotes ienomina justa y buena a la acción que conserve y corrobore ese estado, y
trudencia, al conocimiento que la presida, y acción injusta, en cambio, a la
que destruya esa disposición de cosas, e ignorancia, a la opinión que la rija.
=nga
en su pura es, Sócrates, lo que dices ----observó.
s calificati- -Verdad creo que no se diría que mentíamos si afirmáramos
:nes que las que-Bien
habíamos-repliqué-;
descubierto al hombre justo y a la ciudad justa y la justicia que
en ellos hay.
de cierto, por Zeus --dijo.
:rdo en un -No, afirmaremos, pues?
;r- especies - ¿Loafirmaremos.
-Lo
(Ibid., pp. 77-78,80-90, 101-102 y 106-107)
*.-:r trabajo,
mo hay las