Primeros Auxilios

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MÓDULO 4 CURSO SEGURIDAD VIAL LABORAL

Contenido
1 Comportamiento y Primeros auxilios en caso de accidente de tráfico................................. 3
1.1 Comportamiento en caso de accidente. ....................................................................... 4
1.1.1 Medidas a adoptar. ............................................................................................... 5
1.1.1.1 Medidas en relación con la seguridad de la circulación.................................... 6
1.1.1.2 Medidas en relación con las víctimas.............................................................. 10
1.1.1.3 Medidas en relación con la comunicación de la propia identidad.................. 11
1.1.1.4 Medidas en relación con la Autoridad ............................................................ 12
1.1.1.5 Medidas en relación con la Compañía Aseguradora ....................................... 13
1.1.1.6 Medidas en relación con el remolque de los vehículos accidentados ............ 13
1.1.1.7 Medidas en casos especiales........................................................................... 14
1.1.2 Botiquín de primeros auxilios y pequeñas curas................................................. 15
1.2 Importancia del auxilio a los heridos. Actuaciones básicas. ....................................... 17
1.2.1 Actuaciones básicas............................................................................................. 18
1.3 Prevención de las lesiones producidas en los accidentes de tráfico. ......................... 26
1.3.1 Conducta en las diferentes situaciones............................................................... 30
1.3.1.1 Lesiones cráneo-encefálicas y faciales. ........................................................... 30
1.3.1.2 Lesiones de la columna vertebral.................................................................... 33
1.3.1.3 Traumatismos en tórax y abdomen. ............................................................... 36
1.3.1.4 Lesiones oculares, auditivas y nasales. ........................................................... 38
1.3.1.5 Fracturas. ......................................................................................................... 40
1.3.1.6 Heridas y quemaduras..................................................................................... 44
1.3.2 Dispositivos de seguridad y prevención de lesiones. .......................................... 47
1.4 Movilización y transporte de accidentados. ............................................................... 50
1.4.1 Movilización de heridos. ..................................................................................... 50
1.4.1.1 Extracción del interior del vehículo. ................................................................ 52
1.4.1.2 Movilización de heridos fuera del vehículo..................................................... 54
1.4.2 Transporte de heridos. ........................................................................................ 55

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2 Bibliografía .......................................................................................................................... 57

2
1 Comportamiento y Primeros auxilios en caso de accidente de
tráfico.
No se debe asociar el término accidente de tráfico con el de una realidad inevitable, imperativa
del desarrollo, ni al accidentado con alguien quien en poco se puede ayudar y en mucho
perjudicar. La prevención de la accidentabilidad abarca desde evitar el accidente en si hasta la
reducción de sus consecuencias.

Tradicionalmente se describen distintos “niveles” de prevención de los accidentes en función


del momento en que se aplican:

“Prevención primaria” (conjunto de medidas que tienen como fin evitar el siniestro).

“Prevención secundaria” (que comprende el conjunto de medidas que tienen por objeto
disminuir las lesiones que se producen en el accidente y la prestación adecuada de los primeros
auxilios).

“Prevención terciaria” (adecuada rehabilitación y reinserción social del lesionado en accidente


de tráfico).

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En este apartado se desarrollan los contenidos básicos de prevención secundaria de los
accidentes, sobre todo en lo referente a la disminución de lesiones y práctica de los primeros
auxilios a los accidentados.

1.1 Comportamiento en caso de accidente.

Los conductores y demás usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico
están obligados a adoptar las medidas necesarias para auxiliar o solicitar auxilio para atender a
las víctimas, prestar su colaboración, restablecer, en la medida de lo posible, la seguridad de la
circulación, esclarecer los hechos y colaborar con la Autoridad.

Las mismas medidas están obligados a adoptar los demás conductores y usuarios que, no
estando implicados en el accidente, lo presencien o tengan conocimiento de él. El socorro o la
petición de auxilio para las personas necesitadas de ello, es una obligación moral, un deber
esencial de solidaridad que los ciudadanos tienen para con los demás. Además, es un deber cuyo
incumplimiento castiga el Código Penal como delito “delito de omisión del deber de socorro”.
También la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento General de Circulación establecen la
obligatoriedad de prestar auxilio.

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1.1.1 Medidas a adoptar.

Todo conductor o usuario de la vía implicado en un accidente de tráfico, en lo posible deberá:

 Detenerse en cuanto sea posible, pero evitando crear un nuevo peligro para la
circulación.
 Hacerse una idea del conjunto de circunstancias y consecuencias del accidente, que le
permita establecer una prioridad respecto a las medidas a adoptar para garantizar la
seguridad de la circulación y auxiliar a las víctimas, siempre sin perder la calma.
 Avisar al servicio de emergencias 112 informando del accidente (número de víctimas,
gravedad y características del accidente), del lugar y circunstancias siempre y cuando:
o Aparentemente resulte herida o muerta alguna persona.
o Sea necesario para restablecer la seguridad de la circulación.
o Alguna de las personas implicadas en el accidente lo solicite.
o No será necesario avisar a la Autoridad, si sólo se han producido heridas leves,
la seguridad de la circulación está restablecida y ninguna de las personas
implicadas en el accidente lo solicita.
 Auxiliar a los heridos (después de llamar al 112).
 Permanecer o volver al lugar del accidente hasta la llegada de la ayuda. No será
necesario si lo autoriza la Autoridad o si solo se han producido heridas leves, la
circulación está restablecida y ninguno de los implicados lo solicita.
 Esforzarse por restablecer o mantener la seguridad de la circulación.
 Evitar modificar las cosas, huellas o pruebas que puedan ser útiles para determinar la
responsabilidad. Excepcionalmente, se podrá modificar el escenario siempre y cuando
no hacerlo perjudique la seguridad de los heridos o la circulación.
 Comunicar la identidad a otras personas implicadas en el accidente si lo pide, así como
facilitar los datos del vehículo a otras personas implicadas en el accidente.

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1.1.1.1 Medidas en relación con la seguridad de la circulación
 Si se trata de un conductor no implicado en el accidente, debe:

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– Detener el vehículo en un lugar seguro y donde no perjudique a la circulación,
situándolo fuera de la calzada y cumpliendo las normas de estacionamiento,
siempre que sea posible.
– Parar el motor, cortar encendido e inmovilizarlo con el freno de
estacionamiento.

 Los conductores de los vehículos implicados en el accidente o, si éstos no pudieran


hacerlo, cualquier usuario de la vía, implicado o no, deberán:
– Cortar el encendido de los vehículos implicados, si fuera necesario.
– Señalizar convenientemente, en tanto queda expedita la vía, el vehículo o
vehículos accidentados o el obstáculo creado para advertir de ello a los demás
conductores y usuarios de la vía. Para ello se debe:
 Encender la señal de emergencia, tanto de día como de noche.

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 Encender las luces de posición cuando por la hora, las condiciones meteorológicas o
ambientales o el lugar fuera obligatorio su uso. Es obligatorio el uso de las luces de
posición:
– Entre la puesta y la salida del sol.
– Cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan
sensiblemente visibilidad (niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de humo).
– En los túneles o tramos de vía afectados por la señal túnel.
 Colocar los dispositivos de pre-señalización de peligro reglamentarios salvo que las
condiciones de la circulación no permitan hacerlo. Tales dispositivos se colocarán:
– Con un vértice hacia arriba y apoyado en uno de sus lados.
– Uno por delante y otro por detrás del vehículo o la carga, excepto en calzadas
de sentido único o de más de tres carriles en las que será suficiente con el de la
parte posterior.
– A 50 m de distancia, como mínimo, del vehículo o su carga y en forma tal que
sean visibles desde 100 metros, al menos.

Video: https://youtu.be/IRUA6oVwffM (Accidente sin señalizar)

Video: https://youtu.be/Ly91rWjKom4 (Accidentes por no señalizar el vehículo)

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 Procurar colocar el vehículo o la carga caída sobre la calzada fuera de la misma o donde
supongan menor obstáculo a la circulación, pudiendo utilizarse el arcén o la mediana si
fuera preciso. Esto no se realizará, salvo que de no realizarlas se perjudique la seguridad
de los heridos o de la circulación, si hubiera resultado muerta o gravemente herida
alguna persona o se hubiera avisado a la Autoridad, porque en estas circunstancias se
debe evitar la modificación del estado de las cosas y de las huellas u otras pruebas que
pueden ser útiles para determinar responsabilidad. Siempre que sea factible, se debe:
– Sacar el vehículo de la calzada y situarlo cumpliendo las normas de
estacionamiento.
– Adoptar las medidas para que el vehículo o la carga sean retirados de la vía en
el menor tiempo posible.
– Pedir auxilio, si fuera preciso a través del 112.

– En caso de incendio, utilizar el extintor de los vehículos presentes o en su


defecto, mantas, tierra o arena, nunca agua.
– Iluminar el lugar donde se produjo el accidente, si ello fuese necesario y posible,
con las luces de otro u otros vehículos colocados perpendicularmente a la
calzada y fuera de ella.
– No fumar, encender cerillas o hacer fuego, ni permitir que lo hagan otros.
 No invadir la calzada, si es posible. Si fuera inevitable invadir la calzada, hacerlo con el
chaleco reflectante de alta visibilidad.
– Tanto si se permanece en el arcén como si, en caso de necesidad, se invade la
calzada para auxiliar a las víctimas, o colaborar para evitar mayores peligros o
restablecer la seguridad de la circulación, los peatones deben circular provistos

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de un chaleco reflectante de alta visibilidad. Es obligatorio, por razones de
seguridad, llevar en el vehículo un chaleco reflectante homologado dispuesto
para ser utilizado como peatón en estos casos de emergencia y recomendable
llevar más de uno con el fin de proteger en caso necesario al resto de ocupantes.
Se ha de tener presente los chalecos tienen periodo de caducidad y que
superado este, no existe garantía de mantengan sus propiedades.
 Invadir la calzada para prestar auxilio, colaborar o restablecer la seguridad de la
circulación, no quiere decir que esté permitido transitar por ella. Transitar por la calzada
es un comportamiento a evitar y que, en autopistas y autovías, está expresamente
prohibido a todos los ocupantes vehículos inmovilizados.

1.1.1.2 Medidas en relación con las víctimas


 Prestar a los heridos el auxilio que resulte más adecuado, según las circunstancias.
 Recabar con la máxima urgencia auxilio sanitario a través del 112.
 Avisar a la Autoridad si, aparentemente, hubiera resultado herida o muerta alguna
persona o cuando lo pida alguna de las personas implicadas en el accidente.

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 Establecer un ambiente de seguridad, tranquilizar a las víctimas y buscar la colaboración
de otras personas, para pedir auxilio, para auxiliar a las víctimas, etc.
 No estorbarse en la atención a los accidentados. Es preferible que actúen pocos, pero
entrenados, que muchos y embarullados.
 Tratar al accidentado con el máximo cuidado y seguridad.
 Dirigir la atención y ayuda, en primer lugar, hacia las víctimas inconscientes o con
dificultades respiratorias graves o hemorragia masiva.
 No dar a los heridos como norma general comida, bebida o medicación, y menos
bebidas alcohólicas.
 Evitar que los heridos anden o hacerlos andar.

1.1.1.3 Medidas en relación con la comunicación de la propia identidad


 Identificarse y comunicar su identidad a otras personas implicadas en el accidente, si lo
pidieran.

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 Facilitar los datos del vehículo relativos a la matrícula, permiso de circulación y seguros
a otras personas implicadas en el accidente, si lo pidieran.
 Cuando sólo se hubieran causado daños materiales de pequeña consideración, lo más
acertado es llegar a un acuerdo entre los implicados y poner el hecho en conocimiento
de las compañías aseguradoras.
 Cuando sólo se hubieran ocasionado daños materiales y alguna parte afectada no
estuviera presente, el causante debe tomar medidas adecuadas para proporcionarle,
cuanto antes, su nombre dirección, bien directamente o, en su defecto, por intermedio
de los Agentes de la Autoridad.

1.1.1.4 Medidas en relación con la Autoridad


 Facilitar los datos de filiación, domicilio y documentación personal, D.N.I., permiso de
conducción, etc.
 Facilitar los datos del vehículo y su documentación.
 Proporcionar información sobre cómo se produjo el accidente describiendo con
exactitud y fidelidad las circunstancias del hecho.
 Someterse a las pruebas de alcoholemia, así como a las pruebas médicas adecuadas
para detección de estupefacientes, psicotrópicos, etc.

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1.1.1.5 Medidas en relación con la Compañía Aseguradora
Los conductores de los vehículos implicados que hayan sufrido o causado daños, deberán dar
cuenta del accidente, en el más breve plazo posible, a la Compañía aseguradora con la que
tengan concertado el seguro.

1.1.1.6 Medidas en relación con el remolque de los vehículos accidentados


Como norma general, el remolque de un vehículo accidentado o averiado, sólo deberá
efectuarse por otro específicamente destinado a este fin, es decir, por un vehículo-grúa.
Excepcionalmente, se permite el arrastre por otros vehículos, pero sólo hasta el lugar más
próximo donde pueda quedar convenientemente inmovilizado y sin entorpecer la circulación.
En ningún caso será aplicable dicha excepción en las autopistas o autovías en las que el remolque
deberá hacerse, en todo caso, con un vehículo-grúa.

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Cuando el accidente o emergencia se produzca en autopista, los vehículos afectados que no
precisen ser remolcados y puedan seguir circulando, pero a velocidad anormalmente reducida
(inferior a 60 Km/h), deberán abandonar la autopista por la primera salida.

1.1.1.7 Medidas en casos especiales


En caso de accidente o avería u otra emergencia de un vehículo que transporte mercancías
peligrosas, el conductor de dicho vehículo o su ayudante, en su caso, adoptarán inmediatamente
las medidas que se determinen en las instrucciones escritas facilitadas por el fabricante o el
expedidor de la materia transportada y aquellas otras que figuren en la legislación de tráfico.

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Cuando el conductor o su ayudante estén imposibilitados para actuar, los demás conductores,
usuarios o cualquier persona que advierta la anormal inmovilización o estado del vehículo,
deberán:

 Abstenerse de actuar o intervenir directamente sobre la mercancía.


 Dar cuenta inmediatamente del hecho y facilitar información inicial del mismo a través
del 112.
 Procurar alertar del peligro existente a quienes puedan resultar afectados.
 Auxiliar, en su caso, a las víctimas, pero absteniéndose de actuar sobre la carga.

1.1.2 Botiquín de primeros auxilios y pequeñas curas.

Aunque no es obligatorio, sí es recomendable llevar en el vehículo un pequeño botiquín


elementos imprescindibles para atender y realizar pequeñas curas en caso de accidente. Es
conveniente mantenerlo siempre en el vehículo, pues la necesidad de usarlo puede surgir en
cualquier momento, y en condiciones de ser utilizado.

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Entre el material sanitario de este botiquín se puede incluir el siguiente:

 Guantes quirúrgicos. Es importante llevar un par de guantes en el interior del vehículo,


"a mano", por ejemplo en la "guantera". Si hay que taponar una hemorragia abundante,
sirve tener los guantes en un lugar inaccesible. Procure mantener estériles los guantes
y observe el plazo de caducidad de los mismos.
 Algodón prensado, arrollado y estéril.
 Compresas estériles.
 Vendas, gasas y apósitos estériles (gasas, apósitos adhesivos -"tiritas"- etc.).
 Una tira de goma elástica de entre cinco y diez centímetros de ancho y no menos de
metro y medio de largo.
 Un pañuelo grande, como los utilizados para adorno femenino de cabeza o cuello.
 Esparadrapo.
 Un par de tijeras, unas pinzas, imperdibles.
 Alguna solución desinfectante.
 Si sabe utilizarse, una mascarilla para la ventilación artificial, aunque no es
imprescindible.

Sin embargo, no basta con llevar en el botiquín los productos y utensilios necesarios. Lo más
importante es mantenerlos siempre en condiciones de uso y saber utilizarlos adecuadamente.
La ignorancia o imprudencia en su utilización pueden ser perjudiciales y hacer más daño que
beneficio. Por consiguiente, en caso de desconocimiento o duda, lo mejor es abstenerse. Ello no
quiere decir que se haya de abandonar el lugar del accidente y huir de las obligaciones y
responsabilidades para los demás. Una cosa es no saber hacer una cura de urgencia y otra muy

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distinta no pedir auxilio y no cooperar para que las víctimas sean atendidas y contribuir a salvar
vidas humanas.

1.2 Importancia del auxilio a los heridos. Actuaciones básicas.

Las lesiones ocasionadas en los accidentes de tráfico son de extraordinaria gravedad y con una
alta mortalidad en los primeros momentos. El factor tiempo es uno de los elementos principales
una vez que se produce accidente. El herido debe llegar al centro hospitalario, aquel en el que
se va a realizar tratamiento definitivo de sus lesiones, en el menor tiempo posible. Reducir el
tiempo en el que el accidentado recibe la atención definitiva a sus lesiones, disminuye la
mortalidad y reduce las secuelas. Para reducir los tiempos de asistencia se deben cumplir las
siguientes premisas:

1. Aviso rápido del accidente a los servicios de emergencia a través del 112.
2. Inicio del tratamiento in situ de forma inmediata. Atención extrahospitalaria precoz y
adecuada.
3. Medio de transporte que permita la continuidad de los cuidados hasta la llegada al
hospital. Atención extrahospitalaria precoz y adecuada.
4. Transporte urgente hasta el hospital más próximo capacitado para prestar el
tratamiento definitivo y atención urgente en hospital.

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Hay que tener en cuenta que, el objetivo de la asistencia no debe ser el traslado inmediato del
herido al hospital, sino, en primer lugar, la atención in situ del mismo. El traslado no se debe
hacer hasta que no se hayan realizado sobre el herido las oportunas actuaciones para conseguir
un mantenimiento vital estable, que permita el traslado con el mínimo riesgo y un posterior
tratamiento en las condiciones posibles.

1.2.1 Actuaciones básicas.

Los conductores de los vehículos implicados en el accidente o, si éstos no pudieran hacerlo,


cualquier usuario de la vía, deberán activar el protocolo PAS (Proteger, Avisar, Socorrer).

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Video : https://youtu.be/X0CaEP585Mg (Pautas de actuación)

PROTEGER

 En primer lugar, autoprotección. El auxiliador debe estar seguro que no pone en riesgo
su vida. Valorar situación antes de actuar y usar el chaleco reflectante. Es muy peligroso
permanecer en la calzada, acceder a un vehículo en llamas o si se han derramado
mercancías peligrosas.
 Cortar el encendido de los vehículos implicados, si fuera necesario e inmovilizar con el
freno de mano.
 Señalizar, en tanto queda expedita la vía, el vehículo accidentado. Para ello se deberá:
o Encender las luces de emergencia (tanto de día como de noche).
o Encender luces de posición si es obligatorio su uso (por hora del día, condiciones
meteorológicas, túnel).
o Colocar los triángulos de señalización de peligro.

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 Colocar el vehículo (o la carga caída) fuera de la calzada (en el arcén o mediana). Esto
tan sólo se realizará si de no realizarse se perjudica la seguridad de los heridos o de la
circulación. Si ha resultado muerta o herida muy grave alguna persona o se ha avisado
a la Autoridad se dejará todo en su lugar sin modificar la escena del accidente ni mover
los elementos o pruebas.
 En caso de incendio, utilizar el extintor o en su defecto mantas, tierra, nunca agua.
 No fumar, encender cerillas o hacer fuego.
 No invadir la calzada si es posible. Si fuera inevitable, hay que hacerlo con el chaleco
reflectante. (Tanto si se permanece en arcén como si se presta colaboración, los
peatones deben ir provistos de chaleco). Invadir la calzada para prestar auxilio o
colaborar no quiere decir que esté permitido transitar por ella, además en autovías y
autopistas está expresamente prohibido a todos los ocupantes de los vehículos
inmovilizados.

AVISAR

112: número reservado en Europa para atender emergencias. Gratuito, desde fijo o móvil sin
conocer PIN o cobertura.

 Lamar al 112 si es necesario, ha resultado herida o muerta alguna persona o lo pide


alguna de las personas implicadas. Antes de llamar debemos hacernos una rápida
composición del lugar, ya que resultará decisivo que podamos facilitar todos los datos
respecto al número de coches implicados (heridos o su estado), así como el nombre de

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la carretera y el punto kilométrico. Es importante identificarnos, mantener la calma y no
colgar el teléfono hasta que así nos lo indiquen.

SOCORRER

Prestar a los heridos el auxilio que resulte adecuado. Para ello:


 Lo primero es valorar los “signos vitales” para saber cómo están funcionando: el cerebro
(consciencia), los pulmones (respiración) y el corazón (pulso). La valoración ha de ser
rápida y sistemática, menos de 10 segundos.
 Nunca intentar sacar a un accidentado de su vehículo o moverlo a menos que corra
peligro de muerte, y nunca quitarle el casco a un motorista. Y si, finalmente, tienes que
recurrir a la movilización de urgencia... Si el accidentado está consciente, explícale lo
que vas a hacer. Quítale el cinturón de seguridad y comprueba que sus pies no están
atrapados entre los pedales del vehículo. Con cuidado, pasa los brazos por debajo de
sus axilas. Con una mano, coge su antebrazo y, con la otra, sujeta fuertemente su
mentón. Extrae a la víctima, lentamente, manteniendo el eje cabeza-cuello-tronco,
como si fuera un bloque rígido y colocalá en un lugar seguro.

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 Es importante recabar con la máxima urgencia auxilio sanitario a través del 112.
 Establecer un ambiente de seguridad, tranquilizar a las víctimas y buscar colaboración
si es necesario.
 Dirigir la atención y ayuda, en primer lugar, hacia las víctimas incoscientes o con
dificultades respiratorias o hemorragia masiva.
 Asegúrate de que la víctima está consciente. Si no reacciona al hablarle, tocarle o
estimularle suavemente, con un pellizco por ejemplo, quiere decir que está
inconsciente. A continuación comprueba que respira.

 Si está inconsciente, comprueba que respira de forma espontánea. Hay que comprobar
que no tiene obstáculos para el paso del aire. En primer lugar hay que asegurarse que la

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vía aérea está abierta y que el aire pasa de la boca y nariz a los pulmones. En las personas
inconscientes la causa más frecuente de la obstrucción es la caída de la lengua hacia
atrás. Para evitarlo se realizará la maniobra frente-mentón, colocando los dedos índice
y medio de una mano bajo el mentón, elevándolo hacia arriba, a la vez que la otra mano
se coloca en la frente empujándola hacia atrás. Hay que evitar realizar extensiones
bruscas o excesivas del cuello. Si hubiera un objeto visible y accesible en la boca lo
extraeremos introduciendo el dedo índice doblado en forma de gancho por un lado de
la boca, barriendo el interior hasta el otro extremo.

 Una vez que está abierta la vía aérea, hay que comprobar si respira para lo cual hay que
“ver, oír y sentir” su respiración: mira, escucha y siente en tu mejilla el paso del aire a
los pulmones de la víctima, durante no más de 10 segundos.
 Si la víctima respira por sí misma, colócala en posición lateral de seguridad (PLS).

 Si la víctima no respira por sí misma, se considera que se encuentra en parada cardio-


respiratoria y deberemos avisar al 112 e iniciar cuanto antes las maniobras de
reanimación cardiopulmonar (RCP). Si no sabes realizar la RCP espera a que lleguen lo
servicios sanitarios.

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 También se debe comprobar que no existe ninguna hemorragia importante que esté
comprometiendo la vida de la víctima.
 Es importante no dar a los heridos como norma general comida, bebida o medicación,
aunque sí podremos taparlos con una manta, sobre todo si han sufrido una hemorragia.
En este último caso, hay que presionar sobre la herida con un trapo limpio durante al
menos 10 minutos. Cuando se empape, tenemos que poner otro encima.
 En situaciones de quemaduras, no podemos retirar los restos de ropa quemada ni
romper las ampollas si las hubiera. Lo más aconsejable es lavar la zona con mucha agua
fría durante 10 minutos y después envolverla con una sábana o material textil más
limpio que se tenga a mano.
 También es muy importante que los heridos se mantengan conscientes en todo
momento. Para conseguirlo tenemos que hablarles, tranquilizarles y hacerles preguntas
sobre lo que ha ocurrido. Evitar que los heridos anden.

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP)

Video: https://youtu.be/FEayzgNGGBQ (RCP)

Si el herido está inconsciente y no respira o su respiración no es normal, al menos se debe aplicar


compresiones torácicas externas a la víctima.
Si el reanimador está formado y es capaz de realizar ventilaciones de rescate, se deberán realizar
compresiones torácicas y respiraciones de rescate, ya que esto puede proporcionar un beneficio
adicional en niños y personas que sufran una parada cardiaca por asfixia o donde el intervalo de
respuesta del servicio de emergencia sea prolongado.
Se deberán realizar 30 compresiones torácicas por cada 2 respiraciones de rescate,
comenzando por las compresiones torácicas.

Compresiones torácicas:
 Arrodíllate al lado de la víctima a la altura del pecho.
 Coloca el talón de la mano en el centro del pecho y el talón de la otra mano sobre la
primera.

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 Entrelaza las manos y aplica presión sobre la parte superior del abdomen o sobre la
parte final del hueso del esternón, nunca sobre las costillas.
 Colócate vertical sobre el pecho de la víctima y con los brazos rectos, perpendiculares a
la víctima, comprime deprimiendo el esternón 4-5 cm.
 Descomprime sin perder contacto entre las manos y el esternón y repite las
compresiones a un ritmo de 100 por minuto (algo menos de 2 por segundo). El tiempo
empleado en la compresión y la descompresión ha de ser igual.

Respiraciones de rescate:
 Después de las 30 compresiones, abra la vía aérea utilizando la maniobra frente-
mentón.
 Pinza la parte blanda de la nariz, utilizando los dedos índice y pulgar de la mano que está
sobre la frente.
 Permite que la boca del herido esté abierta pero manteniendo el mentón elevado.
 Toma una inspiración normal y coloca los labios alrededor de la boca del herido
asegurando el sellado.
 Insufla el aire mientras observas que el pecho se eleva con una duración aproximada a
un segundo.
 Mantén la maniobra frente-mentón y retira la boca observando el pecho descender al
salir el aire.
 Vuelve a realizar una 2ª insuflación.
 Vuelve a colocar las manos en el pecho para continuar realizando las compresiones y
ventilaciones (30/2).

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1.3 Prevención de las lesiones producidas en los accidentes de tráfico.

Es muy importante conocer cuáles son las lesiones que, con más frecuencia, se producen en los
accidentes de tráfico, para saber qué hacer y proponer medidas concretas para evitarlas. Las
lesiones que se observan en los accidentes de tráfico se producen por dos mecanismos distintos:

"Directo" es el mecanismo que origina las lesiones éstas se deben al impacto directo del sujeto
con el vehículo, el suelo o algún obstáculo.

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"Indirecto" consisten en aquellas que no dependen de ningún impacto, sino que se originan
como consecuencia de la aceleración y deceleración que sufre el cuerpo en el accidente. Los
órganos internos se desplazan bruscamente desgarrándose de las estructuras que les rodean y
dañándose en interior y provocando consecuencias muy graves.

Incremento del peso de las vísceras del cuerpo tras la detención repentina por un choque.

El cuerpo, en su deceleración a determinada velocidad, sufre un impacto de una fuerza


proporcional a la velocidad que llevaba. Se puede comparar esta fuerza ejercida sobre
organismo con la que sucede cuando alguien cae desde una altura determinada.

Uno de cada tres heridos en accidente de tráfico resulta "politraumatizado". El número de


lesiones, el lugar donde se hayan producido y la intensidad de cada una de ellas, determinará el
pronóstico vital del herido. En cualquier caso, los heridos con politraumatismos presentan unas
características que en general, condicionan un pronóstico de gravedad.

Las lesiones que se producen, con más frecuencia se localizan en:

1. La región cráneo-encefálica. Además de ser las de mayor mortalidad, suponen, al


menos, el 70% del total de fallecidos por accidente de tráfico.
2. Las extremidades inferiores.
3. Las regiones torácica y abdominal.
4. Las extremidades superiores.
5. La columna vertebral.

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Sin embargo, según la gravedad de las mismas, se clasifican, de más a menos graves, por orden:

1. En la región cráneo-encefálica.
2. En la columna vertebral.
3. En la región torácica y abdominal.
4. En las extremidades inferiores.
5. En las extremidades superiores.

La mortalidad en accidente de tráfico se puede producir en los primeros minutos tras el


(mortalidad inmediata), en las primeras horas (mortalidad precoz) y durante las primeras
semanas (mortalidad tardía).

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1.3.1 Conducta en las diferentes situaciones.

1.3.1.1 Lesiones cráneo-encefálicas y faciales.


Cualquier traumatismo sobre la cabeza, cara o cuello puede tener graves consecuencias
accidentado. El cráneo, estructura de huesos que forma la región de la cabeza y cara, contiene
dentro parte del sistema nervioso central: el encéfalo. El brusco desplazamiento que realiza el

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encéfalo dentro del cráneo tras la deceleración originada un accidente, ocasiona lesiones en
zonas del cerebro, cerebelo, protuberancia o bulbo raquídeo suponen un deterioro grave y a
veces irreversible de las funciones del sistema nervioso.

En los atropellos, se produce sobre el peatón un desplazamiento brusco del conjunto cuello-
cráneo en sentido contrario al del vehículo que, generalmente, provoca lesiones graves de
encéfalo y de columna vertebral. En las motocicletas se producen por el impacto de la cabeza
del conductor o acompañante contra el suelo. En el caso de tratarse de conductores o pasajeros,
los mecanismos de lesión más habituales son derivados del impacto de la región craneal con el
parabrisas o con otras estructuras del interior del vehículo, así como a consecuencia de la
expulsión del sujeto fuera del vehículo.

Al encontrarse con un herido que ha sufrido un traumatismo cráneo-encefálico:

1. Generalmente, hay signos tales como lesiones y heridas en la cabeza, cara o cuello que son
inequívocos de haber padecido un traumatismo cráneo-encefálico. Las heridas del cuero
cabelludo característicamente sangran en abundancia, lo que, unido al aspecto llamativo herida,

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puede dar la impresión de extrema gravedad. Sin embargo, habitualmente no es tan grave y la
actitud del auxiliador habrá de limitarse a colocar un apósito o vendaje sobre la herida.

2. Es posible encontrar hemorragias exteriorizadas, es decir aquellas que se hacen visibles


externamente aunque proceden de vísceras u órganos internos. En estos casos, se trata de
hemorragias por oídos (otorragias) y por la nariz (epistaxis), y son importantes porque pueden
tener su origen en una fractura del cráneo, una situación de extrema gravedad. La actitud
correcta del auxiliador ante esta situación ha de ser pasiva: no taponar nunca estas hemorragias
y atender sólo al estado del herido: respiración, circulación sanguínea, estado de consciencia,
etc.

3. Otras veces este tipo de lesionados se encuentran en estado de pérdida consciencia como
consecuencia de las lesiones encefálicas. En estos supuestos, la actitud correcta del auxiliador
será atender al estado respiratorio del herido, vigilando la posible obstrucción de las vías aéreas
por la propia lengua del accidentado, por restos de sangre, secreciones o por cuerpos extraños,
tales como dientes u otros. También debe observar situación cardiocirculatoria del lesionado:
signos de circulación, presencia o no de shock, coloración de piel y mucosas, etc.

4. No mover al herido en ningún caso, sobre todo si se encuentra inconsciente, por el riesgo de
lesiones en la columna vertebral cervical. Se debe sospechar lesión vértebro-medular en
cualquier accidentado que:

 Esté inconsciente y tenga señales de golpes, heridas o hematomas en cuello o cabeza.


 Sea conductor o pasajero de motocicleta o ciclomotor.
 Haya manifestado, en algún momento, no sentir o poder mover alguna parte de su
cuerpo.

En estos casos, hay que inmovilizar la región del cuello y no trasladar al herido en vehículo
particular. Si hubiera vómitos o hemorragias en boca o nariz se le colocará en la "posición de
defensa".

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Si se trata de un herido que lleve casco, evitar mayores lesiones cervicales no se le debe quitar
ni permitir que alguien se lo retire, salvo que sea necesario y exista ayuda especializada.

1.3.1.2 Lesiones de la columna vertebral.


La columna vertebral es un conjunto de huesos unidos entre sí, llamados vértebras, que recorren
longitudinalmente el cuerpo desde la región sacra hasta el cráneo. Las funciones que desempeña
son las de ser sustento del sistema esquelético del individuo, de manera que mantiene la
posición de la persona permite la deambulación, y contiene y protege en su interior a la médula
espinal. Existen tres zonas diferentes: columna cervical (correspondiente a la región del cuello),
columna dorsal o torácica (en la zona del tórax) y columna lumbar (tercio inferior de la espalda).
Como la parte lumbar la que ha de soportar mayor peso, la forman vértebras de mayor tamaño,
en tanto que las de la columna cervical son las más pequeñas.

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Los accidentes de tráfico son una de las causas más frecuentes de lesión en la columna vertebral,
sobre todo en su porción cervical. Los modos en que suele producirse esta lesión son el
movimiento brusco de la columna ocasionado por el accidente.

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La lesión a nivel cervical ocasiona la pérdida de sensibilidad y parálisis tanto de las extremidades
inferiores como de las superiores, lo que se denomina "tetraplejia", así como alteraciones del
sistema nervioso vegetativo. En cambio, las lesiones medulares a nivel torácico o lumbar
producen un cuadro clínico denominado "paraplejia", con parálisis de las extremidades
inferiores y pérdida de la sensibilidad parte del tronco junto a problemas en el control de
esfínteres.

Todo individuo que, tras sufrir un accidente de tráfico, se encuentre inconsciente y con signos
de haber sufrido traumatismo por encima de la clavícula (heridas, golpes, etc.), ha de ser tratado
como lesionado de médula espinal en tanto no se demuestre lo contrario. No hay que sentar,
doblar, inclinar o mover al herido y, si fuera necesario (por vómitos o por traslado al hospital),
se mantendrá la precaución de no mover su cabeza, e inmovilizar la región del cuello. También
los ocupantes de motocicletas que han sufrido un accidente, han de ser tratados precaución de
no mover el cuello.

En principio, nunca se debe mover ni trasladar a un accidentado. Tan solo en el caso de aparecer
vómitos, o precisar de reanimación cardio-respiratoria, o tras comprobar que no padece lesiones
graves (mediante la adecuada evaluación de su estado, tal y como se ha explicado), podrá
colocársele en la posición adecuada a cada caso.

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SON SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LESIÓN MEDULAR:

- Parálisis de alguna parte del cuerpo.


- Ausencia o modificación de reflejos.
- Ausencia o modificación (tanto en el sentido de incremento como en el de
disminución) de la sensibilidad de alguna parte del cuerpo (lo que se comprueba
tocando o pellizcando herido).
- Emisión involuntaria de orina o heces.

El uso adecuado del apoyacabezas evita en gran manera aparición y consecuencias de este tipo
de lesiones en los accidentes de tráfico.

Se debe SOSPECHAR LESIÓN MEDULAR en todo herido que:

- Tiene señales de golpes, heridas, hematomas... en cuello o cabeza, o


- Es conductor o pasajero de motocicleta, o
- En algún momento ha dicho no sentir o poder mover alguna parte de su cuerpo.

1.3.1.3 Traumatismos en tórax y abdomen.


Las lesiones de estas regiones ocasionadas en accidentes de tráfico se deben, principalmente, a
fuerza ejercida por el volante u otras estructuras del vehículo sobre el conductor o pasajero.
También el cinturón de seguridad puede ser causante de lesión de vísceras de tórax o abdomen,
si bien con mayor frecuencia se deben a una mala utilización del mismo. Es posible hablar de
dos tipos de lesiones: traumatismos cerrados (si no hay rotura de los tejidos de la piel) y
traumatismos abiertos (se produce una comunicación entre el interior del tórax o abdomen el
exterior).

ANTE UN TRAUMATISMO TORÁCICO O ABDOMINAL:

 Lo primero que hay que hacer siempre es solicitar auxilio, pedir ayuda médica y avisar a
una ambulancia.
 Un herido que tenga un traumatismo abierto de tórax, generalmente sufre dificultades
respiratorias. Si se sospecha lesión pulmonar unilateral (herida penetrante, burbuja de

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sangre en la herida, etc.), rotar al individuo en la posición de defensa inclinando paciente
hacia el costado lesionado, facilitando así la movilidad respiratoria del pulmón sano.
 Ante cualquier traumatismo abierto, es preciso tener cuidado de no tocar ni manipular
la herida; tan solo se colocará un apósito o venda en la zona.
 No dar nunca nada de beber o de comer a estos heridos.
 Cualquier traumatismo en el tórax o en el abdomen puede ocasionar una lesión de
alguna víscera interior del cuerpo que, a pesar de su gravedad, no se manifieste
exteriormente. Por ello, hay que estar atentos en especial a la posible aparición de
síntomas de shock (colapso), lo que supondría un agravamiento del estado de la víctima
y la necesidad de atención médica adecuada.
 Toda persona que haya sufrido un traumatismo en tórax o abdomen debe ser sometida
a control médico, aunque aparentemente se encuentre en buen estado de salud tras el
accidente.

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1.3.1.4 Lesiones oculares, auditivas y nasales.
Las lesiones oculares que ocasionan los accidentes de tráfico afectan, preferentemente, a
ocupantes de los vehículos, tanto al conductor como a los pasajeros, y vienen producidas por
impacto ejercido sobre el globo ocular por diferentes partes del vehículo y, de modo particular,
por el parabrisas que, al romperse, puede dañar gravemente la integridad del ojo. Se producen
contusiones (golpes) del globo ocular, abrasiones (rasguños), cuerpos extraños y heridas
perforantes y penetrantes.

Es necesario destacar, en este sentido, que el uso correcto del cinturón de seguridad, tanto
carretera como en zona urbana, hace disminuir considerablemente las lesiones oculares
ocasionadas por golpes con el parabrisas y, por tanto, las graves alteraciones y deficiencias
visuales que ocasionan.

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Las heridas auditivas y nasales no son frecuentes en los accidentes de tráfico, pero merecen ser
reseñadas por una razón: la expulsión de sangre o líquido blanquecino por el oído o por la nariz
tras un traumatismo craneal en accidente de tráfico debe hacer pensar en la posible presencia
de lesiones o fracturas en el cráneo.

EL COMPORTAMIENTO A SEGUIR ES:

 Ante cualquier lesión ocular (golpe, arañazo o herida), será preciso trasladar al herido
centro asistencial, prescindiendo de manipular el ojo. Si hubiese algún cuerpo extraño
incrustado en el globo ocular, NO se debe retirar en ningún caso.
 Ante un herido que pierda sangre por el oído o la nariz y que presente signos de golpe
en la cabeza, inconsciencia o traumatismo múltiple, no hay que olvidar que puede
padecer lesión craneal grave, por lo que es necesario vigilar sus constantes vitales
(respiración y circulación) procurar su correcta manipulación y traslado hasta el centro
médico. Debido al riesgo de que se trate de hemorragias internas exteriorizadas, NUNCA

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SE DEBEN TAPONAR LAS HEMORRAGIAS POR OIDO NI POR NARIZ. Para evitar el riesgo
de asfixia, si existe hemorragia nasal se debe colocar al herido inconsciente en posición
de decúbito lateral estable.

1.3.1.5 Fracturas.
Los heridos en el accidente que hayan sufrido lesiones óseas manifiestan que sienten dolor
intenso en la región de la fractura (aunque a veces no hay dolor en los primeros momentos),
que no pueden movilizar la zona correspondiente a ese hueso y, en ocasiones, que han percibido
claramente rotura del hueso, como un chasquido.

ES POSIBLE OBSERVAR GENERALMENTE LOS SIGUIENTES SIGNOS:

 Edema y hematoma, es decir, acumulación de líquido, sangre o ambos debajo de la piel.


 Acortamiento y deformidad: en el caso de una extremidad, se aprecia un acortamiento
de la misma en comparación con la del lado opuesto y un cambio de la forma normal,
de manera que fácil ver una pierna o un brazo en posición anormal.
 Imposibilidad de ejercer el movimiento o la función normal con la zona lesionada.

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 Hipersensibilidad: si se presiona suavemente con los dedos en la zona de fractura, el
hueso se siente dolorido.
 Crepitación, ruido característico que produce el roce de los fragmentos.

QUÉ DEBE HACER EL AUXILIADOR:

 Tapar la herida y cohibir la hemorragia en el caso de fracturas abiertas y complicadas,


con el fin, por un lado, de evitar en lo posible las infecciones y, por otro, de controlar la
pérdida de sangre si es que se ha lesionado un vaso importante.
 Inmovilizar la región de la fractura. Esto es posible por alguno de los métodos siguientes:
 Mediante la simple sujeción de la zona por el auxiliador o por el propio
herido. Es importante sujetar ambos extremos de la fractura, por
debajo y por encima, para que movilice.
 Mediante un "cabestrillo". Para las extremidades superiores la
utilización de un vendaje que se sujete al cuerpo puede ser una solución
fácil y útil para la inmovilización.
 Mediante férulas (entablillado). Las férulas son los elementos (de
madera, de metal o de yeso) que, al ser colocados en la extremidad
fracturada, logran la inmovilización de la misma. Solo si sabe cómo
realizarse y si la atención médica va a retrasarse mucho.

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42
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NO INTENTE REDUCIR UNA FRACTURA. LIMÍTESE A TAPAR LA HERIDA, COHIBIR LA
HEMORRAGIA, SI LA HUBIERA, E INMOVILIZAR LA ZONA.

1.3.1.6 Heridas y quemaduras.


Ante una herida, la actitud correcta es la siguiente:

Si la herida es grave, tan solo se procederá a:

 Tapar la herida con un apósito fijado por un vendaje.


 Cortar la hemorragia, si existe.
 No retirar ni intentar retirar los objetos clavados en la herida, puesto que se podría
aumentar la lesión de los tejidos y la hemorragia. Simplemente, tapar la herida con el
objeto incrustado inmovilizar en bloque al paciente junto con el objeto penetrante.

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 Algunos tipos de heridas "sucias" requieren de la prevención del tétanos. No obstante,
como es una medida a adoptar en un período de tiempo breve, antes de pasadas entre
veinticuatro cuarenta y ocho horas desde la producción de la herida, y que debe ser
realizada por adecuado, tan solo se observará el aspecto y la suciedad de la herida para
comunicarlo personal sanitario cuando llegue al lugar del accidente.

En caso de salida de vísceras (evisceración), acostar al lesionado y cubrir los órganos con paños
humedecidos evitando tocarlos. Procurar no mover al herido en estas circunstancias.

En caso de heridas superficiales se procederá a:

 Limpiar la herida y la zona próxima a ella, retirando la ropa que la cubra y aplicando
abundante agua limpia desde el centro de la herida hacia afuera, para no contaminarla.
 Retirar con la ayuda de unas pinzas los cuerpos extraños que puedan encontrarse,
siempre que ello no ofrezca dificultad.
 Tapar la herida con apósitos estériles, cuando rezume sangre o líquido. El algodón no
debe estar en contacto directamente con la herida, lo que se evitará colocando una gasa
entre el apósito y la herida. En cambio, cuando se trate de pequeñas heridas y rasguños
que no expulsen líquidos, es preferible dejarlas al descubierto.
 Evitar la colocación de algodón (pues quedará incrustado en la herida) y la aplicación
productos a base de alcohol. Utilizar otros desinfectantes, tales como los yodados, sólo
aconsejable si se conocen los riesgos de su uso.

En caso de amputaciones, la actuación correcta consistirá en:

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 Cubrir la zona amputada con gasas estériles, almohadillar con algodón y comprimir por
vendaje.
 Si existiera u na hemorragia muy abundante aplicar un torniquete.
 Lavar la parte desprendida con agua, cubrirla con gasas estériles, introducirla en una
bolsa o recipiente hermético y a continuación sumergir la bolsa o el recipiente en agua
con cubitos hielo (evitar contacto directo con el hielo).
 Procurar el traslado inmediato del accidentado a un centro asistencial que en la medida
de lo posible deberá ser informado del tipo de lesión.

Video: https://youtu.be/-DtoqMXPdHk (Heridas y hemorragias).

La actitud que ha de mantener ante un herido con quemaduras es:

 Extinguir el fuego que quede en las ropas del herido. Para ello se colocará sobre la ropa
incendiada de la víctima una manta o un material similar, para conseguir cortar el fuego
ya que el oxígeno es necesario para que exista éste). Se intentará envolver al herido para
tapar la mayor superficie posible de su cuerpo. Se procurará evitar el uso del agua o de
extintores para eliminar el fuego de las ropas del herido. De utilizar extintor, no
emplearlo directamente sobre el cuerpo del herido.
 No tocar la zona quemada. Hay que respetar la superficie quemada, sin tocar las ropas
que hayan quedado adheridas a la piel.
 Aplicar agua fría. En cualquier tipo de quemadura es aconsejable refrigerar la herida o
quemada utilizando agua fría. Si es posible, conviene introducir la mano o la extremidad
quemada en el agua. Para mantener la zona húmeda, sobre todo en quemaduras no
muy extensas, es útil colocar un apósito o compresa humedecida en agua sobre la zona
lesionada.
 No retirar ni intentar retirar nunca la ropa o tejidos que hayan quedado adheridos a la
piel de la zona quemada, debiendo dejarlas tal como estén. Tampoco se debe pinchar o
cortar ampollas que tras la quemadura puedan aparecer. Ambas acciones perjudicarían

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al herido, puesto que facilitarían tanto la infección como la pérdida de líquidos por la
quemadura.
 Cubrir la herida con apósitos limpios y humedecidos. Es conveniente tapar la quemadura
con apósitos estériles, mejor humedecidos en agua si es posible. En cambio, no aplicar
nunca en la zona quemada pomada o ungüento alguno. En caso de que la zona quemada
sea extensa y no se disponga de apósitos suficientes o apropiados, se pueden utilizar las
telas (sábanas por ejemplo) o toallas limpias que estén a mano: al cubrir de esta manera
las heridas, disminuye en parte pérdida de líquido por las mismas, que es una de las
complicaciones que generan las quemaduras graves.
 Fijar, una vez colocados y siempre que sea posible, los apósitos mediante un vendaje.
 En quemados de manos, en caso de vendar los dedos hay que hacerlo por separado.
quemados de extremidades, separar los brazos del cuerpo y los muslos y las piernas
entre sí para evitar el contacto y unión entre los mismos. No vendar juntas, en ningún
caso, dos superficies quemadas: hacerlo por separado.
 Elevar y mantener elevada la región quemada. Cuando se haya quemado una región del
cuerpo, tal como una extremidad, y el estado del herido lo permita, se debe elevar y
mantener elevada zona, para disminuir el edema y la hinchazón que se producen.
 Vigilar al herido. El auxiliador debe estar especialmente atento a la aparición de shock
(colapso) y, en caso de quemaduras en la región de la cara, a la aparición de dificultades
respiratorias. En caso de que sucedan estas complicaciones se procederá a colocar al
quemado en posición horizontal o en posición "antishock" y a efectuar las medidas de
reanimación pertinentes.

Video: https://youtu.be/aEVnhm07uqw (Quemaduras)

1.3.2 Dispositivos de seguridad y prevención de lesiones.


Muchas lesiones, y una parte de fallecimientos en accidentes de tráfico, son evitables si se hace
uso de los dispositivos de seguridad disponibles: los cinturones de seguridad, los apoyacabezas
y el casco.

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Cinturón de seguridad. La principal función del cinturón en cualquier tipo de choque es
mantener al ocupante dentro vehículo y evitar los desplazamientos dentro del mismo y la
eyección o salida hacia el exterior del mismo. Su utilización disminuye el riesgo de muerte en
accidente de tráfico a la mitad (y cinco veces menos en producirse un vuelco); las lesiones son
menos graves hasta en un 75% de casos y hay nueve veces menos riesgo de padecer lesiones en
la cabeza. Las lesiones por el uso del cinturón son muy raras (únicamente un fallecimiento se
debe al cinturón por cada mil fallecimientos en accidente de tráfico) y generalmente obedecen
a un mal uso mismo por:

 Llevarlo flojo o mal ajustado.


 Utilizar anclajes demasiado altos o bajos.
 Usar cinturones inapropiados para niños.

Es necesario recordar al respecto de la inadecuada utilización del cinturón de seguridad, que


resulta peligroso el uso de las pinzas de presión (o reguladores de presión). Estos dispositivos,
actualmente retirados del mercado, anulan la eficacia del cinturón y, además, favorecen una
acción contraria a la prevista por éstos.

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Por otro lado, está expresamente prohibido "circular con menores de doce años situados en los
asientos delanteros del vehículo, salvo que utilicen dispositivos homologados al efecto".
Excepcionalmente cuando su estatura sea igual o superior a 135 cm., los menores de 12 años
podrán utilizar cinturón de seguridad para adultos.

El casco. Debe ser utilizado tanto en zona urbana como en carretera, y tanto si se motocicleta
como si se hace en ciclomotor, es un elemento de seguridad cuya utilización está plenamente
justificada. Utilizar el casco supone disminuir el número de muertes en caso de accidente en,
aproximadamente, un 30% y el de lesiones muy graves en cerca del 50%. No llevar casco
multiplica casi por dos el riesgo accidente mortal y por más de dos el riesgo de lesión
craneofacial.

El apoyacabezas es un dispositivo que no está diseñado para fines estéticos o de comodidad,


sino para seguridad del conductor y los ocupantes del vehículo. Es importante que esté colocado
a la altura adecuada de quien haga uso del asiento correspondiente. Si se coloca muy alto o
excesivamente bajo, no evita la flexión o extensión del cuello en caso de accidente y, por tanto,
puede no prevenir la lesión cervical. El borde superior del reposacabezas debe situarse entre el
borde superior de la cabeza del ocupante y la altura de los ojos.

Por último, resulta útil conocer que el "airbag" es un dispositivo muy útil prevención de lesiones
cráneo-encefálicas, faciales, oculares y cervicales, al disminuir la energía cinética del cuerpo, la
inercia del giro de la cabeza y al amortiguar el impacto contra los elementos del interior del
vehículo. El airbag utilizado en Europa es complementario del cinturón de seguridad, entra en

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acción en el último momento, una vez que el cinturón ya ha realizado su efecto de retención. Su
uso sin cinturón implica un alto riesgo de lesiones.

1.4 Movilización y transporte de accidentados.

1.4.1 Movilización de heridos.


Pueden plantearse dos tipos diferentes de situaciones: que, tras el accidente, el conductor o
alguno de los ocupantes se encuentre "prisionero" en el interior del vehículo por alguna de las
partes de éste (volante, salpicadero, asientos o la propia estructura deformada del vehículo), o
que la pueda ser extraída del vehículo teóricamente sin dificultad.

En el primer caso, se trata, además, de situaciones que a menudo requieren la ayuda inmediata
o rápida al herido. Sin embargo, la "liberación" de estos heridos debe hacerse siempre por
personal adecuadamente adiestrado y suficientemente preparado. Intentar realizar esta labor
sin los conocimientos y medios precisos, supondría probablemente no ser capaces de llevarla a
cabo y, lo que es peor, producir una serie de riesgos a la víctima que agravarán aún más su
estado físico. Siempre que haya víctimas en el interior de los vehículos a las que no es posible

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extraer de los mismos, hay que limitarse a efectuar aquellas maniobras observaciones que en
tal situación sean posibles.

EL COMPORTAMIENTO CORRECTO SERÁ:

 Pedir ayuda especializada a través del 112.


 Intentar acceder hasta la proximidad de las víctimas para conocer su estado.
 Preguntar cómo se encuentran para conocer el grado de consciencia que tienen.
 Tranquilizar a los accidentados, explicándoles que la ayuda sanitaria está próxima a
llegar.
 Permanecer, en todo momento, al lado de las víctimas.
 Observar la situación de los heridos y realizar aquellas maniobras prioritarias que sean
factibles hasta tanto llega la ayuda solicitada. Tanto la evaluación primaria de la víctima
como buena parte de las actuaciones más importantes, a menudo pueden ser realizadas
aun cuando el accidentado permanezca en el interior del vehículo.
 Impedir que alguien, sin medios ni conocimientos, intente liberar a estos heridos es algo
que puede ser importante en situaciones como las que ahora se comentan.

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En el supuesto que se trate de heridos que, aun habiendo quedado en el interior del vehículo,
no muestren impedimento físico para ser extraídos, la actitud es, en parte, diferente. Como
norma general, no se debe mover nunca a los heridos a no ser que resulte imprescindible.
Cuando haya algún indicio o sospecha de lesión vertebral o medular (que el herido explique no
poder movilizar o sentir alguna parte de su cuerpo o siempre que haya señales de traumatismo
por encima hombros y consciencia alterada simultáneamente), se inmovilizará al herido.

EN EL CASO DE DECIDIR LA MOVILIZACIÓN DEL HERIDO (PARA EXTRAERLO DE UN VEHÍCULO


O PARA TRASLADARLO A OTRA PARTE DE LA CALZADA), SE DEBERÁ:

 Nunca se moverá un herido cuando sólo haya un auxiliador.


 Al menos se precisarán tres auxiliadores para mover adecuadamente a un herido.
 Al herido hay que moverle como si fuera un bloque rígido, levantándolo
simultáneamente por todos los auxiliadores y sin arrastrar ninguna parte de su cuerpo.
En concreto, es imprescindible INMOVILIZAR EL EJE CABEZA-CUELLO-TRONCO, para
evitar daños mayores. Hay dos métodos a utilizar para mover al herido, según que
encuentre en el interior del vehículo o haya quedado en el exterior del mismo, sobre la
calzada, mediana, el arcén u otro lugar. Como norma general, no se debe mover nunca
a los heridos a no ser que resulte imprescindible su reanimación, o sufran un riesgo
evidente.

1.4.1.1 Extracción del interior del vehículo.


Siempre es preferible esperar a que, con ayuda especializada, el ocupante del vehículo pueda
extraído sin dificultad mediante el corte de chapa, retirada de puertas, etc. Sin embargo, es
necesario conocer de qué manera hay que sujetar y movilizar al herido desde el interior del
vehículo para no provocarle más lesiones. Los pasos a seguir son los siguientes:

 Observar y cerciorarse de que el cuerpo de la víctima está libre de hierros, volante o


cualquier otra parte del vehículo que le comprima, y que sus pies no se encuentren
enganchados con los pedales.
 Colocarse detrás de la víctima, para poderla sujetar con los brazos de este modo:
pasando un brazo por debajo del brazo y la axila del herido, sujetar su muñeca contraria

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con las manos; el brazo, pasando por debajo de la axila del lado opuesto, permitirá
sujetar la mandíbula del herido.
 Una vez agarrado de este modo el accidentado, y siempre evitando que su cuello se
mueva, se procederá a extraerlo del vehículo.

COMO EXTRAER A UN HERIDO DEL VEHÍCULO (MANIOBRA DE RAUTEK )

Cuando el rescatador considera que el paciente tiene que ser sacado el vehículo para preservar
su vida, es imprescindible que se mantenga alineado el eje cabeza-cuello-tronco del herido al
extraerlo.

Para ello puede utilizarse la maniobra de Rautek:

a) Liberar las piernas del herido antes que nada.


b) Pasar cuidadosamente los brazos del auxiliador bajo las axilas del herido.
c) Coger uno de los antebrazos de la víctima con una mano.

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d) Sujetar fuertemente la mandíbula con la otra para extraer a la víctima del vehículo.

Video: https://youtu.be/weyU8mrdrXE (Maniobra de Rautek)

1.4.1.2 Movilización de heridos fuera del vehículo.


Lo mejor es utilizar el método denominado de "auxiliadores alternados", pues da más seguridad.
Pueden intervenir tres o más auxiliadores y, en primer lugar, es preferible que la víctima esté
boca arriba.

 Un auxiliador colocará sus manos debajo de la cabeza-cuello y espalda de la víctima;


 Otro auxiliador, colocado al mismo lado del anterior, pondrá sus manos debajo de
cadera muslos y rodillas de la víctima;
 El tercer auxiliador se colocará al lado opuesto y sujetará con sus manos la espalda y los
muslos del herido;
 A continuación, enlazarán sus manos y a la vez, levantarán con suavidad a la víctima.

Tanto la extracción de un herido del interior del vehículo, como la movilización fuera del mismo
son maniobras complejas y que entrañan riesgos para las víctimas, por tanto es necesario que
se realicen sólo en aquellos casos en que exista una indicación clara y por personas que conozcan
la técnica.

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Video: https://youtu.be/t-us6MmdZq4 (Movilización de heridos)

1.4.2 Transporte de heridos.

El transporte de heridos en accidente de tráfico debe hacerse en vehículos especialmente


destinados para tal fin y por personal profesional. Las ambulancias (o el transporte aéreo) son
los medios idóneos para que el herido no sufra mayores complicaciones en su estado físico y
para que pueda ser atendido en el trayecto hasta el Hospital de la manera más adecuada posible.

La evacuación y transporte de los accidentados de cualquier forma y en cualquier vehículo es


algo que se debe evitar, pues, con frecuencia, es causa que puede agravar el estado de víctimas
e incluso acarrear su muerte. Sin embargo, se dan casos excepcionales en que necesario
trasladar a un herido en un vehículo particular no especialmente destinado a tal fin. Se considera
indispensable la movilización de un herido en los siguientes casos:

1. Necesidad de colocar a la víctima en posición de defensa o seguridad (decúbito lateral


estable). Así sucede, por ejemplo, en un herido inconsciente que vomite o que haya
presentado signos asfixia (por ejemplo: fractura de macizo facial con caída hacia atrás
de la lengua).
2. Incendio o riesgo elevado de incendio del vehículo en donde se encuentra el
accidentado.
3. Riesgo de atropello o de sufrir un nuevo accidente por parte de la víctima. En este caso
se deberá movilizar al herido hasta un lugar en donde no sufra riesgo de nuevas lesiones.
4. Necesidad de efectuar a la víctima una reanimación cardio-pulmonar. El masaje cardíaco
ha de ser efectuado sobre un plano duro y con el accidentado en decúbito supino, para
lo que habitualmente habrá que movilizarlo.

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Por su parte, se debe considerar necesario transportar a un accidentado, en las siguientes
circunstancias:

1. Cuando no haya sido posible solicitar ayuda sanitaria por ningún medio. Es poco frecuente,
pero puede darse el caso de que el auxiliador se encuentre totalmente aislado.

2. A pesar de haber cierta discrepancia, parece razonable transportar al herido en aquellos casos
en los que se objetiva un agravamiento de su estado y la ayuda sanitaria se retrasa
considerablemente. Si han transcurrido más de 30 minutos desde que se solicitó la ayuda
sanitaria y el herido presenta alguna de las circunstancias que a continuación se exponen, podría
estar justificado el traslado a un centro asistencial de urgencias (y siempre que el traslado se
haga con las debidas garantías):

a) Si ha sido preciso colocar un torniquete a la víctima.

b) Si el herido presenta una hemorragia externa incoercible o signos de shock en


aumento, de modo que su nivel de consciencia va empeorando progresivamente.

EN TODO CASO, no hay que olvidar que, tanto para la movilización del herido como para el
traslado, antes es preciso ASEGURARSE de que dicha actuación se va a efectuar con unos
REQUISITOS MINIMOS:

1. La movilización de cualquier herido ha de realizarse manteniendo alineado el eje


cabeza-cuello-tronco del sujeto.

2. El traslado del herido, además habrá de efectuarse en la posición más adecuada al


estado del herido y, por tanto, necesitará de un vehículo que permita tales condiciones.

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El trayecto a recorrer ha de hacerse:

Circulando a una velocidad moderada, nunca a gran velocidad, y con la máxima suavidad posible,
sin brusquedades, de modo que la víctima no cambie de posición.

El herido siempre debe ir acompañado por alguien que le pueda tranquilizar, minimizando en lo
posible las consecuencias que el accidente haya tenido para él y otros acompañantes, y observar
la evolución de su estado.

Finalmente, hay que cuidar que el herido sea llevado a un centro hospitalario que esté
preparado para prestar la necesaria asistencia, pues, de no ser así, la reexpedición del herido
desde éste centro asistencial adecuado origina nuevas movilizaciones que, además de demorar
la prestación auxilio, pueden agravar peligrosamente su estado.

Es necesario señalar también que todo herido o lesionado en accidente de tráfico debe ser visto
por un médico, aun cuando su estado en apariencia no haya presentado complicaciones, y de
manera muy especial aquellos heridos que hayan padecido traumatismos craneales o faciales.

2 Bibliografía
 Comportamiento y primeros auxilios en caso de accidente de tráfico. Elena Valdés
Rodríguez y Juan Carlos González Luque. Dirección General de Tráfico. Edición 2011.
 Manual del formador. Programa de intervención, sensibilización y reeducación vial.
Dirección General de Tráfico. Madrid, 2014.
 Dirección General de Tráfico. http://www.dgt.es/es/
 Revista de tráfico y seguridad vial. Dirección General de Tráfico. http://revista.dgt.es/es/
 Manual II: Cuestiones de seguridad vial de la circulación. Dirección General de Tráfico.
Ministerio del Interior. Edición 2018.
 Videos Guía de primeros auxilios Cruz Roja Española.

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