Derecho Penal I TEMA 5 Primer Elemento Del Delito

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA


ISNTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS EN EDUCACIÓN LABORAL Y LIBERADORA
ESCUELA DE DERECHO
DERECHO PENAL II

Especies de la Culpabilidad

Alumno:
Profesora: Amundaray Arnaldo
Elizabeth Gutiérrez Cedula: V-
14.406.416
Sección: FS04A
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como objeto el establecer las definiciones que llevan a

cabo el estudio del primer elemento del delito; un tema significativo que da inicio al

conocimiento de sus elementos, para poder continuar debemos comenzar definiendo a

la acción la cual es la conducta exterior que asume una forma positiva: de hacer algo

que la ley le prohíbe, que es la acción propiamente dicha.

Para que la acción deba ser entendida se debe saber que es únicamente humana,

es decir, el hombre es el único sujeto activo del delito, también es voluntaria, porque es

realizada libremente, ya que el sujeto pudo optar por realizar un acto determinado.

Existen tres teorías las cuales profundizan aún más este elemento del delito; entre

las cuales tenemos: la teoría causalista, teoría finalista y la teoría social de la acción.

Así mismo se tiene como elemento del delito a la omisión la cual es la no realización

de una conducta establecida en el marco legal. Es decir, una forma negativa: dejar de

hacer algo que la ley le ordena, que es la omisión.

De igual marera desarrollaremos las causas de exclusión de la acción, en el cual se

determina cuando el organismo actúa por voluntad propia y cuando no.

Finalmente hablaremos del delito como acción típica, su evolución y el tipo de lo

justo, la causalidad y la imputación objetiva para poder determinar este primer

elemento del delito en todos sus ámbitos.


CONCEPTO DE DELITO

Se entiende por delito la infracción penal dolosa o culposa, sancionada por la ley con

pena grave; puede ser cometido mediante la acción u omisión, dicha conceptualización

no está expresamente prevista como una definición legal, pero combinando los artículos

1 y 61 del Código penal podemos decir que la acción y la omisión constituyen la base

sobre la cual se estructura o se elabora el concepto del delito.

Según Grisanti él cual realiza un análisis de acuerdo a los artículos 1 y 61 del

Código Penal define al delito como: “Las acciones u omisiones previstas por la ley y

castigados por ella con una pena”.

Se puede decir entonces que el delito es toda acción humana voluntaria u omisiones

previstas por la ley y castigadas por ella como una pena.

Artículo 1.- Nadie podrá ser castigado por un hecho que no estuviere expresamente

previsto como punible por la ley, ni con penas que ella no hubiere establecido

previamente.

Los hechos punibles se dividen en delitos y faltas.

Artículo 61.- Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido la

intención de realizar el hecho que lo constituye, excepto cuando la ley se lo atribuye

como consecuencia de su acción u omisión.

El que incurra en faltas, responde de su propia acción u omisión, aunque no se

demuestre que haya querido cometer una infracción de la ley. La acción u omisión

penada por la Ley se presumirá voluntaria, a no ser que conste lo contrario.


PRIMER ELEMENTO DEL DELITO

LA ACCIÓN

Es un comportamiento humano externo y orientado a la voluntad hacia un fin, se

constituye a través de dos elementos o aspectos que entran en consideración en el

concepto de acción: uno interno o subjetivo (la voluntad final) y otro externo u objetivo

(el movimiento corporal), si falta uno de ellos no cabe hablar de acción a los fines

jurídico – penales, es decir, si no hay voluntad, no hay acción, y a si mismo, si falta un

comportamiento externo y orientado por la voluntad hacia un fin, queda excluido el

concepto de acción a los efectos jurídico – penales.

Afirma Etcheberry “la acción significa simplemente la voluntad y el dolo (o culpa) es

voluntad mala (reprochable); la consideración del sustantivo pertenece a la acción; la

del adjetivo, a la culpabilidad”.

Se entiende entonces por acción el comportamiento humano del cual quedan

excluidos del concepto, los hechos de los animales, así como también hechos

provenientes de las cosas inanimadas.

Existen tres elementos de la acción: 1- La manifestación de la voluntad. 2- El resultado

y 3- La relación de causalidad.

Artículo 62.- No es punible el que ejecuta la acción hallándose dormido o en estado

de enfermedad mental suficiente para privarlo de la conciencia o de la libertad de sus

actos.
Sin embargo, cuando el loco o demente hubiere ejecutado un hecho

que equivalga en un cuerdo a delito grave, el tribunal decretará la reclusión

en uno de los hospitales o establecimientos destinados a esta clase de enfermos, del

cual no podrá salir sin previa autorización del mismo Tribunal. Si el delito no fuere grave

o si no es el establecimiento adecuado, será entregado a su familia, bajo fianza de

custodia, a menos que ella no quiera recibirlo.

LA OMISIÓN PUNIBLE

La omisión se entiende por la no realización de una conducta la cual esta prescrita

en el ordenamiento jurídico. El comportamiento humano puede asumir la forma de la

omisión. En cuanto al tratar de determinar en qué consiste la omisión surgieron muchas

posiciones en la doctrina, las cuales giran en torno al problema de ubicar o no un

elemento físico en ella, según algunos, sólo podría ser posible su inclusión en la

categoría general del comportamiento humano.

Al igual que la acción la omisión debe ser voluntaria tal como lo establece el artículo

61 Código Penal: “Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido la

intención de realizar el hecho que lo constituye, excepto cuando la ley se le atribuye

como consecuencia de su acción u omisión. El que incurra en faltas, (…). La acción u

omisión penada por la ley se presumirá voluntaria, a no ser que conste lo contrario.”

La voluntariedad se da en todos los casos de omisión, inclusive en la omisión

culposa, por cuanto depende de la voluntad del sujeto al omitir deberes.

Al hablar de omisión también se le debe agregar el resultado: surge del

comportamiento de la acción u omisión, el hecho típico requiere en algunos casos la


verificación del efecto naturalístico diverso del comportamiento y efecto

causal de éste el cual es el resultado. Este. Precisamente, es el efecto o la

consecuencia del comportamiento requerido por la ley para que configure

esencialmente el hecho punible o para que se produzca una agravación de su

penalidad.

CONCEPTO DE OMISIÓN

Cuando el sujeto deja de hacer algo (omitir o redactar) que está previsto en la Ley

Penal, es la abstención de actuar.

La omisión en general, según Agudelo “Examinando la omisión en general,

podíamos decir que en ella no existe movimiento. La esencia de la omisión como

fenómeno relevante para el derecho no está en el simple no hacer sino en la no

evitación de algo que se tenía el deber jurídico de impedir”.

LA ESTRUCTURA ONTOLÓGICA DE LA OMISIÓN

El ser humano y su comportamiento constituyen la acción, el sujeto debe estar en la

posibilidad de hacer, tener la voluntariedad ya que en la omisión no existe movimiento,

la esencia de la omisión no esta en el simple hecho de no hacer sino en la evitación de

algo que se tenía el deber jurídico de impedir.

Si no existe la posibilidad de la acción por tanto no habrá omisión, el sujeto debe

estar en condiciones para realizar la acción, la conducta humana sirve como norma

penal y esta conducta pueda actuar en la posibilidad de hacer como en no hacer.


TEORÍAS DE LA ACCIÓN

TEORÍA CAUSALISTA

Se origina a finales del siglo XIX, Sus autores precursores son Franz Von Liszt y

Ernst Von Beling se trata de adaptar la teoría del delito al método a las mismas, si bien

ha ido perfilando su propia evolución. se trata del comportamiento humano y cataloga la

acción humana como el hito causal que desencadena un resultado. Así, se determina

que una conducta es típica y antijurídica cuando la acción y el resultado se hallan

contenidos en un tipo penal, por ejemplo, la acción de matar y el resultado causado de

muerte. Dicha conducta se encuentra recogida en un precepto penal.

TEORIA FINALISTA

Surge con posterioridad a mediados del siglo XX como consecuencia de la teoría de

la "acción final" y su origen viene por Welzel el indica que la conducta humana y de

que la acción no es solo un proceso causalmente dependiente de la voluntad, su

finalidad es perseguir un fin; no se configura como una simple premisa del resultado, ya

que las personas actúan con una específica finalidad en sus hechos, y esa finalidad es

precisamente la que debe ser examinada tanto a la hora de encuadrar la conducta en el

contenido del tipo.

Esta teoría finalista parte de que todo proceso causal tiene un contenido, hay

contenido de la voluntad, el dolo y la culpa que se lleva al campo de la acción, es decir,

desde la tipicidad en la antijuricidad.


TEORIA SOCIAL DE LA ACCION

Los precursores de esta teoría fueron los alemanes Karl Engisch y Werner

Maihofer, para el primer jurista la acción era la producción voluntaria de consecuencias

calculables socialmente relevantes mientras que Maihofer indica que la acción no es

algo real, sino una relación entre el sujeto que actúa y un objeto sobre el cual recae la

acción.

A su vez se dice que esta teoría parte de que la acción es todo comportamiento humano

ha estado casado a la voluntad del hombre tanto activo como omisivo socialmente

relevante.

CAUSAS DE EXCLUSIÓN DE LA ACCIÓN

Una de las causas de exclusión de la acción que se tiene es la fuerza irresistible en

los actos reflejos y sueño subjetivo de estar presente algunos de estos elementos

circunstanciales la acción humana queda excluida es decir la acción no comportará

ningún interés para el derecho penal por cuanto esos elementos anulan la voluntad de

manera que si no hay voluntad no hay acción y si no hay acción no hay absolutamente

nada. El organismo reacciona frente a una acción, pero no existe la voluntad de hacerlo.

No hay acción sin voluntad y sin voluntad no hay movimiento corporal por estas

causas se lleva a cabo la exclusión de la acción.

Tal como lo dispone el articulo 62 del Código Penal, “No es punible el que ejecuta la

acción hallándose dormido o en estado de enfermedad mental suficiente para privarlo

de la conciencia o de la libertad de sus actos. Sin embargo, cuando el loco o demente


hubiere ejecutado un hecho que equivalga en un cuerdo a delito grave,

el tribunal decretará la reclusión en uno de los hospitales o establecimientos

destinados a esta clase de enfermos, del cual no podrá salir sin previa autorización del

mismo Tribunal. Si el delito no fuere grave o si no es el establecimiento adecuado, será

entregado a su familia, bajo fianza de custodia, a menos que ella no quiera recibirlo.”

EL DELITO COMO ACCION TIPICA

TIPICIDAD. Concepto: La tipicidad es un elemento del delito que implica una

relación de perfecta adecuación, de total conformidad entre un hecho de la vida real y

algún tipo legal o tipo penal.

Entonces, la tipicidad sería el primero de los elementos que sirven para caracterizar

a la acción como delito. Los argumentos que Beling ofrece para introducir este

elemento en la definición general de delito y considerarlo como el primero de los que

sirven para caracterizar la acción delictiva están relacionados con el concepto de

acción que él proponía (un concepto que, no dice nada sobre el significado de la

acción, ni sobre su contenido externo ni sobre el contenido de la voluntad), con la

importancia que otorgaba a la ley penal como punto de partida para la caracterización

de la acción delictiva, y con la importancia metodológica que atribuía a la tipicidad de la

acción en la teoría general del delito.

Ahora bien, que construye la acción, por ejemplo, el acto, en sentido penal es una

conducta exterior, las intenciones o deseos criminales por intensos que sean no

constituyen delitos, mientras permanezcan en el fuero interno. Nadie puede ser


castigado por sus pensamientos. Esa conducta exterior puede asumir

una forma positiva: hacer algo que la Ley prohíbe, que es la “Acción”

propiamente dicha; o una forma negativa: dejar de hacer lo que la Ley ordena, que es

la omisión. Una y Otra son igualmente punibles, han de ser una conducta exterior,

porque los pensamientos no son punibles no engendran ninguna responsabilidad penal

mientras no se exterioricen.

¿Cuándo se dice que un acto es típico?, se dice que un acto es típico, cuando se

puede encuadrar o encajar perfectamente en cualquier tipo legal o penal, es decir;

cuando el acto es idéntico al tipificado como delito en la ley penal, que en, virtud del

principio legalista, es la única fuente propia y verdadera de derecho penal. Luego,

donde rija el principio Legalista, la tipicidad es elemento del delito.

En todo caso, ha de estar caracterizada por tipicidad ya señalada,

antijuridicidad y culpabilidad.

ANTIJURIDICIDAD: es única, a pesar de que se pueda hacer una distinción entre la

formal (hecho que contradice lo dispuesto en la ley) y el material (es el por qué se

castiga, el contenido del hecho que ataca a los bienes jurídicos pudiendo lesionarlo o

ponerlo en peligro, muy empleado últimamente el recurso del peligro. Una conducta

típica suele ser también antijurídica, pero existen casos en los que, pese a la tipicidad,

la acción no es antijurídica. Son las llamadas “causas de justificación”.

CULPABILIDAD: tiene un perfil propio, ya que mira a la persona que haya cometido

el delito. Está relacionada con aspectos muy concretos del sujeto, pues se encarga de

examinar si reúne las condiciones que hagan que el hecho sea puesto a su cargo. Se
necesitarán condiciones individuales, pues la culpabilidad es un juicio

individual. Aborda lo siguiente:

Imputabilidad: capacidad que tiene el sujeto para realizar de forma consciente un

delito. Relaciona a la persona con su capacidad para comprender que lo que ha hecho

está prohibido y será castigado por ello. Se exige que la persona sea mentalmente

madura. Contempla las posibles enfermedades mentales, los menores de edad.

Formas de culpabilidad: son el dolo o la culpa. Para que haya culpabilidad se ha

debido actuar necesariamente de forma dolosa o imprudente. Es una dimensión

subjetiva que requiere todo delito. La ley castiga de manera más fuerte al actuar doloso

(se sabe lo que uno hace y lo quiere realizar). La imprudencia alude a que no se actúa

cuidadosamente, sin voluntad.

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE TIPO

Etapa de la independencia del tipo. Ernst von Beling en 1906 decía que el tipo

tiene un carácter puramente descriptivo y sin conexión con la conducta o con la

antijuridicidad. Dice que el tipo es la descripción del delito, que señala sus elementos

constitutivos en cada clase de delito sin hacer ninguna valoración.

Etapa Indiciaria. Karl Binding critica la Teoría de Beling y dice que la tipicidad

realiza una función indiciaria respecto a la antijuridicidad: la tipicidad de una conducta

es indicio de antijuridicidad.

Hasta estas etapas se explicaba y se entendía que el tipo era sólo un esquema

rector del delito, que estaba en el exterior y no era considerado como elemento. Un

acto era típico y antijurídico.


Etapa de la "ratio essendi". Mezger critica esta concepción, dice

que el tipo es la razón de ser de la antijuridicidad, el acto debe encajar en el

tipo (marco externo del delito), por eso un acto ya no es típico y antijurídico sino es

típicamente antijurídico.

Modernamente, se entiende por el tipo penal como: un elemento inseparable y

previo a de la antijuridicidad que tienen como función la garantía de legalidad.

EL TIPO DE LO INJUSTO DE LOS DELITOS DE ACCION DOLOSA

El tipo de injusto no está compuesto sólo de elementos objetivos de naturaleza

descriptiva o normativa. La acción u omisión subsumible en el tipo no es un simple

proceso causal ciego, sino un proceso causal dirigido por la voluntad hacia un fin. De

ahí se desprende que, ya a nivel de tipicidad, deba tenerse en cuenta el contenido de

esa voluntad (determinación del fin, selección de medios, previsión de los efectos

relacionados, etc).

Por eso el tipo de injusto tiene tanto una vertiente objetiva (el llamado tipo objetivo)

como una subjetiva (el llamado tipo subjetivo).

La vertiente subjetiva es, a diferencia de la objetiva, mucho más difusa y difícil de

probar, ya que refleja una tendencia o disposición subjetiva que se puede deducir, pero

no observar.

El delito doloso supone, pues, una agresión consciente contra el bien jurídico

protegido, mientras que la imprudencia es sólo una falta de cuidado en la que a veces

el sujeto ni siquiera se plantea el posible daño al bien jurídico; por eso la realización
dolosa de un delito siempre se considera más grave que la realización

imprudente del mismo delito.

EL TIPO OBJETIVO EN LOS DELITOS DE ACCIÓN DOLOSOS

El tipo doloso puede describir únicamente la realización de una acción o la

realización de una acción que produce un determinado resultado

Para afirmar que se ha realizado el tipo del delito de acción doloso de resultado,

es necesario que se cumplan dos condiciones:

- Que se den los criterios de imputación objetiva de la conducta y del resultado.

- Que la conducta, además de parecer formalmente incluida en la descripción

típica, se considere subsumible en la misma desde una interpretación restrictiva,

teniendo en cuenta la adecuación social.

EL TIPO SUBJETIVO DEL DELITO DE ACCIÓN DOLOSO

LA EVOLUCIÓN DEL TIPO Y LA ACEPTACIÓN DE LOS ELEMENTOS

SUBJETIVOS DE LO INJUSTO

A principios del siglo pasado se pensaba que los elementos objetivos o externos de

la acción debían ser objeto del juicio de antijuridicidad, mientras que los subjetivos se

analizaban en la culpabilidad. Hoy en día se ve que el hecho de que el juicio de

antijuridicidad sea un juicio objetivo no significa que deba realizarse solo sobre los

aspectos objetivos. Y porque se entiende la conducta como una unidad causal-final, es


decir, como una suma indisoluble de los aspectos objetivos y

subjetivos del actuar. Se reconoce la existencia de elementos subjetivos en

la acción que formaran parte, por tanto, también de la acción típica.

EL TIPO DE LO INJUSTO DE LOS DELITOS DE ACCION IMPRUDENTE

El tipo de injusto del delito imprudente, consiste en la diferencia entre la

conducta realmente realizada y la que debería haber sido realizada en virtud del deber

objetivo de cuidado que, objetivamente, era necesario observar y que cualquier

persona situada en las circunstancias del autor podía haber observado.

El penalista alemán Engisch destacó, en 1930, que entre la pura conexión causal de

la acción imprudente con el resultado y la culpabilidad elementos entonces existentes,

había un tercer elemento importante, sin el cual no podría fundamentarse el tipo de

injusto del delito imprudente el cual se lo considera como el deber objetivo de

cuidado siendo aquel deber que es entendido como aquella conducta que

habría seguido una persona razonable en la misma situación del autor.

La Imprudencia, es la realización de una conducta contraviniendo las exigencias de

cuidado o negligencia. No hay intencionalidad alguna del resultado que de ella se

desprende, pues es una conducta que se lleva a cabo sin dolo pero que produce un

resultado.

DE LA CAUSALIDAD

CONCEPTO Y NATURALEZA DE LA CAUSALIDAD


“El concepto de causalidad no es un concepto jurídico, sino una

categoría del ser. Tampoco es una mera relación lógica, ni mucho menos

imaginada, entre varios acontecimientos, sino la Ley de sucesión, no perceptible, pero

mentalmente captable, del acontecer real y es, por ello, tan real como el acontecer

mismo. También el Derecho tiene que partir de ese concepto “ontológico” de

causalidad…”.

La causalidad aparece como la Ley de la sucesión interfenoménica y se

presenta como un concepto ontológico, común a todas las ciencias. Se da en un

plano a valorativo, neutral, previo al de su consideración por cualquier norma; es

pues un concepto sólido sobre el que operar las valoraciones propias del Derecho

Penal.

IMPUTACIÓN OBJETIVA DE LA CONDUCTA

la peligrosidad de la conducta o previsibilidad objetiva de la realización del tipo Para

que la conducta sea típica debe ser peligrosa, es decir, debe aparecer como no

absolutamente improbable en el juicio de previsibilidad objetiva.

Según Engisch: la producción del resultado debe aparecer ex ante como una

consecuencia no absolutamente improbable de la acción.

Aceptando esta interpretación, ya no se prohíben en las normas que subyacen a los

tipos penales de los delitos de acción dolosos todas las acciones dirigidas por la

voluntad a la producción del resultado típico, sino solo aquellas de las que además ex

ante se prevea la acusación del mismo como una consecuencia no absolutamente

improbable.
IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL RESULTADO

la pertenencia al ámbito de protección de la norma para afirmar que se han dado

todos los elementos del tipo del delito consumado, y en particular, que el resultado

provocado por la acción típica es precisamente el resultado típico, es necesario

comprobar que ese resultado es justamente el que trataba de evitar la norma infringida.

Otros criterios de imputación objetiva manejados por la doctrina de especial

relevancia en el delito doloso.


CONCLUSIÓN

Para concluir se puede decir que no toda conducta humana ejecutada supone un

delito, se tiene que llegar a un resultado para así poder establecer si se trató de una

acción u omisión para así poder establecer si hubo un hecho punible, con esto

queremos decir que, el delito constituye un estudio del comportamiento humano

basado en sus acciones pero también requiere un estudio más amplio y conocer la

acción como primer elemento del delito y a través del cual desempeña el papel de

engarce de los demás.

Se tiene por acción al movimiento voluntario, el cual supone la orientación humana,

y al igual que omisión generan un papel de suma importancia como primer elemento

del delito.

Visto los términos descritos en el presente trabajo, podemos concluir que los

elementos del delito constituyen y para afirmar que una conducta es típica, esta debe

reunir los de un determinado tipo penal como lo son la tipicidad, la antijuridicidad y la

culpabilidad.
BIBLIOGRAFÍA

 Alberto ARTEAGA SÁNCHEZ, Derecho Penal Venezolano, Caracas, 2012,


ediciones Liber.
 Nodier AGUDELO BETANCUR, Curso de Derecho Penal, Bogotá Colombia,
2007 editorial Temis.
 Emilio CALVO BACA, Terminología Jurídica Venezolana, Caracas, ediciones
Libra.
 Tulio CHIOSSONE, Manual de Derecho Procesal Penal, Caracas, 1981,
Universidad Central de Venezuela.
 Hernando GRISANTI AVELEDO, Lecciones de Derecho Penal, editores
Hermanos Vandell.

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