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    MONICIONES Martes 09 Enero 2024

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    Este documento es el texto de una homilía para una misa del martes de la primera semana del tiempo ordinario. Resume las lecturas del día de la primera carta de Samuel, el salmo y el evangelio de San Marcos, que describen la fe de Ana a pesar de no ser comprendida y la autoridad con la que Jesús enseñaba. La homilía concluye con una invitación a poner en práctica la Palabra de Dios y una serie de peticiones.

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    MONICIONES martes 09 enero 2024

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    MONICIONES: I SEMANA. TIEMPO ORDINARIO.

    MARTES, 9 DE ENERO DEL 2024

    ENTRADA:
    Buenas noches queridos hermanos. Nos llena de mucha alegría tenerles en
    la casa de Dios, para la celebración eucarística del martes de la primera
    semana del tiempo ordinario.
    Desde los inicios de su vida pública, los oyentes de Jesús se dan cuenta de
    la autoridad con la que habla. Abramos nuestros corazones a la autoridad
    de esa Palabra, para escucharla y atesorarla. y comencemos esta
    celebración recibiendo a nuestro celebrante cantando.

    LITURGIA DE LA PALABRA:

    Lectura del Primer Libro de Samuel (1, 9-20)


    Ana, a pesar de no ser comprendida por el sacerdote Elí quien cree que
    ella estaba ebria cuando oraba, se mantiene firmemente enraizada en la fe
    de su pueblo.
    Escuchemos con atención la primera lectura.

    Respondemos al salmo con la antífona:


    “MI CORAZÓN SE REGOCIJA EN EL SEÑOR”

    Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (1, 21-28)


    El Evangelio de San Marcos nos habla sobre la impresión que causa Jesús
    sobre sus oyentes por su forma de predicar. Impresión que aumenta más
    por el inmediato encuentro de Jesús con un hombre poseído, en el que
    deja una clara revelación de su poder sobre el mal.

    Nos ponemos de pie para juntos proclamar el santo evangelio cantado el


    aleluya.
    A cada una de las peticiones respondemos:

    “ESCÚCHANOS SEÑOR.”
    LITURGIA EUCARÍSTICA.

    OFERTORIO:
    Ofrecemos al Señor el vino y el pan, que serán convertidos en su cuerpo y
    su sangre; el mejor alimento y fortaleza para nuestra alma.
    Cantamos

    COMUNIÓN:
    Jesús, que hoy nos ha hablado con autoridad, nos invita también a su
    banquete. Acerquémonos con fe a comulgar. Recordando que debemos
    estar libres de pecado grave.
    Cantamos
    ……………………………………………………………………..…….
    Para aquellos hermanos que no han podido recibir a Jesús Sacramentado
    elevemos juntos la oración de comunión espiritual.
    …………………………………………………….………………………
    Con un corazón agradecido cantamos juntos la oración de acción de
    gracias.

    SALIDA:
    Queridos hermanos, Jesús nos ha sorprendido hoy con su poder y la
    autoridad con la que nos ha predicado su Palabra. Que esa emoción nos
    lleve a poner en práctica lo que hemos escuchado.
    Despedimos a nuestro celebrante cantando.
    PETICIONES

    1. Por el Papa, los sacerdotes, los religiosos y por todos los bautizados,
    para que siempre tengan la conciencia y el compromiso de discernir
    el espíritu del mal que continuamente tienta a los hijos de Dios, para
    combatirlo con las armas de la oración y de la perseverancia.
    ROGUEMOS AL SEÑOR

    2. Por los que gobiernan las naciones, para que tengan siempre la
    iniciativa de buscar al Señor en la oración, siempre que tengan que
    tomar decisiones trascendentales para cada país.
    ROGUEMOS AL SEÑOR

    3. Por los esposos, para que como Elcaná y Ana sepan cuidar el espacio
    de la oración, cultivando su amor recíproco a la luz de la fidelidad de
    Dios.
    ROGUEMOS AL SEÑOR

    4. Por los que son dominados por la dependencia del juego, de la droga,
    del alcohol, del sexo. Que el Señor arranque de sus corazones la
    oscuridad que les impide ver el mal y puedan reconquistar la libertad
    de los hijos de Dios.
    ROGUEMOS AL SEÑOR

    5. Por todos nosotros, que a menudo nos alienamos en la prisa y la


    eficiencia, para que, como los que escuchaban a Jesús en la sinagoga,
    podamos aprender nuevamente a maravillarnos y a gozar de la
    escucha serena y orante de la Palabra de Dios.
    ROGUEMOS AL SEÑOR

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