Alimentación y Nutrición en Las Diferentes Etapas Pediátricas 4.
Alimentación y Nutrición en Las Diferentes Etapas Pediátricas 4.
Alimentación y Nutrición en Las Diferentes Etapas Pediátricas 4.
UNIVERSIDAD SALAZAR
FACULTAD DE MEDICINA
TEMA:
• Definición de desnutrición.
• Clasificación de la desnutrición, criterios para la definición y clasificación
de la desnutrición.
• Enfermedades Carenciales, clasificación de las anemias.
MATERIA:
DOCENTE:
ALUMNO:
GRADO Y GRUPO:
4ª
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INTRODUCCIÓN
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DEFINICIÓN DE DESNUTRICIÓN.
CLASIFICACIÓN DE LA DESNUTRICIÓN
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En este periodo no se observa diarrea, sino por el contrario ligera constipación, no hay
vómitos u otros accidentes de las vías digestivas que llame la atención. Las infecciones
respetan al niño que aún conserva su capacidad reaccional y defensiva casi íntegra, como
generalmente acontece en la iniciación del mal.
Por otra parte, si las medidas dietéticas y terapéuticas a que se acuda no son lo
suficientemente cuidadosas y efectivas, el paciente cae en una exquisita intolerancia a toda
clase de alimentos y a toda cantidad que se le dé; esta intolerancia obliga a cambios
frecuentes en la dieta, y a nuevos intentos de acomodación digestiva por parte del
organismo, en los cuales se pierde tiempo, se va aumentando la destrucción de sus
reservas, y el desplome de la curva de peso, que cada vez se aleja más del paralelismo
normal con la curva de la edad.
La desnutrición de tercer grado se caracteriza por la exageración de todos los síntomas que
se han enumerado en las dos etapas anteriores de desnutrición, y el niño llega a ella bien
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sea porque no hubo una mano experta que guiara la restitución orgánica, o porque la
miseria y la ignorancia hicieron su papel homicida, o porque a pesar de las medidas
tomadas, ya la célula y su mecanismo metabólico habían entrado en una fase negativa o
de desequilibrio anabólico que no permiten que se aproveche ni las cantidades mínimas
para sostener la pobre actividad del paciente.
Los ojos se hunden, la cara del niño se hace pequeña y adquiere el aspecto de ''cara de
viejo''; se ven prominentes todos los huesos de la cara y la bola grasosa de Bichat hace su
grotesca aparición como última reserva grasosa de este sector del organismo. Los
músculos de los miembros cuelgan como pesadas cortinas forrados de piel seca y
arrugada; los huesos de los miembros superiores, del dorso y del tórax se observan forrados
de una piel escamosa, arrugada, sin vitalidad y sin la menor elasticidad.
Los ojos de la criatura quedan vivos, brillantes y siguen con una gran avidez, los
movimientos que a su alrededor se desarrollan, como buscando ansiosamente el alimento
que le podría servir de salvación. Muchos desnutridos llegan a esta etapa sin tener edemas
por carencia proteica o manifestaciones de carencias vitamínicas y en cambio a otros se
les ve hinchados de sus piernas, del dorso de las manos y de los párpados y sobre estos
edemas hay manifestaciones peligrosas hipercrómicas, acrómicas y discrómicas, que dan
el conocido, mosaico de colores y de formas, que en Yucatán se conoce con el nombre de
''culebrilla''.
El cuerpo del paciente se encuentra en completa bancarrota orgánica; las células solamente
tienen capacidad para transformar en alimentos de consumo, los aminoácidos que extraen
de las miserables reservas proteicas que van quedando en los músculos; no hay alimento
por sencillo, puro y apropiado que se busque, que pueda aprovecharse y a veces ni siquiera
tolerarse.
Es la etapa de los balances negativos en todos los sistemas del organismo que en estado
normal se encadenan, se equilibran y se complementan para la asimilación. El catabolismo
aumenta su curva desproporcionadamente, y su función de arrastre y desecho adquiere
proporciones catastróficas y destructoras, llevándose todo lo poco utilizable que va
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quedando en el desastre, de moléculas proteicas, de reservas glucogénicas o de reservas
grasosas.
Las sales minerales y el agua también tienen abiertas sus compuertas y no es extraño que
un cuadro de anhidremia aguda se implante con el más ligero accidente diarreico. La
terminación de estos cuadros es generalmente acelerada por accidentes digestivos agudos
o por infecciones enterales o parenterales, que dan la más diversa sintomatología final.
PROFILAXIS DE LA DESNUTRICIÓN
Debemos enseñar a los padres a estimar el enorme valor que tiene el pesar cada semana
a los niños de menos de dos años; a estimar el peligro de no ganar en peso por varias
semanas o a perderlo; a temer a los vómitos y a la diarrea.
Factor médico II. Es indispensable que el médico conozca el valor energético de los
alimentos y cómo integrar una fórmula correcta de alimentación; también debe saber las
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necesidades calóricas de un organismo para poder dictar medidas dietéticas que prevengan
la desnutrición. El médico que sabe darle a la curva de peso el valor inmenso que tiene
durante el primer año de la vida, puede prevenir la desnutrición de los niños confiados a su
cuidado o combatirla oportunamente.
Los cambios frecuentes de leche en los niños, traen desadaptación digestiva y alteración
de la función del sistema que puede conducir a la desnutrición. El médico debe tener
paciencia para conseguir la adaptación digestiva a nuevas fórmulas y aconsejar paciencia
también a la madre en lugar de entrar en el tortuoso camino de cambiar una y otra y más
veces de leches, porque ''no le caen'' al niño o porque otro médico aún no las ha empleado.
Aunque durante las infecciones está lógicamente disminuida la capacidad para digerir, no
hay que pecar por dietas muy pobres, pues se conduce al organismo a un peligroso estado
de desnutrición. (Dieta en la fiebre tifoidea o en las variadas infecciones por salmonelas y
shigelas).
Para llegar a este concepto, fueron menester los importantes descubrimientos de fines del
siglo pasado y sobre todo los del actual, cuando la investigación científica, con los nuevos
medios técnicos aportados por los adelantos del siglo XX, y la observación práctica en el
campo, aplicadas ambas al estudio de las enfermedades y de los fenómenos íntimos de la
nutrición, permitieron ampliar el horizonte de los conocimientos, que si aún no son
completos en todos sus aspectos, han aclarado muchos puntos oscuros de estos
problemas.
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Es tan amplio este capítulo de la patología y de la nutrición animal, presenta tantas facetas
y tanta complejidad, que es forzoso sistematizar su estudio para no caer en la confusión o
en la repetición.
A fin de poder ofrecer un panorama general y al mismo tiempo breve: de este importante
problema, debemos considerar, en distintos aparta- dos, las carencias según los elementos
faltantes al organismo, la relación que las mismas tienen con las distintas productividades
anima- les, la influencia que sobre ellas ejercen los factores climáticos, su concernencia
con otras enfermedades de diverso origen, etc. clasificación de las anemias.
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CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA