Habla TURCO Con El Método PLEASED en Solo 1 Año (Aprende Idiomas Con El Método PLEASED) (Spanish Edition)

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Habla

TURCO
con el método PLEASED
en solo 1 año

Sonia Córdoba Rodríguez


Feray Coşkun

Índice
Parte 1: Cómo aprender idiomas de verdad iii
Parte 2: 8 consejos para acelerar tu aprendizaje xiii
Parte 3: Técnicas específicas para el turco xvi
Parte 4: Recursos para el turco xxvi
Parte 5: Rutina de estudio para cumplir tu meta xxx
Parte 1: Cómo aprender idiomas de verdad

El estudio de cualquier idioma es una asignatura pendiente para los hispanohablantes de la


mayoría de países. Probablemente por razones culturales, en los centros académicos no se
enseñan bien ni se estudian correctamente, generando frustración y un atraso científico en estos
países. Para solucionarlo, hablaremos de estrategias de estudio de idiomas que me han servido en
todas las lenguas que he aprendido a lo largo de mi vida.

Una de mis favoritas, que paradójicamente he visto que casi nadie usa, es la técnica Pomodoro.
Para las personas que todavía no tienen esta maravilla en su vida, y que yo utilizo desde que
estudiaba en el instituto, para cualquier tipo de materias. Esencialmente consiste en estudiar
durante períodos de 25 minutos y descansar durante 5 minutos. Lo más interesante de esta
técnica es que es muy fácil mantener la motivación, un aspecto fundamental en el aprendizaje de
cualquier lengua (y cualquier tema que requiera un esfuerzo sostenido durante meses o años).
Cuando dices que vas a estudiar durante 25 minutos, tu cerebro lo interpreta como un tiempo
muy pequeño, estima que ni siquiera alcanza la media hora, cuando las sesiones de estudio
suelen ser mucho más largas. Gracias al hecho de pensar que no es tanto tiempo, tu rendimiento
se incrementará y el tiempo pasará mucho antes de lo previsto. Después vienen los 5 minutos de
relajación (en los que te recomiendo no hacer algo que capte tu interés, sino simplemente desviar
la atención de la lengua) y después puedes repetir el ciclo tantas veces como quieras, prestando
atención a tu estado mental. Es más útil hacer media hora diaria y aprovecharla que 3 horas al día
en las que pasas casi todo el tiempo diciendo que debes concentrarte. No olvides evaluar el
método: es posible que a ti te funcione algo que no le sirva al resto y al revés. Si esta es tu
situación, no te desesperes y prueba otro consejo. En internet hay páginas que cronometran los
periodos de la técnica Pomodoro para ti, incluso pueden editarse los tiempos de estudio y
descanso.

Una técnica controvertida, que a mucha gente le funciona mientras que para otros es
completamente inútil, es utilizar técnicas de memorización. Es posible que te faciliten
muchísimo la tarea, y son muy sencillas de llevar a cabo. Si, por ejemplo, se está estudiando una
lista de vocabulario (técnica que puedes utilizar para aprobar un examen pero nunca para
aprender a hablar) y hay una palabra que no se te queda en la memoria por nada del mundo,
piensa en una palabra que suene fonéticamente muy parecida en español y haces una relación
entre las dos que para que tenga sentido. Esta relación, también llamada “regla mnemotécnica”,
es completamente personal: te funcionará a ti y a nadie más, además de que sonará como una
tontería para otras personas. A modo de ejemplo: si quieres aprender la palabra “sandalye”
(silla), una palabra que suena parecido en español es “sandalia”. Entonces, piensa “deja las
sandalias bajo la silla”. La próxima vez que veas la palabra sandalye, toda la relación aparecerá
automáticamente en tu cabeza y sabrás que es una mesa. Esto funciona también al revés: si
quieres saber cómo se dice “mesa” (masa), piensa en “la mesa donde preparo la masa del pan”.
No pienses que esto te hará hablar lento: solo ocurrirá las primeras tres o cuatro veces, cada vez
la palabrá acudirá más rápido a tu mente y en muy pocos intentos no necesitarás pensar en estos
trucos, la palabra saldrá de tu boca sin esfuerzo. ¡Da rienda suelta a la creatividad!

Otra manera es contarse a uno mismo lo que se esté estudiando como se haría con un niño
pequeño. Esto funciona muy bien para la gramática: explicarte a ti mismo conceptos con un
lenguaje simple hará que, en primer lugar, adquieras ese concepto: no solo sabrás una definición,
sabrás utilizarlo en contexto. En segundo lugar, buscar palabras simples para explicarlo a un niño
inexistente y oir esas mismas palabras pronunciadas en voz alta hará que todo cuadre para ti. Se
suele atribuir una frase a Einstein que dice que nadie entiende nada realmente hasta que no es
capaz de explicárselo a su abuela (aunque no hay constancia de que la dijera él realmente).
Aplica esto a tu aprendizaje de idiomas. ¿Y si necesitas aprender algo más largo y sin conceptos
relacionados, como una lista de vocabulario? Puedes crear una historia uniendo cinco de esas
palabras con sus respectivas asociaciones. Al verlas juntas en la misma frase, aprender una
significa aprenderlas todas.

La siguiente estrategia es muy importante y lo peor es que no parece tan evidente: al principio,
cuando comiences a estudiar un idioma, aprende solo el vocabulario que necesitas. Mucha gente
empieza un idioma y quiere aprender todos los animales, los colores, el nombre de cinco tipos de
árboles, objetos de las calles, los números ordinales... No hagas esto.
El principio de Pareto, que se aplica perfectamente al aprendizaje de idiomas, dice que el 20% de
las palabras ocupan un 80% de lo que se dice, mientras que el 80% de las palabras ocupan un
20% de tu discurso. Las cantidades son orientativas, pero si abrieras un diccionario en español
ahora mismo, ¿qué porcentaje de palabras crees que conocerías? Y si se grabara todo lo que
dices en un día y contáramos cuántas veces dices cada palabra, ¿dirías cada palabra del
diccionario una vez, o repetirías las mismas muchas ocasiones mientras que omitirías otras? Por
supuesto, es la segunda situación, y esto es bueno para ti porque significa que no tienes más que
aprender muy pocas palabras y saber combinarlas. Una vez consigas esto, aprenderás palabras
nuevas (tú mismo sabrás cuáles necesitas aprender) y tu habilidad con la lengua mejorará poco a
poco. Si quieres un ejemplo más espefífico, imagina que estudias nombres de animales. Aprende
“perro” (köpek), “gato” (kedi), y algunos animales de los que se obtenga la comida más
frecuentemente en tu país (por ejemplo, “inek”, “domuz”, “Tavuk” y “balık”, aunque la carne
algunos de estos animales tiene en turco nombres distintos al animal en sí, es una forma
estupenda de empezar). ¿Por qué estos animales? Porque casi todo el mundo tiene en casa perros
o gatos, y comen los otros cuatro. Por supuesto, llegará un momento en que necesitarás hablar de
montar a caballo, o conocerás a alguien que tenga tortugas. Sin problema, descubrirás los
nombres de todos los demás animales sobre la marcha, a la vez que descubres que en tu casa hay
más objetos que sillas, mesas, cama y bañera, y que incluye algunos tan peculiares como “kaşık”
(cuchara). Busca una lista de las mil palabras más usadas en turco o en español, verás que son
muy parecidas en cualquier idioma.
El objetivo de aprender el mínimo vocabulario es saber usarlo. No sirve de nada hacerlo poco a
poco si no construyes tus propias frases desde el primer día.

La siguiente estrategia es muy básica pero es la que conseguirá que te quedes estudiando el
idioma durante mucho tiempo a pesar de la desmotivación. Antes de empezar a estudiar,
especialmente cuando no tienes ganas, comienza por la tarea más fácil, la que desempeñes
mejor. Si es pronunciación, lectura o escribir es irrelevante, pero al terminar una tarea, aunque
hayas empleado un esfuerzo menor, tu mente tendrá la sensación de que parte del trabajo ya está
hecho y afrontar el resto te supondrá menos sacrificio. No empieces por la tarea más difícil, lo
único que conseguiras es tardar mucho más tiempo en completarla, si es que lo consigues. En el
aprendizaje de idiomas, mantener la motivación es fundamental. ¿Y si resulta que la única tarea
que tenéis ese día es ese texto enorme de comprensión escrita? Divídelo en tareas muy fáciles,
intentando desmenuzarlo hasta que las tareas sean tan fáciles y tan asequibles que no tengáis más
remedio que empezar a trabajar.

No subestimes la importancia de crear un horario de estudio y ceñirte a él. Crear un horario es


una estrategia más de estudio pero muy poca gente lo hace. Sobre todo si sois autodidactas, la
falta de compañeros hará que os aburráis, y no tener un horario dedicado al turco conseguirá que
pase una semana entera sin siquiera pensar en él. Lo siguiente es darte cuenta de que hace 3
semanas estudiaste un poco pero ya no quieres seguir. Crearte un horario debe ser algo realista,
porque tienes que seguirlo. No te pongas 3 horas diarias si no vas a poder cumplirlo, es mucho
mejor estudiar media hora pero cumplirlo siempre. Piensa también qué hacer o qué no hacer en
fiestas, fines de semana, vacaciones… Permítete también periodos de descanso razonables para
evitar la desmotivación. Además, piensa en qué momento del día eres más productivo. Si solo
tienes libre para estudiar las tardes, deberás estudiar por la tarde, pero no es lo mismo después de
comer que cuando anochece. Experimenta y establece tu horario en función de una mayor
probabilidad de éxito.

El último consejo es que entiendas bien qué es el MCERL (Marco Común Europeo de
Referencia para las Lenguas) y sus destrezas lingüísticas:

El Marco común europeo de referencia para las lenguas es una guía para la enseñanza y
aprendizaje de las lenguas del Consejo de Europa. Incluye una escala para comparar el nivel de
competencia entre diferentes idiomas, asegurando la equivalencia entre los distintos títulos
oficiales impartidos por universidades y academias y favoreciendo la movilidad de los
ciudadanos mediante un portafolio lingüístico que resume el dominio de cada idioma. El Consejo
de Europa recomienda desde 2001 su uso en los países miembros.

El marco estructura la competencia en seis niveles. En cada uno de ellos se tienen en cuenta las
cuatro destrezas básicas: leer, escuchar, hablar y escribir así como unos mínimos conocimientos
culturales ligados a cada lengua y el progresivo aumento de la fluidez y del léxico por parte del
aprendiz. La descripción de lo que puede hacer un hablante en un determinado nivel es
orientativa. El MCERL no describe los niveles en función de aspectos lingüísticos aprendidos
(como aprender el pasado, o una cantidad fija de palabras), sino de la habilidad del hablante en
cada destreza, de modo que es aplicable a cualquier idioma. Recomiendo que no se practiquen
solo estas 4 destrezas, también la pronunciación y el filtrado rápido de información (discriminar
las ideas principales de un texto o discurso largo).

Los niveles son:

Nivel A1 (nivel inicial): puede comunicarse a nivel elemental para satisfacer sus necesidades con
fórmulas fijas; puede mantener una conversación sencilla sobre temas personales si el
interlocutor le ayuda.

Nivel A2 (nivel básico): puede entender y expresar ideas sobre los temas más cercanos y
comunicarse en un viaje para satisfacer sus necesidades.

Nivel B1 (nivel umbral): puede desarrollarse con éxito en la mayoría de situaciones cotidianas y
describir experiencias y deseos, así como expresar su opinión sobre cuestiones cercanas.

Nivel B2 (nivel avanzado): puede entender la mayoría de textos y mantener conversaciones con
fluidez sin esfuerzo por parte del interlocutor.
Nivel C1 (nivel funcional): puede tener éxito en casi todos los intercambios comunicativos,
entiende el doble sentido y el trasfondo cultural del idioma, puede trabajar en la lengua
extranjera.

Nivel C2 (nivel de dominio): su corrección es similar a la de un nativo medio.

Los niveles A representan a un usuario básico; los B, a un usuario independiente, y los C son
para usuarios competentes. Aunque no hay consenso, se suele estimar que se habla un idioma al
alcanzar el nivel B1, aunque un nivel más aceptable para un adulto sería el B2. A partir del C1,
que suele pedirse para muchos puestos de trabajo, es difícil alcanzarlo sin haber vivido en una
zona de habla del idioma, aunque no imposible.

Conocer bien el MCERL sirve para practicar las cuatro destrezas lingüísticas, pero también para
presentarse a los exámenes oficiales (te ayudarán a proponerte metas realistas en periodos de
tiempo concretos y no perder la motivación). Los exámenes oficiales de turco más usuales son:

Nivel A1:

TYS A1

Nivel A2:

TYS A2

Nivel B1:

TYS B1

Nivel B2:

TYS B2

Nivel C1:

TYS C1
Nivel C2:

No hay.
Parte 2: 8 consejos para acelerar tu aprendizaje

Los métodos que aparecen aquí sirven para acelerar tu aprendizaje de idiomas, aunque en
realidad los puedes aplicar a cualquier cosa que estés estudiando en este momento. Algunos
podrían parecer muy evidentes o muy básicos pero desde el momento en que incluyas todos ellos
en tu rutina y los empiezas a llevar a cabo vas a notar una diferencia enorme tanto en la
velocidad que llevas con tu aprendizaje del idioma como en la motivación y en la constancia.

1º: Aprende algo nuevo de ese idioma todos los días.


Y me refiero literalmente, todos y cada uno de los días. Ponerse a estudiar a diario puede ser muy
difícil, si tu meta es dedicarle dos horas diarias, hacerlo 365 días al año no es factible. Pero entrar
en la aplicación Duolingo 5 minutos, o leer una noticia que te interese en turco en lugar de en
español, o escuchar una canción en turco y buscar una palabra que desconozcas sí es posible.
Haz esto a diario, te ayudará a tener el idioma siempre en mente y la motivación alta. Si es
necesario, activa las notificaciones para que te avisen de cuándo llega el momento de dedicarle 5
minutos (no hace falta más) al turco.

2º: Lee o escucha en turco lo que leerías o escucharías en español.


Videos interesantes, canciones, una entrada de un blog… si te gusta leerlos o verlos en español,
prueba a hacerlo en turco. Encontrarás mucho más material, y no te aburrirás como si fuera un
libro de texto, sino que lo harás hasta el final. Si ya tomas notas de forma activa, mucho mejor,
aunque si eso te cansa mucho, prueba con textos o vídeos más cortos.

3º: Asocia el estudio del turco a un hábito interiorizado.


Una buena manera de implementar estos consejos es añadiendolo a otro hábito que tengas sea
completamente afianzado en tu rutina. Si todos los días desayunas, estudia turco justo después.
En 3 semanas, tu cerebro no entenderá el desayuno como tal, sino “desayuno + turco”. A algunas
personas esto les sirve incluso para rendir más durante ese tiempo de estudio.

4º: Para hablar turco hay que hablarlo.


La expresión oral es muy importante, y la gente suele fallar en esto cuando su objetivo es,
precisamente, hablar turco. Hablar el idioma todas las semanas o todos los días sería perfecto
pero seamos realistas: si tienes un trabajo o eres estudiante o tienes muchísimas otras
obligaciones, no siempre será posible. Grabarte hablando no será tan efectivo como hacerlo
regularmente con un nativo, pero sí que conseguirás que tu cerebro aprenda caminos y las
expresiones salgan cada vez más rápido. Incluso si estás solo en tu casa, grábate hablando.
Cuando llegue el momento de comunicarse, lo agradecerás.

5º: Si es necesario, ve a clase.


Quizá no sea posible para cualquier idioma y lugar, pero si tienes internet, dispones de una
herramienta magnífica. Puedes contratar a un profesor por videoconferencia con el que hablar, o
incluso asistir a clases con más personas. Esto mejorará tu motivación y tener un horario fijo te
ayudará con la constancia.
6º: No solo aprendas: recuerda.
Aprender palabras nuevas no sirve de nada si no refuerzas las antiguas. No debes hacerlo con
todas, algunas se quedarán en tu memoria mejor que otras, pero debes saber utilizar la mayor
cantidad posible. Intenta que todas las palabras de tu vocabulario pasivo (las que entiendes)
pasen al activo (las que usas frecuentemente). A todos nos encanta avanzar, todos queremos lo
siguiente, algo más de la lista. Pero si nos repasas estas palabras al no estar utilizandolas en el día
a día se te van a olvidar, confía en mí y repasa lo aprendido.

7º: Diviértete.
Al menos una vez a la semana tienes que tener el reto de hacer algo divertido respecto al idioma
que estés estudiando. Ve una película que tienes ganas de ver, o empieza una serie nueva en
turco. Incluso si solo son 10 minutos, servirá. Chatea con alguien en turco, o comenta en rrss de
amigos nativos (y si no tienes, ¡búscalos!).

8º: Crea tu propia rutina de estudio con metas realistas.


En otro capítulo te propondré una rutina de estudio que puedes modificar a tu gusto, pero es muy
importante tener metas. Los niveles del MCERL que describía anteriormente te pueden servir
para elegir esas metas: “aprobar el examen el día x” es perfecto para motivarte y que no lo dejes.
Parte 3: Técnicas específicas para el turco

En este capítulo te mostraré algunas técnicas para mejorar cada una de las 4 destrezas en turco,
además de la pronunciación. Este no es un libro de texto de turco, así que no encontrarás
larguíusimas lecciones de gramática, sino una ayuda para que puedas sacarle el máximo
provecho a tus propios materiales.

Pronunciación:

Pronuncia todos los fonemas lo más parecido a un nativo posible (tienes miles de vídeos y
grabaciones al respecto). Si no eres capaz de distinguir dos, o de pronunciarlos diferente, pasa al
siguiente: con el tiempo, serás capaz. Intenta siempre imitar el acento de un nativo: esto parece
una tontería y a la gente a menudo le da vergüenza, pero es lo que conseguirá que hables como
un nativo, y es la razón por la que la mayor parte de la gente no habla bien turco.

Las consonantes del turco, en Alfabeto Fonético Internacional, son:

p

c
k
b

ɟ
g
m
n
f
s
ʃ
ɣ
h
v
z
ʒ
ʧ
ʤ
ɾ
j
ɫ
l

Por otra parte, las vocales en el AFI son:

i
y
ɯ
u
e
œ
o
a

Lectura:

Como ya mencionamos en el capítulo anterior, leer textos en turco cuyo tema despierte tu interés
personal en tu lengua materna, textos que leerías de todas formas en español, pero en turco. De
esta forma, aprenderás rápidamente el vocabulario que más te interesa (y que usarás más en tu
vida diaria) y no perderás la motivación.

Utilizar el diccionario es otra buena idea. Si puedes, no uses los antiguos en papel, sino una
aplicación que traduzca. Se trata de averiguar el significado de una palabra, no de hacer el
esfuerzo de averiguarlo. Notarás que al principio buscas muchísimas palabras incluso dentro de
la misma frase. No te preocupes: es lo normal. Si piensas que no puedes leer un libro, un capítulo
o incluso una página entera de este modo porque buscar las palabras te ralentiza, piensa de nuevo
en el principio de Pareto: un texto está formado por pocas palabras repetidas una y otra vez.
Posiblemente buscarás una misma palabra 3 veces hasta que te la aprendas, pero según vayas
aprendiendo palabras, observarás que no necesitas buscarlas, y cada vez buscarás menos. Lo
lógico sería acabar buscando una palabra por página como mucho al final del primer capítulo.

El turco es un idioma aglutinante, es decir, tiene mucha flexión pero esta tiende a ser regular,
aunque se formen palabras largas. La flexión del turco suele ser en forma de sufijos o, menos
frecuentemente, con palabras aparte. Esto es una ventaja para ti, ya que buscar en el diccionario
palabras cuyas raíces varían poco es una tarea simple. Cuando las palabras varíen, elimina estos
sufijos.
Esto te costará un ligero esfuerzo las primera veces, pero al igual que con el método del
diccionario, se hace automático con la práctica.

Escritura:

Esta destreza, junto con la expresión oral, suele resistirse a muchas personas. Para que la
producción de textos acabe siendo algo rutinario para ti, sigue estos consejos:

Escribe. Puede parecer simple, pero es el principal sistema para mejorar en la escritura. Eso sí,
no te lances a escribir textos de 10 páginas, eso solo conseguirá aburrirte, repetirás lo mismo una
y otra vez. Mejor que eso, céntrate en textos cortos: 100 o 200 palabras (10-20 líneas), según tu
nivel, son más que suficientes para que utilices un vocabulario variado y las palabras pasen de tu
vocabulario pasivo al activo (es decir, que pasen de ser entendidas por ti a que vengan a tu mente
automáticamente cuando necesites usarlas para expresarte).

Puedes encontrar cientos de temas para escribir, pero céntrate en los más usuales y que más te
interesen, según tu nivel, además de los estilos más comunes.
Como temas, los más frecuentes son ciencia y tecnología, vacaciones, familia, ocio y tiempo
libre, educación, medios de transporte, mascotas, deporte, y un largo etcétera.
Si lo que necesitas es un formato, prueba a escribir emails cortos a un amigo, o a un compeñero
de trabajo o jefe. También prueba a escribir cartas, textos informativos, carteles, y reseñas de
libros o películas. Mezcla formatos con temas para ser creativo.

Escucha:

Muchas personas que estudian un idioma (y no sólo turco) tienen problemas a la hora de
escuchar una grabación. De nuevo, un consejo importante es que escuches cosas que te interesen.
Si lo que vas a oír es una noticia sobre estadísticas de la producción lechera en Reino Unido, tal
vez te aburras antes de que empiecen a hablar. Literalmente: si sabes que escucharás algo que no
te interesa porque debes hacerlo, no intentarás entender incluso si es lo que quieres.

Escuchar noticias está bien, pero mejor que eso, escucha y ve películas o series que te interesen.
No se trata de oír una grabación necesariamente, puedes ver una película. Ver a personajes que
realizan acciones mientras hablan sobre ellas aportará mucho más contexto que una grabación
que solo cuenta con estímulos auditivos. Además, así es como aprenden los niños: en contexto.
Con un contexto, afianzarás las palabras de forma más eficiente que con listas de vocabulario.

Si realmente te interesa, las charlas divulgativas están bien para un nivel superior. Una persona
hablando sobre un tema (repito: ¡siempre que te interese el tema!) no tiene un contexto visual,
pero si ya dominas el tema del discurso, conocerás muchas palabras previamente y eso te
ayudará con el resto. Además, no cerrarás el vídeo a la mitad por aburrimiento.

Aunque entra dentro de la producción oral, dialogar es una buena forma de entender mejor.
Hablar cara a cara con una persona real que espera una respuesta de ti hará que entiendas mejor a
largo plazo.

Expresión oral:

A menudo la más difícil de las destrezas, y que hemos dividido en dos partes: “Expresión oral”
(monólogos, es decir, saber dar un discurso) y “dialogar” (hablar con otra persona o grupo de
personas).

No es extraño que alguien tenga problemas para expresarse en turco en periodos de tiempo
mayores a los que se necesitan para frases cortas, si casi todo el mundo sufre cuando tiene que
hablar en público. Expresarse durante más de dos minutos no es algo que debas hacer ante
cientos de personas y con un lenguaje técnico: es algo que te encontrarás en tu vida cotidiana,
para convencer a tus amistades de hacer un plan y no otro, o para expresar tus puntos de vista y
emociones de una forma más profunda que “no me gusta”.

Como con el resto de destrezas, a hablar se aprende hablando. Incluso si no te da pánico hablar
en público, quizá esta no sea la mejor forma de empezar. Si tienes tiempo para preparar un
discurso (lo más común en exámenes), ten en cuenta que prepararlo no es escribirlo, aprendértelo
coma por coma y vomitarlo ante una audiencia. Consiste en anotar una lista de ideas básicas,
pensar a grandes rasgos qué dirás, e improvisarlo.
Siguiendo con el ejemplo anterior: debes defender la idea de cenar comida china ante la
alternativa de cenar hamburguesas. En el tiempo de preparación del discurso, anotas:
-la comida china es más sabrosa.
-Las hamburguesas son menos sanas.
-restaurantes chinos son pequeños negocios familiares
-la comida china tiene más variedad para más personas

Ten en cuenta que esto es lo único que anotarás, solo para no olvidarlo, en tu mente habrá un
esquema de todo lo que debes decir pero no de las frases concretas. Una vez debas hablar, dirás
algo parecido a:

Yo prefiero comer en un restaurante chino local en lugar de hacerlo en una hamburguesería, no


solo porque las hamburguesas me gusten menos y la comida china esté mucho más rica, sino que
además esta es mucho más sana: hay estudios que dicen que la carne de hamburguesa se obtiene
de macrogranjas que contaminan las aguas y alimentan a los animales con piensos de bajísima
calidad, mientras que los tallarines se fabrican artesanalmente, y la carne de cerdo se obtiene de
pequeñas granjas respetuosas con el medio ambiente. Además, en un restaurante chino siempre
trabajan familias y pequeños autónomos, las grandes cadenas de restaurantes chinos son
inexistentes, por lo que comiendo en estos restaurante, ayudas a un pequeño comerciante local y
no a una multinacional, que en caso de necesitar ayuda, la recibirá por parte de los gobiernos. Por
si fuera poco, al ser un grupo grande de personas, siempre habrá algunos a los que no les gusten
ciertos platos, entonces en la hamburguesería encontrarán hamburguesas, sin alternativas;
mientras que en un restaurante chino podrán elegir entre una variedad de platos mucho mayor.

¿Te has fijado en todo lo que sale a partir de cuatro ideas muy simples? Si el tema que debes
defender es más complejo, sacarás muchas más ideas, que darán para un discurso más largo. Por
último, si las hamburgueserías contaminan o los rentaurantes chinos son regentados por
autónomos sin muchos recursos, es algo que tú no sabrás, pero en los exámenes tienes el derecho
de inventar sobre la marcha sin ningún problema, nadie te penalizará por ello, incluso si lo que
dices es obviamente falso. Por supuesto, no hagas esto en la vida real, y a cambio nadie te pedirá
que tu discurso dure una cantidad de tiempo mínima. Y si estás hablando sobre un tema
científico, ¡no hace falta decir lo que le ocurre a las personas que mienten!

¿Y si tu discurso se queda corto para el tiempo que tienes? Suponiendo que no hayas ensayado
tiempos antes con diversos temas, es posible que después de hablar necesites aún más tiempo
pero te hayas quedado sin ideas. ¡Improvisa! A menudo, si sabes que tus ideas no son suficientes
de antemano, puedes improvisar entre dos temas fundamentales de tu discurso. Por ejemplo,
siguiendo con el restaurante chino:

...en caso de necesitar ayuda, la recibirá por parte de los gobiernos.


Es más, esto es lo que le pasó a una cadena de Estados Unidos, llamada “Burger Queen”, cuando
perdió millones por una mala elección en su menú al ofertar hamburguesas de carne de pulpo. Ni
siquiera llegó a quebrar, y el gobierno estadounidense aportó millones de dólares para que se
recuperara, porque sabe que los aportes de esta empresa superarán esta ayuda temporal al no
haber tenido estos problemas muy a menudo. Por si fuera poco, al ser un grupo grande…
De nuevo, no te preocupes por inventar datos. Los examinadores no los buscarán, de entrada
sabrán que no son ciertos, y ni siquiera les importará. Ellos se centran en que tú hables
correctamente.

Si no te has dado cuenta del tiempo hasta que es muy tarde y ya has terminado de hablar,
improvisa igualmente. La técnica es referenciar temas anteriores, pero solo podrás hacerlo
brevemente, así que cuenta alguna anécdota personal (también inventada):

...en esencia, esta es mi aportación. Si tuviera que decir algo más, me centraría en la parte de la
contaminación que mencioné anteriormente. Esto me parece especialmente importante porque
somos lo que comemos, y si la comida que consumimos es de mala calidad, lo que incluye que
los animales de donde sale hayan llevado una vida de sufrimiento, hacinados o con condiciones
higiénicas lamentables, esto nos repercutirá. En mi pueblo hay bastantes granjas que permiten a
los cerdos pasear tranquilamente por el campo, y cuando son sacrificados, su carne tiene una
calidad tan buena que las personas de toda la provincia vienen a comprar los productos de estos
ganaderos.

Dialogar:

Esta destreza también forma parte de la expresión oral, pero es completamente diferente.
Consiste en una conversación con otra persona. Obviamente no habrá un tiempo de preparación
para lo que vas a decir, deberás improvisar todas tus respuestas en el momento tal como haces en
español, pero a cambio no hará falta que hagas intervenciones de 5 minutos, bastará con frases
cortas, ocasionalmente interactuando con tu interlocutor. Esta es la modalidad más común en la
vida cotidiana, y, junto con la escucha, si dominas ambas puede decirse que hablas el idioma
(aunque serías considerado una persona analfabeta).

El consejo más importante es que no te centres en entender todas y cada una de las palabras que
dice la otra persona. Si no es un examen y no entiendes algo concreto e importante, podrás
preguntarlo todas las veces que consideres necesarias (si es un examen, intenta no hacer esto
muy a menudo, improvisa un poco con respuestas generales en lugar de preguntar una tercera
vez). Si no es un examen, además estarás más relajado y lo harás más fácilmente.

Si no salen las palabras de tu boca, ¿qué sucede? No te preocupes. Al principio es probable que
te suceda, porque aún no tienes el vocabulario activo suficiente. Aunque muchas personas lo
desaconsejan, traducir de tu lengua materna al turco puede ser de ayuda en los niveles más bajos
(A1 o inferior), pero deberás abandonar esta costumbre poco a poco para que las palabras acudan
automáticamente en turco a tu boca cuando las necesites.

Esto debería ocurrir espontáneamente sin demasiado esfuerzo, pero si no es así, o sientes que
necesitas que suceda más rápido, existe otro consejo: apréndete una frase para ciertas estructuras.
Las estructuras dependen muchísimo de tu nivel, si estás en los primeros, puede que necesites
frases cortas como “hjälp mig” para practicar el “me” de complemento directo (ayúdame). En los
niveles medios, podrías necesitar algunas más complejas, como “det sägs att du inte är så
pålitlig” para la pasiva (“det sägs” es “se dice que”). Debes elegir tú mismo no solo las
estructuras, que a cada persona se le dificulta una diferente, si no las frases, para poder usar tus
propias reglas mnemotécnicas personales e intransferibles. Eso sí, no bases tu prendizaje solo en
esto, ni intentes memorizar decenas de frases sin contexto: se trata de que las palabras aparezcan
cuando las necesites, no en todo momento. El ciclo de vida de estas frases debería terminar
naturalmente: cuando no necesites pensar en “hjälp mig” para saber usar el “me” de
complemento directo, y digas automáticamente “kyss mig” o “slå mig” (para “bésame” y
“pégame”, respectivamente), entonces la frase de ayuda “hjälp mig” dejará de tener utilidad para
ti.

Filtrado de información:

Aunque no es una destreza oficial, deberías practicarla si pretendes usar tu turco en la vida diaria,
tanto al leer textos como al escucharlos, y lo mismo es aplicable a cualquier idioma, incluido el
español o cualquiera que sea tu lengua materna, porque no es una habilidad automática de
cualquier hablante, aunque no por eso sea difícil entrenar.

El turco es una lengua aislante, esto significa que, como hemos dicho antes, las palabras apenas
flexionan. Aún así, observarás que las palabras más importantes son más largas que las demás.

Si te preguntas cuáles son las palabras más importantes, son los sustantivos, adjetivos y verbos.
Por si no sabes nada de lingüística, que no es necesario, son los nombres de las cosas (bicicleta),
las palabras que describen cosas (rápida) y las acciones (pedalear). No son las palabras más
comunes (compara el número de veces al día que dices “bicicleta” con el número de veces al día
que dices “de” o “que”; en otras palabras, intentar hablar sin decir bicicleta es más fácil que sin
decir “que”), pero estos 3 tipos de palabras aportan el significado que necesitas. Compara los
siguientes dos textos:

? una ? ? y los ? ? en ella.


Tengo ? bicicleta azul ? ? sábados monto ? ?

Aunque tienen el mismo número de palabras ocultas, deberías conseguir más información del
segundo. Por esto debes identificar siempre estos 3 tipos de palabras.

En un texto escrito es fácil porque suelen ser palabras algo más largas que el resto. Si te centras
solo en ellas, entenderás el significado aproximado de una frase. No olvides palabras que, sin ser
de las anteriores, modifican el significado de la frase entera. Compara el cambio de significado
en estas tres frases:

Sé leer el alfabeto cirílico


No sé leer el alfabeto cirílico
Se leer, pero el alfabeto cirílico (y no el latino)

Si se trata de un discurso oral, un buen orador intentará separarlo en frases muy cortas si es para
un público general, y en turco, estas palabras tienen una acentuación más enfática, así que
deberías quedarte con las palabras que suenen más fuertes. En caso de tratarse de un discurso
artístico o que debe sonar importante (como ciertos tipos de noticias), el acento seguirá siendo
más fuerte en estas palabras, pero se notará menos, además de que las frases pueden parecer una
sucesión de palabras sin pausas ni conexión entre ellas. Pon en marcha todos tus recursos: si
sabes de qué trata la noticia, con las palabras que entiendas podrás intuir el significado general, e
incluso entenderás más palabras que conozcas. Trata de unir significados con esas palabras
claves, y obtendrás un vistazo general del discurso, sin olvidar las palabras que modifican toda la
frase, como vimos antes.
Parte 4: Recursos para el turco

Ya tienes todos los trucos que necesitas. Puedes empezar a ponerlos en práctica con estos
recursos:

Pronunciación:

-Aprende los caracteres del alfabeto fonético internacional para el turco. Te ayudará a buscar
pronunciaciones correctas en diccionarios.

-Busca canciones con letra en turco en Youtube. A ser posible, sin traducción salvo que la
necesites la primera vez. Intenta cantarla pronunciando lo mejor posible.

-Imita el acento de los nativos. A mucha gente le da vergüenza, pero es lo mejor que puedes
hacer para que ellos te entiendan lo mejor posible. No solo funciona en turco, sino en todos los
idiomas. Funciona incluso si no hablas el idioma, sino uno parecido (hablar español con acento
portugués hará que los portugueses te entiendan más y mejor).
Para mejorar esto, busca tutoriales en Youtube. No sobre aprendizaje del turco, sino para
personas que quieran ser actores o sobre comedia.

Lectura:

Existen multitud de páginas para encontrar textos. Una de las más famosas:

https://lingua.com/turkish/reading/

Compleméntalo leyendo la Wikipedia en turco en lugar de español, o buscando versiones de tus


libros favoritos en turco.

Escritura:

Cuando se trata de producción, ya sea oral o escrita, lo mejor que puedes hacer es buscar a un
nativo. Tanto si esto es posible como si no, aquí van otros trucos:

-Si ya encontraste a un nativo que quiera ayudarte a practicar, chatea con él. Para encontrar
nativos, puedes buscar anuncios en universidades, intercambios de idiomas en tu ciudad, o
páginas web o aplicaciones como:

interpals.net

tandem.net

Redes sociales como Facebook o Twitter son perfectas para encontrar a alguien con tus mismos
intereses y hablar de temas que ambos dominéis.
Escribir emails te dará más tiempo para pensar lo que escribirás, pero para esto necesitas un
nativo. Sigue los consejos anteriores. Salvo que contrates un profesor, te pedirá que le ayudes
con tu español u otra lengua que domines.

Escucha:

Lo mejor que puedes hacer es utilizar Youtube.com para buscar vídeos de cualquier tipo:

-Charlas de TEDx

-Discursos de dificultad regulada para estudiantes

-Publicidad (no subestimes esto, puede contener un lenguaje muy simple o muy complejo, y son
vídeos muy cortos que además pretenden hacerte llegar un mensaje fácilmente).

-Existe una aplicación llamada Language Learning with Netflix, una extensión de navegador que
te proporciona subtítulos y diccionarios para el guion de las películas y series que incluye la
plataforma.

Expresión oral:

Como decíamos antes, lo mejor que puedes hacer es hablar a nativos. Por tratarse de discursos
largos, puedes probar a ensayar: busca un tema cualquiera de la lista de temas para el examen
oficial, y ensaya un diálogo del tiempo que necesites. Es muy importante que te grabes, para que
puedas controlar el tiempo del discurso, además, también conseguirás emplear un menor número
de “coletillas”.

Si te atreves, puedes aprender a editar vídeos y subirlos a Youtube. Es posible que descartes esta
idea desde el principio, pero puedes editar la privacidad para que no todo el mundo tenga acceso.
Tus conocidos, amigos o profesores podrán ayudarte con ellos. Sin embargo, si dominas un tema
concreto, subirlos a Youtube sería una idea magnífica para perder el miedo escénico. Un tema
interesante sería llevar una bitácora de tu aprendizaje, pidiendo además a los nativos que te vean
las correcciones que quieran hacerte.

Diálogos:

Para practicar la espontaneidad al hablar con otra persona no tienes más remedio que encontrar a
un nativo en las webs y aplicaciones que mencionamos antes, o a una persona no nativa pero que
domine el idioma a un buen nivel.

Sigue los consejos para chatear: céntrate más en los temas que te interesen que en hablar de
cualquier cosa, porque al implicar las emociones, no te aburrirás tan fácilmente. Hacer amigos (o
hablar turco con amigos que ya tienes) te ayudará muchísimo a entenderlo no como un ejercicio
de estudio, sino como algo inherente a tu vida cotidiana.
Filtrado de información:

En este caso, lo mejor que podrás hacer es buscar carteles muy cortos, con unas pocas líneas de
texto.

-Buscar en Google imágenes con la palabra “reklamlar” te devolverá anuncios de una frase o
dos, útiles para metáforas o palabras un poco avanzadas.

-Buscando bajo las palabras “not örnekleri” también encontrarás decenas de carteles
informativos para que puedas practicar.
Parte 5: Rutina de estudio para cumplir tu meta

En esta sección propondremos el método PLEASED (del inglés “pleased”, “satisfecho”), unas
rutinas de estudio que se ajustan a la mayoría de estudiantes hispanohablantes para el estudio del
turco en función del tiempo que puedas dedicar al idioma. Estas rutinas duran un año y te
permiten alcanzar un nivel de turco indicado en ese periodo.

El tiempo recomendado puede acumularse durante varios días, pero siempre se recomienda no
pasar más de 3 días seguidos sin tener contacto con el idioma, incluso aunque se cumpla el
tiempo semanal. Deberás ser tú quien decida si hacerlo en la mañana o la tarde en función de tu
horario y tu rendimiento.

Las abreviaturas del método PLEASED tienen un significado específico, y aunque veas la misma
abreviatura, debes intentar alternar los ejercicios que se proponen en la lección anterior. Los
significados son los siguientes:
P: Pronuncia
L: Lee
E: Expresa (expresión oral de monólogo)
A: Atiende
S: Selecciona (filtrado de información)
E: Escribe [la representaremos en el calendario como “W”, de “writing”]
D: Dialoga (expresión oral en forma de conversación)

Los estudiantes con poco tiempo, dedicarán unos 25 minutos diarios (un solo ciclo Pomodoro) en
6 días a la semana durante un año, consiguiendo el tiempo de estudio necesario para alcanzar un
nivel de A1. Los estudiantes con algo más de tiempo dedicarán 50 minutos diarios (dos ciclos
Pomodoro) para llegar al nivel de A2 en un año, mientras que los estudiantes con más tiempo
para dedicarle, o que quieran alcanzar el nivel intermedio desde cero, dedicarán 100 minutos
diarios (cuatro ciclos Pomodoro).

Ten en cuenta que, aunque es posible conseguir el nivel B1 en un año es algo que no siempre
puede hacerse. Recomendamos seguir únicamente el plan para A1 o A2 si se parte de cero.

Puedes probar el siguiente calendario, basado en un año no bisiesto que comienza en domingo,
como por ejemplo, el 2023 (puede editarse fácilmente, incluso puedes cambiar el día semanal de
descanso):
Enero
L M X J V S D
1

2 3 4 5 6 7 8
P L E A S W
9 10 11 12 13 14 15
D P L E A S
16 17 18 19 20 21 22
W D P L E A
23 24 25 26 27 28 29
S W D P L E
30 31
A S

Febrero
L M X J V S D
1 2 3 4 5
W D P L
6 7 8 9 10 11 12
E A S W D P
13 14 15 16 17 18 19
L E A S W D
20 21 22 23 24 25 26
P L E A S W
27 28
D P

Marzo
L M X J V S D
1 2 3 4 5
L E A S
6 7 8 9 10 11 12
W D P L E A
13 14 15 16 17 18 19
S W D P L E
20 21 22 23 24 25 26
A S W D P L
27 28 29 30 31
E A S W D

Abril
L M X J V S D
1 2
P
3 4 5 6 7 8 9
L E A S W D
10 11 12 13 14 15 16
P L E A S W
17 18 19 20 21 22 23
D P L E A S
24 25 26 27 28 29 30
W D P L E A
Mayo
L M X J V S D
1 2 3 4 5 6 7
S W D P L E
8 9 10 11 12 13 14
A S W D P L
15 16 17 18 19 20 21
E A S W D P
22 23 24 25 26 27 28
L E A S W D
29 30 31
P L E

Junio
L M X J V S D
1 2 3 4
A S W
5 6 7 8 9 10 11
D P L E A S
12 13 14 15 16 17 18
W D P L E A
19 20 21 22 23 24 25
S W D P L E
26 27 28 29 30
A S W D P
Julio
L M X J V S D
1 2
L
3 4 5 6 7 8 9
E A S W D P
10 11 12 13 14 15 16
L E A S W D
17 18 19 20 21 22 23
P L E A S W
24 25 26 27 28 29 30
D P L E A S
31
W

Agosto
L M X J V S D
1 2 3 4 5 6
D P L E A
7 8 9 10 11 12 13
S W D P L E
14 15 16 17 18 19 20
A S W D P L
21 22 23 24 25 26 27
E A S W D P
28 29 30 31
L E A S
Septiembre
L M X J V S D
1 2 3
W D
4 5 6 7 8 9 10
P L E A S W
11 12 13 14 15 16 17
D P L E A S
18 19 20 21 22 23 24
W D P L E A
25 26 27 28 29 30
S W D P L E

Octubre
L M X J V S D
1

2 3 4 5 6 7 8
A S W D P L
9 10 11 12 13 14 15
E A S W D P
16 17 18 19 20 21 22
L E A S W D
23 24 25 26 27 28 29
P L E A S W
30 31
D P
Noviembre
L M X J V S D
1 2 3 4 5
L E A S
6 7 8 9 10 11 12
W D P L E A
13 14 15 16 17 18 19
S W D P L E
20 21 22 23 24 25 26
A S W D P L
27 28 29 30 31
E A S W D

Diciembre
L M X J V S D
1 2
P
3 4 5 6 7 8 9
L E A S W D
10 11 12 13 14 15 16
P L E A S W
17 18 19 20 21 22 23
D P L E A S
24 25 26 27 28 29 30
W D P L E A
31
S

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