Tema 4.Antropología.Filosófica

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Tema 4. Antropología filosófica.

La antropología es una rama de la filosofía que plantea cuestiones relativas al ser


humano. En este tema veremos algunas de las problemáticas que aborda esta rama
desde una perspectiva filosófica. Las cuestiones más relevantes son las siguientes:
– ¿Está formado el ser humano por un cuerpo y un alma? ¿Sería más preciso hablar
del cuerpo y de la consciencia?
– ¿Son libres las acciones de los humanos? ¿Está todo determinado o influyen
aspectos como el azar?
– ¿Tiene sentido la existencia? ¿Conceptos como Dios, libertad o justicia suponen
una esperanza para la humanidad o debemos actuamos sin ninguna guía?
– ¿Puede ser nuestra inteligencia y nuestras habilidades replicadas por una
máquina?
– ¿Qué queremos decir cuando hablamos de identidad?¿Realmente nos conocemos
a nosotros/as mismos/as?

1. Las concepciones sobre el ser humano: monismo y dualismo


antropológico
El debate entre cuerpo y alma es uno de los más antiguos de la filosofía. Aunque
ya desde la filosofía antigua será un tema importante, este dilema se va reformulando
hasta lo que hoy se denomina como problema cerebro-mente. Quienes establecen una
distinción entre cuerpo y alma o entre cerebro y mente se vinculan a las teorías dualistas,
quienes en cambio consideran que no son entidades diferentes se vinculan al monismo.

1.1 Dualismo antropológico

Material Inmaterial
Cuerpo Alma
Cerebro Mente

Podemos incluir dentro de esta postura a muchos pensadores de la historia de la


filosofía, aunque uno de los más destacados será Platón. Para este filósofo el alma es
una realidad (inmaterial) distinta del cuerpo (material), al que se halla unida de un modo
accidental y antinatural, configurando el compuesto humano. Aparece, pues, una
concepción “dualista” del ser humano que influirá enormemente en la antropología
occidental, especialmente en la cristiana. El origen del ser humano y la naturaleza del
alma lo explica Platón en el “mito del carro alado”, también llamado el “mito del aúriga” en
su obra Fedro.

Alma Ubicación Virtud


Racional Cabeza Sabiduría/prudencia
Irascible Pecho Fortaleza/valentía
Concupiscible Vientre Moderación/templanza

Razón, ánimo y apetito están presentes en toda persona, pero predomina en ella
un tipo de alma u otro según el grado de purificación que haya logrado en sus vidas
anteriores. Según qué elemento sea el dominante (razón, ánimo o apetito), tenemos tres
clases de hombres: los que buscan el conocimiento, los que buscan los honores y los que
buscan las ganancias y placeres materiales. Estas tres clases de hombres tendrían que
constituir los tres grupos sociales (gobernantes, guardianes y productores) para que sea
posible una sociedad justa y pueda cada uno alcanzar la virtud máxima que le sea posible
en esa vida.
También destaca Aristóteles, que aunque fue discípulo de Platón, critica gran parte
de sus teorías. Lo primero que critica es la existencia del mundo sensible, porque para
Aristóteles, solo existe lo que puedo conocer a través de los sentidos.
En el mundo sensible, se ubicaría el ser humano que, como para Platón, está
compuesto de cuerpo y alma. Aunque para Aristóteles, al alma será mortal, y por su
dependencia con el cuerpo, el alma tendrá una buena relación con él. Mientras que para
Platón, solo posee alma el hombre, para Aristóteles, la tendría cualquier ser vivo, pues
son seres animados (con ánima).
Otra diferencia ente Platón y Aristóteles, es que para Platón el alma está dividida
en tres partes: racional, irascible y concupiscible, y sin embargo Aristóteles, distingue tres
tipos de alma: vegetativa, sensitiva y racional.
Para Aristóteles el ser humano es un animal político que se realiza en la sociedad
(polis), pudiendo comunicar sus pensamientos y opiniones a los demás a través de la
palabra (lenguaje), lo cual supone una característica exclusiva del ser humano.
Ya en la Edad Moderna podemos incluir a Descartes, que establece un dualismo
radical:
- Alma: yo, pensamiento (sustancia pensante, inmaterial).
- Cuerpo: materia (sustancia extensa, material).
Puesto que le parece evidente que el alma podría existir sin el cuerpo, la considera
inmortal. Alma y cuerpo se relacionan a través de una glándula en el interior del cerebro,
la glándula pineal.
Aunque el cuerpo está sometido a leyes mecánicas, como todo lo material
(funciona como una máquina), sin embargo, el ser humano para Descartes es libre,
puesto que puede controlar las pasiones, que tienen su origen en fuerzas que actúan
sobre el cuerpo, pero afectan al alma. El hecho de que lo que el entendimiento nos
presenta como bueno o verdadero, nuestra voluntad pueda elegirlo o afirmarlo, es
muestra para Descartes de que somos libres. Cuanto más claro sea lo que nuestro
entendimiento discierne, más libre es nuestra voluntad para elegir.

1.2 Monismo antropológico


Aunque la visión dualista del ser humano ha predominado y ha perdurado hasta
nuestros días, ya en la Grecia Clásica había versiones que desmentían este hecho.
Destacan a este respecto los atomistas (Leucipo, Demócrito, Epicuro...), cuya visión era
materialista. Para ellos todo lo que existe se compone de átomos y de vacío, por lo que
cuerpo y alma estarían hechos de la misma materia, es decir, tendrían la misma
naturaleza. Para ellos resulta insostenible afirmar que el alma es inmortal.
También destaca la perspectiva de Hume. Según este pensador no podemos decir
que existe el yo o el alma si por ésta se entiende un sujeto permanente de nuestra
actividad psíquica (de todas nuestras impresiones e ideas), porque de ese sujeto no
tenemos impresión. Por tanto, no podemos decir que existe un alma inmortal porque no
tenemos ninguna experiencia. La posición de Hume sobre el ser humano es, pues,
monista.

2. El problema de la libertad: determinismo e indeterminismo


Podemos definir la libertad, como la posibilidad de elegir. En general, a lo largo de
la historia de la filosofía, los filósofos han mantenido la idea de que el ser humano es libre,
sin embargo vamos a ver cómo también hay filósofos que mantienen lo contrario.

2.1 Posturas deterministas


Para las teorías deterministas la libertad es algo aparente, ya que realmente todo
estaría predeterminado, ya sea en relación con un plan divino o con el destino. Para el
determinismo todo está sujeto a causas, aunque en ocasiones no las conozcamos. (meter
estoicismo)
En la modernidad destaca la propuesta de Spinoza, un filósofo racionalista del siglo
XVII. Para Spinoza, Dios es la única sustancia que existe, por lo que plantea un monismo
panenteísta. Todo lo que existe es atributo de Dios (pero está separado de él), existimos
por la voluntad de Dios. Spinoza afirma que nuestras acciones no dependen de nuestra
voluntad: somos como una piedra que piensa que es libre de caer al suelo o de moverse
al ser lanzada por alguien. La verdadera libertad se consigue una vez nos hacemos
conscientes de a qué estamos determinados por nuestra propia naturaleza de ser, es
decir, cuando comprendemos nuestra propia naturaleza y actuamos en consecuencia a
ella, no nos dejamos llevar por otras tendencias que no son de nuestra propia naturaleza.
Naturaleza que, por supuesto, ha puesto Dios en nosotros.
Así, el ser humano no es libre, sólo desconoce las causas por las que actúa y eso
le lleva a creer que lo es.

“Los hombres se equivocan al creerse libres, opinión que obedece al solo hecho de
que son conscientes de sus acciones pero ignorantes de las causas que lo determina. Y,
por tanto, su idea de “libertad” se reduce al desconocimiento de las causa de sus
acciones, pues todo eso que dicen de que las acciones humanas dependen de la
voluntad son palabras, sin idea alguna que les corresponda.”
Baruch Spinoza, Ética.

También encontramos otros tipos de determinismo:


– Determinismo ambiental: Los psicólogos conductistas tampoco aceptan la libertad
del ser humano. Por ejemplo Watson (el fundador del conductismo) consideraba
que podía hacer de un niño un criminal o un santo. Se basaba en los experimentos
de Pavlov, fisiólogo ruso, con perros. Otra forma de aprendizaje condicionado es el
llamado aprendizaje por condicionamiento operante o instrumental de Skinner .
Consiste en conseguir que un individuo aprenda una conducta, reforzándola cada
vez que es realizada correctamente.
– Determinismo genético: Según Richard Dawkins, un conocido sociobiólogo, el
comportamiento del ser humano está programado.
– Determinismo físico/científico: Consiste en considerar que todo el universo está
regido por leyes deterministas. Es una concepción mecanicista del universo, se
interpreta como un mecanismo de relojería (Laplace, físico mecanicista).

2.2 Posturas indeterministas


Son propuestas que defienden que el ser humano es libre, su conducta no está
determinada. Incluso el formular una teoría determinista solamente es posible si
asumimos que el autor es libre. Podemos señalar a Pico Della Mirandola como uno de los
grandes antecedentes de estas propuestas. Este pensador italiano del Renacimiento,
pensaba que la esencia del ser humano radicaba precisamente en no tener esencia, es
decir, nuestra naturaleza sería la indeterminación, poder hacer de nosotros lo que
queramos.
Dentro del indeterminismo filosófico encontramos a la corriente existencialista, con
pensadores como Jean-Paul Sartre. Para Sartre, los seres humanos hemos sido
arrojados a la existencia y condenados a ser libres. No tenemos esencia determinada,
tenemos que ir haciéndonos en función de lo que elijamos hacer con nuestra vida. Esta
situación de total exposición (ya que el ser humano está muy cerca de la nada) hace que
nuestra existencia se relacione con conceptos como angustia, posibilidad, libertad y
proyecto de vida.

“Estoy condenado a ser libre, lo cual significa que no es posible encontrar a mi


libertad más límites que ella misma, o, si se prefiere, que no somos libres de dejar de ser
libres(…)”
Sartre, El ser y la nada.
Además, Sartre también reflexiona sobre la identidad de los individuos. Son
importartes sus conceptos de ser para sí y ser en sí.

Ser en sí Ser para sí


Es aquel que se nos presenta, que está El ser-para-sí es el ser de la conciencia.
afuera del sujeto. Es el ser de las cosas Esta, la conciencia, es consciente, valga la
externas, es lo que es y no puede ser nada redundancia, de algo distinto a ella misma.
más. Carece de toda temporalidad y Ese algo distinto es el ser-en-sí. La
devenir a la vez que de toda razón de ser. conciencia es el manifestarse de un objeto,
No solo debemos incluir en esta categoría a ser-en-sí, a un sujeto, ser-para-sí. El ser-
las cosas distintas al hombre sino también para-sí introduce la negación y la nada en
al cuerpo, siendo algo externo a la la realidad ya que, para que surja el objeto,
conciencia. El pasado, la situación y, sobre el sujeto debe distanciarse de este, debe
todo la muerte, reducen al hombre a un crear una nada, un vacío entre ambos.
mero ser-en-sí.
Relación: El en-sí es idéntico a sí mismo mientras que el para-sí es la aniquilación del
en-sí, negación de toda determinación del ser, de toda su necesidad y facticidad. El
hombre, siendo conciencia o para-sí es, por consiguiente, libertad absoluta, libre de toda
determinación. Al no ser en-sí es libertad, existencia que se hace. El hombre es su propio
autor eligiendo lo que ha de ser independientemente de toda limitación. Así es que existir
es negar todo en-sí siendo la existencia la superación de toda situación dada a la vez
que proyecto y posibilidad.

Dentro del existencialismo, encontramos también la propuesta de Simone de


Beauvoir, quien hace una lectura antropológica desde el feminismo. Su frase “no se nace
mujer sino que se llega a serlo” resume cómo los géneros con construcciones culturares
de los humanos, por lo que no forman parte de la naturaleza. Que nadie nazca como
mujer significa que todos los seres humanos nacemos libres, aunque existe una cultura
que nos define según nuestro sexo. Algunos conceptos importantes en esta autora son los
siguientes: eterno femenino, otredad y patriarcado.
Otros indeterminismos:
– Indeterminismo físico/científico: A principios del siglo XX, se rompe con la
concepción del universo newtoniano (mecanicista y determinista) y se va dando paso a un
universo relativista e indeterminista. Las teorías que explican este universo son: la teoría
de la relatividad de Einstein (nivel macrocósmico, grandes distancias, velocidades muy
altas…) y la teoría cuántica (nivel microcósmico, lo muy pequeño).

3. Filosofía de la sospecha
A lo largo de la historia de la filosofía, la mayoría de autores han señalado la
capacidad racional del ser humano como su rasgo definitorio. Así lo vemos en autores
como Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza... Frente a ellos, los filósofos de la sospecha
(Marx, Nietzsche y Freud) sostienen que no es la razón lo que define a las personas.

3.1 Karl Marx

Para Marx lo que nos hace verdaderamente personas no es poseer razón sino el
trabajo, además de que el ser es producto de cómo están estructuradas sus relaciones
sociales. ¿Qué tipo de trabajo es el que considera la esencia del hombre?

“La actividad vital consciente distingue al hombre directamente de la actividad vital


de los animales…El trabajo enajenado invierte la relación, haciendo que el hombre,
precisamente porque es un ser consciente, convierta su actividad vital, su identidad,
simplemente en un medio para su existencia”

K. Marx, Manuscritos de París.

Para explicar su materialismo histórico, Marx distinguía en la sociedad entre


estructura (economía) y superestructura (ideología) que siempre está marcada por la
infraestructura. También será importante en su análisis el concepto de plusvalía (valor
añadido de un objeto después de ser elaborado) y cómo en el capitalismo la plusvalía
revierte siempre en el dueño de los medios de producción (ricos), mientras el obrero
recibe un mísero salario fijo, quedando alienado. Tipos de alienación:

Alienación económica Que la plusvalía siempre revierta en el burgués da lugar a


una alienación económica, pues los frutos del trabajo del
obrero no recaerán en sí mismos o en sus iguales, sino en
los de una clase superior.

Alienación social La alienación económica da lugar a una alienación social


pues serán dos clases sociales enfrentadas: burguesía y
proletariado (dueños de los medios de producción y
trabajadores).

Alienación política El Estado es un instrumento de la clase dominante para


mantenerse en el poder, no les interesan los conflictos, por
tanto le interesa mantener la división de clases.

Alienación religiosa La religión es “el opio del pueblo”, lo que significa que
manipula al obrero haciéndole pensar que sus penalidades
serán recompensadas tras la muerte. Justificando así el
sufrimiento.

Para Marx, la manera de salir de estas alienaciones sería cambiando el sistema


económico. Solo repartiendo la plusvalía entre todos los trabajadores, revirtiendo en todos
por igual, finalizaría el enfrentamiento entre clases sociales, no habría necesidad de
gobierno ni Estado, ni sería necesario creer en una vida posterior, puesto que todos
seríamos felices. Las alienaciones desaparecerían llegando a un sistema en el que todo
sería de todos, el comunismo, y sería el fin de los cambios dialécticos en la historia.

3.2 Nietzsche

Pertenece a la filosofía de la sospecha porque para él lo que nos hace hombres no


es la razón, sino vivir la vida (el vitalismo).

En la antigua Grecia, existía un equilibrio entre dos dioses: Apolo y Dionisos. Apolo
es el dios de la razón, del equilibrio, del orden, mientras que Dionisos, es el dios del
desenfreno, del vino, de la orgía y la festividad. Para Nietzsche, el culpable del
desequilibrio entre los dos dioses fue Sócrates (V a.C, antigua), cuando elige morir antes
que retractarse, por lo que antepone la razón a la vida.

La cultura occidental sigue sustentada bajo estos pilares de la razón, por lo que
Nietzsche considera, que hay que realizar una transmutación de estos valores, es decir,
anteponer la vida a la razón. El único que puede conseguirlo es el superhombre, que deja
de vivir el tiempo de forma lineal, sino como un eterno retorno.

También culpará a la religión católica de promover una moral de “borregos” que nos
impide vivir la vida con plenitud. Nietzsche anunciará con su célebre frase “Dios ha
muerto” la crisis de valores de occidente.
3.3 Freud

Para Freud, lo que verdaderamente impulsa nuestros actos no es la razón, sino el


inconsciente, que gobierna la mayor parte de nuestros actos. Distingue en la mente del
ser humano tres partes:

Consciente Parte mental en la que nos damos cuenta de nuestros actos


Preconsciente Parte mental intermedia entre el consciente y el inconsciente,
que selecciona los pensamientos y recuerdos que se pueden
mostrar en el momento en que se necesitan, y lo que debe estar
escondido

Inconsciente Es el espacio donde se ubican nuestros deseos, miedos y


recuerdos dolorosos de manera latente

Se relacionan, además, con las siguientes dimensiones de nuestra personalidad:

Yo Usa la razón y la reflexión, busca el


equilibrio psíquicamente sano.
Super yo Instancia crítica, compara al yo con su
propio ideal, también es fruto del exterior.
Ello Instintos y deseos, parte ilógica, guiado por
el principio de placer.

Según Freud, cuando estamos conscientes, existe un muro llamado censura que
no permite el paso de los deseos y recuerdos reprimidos al consciente, pero cuando
estamos dormidos, el muro baja y según Freud, cuando soñamos se muestran nuestros
miedos o deseos más íntimos

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