El Señorio de CRISTO
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EL SEÑORÍO DE
LA VIDA
CRISTO Y EN EL
ESPÍRITU
A nosotros nos atrae lo co m p l i ca d o , al Señor le a g r a d a
la s i m p l i c i d a d . E l Señor no quiere co m p l i ca r n o s la vida,
É l vino a simpli fi car nos la vida; Mi yugo es fácil y ligera
m i carga
CONDICIÓN D E L H O M B R E B A J O E L
SEÑORÍO D E L HO M B R E .
El p a n o ra m a del ho mb re bajo el
señorío del ho mb re lo plantea el apóstol
c u a n d o afirma: «no le glorificaron co m o «El ho mb re sin Cristo, bajo su
Dios, ni le dieron gracias, sino qu e se propio señorío, está muerto, sigue la corriente
envanecieron en su razonamiento, y su de este m u n d o , conforme al príncipe de la
necio corazón fue entenebrecido(...)». potestad del aire, hace, es voluntad de la
carne y de los pensamientos, hijos de ira» ( E n
«No hay justo ni aún uno; no hay quien entienda, Efesios 2:3).
no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a
Ahora bien, la predicación tiene qu e
una se hicieron inútiles. No hay quien haga lo
ver co n el hombre, a él está dirigida,
bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es debido a su condición. L a respuesta de
su garganta, con su lengua engañan, veneno de Dios, es la s impl i c i da d de la predicación.
áspides hay debajo de sus lenguas. Su boca está
llena de maldición y de amargura. Sus pies se Por eso las preguntas son relevantes,
apresuran para derramar sangre. Quebranto y ¿qué mensaje estamos predicando y
desventura hay en sus caminos y no conocieron el enseñando a nuestros hijos? ¿cómo estamos
camino de paz...no hay temor de Dios delante de viviendo? ¿bajo nuestro señorío? ¿bajo el
sus ojos» (Romanos 3:10). señorío de Cristo, o por y para nosotros
mismos?
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L a pregunta, a u n q u e suene u n poco extraño «El bautismo que corresponde a esto ahora nos
entre nosotros. salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino
¿Qué lugar o c u p a Jesús en nuestra vida, en como la aspiración de una buena conciencia hacia
nuestra predicación y enseñanza? Dios) por la resurrección de Jesucristo» (1 Pedro
3:21).
L a p r e d i ca c i ó n se ce n t ra en Crist o
3. E l arrepentimiento en S u n o m b r e
E l lugar qu e o c u p a Cristo en nuestra
predicación y enseñanza, determina la eficacia «Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario
de ella. que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos
al tercer día; y que se predicase en su nombre el
E n Hechos 9:20 se dice Pablo: « En seguida arrepentimiento y el perdón de pecados en todas
predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo
que éste era el Hijo de Dios»
las naciones, comenzando desde Jerusalén» (Lucas
«Y c u a n d o Silas y Timoteo vinieron 24:26-27).
de Macedonia, Pablo estaba entregado por Dios d e m a n d a el arrepentimiento. (Hechos
entero a la predicación de la palabra, 2:37-39).
testificando a los judíos que Jesús era el «A este, Dios ha exaltado con su diestra por príncipe y
Cristo»(Hechos 18:5).
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Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,
de pecados» (Hechos 5:31). los que hayamos quedado, seremos arrebatados
«Entonces oídas estas cosas, callaron, y glorificaron juntamente con ellos en las nubes para recibir al
a Dios, diciendo: !De manera que también a los Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!» Señor» (1Tesalonicenses 4:14-17).
(Hechos 11:18).
Otros antecedentes b í b l i c o s
“Que con mansedumbre corrija a los que se oponen,
por si quizá Dios les conceda que se arrepientan E l centurión reconoció el señorío de Cristo. «Yo
para conocer la verdad» El hombre debe soy u n hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis
responder. Se requiere su respuesta (2 Timoteo órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al
2:25). otro: Ven, y viene; y a m í siervo: H a z esto y lo
hace. Solamente di la palabra, y m i criado
«Porque, aunque os contristé con la carta, no me sanará. Al oírlo Jesús se maravilló, y dijo a los
pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que que le seguían: De cierto os digo, que ni a ú n
aquella carta, aunque por algún tiempo os en Israel he hallado tanta fe» (Mateo 8:5-10).
contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido
La g ra n comisión está f u n d a m e n t a d a en la
contristados para arrepentimiento; porqué habéis
sido contristados según Dios, para que ninguna declaración: «Toda potestad me es dada en el
pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la cielo y en la tierra» (Mateo 28:18).
tristeza que es según Dios produce arrepentimiento
para salvación, de lo que no hay que arrepentirse; Viv i r lo qu e p r e d i c a m o s y e n s e ñ a m o s
pero la tristeza del mundo produce muerte»(2
Corintios 7:8-10). A n d a r bajo el señorío de Cristo equivale a
andar en el
Espíritu. E l imperativo de
«Dios habiendo pasado por alto los tiempos de «andar en el Espíritu» es posible teniendo en
nuestra ignorancia, ahora manda a todos los cuenta la realidad de haber nacido de
nuevo, tener mente, corazón y espíritu nuevo.
hombres, en todo lugar, que se arrepientan» (Hechos
17:30).
L A VIDA EN E L ESPÍRITU
4 No sólo se debe sentir dolor, deber haber
tamb ié n u n ca m b i o de mente respecto de E l homb r e consta de dos dimensiones
Cristo, respecto de uno mismo. (Isaías 55:7). la carnal y la espiritual. L a carne plantea u n
4Lamentar no es suficiente: Esaú, S a ú l y pr obl em a en la relación con Dios porque «no
J u d a s se lamentaron por las consecuencias de se sujeta a la ley de Dios, ni t amp oco puede».
sus actos, no por los actos, no por el pecado, Porque «la carne siempre está enferma». Es
sino por las consecuencias del pecado. decir, la carne no es a fín con Dios. Por tanto,
queriendo Dios relacionarse con el homb r e
y tener co m u n i ó n con él, solo encontró u n a
4. L a ve n i d a de Cristo co mo sello de s u manera, su Espíritu. Por eso h a derramado de
resurrección y señorío su Espíritu y h a hecho énfasis en vivir en esta
dimensión.
Pregunta obvia, clara, evidente, qu e no tiene E l apóstol Pabl o nos dice en R o m a n os 8:5:
dificultad. Co n respuesta obvia, clara, evidente, «Porque los que son de la carne piensan en las cosas
qu e no tiene dificultad. de la carne; Pero los que son del Espíritu, en las
cosas del Espíritu».
«Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así
Vivir en la carne o según la carne es
también traerá Dios con Jesús a los que durmieron complacerse en las cosas qu e la carne
en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del d e m a n d a , no necesariamente pecaminosas,
Señor : que nosotros que vivimos, que habremos pero obviamente en mayor grado las qu e lo
quedado hasta la venida del Señor , no son.
precederemos a los que durmieron. Porque el Señor
mismo con voz de mando, con voz de arcángel,
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en Cristo
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