Abuso y Negligencia Infantil

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Abuso, maltrato y negligencia infantil

El abuso infantil es una realidad lamentable que afecta a muchos niños en todo
el mundo. Es fundamental estar informado sobre cuáles son los riesgos que
pueden enfrentar los más pequeños y cómo podemos contribuir a reducir este
tipo de violencia. Además, es crucial familiarizarse con las señales que pueden
indicar que un niño está siendo víctima de abuso, para poder actuar de manera
oportuna y proteger su bienestar.

Tipos de abuso

El abuso físico ocurre cuando el cuerpo de un niño se lastima al golpearlo,


patearlo, sacudirlo, quemarlo u otra fuerza. Según un estudio, aproximadamente
1 de cada 20 niños sufre abuso físico durante su vida.

El abuso sexual implica un comportamiento sexual que el niño no comprende o


no consiente. Incluye actividades como caricias, contacto oral con la zona
genital y contacto genital o rectal. Esto también incluye exhibicionismo,
voyeurismo y exposición a la pornografía. Las investigaciones muestran que una
de cada cuatro niñas y uno de cada ocho niños sufren abusos antes de los 18
años. Más del 90 por ciento de las víctimas de abuso infantil conocen a su
abusador.

El abuso psicológico o emocional resulta de todo lo anterior, pero también


puede estar asociado con el abuso verbal, que puede dañar el sentido de
bienestar personal o emocional del niño.

La negligencia infantil puede incluir negligencia física (no proporcionar comida,


ropa, refugio u otras necesidades físicas), abuso emocional (falta de afecto,
comodidad o afecto), negligencia médica o educativa (no proporcionar el
tratamiento adecuado), o educación. o negligencia en el mantenimiento (falta
de mantenimiento adecuado).

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Signos y síntomas presentes en un niño abusado.

No siempre es fácil saber si un niño está sufriendo abuso. Los niños víctimas de
abuso suelen tener miedo de contárselo a alguien, piensan que se les criticará o
no se les creerá.

Los padres también tienden a ignorar los signos y síntomas del abuso, ya sea
porque no creen que esté sucediendo o porque temen lo que podría pasar si la
gente se entera. Sin embargo, los niños heridos necesitan apoyo especial y
asistencia inmediata.

Algunos signos que podemos encontrar son los siguientes:

1. Bebé incapaz de moverse debido a una lesión.


2. Moretones en áreas específicas para menores de 4 años (torso, orejas o
cuello).
3. Lesiones como quemaduras, moretones o fracturas que a la hora de
explicar su razón no tenga sentido o falte coherencia.
4. El niño directamente avisa.
5. Dolor en el área genital, así como sangrado y flujo.
6. Aumento o falta de peso de forma extrema.
7. Enfermedades de transmisión sexual.

Por otro lado los niños pueden cambiar su forma de ser:

1. La autoestima baja abruptamente.


2. Escapa de casa o intenta.
3. Tiene un comportamiento sexual no apto para su edad.
4. Rendimiento bajo en la escuela.
5. Se vuelve pasivo o agresivo.

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¿Se puede prevenir la negligencia y el maltrato?

La respuesta es un claro sí, nuestro deber como padres o mayores es brindarle la


confianza a nuestros menores de que pueden hablarnos si alguna de las
situaciones mencionadas antes llegarán a sucederle, incluso la comunicación
sobre el tema podría ser de gran ayuda para que el menor identifique lo bueno y
lo malo, así como lo que debe o no permitir.

La mejor manera de prevenir el abuso físico y sexual fuera del hogar es la


supervisión personal y la participación en las actividades de los niños. Preste
mucha atención a los informes sobre sus hijos y sus reacciones ante sus
experiencias en la escuela y la guardería. Siempre debemos investigar si el
menor habla de haber sido abusado o muestra cambios de comportamiento
inesperados e inexplicables.

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