Histologia Pulpa 2023

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 52

HISTOLOGÍA DENTAL

Dra. Mónica Salas Rojas


La pulpa es el único tejido blando
del diente, proviene de tejido
ectomesenquimático y se aloja
en la cámara pulpar, en donde
se extiende desde el techo y
cuernos pulpares hasta los
forámenes apicales en el ápice
de la(s) raíz (raíces).
Se considera como parte del
complejo pulpo-dentinario por el
origen embrionario que comparte
con la dentina y porque aloja los
cuerpos celulares de los
odontoblastos, células que
mediante sus prolongaciones en
los conductos dentinarios la
sustentan.
La pulpa corresponde a un tejido
conectivo laxo que presenta una profusa
vascularización e inervación y aloja en su
periferia (en la interfase pulpa-dentina)
los cuerpos celulares odontoblásticos.

La pulpa se compone en un 75% de agua


y en un 25% de materia orgánica.
La materia orgánica consta de células y
matriz extracelular, la cual a su vez
consta de fibras y sustancia fundamental.
a. Odontoblastos
b. Fibroblastos
c. Células ectomesenquimáticas
c. Macrófagos
d. Células Detríticas

a. Fibras Colágenas
b. Fibras reticulares
c. Fibras Elásticas
a. Odontoblastos

Son células específicas y


típicas del tejido pulpar.
Se disponen en la periferia
adyacente a la predentina
y lo hacen formando una
empalizada denominada
capa odontoblástica.
a. Odontoblastos
La densidad poblacional y
el tamaño de los
odontoblastos es mayor en
la zona coronaria y
disminuye progresivamente
hacia la porción radicular.
a. Odontoblastos
Los odontoblastos presentan características
morfológicas según su estado funcional.

• En un estado de secreción activa se


presentan como células cilíndricas altas
con núcleos grandes dispuestos en la
base.
• En estados basales alcanza un
promedio de 0,2 a 0,7mm. de longitud,
ocupando en la mayor parte de su vida
el tercio interno de los túbulos
dentinarios.
a. Odontoblastos

En estados basales alcanza


un promedio de 0,2 a 0,7mm.
de longitud, ocupando la
mayor parte de su vida el
tercio interno de los túbulos
dentinarios.
b. Fibroblastos
Es la población celular más
numerosa de la pulpa,
alcanzando sus máximos en
la porción coronaria.
Su función es eminentemente
secretora de precursores de
fibras colágenas, reticulares y
elásticas y de la sustancia
fundamental.
b) Fibroblastos
Lo que les permite constituir una
suerte de andamiaje que soporta
al tejido. En la adultez, los
fibroblastos disminuyen
considerablemente su actividad
secretora.
Con lo cual se diferencian en
fibrocitos: células redondeadas,
de núcleos con cromatina
condensada, citoplasma poco
basófilo y escaso.
b) Fibroblastos

Los fibroblastos son los


encargados de reformar y
renovar la matriz, tanto de las
fibras como de la sustancia
fundamental.
También denominadas
ectomesenquimáticas
indiferenciadas o células madre
de la pulpa.
Se caracterizan por su origen en
el ectodermo de las crestas
neurales.
Por su capacidad de diferenciarse
en odontoblastos y en fibroblastos se
le considera como una población de
reserva celular.

La población de células
ectomesenquimáticas decae con el
envejecimiento.

Se encuentran en la región
subodontoblástica y en la proximidad
de los capilares sanguíneos.
Tienen un aspecto estrellado y
un tamaño pequeño.

Las células ectomesenquimáticas


de la zona periapical se pueden
diferenciar en cementoblastos y
osteoblastos, además de
fibroblastos y odontoblastos.
Como miembros del sistema fagocítico
mononuclear, provienen de monocitos y
tienen actividad fagocítica.
Su función consiste en fagocitar y digerir
agentes patógenos, células obsoletas y
sus restos presentes en la pulpa, como
así tienen funcionalidad de presentación
de antígenos.
Estructuralmente similares a los macrófagos, se
caracterizan por la presencia de múltiples prolongaciones
citoplasmáticas y por la exhibición de moléculas MHC-II.
Si bien se encuentran en toda la pulpa, se concentran en la
región paraodontoblástica bajo la capa odontoblástica y
pueden llegar a introducir sus prolongaciones en los túbulos
dentinarios.
Su función es actuar como células presentadoras de
antígeno ante la presencia de invasores patógenos y se
desempeñan de forma cooperativa con los macrófagos.
Se ha comprobado la presencia de linfocitos, plasmocitos,
eosinófilos y mastocitos, como así de las denominadas
células Höhl. Provienen de la última división mitótica de la
célula preodontoblástica, de dicha división surge un
odontoblasto y una célula de Höhl.
Constituidas por colágeno tipo I,
el cual corresponde al 60% del
colágeno pulpar.
Se presentan en mayor densidad
en la región radicular, dónde
además se disponen de forma
paralela muy regular.

Se presentan también en la MEC


pulpar cantidades significativas
de colágeno III, IV, V y VI.
Compuestas por fibrillas de
colágeno tipo III asociadas a
fibronectina.
Se disponen de forma desordenada
en casi todo el tejido pulpar,
exceptuando la zona
odontoblástica, donde se engruesan
y se disponen entre los cuerpos
celulares de los odontoblastos,
formando un verdadero andamiaje
(plexo de Von Korff).
Compuestas de elastinas, son muy escasas en la pulpa
y sólo se encuentran en las paredes de las arteriolas.
La sustancia fundamental o
matriz extracelular amorfa,
está constituida por
proteoglicanos y agua.
Los proteoglicanos, están
formados por un núcleo
protéico y cadenas lateralas
de glicosaminosglicanos.
Histológicamente se pueden
reconocer cuatro regiones en la
pulpa determinadas por la
disposición de sus componentes
celulares, desde la predentina
hacia la pulpa:
1. Zona odontoblástica
2. Zona subodontoblástica
3. Zona rica en células
4. Zona central.
a. Zona Odontoblástica:
Formada por los odontoblastos
dispuestos en forma de
empalizada y por las células
subodontoblásticas o de Höhl.
Los odontoblastos se unen entre sí
mediante uniones ocluyentes y
desmosomas en las proximidades
a la predentina y uniones
comunicantes entre sus paredes
laterales.
También llamada zona
oligocelular de Weil,
sitúa por debajo de la
anterior y debe su
nombre a la pobre
población celular que
presenta.
Sus dimensiones aumentan
con la edad y se puede
identificar en ella un plexo
nervioso (de Rashkow), un
plexo capilar (plexo capilar
subodontoblástico) y células
dendríticas y los denominados
fibroblastos
Subodontoblásticos.
Los que se mantienen
comunicados con los
odontoblastos y con las
células de Höhl por uniones
comunicantes o gap
junctions.
Como su nombre indica, se
caracteriza por la gran
población celular que la habita,
en la que destacan las células
ectomesenquimáticas y los
fibroblastos que originan las
fibras de Von Korff.
La población de esta zona y sus
dimensiones aumentan con la
edad.
Corresponde al espesor del
tejido conectivo laxo que
conforma la pulpa y como tal
presenta esencialmente
fibroblastos, macrófagos,
células dendríticas y células
ectomesenquimáticas entre
escasas fibras en una MEC
abundante.
Los vasos sanguíneos ingresan
a la pulpa acompañados de
las fibras nerviosas por los
forámenes apicales de la raíz.
Por el pequeño tamaño de la
cámara pulpar, los vasos
sanguíneos están limitados a
arteriolas, vénulas y capilares.
En la porción coronaria los
vasos se ramifican en otros
de menor calibre hasta
formar un fino plexo vascular
subodontoblástico, cuyos
capilares están contenidos
en el espesor de la zona
oligocelular.
Se le atribuye la función de
regulación del flujo sanguíneo
intrapulpar.
Una particularidad del flujo
sanguíneo pulpar es su
velocidad, la que alcanza
unos 0,3 a 1mm/seg en las
arteriolas, siendo el más
rápido del organismo
humano.
La cantidad de sangre en flujo
en la pulpa también se asocia
directamente a la sensibilidad,
ya que al elevar el umbral de
las fibras nerviosas aumenta la
sensación dolorosa.
Los vasos linfáticos son
especialmente numerosos
en la zona central de la
pulpa.
Tienen su origen en la zona
subodontoblástica y central
que drenan en vasos
mayores.
Los que salen del diente por
los forámenes apicales y
que drenan en los vasos
linfáticos del ligamento
periodontal. Éstos a su vez lo
hacen a los vasos linfáticos
submandibulares, cervicales
profundos y
submentonianos.
La pulpa se encuentra inervada por
fibras mielínicas y amielínicas de
función sensitiva y autónoma.

Estas fibras autónomas ingresan a la


pulpa junto con los vasos por los
forámenes apicales para dirigirse
esencialmente a la túnica de
musculatura lisa de las arteriolas, con lo
que controlan de forma adrenérgica y
colinérgica la vasodilatación y la
vasoconstricción respectivamente.
Las fibras sensitivas corresponden a
fibras provenientes de los nervios
alveolares superiores posteriores,
medios y anteriores para los dientes
superiores y del nervio alveolar inferior
para los inferiores.
La función inductora de la
pulpa está relacionada a la
función de inducción del
complejo pulpo-dentinario,
que se pone de manifiesto en
el proceso de amelogénesis,
ya que la pulpa sustenta la
dentina y es sobre ésta donde
se realiza la amelogénesis.
La función esencial del tejido
pulpar es la formación de la
dentina (primaria, secundaria
y terciaria), la cual es a su vez
responsabilidad de los
odontoblastos, todos alojados
en la pulpa.
Por medio del tejido pulpar y
su irrigación, los odontoblastos
son proveídos de los
metabolitos y señales
necesarias para la síntesis y
sustentación de la dentina,
6. Histofisiologi:

La pulpa es el tejido dental que


contiene por excelencia la inervación
del diente y por ello es responsable de
la sensibilidad de la pulpa y de la
dentina. Las fibras sensitivas del diente
son vías aferentes de terminaciones
nerviosas libres para el dolor, por lo
cual su estimulación tiene importancia
clínica para el diagnóstico.
La estimulación de las fibras
dentinarias originan una
sensación dolorosa aguda y
efímera, mientras que la
estimulación de las fibras
sensitivas pulpares trae consigo
un dolor pulsátil y persistente.
Elaboración de dentina peritubular:
ante la noxa dentinaria, los
odontoblastos, alojados en la
pulpa, secretan dentina peritubular
para impedir la invasión de
patógenos hacia la cámara pulpar
por medio de los túbulos
dentinarios.
Elaboración de dentina terciaria
reparativa o reaccionaria: Esta
dentina es elaborada por las células
ectomesenquimáticas de la pulpa y
se produce por deposición en el
límite pulpo-dentinario, provocando
una disminución del tamaño de la
cámara pulpar.
Se produce una reducción del volumen
pulpar por la deposición continua de
dentina secundaria.

Producto de la disminución del volumen


pulpar se observa la obliteración de
algunos vasos en pulpas envejecidas.
La disminución de la población celular se
produciría por disminución de la cantidad
de células indiferenciadas.

Desde la adultez a la vejez la población


celular de la pulpa se reduce cerca de un
50%, aunque no existen pruebas
concluyentes de una disminución
cuantitativa, pero sí cualitativa.
La pulpa sufre una variación
estructural que la lleva con el
envejecimiento a parecerse a un
tejido conectivo semidenso por el
aumento de las fibras de
colágeno y una disminución de la
sustancia fundamental amorfa.
Especialmente en la zona central de la
pulpa se observan fenómenos de litiasis,
los que son normales con el
envejecimiento y patológicos en
estados juveniles.
Esta litiasis forma los denominados
cálculos pulpares o pulpolitos, los que
se forman por la deposición mineral
sobre el colágeno de la MEC.

También podría gustarte