Resumen Final
Resumen Final
Resumen Final
América Latina se caracteriza por tres fenómenos: primero ser una región de escasos conflictos bélicos internacionales.
Segundo, existen una larga tradición de un proyecto unificador, conformación de la más importante organización regio-
nal. Tercero, la soluciones que han llevado a cabo de forma pacífica para resolver los conflictos.
Tradición unificadora: la unión americana formo parte de la literatura, lideres revolucionarios y de proyectos de
los nuevos estados. Los primeros periodos que se pueden reconocer, fue en la época colonial cuando los lideres
independentistas de las colonias españolas en América buscaban romper con el control metropolitano. En
1848, los representantes de Perú, Bolivia, Chile, Nueva Granada y Ecuador, se reunieron para establecer un
tratado para sostener su soberanía y respetar la independencia de estas, buscaban evitar un conflicto por cues-
tiones limítrofes.
En 1856, EE. UU. enviaba a sus filibusteros a Nicaragua para generar una presión en el país, por otro lado, los
países de Chile, Perú y Ecuador se reunían nuevamente para establecer un acuerdo de unión continental, abier-
to a cualquier país latinoamericano que quisiera unirse. Las ideas imperiales de las grandes potencias europeas
y la nueva amenaza de EE. UU., ponía en peligro la soberanía de los países latinoamericanos que veían retroce-
der sus intereses con la restauración de la corona española en Santo Domingo, la intervención francesa en
México, la ocupación de las islas peruanas o los bombardeos al puerto de Valparaíso. Los estados americanos
se unían para defender su independencia, soberanía e integridad.
En 1930, luego de la crisis económica, la integración regional cobro nuevo impulso por la idea de conformar
uniones aduaneras, pero estas uniones no fueron posibles por las políticas de industrialización sustitutiva que
se llevó a cabo.
Sistema regional institucionalizado: existieron 3 grandes momentos diferenciados por factores internos como
externos:
1889-1920: comprende las primeras cuatro conferencias, en esta etapa los países lograron integrarse a
la división internacional del trabajo, como proveedores de materia prima y consumidores de manufac-
turas importadas. En esta época, surge un sentimiento de antiimperialismo, tanto de aquellos países
que por años lo estuvieron implementando como la nueva potencia que surgía en el continente y
también tenía actitudes imperiales, como era EEUU.
1920-1948: se denomina crisis, rehabilitación y auge del panamericanismo, esta se divide en 3 subpe-
riodos:
1. Conferencias de Chile 1922 y La Habana 1928: momento de mayor tensión del Sistema, ma-
nifestaciones en torno al intervencionismo estadounidense en Nicaragua, sentimiento anti-
imperialismo norteamericano, a EEUU le costaba más mantener su poder frente a los recla-
mos del principio de no intervención.
2. Conferencia de Montevideo 1933, Buenos Aires 1936, Lima 1938 y las reuniones realizadas
durante la segunda guerra: cambio de la gobernanza norteamericana con Roosevelt, con la
iniciativa de la Buena Vecindad, el presidente logro destrabar muchos conflictos que tenía
con la región, en la conferencia de Uruguay se estableció que ningún Estado tiene derecho de
intervenir en los asuntos internos o externos de otro” y ratificado luego en Argentina. El es-
píritu cooperativo se hizo presente, logrando un fortalecimiento del Sistema, ampliándolo en
distintas áreas políticas, económicas y militares a través de distintas organizaciones o reunio-
nes.
3. Conferencia extraordinaria de Chapultepec 1945, Rio de Janeiro 1947 y Bogotá 1948: con la
conferencia de México se produce la performance de este Sistema Interamericano que había
creado; los países coincidían en la necesidad de fortalecer la cooperación económica, como la
creación de un esquema de defensa colectiva o sus papeles dentro de las organizaciones
mundiales. Luego en la conferencia de Brasil y Colombia se responde a dos demandas que
surgió de Chapultepec, la constitución de mecanismos de asistencia recíproca que garantice
la paz y seguridad y la consolidación institucional del Sistema Interamericano.
1948-1996: se presentan dos subperiodos:
1. 1948-1975: EEUU busco que durante la guerra fría los países latinoamericanos, acomodaran
sus políticas con las que ellos pretendían. De todas formas, los gobiernos latinos no tenían
afinidad con el marxismo-leninismo. Los alineamientos con los EEUU se producían por afini-
dades políticas o ideológicas, pero también por canjes económicos. Se producía una subordi-
nación política hacia los Estados Unidos
2. 1975-1996:
Tres elementos relevantes se observan en los comportamientos exteriores del sistema Latinoamericano:
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Condición americana: es el conjunto de datos históricos y culturales acumulados, que han moldeado la auto-
percepción o la forma en que se mira a la región. Esto abarca la sociabilidad, experiencias, creencias y repre-
sentaciones.
Cohabitación con un poder hegemónico: desde sus comienzos los norteamericanos se vieron asi mismos como
los elegidos por la providencia para iluminar la humanidad, esto logro que fueran los primeros en independizar-
se y establecer un gobierno republicano, modelo que se proyectó en los demás países de América, sin embar-
go, pronto los gobiernos latinos se dieron cuenta que serian afectados por las ideas expansionistas continenta-
les que tenían los norteamericanos. Bolívar (1829) “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia
para plagar a la América de miseria en nombre de la libertad”. La cohabitación comuna gran potencia genera
dos reacciones: la primera, facilita actitudes solidarias destinadas a sostener un eje de resistencia de tipo com-
pensador para contenerla, poniendo limite a su discrecionalidad, se busca un equilibrio del poder; la segunda,
algunos se alinearán con el poder dominante en promesa de mejores ventajas y facilidades, para lograr un
mejor desenvolvimiento o mejorar su posición frente a los vecinos, se da un polarización del sistema, permi-
tiendo mayores recursos de poder a quien lo detenta.
Estatus periférico: las condiciones impuestas por los países desarrollados, los define en su forma de inserción
en el escenario internacional. La región se insertó en el mercado mundial como proveedor de productos agríco-
las y minerales, los países latinoamericanos solo buscaron una relación directa con los países centrales sin lo-
grar una integración regional que permitiera superar su aislamiento interno. Esta inserción fue acompañada
por políticas librecambistas, que fueron planteada desde el centro, pero aplicada por elites locales que alinea-
ban sus planes con las exigencias que los países centrales establecían, para lograr mayores ventajas frente a la
sociedad.
Regionalismo vs Universalismo
En el sistema regional los latinoamericanos debieron resolver dos dilemas:
Relación entre instancia regional y universal
Relación entre demandas de desarrollo y de seguridad
Los delegados latinoamericanos en la segunda conferencia de La Haya, se mostraron más activos y cohesionados, con
iniciativas pacifistas, propiciando el desarrollo del derecho internacional, mantenimiento del equilibrio con presencia de
los estados más débiles y la igualdad jurídica de los Estados.
La guerra les ofrecía a los países latinos nuevas oportunidades para posicionarse de igual manera que los países centra-
les, la Conferencia de Paris se les ofreció a los países neutrales adherirse al pacto y constituirse como miembros funda-
dores de la Sociedad de las Naciones en condiciones de igualdad.
Desarrollo vs Seguridad
En la región la preocupación general era sobre el desarrollo más que de seguridad, por lo que existían cierta discrepan-
cia entre las agendas políticas de los países latinoamericanos que la norteamericana, existían dos discrepancias:
Diferencias sobre la importancia con desarrollo y seguridad, los latinoamericanos defendían sus intereses sobre
el desarrollo que, de seguridad, ya que si querían evitar amenazas debían lograr una equidad y bienestar en sus
sociedades.
Discrepancias sobre las vías de desarrollo, Washington planteaba vías liberales ortodoxas (libre mercado, IED,
cambios libres, etc.) de otro lado, los latinoamericanos planteaban, nuevas funciones del Estado como organi-
zador de la economía, cooperación internacional, equidad internacional, etc.
Con el fin de la primera guerra, los problemas económicos postguerra comenzaron a ser más importantes. La presenta-
ción del Plan de recuperación post-guerra para Europa, fue visto con buenos ojos por los latinos que veían este plan
como una guía para que luego se implementara en nuestro continente. Pero al contrario de lo que pensaban los latinos,
EEUU sostuvo que no tenía los recursos como para acudir en auxilio a la región y recomendaba recetas neoliberales.
Las orientaciones diplomáticas latinoamericanas de esta época estaban marcadas por metas en desarrollo económico y
social.
Latinoamérica se la presenta como una zona libre de conflictos, pero esto significa un escenario libre de guerras interes-
tatales, pero no significa un lugar tranquilo sin enfrentamiento, en la mayoría de los países se vivieron grandes agitacio-
nes, pero internas.
Rasgos de los conflictos en América latina:
La mayoría de los conflictos son por problemas territoriales y control o acceso a los recursos naturales.
La mayoría de los litigios territoriales se resolvieron de forma pacífica.
La mayoría de los conflictos se fueron activando y desactivando a través del tiempo.
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La evolución de los conflictos se relaciona con los rasgos, componentes y actores de la política interna que se
involucran.
De todos los conflictos ocurridos en la región, muy pocos son considerados como guerra.
Guerras en la región cronológicamente:
1810-1860:
Guerra entre Brasil y Provincias Unidas (1825-1828)
Primera Guerra del Pacifico, entre Chile y la Confederación Peruana-boliviana (1837-1839)
1860-1885
Guerra de la Triple Alianza, entre Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay (1865-1870)
Segunda Guerra del Pacifico, Chile contra Bolivia y Perú (1879-1883)
1885-1942
Guerra del Chaco, Bolivia contra Paraguay (1932-1935)
Guerra entre Perú y ecuador (1941-1942)
Kacowicz sostiene que en general, “los estados mantienen relaciones pacificas por un periodo de al menos 30 años,
aunque guerras civiles, conflictos domésticos y violencia pueden ocurrir al interior de sus fronteras, asi como crisis y
conflictos internacionales”.
Kacowicz Arie – La larga paz sudamericana
Nuestra región se caracteriza por una zona libre de enfrentamientos entre los estados, esta larga paz sudamericana
tiene distintas explicaciones dependiendo de la teoría que se aborda:
Explicaciones liberales o grociana:
1. Regímenes políticos, democratizaciones y paz regional.
Se producen procesos de democratización en los años 70 y 80 que contribuyen a la paz, especialmente entre
los principales países del cono sur (Argentina, Brasil y Chile) a pesar de esto no se puede entender a la demo-
cracia como formador de la paz, ya que esta ha precedido a pesar de los regímenes que se encontraran en los
países. Aunque no sea la fomentadora de dicha paz, la democracia lo que ha permitido es una calidad de paz,
permitiendo la creación de espacios comunes para la cooperación económica e integración, para que estos
espacios crecieran era necesario contar con una democratización de los estados que permitieran la coopera-
ción regional. Por lo que la consolidación de la democracia y la integración regional se vieron mutuamente
vinculadas.
2. Dependencia, desarrollo económico y prosperidad
América del sur no se considera una región desarrollada pero sus tres principales países, Argentina, Brasil y
Chile han alcanzado niveles de desarrollo económicos superiores, con una fuerte ideología al crecimiento y
desarrollismo económico, lo que permitió una paz general en la región. La región se caracterizó de una depen-
dencia económica con las potencias extranjeras como proveedores de materia prima, lo que demanda una paz
para prosperar el intercambio comercial y financiero con los países de la región y con los grandes mercados del
norte.
3. Integración económica e interdependencia
En la región se dieron distintos tipos de cooperación comercial e integración económica, algunos subgrupos
han logrado profundizar los lazos económicos, sociales y políticos entre sus miembros. Se produce interdepen-
dencia económica e integración.
4. Base cultural común y consensus normativo
Los países sudamericanos a través del tiempo desarrollo la cultura diplomática que logro resolver los proble-
mas sin recurrir a la violencia. Recurriendo al derecho internacional lograron resolver los conflictos de forma
pacífica, construyendo entre los países del sur un consensus normativo que se tradujo en instrumentos legales
como el Tratado de Tlatelolco sobre la prohibición de armas nucleares en América Latina, este consensus se
basa en cuatro normas que comparten los países: la primera, reconocimiento de las ex-fronteras coloniales; la
segunda, el principio de coexistencia pacífica; tercera, principio de no intervención y mutuo respeto a la sobe-
ranía; cuarta, solución pacífica de los conflictos.
Explicaciones realistas y geopolíticas:
1. Rol pacificador de EEUU y Brasil
Con el desarrollo de grandes centros comerciales, los países fueron logrando mejores posiciones lo que coloca
a países como EEUU en potencias hegemónicas que buscan la estabilidad regional para seguir ejerciendo esa
superioridad. Lo mismo pasa con Brasil, que, si bien a nivel mundial el país no era una potencia, en la región
era de gran importante y con un gran poder hegemónico regional. Pero el rol de EEUU para mantener la paz no
fue tan directo, si bien se preocupaba por lo que pasaba en el patio trasero, ello no significaba que mantuviera
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políticas firmes para la región y el mantenimiento de la tranquilidad, por el contrario, Brasil fue un gran regente
de la paz en el continente, garantizando la estabilidad internacional y el statu quo regional, debido a su gran
extensión territorial y una frontera enorme que comparte con casi todos los países del continente sudameri-
cano, por lo cual le favorecía mantener la calma y asegurar asi las fronteras.
2. Formación de un balance de poder regional
La paz en el continente sudamericano se debe al balance de poder que se observa en el mismo, conformado
por alianzas entre los países para hacer frente a otro país del continente, estas relaciones son temporales por-
que las relaciones mutaban dependiendo contra quien se enfrentaban.
3. Amenazas externas
La paz se logró por medio de alianzas regionales frente al miedo de ataque externo a la región. Por su pasado
común sobre el colonialismo, los países latinos lograron formar alianzas frente al retorno del absolutismo euro-
peo, pero luego en el siglo XX, la amenaza dejo de ser Europa y paso a ser EEUU, con su lógica expansionista e
intervencionista. Aunque las amenazas externas a principios del siglo XX y luego de la Segunda Guerra Mundial,
fueron escasas o mínimas.
4. Aislamiento geográfico, irrelevancia e impotencia bélica
Los países sudamericanos se encuentran ubicados geográficamente alejados de los grandes centros económi-
cos, además las extensiones territoriales de los países son muy enormes lo que hace que se generen grandes
espacios despoblados y muchos de ellos son en los límites territoriales, al no tener ideales expansionistas, los
países no estimularon la expansión social, las fronteras se caracterizan por ser zonas densamente boscosas o
montañosas que impiden asentarse y dificulta las conexiones entre los países, sumado al poco interés que
había antes sobre el comercio regional, ha causado que los países no busquen problemas limítrofes y han deja-
do a la deriva sus límites, aunque se encuentran bien demarcados.
Además, por sus características económicas y militares, los países se encuentran limitados a la expansión arma-
mentística, ya que sus recursos son muy escasos y no cuentan con una industria militar grande que les permita
equiparse.
Satisfacción del Status quo
1. Orígenes internos de la satisfacción
La política exterior latinoamericana está ligada a los procesos políticos internos, esto ha provocado que se de-
sarrollen distintos tipos de estados, distintos regímenes políticos
a) Estados fuertes con regímenes democráticos: los países del ABC son un ejemplo de este tipo a princi-
pios del S.XX
b) Estados fuertes sin regímenes democráticos: chile hasta los 90 en el SXIX, Brasil hasta 1985, estos
países son los más conservadores, proyectando es conservadurismo en sus políticas exteriores.
c) Estados débiles con regímenes democráticos: actualmente Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, Argenti-
na perteneció a este grupo entre 1985 y 1989.
d) Estados débiles con regímenes no democráticos: regímenes autoritarios que se llevaron en la zona,
Chile 1973-1989 o Brasil 1964-1985, países que buscan tranquilizar a sus sociedades internas y la lucha
contra la subversión, transformando las fuerzas en lugares conservadores.
2. Orígenes internacionales de la satisfacción
Se refiere a la posición que los países sudamericanos ocupan en la jerarquía regional de poder y prestigio inter-
nacional, esta posición se caracteriza por ser estable y madura, ya que se han mantenido en la región el statu
quo y la garantía de los países de mantenerla. Existe una jerarquía de poder de cuatro escalones: en la cima, se
encuentra las grandes potencias económicas y militares, Brasil y Argentina; le sigue las potencias medianas que
son Chile y Perú; en tercer lugar, se encuentran las potencias menores, Colombia y Venezuela; por último, se
encuentran países considerados tapones o periféricos como Ecuador, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Diferentes etapas de la paz americana:
1) Paz negativa (1883-1980): la paz negativa se mantiene debido a que la mayoría de los países (excepto Ecuador y
Bolivia, y en cierto modo Argentina) se encuentran satisfechos con el statu quo de su territorio, además de
contar con Estados fuertes y democracias que buscan en base a su cultura común del conservadurismo norma-
tivo que prefieren las soluciones pacíficas, falta de conexión entre los países sudamericanos y su aislaciona-
miento territorial, además de limitaciones materiales y económicas con dependencia de los grandes centros
desarrollados.
2) Paz estable (1980-1995): procesos de democratización en la región, permitió una paz estable, aumentando la
independencia económica y su integración.
3) Comunidades pluralistas de seguridad: la máxima aspiración que pueden lograr los países sudamericanos es de
una comunidad pluralista de seguridad, paraque se desarrolle es necesario una mayor institucionalización de la
seguridad regional e interdependencia económica. Entonces, además de las dos caracterices anteriores que
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son, status quo territorial y solución pacífica de controversias, se le suma la interdependencia e integración que
crean una identidad común.
Kacowicz Arie – América Latina como sociedad internacional: una variación grociana del orden regional y de la comu-
nidad.
La Sociedad internacional presenta tres características principales: intereses y valores, normas y reglas e instituciones.
Después podemos encontrar cuatro metas como sociedad: preservación del sistema y la sociedad de estados; conserva-
ción de la independencia y soberanía; mantenimiento de la paz y la restricción de la violencia.
Elementos de la sociedad latinoamericana:
Intereses y valores: interés común de los Estados de preservar la independencia, promoción de la no interven-
ción, mantenimiento de la paz regional, resolución pacifica de los problemas
Reglas y normas: cuentan con un marco cultural común y de una identidad regional
Soberanía e igualdad entre estados: las normas de soberanía e igualdad entre estados se hallan en la tradición
del derecho internacional latino, siendo el principio de no intervención muy importante.
Integración territorial:
Control armamentístico y seguridad colectiva:
Instituciones:
Sunkel Osvaldo – Capitulo II “LA EPOCA DEL LIBERALISMO (1750/1950)”
1750-1870: Periodo colonial y organización institucional de los estados nacionales.
Existían ciertos países europeos que establecieron una política colonialista sobre el “nuevo” continente americano,
España en sus comienzos fue quien mayor desplego sus esfuerzos por conquistar nuevas tierras y expandirse por la
mayor parte del continente, sus logros se relacionan con la iniciativa que tuvieron a buscar nuevas rutas y por su enor-
me capacidad marina, pero con el paso del tiempo el Imperio Británico buscaría disputarle el poder de metrópoli.
Comienza la decadencia española lo que genera que quede vulnerable el sistema mercantilista que España sostenía y
con ello las ideas de monopolio del comercio. Poco a poco Gran Bretaña consolida su poderío y con ella la nueva ideolo-
gía, el liberalismo. Este cambio de pensamiento representa cambios políticos y económicos, entre los principales acon-
tecimientos que influyeron se puede mencionar la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, surgien-
do asi los dos primeros Estados nacionales republicanos. Entre los cambios económicos, se puede establecer el traslado
del centro económico a Inglaterra que se lleva a cabo gracias a la expansión comercial que el país experimento, además
que se desarrolla en el país la primera fase de la Revolución Industrial, logrando mejoras significativas en la producción
agrícola y una expansión de la producción manufacturera.
La ruptura final del sistema español fue provocada por el levantamiento de las colonias y sus respectivas independen-
cias entre 1810 y 1824. El proceso independentista comienza en América, luego de que Napoleón invadiera España y
tomara prisionero al rey, en el continente se crean Juntas de Gobierno en todo el territorio que buscaran tomar el poder
para gobernar hasta que el rey recupere su trono, pero el proceso independentista ya había comenzado, el pueblo espa-
ñol logra restablecer a su rey el cual tiene ideas más absolutistas y busca recuperar las tierras que tenía el Imperio, co-
mienza recuperando el virreinato del Perú y buscan una expansión que no lograran porque en todos los estados se
crean guerrillas locales que buscan defender su soberanía e independencia.
En la nueva organización económica y política del liberalismo, influirá la relación que tienen con Inglaterra, como asi
también la capacidad de recursos naturales, los productos que exportan y la situación geográfica.
Luego de lograr la independencia, los países comienzan la organización política, surgen asi alternativas en su forma. Un
problema que surge es sobre la integración política en un solo Estado o su división administrativa en diferentes centros
nacionales, pero por presiones internas y externas se logra la balcanización del eximperio colonial español americano.
Además, existían diferencias entre los antiguos centros coloniales y las áreas periféricas. Los elementos por los que se
produce estos procesos en los distintos países americanos se deben a la estructura económica, política y social creada
durante el periodo colonial, las nuevas formas de vinculación externa y la influencia cultural e ideológica de la época.
Luego existieron dificultades de los países latinoamericanos para organizarse, el grado de coherencia de la estructura
social durante la colonia, diversificación de la economía, las diferencias entre centros y periferias, nuevas vinculaciones
comerciales y financieras con Inglaterra y la participación popular en el proceso.
Las nuevas formas de organización social repercuten sobre la estructura de los nuevos estados, además establece nue-
vas normas para relacionarse con grupos de otras sociedades. Otro hecho que repercutió en la formación de la organiza-
ción social es la aparición o fortalecimiento de nuevos grupos importadores o comerciantes extranjeros, en países como
Argentina o Chile, el comercio de exportación e importación pasa de manos criollas a ser regulado por una potencia
extranjera, Gran Bretaña, abriendo los puertos a la importación de productos extranjeros, principalmente ingleses, esto
era una condición que exigía UK para reconocer sus independencias.
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Esto provoca que en la época se desarrollen dos grupos de corrientes políticas, protagonistas de la política nacionales:
liberales y conservadores. Los liberales, influidos por las ideas de Europa y Estados Unidos, pero lejos de la realidad
latinoamericana, se convierten en grupo de intelectuales que representan los intereses de los exportadores agrícolas y
mineros vinculados al comercio exterior de manos inglesas. Por el contrario, los conservadores son grupo de personas
que buscan mantener el modelo mercantilista-nacional, son grupos de personas que buscan retener el poder que logra-
ron durante la época colonial, se caracteriza de grandes terratenientes tradicionales que quieren mantener su poder
paternalista y que ven con peligro las ideas liberales.
A pesar de presentar ideales liberales, en los países se desarrollan algunas medidas proteccionistas, fomentación de la
fabricación de ciertos insumos y la construcción de infraestructura, como ferrocarriles, puertos y caminos. Además,
promovieron el desarrollo de actividades exportadoras, el comercio y la inmigración.
Las instituciones y las ideologías que predominan en América son similares, pero muestran diferencias en sus estructu-
ras económicas y sociales. En el cono sur, las vinculaciones con el exterior ya están presentes lo que solo se busca la
maduración de las relaciones, por el contrario, en los ex centros coloniales y países del pacifico, se crean con lentitud y
se producen estados relativamente anárquicos. Los países de caribe mantienen su condición colonial con España.
Tipos de países:
Tipo C: Perú y México, son centros coloniales que mantienen su estructura económica sobre la activi-
dad agraria, dividida entre la subsistencia, incipiente agricultura tropical exportadora y agricultura
para el mercado interno. La actividad minera entro en decadencia en Perú, pero en México se recupe-
ró. Luego de su intendencia, estos países presentan un estado de anarquía en la cual su aristocracia se
encuentra fraccionada y producen cambios de gobiernos y estatus jurídicos.
Tipo S: Bolivia, Ecuador, Colombia y los países centroamericanos, países periféricos que continúan su
actividad basados en la agricultura de subsistencia y desarrollo de limitadas actividades agrícolas tro-
picales de exportación. No establecen nuevas actividades productivas ni vinculaciones con el exterior.
También caen en un proceso anárquico.
Chile es un caso particular, logro desarrollar la minería y agricultura comercial. La consolidación del
Estado se logró, luego de resolver el conflicto con los araucanos, basando su poder en la aristocracia
terrateniente con fuertes vinculaciones con Inglaterra.
Tipo SP: Brasil, Cuba, Venezuela, Rep. Dominicana, Haití, entre otros, durante la época colonial desa-
rrollaron la agricultura tropical, la cual la mantienen como asi también el modelo mercantilista de
explotación productiva con el sistema de planificación. En este grupo de países no se producen trans-
formaciones radicales tanto internas como externas.
Tipo V: Argentina y Uruguay, similares al caso chileno, aunque su estructura social y económica es
diferente. Desarrollan una actividad económica pecuaria y con escasez de mano de obra. Argentina
presenta un breve periodo de anarquía, pero logra organizarse rápidamente y estable, basada en la
actividad económica que regulan los grandes ganaderos y comerciantes con vinculaciones con los
ingleses.
Estos cinco tipos de países con sus respectivas estructuras productivas, disponibilidad de recursos, estabili-
dad política, organización institucional y estructuras sociales diferentes, construirán las bases con las que
se insertaran en las vinculaciones exteriores y determinaran la formación de nuevos tipos de estructuras y
procesos de desarrollo. Este periodo es conocido como crecimiento hacia afuera.
Lynch John – las revoluciones hispanoamericanas
Las sociedades americanas adquirieron gradualmente identidad, desarrollo de riquezas, inversión de producción y mejo-
rar su economía de subsistencia. Cuando se produjo escasez de productos o elevados precios del consumo, los países
latinoamericanos comenzaron a establecer un comercio entre las colonias, desarrollándose el comercio intercontinen-
tal. Este crecimiento económico, produjo cambios sociales ya que se formaron nuevas elites criollas.
El nuevo equilibrio de poder provoco una disminución del tesoro español, producto de la recesión minera y de la redis-
tribución de la riqueza en el continente americano, las colonias se apropiaban de una mayor porción de su riqueza, em-
pleándolos para la administración, defensa y su economía.
España comienza su segunda conquista en el continente, una conquista burocrática, buscaba retomar el poder en Amé-
rica, creando nuevos virreinatos, otras unidades administrativas, colocando nuevos funcionarios. Buscaban una supervi-
sión más estrecha de sus colonias, pero quería gobernar el continente sin gastar, luego de una gran crisis económica del
imperio, España decidió dejar de pagar los sueldos de los funcionarios americanos, pero les permitió vulnerar la ley,
permitiéndoles que ellos se convirtieran en mercaderes de las tierras bajo su administración, es decir que comerciaban
productos y créditos. Esto provoco muchos problemas, los precios de los insumos se elevaron significativamente, por
otro lado, el control de la corona disminuía ya que los funcionarios ya no dependían del imperio sino del comercio.
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Existía un dilema entre los exportadores agrícolas y los productores de manufacturas locales, los primeros buscaban una
liberación del comercio y nuevos mercados para colocar los productos, por el contrario, la industria local busca protec-
cionismo ante la llegada de productos más baratos que arruinarían la industria. España se aseguraba el monopolio del
comercio y navegación, las colonias no podían negociar con otros mercados que no fuera la metrópoli.
El imperio se encontraba dividido en unidades administrativas, cada una con su burocracia y su jefe, lo que promovía el
regionalismo. Además, el aislamiento regional ayudo a socavar la unidad americana y promover el particularismo. A su
vez, las diferencias económicas que existían entre las distintas divisiones acentuaban el regionalismo.
En 1808, el gobierno español entra en crisis, dejando a las colonias sin metrópoli. España venía sufriendo desde 1796,
con las guerras napoleónicas, el país de la península se veía arrastrado ante la necesidad de subvención de su vecino,
pero en 1807 Napoleón decide invadir la península, obligando a su rey e hijo a que abdiquen y colocando a su hermano
José Bonaparte como rey de España y América. El pueblo español comenzó su reconquista del poder, se crean juntas
regionales para formar una oposición a José, en 1809 la junta de Sevilla establece que los dominios americanos españo-
les no eran colonias, sino parte integral de España con derecho a representación. La corte de Cádiz en 1812 establecía
que América y España eran una sola nación y garantizaba sus representaciones, aunque no era una representación igual
ni tampoco se les garantizaba la libertad de comercio.
La independencia en América del sur, surgió en dos frentes: en el sur fue más rápida la conquista, comenzando por el
Rio de la Plata que atravesó los Andes hasta el Pacifico, luego en el norte comenzó en Venezuela, luego a Nueva Granada
y de vuelta a Venezuela, ambos ejércitos terminaron en un enfrentamiento en Perú, bastión del imperio español.
Bethell Leslie – Cap 8 “La política internacional y la independencia latinoamericana
Europa se encontraba revuelta, las monarquías de Francia y España habían firmado un pacto, que significaba una ame-
naza contra los intereses británicos. La sumisión del imperio español hacia la corona francesa hizo que la misma se debi-
litara por su intervención en la guerra contra Inglaterra, en apoyo a Francia. Gran Bretaña a pesar de estar enfrentada
con las potencias continentales europeas, sus intereses no se detuvieron, gracia al poderío marítimo que tenía, sus pro-
ductos fueron comerciados en distintas regiones, la descomposición del imperio español en América presentaba mejo-
res beneficios para su comercio que ya estaba presente con el mercado negro, ya que España se resguardaba el mono-
polio comercial de sus colonias americanas.
En 1807, con la amenaza napoleónica de llegar a Portugal y destituir a la corona por ser pro-inglés, hizo que los temores
portugueses crecieran y los británicos al no tener la fuerza para defender en el continente a la corona portuguesa, les
sugirió que cambiaran la metrópoli de Lisboa hacia Rio de Janeiro, por lo que permitirían seguir con la dinastía de la
corona portuguesa.
Por el contrario, en las colonias españolas americana surgían movimientos revolucionarios que perseguían su indepen-
dencia y no querían un sometimiento español, ni tampoco de otra potencia europea. Por lo que UK, en un principio
busco la independencia de los nuevos estados americanos, pero cuando los patriotas españoles buscaron apoyo ingles
para enfrentarse al usurpador Bonaparte, la política inglesa hacia América cambio, ya que el nuevo enemigo era Francia
y no la dominación española en América.
En América, la usurpación francesa no fue bien recibida y los americanos rechazaban la usurpación y proclamaban la
lealtad a Fernando VII.
UK no podía apoyar a las colonias en su rechazo a la autoridad metropolitana porque necesitaba la cooperación del
gobierno peninsular en la lucha contra Napoleón. Pero tampoco podía ponerse del lado español contra las colonias, ya
que corrían riesgo las futuras relaciones económicas que surgirían de los nuevos estados.
Las principales potencias europeas mantenían el principio de legitimistas, de no actuar antes de que lo hiciera la madre
patria que había en el lugar, pero no estaban de acuerdo en el uso de la fuerza que emprendía España para dominar
América. Con las campañas de liberación de los americanos, se logro avanzar en el comercio entre América y Europa.
Luego de la derrota napoleónica, España seguía siendo importante ante cualquier restauración del poder francés, por lo
que continuaba la neutralidad en el tema de España y sus colonias. Para 1822 las fuerzas realistas españolas seguían
presentes en el continente en la sierra peruana y el Alto Perú, UK reconocía la independencia de facto de Hispanoaméri-
ca.
Con Brasil fue distinto, la corona portuguesa decidió regresar por presiones hacia Lisboa, por lo que dejo al hijo del rey y
futuro sucesor de la corona al mando de Brasil, Pedro frente al descontento general que existía de volver el territorio a
ser nuevamente una colonia comenzó una revuelta y declaro la independencia.
Francia fue el primer país en reconocer la independencia de un país americano, Haití fue el primer país independizado
en el cual su antigua metrópoli le reconocía su soberanía, pero bajo ciertas indemnizaciones y concesiones comerciales.
De todas formas, esto consistía en un precedente en el cual las otras colonias miraban con buenos ojos.
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Países como UK, Francia y Prusia buscaron una moderación y apelaban a un restablecimiento de las relaciones para
poder hacer acuerdos comerciales con los nuevos mercados, pero por otro lado países como España por su pasado
colonial y Rusia o Austria que tenían pocos intereses económicos en la zona, se mostraban contrarios a los nuevos tratos
que se les daban a los estados americanos.
UK con su supremacía naval, comercial e industrial, fue el país que más influyo en Latinoamérica en el proceso de inde-
pendencia, la política hacia América oscilo entre la anexión, emancipación o liberación dentro del imperio, luego de las
revoluciones de 1810, declaro su neutralidad, mantuvo su política de no reconocimiento hacia las colonias y estableció
relaciones comerciales con los nuevos estados.
Vargas García Eugenio – Imperio informal? La política británica hacia América Latina en el S.XIX
Después de lograr la independencia política con España y Portugal, los países latinoamericanos no se encontraban so-
metidos a un imperio formal. Pero, durante el siglo XIX la región estuvo bajo la orbita del imperio informal de Gran Bre-
taña, quien era la potencia mundial en aquel momento. Reconocidos como países independientes en 1820 por las po-
tencias europeas, tenían una relación de asimetría de poder, en la cual la hipótesis de amenaza o uso de la fuerza era un
factor.
Imperio informal, dos escuelas fueron las que mayor protagonismo tuvieron en la formulación de su significado. Por un
lado, Gallagher y Robinson con el imperialismo del libre comercio, la expansión económica ultramarina de UK fue apoya-
da por el gobierno, los cuales intervendrían siempre que se vieran vulnerados los intereses británicos, una de las herra-
mientas de dominación eran los tratados de libre comercio que establecía con los países americanos, que eran más
débiles en comparación al poder de resistencia. Además, buscaban la colaboración de las elites locales. La adquisición
de nuevas tierras eran el ultimo recurso de los británicos. Por otro lado, Christopher M Platt, sostenía que la proyección
económica mundial británica había sido activamente respaldada por el gobierno británico, Gran Bretaña buscaba propi-
ciar la igualdad de condiciones, un comercio con competencias libres y abierta.
En América surgió otra idea sobre el imperialismo informal que desarrollaban las potencias, la teoría de la dependencia,
fueron criticas al modelo de dominación y explotación por los países europeos y luego norteamericano, separaba a los
países centrales de los periféricos. La región se encontraba condenada al subdesarrollo por el papel que tenía en la
división internacional del trabajo, como proveedores de materias primas y compradores de productos manufactureros.
Michael Doyle definió el imperio informal, como relación del control político efectivo (indirecto) de una sociedad domi-
nante sobre la soberanía externa e interna de otro, con capacidad de ejercer autoridad sobre la política exterior e inte-
rior. Al no tener el poder de establecer directamente las leyes que regulan la sociedad oprimida, la potencia usara el
poder blando del convencimiento o por medios coercitivos, soft power y hard power.
Finalizada las Guerras Napoleónicas, el liderazgo británico con la revolución industrial le dio la delantera, la industrializa-
ción le permitió riqueza, tecnología y poder. Sin competidores en su supremacía marítima, el país aprovecho para domi-
nar las rutas comerciales y los puntos estratégicos en varios puntos del planeta. La expansión comercial se vio acompa-
ñada por un crecimiento de sector financiero, Londres se consolido como centro financiero del mundo. Pero luego, otros
países como EEUU, Alemania o Japón lograron alcanzar altos niveles industriales, lo que ocasionaba perdida de su poder
al competir con otras potencias.
A fines del Siglo XVIII y principios del XIX, la preocupación británica se focalizaba en América del Norte y el Caribe, Lati-
noamérica ocupaba un papel secundario ya que los países pertenecían en su mayoría a España y Portugal, con las gue-
rras napoleónicas, el sistema colonial ibérico comenzó a descomponerse, Gran Bretaña aprovecho el momento de debi-
lidad español para atacar y sumar posesiones extranjeras en el Caribe, por el contrario la idea de atacar puntos sudame-
ricanos era difícil, ya que los británicos perdieron dos enfrentamientos por invadir el Rio de la Plata en 1806 y 1807. Por
lo que los británicos cambiaron su estrategia hacia Latinoamérica, establecieron una base naval en Brasil con buques
ingleses para custodiar el comercio y protección a los súbditos ingleses en el continente. En Hispanoamérica la política
británica estaba condicionada por la alianza con España contra Napoleón, lo que reducía el apoyo a los nuevos estados.
Los países latinos que buscan el reconocimiento de las potencias europeas, aceptaron las reglas, instituciones, prácticas
y códigos de conductas del orden mundial eurocéntrico, para ser reconocidas sus soberanías. Gran Bretaña establecía
tratados bilaterales y garantizaba su soberanía mediante el mismo, negociaban el reconocimiento por el compromiso
latinoamericano del libre comercio. En estos tratados, UK se resguardaba el derecho de proteger sus intereses e interve-
nir en caso de que fueran afectados.
Comenzó un boom económico, los británicos invadieron el continente con inversiones, pero los beneficios económicos
comenzaron a declinar, como asi la importancia de la región.
UK era capaz de intervenir abierta o veladamente en el núcleo del sistema político y económico de un país latinoameri-
cano que rechazaba adecuarse, pero los británicos se topaban con limites reales, era incapaz de imponer su voluntad sin
la movilización de recursos de poder.
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La estrategia británica sufrió cambios en 1840, el comercio con países fuera del imperio británico crecía rápidamente.
Con la nueva realidad, donde el expansionismo de Estados Unidos y el aumento de la influencia en los países vecinos
obligaron a UK a adaptarse a la nueva potencia regional. Los ingleses pensaban que EEUU por su mercado y sus recursos
podía ser un socio y no un rival. En América Central el peso norteamericano se hizo sentir y las pretensiones de extender
sus dominios británicos en Centroamérica se vieron frustrados con el Tratado Clayton-Bulwer, en el que ambos países se
comprometían a no expandir mas sus dominios en Centroamérica y que ninguno de los países podía tener el uso exclusi-
vo de un canal que conectara los dos océanos a través de América central.
Por otro lado, UK concentro su atención a expandirse por otros puntos del mundo como Nueva Zelanda, Hong Kong,
Malasia o Sudáfrica. A pesar de todo el país europeo tenía una participación mayoritaria en el comercio y finanzas de los
países latinoamericanos.
En la segunda mitad del Siglo XIX, los países latinoamericanos se embarcaron en una fase de integración más profunda
en la economía mundial bajo gobiernos oligárquicos o tecnócratas con ideas liberales. Cada economía regional se inser-
taba en el mercado mundial mediante la división internacional del trabajo con la comercialización de materias primas.
Estableciéndose el modelo de crecimiento hacia afuera, es decir por el comercio exterior. Esto permitió a los países de la
región nueva llegada de inversiones por parte de UK, el capital extranjero veía lucrativo la modernización en infraestruc-
tura de la región, por lo que penetraron en áreas como ferrocarriles, puertos, telégrafo, industria alimentaria, minería,
servicios públicos, bancos y compañías de seguro. La región absorbía el 25% de las inversiones extranjeras de UK y Ar-
gentina el 41% de ese 25.
La perdida de importancia de UK sobre la región fue por múltiples motivos: problemas mas urgentes en otros puntos del
planeta (manejo del equilibrio europeo y la pugna imperialista en Asia y África), pugnas políticas internas, imposibilidad
de dominio en el continente americano, crecimiento en América Latina de las ideas y valores capitalistas, ausencia de un
peligro de partición territorial entre varias potencias y el deseo de no confrontarse con EEUU.
En 1901, se firma otro tratado entre EEUU y UK, en el cual se consolido el poder hegemónico norteamericano en Cen-
troamérica. Por otro lado, los británicos se encontraban tranquilos ya que contaban con la simpatía de las elites locales
que fomentaban el liberalismo ya que habían visto progresos en sus negocios.
Hacia fines del Siglo XIX, la importancia británica era solo comercial y financiero, buscaban contrarrestar el aumento de
la competencia de las otras potencias con el objetivo de preservar su posición económica en la región, particularmente
en Sudamérica.
IMPERIO INFORMAL: es el control político efectivo de una sociedad dominante sobre la soberanía externa e interna de
una sociedad subordinada, no basta con tener grandes empresas extranjeras que actúan en sectores vitales de la econo-
mía del país periférico. Por lo tanto, necesita que se cumplan dos condiciones: percepción asimétrica entre las partes y
un control sobre el más débil de la política externa e interna, en América Latina, se daba la primera, pero la segunda no.
En el viejo derecho internacional antes de la 1° GM, las grandes potencias tenían un papel preponderante en la elabora-
ción de reglas. Las potencias lideres eran países con imagen de moderación y buenas intenciones, mientras que los
periféricos eran irracionales, transgresores de las normas.
PARADISO JOSE – Entre la supervivencia y el rumbo: los nuevos estados en el tiempo revolucionario
Entre 1776 y 1826 el mundo iberoamericano se encontraba convulsionado, con ideas emancipadoras y quiebre del esta-
tus colonial.
En 1713, se firma en Europa la paz de Utrecht, donde ponen fin a la guerra de sucesión española, se consolidaba la
primacía del estado, sistemas de estados y equilibrio de poder, con el derecho de intervención para imponer o restaurar.
Los equilibrios de poder serian friccionados en Europa oriental por las pretensiones rusas y prusianas, y fuera del conti-
nente se enfrentarían las colonias por los espacios ultramarinos y el colonialismo en América, con Gran Bretaña y Fran-
cia a la cabeza. Los enfrentamientos anglo-francés pararían por el tratado de Utrecht, pero en 1730 se activarían nueva-
mente, la puja en las colonias del Norte de América, con Inglaterra en las trece colonias y Francia en Quebec y la cuenca
del Rio Misisipi, además en el sur se encontraba España en la actual Florida. Los conflictos no solo eran en el Norte del
continente, también la puja se daba en el Caribe, en el que también se encontraban otras potencias como Holanda,
Dinamarca y en su mayor extensión España. En aquella época se desarrollaban asaltos a los barcos de la flota española
que iban cargados de riqueza americana llevada a la metrópoli.
Los enfrentamientos en el norte dieron el origen a las guerras coloniales en 1755, en la que entraría tardíamente al
enfrentamiento España, después de siete años de enfrentamiento se firmo el tratado de Paris, en el que Francia renun-
ciaba a sus posiciones donde había enfrentamientos, esto provoco un resentimiento en el pueblo francés. Pero en 1775,
se produce un conflicto entre los colonos americanos y la metrópoli inglesa por problemas impositivos y representación
política, lo que genero en una guerra entre los milicianos rebeldes y el ejército británico por el control de las 13 colonias.
En 1776, se reunía en Luisiana un Congreso que declaraba su independencia, los estados europeos adversarios a los
británicos aprovecharon a recuperar sus antiguos dominios.
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Los avances industriales le permitían a UK le permitía un mayor poder, pero se encontraba impaciente ante los niveles
de industrialización en otras partes.
Los enfrentamientos entre las dos potencias comenzaron nuevamente, luego de que en Francia se produjera una revolu-
ción y luego con el ascenso de Napoleón que buscaba transformar los limites territoriales de su nación. En 1792 se pro-
ducen los primeros enfrentamientos de tropas revolucionarias francesas por invadir Bélgica, en 1795/1796 logran ane-
xionar los territorios disputados, lo que enciende una alarma en el imperio británico y las otras potencias europeas que
veían con miedo los avances franceses. También otro actor que comienza a tomar protagonismo en el escenario mun-
dial es Estados Unidos, entre 1776 y 1808 se produce un crecimiento en la economía norteamericana, su capacidad
naval y sus intereses en los mercados del sur del continente, luego de la Real Ordenanza española que permitía la entra-
da a los puertos americanos de aquellos países que fueran neutrales.
La influencia francesa en el continente europeo había permitido establecer un bloqueo comercial con los ingleses, lo
que imposibilitaba el comercio entre Gran Bretaña y el continente europeo, salvo Portugal que salía de los controles
franceses y le permitía a los ingleses establecer un puerto en el continente, pero en 1808 el emperador Bonaparte deci-
dió invadir Lisboa por ayudar al imperio británico, pero en su camino hacia Portugal los franceses ingresan a España y se
producen conflictos entre las monarquía que acaba con la abdicación de Carlos IV y la asunción de su hijo Fernando VII,
pero Napoleón decide tomar prisionero al rey y el antiguo rey y colocar a su hermano José Bonaparte como nuevo go-
bernante. Esto provoca gran disgusto en la sociedad que veía interferido su soberanía y comienzan a organizarse juntas
patrióticas en nombre del antiguo monarca, luego se convoco a una Junta Central de Cádiz en la que eran invitados
representantes de las Américas, luego de dos años la Junta fue disuelta, y reemplazada por otras dos que establecieron
una constitución liberal en 1812.
En América, comenzaron a suceder rebeliones contra las autoridades españolas, si bien las primeras juntas que se origi-
naron, luego de la usurpación del poder por los franceses, fueron en nombre del rey Fernando VII, con el paso de los
días los colonos americanos decidieron tomar las riendas de sus territorios y en 1815 Fernando logra retomar su poder,
vuelve mucho mas conservador, descarta la constitución liberal de 1812, disuelve las Juntas y ordena ataque para recu-
perar las colonias americanas, los nuevos estados liberados buscaron hacer frente a los dominios de la metrópoli pero la
superioridad de fuerza y estrategia era mayor y fue asi que logro retomar en el poder casi todas sus antiguas tierras,
excepto el Rio de la Plata que lograba hacerle frente a la corona. Bolívar comienza su contraofensiva en el Norte y San
Martin en el sur, estableciendo la independencia de Chile y luego se dirigían a Perú, bastión de la corona española, me-
diante dos frentes, por el norte con Bolívar y desde Chile con San Martin. El rey Fernando busca enviar una comitiva mas
grande para enfrentarse a los revolucionarios y lograr retomar el control en sus colonias, pero esta comitiva nunca logro
zarpar, ya que el general se subleva a la corona y no envía sus ejércitos, con todo este alzamiento, el poder del rey se ve
disminuido, y logran reestablecer la constitución liberal de 1812. Esto fue muy bien visto por los constitucionalistas del
país, pero con mucho temor de los otros gobiernos absolutistas del continente que veían con miedo las organizaciones
en su país, lo que llevo a que los gobiernos europeos a ser más absolutistas.
En 1823, el gobierno de EEUU envió al Congreso una doctrina de política exterior, en la que establecía que el continente
americano libre e independiente, no debía ser considerado como sujeto de colonización por una potencia extranjera al
continente. Los nuevos estados creados en el continente americano disfrutaban de una precaria independencia, la cual
debía mantenerse por la fuerza o con el reconocimiento de otras potencias, para ellos, los nuevos estados buscaron
seducir a las potencias con sus mercados ricos en recursos y desprovistos de manufacturas. El reconocimiento británico
era el mas buscado por los nuevos estados, pero este país se encontraba en una alianza con España para hacer frente a
las tropas napoleónicas. Pero en 1822, el gobierno norteamericano, con el respaldo del congreso, se estableció el reco-
nocimiento de los nuevos estados americanos, en consecuencia, Inglaterra para no quedarse atrás siguió el ejemplo del
reconocimiento, pero previamente estableció tratados comerciales con los nuevos estados, la banca inglesa comenzó a
derivar prestamos a los nuevos estados, pero años más tarde comenzó una crisis de deuda que obligo a los estados a
suspender los pagos.
Balance de las dos primeras décadas independientes:
Lograron el reconocimiento y alejaron la amenaza de restauración colonial
Los nuevos estados se insertaban en el mundo hegemónico de UK que disputaba EEUU
Se introdujo la democracia en los nuevos estados
Los empréstitos crearon una cesación del pago de deuda y efectos negativos
La idea de unificación en el continente se desvanecía y ganaba las fragmentaciones.
BRICEÑO RUIZ JOSE – Los congresos hispanoamericanos en el S XIX: identidad, amenazas externas e intereses en la
construcción del regionalismo.
Existe una larga tradición de la construcción del regionalismo en América Latina, en el siglo XIX se desarrollaron dos
oleadas: la primera fue marcada por el movimiento independentista, con figuras como Simón Bolívar, San Martin, O´Hi-
ggins, entre otros. Estos consideraban la separación con España como una cuestión nacional y regional. La segunda se
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desarrolla en la mitad del siglo con los Congresos Hispanoamericanos que comienzan en 1847 en Lima. Esta iniciativa
sobre el regionalismo se desarrolla por el factor de la identidad, con una lengua, religión e historia compartidas por las
excolonias españolas. Pero los congresos fueron las respuestas ante el miedo de sufrir amenazas externas, en el que se
ponía en riesgo la seguridad, autonomía y su soberanía.
Neumman sostiene que existen dos factores que marcan la creación de un regionalismo:
Enfoque inside-out: la región esta preestablecida, es decir es el resultado de identidades y factores culturales que exis-
ten en un espacio geográfico, con una tradición, idioma y religión.
Enfoque outside-in: se presenta a la región como resultado de fuerzas externas, es decir la lucha por lograr mayor po-
der de las potencias provoca reacciones locales.
Tercer enfoque genealógico: son proyectos políticos, que destacan la geografía, historia o amenazas externas comparti-
das.
Luego de las guerras independentistas, comienza en la región un periodo de inestabilidad interna y guerras civiles, su-
mado a las intervenciones o agresiones externas, Gran Bretaña y Francia son los mas interesados en influir sobre los
nuevos estados, apoyan guerras entre los países, sostienen bloqueos económicos o atacan para tomarlas en su poder
nuevas tierras.
México fue uno de los mas afectados por los ataques externos, comenzó con la invasión de colonos anglosajones al
territorio de Texas, en el que buscaron con éxito la separación de México en 1835, el gobierno mexicano mando un
ejercito para resistir aquel levantamiento, pero fue derrotado, luego en 1845 el Gobierno de Estados Unidos voto para
incorporar el territorio de Texas a su país. Esto provoco una guerra entre EEUU y México entre 1846-1848, en el que
México perdió la mitad de su territorio en manos de los norteamericanos. Además en 1838 una flota francesa ataco el
puerto de Veracruz para exigir un pago por indemnización, en el que Gran Bretaña actúa como mediador y resuelve que
el país americano debe pagar, luego en 1864 Napoleón III atacaría México y establecería una monarquía Habsburgo
hasta 1867.
En América central se produce problemas de inestabilidad interna, los países centroamericanos comienzan con una sola
organización, disuelta en 1839, estos fueron sujetos de agresiones externas por parte de Gran Bretaña y Estados Unidos,
que competían por influir en la región. En 1850 se firma un tratado entre UK y EEUU, en el que establecían el interés de
ambas naciones en la región. En 1856 el filibustero norteamericano invadió Nicaragua y se nombró presidente del país,
el cual solo seria depuesto por la acción conjunta de las naciones centroamericana que atacaron al intruso.
Para el pacífico y la región andina, la mayor amenaza la presentaba Flores, expresidente ecuatoriano, que se encontraba
en España y buscaba recursos para invadir Ecuador y establecer una monarquía en la zona, pero sus planes se vieron
frustrados tras no recibir el apoyo que necesitaba de las potencias europeas.
La política expansionista de Norteamérica no solo fue en México, en 1850 invaden Cuba, pero al no tener apoyo popular
las tropas españolas los expulsan. En 1861, España se anexa Republica Dominicana a su poder y en 1865 invade islas
peruanas y bloquea el principal puerto del país. Bolivia, Chile, Ecuador y Perú unen sus fuerzas y comienza una guerra
hispano-sudamericana.
Ante las amenazas extranjeras por parte de las potencias, los países latinoamericanos comienzan a emprender una
unidad regional, mediante congresos. En 1847 se realiza un congreso ante la amenaza de invasión del expresidente
Flores, pero al fracasar en su intento de juntar las fuerzas para atacar, el ímpetu de unidad se debilito. Luego en 1850,
con las agresiones de EEUU, los países latinoamericanos volvieron a movilizarse para un nuevo congreso. En 1864, se
reúnen el segundo congreso hispanoamericano en Lima, en un contexto donde las potencias europeas atacaban varios
puntos del continente, EEUU pasaba por la guerra civil lo que imposibilito su presencia. Si bien en este congreso se en-
contraba representado mas países, ninguno lo ratifico.
Si bien los países hispanoamericanos compartían ciertas identidades comunes fruto del pasado común, cuando logra-
ron independizarse se produce una balcanización del territorio y un aislacionismo entre ellos. Pero frente a las amenazas
externas se produce un regionalismo, con los congresos hispanoamericanos que buscaban hacer frente a las potencias
europeas que amenazaban sus independencias, luego sería EEUU el que pasaría a ocupar ese puesto de agresor. Pero
no toda amenaza produjo congresos latinoamericanos, hubo excepciones como la independencia de Texas y posterior
anexión a EEUU o la invasión de Francia en México, tampoco cuando las potencias de Francia e Inglaterra invadieron la
cuenca de La Plata en 1838 y 1845. La sola existencia de una amenaza externa no era suficiente para establecer congre-
sos, también se debe tener en cuenta los procesos políticos internos y las preferencias nacionales sobre la resolución de
sus problemas, muchos buscaban soluciones solos, sin pedir ayuda. El regionalismo de esta época está asociada a dos
objetivos, mayor autonomía, rechazar cualquier agresión externa, y promoción del desarrollo económico y superación
de la condición de periferia.
POMER LEON – Conflictos en la Cuenca del Plata
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La guerra del Paraguay, los problemas comienzan con un Brasil que discute las fronteras que tiene con el país guaraní y
la libre navegación de los ríos, el país se encontraba interesado en grandes tierras fértiles para la producción yerbatera.
Además, Brasil y Argentina se encontraban disconforme por las políticas que el gobierno paraguayo ponía al comercio,
irrumpiendo con el ideal libertario que había surgido desde Europa y se había expandido al continente, en Paraguay el
gobierno tenia un papel central en la economía, ya que mediante el control del comercio el país buscaba mejorar sus
empresas y servicios, sin la necesidad de recurrir a préstamos como lo hacían sus países vecinos que se endeudaban con
las potencias europeas, principalmente UK. El país limitaba el ingreso de productos manufactureros para que se desa-
rrolle la producción local. El país se encontraba muy cohesionado, no existían grupos liberales ni conservadores, los
campesinos que eran la mayor población se encontraba a gusto con las políticas de su presidente que había logrado una
redistribución de las tierras e impedido la formación de latifundios.
En Argentina, contrario de los sucesos en Paraguay, se instaura la imagen de Mitre como líder, el cual contaba con el
apoyo de los grandes terratenientes y los mercaderes porteños, además de los capitales extranjeros que buscaban hacer
negocios en el país. Estos veían con miedo la política aislacionista de Paraguay y la influencia que este podría tener con
los enemigos internos de Mitre, especialmente de Urquiza, que le disputaba el poder a Mitre.
MONIZ BANDEIRA LUIZ ALBERTO – La formación de los estados en la Cuenca del Plata
Las ambiciones de los países en la región por agrandar sus limites y por influir en la política de otras regiones comenza-
ban a florecer, por un lado Brasil buscaba varios territorios fértiles de Paraguay, un Brasil que contaba con enormes
recursos financieros, políticos y militares comparados con el del país guaraní, este último se encontraba totalmente
atrasado en comparación, no solo económicamente, la diplomacia del país era una gran desventaja, no tenia cuerpos de
delegados en casi ningún país, ni europeo ni latinos. El poder militar también era deficitario, si bien contaba con pobla-
ción para poner en armas, estos no tenían un entrenamiento apropiado para hacer frente a sus poderosos vecinos, no
se invierto en la especialización de sus tropas.
Brasil tenia previsto intervenir en el territorio de la Banda Oriental para poner fin al gobierno de los blancos, y colocar a
sus aliados el Partido Colorado en el poder y lograr asi abrir los puertos a sus influencias. Comenzaron los enfrentamien-
tos en la actual Uruguay, con invasiones de barcos brasileros a las costas de Salto y Paysandú, el partido blanco contaba
con la ayuda que le proporcionaría Paraguay y esperaba en la sublevación de las provincias de Entre Ríos y Corrientes
que se eran contrarias a los unitarios que manejaban el poder en las Provincias Unidas de la Plata, por lo que los blancos
no aceptaban la rendición y buscaban combatir hasta que llegara la ayuda que nunca llego. El gobierno de López sabía
que no podía enviar navíos con refuerzos porque no podría contra la flota imperial que era superior, por lo que envió
tropas por tierra, pero para esto era necesario atravesar Argentina, pero Mitre rechazo que sus tropas ingresaran al país,
lo que genero un fuerte inconveniente y López decidió entrar en Corrientes y la tomo en su poder, lo que genero que
Mitre le declare la guerra al Paraguay. En tanto, Brasil envió hacia Buenos Aires funcionarios para que establecieran una
alianza para derrotar a López, enemigo común, esto seria un tratado de la Triple alianza, en la que, si bien se comprome-
tían a respetar su independencia y límites territoriales, estos fijaron porciones de tierras que le exigirían al Paraguay
cuando fuera derrotados. Uruguay que también participaría de la confrontación, no recibiría ninguna porción territorial.
Se estableció a Mitre como comandante de las fuerzas aliadas, Brasil le concedió un prestamos a la Argentina para la
compra de armamentos, al igual de Inglaterra que financio la guerra, plata que sería fundamental para sostener una
guerra tan larga de cinco años.
Los gobiernos americanos buscaron mediar entre ambas partes, por un lado, se ofreció Norteamérica, pero los gobier-
nos de la triple alianza la rechazaron, luego lo hicieron los gobiernos de las repúblicas del pacifico, pero fue rechazado
por el Imperio de Brasil.
La guerra fue una destrucción a la sociedad paraguaya, los daños materiales eran inmensos, pero en la guerra, Paraguay
tuvo que utilizar todos sus recursos y convoco a mujeres y niños para luchar por su soberanía, en 1870 termina la guerra
con el asesinato de López. En asunción las tropas brasileras se encontraban custodiándola, la cual no quería que Argenti-
na buscara nuevas tierras se quedo en el territorio para que no avanzase, entre tanto Argentina incorporaba a sus terri-
torios Chaco, y solicito a Brasil que abandonase el territorio paraguayo a lo que Brasil contesto con una firma de tratado
individual entre Paraguay y el Imperio, lo que genero gran malestar en Argentina ya que violaba las clausulas de su Pacto
de la Triple Alianza. En 1876 se logro llegar a un acuerdo entre Argentina y Paraguay sobre los límites entre estas dos
naciones, las cuales se sometieron a un arbitraje norteamericano para que estableciera los limites entre ambos, el cual
fallo a favor de Paraguay, con el fin del conflicto, las tropas imperiales abandonaron Asunción.
Las consecuencias para Paraguay fueron devastadoras, perdió la autonomía económica incorporándose al mercado
internacional de productos manufactureros, le destruyeron las fortificaciones y le prohibieron volver a restaurarlas o
crear nuevas, destruyeron la capacidad industrial del país, y les prohibieron reforzarse militarmente, además de colocar
un gobierno títere a sus intereses.
CONNELL SMITH GORDON – Los Estados Unidos y América Latina
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EEUU con el surgimiento como potencia mundial comienza a ejercer una hegemonía sobre el continente, fomentando el
panamericanismo como política. Esta política norteamericana tenia dos fines: consolidar el comercio con Latinoamérica
y el arreglo pacifico de las disputas entre los Estados. La paz y estabilidad en el continente era necesario para que se
expandiera su comercio en la región.
Además del congreso de Panamá, existieron tres conferencias regionales, el Primer Congreso de Lima en 1848, el Con-
greso Continental de Chile en 1856 y el Segundo Congreso de Lima en 1864. Estas compartieron ciertas características:
primero, estas reuniones fueron la consecuencia de las amenazas que representaban las potencias en el continente, en
un primer momento por España y sus aliados y luego con la política expansionista de EEUU; segundo, el reducido núme-
ro de países participantes, muchos países con sus políticas más conservadoras no veían bien la unión, en tanto países
como Haití o Brasil no eran invitados a formar parte; tercero, existía una brecha en la idea de unidad latinoamericana,
no podían resolver las diferencias entre ellos.
Cuando EEUU, invita a las naciones americanas a la Primera Conferencia Internacional de Estados Americanos en 1889,
todos los países se encontraban representados, los temas que debatirían seria sobre cuestiones comerciales y una unión
aduanera entre las mismas, otro tema que se mencionaba era la creación de un sistema de arbitraje para resolver las
disputas entre países, pero nada de lo planteado se realizo ya que fueron rechazadas por las naciones, pero se crearon
dos instituciones que se encontrarían en EEUU y estarían dirigidas por el Secretario de Estado de EEUU. Las naciones
latinas querían que se incorporara la Doctrina Calvo, que establecía que los extranjeros en los países americanos goza-
ban de los mismos derechos que los nacionales y que no podían reclamar privilegios especiales, también especificaba
que los extranjeros deben realizar sus demandas a la jurisdicción de los tribunales locales, evitando recurrir a las presio-
nes diplomáticas o intervenciones armadas de su propio Estado. EEUU se mostraba contrario a esta doctrina ya que veía
limitado su poder, sostenían el derecho a intervenir cuando sus ciudadanos se veían afectados por los conflictos de un
país. Por lo que las naciones americanas votaron a favor de la resolución, pero EEUU votaba en contra.
En 1901 se reunirían en México, la Segunda Conferencia, de la que tampoco logro resolver los problemas de arbitraje,
entre esta conferencia y la tercera, se produce un gran avance del intervencionismo en Centroamérica. Cuba y Panamá
que eran independientes de una potencia extracontinental, eran manejados por Washington. EEUU que había estableci-
do como política exterior la Doctrina Monroe, que consistía en proteger de cualquier ataque extracontinental en suelo
americano, no lo aplico cuando Inglaterra y Alemania establecieron un bloqueo a Venezuela por no pagar sus deudas, su
justificación fue que no había peligro por parte de las potencias de establecer un dominio en las tierras americanas y
que las medidas eran justificadas por el incumplimiento de sus deberes. Frente a esto Luis María Drago, sostuvo que el
incumplimiento de las deudas no eran justificaciones para una intervención armada u ocupación territorial por estados
europeos a estados americanos, esto pasaría a ser denominada Doctrina Drago. Por el contrario el presidente de EEUU
estableció el Corolario de Roosevelt establecía que los Estados Unidos podían intervenir en los asuntos internos de
países latinoamericanos si cometían faltas flagrantes y crónicas, en 1905 la utilizaría como medida para intervenir las
aduanas de Republica Dominicana, si bien tiempo atrás las empresas norteamericanas se habían asentado en el país y
funcionaban como el banco del país, pero en 1901 el nuevo gobierno dominicano decidió terminar el convenio con las
compañías norteamericanas y tener el control económico de su país, pero las indemnizaciones fueron un frente de dis-
puta, por lo que EEUU tomo parte a favor de las compañías norteamericanas, lo que termino con la intervención de las
aduanas en manos de los norteamericanos, estos se quedarían en el lugar hasta que recaudaran lo que establecía la
indemnización. Los capitales norteamericanos comenzaron a penetrar en los países del Caribe, en Haití empezó con la
construcción del ferrocarril y pronto obtuvieron valores del banco de Haití, ferrocarriles, aduanas y barcos, la penetra-
ción económica en la región les posibilito la participación o influencia en la política doméstica de los países.
Con las políticas de la Enmienda Platt y el Corolario de Roosevelt el gobierno norteamericano había intervenir en varias
regiones del Caribe, con el dominio de Republica Dominicana, Nicaragua y Haití, se le sumaban a las tradicionales Cuba y
Panamá. En RD se aplicó el corolario en 1905.
En Nicaragua el gobierno norteamericano interviene para sostener a un gobierno local que no tenia el apoyo de su so-
ciedad. Por el contrario, México había comenzado su etapa revolucionaria, toma el poder Porfirio Diaz un dictador que
va a tender una buena relación con los estados unidos, donde la mitad de la riqueza mexicana estaba en manos de ex-
tranjeros. Pero en 1911, Madero derroca la dictadura de Diaz, pero este tendría que enfrentar varios problemas internos
y reclamaciones del exterior, lo que termino con su asesinato. Huerta asume la presidencia, pero los EEUU no lo recono-
cen como jefe mexicano, el gobierno de Wilson busco el apoyo de naciones europeas para derrocar el nuevo gobierno
mexicano, al no contar con el suficiente apoyo, comenzó a enviar armas a la oposición del gobierno de Huerta, entretan-
to los EEUU custodiaban las aguas mexicanas para interceder ante cualquier conflicto y establecer un bloqueo en el país.
En 1914 un barco norteamericano para en un puerto mexicano, lo que genera un conflicto entre ambas naciones por las
violaciones a sus espacios, Wilson pedía que México se disculpara por los tratos, Huerta se niega por lo que el gobierno
norteamericano pide al congreso el uso de la fuerza y sin el apoyo del Congreso, Wilson ocupa y bombardea Veracruz en
1914. Ante el ataque de un enemigo extranjero y ver dañada su independencia, el gobierno de Huerta recibe mayor
apoyo social de su país. Argentina, Brasil y Chile se ofrecieron a mediar entre las partes, pero la conferencia no consiguió
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resolver el conflicto. La posición de Huerta era débil, ante la permanencia de EEUU en Veracruz, lo que provoco que
Huerta renunciara, por lo que Norteamérica se retira del país. Asume en el poder Carranza que tiene el apoyo del país
del norte, pero lideres como Villa o Zapata no veían con buenos ojos el nuevo gobierno de su país, por lo que comienzan
a enfrentarse a las fuerzas del gobierno para derrocarlo, Villa va más allá y comete actos contra norteamericanos por
culparlos de todo el mal que le hacían a su país. Ambas naciones firman un tratado sobre la persecución de bandidos en
el territorio del otro, pero este no fue ratificado cuando el gobierno norteamericano ingresa en México para capturar a
Villa en 1916, lo que genero un malestar en el gobierno mexicano, luego de un mes de campaña el ejercito yanqui no
había podido capturar a Villa y ya habían avanzado grandes extensiones del país, esto genero tensos cruces que casi
terminan en una guerra entre ambas naciones. Pero los sucesos en Europa, enfrían el conflicto con México y EEUU se ve
obligada a abandonar las tropas en el país, para concentrar sus fuerzas ante la entrada de este país en el conflicto mun-
dial.
En 1916 se convoca a elecciones en RD, lo que parece emerger un nuevo gobierno antinorteamericano, ante el miedo
de EEUU que sucediera, deciden intervenir y surge como líder del país Trujillo, iniciando una etapa de dictadura que
sería de la más severas del continente.
TERAN OSCAR – En búsqueda de la ideología argentina
Entre la guerra hispano-norteamericana y la Primer Guerra Mundial, comienzan a surgir en el continente discursos
antimperialistas, como protestas ante el expansionismo de EEUU en el continente, como respuesta se ve la unidad lati-
noamericana. El imperialismo yanqui, comenzara desde lo comercial, después político y por ultimo con las armas, como
respuesta surge la idea defensiva de la coordinación latinoamericana ante el peligro de una agresión armada, económi-
ca o cultural.
SUNKEL OSVALDO – El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo
Crisis del liberalismo (1914-1950)
La crisis del liberalismo comienza con la Primera Guerra Mundial, en el cual hasta su momento el sistema económico
mundial había funcionado, pero ante el estancamiento de la principal hegemonía y el traslado centro financiero hacia la
nueva potencia norteamericana, comienzan a resquebrajarse, con la ruptura del patrón oro y con nuevas prácticas fi-
nancieras. En 1929, comienza la gran depresión, con la quiebre de la Bolsa de Valores de Nueva York, lo que genero una
ruptura con el funcionamiento de la economía liberal, devaluándose las principales monedas, suspendiendo los siste-
mas financieros, provoco altas tasas de desempleo y produjo políticas proteccionistas y la suspensión de inversiones en
el exterior.
Ante la caída de los precios, los países centrales dejan de comprar materia prima para reducir el stock de producción, lo
que provoca una caída de la demanda de la materia prima que reduce las ventas de los países periféricos que se habían
insertado en la red internacional como exportadores de materia prima. En los países centrales, provoca una caída del
empleo y de los niveles de vida, pero para 1933/1934 los países centrales ya habían logrado avanzar con las medidas
proteccionistas incrementando la oferta interna y con subsidios.
El deterioro en el intercambio de productos primarios por manufactureros se incrementó, al caer el precio de los prime-
ros más rápido que los industriales, lo que genero mas vulnerabilidad en los países periféricos, además de la caída de los
precios, también se le suma la suspensión de inversiones lo que genera mayores conflictos para pagar las deudas que
tenían estos con el exterior, lo que genero que se suspendieran los pagos de deuda y el control de los tipos de cambio.
No todos los países de América Latina se vieron afectado de la misma forma, dependerá del grado de desarrollo y diver-
sificación que los países habían alcanzado en la etapa de crecimiento hacia afuera. En los países especializados en ex-
portación agrícola, la caída de la demanda y de los precios provoca una acumulación de los productos y genera una
caída de los ingresos de los países, lo que obligo a los Estados a comprar el excedente de la producción y lograr estabili-
zar los precios. En los países exportadores de minerales, lo que sucedió fue que disminuyeron la producción de minera-
les y se redujo el empleo, para combatir los problemas económicos emprendieron medidas anticíclicas. Las medidas
anticíclicas, provocaron un problema financiero al Estado, ya que los ingresos de los países dependían del comercio
exterior y de los empréstitos, por lo que el aumento del gasto publico para la obra publica y la compra del excedente
agropecuario genero graves problemas económicos en las naciones, pero con estas medidas se recupero el nivel de
demanda interno, la actividad económica y el empleo. Al aumentar el nivel de vida, los productos manufactureros vuel-
ven a ser necesarios para satisfacer las necesitades internas, pero los Estados estimularon la producción local de los
productos para evitar la importación de estos.
El estado debe tener condiciones necesarias para la producción industrial, por lo que una infraestructura básica evitaría
inversiones costosas, además de reorganizar el mercado interno y la creación de mano de obra calificada. El estado
destinara inversiones en el sector manufacturero para ampliar su capacidad productiva, con medidas proteccionistas a
esos bienes que serán producidos en el país, con el crecimiento industrial el estado busca mejorar los servicios sociales
de una nueva clase social que busca mayores beneficios. Estas medidas fueron necesarias para paliar la crisis mundial,
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además fueron fruto de presiones de distintos sectores sociales por lo que se genero gobiernos populistas en la región,
que expresaban las voces de distintos sectores de la sociedad. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, los países
de la región se vieron beneficiados ya que aumento la producción agrícola, necesaria para la guerra, además los produc-
tos industriales de los países europeos se vieron alterados y eran necesario en la industria belicista, por lo que la pro-
ducción manufacturera en los países latinos se vio fomentada. Pero la escasez de bienes importados, sobre todo de
aquellos como maquinarias para la producción industrial se vieron limitados, provocando un desgaste de la industria en
América. Esto se llevo a cabo en países como Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, México y Colombia, en el resto de los
países la gran depresión no significo un cambio de sus políticas económicas o de su diversificación industrial.
PALAMARA GRAZIANO – Entre guerra y paz
Hasta 1917, el gobierno norteamericano había mantenido su neutralidad en el conflicto europeo, al igual que el resto de
los países americanos, pero cuando este ingresa en la guerra algunos países que se encontraban influenciados por
EEUU, declararon la guerra a Alemania. Argentina, Chile, Colombia, México y Venezuela mantuvieron su neutralidad a
pesar de las presiones de EEUU.
Tres razones condujeron a la neutralidad de la región:
Razón político-diplomática: era un conflicto europeo, por viejas rivalidades francoalemanas.
Razones económicas: la importación de materia prima con destino hacia Europa y la importación de productos
manufactureros de estos centros, lo que la neutralidad permitía mantener intactos los vínculos comerciales.
Razones culturales y sociales: los estados latinoamericanos habían recibido previamente al conflicto mucho
flujo migratorio proveniente de países europeos, por lo que la inserción de estas poblaciones a las sociedades
locales era muy importante, mantener la neutralidad permitía que no existieran grupos aislados.
Pero también era difícil mantener la neutralidad, ya que había presiones internas como externas para que se declararan
a favor de un bando, si bien esto fue bastante fácil hasta la entrada de EEUU. En lo interno, por lo general los grupos de
orientación liberal o republicana se orientaban hacia las potencias liberales y los grupos conservadores a la causa de los
imperios centrales.
WEHRLI YANNICK – Pequeñas naciones frente a las grandes potencias
Once estados latinoamericanos tomaron parte de la conferencia de Paris. Los delegados latinoamericanos adoptan una
postura en común para la defensa de sus principios generales. En la guerra, los países europeos tenían dos opciones, o
eran neutrales o beligerantes, pero para los países latinoamericanos las opciones eran más laxas, podían mantener su
neutralidad o bien romper relaciones, pero sin llegar a la beligerancia, como fue el caso de Bolivia, Ecuador, Perú y Uru-
guay, la beligerancia en estos países significaba un guiño para EEUU, que buscaba extender su influencia para que los
países latinoamericanos se posicionaran en la guerra.
Cuando la guerra termino, las Conferencias para organizar el futuro de las naciones significo un momento importante
para las naciones americanas ya que podían influir en la organización internacional, estableciendo sus principios y ade-
más poder insertarse en el escenario global y sobre todo en la organización europea. En la organización de la conferen-
cia, se le permitió a Brasil por su compromiso con la guerra estar representado por tres delegados, los demás por uno,
en cambio las cinco potencias obtenían cinco delegados, Bélgica y Serbia tres, y las demás naciones europeas dos.
En la cumbre algunos países latinos como Brasil, Cuba, Perú, Haití y Bolivia. Pidieron indemnizaciones por los daños
causados, pero no fueron lo suficientemente importante para las grandes naciones los daños latinos comparado con los
problemas mas urgente que buscaban establecer. Además, otras naciones buscaban obtener apoyo en problemas que
se tenían en la región, como fue el caso de Bolivia y Perú que buscaron el apoyo de las grandes naciones ante la perdida
de tierras por parte de Chile, también Haití busco reestablecer su independencia y el retiro EEUU de su país, pero la
potencia norteamericana no estaba interesada en discutir esos asuntos y las potencias europeas no se meterían sin el
apoyo de EEUU. Costa Rica fue otros de los que presento quejas ante las intervenciones de EEUU en América Central.
Las naciones americanas acudían a la sociedad internacional para protestar ante el abuso de poder de EEUU en el conti-
nente y para disminuir su poder en la región.
La conferencia trajo como resultado la creación de la Sociedad de Naciones, con el fin de garantizar la independencia y
la integridad territorial de los estados que lo componen, lo que esperanzaba a las naciones americanas como freno ante
el intervencionismo norteamericano. EEUU insistió en reconocer en el pacto constitutivo de la organización, a la doctri-
na Monroe, generando un gran malestar en las demás naciones americanas. Brasil fue el único país americano elegido
entre las demás naciones para ocupar el puesto de nación latinoamericana para la comisión, este no se negó al recono-
cimiento de la Doctrina Monroe, lo que genero un conflicto interno en las sociedades latinas, esta delegación buscaba el
apoyo de EEUU para ocupar un puesto permanente en la sociedad, pero termino siendo una victoria con gusto a poco
ya que fue elegido por las cinco potencias como estado no permanente junto a Bélgica, España y Grecia.
Luego se buscó generar la creación de dos comisiones una Económica y la Financiera, las delegaciones latinas resaltaban
su gran cantidad de números por lo que buscaban mayor representatividad, por lo que lograron en la lista de nombres
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de estados que ocuparían estas dos comisiones, grandes cantidades de países latinoamericanos, primero irían cinco
estados que serian seguros y luego cuatro bancas como suplentes, por lo que en la comisión financiera estaba Perú,
Brasil, Bolivia, Panamá y Portugal más Rumania, Bélgica, China y Grecia. La comisión económica seria para Brasil, China,
Cuba, Siam y Ecuador más Bélgica, Serbia, Rumania y Grecia. Esta elección no fue bien recibida por las potencias por lo
que ellas designaron a las delegaciones que compondrían las comisiones: Comisión financiera (Bélgica, Grecia, Ruma-
nia, Serbia y Checoslovaquia) comisión Económica (Bélgica, Brasil, China, Polonia, Portugal, Rumania y Serbia). Exclu-
yendo a la mayoría de los latinoamericanos a excepción de Brasil.
La conferencia de la Paz en Paris inauguro una era donde los países latinoamericanos participarían en reuniones interna-
cionales para organizar la política mundial y europea, en esta buscaban resolver sus asuntos continentales y frenar las
intervenciones norteamericanas. Las delegaciones americanas se juntaron en una sola voz para poder establecer sus
principios como derechos jurídicos internacionales, pero la defensa de esos principios acababa ante los intereses perso-
nales de los estados americanos, como fue el caso de Brasil o Perú. Los problemas en la elección de los miembros de las
comisiones muestran como las naciones americanas por su gran cantidad y cohesión lograron imponer muchos estados
en el armado de las listas, pero la igualdad de los estados no estaba representada como quedó demostrado cuando las
potencias decidieron designar a dedo los integrantes de las comisiones, sobre todo cuando quedo demostrado con la
mención de la Doctrina Monroe en el pacto constitutivo.
DUMONT JULIETTE – América Latina ante el nuevo orden mundial (1919-1939)
Después de la primera guerra mundial, se establece un nuevo orden mundial con la creación de la Sociedad de Nacio-
nes, los países latinoamericanos que habían optado en la mayor parte del conflicto por una posición de neutralidad, se
veían atraídos por participar en la organización de naciones. Estos veían en la sociedad como un posible contrapeso de
la creciente influencia de EEUU en el continente.
MARTINEZ DIAZ NELSON – Nacionalismo y petróleo: La guerra del Chaco
La sociedad boliviana estaba conformada por grandes terratenientes y comunidades indígenas despojadas de sus tierras
que servían como empleados de las haciendas para trabajar la agricultura, hasta 1952 cuando se produce un desarrollo
de la producción minera, los grandes dueños de las tierras pertenecían a las familias tradicionales de la elite boliviana,
por el contrario los empresarios del estaño detentaban con el poder de esta clase acomodada, y se encontraban relacio-
nados con los capitales internacionales, se enfrentaba la nueva y vieja oligarquía, pero pronto los grandes terrateniente
encontraron un negocio como proveedores de materia prima para las minas de estaño, por lo que las relaciones mejora-
ron. Paraguay por otro lado, venia de una masacre de su sociedad luego de la Guerra de la Triple Alianza, gobernada por
el partido Colorado, que vendió a extranjeros las tierras del país, despojando a los agricultores de sus tierras y dejándo-
los en trabajos casi esclavos, en 1904 el panorama político cambio con la llegada al poder del partido liberal, los cuales
buscaban integrarse a la sociedad mundial mediante la atracción de capitales británicos-argentinos.
La región del Chaco Boreal era de escaso interés para Bolivia o Paraguay, por varios factores: inhospitalidad de las tie-
rras, falta de comunicaciones y lejanía, pero Bolivia comenzó a interesarse por la región por buscar una salida acuífera
luego de la guerra del Pacifico, en la que perdió la salida al mar. Del lado paraguayo el interés comenzó por la fertilidad
de las tierras y por buscar nuevas para explotarlas, el ochenta por ciento de las tierras del chaco paraguayo se encontra-
ban en mano de extranjeros como ingleses, argentinos y norteamericanos, donde se criaba ganado o se extraía madera.
Las compañías norteamericanas se habían instalado en Bolivia para aprovechar las ventajas de su estaño y para permitir
la explotación petrolífera en el país, concediendo hectáreas para que empresas yanquis se instalen en el país. Ante los
avances de las dos naciones en la región, ambas naciones comienzan a tomar prestamos a las potencias para rearmarse
y estar listas para un enfrentamiento, por lo que Bolivia se acerca a EEUU y Paraguay hace lo mismo con Inglaterra. La
cantidad de plata que ambas naciones gastaron demuestra el interés de las grandes potencias en la región, pero estas
armas estarían en manos de ejércitos poco preparados para su uso, por un lado, Bolivia uso al indio como mano para la
guerra, pero las condiciones en donde lucharían no eran a las que estaban acostumbrados, sumado a la escaza expe-
riencia con armas. Paraguay, por el contrario, tenia en sus filas indios guaraní que se encontraban más inserto en la
sociedad de su país. Desde 1928 ambas naciones comienzan con los choques, si bien al principio Bolivia tenia una supe-
rioridad militar, esta se vio opacada ante los avances paraguayos, lo que generaba un desgaste en las filas bolivianas.
Argentina y Brasil buscaron mediar el conflicto, pero sin tener buenos resultados. Para 1935, las fuerzas paraguayas
llegaban al limite de disputa que tenían con Bolivia, con la llegada de Paraguay cerca de Santa Cruz, el gobierno nortea-
mericano decidió intervenir en la guerra y buscar una solución, los limites que se fijaron fue un prácticamente todo el
territorio del Chaco Boreal para Paraguay que había salido triunfante en el enfrentamiento, mientras que Bolivia conser-
vaba las zonas petroleras.
Las consecuencias para ambas naciones fueron alarmantes, por un lado, dejo grandes bajas para ambas naciones, por el
otro genero un inmenso gasto militar que se financio con deuda, por último, podemos mencionar que Bolivia perdió
grandes extensiones de tierras. Además de estas consecuencias, también existen políticas ya que, en 1936, un coronel
en Bolivia derroca al presidente del país, instaurando una república socialista y nacionalizando los yacimientos petrole-
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ros, lo que condujo a la revolución boliviana de 1952. Para Paraguay luego de la euforia del primer momento, la socie-
dad comenzó a sentir la crisis que se habían sumergido, por lo que aumento el descontento social, lo que provoca que
un coronel destituya al presidente y tome medidas socialistas, pero esto producirá una crisis interna que erosionara el
poder del presidente hasta que asume el dictador Morinigo.
CONNELL-SMITH GORDON – Los Estados Unidos y América Latina
Al terminar la Primera Guerra Mundial la hegemonía de EEUU en América Latina se afianzo, por lo que su política hacia
América Latina se confirmó y establece a América como zona de influencia y no permitía que ninguna potencia extranje-
ra interviniera. Las intervenciones en el continente se volvieron parte de su política exterior, con la justificación de que-
rer preservar el orden y la paz, además de asegurar a sus ciudadanos norteamericanos que se encontraban en el país en
cuestión y las propiedades que se tuvieran, este intervencionismo genero un gran malestar en la sociedad latinoameri-
cana que no veía bien las acciones de la potencia americana, el no reconocimiento de presidentes en Latinoamérica
también fue una forma de presión a las sociedades, ya que el no reconocimiento de EEUU a un gobierno podía lograr
desestabilizarlo.
Con la llegada de Roosevelt a la presidencia, este comenzó a reformular la política exterior y buscaba crear una mejor
imagen de su país en el continente, comenzó asi la política del buen vecino, por lo que las intervenciones de Estados
Unidos en los asuntos internos de los países latinoamericanos fueron moderándose. Esto fue para lograr la solidaridad
hemisférica contra amenazas exteriores, en especial de las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial. La
política del reconocimiento de Wilson se abandonó para América Latina. En 1932, se retiraron las tropas de Nicaragua y
Haití en 1934, si bien no existían tropas norteamericanas en estos dos, junto con Republica Dominicana seguían siendo
protectorados económicos de EEUU y Cuba y Panamá tenían una independencia limitada. El gobierno norteamericano
buscaba penetrar en los países americanos por sus economías, impedir que intereses europeos ingresen en la región y
asegurarse para si las materias primas, pero luego de la gran depresión en 1929 EEUU se enfrentaba a los nacionalismos
de los países americanos que nacionalizaban los recursos y despojaba a las compañías petroleras estadounidense de
Bolivia o México.
En la segunda guerra mundial, nuevamente el continente se posicionaba neutral al conflicto por ser ajenos a los proble-
mas, pero en 1942 EEUU ingresa a la contienda y nueve países centroamericanos junto con Colombia, México y Vene-
zuela rompieron relaciones con los países del eje. En una conferencia americana, EEUU busco que los países rompieran
relaciones con las potencias del eje, pero Argentina y Chile se opusieron por los negocios económicos que tenían con los
mismos. Con el tiempo casi todas las naciones americanas habían roto relaciones con las potencias del eje, a excepción
de Argentina que se mantenía en una posición neutral, esto provoco un gran desgaste de las relaciones con EEUU, por lo
que cuando asumió el nuevo gobierno de Perón, este no lo reconocieron.
GALINDO JOSE – La conferencia de Chapultepec Ricardo Bielschowsky
Las políticas expansivas y la recuperación de las exportaciones mexicanas permitieron la reactivación del
sector industrial, no obstante, hubo otros factores importantes que generaron la transferencia de recursos
del sector tradicional al sector manufacturero de la economía. El programa de reforma agraria del presidente
Lázaro Cárdenas generó elementos de incertidumbre para la inversión en el campo, lo que también promovió
un aumento de inversión en el sector industrial. Un tercer factor que influyó en la transferencia de recursos
hacia el sector industrial fue que durante los años treinta hubo una serie de inversiones públicas importan-
tes. En particular, la construcción de la red carretera se aceleró, lo que permitió la fusión de los centros indus-
triales y urbanos. Esto redujo los costos de transporte y amplió el mercado interno, lo que provocó que la
productividad en general aumentara. Las industrias de cemento y acero también fueron estimuladas por el
aumento en las obras de infraestructura de la segunda mitad de la década de los treinta. El crecimiento de
los beneficios en el sector moderno se reflejó en un fuerte proceso de acumulación de capital. Esto llevó al
sector industrial a convertirse en el motor de la economía por primera vez. Como consecuencia de la Gran
Depresión fue la aceleración del proceso de sustitución de importaciones y la industrialización doméstica por
medio del cambio en los precios relativos. Este resultado también fue influido por una política macroeconó-
mica expansiva y el mantenimiento de una alta demanda agregada por el resto de los años treinta. Este últi-
mo factor está relacionado con el segundo efecto más importante de la Gran Depresión: el más amplio papel
del Estado en el manejo de la política macroeconómica. Los Estados latinoamericanos pudieron por primera
vez implementar una política monetaria autónoma, en parte por haber dejado el patrón oro. Es decir, no
tuvieron que mantener la paridad cambiaria, lo que a su vez les permitió tener mayor control sobre la oferta
monetaria. Asimismo, el establecimiento de bancos centrales bajo el control del Estado permitió regular la
contribución de la sustitución de importaciones en el crecimiento de la oferta industrial en los años treinta,
es comparable con la de Brasil, en donde la industrialización en ese periodo fue también en gran parte pro-
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ducto del reemplazo de productos antes importados. En el caso brasileño, el crecimiento de sectores manu-
factureros como cemento, metalurgia, papel, mobiliario y piel fue impresionante, la circulación monetaria,
las tasas de interés y el tipo de cambio. Por otro lado, los déficits fiscales que aparecieron durante los años
treinta pudieron ser financiados con el impuesto inflacionario, lo que permitió la acuñación de nueva mone-
da. Dicho crecimiento del papel del Estado en la economía fue reafirmado durante la segunda guerra mun-
dial. En México, hasta la expropiación petrolera de marzo de 1938, el gobierno de Cárdenas se concentró en
aspectos sociales. El reparto agrario, educación, salud, indigenismo, cultura y la política sindical fueron las
áreas en las cuales se concentró la actividad gubernamental. Pero a partir de la expropiación petrolera, Cár-
denas empezó a manifestar una marcada preocupación por el desarrollo industrial. Ya había hecho algunos
avances en este aspecto, pero fundando instituciones más que defendiendo políticas en la materia. En 1936
creó los Almacenes Nacionales de Depósito, en 1937 el Banco Nacional de Comercio Exterior, El Banco Nacio-
nal Obrero de Fomento Industrial y la Comisión Federal de Electricidad, además reformó la Ley de Seguros.
Cárdenas dio el primer paso de fomento a la industria en 1939, al establecer algunas medidas como exencio-
nes fiscales por cinco años a empresas con actividades industriales nuevas, su sucesor, Ávila Camacho, defi-
nió la política industrial para aprovechar las oportunidades que trajo la guerra. La segunda guerra mundial
permitió la continuación del proceso de diversificación económica que experimentaba América Latina. La
región se convirtió en un importante proveedor de materias primas hacia los países en guerra, principalmen-
te para Estados Unidos y Reino Unido, y al mismo tiempo pudo continuar con el proceso de sustitución de
importaciones gracias a la escasez de productos importados que se presentó en ese periodo. Durante el con-
flicto bélico tanto la demanda interna como la externa aumentaron de forma considerable. Esto permitió un
crecimiento industrial importante en la región. Las tasas de crecimiento industrial anual de Chile, México y
Venezuela estuvieron por arriba de 9%. En sí, el crecimiento industrial de América Latina fue en promedio de
5.7%, entre 1939 y 1945. Por su parte, el Estado mexicano llevó a cabo una política de gasto público que favo-
reció a las inversiones en infraestructura, principalmente comunicaciones, Aunque Cárdenas desarrolló políti-
cas de corte radical, tuvo severos conflictos con algunos grupos de empresarios, pero no obstaculizó el desa-
rrollo de la industria. De hecho, entre 1935 y 1939, más de 6 000 industrias fueron establecidas en el territo-
rio nacional. Fue un periodo en que nuevas industrias, diferentes a las tradicionales, propiedad de la elite
económica tradicional que se mantenían desde el porfiriato, fueron creadas. El crecimiento industrial en Mé-
xico se dio sobre todo en textiles, comida, químicos, metales y energía eléctrica, y una política fiscal de baja
imposición y exenciones fiscales, que continuó con la promoción de nuevas industrias, así como de aquellas
donde la oferta interna no satisfacía la demanda. Además, México contaba con capacidad industrial ociosa
que pudo ser utilizada durante los años de guerra. En el caso mexicano, hubo además una relación económi-
ca muy estrecha con Estados Unidos. En 1940, el 90% de los productos de exportación nacionales fueron
adquiridos por el vecino del norte; igualmente, México importó el 90% de sus productos de Estados Unidos
en 1944. Esta dinámica económica con Estados Unidos también favoreció al proyecto gubernamental de in-
dustrialización, ya que este proveyó un mercado grande para los productos mexicanos y una fuente de bienes
de capital e inversión. Los propósitos de industrialización también se reflejaron en cambios institucionales. Se
hicieron reformas a la Ley Orgánica del Banco de México, que permitieron que en 1942 esta institución co-
menzara con una política de canalización de créditos a la industria. Se dispuso que los bancos asociados que-
daran obligados a integrar su cartera cuando menos con 60%de créditos a la producción. México salió de la
guerra con un sector industrial acostumbrado a trabajar a plena capacidad y con cierta experiencia del mer-
cado estadunidense y latinoamericano. De manera simultánea, la demanda estadunidense de materias pri-
mas empezó a disminuir en 1945; tal fue el caso de la minería. Otro factor, no menos importante, fue la alta
tasa de inflación, que para 1945 se unió a las demás causas para hacer menos competitivos los productos
mexicanos en el mercado estadunidense. La inflación no sólo afectó a México, en importantes países latinoa-
mericanos la inflación de los años de guerra probaría ser un cáncer que nunca fue extirpado, a pesar de los
repetidos intentos, en el periodo de posguerra» . En promedio, la inflación regional fue de 13% entre 1939 y
1945. En estas condiciones se llevó a cabo la Conferencia Interamericana sobre los Problemas de la Guerra y
de la Paz, mejor conocida como Conferencia de Chapultepec. Al término de la segunda guerra mundial, la
política internacional y el sistema de relaciones entre naciones debían reorganizarse por completo. Lo ante-
rior, como consecuencia del efecto de la crisis y guerra. El bipolarismo que ya empezaba a perfilarse entre la
URSS y Estados Unidos obligó a una alineación particular entre las naciones, y Latinoamérica acabó por for-
mar parte de la esfera estadunidense. Estados Unidos había comenzado a asumir su posición de potencia
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mundial al dictar los lineamientos que los gobiernos latinoamericanos debían seguir en el periodo de la pos-
guerra. Washington había presionado a los Estados de la región a que rompieran relaciones diplomáticas con
los países del Eje, inclusive a través de la imposición de medidas coercitivas contra los Estados que se rehusa-
ran a abandonar su postura de neutralidad. Ejemplo de ello fue el caso argentino, que de 1942 a 1945 fue
sujeto a la marginalización política y económica de la mayor parte de los países de la región, hasta que deci-
dió alinearse a la posición hemisférica impulsada por Estados Unidos. Otro factor influyente, en el contexto
de la Conferencia de Chapultepec, fue la expectativa de los países latinoamericanos de recibir por parte de
Estados Unidos ayuda económica para detonar y fortalecer sus procesos de industrialización. Se esperaba
que al término de la guerra, Washington implementaría una suerte de «Plan Marshall» para Latinoamérica,
pero con el tiempo fue claro que Estados Unidos tenía otros planes para la región. No obstante, dichas expec-
tativas flexibilizaron la postura de los países latinoamericanos hacia ciertas políticas impulsadas por Washin-
gton. En este periodo, Estados Unidos también logró unificar a los países del continente para establecer un
bloque regional de cara a la Conferencia de San Francisco, donde finalmente se crearía la Organización de las
Naciones Unidas. La conformación de un bloque americano ante el sistema universal, como se verá más ade-
lante, se consensuó bajo el entendido de que ciertos temas de política internacional, tales como la seguridad
hemisférica, se reservarían para el ámbito regional. Acorde con Morgenfeld, al interior del Departamento de
Estado existían dos corrientes opuestas sobre el rumbo que debía tomar el «nuevo orden internacional».
Unión Soviética y la consolidación del Sistema de las Naciones Unidas sobre el Sistema Interamericano y, por
el otro, la visión «regionalista», que buscaba la terminación de las relaciones con aquella y el establecimiento
de un sólido andamiaje institucional a nivel regional con un grado suficiente de autonomía del sistema uni-
versal. Al final, fue evidente la prevalencia de la visión regionalista. Un ejemplo que evidencia la prevalencia
de la visión regionalista fue el telegrama enviado por el secretario de Estado a los oficiales diplomáticos de
Brasil, Chile, Costa Rica, Guatemala, Haití, México, Panamá, Uruguay y Venezuela, el 2 de enero de 1945, en
el que se señaló la importancia de atender a la Conferencia de San Francisco con pleno entendimiento de los
puntos de vista de los otros y con «mente abierta» para lograr una mayor efectividad en la cooperación para
construir una estructura pacífica, con miras a la seguridad internacional. Es en este escenario que México
ingresa con plenitud al nuevo sistema internacional, después de que anteriormente había tenido un reducido
papel en los foros internacionales debido a represalias que impusieron los países occidentales a la revolución
mexicana. En un breve recuento, en 1944 derivado de los acuerdos de Bretton Woods surgen el Fondo Mone-
tario Internacional y el Banco Mundial, a través de las cuales se reorganizó el sistema financiero internacio-
nal, entre otras cosas, dando centralidad al dólar, y estableciendo una paridad fija entre el oro y esta mone-
da. Un año después, en 1945, se crea la Organización de las Naciones Unidas y se suscribe el Acuerdo Gene-
ral sobre Aranceles Aduanales y Comercio, lo que termina por configurar el nuevo escenario político y econó-
mico mundial. Posteriormente, en 1948, el Consejo Económico y Social de la Naciones Unidas creó la CEPAL,
para contribuir al desarrollo económico y social de la región que, como se verá más adelante, fue determi-
nante para la cimentación teórica del nuevo modelo económico adoptado por los países latinoamericanos.
En los años recientes se ha producido un cambio de gran trascendencia en el estudio de las relaciones inter-
nacionales de América Latina. El antiguo énfasis en la dominación norteamericana en la región parece estar
cediendo el paso a una nueva interpretación que pone el acento en la mayor autonomía de nuestros países
en su vinculación con el sistema intencional y en el debilitamiento de la influencia de los Estados Unidos en la
región y, por extensión, en el resto del mundo.
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Esta nueva literatura, que desde la perspectiva latinoamericana puede ser calificada como "triunfalista", ya
que destaca una tendencia que a la larga conduciría al logro de una de las más sentidas aspiraciones de los
países al sur del Río Bravo, la eliminación de cualquier influencia extranjera desmedida en la región, conoce
variadas versiones y matices.
El fin del "imperialismo yanqui" en diversos países latinoamericanos y el consiguiente cumplimiento de obje-
tivos tales como la completa independencia nacional, el ejercicio pleno de la soberanía nacional o el logro de
la seguridad nacional de los Estados de la región. En sus versiones más serias, se postula la tesis de que si
bien los Estados Unidos siguen siendo la potencia extranjera más importante en América Latina, su influencia
económica, política y militar ha tendido a declinar en el último decenio a través de un proceso gradual que
en términos generales, ha permitido a la región una mayor autonomía en sus interacciones con el sistema
internacional, circunstancia que favorece especialmente a los países de mayor status relativo, tales como
Brasil, México, Argentina, Venezuela y algunos países del área andina.
En la opinión de diversos autores, es claro que la actual coyuntura económica y política internacional ofrece
múltiples argumentos en favor de esta tesis.
Estados Unidos en las economías latinoamericanas; la disminución de la importancia relativa de la región en
el mercado norteamericano; el intenso flujo comercial, financiero y de inversiones directas entre Japón y
algunos países europeos, por una parte, y los países de la región, por la otra; los recientes roces que se han
producido entre países latinoamericanos y Washington con respecto a temas específicos tales como el res-
pecto a los derechos humanos o los acuerdos sobre transferencia de tecnología nuclear con países situados
fuera del hemisferio; la renuncia por parte de Estados Unidos al control del Canal de Panamá; y otros hitos o
tendencias que detallaremos más adelante. El viejo y ahora debilitado "Coloso del Norte" estaría batiéndose
en retirada en América Latina como consecuencia de una serie de procesos que han ocurrido a nivel del siste-
ma internacional en su conjunto, a nivel del sistema doméstico estadounidense.
MUÑOZ HERALDO - LAS RELACIONES ENTRE ESTADOS UNIDOS Y AMÉRICA LATINA BAJO EL GOBIERNO DE REAGAN
DIVERGENCIAS Y AJUSTES PARCIALES
En términos generales se puede decir que mientras Estados Unidos siempre ha definido sus relaciones con el
resto del continente en función de su seguridad, los países de América Latina han puesto mayor énfasis en
sus necesidades de desarrollo socioeconómico, apelando a que las preocupaciones de seguridad deben ir al
menos complementadas con un trato más justo en los acuerdos comerciales, financieros y de inversión.
El arribo de Ronald Reagan a la presidencia de Estados Unidos inició un periodo en que las diferencias con
Latinoamérica se ahondaron todavía más . En esencia, el prisma del enfrentamiento Este-Oeste pasó a definir
la conducta estadunidense ante cualquier tema de política internacional, reasignando a América Latina el
antiguo papel de patio trasero para la contención del comunismo.
Desde el momento en que el gobierno de Reagan identificó a Centroamérica como área crucial para detener
la amenaza soviético-cubana, los procesos revolucionarios en la zona fueron definidos como consecuencia
directa de una provocación externa proveniente del bloque soviético, y se mantuvo que sólo una enérgica
contraofensiva militar podía impedir que la revolución iniciada en Nicaragua se extendiese a los países veci-
nos. América Central se transformó, desde el punto de vista de la Casa Blanca, en el tema dominante en las
relaciones Washington - América Latina. De hecho puede decirse que la política exterior de Estados Unidos se
centroamericanizó, en tanto que Washington adoptaba una actitud defensiva hacia la región y señalaba a
América Latina como la principal fuente externa del problema del consumo de drogas.
El narcotráfico llegó a ser calificado por el gobierno de Reagan como un problema de seguridad nacional, que
demandaba urgentes medidas de represión policiaco-militar en los países productores: México, Colombia,
Bolivia y otros. El prisma Este-Oeste se aplicó asimismo a esta materia, e inclusive la Casa Blanca llegó a utili-
zar el término «narcoguerrilla» para desacreditar a diversos movimientos rebeldes latinoamericanos y al
propio gobierno de Nicaragua, vinculándolos con el tráfico internacional de drogas.
Para América Latina, en cambio, los temas del narcotráfico y el conflicto centroamericano se inscriben en una
agenda de relaciones más amplia y diversificada poniendo el énfasis en la búsqueda de soluciones al proble-
ma de la deuda externa y en las dificultades que aquejan al comercio exterior de la región. Igual importancia
se atribuye al pronto retorno a la democracia en países aún gobernados por regímenes militares, y al estímu-
lo de las condiciones necesarias para que estos procesos democráticos se consoliden donde ya pasó el go-
bierno a los civiles.
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Por último, si bien los países latinoamericanos reconocen la gravedad del conflicto en Centroamérica, tienden
a rechazar la lógica de confrontación Este-Oeste que fomenta una solución militar a dicha crisis, y plantean la
conveniencia de buscar soluciones políticas y de distensión regional. El problema centroamericano es defini-
do, en último término, como el producto histórico de las condiciones de autoritarismo, corrupción y subdesa-
rrollo que tradicionalmente predominaron en los países del istmo, con la sola excepción de Costa Rica.
Estas visiones contradictorias sobre los temas principales de las relaciones entre Estados Unidos y América
Latina se tradujeron en un ostensible deterioro de los lazos interamericanos, particularmente durante los
primeros cuatro años de gobierno de Reagan.
Sin embargo, durante 1984 y 1985 Norteamérica enfrentó crisis y situaciones imprevistas y que necesaria-
mente demandaban posturas concretas que trascendiesen el diseño demasiado general y vago de contención
del comunismo. Esto puso de manifiesto que el esquema de guerra fría aplicado a América Latina y al Tercer
Mundo en general era insuficiente, puesto que encubría enormes vacíos de políticas efectivas para realidades
muy complejas, y no respondía a las aspiraciones y urgencias expuestas por los países latinoamericanos.
Es por ello que, como intentaremos demostrar en este trabajo, a partir de los últimos meses de la primera
gestión de Reagan, Washington modificó su conducta a fin de obtener un mayor pragmatismo e incorporó
algunas de las preocupaciones latinoamericanas en su agenda de política exterior, como el caso de la deuda
externa y los procesos de redemocratización. En otras palabras, si bien la lógica de confrontación Este-Oeste
sigue orientando la política exterior de Reagan hacia Latinoamérica y el resto del mundo, en la práctica la
realidad se ha impuesto sobre la ideología con respecto a América Latina, por lo cual la progresiva falta de
comunicación y la tensión entre Washington y los países latinoamericanos se ha detenido. Está por verse, sin
embargo, si este proceso seguirá avanzando.
Centroamérica
A partir de enero de 1981 la Casa Blanca lanzó una política agresiva en Centroamérica, proporcionando con-
sejeros, entrenamiento y cuantiosos recursos militares y económicos a los gobiernos que consideraba amigos
en el área, y a los contras que combaten en Nicaragua.
La prioridad del gobierno de Reagan fue detener la guerrilla en El Salvador y apuntalar al débil gobierno de
Napoleón Duarte. Paralelamente, sin embargo, implantó una política de apoyo y unificación de las fuerzas
contrarrevolucionarias nicaragüenses, tendente a desestabilizar al gobierno sandinista de Managua.
1982 y, primeros de 1983 la estrategia norteamericana adoptó una política más amplia al incorporar otros
países de la región.
Las políticas exteriores latinoamericanas frente a la crisis de su legitimidad democrática, y el establecimiento
de una plataforma militares en Honduras. Guatemala, por último, fue un aliado pasivo, manteniéndose la
tradicional autonomía relativa de los gobiernos militares guatemaltecos frente a la Casa Blanca.
Sin embargo, esta reorientación de la política de Estados Unidos hacia Centroamérica tampoco rindió los
frutos esperados. Ante esto, en 1984 se pasó a una tercera fase que impulsó un plan que intentaba armonizar
«objetivos militares y geopolíticos con algunos logros de desarrollo económico y social. Para lo cual Reagan
designó una Comisión bipartidista sobre política centroamericana, presidida por el ex secretario de Estado,
Kissinger.
La denominada Comisión Kissinger pretendió elaborar criterios para una política bipartidista con respecto al
istmo centroamericano; su principal mérito fue reconocer que las raíces fundamentales de la crisis actual
están directamente vinculadas con situaciones de injusticia y autoritarismo de larga data en la mayoría de
esos países. Empero, la Comisión no logró imponer un consenso bipartidista y sus recomendaciones concre-
tas, particularmente aquellas que sugerían un incremento en la ayuda económica a la zona, no fueron acogi-
das.
Como consecuencia, la política de Reagan hacia Centroamérica tendió a distorsionarse, acentuándose prefe-
rentemente los aspectos de agresión e intervención.
Washington se negó a reconocer las elecciones nicaragüenses realizadas en noviembre de 1984, y simultá-
neamente, los cuerpos de inteligencia norteamericanos pasaron de la actividad encubierta al sabotaje direc-
to, entorpeciendo el abastecimiento de combustibles y otros productos básicos al país.
A principios de 1985 Estados Unidos suspendió unilateralmente las conversaciones con Nicaragua.
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Reagan declaró en conferencia de prensa que el objetivo de su política era quitar al gobierno sandinista. Cla-
sificó a Nicaragua, Cuba, Libia y otros países como miembros de una confederación de estados terroristas. En
1985 y 1986 la Casa Blanca logró que el Congreso aprobara dos ayudas económicas para los opositores.
La Doctrina Reagan, consistía en brindar apoyo directo y efectivo a todos los movimientos insurgentes lucha-
dores por la libertad que combaten regímenes que la Casa Blanca estima adversos a sus intereses, como, por
ejemplo, Nicaragua, Angola y Afganistán.
VAN KLAVEREN ALBERTO - Las relaciones internacionales de América latina en la década de 1980
Las realidades económicas, políticas y sociales de América Latina han conocido transformaciones particular-
mente profundas durante las últimas décadas. En parte como consecuencia de estos cambios y en parte
como resultado de las modificaciones igualmente radicales que se han producido en el sistema internacional
global, las políticas exteriores de muchos países latinoamericanos han experimentado un desarrollo notable.
Si bien la grave crisis que ha afectado a la región durante los años ochenta ha vuelto a plantear interrogantes
muy serios sobre las posibilidades de acción externa de América Latina, ella no ha anulado este desarrollo.
La mayoría de los estados de América Latina ha procedido a una profunda redefinición de sus vínculos exter-
nos.
Unidos, se ha acercado a sus vecinos rompiendo un aislamiento relativo y hasta cierto punto autoimpuesto
durante muchas décadas, ha adquirido una indudable proyección en varios países africanos y se ha transfor-
mado en un negociador firme y sólido en una serie de foros económicos internacionales, aun cuando en di-
versos casos su esfuerzo no se ha visto coronado por el éxito.
Unidos, ha superado sus tradicionales posturas aislacionistas e introvertidas, ha desempeñado un papel es-
encial en la búsqueda de una solución pacífica para el conflicto centroamericano, ha otorgado una atención
creciente, aunque no exenta de ciertas reservas a los procesos de concentración regional que tienen lugar en
América Latina.
Alineados, su importante proyección en África, dotada incluso una fuerte componente militar y su mismo
reticencia a sumarse a los procesos de reforma que están sacudiendo a su principal aliado socialista.
Varios países intermedios de la región han experimentado cambios igualmente importantes en su acción
externa. Colombia, un estado tradicionalmente pasivo en materia internacional, desempeñó un papel de
gran relevancia en el Grupo de Contadora, a la vez que ha logrado consolidar unas relaciones externas econó-
micas relativamente sólidas en términos latinoamericano.
Contrariamente a lo que podría esperarse, este proceso de cambio ha terminado por afectar igualmente a los
países pequeños de la región, en muchos casos los más vulnerables a la influencia de su gran vecino del Nor-
te. El caso de Panamá es quizás el más evidente, aunque no necesariamente el más recomendables debido a
sus aspectos oscuros y su indudable costo paradigmático de Nicaragua que, contra su voluntad, ha sido perci-
bido, absurdamente es cierto, como una amenaza contra la seguridad de los Estados Unidos.
Pero incluso los países que no han experimentado procesos revolucionarios y que siguen muy cercanos a
Washington, en ciertas etapas muy cruciales se han permitido prescindir de las opiniones de su gran aliado y
llevar a cabo su propio proceso de concertación regional, buscando además vinculaciones alternativas o com-
plementarias con otros países de América Latina o de Europa Occidental.
Las relaciones internacionales de la gran mayoría de los países de la región se limitaban a los vínculos, a me-
nudo conflictivos, con los vecinos inmediatos, a la participación en un asimétrico, vetusto y en definitiva dis-
torsionado sistema Interamericano, a unas relaciones bilaterales de claro sesgo hegemónico con los Estados
Unidos y a una acción formalista y hasta cierto punto ingenua en organizaciones internacionales de todo
orden. En el plano de la acción concreta, la presencia externa de los países era débil, su diplomacia poco
profesional y sus vínculos poco diversificados.
Estados Unidos: Hacia una redefinición de los vínculos
Estados Unidos es sin duda un socio comercial fundamental para América Latina, un proveedor esencial de
inversiones extranjeras, una fuente decisiva de financiamiento externo, un abastecedor de armas, un actor
que nunca hay que descontar en la propia política interna de los países de la región y una referencia obligada
en muchos temas de las propias políticas exteriores latinoamericanas. Sin embargo, también es claro que, en
varios de estos terrenos, objetivamente la influencia estadounidense ha disminuido y que, lo que todavía es
más importante, la mayoría de los Gobiernos latinoamericanos, sean de derecha, centro o izquierda, sean
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revolucionarios, reformistas o conservadores, sean democráticos o autoritarios, han comenzado a mirar más
allá de Washington, en un proceso de redefinición de sus vínculos con los Estados Unidos que no ha estado
exento de dificultades, contradicciones y retrocesos.
Reconocer la complejidad del sistema de toma de decisiones de política exterior de los Estado Unidos, debi-
do a la multitud de actores y de intereses heterogéneos que intervienen en él y, sobre todo, las oportunida-
des que pueden ofrecer para la defensa de posiciones específicas de los países latinoamericanos. Así, se está
tomado más en cuenta el papel que puede desempeñar la prensa, el apoyo que pueden prestar sectores
religiosos y las alianzas que se pueden establecer con determinados grupos de intereses en el terreno comer-
cial. Igualmente, parecen haberse descubierto las oportunidades que ofrece la constante rivalidad entre el
Ejecutivo y un Legislativo cada vez más dispuesto a utilizar su poder fiscalizador en el terreno de la política
exterior, así como la utilidad de los lobbies, pese a que todavía no parecen haberse desarrollado plenamente
en el caso latinoamericano.
FROHMANN ALICIA - De contadora al grupo de los ocho
Hacia fines de la década de 1970, los esquemas de integración y cooperación latinoamericanos habían sufri-
do un considerable proceso de erosión y deterioro. Estos esquemas, surgidos en su mayor parte en la década
anterior, en el marco de un regionalismo amparado en una concepción relativamente compartida del desa-
rrollo y de la inserción internacional de América Latina, se habían formalizado en distintos tipos de iniciativas
de complementación económica tales como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y el Acuerdo
de Cartagena. Las políticas de Estados Unidos, expresadas sobre todo a través de la Alianza para el Progreso,
no eran hostiles a estas iniciativas, siempre y cuando el regionalismo latinoamericano no resultara antagóni-
co al panamericanismo hegemonizado por Estados Unidos.
La principal iniciativa multilateral a nivel de los gobiernos latinoamericanos durante este período fue la Comi-
sión Especial de Coordinación Latinoamericana creada en 1964 y que culminó con el Consenso de Viña del
Mar de 1969. Años más tarde, en 1975, con la creación del Sistema Económico Latinoamericano se institucio-
nalizó un organismo regional de consulta, coordinación y cooperación que operó sobre todo en el área eco-
nómica.
Sin embargo, a fines de los setenta, América Latina estaba nuevamente atomizada, sin una voluntad política
común y con un predominio de lo bilateral, tanto en las relaciones entre los mismos países latinoamericanos,
como también en sus vínculos con el mundo desarrollado.
Países de América del Sur contribuyeron a desmembrar los niveles de integración alcanzados e hicieron muy
difíciles los planteamientos de una identidad cultural y política compartida.
En lo económico, la crisis energética de los setenta y el ciclo de endeudamiento al que dio lugar el reciclaje
de los petrodólares ayudaron a diferenciar los intereses económicos de los países de la región, fragmentán-
dose los consensos alcanzados en la etapa anterior.
Sur-Sur en instancias que articularan al conjunto de los países en desarrollo, tales como el Movimiento de
Países no Alineados y el Grupo de los Setenta y Siete. Lo multilateral-regional se diluyó aquí en lo multilate-
ral-global.
Es así como a principios de la década de los ochenta, al resurgir con nuevos bríos el hegemonismo de Estados
Unidos en América Latina con el advenimiento de la administración Reagan y al revelar la guerra de las Malvi-
nas y la crisis de la deuda externa la tremenda vulnerabilidad política y económica de la región, América Lati-
na se había quedado prácticamente sin foros de concertación política.
Unidos en esta región, que era vista por la administración Reagan como un escenario principal del conflicto
Este-Oeste. Frente a la gravedad y la urgencia que presentaba esta situación, surgió una iniciativa regional
para la búsqueda de una solución pacífica y negociada al conflicto: el Grupo de Contadora, integrado por
Colombia, México, Panamá y Venezuela. Contadora nació en enero de 1983 y en el marco de esta iniciativa se
dio un verdadero reaprendizaje de los mecanismos de concertación política regional. Contribuyeron también
en este sentido la creación del Consenso de Cartagena, constituido en 1984 para el tratamiento del problema
del endeudamiento externo, y la Conferencia y el Plan de Acción de Quito del mismo año, donde se acordó
desarrollar una capacidad de respuesta frente a la crisis, tanto de corto como de mediano plazo.
Otro hito importante en el desarrollo de nuevos mecanismos de concertación regional fue la creación del
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Grupo de Apoyo abUruguay a la iniciativa mediadora. Aunque con la presencia de este nuevo grupo de paí-
ses, el proceso de Contadora se revigorizó, al mismo tiempo también fue cambiando de carácter al hacerse
más sudamericano e integrado por países que recientemente habían transitado a la democracia. Este es el
marco regional en el cual se firmaron los acuerdos de integración económica entre Argentina y Brasil, los
cuales replantearon la antigua idea de la integración latinoamericana, pero a partir de los esfuerzos de com-
plementariedad de dos países específicos, ambos dominantes en el intercambio comercial intrarregional.
En 1986 el Grupo de los Ocho, cuyo Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación adoptó modalida-
des de funcionamiento fluidas e informales, pero se planteó objetivos ambiciosos en materia de cooperación
e integración regional, aspirando asimismo a articular las diversas iniciativas de cooperación preexistentes en
la región.
El propósito de este trabajo es estudiar el proceso de reaprendizaje de los mecanismos de concertación polí-
tica regional que se desarrolló entre los años 1983 y 1989 y del cual participó un número significativo de paí-
ses de América Latina.
De Contadora al Grupo de los Ocho: cronograma de hitos y reuniones
Enero: Constitución del Grupo de Contadora .
Julio: Reunión de jefes de Estado de Contadora en Cancún.
Septiembre: Reunión de cancilleres de Contadora y países centroamericanos en Panamá.
Septiembre: Empieza a circular borrador del Acta de Contadora.
Resto del año: Escalada bélica en Centroamérica, triunfo electoral de Duarte en El Salvador, negociaciones
entre Nicaragua y Estados Unidos en Manzanillo, reunión de Tegucigalpa, reelección de Reagan.
Julio: Reunión de cancilleres de Contadora.
Agosto: Reunión de cancilleres de Contadora y Apoyo en Cartagena. A partir de este momento ambos grupos
se reúnen en forma conjunta.
Enero: Reunión de cancilleres en Caraballeda.
Febrero: Cancilleres de ambos grupos se reúnen con secretario de Estado, George Shultz, reunión de cancille-
res en Punta del Este.
Abril: Reunión de cancilleres en Panamá. Se convoca a países centroamericanos a suscribir el Acta.
Mayo: Reunión extraordinaria en San José de Costa Rica de presidentes y jefes de misión de ambos grupos en
ocasión de transmisión del mando a Osear Arias. Reunión de los 5 presidentes centroamericanos en Esquipu-
las.
Junio: Reunión de cancilleres en Panamá. No se logra la firma del Acta de Contadora.
Agosto: Reunión extraordinaria en Bogotá de jefes de misión de ambos grupos en ocasión de transmisión del
mando a Virgilio.
Octubre: Reunión de cancilleres en Nueva York.
Diciembre: Constitución del Grupo de los Ocho y creación del Mecanismo Permanente de Consulta y Concer-
tación en Río de Janeiro. Se integran los miembros de ambos grupos. Contadora y Apoyo se mantienen como
tales en función de iniciativas relativas al conflicto centroamericano.
Enero: Gestión de paz conjunta de Contadora, Grupo de Apoyo y secretarios generales de ONU y OEA. Visita
a los países centroamericanos y reunión en Panamá.
Abril: Reunión de cancilleres de G8 en Buenos Aires.
Agosto: Reunión de cancilleres de G8 en Sao Paulo.
Paz es firmado por los 5 presidentes centroamericanos en la cumbre de Esquipulas U.
cional de Verificación y Seguimiento en Caracas, con participación de los cancilleres de Contadora y Apoyo,
secretarios generales de ONU y OEA y países centroamericanos.
Octubre: Reunión de cancilleres de G8 en Punta del Este.
Noviembre: Cumbre presidencial de G8 en Acapulco.
Febrero: Reunión de cancilleres de G8 en Contadora.
Junio: Reunión de cancilleres de G8 en Oaxaca.
Octubre: Cumbre presidencial de G8 en Punta del Este,
El conflicto centroamericano
El derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza en 1979 y el establecimiento del gobierno sandinista
en Managua no sólo alteró radicalmente la historia de Nicaragua, sino que tuvo profundas consecuencias
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para la región centroamericana en su conjunto.
Poco después de la revolución sandinista, estalló la guerra civil en El Salvador y, a partir de entonces, la crisis
política centroamericana se fue expandiendo más y más en la subregión hasta alcanzar un serio impacto in-
ternacional. "cualquier estallido revolucionario en algún lugar del mundo" era visto "como el resultado de la
estrategia global de expansión del comunismo que impulsa la URSS".
Estados Unidos por frenar la insurrección y ganar la guerra en El Salvador, paulatinamente el gobierno sandi-
nista mismo se fue convirtiendo para la administración republicana en el principal obstáculo a la paz en Cen-
troamérica. Tal como lo señalara el secretario de Estado Shultz "la manzana podrida es Nicaragua".
Por esta razón, los sucesivos intentos del gobierno nicaragüense de hacer concesiones en materia de política
exterior -fundamentalmente el cese del apoyo militar a la guerrilla salvadoreña- a cambio del reconocimiento
por parte de Washington de la legitimidad del régimen sandinista resultaron infructuosos. El cuestionamien-
to radical de la naturaleza de este régimen y la insistencia de Estados Unidos en cambios internos profundos
en materia política, como condición previa a cualquier tipo de negociación, impedía de hecho una solución
diplomática del conflicto. Simultáneamente, hacia fines de 1981, Estados Unidos inició una serie de operacio-
nes paramilitares encubiertas y una ofensiva internacional para aislar a Nicaragua económica y políticamen-
te. Al mismo tiempo, fomentó la organización de una iniciativa regional, la Comunidad Democrática, Hondu-
ras aliados incondicionales de Washington, y cuyo propósito manifiesto era contener la "amenaza" de Nicara-
gua.
Frente a esta situación explosiva -se barajaba también la posibilidad de una intervención militar directa de
Estados Unidos en Nicaragua- México accedió a asumir el rol de mediador y en marzo de 1982 el presidente
López Portillo propuso un plan de paz que incluía a los tres núcleos conflictivos en relación a Centroamérica:
la guerra civil en El Salvador, el conflicto entre Estados Unidos y Nicaragua y las relaciones entre Estados Uni-
dos y Cuba. El plan proponía la desmilitarización y pactos de no agresión entre los países en pugna, destacan-
do la necesidad de buscar una solución negociada y pacífica de los conflictos. Mientras que Nicaragua y tam-
bién Cuba y los rebeldes salvadoreños aceptaron de inmediato el plan mexicano, El Salvador lo rechazó y
Estados Unidos nunca se pronunció oficialmente al respecto.
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