El Neolítico en España

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 35

EL NEOLÍTICO Y LA EDAD DE LOS METALES EN

ESPAÑA.
Hoz del calcolítico, Museo de Guadalajara 2600-1600 a. de C.
Ajuar funerario de los Zumacales,
Simancas, 4000-3000 a. de C. Museo
Arqueológico de Valladolid.

Los ajuares del primer neolítico hispano incluyen


sílex tallado, puntas de flecha, microlitos, y
Vaso y microlitos encontrados en hachas de piedra pulimentada. Son culturas de
los Cercados en Mucientes. Museo urnas cinerarias y la presencia de ajuares
Arqueológico de Valladolid. demuestra que el muerto iba a necesitarlos en su
vida en el más allá.
En la península Ibérica se documenta el culto a la
fertilidad por medio de la representación de ídolos de
apariencia fálica, como el que se encontró, labrado en
un cilindro de alabastro, con incisiones que dibujan
ojos, barba y patillas y pelo, en Morón de la Frontera,
Cádiz, hoy conservado en el Museo Arqueológico
Nacional.

Ídolos fálicos del Museo Arqueológico de Sevilla


Estela Guijarro encontrada en Hernán
Pérez, Cáceres, Corresponde a la Edad
del Bronce. Se conserva en el Museo
Arqueológico Nacional. En ella perviven
los rasgos esquemáticos del arte
mesolítico, siendo su estructura y su
forma heredera de los ídolos fálicos.
Poblado de los Millares, Almería (3100 – 2200 a. C.)
Cuencos de Los Millares
Posible taller metalúrgico de Los Millares
La cultura argárica debe ser estudiada dentro
de la Edad del Bronce (2200 – 1500 a. C.) y
debe su nombre al yacimiento arqueológico de
Argar, Almería, si bien las gentes que la
desarrollaron se extendieron por una amplia
zona del sur-este de la Península. Tiene
personalidad propia y su análisis se ha
utilizado como punto de referencia clave a la
hora de definir las peculiaridades de la Edad
del Bronce en la península, puesto que muchas
culturas del levante y de Andalucía en el
Neolítico guardan estrecha relación Argar.
Muestra una organización social compleja,
con sofisticados rituales funerarios. Tuvo una
agricultura intensiva y una producción
cerámica propia, así como una buena
tecnología metalúrgica, que supuso la óptima
fabricación de armas. Todos los poblados
argáricos están ubicados junto a zonas mineras
y cada unidad doméstica dispone de un taller
de fundición de bronce a partir de cobre
arsenicado.
El Argar se consideró tradicionalmente una cultura metalúrgica
debido a la abundante presencia de metales en los sepulcros y
poblados. Actualmente, se considera que su riqueza se debía a la
agricultura y al uso del regadío y que la minería era una actividad
complementaria. Los poblados se situaban en lugares altos y bien
fortificados y la jerarquía social se articuló en torno al doble
control del agua y de los yacimientos de mineral. Estos grupos
dominantes usaban las armas como símbolo de su poder y se
hacían enterrar con ellas.

Espada de
Puertollano de
bronce
arsenicado,
Cultura argárica.
Museo
Arqueológico
Nacional, Madrid
Las diferentes situaciones sociales se reflejan en los ajuares funerarios con que se
enterraban los príncipes de la cultura argárica. Aunque hay enterramientos sin ajuar, en
otros hay armas de bronce bien fabricadas (puñales, espadas, alabardas), objetos de oro
y plata (como la diadema de Cehegín) y vasos cerámicos de cocción anaerobia para ser
usados por el difunto en el más allá. Las fosas tienen 1 o 2 m. de profundidad y el
cadáver se depositaba rodeado de grandes losas de piedra.
En la cultura argárica es habitual la
inhumación en posición fetal dentro
de una tinaja o una gran urna
fabricada en tierra cocida con forma
de huevo, cerrada con una tapa.
Cerámica del Argar. Los
ajuares cerámicos del Argar
son piezas muy sencillas, de
superficie lisa, muy brillante
por estar pulidas y barnizadas.
Los príncipes argáricos se
enterraban con ellas en la
creencia de que las
necesitarían en el más allá.
En la Edad del Bronce hispana, entre el 2500 y el 1800 a. de C. se fabricaba un tipo de
vaso funerario que conocemos como vaso campaniforme, porque tiene la apariencia de
una campana invertida. La identidad de formas, decoraciones y contextos arqueológicos
ha hecho pensar que puede corresponder a pastores, metalúrgicos itinerantes o acaso a
guerreros de prestigio. Suele asociarse a ritos inhumatorios en los que el cadáver era
enterrado en posición fetal (se entra y se sale de la vida en la misma postura). Durante
el sepelio, se bebía cerveza o caelia en honor del difunto. Terminado el rito del último
banquete, los vasos y las armas del difunto (puntas de flecha fundidas en una sola pieza)
eran colocados junto al cadáver y se sepultaban bajo la tierra.
En general, el vaso campaniforme se ajusta a la cerámica de cocción anaerobia y su
decoración es incisa, cubierta de un engobe en blanco, dibuja zig-zags que
simbolizan el agua en movimiento. La base del recipiente suele dibujar un punto
central del que parten cuatro acequias decoradas con zig-zags, que simbolizan
cuatro ríos. Es interesante señalar la afinidad de la idea de vida después de la
muerte, asociada a una estructura geométrica de apariencia cruciforme, con la
descripción del Jardín de Edén que se hace en el “Génesis” 2, en el que el Paraíso
es un vergel con una fuente en el centro y cuatro ríos que vierten sus aguas a los 4
puntos cardinales. La sacralidad de la cruz como símbolo de renovación de la vida
tras la muerte es mucho más antigua de lo que a primera vista podría parecer.
Indudablemente, las necrópolis del vaso campaniforme nos demuestran lo
profundas que eran las creencias religiosas de algunos pueblos de la Edad del
Bronce, que identificaban el agua como fuente dadora de vida que regaba la
totalidad de la tierra. A veces hay brazaletes de oro batido.
Los más interesantes ejemplos de este
tipo cerámico se encontraron en
Ciempozuelos (Madrid). Algunos de
los vasos de la necrópolis se conservan
en el Museo Arqueológico Nacional de
Madrid, mientras que otros se guardan
en la Real Academia de la Historia y el
Museo Arqueológico Regional de
Alcalá de Henares.

El hallazgo fue casual, en mayo de 1894,


cuando se construía la carretera a San
Martín de la Vega, a la altura de la cuesta
de la Reina. El sr. Grande, contratista de la
obra, lo comunicó al académico de la
historia, Sr. Vives, que salvó los vasos de
su destrucción. El yacimiento fue arrasado
y para su estudio sólo se cuenta con los
objetos y los oficios y documentos de la
Real Academia de la Historia.
Vaso campaniforme procedente de los Millares, Almería.
Ajuar funerario con vasos campaniformes encontrado en Fuente Olmedo, Valladolid, 2000-
1800 a. de C. Museo Arqueológico de Valladolid.
Enterramiento campaniforme Camino de las
Yeseras, 2500-1600 a. de C Alcalá de Henares
Museo Arqueológico regional

Cuenco campaniforme encontrado en


Salmedina, Museo Arqueológico regional,
Alcalá de Henares.
Ajuar funerario de la Cueva de la
Vaquera, vaso campaniforme, Losana
de Pirón, Museo arqueológico de
Segovia.
Otras cerámicas de la Edad del Bronce en la Península Ibérica.

Céramicas encontradas en San Román de


Hornija, 1200-800 a. de C. Museo Arqueológico
de Valladolid

Vasija cerámica del


Bronce Medio, Frías
del Albarracín,
Museo Arqueológico
de Teruel. Urna cineraria, museo del
convento de San Francisco, Molina
de Aragón.
Ajuar doméstico de cerámicas de
almacenaje Edad del Bronce, Museo
Arqueológico de Castellón.
Ajuar incineratorio de la Edad del Bronce, Museo Arqueológico de Castellón.
Sepulcro neolítico con ajuar de la
Edad del Bronce, Museo
Arqueológico de Albacete.

Quesera neolítica encontrada en


el Tolmo de Minateda, Museo
Arqueológico de Hellín.
La Edad del Hierro.

Ajuar de la Edad del Hierro encontrada


en San Jorge Plou, Museo
Arqueológico de Teruel.
Peineta de hueso.
Vaso decorado con incisiones.
Vaso exciso encontrado en las Tajadas,
Bezas, Museo Arqueológico de Teruel.

Cuenco polícromo. Encontrado en la


Acacia Gorda del Molino en Almohaja.
Museo arqueológico de Teruel.
Alba de Tormes y su relación con Cogotas, restos materiales en Museo del Padre Belda.

Cerámica de cocción anaerobia y quesera


procedente de la cultura castreña.
Quesera Gómez de Arriba San Martín de la Vega 3000 2500 a. C. Museo
Arqueológico regional, Alcalá de Henares.
Vaso cerámico con decoraciones
polícromas, de la Edad del Hierro,
encontrado en la Mota, Medina del
Campo, Museo Arqueológico de
Valladolid.

También podría gustarte