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Ichcatlan, no muere

Renace cada día

José Casillas

(Avance 25 de octubre de 2009, 10:32 horas)

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INDICE

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
PRESENTACIÓN

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Cultura y cosmovisión

En este trabajo se entiende por cultura al proceso humano y de sustentación de la


identidad colectiva integrado con aspectos tangibles e intangibles que permiten
desarrollar las facultades intelectuales del hombre y vivir en sociedad.

Dentro de la cultura, los aspectos intangibles son las creencias, ideas y valores, y
los tangibles, objetos, símbolos, tecnologías y otros que el hombre va creando y
recreando durante su vida, como por ejemplo: formas de vida, grupales e
individuales, formas de vestir; costumbres matrimoniales, familiares y
comunitarias; pautas laborales, formas de empleo del tiempo libre, así como las
ceremonias cívicas y religiosas.

La sociedad es un sistema de interrelaciones que vincula a los individuos en un


espacio concreto determinado, la cultura le da sentido, símbolos e identidad a las
interacciones humanas.

Así se trate de núcleos de población alejados de las grandes urbes y con un alto
grado de marginación, forman parte de un mundo globalizado en donde se
entrecruzan múltiples realidades, por lo que las creencias, ideas y valores, así
como los objetos, símbolos y tecnologías imbuidos en la cultura, influyen en el tipo
de educación que se desarrolla en las familias y la comunidad.

Al hablar de educación nos referiremos básicamente a la no escolarizada, a la


educación familiar y comunitaria que es dable en la medida que una generación de
adultos y una de jóvenes aunadas a la acción, generan una serie de estados
físicos, mentales y morales que sirvan a la sociedad en general y a contextos
particulares.

En ese sentido, la educación es proceso de socialización que se nutre de los


sentimientos, ideas y prácticas sociales de los individuos dentro de la sociedad. En
tanto la educación escolarizada está sometida al Estado y no es asunto de un
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partido, una organización, sino de la misma autoridad, la educación
comunitaria se nutre de la interacción cotidiana de los individuos con la naturaleza,
la sociedad y el pensamiento.

El ninguneo de las culturas locales dentro de las políticas públicas deja de lado
que dentro de éstas se encuentran los valores, normas sociales, la
multiculturalidad, roles sociales, subcultura, etnocentrismo, socialización e
identidad. La cultura vincula los individuos y coadyuva la perpetuación de valores y
normas sociales, pero a su vez, abre oportunidades para la creatividad y el
cambio.

Como se aprecia a lo largo de este trabajo, en la cultura hay aspectos aprendidos


y heredados, sus componentes son socialmente compartidos ya que permite la
cooperación y la comunicación.

En las grandes o pequeñas comunidades como Ixcatán, la cultura local se nutre


de valores y normas. En tanto los valores dan significado, y orientación a los seres
humanos cuando interactúan con el mundo social, las normas son reglas de
comportamiento que reflejan o encarnan los valores de una cultura.

Como se podrá apreciar los valores y normas funcionan conjuntamente dentro de


un contexto determinado. En ocasiones los valores que se dejan ver a través del
discurso, no empatan con las práctica, incluso, aparecen valores contradictorios
que van transformando las mismas sociedades, por ejemplo se dice que las
mujeres son para estar en la casa y al cuidado de los hijos y las tareas
domésticas, pero en Ixcatán más de la mitad trabajan fuera del hogar para obtener
los ingresos principales de la familia o complementarios.

Nuestros comportamientos y hábitos cotidianos se basan en normas culturales,


aun los movimientos, gestos y expresiones de personales están influidas por
dichos factores, es por ello que cuando se rompen los patrones hay un cambio de
paradigma en la cultura dominante.
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Las formas de comportamiento aceptadas, varían enormemente en cada
cultura y, a menudo, contrastan de forma notable con lo que otros consideran
“normal”. Aquí se hace necesario aquilatar las características y formas de
representación de las culturas sin que para ello deba decirse que hay atraso
cultural o subdesarrollo, más bien hay que hablar de culturas diferentes, de
múltiples culturas, más si se trata de una zona en donde las características
sociales y naturales son de un contraste tan particular.

La multiculturalidad está presente en la zona barranqueña, en el periodo de la


conquista española, las rebeliones indígenas, la emigración y la globalización
actual han hecho que las población se disperse y se establezcan nuevas áreas
saltándose las fronteras, geográficas, políticas y culturales; así tenemos que los
territorios en donde coexisten un mayor número de culturas son en las metrópolis,
las fronteras y puertos. En este caso y hasta la fecha la barranca ha funcionado
como una frontera natural, pero antes tuvo connotaciones militares: en la guerra
de conquista, durante la rebelión de la caxcana y la guerra cristera.

Cada cultura tiene sus propias pautas de comportamiento, que resultan extrañas
para aquellos que proceden de otro ámbito cultural en ese sentido, las culturas
locales pueden ser difíciles de captar desde fuera, por ello deben estudiarse desde
sus propios significados y valores, juzgarse preferentemente a través de la
comparación de sí misma.

Y en todo caso el desarrollo de un pueblo y su cultura, se mide en razón de la


comparación de elementos, circunstancias y tiempos similares, no en función de
ideales o contextos completamente diferentes. Así, a lo largo de este texto las
valoraciones son bajo este supuesto.

En este mundo globalizado vivimos y convivimos con múltiples realidades que se


van conformando y mezclando en la interacción cotidiana, este relato trata de
engarzar esa realidad compleja, exigiendo al lector que emplee su juicio crítico.

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Abunda en América Latina los casos de sometimiento y destrucción de las
culturas locales y de violaciones arteras a los derechos humanos, éste es uno de
ellos. Durante la conquista y colonización de la zona de la barranca se impuso una
lengua, una religión, normas estrictas que determinaban su forma de vestir, la
manera de comportarse en público y sus asuntos privados, que conllevó a la
imposición de valores y normas, en aras de una ortodoxia cristiana. Esto nos
permite señalar que ante la complejidad que se presenta lo más recomendable es
emplear tantas perspectivas de estudio como sean posibles. En este contexto,
este trabajo es sólo una.

En la socialización que conlleva la interacción humana, se cuenta con un margen


de actuación y los sujetos por lo general, no son pasivos a la espera de
instrucciones y programas. La socialización a la que están sometidos los
individuos, no es de ninguna forma un tipo de programación cultural que permite
absorber, de un modo pasivo, las influencias con las que entra en contacto.

Lo que demuestran las familias migrantes llegadas a Ixcatán en el último siglo, es


que los individuos llegan a comprender y asumirlos en un continuo proceso de
interacción lo que se conoce como cultura, en el caso de los menores se van
convirtiendo gradualmente en personas conscientes de sí mismas, con
conocimientos y diestras en las manifestaciones de la cultura en donde les ha
tocado crecer y desarrollarse. Un ejemplo palpable, es la participación de los
ixcatecos en los tastuanes como se verá más adelante.

Las fases en las que se produce la socialización son dos: la primera ocurre desde
la etapa de bebé hasta la infancia, en dónde vive su período de aprendizaje más
intenso. La segunda va desde la última infancia hasta la época de madurez, en
donde entran en juego otros agentes socializantes como la escuela, las
organizaciones, las redes sociales y de amistad, los medios de comunicación, en
esta etapa, igualmente se aprenden valores, normas y creencias que le dan
sentido a la cultura.
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Los roles sociales están definidos en función de las expectativas socialmente
asignadas. De esta manera, según los distintos enfoques, los roles sociales tienen
significado e importancia diferente, por ejemplo para los “funcionalistas, son
componentes fijos y relativamente inmutables” y para los “estructuralistas”, posen
un gran poder de transformación.

La identidad desde la sociología tiene distintas facetas, entre los principales


atributos están: el género, la orientación sexual, la nacionalidad, la etnicidad y la
clase social. Se puede distinguir lo social y lo personal. La identidad social está
conformada por múltiples dimensiones del comportamiento de las personas en
colectividad, llamadas, formas que tienen los individuos de ser iguales a los
demás. La identidad personal por otro lado, le da importancia nodal a la acción y
elección del individuo, al género y la orientación sexual.

La aparición de la escritura que hizo posibles formas de organización social


diferentes de las que habían existido con anterioridad, aunque comparativamente
con los años que tiene el ser humano sobre la tierra sea un período muy breve, la
escritura ha sido crucial para el desarrollo del conocimiento. Las pictografías de la
“piedra grande” en la zona barranqueña son un tipo de escritura asociada a la
aparición de la agricultura y la ganadería que ofrecen a quien las estudie, una
perspectiva temporal y cultural interesantes.

Marcuse (1970: 90), señala que la cultura es “un proceso de humanización,


caracterizado por el esfuerzo colectivo por proteger la vida humana, por apaciguar
la lucha por la existencia manteniéndola dentro de los límites gobernables, por
estabilizar una organización productiva de la sociedad, por desarrollar las
facultades intelectuales del hombre, y por reducir y sublimar las agresiones, la
violencia y la miseria”.

Los pueblos del mundo, han ido construyendo históricamente su cultura, la cual
les ha permitido sobrevivir por siglos, con una lengua, formas de vestir, de

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organizarse en familia y comunitaria y que además, cuentan con un territorio
propio, un gobierno, una forma de entender y utilizar el trabajo, una concepción del
arte y forma de vivir la religiosidad, así como maneras peculiares de convivencia
cotidiana y relación con otros mundos.

Los pueblos indios en México son más de seis decenas y constituyen culturas
vivas que se han venido transformando con el paso de los años. El antropólogo
Guillermo Bonfil desde hace más de dos décadas nos presentó una alternativa
nacional diferente a la integracionista de Gonzalo Aguirre Beltrán (1991).

Este afán de homogeneizar las culturas indígenas para forjar junto con la mestiza
una nacional, tiene a Gonzalo Aguirre Beltrán como uno de sus principales
exponentes. Y la aplicación de esta perspectiva en Ixcatán tiene sus raíces a partir
de 1832, con las leyes liberales que borraron de un plumazo a las comunidades
indígenas en Jalisco.

En oposición a Aguirre Beltrán, la propuesta de Guillermo Bonfil (1989) llama a no


considerar el pluralismo como un obstáculo a vencer, sino como el contenido
mismo del proyecto en donde el punto de partida y la meta sea desarrollar una
nación pluricultural.

El punto de vista predominante entre los gobiernos, sin importar la extracción


partidista, es la idea de que las culturas indígenas cuando mucho llegan al rango
de culturas populares y la mayoría de las veces se consideran arcaicas, primitivas,
supervivencias del pasado, raíces ancestrales y pocas veces se les considera
como culturas vivas, compuestas por una sociedad demandante, que reclama sus
derechos de mayor autonomía, democracia y mejores condiciones de vida.

A los indígenas como se podrá apreciar en estas notas, durante muchos siglos se
les ha venido considerando como personas de segunda e identificando como
ciudadanos con minusvalía cerebral, sin pensamiento propio, lo que reitera el
profundo racismo y la disposición a seguir manteniendo un esquema de
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dominación, control, subordinación, desprecio y arrogancia hacia los pueblos
originarios.

La cosmovisión indígena está mediada por la cultura y por la forma en que se


interpreta la realidad. La objetivación de la amistad, sinceridad, solidaridad,
ecofilia, respeto, perseverancia, orden, entusiasmo, responsabilidad, valentía,
paciencia, resistencia, generosidad, autenticidad y otros valores citados por Cecilia
Pliego (1999 s/f) en su texto “Elementos de un programa”, están implícitas en el
párrafo que se transcribe a propósito de los elementos de la cosmovisión indígena.

“La animación penetra todas las cosas: a todos se nos dotó de un


principio de vida, por tanto, no tenemos derecho a dominar a los demás,
todos estamos dentro de una comunidad cósmica.

La comunidad es prioritaria: todos nacimos en el contexto comunitario.


Religión, política, ética y economía son aspectos inseparables de la
comunidad desde la extensión local hasta la cósmica. Es importante el
consenso para la convivencia respetuosa con plantas y animales, vivos y
muertos.

La autoridad: es concebida como un puesto de servicio. Hay cargos


múltiples y la autoridad se termina al finalizar el servicio. Los cargos los
da la comunidad y no se rechazan. En ocasiones, los cargos tienen que
ver con la distribución de los bienes y prestación de servicios.

Su relación con Dios: todo lo relacionado con la vida y, en consecuencia


con la muerte, tiene algo que ver con Dios. El sol, la luna, la lluvia y el
viento sirven para dar o quitar la vida. Son dioses en cuanto que de ellos
dependemos.

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El tiempo: en función al calendario se celebran las fiestas, viven en ciclos
y en ellos recuerdan sus creencias y mitos. En función de él está la
agricultura, las actividades comerciales y las festividades.

El sabio: es aquél que conoce la tradición del pueblo, es la vez un


maestro que pone un espejo ante los rostros humanos, en un afán de
ayudar a otros a conocerse a sí mismos, para que puedan atinar en el
sentido de su propia existencia”.

Las escuelas oficiales han jugado un papel alfabetizador pero también han
trastocado algunos valores y circunstancias en Ixcatán. La cultura se aprende en
la práctica en la participación comunitaria y su constancia forja una fe viva entre
sus miembros.

Los ixcatecos no viven en el vacío social, forman parte también de las familias
extensas, de los ritos, costumbres y vida en comunalidad en donde, la forma del
ver el mundo, en la forma en que se interactúa con el entorno, la cultura
productiva y otros factores confluyen en un mismo torrente y están presentes en
sus fiestas, artesanías, vestidos, canciones y pensamientos.

En este contexto algunos planteamientos que recupera la Organización


Internacional del Trabajo (OIT), constituyen un referente importante para
comprender el contenido de este trabajo.

La historia de los pueblos indígenas se ha caracterizado por el despojo de sus


Derechos Originales. La lucha por recuperarlos y ejercerlos ha sido difícil. En su
resistencia no se han doblegado ante la amenaza permanente de quienes
pretenden integrarlos individualmente y homogeneizarlos con la cultura dominante.
El mejor de sus triunfos es seguir existiendo como indígenas y como pueblos, con
sus territorios, culturas, sistemas normativos, sus prácticas, su libre determinación
y autonomía, lo que le ha dado identidad propia y hecho distintos.

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Sus esfuerzos reivindicativos han permitido logros significativos de Derecho,
suscritos en Pactos, Declaraciones y Convenios de Organismos Internacionales.
Es en la Organización Internacional del Trabajo, surgida en 1919 después de la
Primera Guerra Mundial, ahí se planteó la preocupación por los núcleos sociales
rurales, quedando previsto en los Convenios 50, 65, 104, 64 y 186, que fueron
reconociendo especificidades diversas de las características propias de los
pueblos indígenas.

El Convenio 107 sobre Poblaciones Indígenas y Tribales se adoptó en 1957 con


mayor amplitud y como norma obligatoria respecto de los problemas y Derechos
de los Indígenas. El Convenio 107 fue modificado porque reflejaba las políticas de
integracionismo y paternalismo de los Estados Nacionales.

La revisión dio origen en 1989 al Convenio 169, que en México está vigente desde
1991, después del procedimiento de validación, ratificación y publicación en las
instancias correspondientes, quedando con carácter de obligatoriedad en nuestro
país.

Los principios básicos del Convenio 169 son: a) La inclusión constitucional y los
mecanismos que garanticen su cumplimiento. b) El fortalecimiento de la libre
determinación y autonomía. c) El respeto y reconstitución integral, cultural,
educativa, económica, forma de vida, organización, sistemas normativos, recursos
naturales y d) La participación efectiva en espacios de representación y políticas
públicas.

Otros elementos que enriquecen el abordaje de las comunidades indígenas y


rurales, desde la perspectiva de Juan José Rendón (1996: 18-26), se clasifican en
tres: elementos básicos o centrales; elementos auxiliares y elementos
complementarios. Las ideas básicas expresadas para explicar tales elementos
corresponden básicamente a Rendón.

Los elementos básicos o centrales, son el territorio, el poder, el trabajo y la fiesta.


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El territorio es el espacio donde están los recursos naturales y todos los
bienes y obras comunales, se aprovecha, conserva, y desarrolla en forma
comunal.

El poder, consiste en las instancias donde se discuten, acuerdan y se ejecutan las


decisiones que afectan la vida de la comunidad, pero se caracteriza porque se
hace de manera comunal.

El trabajo sirve para construir y mantener las obras de beneficio común; pero se
identifica también porque se decide y se realiza en forma colectiva.

La fiesta, cuyo fin principal, independientemente del religioso, es adquirir y


refrendar la identidad comunal; la fiesta se organiza, se realiza y se disfruta en
comunalidad.

Los elementos complementarios la milpa, las artesanías, oficios y servicios; el


intercambio igualitario, los sistemas de cargos, las ceremonias cívicas y religiosas,
las expresiones artísticas, juegos y entretenimientos.

Los elementos auxiliares ayudan a ejercer, conservar y desarrollar la vida


comunal, están relacionados entre sí y con todos los demás aspectos de la
cultura.

Tales elementos son utilizados por los mismos pueblos indígenas, personas e
instituciones, como plataformas para dar a conocer “lo bonito de los indígenas”, “lo
más importante de nuestros antepasados”.

En otras palabras, la lengua, los usos y costumbres, la identidad, etc., son sobre-
valorados, ultra-difundidos y reexplicados bajo parámetros fuera de contexto para
justificar plataformas políticas, ejercer presupuestos públicos, incluso para desviar
la atención sobre aspectos fundamentales de la realidad en que viven los pueblos
indios y las comunidades rurales marginadas.

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En donde la lengua nativa no se ha perdido, se usa en las asambleas y para
educar a los hijos, así como para hablar con las autoridades, los ancianos y los
médicos tradicionales y con las deidades. Es además el medio de referencia de la
naturaleza, los suelos, la flora, la fauna; del cuerpo humano, las enfermedades y
los remedios.

Como se expresó, son referente de la cultura, los conocimientos, valores,


creencias y técnicas de trabajo, la historia, los problemas y necesidades, las
alegrías, los proyectos familiares y comunitarios.

Los usos y costumbres son el conjunto de valores y tradiciones que ayudan a


regular la vida comunal y se señalan por sus principios de trabajo, colaboración,
reciprocidad, amor y respeto a la naturaleza, a la comunidad y a los semejantes,
algunos le llaman “derecho indígena”.

Siguiendo a Rendón (1996), la identidad sirve para darle presencia pública a la


cultura local. Es un tipo de relaciones que hay entre los miembros de un pueblo o
comunidad, para que reconozca su pertenencia a ella y se mantengan unidos en
torno a la vida comunal. Se identifica a través de los siguientes referentes
característicos a determinada comunidad: el territorio, la historia, la cultura sobre
todo la lengua, el vestido y el arreglo personal, la comida, las ceremonias
tradicionales, las expresiones artísticas, los juegos, juguetes y diversiones; las
condiciones socioeconómicas y los rasgos físicos biológicos hereditarios.

Los elementos principales, auxiliares y complementarios ya aludidos, conforman la


cosmovisión, entendida como el conjunto de experiencias, conocimientos y
creencias, que le dan sustento explicativo y de justificación a la vida, a las
actividades productivas y los diferentes comportamientos individuales y colectivos.
La cosmovisión es la forma específica de ver el mundo, comprenderlo y
transformarlo.

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Estos son algunos conceptos que están explícitos o implícitos a lo largo del
texto, que bien al amable lector no le gustan las abstracciones más que la
concreción, lo más recomendable es que de momento salte esta parte y la lea si lo
prefiere al final.

La educación tradicional aunque forma parte de la cultura comunitaria, esta se


realiza en el seno familiar y comunitario, es el medio para capacitar, informar y
formar a los individuos desde niños para que participen en la vida productiva y
comunal y se conviertan en agentes socialmente relevantes.

La educación y los pueblos

Liberar al Estado de su responsabilidad para garantizar el derecho a la educación


del pueblo, es un desatino, hay que recordar que el gobierno de este país está
comprometido a cumplir la Declaración de Hamburgo sobre la educación de los
adultos y jóvenes (1997) emitida por la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura, la cual establece:

“2. (…) La educación de los adultos puede configurar la identidad y dar


significado a la vida. Aprender durante toda la vida significa replantear los
contenidos de la educación a fin de que reflejen factores tales como la edad,
la igualdad entre hombres y mujeres, las discapacidades, el idioma, la cultura
las disparidades económicas.
3. Por educación de adultos se entiende el conjunto de procesos de
aprendizaje, formal o no, gracias al cual las personas cuyo entorno social
considera adultos desarrollan sus capacidades, enriquecen sus
conocimientos y mejoran sus competencias técnicas o profesionales olas
reorientan a fin de atender sus propias necesidades y las de la sociedad. La
educación de adultos comprende la educación formal y no formal y toda la
gama de oportunidades de educación informal y ocasional existentes en una

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sociedad educativa multicultural, en la que se reconocen los enfoques
teóricos y los basados en la práctica.
4. (…) La educación de adultos y la educación de niños y adolescentes son
elementos obligatorios de una nueva visión de la educación según a la cual
el aprendizaje se realiza realmente a lo largo de toda la vida exige esa
complementariedad y continuidad…”
5. Los objetivos de la educación de adultos (…) son desarrollar la autonomía
y el sentido de responsabilidad de las personas y las comunidades, reforzar
la capacidad de hacer frente a las transformaciones de la economía, la
cultura y la sociedad en su conjunto, y promover la coexistencia, la tolerancia
y la participación consciente y creativa de los ciudadanos en su comunidad;
en una palabra, entregar a la gente y a las comunidades el control de su
destino y de la sociedad para afrontar los desafíos del futuro (…)
8. (…) Esta tarea (la educación de adultos) también concierne a
empleadores, sindicatos y organizaciones no gubernamentales y
comunitarias, así como agrupaciones de pueblos indígenas de mujeres, que
tienen la responsabilidad de interactuar y de crear posibilidades de
educación permanente para todas las personas adultas, procurando que esta
educación sea reconocida y certificada.
9. (…) La educación de los jóvenes y los adultos es el medio para
incrementar de manera significativa la creatividad y la productividad en su
sentido lato, las queso vez son indispensables para resolver los difíciles e
intrincados problemas de un mundo asediado por la aceleración de los
cambios y por la complejidad y riesgos crecientes.
10. El nuevo concepto de educación de jóvenes y adultos pone en tela de
juicio las prácticas actuales ya que exige una interconexión defina dentro de
los sistemas formal y no formal, así como innovaciones y una mayor
creatividad y flexibilidad. (…)
11. Diversidad e igualdad (…) A su vez, la educación intercultural debe
fomentar el aprendizaje entre y sobre diferentes culturas en apoyo a la paz,
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los derechos humanos y las libertades fundamentales, la democracia, la
justicia, la libertad, la coexistencia y la diversidad.
20. Acceso a la información. La expansión de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación conlleva nuevos peligros de exclusión social y
laboral para los grupos de individuos y aun para empresas incapaces de
adaptarse a este contexto. Por lo tanto una de las funciones de la educación
de adultos en el futuro debe consistir en limitar estos peligros de exclusión,
de modo que la sociedad de la información no pierda de vista la dimensión
humana.
21. Las personas de edad. En la actualidad hay en el mundo más personas
de edad por habitante que nunca antes, y la producción sigue en aumento.
Estos adultos de edad pueden contribuir mucho al desarrollo de la sociedad.
Por lo tanto es importante que tengan la posibilidad de aprender en igualdad
de condiciones y de maneras apropiadas. Sus capacidades y competencias
deben ser reconocidas, valoradas y utilizadas.
22. De acuerdo con la Declaración de Salamanca, se debe promover la
integración y el acceso para las personas afectadas por minusvalías. Estas
personas tienen derecho a disfrutar de posibilidades equitativas de
aprendizaje que reconozcan y respondan a sus necesidades y metas de la
educación, y en las cuales se responda a sus necesidades especiales de
aprendizaje con técnicas pedagógicas adecuadas.”

Algunos de los significados y contenidos de Colom y Núñez (2001:15-43) de lo es


la educación le confieren una cualidad de larga duración: “es un hacer, no es
pensar”; es un proceso comunicativo; es intencional; requiere de la inteligencia
humana; significa aprender; enseñar para que otro aprenda; orientar en el mundo
de los valores que es la esencia del acto de educar y en ese sentido, distinguen
los conceptos perfeccionar, desarrollar y formar.

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La mayoría de los autores especializados en la materia se inclinan por la
formación, porque “educar es siempre transformar, innovar, cambiar al hombre de
forma positiva…” (Colom, 2001). La educación es crítica; debe ser integral; educar
es innovar y ayudar al educando a vivir.

Desarrollo comunitario y acervo del conocimiento

Aunque el concepto de desarrollo comunitario viene desde mediados del siglo XX


y se ha utilizado por los gobiernos para justificar no un desarrollo sustentable sino
las políticas desarrollistas neoliberales, éste se ha revalorado a partir del proceso
de globalización en el que nos tiene sometido el sistema capitalista mundial,
Ixcatán como otras pequeñas localidades rurales, sufre de sus efectos perversos.

Marchoni (2001) señala que un proceso de desarrollo local ha de basarse en la


consideración del espacio (territorio), de sus necesidades y de los recursos con los
que dispone y enseñar a los propios actores del desarrollo que ellos son,
individuos y colectivamente, uno de los fundamentales recursos disponibles.

Los grandes intereses del capital dentro de las comunidades empujan hacia la
hegemonía de un solo modelo de desarrollo, pero la verdad es que “no hay un
único modelo de desarrollo sino estrategias y proyectos diferenciados de zona,
necesariamente fundados sobre los recursos físicos y humanos variables en el
espacio…” (Marchoni, 2001)

Al estudiarse de manera precisa los mecanismos de sobrevivencia entre los


ixcatecos aparece una gama amplia de estrategias que se combinan durante el
año para obtener el mínimo indispensable: el cultivo y recolección de frutos,
plantas medicinales y tubérculos, la pesca, la caza, el cultivo de granos básicos, la
ganadería, los servicios, el empleo doméstico y el comercio.

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Si bien es cierto que el desarrollo tiene una dimensión individual, la más
importante es la dimensión colectiva cuyas finalidades se basan en políticas de
mediano y largo plazo, promueven el desarrollo de la economía local, el acceso al
trabajo, la creación de empleos y una valorización de los recursos humanos,
materiales y ambientales existentes.

La comunidad de Ixcatán posee un rico acervo del saber. Según Habermas


(1997: 178) el acervo del saber o acervo del conocimiento, es el conjunto de
conocimientos adquiridos por los individuos y colectividades en el desempeño de
su trabajo, en los distintos espacios que ocupan, en las reflexiones colectivas e
individuales que realizan e incluso en los saberes que guardan en el
subconsciente.

A este tipo de aprendizaje también se le denomina experiencial porque está ligado


tanto a las características de cada personalidad como a las del medio y
circunstancias en que esta personalidad se desenvuelve.

Por tal razón las comunidades sin importar su condición y características, se


convierten simultáneamente en protagonistas y dueños de la vivencia
experimentada, que a su vez trascienden como un evento único. "Esta forma de
aprender es universal puesto que es inherente al acto de vivir en y con el medio;
así mismo en ella se amalgaman la intuición, la memoria y la razón del ser, que
confiere intensidad, significado y dimensión a los objetos, los eventos y la vida"
(Climént, 1993: 61).

En los pasajes históricos y narraciones rescatadas entre los ixcatecos, se encontró


que los seres humanos, no pueden someterse a normas y mecanismos sociales
sin que en más de alguna ocasión respondan de distinta manera; por tanto, los
individuos no pueden manipularse como se hace con algunas cosas de la
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naturaleza, las personas son inteligentes, críticas e impredecibles, no siguen
un patrón de comportamiento que permita asegurar que la sumisión o rebeldía que
caracteriza a un grupo o un individuo en un momento dado, será mantendrá
permanentemente.

Por ello y más en la actual crisis global, debemos confiar más en la condición
humana, en su ingenio y capacidad creadora, en su posibilidad de amar y brindar
felicidad; en síntesis, en su capacidad de transformar la realidad social.

La historia no libra batallas, es el hombre quien lo hace todo

Está claro que este trabajo no es ni pretende ser una historia de Ixcatán y su
entorno, sin embargo, contiene algunos datos históricos que al lector podrían
interesarle.

En la búsqueda de datos históricos, casi siempre encontramos que están


incompletos. Se entiende que es tarea del historiador armar el rompecabezas de
manera exhaustiva y tratar de reconstruir las piezas que faltan, aquí entra en juego
la intuición y la imaginación.

Al historiador más que a otros estudiosos del pasado, le compete encontrar los
datos relevantes y convertirlos en hechos históricos. No se trata sólo de acopiar la
mayor información posible, sino de hacer una crítica a las fuentes que se
consulten, tratando de ligar el pasado a partir de preguntas lanzadas desde el
presente. Es innecesario argumentar que el material encontrado generó más
preguntas que las respuestas que el trabajo reporta.

En muchos casos el historiador por distintas causas (económicas, políticas,


militares, etc.), no puede acceder a ciertos datos con facilidad, por lo que debe ser
capaz de trabajar con lo que tenga a su alcance mientras las fuentes se van
descubriendo, si es que no fueron destruidas. Está el caso de los saqueos de las
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tumbas de tiro sobre todo en las últimas tres décadas, o la destrucción del
archivo parroquial en Ixcatán durante la cristiada, lo que significa una pérdida total
en tanto no se recuperen los datos en otra fuente.

Y, aún localizando los documentos o fuentes orales, no nos dicen lo que realmente
ocurrió sino que, son una interpretación del autor de lo que cree que pasó, luego
entonces, no es una garantía de verdad basarnos sólo en un punto de vista oral o
escrito.

Los datos localizados sólo en parte se ordenaron analizaron y sistematizaron para


presentarlos en una versión que fuese de interés para los lectores y convertirlos
en históricos, bajo el supuesto de que el pasado estudiado vive en el presente y el
futuro.

Señala Edward Carr (1961) que el “historiador es parte de la historia”, camina con
ella y la interpreta, según el punto de vista que tiene sobre los hechos históricos.
Así las cosas, para este autor y me adhiero, la gran historia se escribe
precisamente cuando la visión del pasado por parte del historiador se ilumina con
sus conocimientos de los problemas del presente.

La esencia de la idea marxista de la historia y que comparto, señala que “la


historia nada hace, ni posee una riqueza inmensa, ni libra batallas. Es el hombre,
el hombre real y vivo, quien lo hace todo, quien posee y lucha” (Marx, Engels,
1972: 625). En otras palabras a la historia la hacen los hombres y mujeres de
carne y hueso, y ésta nos sirve para recoger, explicar e interpretar, pasajes de la
realidad que se quedó atrás.

El lector de historia y el historiador, son generalizadores crónicos, “nada es


universal, salvo los hombres” dice Carr (1961), por tanto, la generalización no es
extraña a la historia, la historia se nutre de generalizaciones y se ocupa de la
relación entre lo único y lo general, entre lo que hoy denominan “lo micro” y “lo
macro”.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Cabe señalar que aprender de la historia, aunque sea en esta modesta
dimensión local-regional, no es nunca un proceso en una sola dirección. Aprender
acerca del presente a la luz del pasado, quiere también decir también aprender del
pasado a la luz del presente.

En espera de que los conceptos sobre historia aquí vertidos clarifiquen la


intencionalidad de los datos que se reportan en el trabajo, se deja la última opinión
a quien me favorezca con su lectura.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Vieja la historia, vivos los recuerdos

¿De cuál Ixcatán se trata?

La palabra Ixcatán es una derivación de la lengua náhuatl Ichcatlan, y proviene de


los vocablos ichcatl: algodón y tlan: cerca de o lugar de; lugar del algodón o lugar
donde se produce el algodón. La toponimia de este lugar, es una bellota de algodón
silvestre montada en una roca en forma de colmillo que indica cerca de.

Lugares con el nombre de Ixcatán o Ixcatlan con el agregado de algún nombre


español de origen católico, según nos reporta una búsqueda en la Internet, existen
en los estados de Hidalgo (cerca de Huejutla), Veracruz (nuevo Ixcatlan), Oaxaca
(Santo Domingo, San Pedro Ixcatlán), Nayarit (San Pedro) y Jalisco (Rincón de
Ixcatán, San Francisco de Ixcatán) de éste último trata el trabajo.

Hay que seguir la huella de la conquista y el sometimiento de las comunidades


indígenas del país y encontraremos otros Ixcatán, en donde pasaron y se
establecieron a la fuerza españoles y tlaxcaltecas que les acompañaron en la
conquista de estas tierras.

Los primeros religiosos católicos que llegaron a la barranca fueron franciscanos. De


San Francisco de Asís, patrono de la iglesia, existe una escultura que permaneció
durante décadas en la parte superior del altar de la iglesia de Ixcatán y que ahora se
encuentra en proceso de reparación.

El centro de población se ubica en la parte noroeste de la cabecera del municipio de


Zapopan, Jalisco dentro de la depresión denominada Barranca del Río Santiago, en

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Latitud norte 20º 51' 30'' y Longitud oeste 103º 21'. 07” con una altura sobre el
nivel del mar de 1180 metros, su microclima es cálido seco con una temperatura
promedio de 25.5 grados centígrados, llueve 750 milímetros anuales, por debajo de
la precipitación pluvial del valle de Tesistán y por encima de alguna zonas de los
altos y norte de Jalisco y sur de San Luis Potosí.

Ixcatán pertenece al municipio de Zapopan desde 1845, antes fue jurisdicción de


San Cristóbal de la Barranca, en la actualidad tiene categoría de delegación
municipal, las agencias que dependen de ésta son: La Soledad, San José y Paso
de Guadalupe, así como las rancherías de Los Camachos, El Morado y El
Mirador.

Considerando los terrenos que usufructúan el Ejido, Comunidad Indígena y


pequeños propietarios de Ixcatán, colinda al Norte con la comunidad de Huaxtla, al
Sudoeste con la Comunidad Indígena de San Esteban; al Sudeste con el Ejido los
Camachos y pequeñas propiedades; al Sur con la Comunidad Indígena de San
Esteban; al Este con El Cerro Alto y el Cerro “del Guagüis”; al Oeste con los Ejidos
de Copala y Mesón de Copala.

Varios son los caminos por donde se puede llegar y salir de Ixcatán. Uno,
partiendo de San Cristóbal de la Barranca desde el norte sobre el río Santiago, se
pasa por las comunidades de San Lorenzo, Huaxtla y La Soledad. Dos, con origen
en Cuquío que se ubica al éste, se pasa por Teponahuasco, Palos Altos,
Ixtlahuacán del Río, El Chilar, El Ancón, Paso de Guadalupe y El Morado. Tres,
desde el poniente, partiendo de Tesistán, se pasa por la Magdalena, Copalita,
Copala y Mesón de Copala. Cuatro, desde la ciudad de Guadalajara a partir de la
catedral, se recorre Av. Alcalde y prolongación Alcalde, se sigue por la carretera a
Saltillo cercana a su paso por Atemajac, El Batán, Arroyo Hondo, Villa de
Guadalupe, Mesa Colorada, San Isidro, Los Camachos y San José, en el Km.
25.5 parte hacia la izquierda un camino sinuoso de 1.6 kilómetros a Ixcatán y que
continúa hacia las comunidades de La Soledad y Huaxtla.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Rastros de presencia humana en la barranca

“La piedra grande” es un basalto localizado al Este del centro de Ixcatán, de seis
metros de larga por unos 10 metros de altura en su parte más alta; en su cresta el
altímetro marca 1200 msnm, frente al cerro del “guagüis”, lugar por donde sale el sol,
si es invierno sale a la derecha del cerro hoy renombrado como “de la culebra” y si
se trata de la primavera y el verano aparece a las izquierda del mismo cerro y de
espaldas a la peña.

Por sus características, posición con respecto a los puntos cardinales y la geografía
local, la evidencias pictográficas en forma de cuña de la Piedra Grande, nos indican
(si los expertos no concluyen otra cosa), que hubo presencia humana en la zona
barranqueña de hace unos cuatro mil años. Las pinturas podrían corresponder a la
nueva edad de piedra conocida como “periodo neolítico”, donde los seres humanos
usaban las pictografías para representar objetos mediante dibujos en roca,
espacio de tiempo que empata con la práctica antigua de la agricultura y la
ganadería.

“La piedra grande” tiene a su alrededor una serie de leyendas e historias que igual
atrae niños que adultos, unos por tener la valentía de escalarla y disfrutar la
excelente vista hacia los cuatro puntos cardinales, otros por descubrir que hay en
sus alturas y en su parte baja, al grado que una decena de excavaciones tiene a su
alrededor, sin que se conozca hasta el momento lo encontrado. Sólo falta que
alguien con pleno desconocimiento de su significado y como un vil atropello al
conocimiento, coloque bajo el basalto una carga de explosivos para hurgar en su
base, lo que significaría una gran pérdida para la arqueología, la historia y la cultura
de la zona de la barranca.

El testimonio pictográfico de la “piedra grande” se localiza en la cara Este, su


conservación radica en el difícil acceso a las evidencias escritas y al
desconocimiento de su existencia de los propios habitantes de la zona. Para mayor

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
visibilidad de las pictografías se requiere de un horario que permita que los rayos
del sol le den en plena cara a la roca y esto ocurre al amanecer. La evidencia
milenaria ha sufrido varios atentados uno de ellos fue con pintura de aerosol hace
más de dos décadas.

Las pictografías en grave riesgo de desaparición, se integran por seis renglones de


escritura cuneiforme en color ocre. En la primera hilera se notan marcadas con color
azul en su contorno y son diez a simple vista, y bajo este renglón hay cinco más
conforme éstos se acercan más al suelo son menos perceptibles al ojo humano a
lado izquierdo hay tres líneas curvas abarcando los dos primeros renglones con
abertura hacia el sur.

Dentro de las leyendas que corren entre los ixcatecos, una señala que las
pictografías fueron hechas con sangre de mula, sin embargo las mulas, caballos y
asnos llegaron junto con los conquistadores españoles hasta 1530, por lo que es
poco probable que sean de estos híbridos de la naturaleza el origen de la materia
usada en las pinturas. Hace falta un estudio químico de la composición de la pintura
utilizada en la “piedra grande” y que expertos en escritura antigua interpreten lo que
ahí permanece, con ello seguramente se parará la explosiva búsqueda furtiva de
“tesoros” que con tanto afán se emprende una y otra vez.

En el lado suroeste de la piedra grande, se localiza una pequeña planicie circular


semejante a un patio ceremonial. Las excavaciones de los buscadores de tesoros
son un total de siete, una al extremo norte, tres al este, en la parte baja de las
pictografías, una al extremo Sur y la mayor hacia el poniente, se ubican exactamente
al pie de la piedra en todos sus lados. Este sitio corre un grave peligro de no
rescatarse y estudiarse en corto tiempo.

La “piedra grande” de Ixcatán posiblemente fue antes y después de la llegada de los


españoles un observatorio indígena desde donde se contemplaba el cosmos y
observaba la naturaleza. Un lugar para estudiar las estrellas y nuestro sol, la luna, el

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
sentido y velocidad del viento, la humedad, la flora y la fauna, los sonidos y
colores; en fecha reciente fue punto de vigilancia militar (cristiada), pero en esencia
ha funcionado, guardando las proporciones como centro ceremonial antiguo, de
astronomía y meteorología.

La memoria de los muertos

Con fundamento en los hallazgos de fosas mortuorias similares a las que se asocian
con la tradición de las “tumbas de tiro”, cercanas al centro de población de Ixcatán,
los cuales no fueron registrados y cuyo contenido ha sido saqueado, se presume la
existencia de asentimientos humanos en Ixcatán entre los años 200 a 600 de
nuestra era. Ante la inexistencia de estudios arqueológicos de relevancia en Ixcatán
y sus alrededores y la dispersión de los hallazgos en la geografía local, es
aventurado definir con precisión en donde pudieron localizarse los cementerios
principales cuya existencia puede tener un milenio, no obstante el sitio que mejor
reúne tales características es “la cofradía”.

La cultura de las tumbas de tiro no posee una identidad ni ubicación central en la


geografía del occidente del país, sino que es una denominación de los estudiosos de
dicha tradición cultural que algunos sitúan, incluso, antes de Cristo y hasta el año
600 de nuestra era. Una de sus características es la manera particular en que
sepultaban a sus muertos cavando un hoyo agosto en forma de tiro de entre dos y
diez metros que termina en una cavidad horizontal en donde se colocaba al difunto o
difuntos con sus pertenencias más importantes: ornamentos, armas, herramientas e
instrumentos de trabajo.

Por comunicación oral de personas de Ixcatán, se conoce 1) del saqueo de una


Tumba de Tiro en la ladera conocida como “Tonitalpa” hace dos décadas, al pie de
la peña localizada al poniente de la plaza principal; 2) de un hallazgo durante la
excavación para la introducción del drenaje hace una década en la actual calle
Morelos que conduce al predio “el calvario”, a unos 200 metros de la iglesia; 3) de

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
evidencias ubicadas en la ribera Este del río Santiago frente al predio conocido
como el “Pie de la Cuesta” y 4) del sitio que reúne características físicas y de
ubicación como centro ceremonial y descanso mortuorio denominado “la cofradía”
localizada en el extremo norte del panteón municipal, a 1220 msnm , se compone de
una loma y un montículo a su lado Norte de unos diez metros de altura desde su
lado Este y de 15 metros desde su lado Poniente, está conservado excepto por una
pequeña excavación en la parte más alta y los daños superficiales ocasionados en
su pendiente por el cultivo de agave y maíz.

El altímetro marca en la parte más alta del templo ceremonial 1230 msnm, similar a
la altura de la torre de la iglesia actual, desde ahí se domina el entorno y pueden
trazar líneas perpendiculares con el cerro del Guagüis (o cerro de la Culebra) hacia
el Este y la peña “el ocote” hacia el poniente; otra línea hacia la iglesia de Ixcatán
tirando al Sur y una más en sentido opuesto al fondo de la barranca en dirección a
las peñas coloradas.

En la “la cofradía” fue encontrado el petroglifo, que no fue estudiado en el sitio y que
reubicaron en una de las jardineras del atrio de la iglesia hoy convertido en plaza. La
piedra pesa cerca de media tonelada y al igual que otras que se han localizado en el
entorno, tiene una serie de hendiduras que podrían indicar caminos o rutas que
comunican entre sí las tumbas de tiro de relativa importancia en “La cofradía” o en
un sentido más amplio, la ubicación de caseríos o panteones adyacentes. Esto sigue
siendo una hipótesis que podrían fortalecerse o desecharse con una investigación
arqueológica en la zona llamada “la cofradía”.

Con los recientes hallazgos que aún se estudian en el complejo arqueológico “los
guachimontones” en el municipio de Teuchitlán se ha podido constatar de la
presencia de concentraciones humanas importantes y de una cultura que no puede
sobajarse con respecto a las clásicamente estudiadas: olmeca, teotihucana, maya,
mexica, zapoteca, etc. Por su cercanía con la barranca, lo más seguro es que tuvo
alguna relación social, comercial, cultural o militar con la zona barranqueña.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
El sitio de “la cofradía” fue plantado por de agave tequilero, tiene dos brechas
saca cosechas construidas con maquinaria, una ingresa por el lado izquierdo
partiendo de su lado sur y la otra bordea la loma por el lado derecho, lo que facilita el
ingreso de vehículos, la remoción de evidencias arqueológicas y el saqueo del
cementerio de que se presume de hace diez siglos.

Los sitios en donde se han localizado tumbas de tiro, nos hablan de un proceso
dinámico de asentamientos humanos que se agregan a los que existieron en la
ribera del río Grande, en la planicie conocida como “El Carricillo”, al suroeste de
Ixcatán y que posiblemente sea el mismo que en escritos antiguos es denominado
como “Ahuatán”.

A doscientos metros de la pequeña meseta de “el carricillo” en dirección


perpendicular al manantial principal del arroyo de “los laureles”, se localizan al
menos cinco cimientos circulares de unos tres metros de diámetro que indican la
presencia humana antes de la llegada de los españoles, así como otros basamentos
circulares hacia el poniente del “cerro de la campana”. Se trata de viviendas y uno de
los más grandes pudo utilizarse como templo familiar, desafortunadamente sólo
unos pocos no han sido saqueados.

Batallas barranqueñas

Para un mayor control militar, cultural y económico de los tecuexes, cocas y


caxcanes, los españoles refundaron ichcatlan en 1580 por lo que a los pobladores de
las aldeas dispersas los concentraron en el actual centro de población.

Así la lucha por el control del territorio no fue exclusiva de la conquista ya que
diversos grupos de naturales con anterioridad se confrontaron como lo refiere Fray
Antonio Tello (1969:21)

“los caxcanes atacaron por el año 1130 d.n.e a los Tecuexes en las
poblaciones de Mitic, Ixtlahuacan, Coacoalca y Jalostotitlán, Mexticacan,
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Yahualica, Teocaltitán, Tlacotlán, Ocotic y Acatic... pero estos,... se
defendieron ... y sustentaron la guerra, con los mexicanos, villanos y tochos
más de doscientos sesenta años hasta que vinieron los españoles y asentaron
paz".

Los habitantes que encontraron los españoles en marzo de 1530, al momento del
contacto con la barranca del río Grande eran Tecuexes que convivían con los
Cocas en el Valle de Atemajac y con los grupos de la caxcana si se internaban al
lado opuesto de la hondonada. Esta zona luego de la conquista fue espacio que
ocuparon mexicaneros y otros grupos como Coras, Huicholes, Tecuales,
Guachichiles, Caxcanes, Zacatecos y Tepecanos, como punto de amortiguamiento
con la siempre rebelde zona denominada “chichimeca”.

A la llegada de los españoles al valle de Atemajac, se encontraron con una serie


de caseríos, de un clima esplendido, bajo condiciones inmejorables para la
agricultura y la ganadería, zonas planas que permitían fundar una gran centro de
población bajo su dominio, sólo había que iniciar con el proceso de conquista
militar y espiritual que concluiría en despojo, Tello narra en su obra concluida en
1653 (publicada por vez primera en 1891, con sucesivas ediciones en 1969 y
1984), de la llegada de los españoles que conmocionó a Tonalá y al valle de
Atemajac y que rápidamente se tuvo en Ixcatán:

“… así que supieron los caciques y principales de todos los pueblos, se


juntaron todos y trataron de lo que había de hacer y acordaron que se le
hiciese un presente de gallinas, huevos, ahuacates, zebollas, y de todas las
frutas que tenían, para irle a ver y darle la bienvenida, y que fueron a esto las
principales de todos los pueblos: y así fueron del pueblo que agora se llama
San Pedro, tres, el uno se llamaba Coyotl y el otro Chitacot y el otro
Tenahath; de Tzaltilán fue Coyopitzanthi: de Atemaxac, Timoac, Oxac y otro
Octzelotl; de Ychcatlan, Ipac y otro, que después se llamó Hernando

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Francisco; de Ocotlán fue Coyoltzin; de Xocotlán, Tzacamitl”. (Noticia de
que llegaría a Tonalá Nuño de Guzmán, (Tello, L 2º V1, 1969:111).

El intento de recibir pacíficamente a los invasores con gallinas (que se duda su


existencia, es posible que hayan sido guajolotes), huevos, aguacates, cebollas, y
seguramente guamúchiles y ciruelas de la barranca porque era período de cosecha,
no funcionó y como lo reportan la fuente, pronto iniciaron los desiguales combates.
Es claro que las estrategias de resistencia frente a la conquista de los habitantes de
Tonalá, Tlaquepaque, Zalatitán, Atemajac, Ocotán, Jocotlán e Ixcatán fueron
diferentes. La única representación barranqueña nombrada por Tello es Ipac y
Hernando Francisco, eran de Ixcatán, personajes que no aparecen en otras fuentes
consultadas hasta el momento.

Puede suponerse que Ipac y Hernando que asistieron al conclave narrado por Tello,
tenían alguna influencia en otros pueblos de la barranca, y como se verá más
adelante, resistieron a la conquista española de diferente manera y por más años
que los pueblos del Valle de Atemajac.

El grupo predominante en la barranca del río Grande era el Tecuexe que convivía
con los Cocas, Tochos o Caxcanes y Huachichiles. Al contacto de los naturales con
los europeos en 1530, la distribución de la población se encontraba dispersa en
aldeas, a pesar de ello tenía considerable importancia en la zona de la barranca
del entonces río Grande (hoy Santiago) Fray Antonio Tello menciona en su obra a
Ixcatán en cuatro ocasiones al menos (Tello L 2º 1969: 111, 123, 124, 147).

El fraile Tello, escribe que los indios de Copala se entregaron a los españoles y
presentaron poca batalla a las huestes de Cristóbal de Oñate, “pasó Chistóbal de
Oñate a Copala (Zapopan) y allí salieron los Yndios de este pueblo muy galotes y
en armas, y el tiempo que entendieron los nuestros que era para pelear, se dieron
de paz y se tomó la posesión por su Majestad” (Tello L 2º, 1969: 123), mientras
los indios de Ixcatán el 26 de marzo de 1530 dieron la batalla de manera decidida

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
en el paso del río Grande (hoy Santiago) en donde “… hubo una escaramuza
muy grande y muy reñida, y al cabo fueron vencidos los Yndios de Ychctlán, y de
ellos murieron más de tre(s)cientos, que después de vencidos alancearon” (Tello,
1969: 123)

Trescientos muertos para Ixcatán son muchos para una sola batalla, lo más probable
es que cerca de la cascada denominada “cola de caballo” se concentraron guerreros
de varios pueblos de la barranca y otros de Tacotlán, Yahualica y Juchipila para
evitar su paso hacia el lado Este del río Grande hoy Santiago.

Anterior a la batalla de ichcatlan de marzo de 1530, a los cocas de Tonalá ya los


habían sometido los conquistadores comandados por Nuño de Guzmán.

De esta guerra desigual entre conquistadores y pueblos nativos, existen testimonios


de las batallas fundamentales señalando el lugar donde se libraron, se llama “lienzos
de Tlaxcala” en donde se representa la resistencia coca, tecuexe y caxcan de
Tonallan ("lugar del sol o del calor"), por un sol resplandeciente; Cuinao - Tototlán
("Lugar de pájaros"), por un pájaro parado en un cerro; Ichcatlan ("lugar del
algodón") por una cápsula de algodón y Tlacotla ("lugar de jarillas" - Jarilla
heterophylla -) por un grupo de hojas o varas de Tlacotl; ejemplares de los lienzos
se encuentran expuestos en el Museo Regional de Guadalajara, Jalisco.

El desarrollo de los grupos de la barranca fue tardío y diferenciado en relación las


culturas del centro y sudeste, otro rasgo fue un vínculo poco permanente con los
Toltecas, Teotihuacanos, Mexicas, Olmecas y Mayas cuya presencia se ha
constatado a partir de objetos ornamentales, vasijas e instrumentos de trabajo
encontrados en el complejo conocido como “los Guachimontones” en Teuchitlán,
Jalisco, zona en donde hubo una gran laguna que se extendía desde el actual
municipio de Tala hasta el municipio de Magdalena antes llamado Xochiltepec.

Los tecuexes eran guerreros de tiempo completo, una de sus estrategias predilectas
era el uso de zonas altas y de difícil acceso para hacer la guerra; al pie de la peña de
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ixcatán y llanuras en la parte conocida como “la mesa” todavía encontramos,
pedernales labrados, puntas de lanza de obsidiana, piedras en forma de hacha y
petroglifos que hablan de las batallas que libraron con otros grupos antes de la
llegada de los españoles, de sus rutas de migración, de la cacería y de sus espacios
ceremoniales y mortuorios.

A pesar de la relativa cercanía con lo que hoy se denomina “guachimontones” en el


corredor ubicado en territorio de los municipios de Teuchitlán y otros aledaños, los
tecuexes, cocas, caxcanes, huachichiles y zacatecos, no dejaron obras
monumentales como los que se han encontrado en la zona mencionada, o en el
centro, sur y sureste del país, aunque aprendieron técnicas metalúrgicas del cobre y
la plata, dada a conocer probablemente por inmigrantes sudamericanos. Elaboraban
todos sus instrumentos como hachas, cuchillos, anillos, etc. de hueso, cobre oro,
obsidiana y otros materiales.

Las luchas intestinas de los grupos que vivían en la región trajeron consigo
reacomodos de poder y migración, por ello “cuando los caxcanes conquistaron los
valles de Juchipila y Tlaltenango, los tecuexes se refugiaron en las barrancas de San
Cristóbal, donde no comieron sal durante más de 290 años”, (Tello, 1969:9).

Las luchas internas también trajeron el debilitamiento de las columnas guerreras de


los tecuexes y otros grupos de naturales, por ello frente a la conquista además de la
inferioridad en la calidad de las armas y la disciplina, apareció la desventaja de la
división y de los efectivos para la guerra.

La organización política con que contaban los tecuexes, no es clara y se duda del
sometimiento que pudiesen tener a los “señores” de Tonallan que se encontraban a
dos jornadas de distancia, no obstante se dice que funcionaba "entre poblados
cabecera y poblados sujetos, cada uno con su cacique o señor y principales" (Tello,
L 2º 1969:83).

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Digna resistencia

A pesar de la merma de los grupos rebeldes en la barranca hubo resistencia que


se prolongó de 1531 al año 1540, por no quedar otra salida, los tecuexes se
remontaron a las cañadas y montañas, algunos de estos se refugiaron en la sierra
del nayar en las actuales colindancias de los estado de Jalisco, Zacatecas, Nayarit
y Durango.

En 1531 Nuño de Guzmán al haber recorrido, unos dos mil kilómetros durante año
y medio, decidió su retro al sur, no sin antes fundar Culiacán el 29 de septiembre y
en el mismo año, nació la Villa Espíritu Santo, que luego se nombró Santiago de
Compostela (hoy estado de Nayarit), la intención era convertirla en sede de la
Nueva Galicia.

La propia fundación y refundación de Guadalajara en varios sitios, nos habla del


interés de apaciguar las rebeliones que surgieron en gran número. En 1532
Guzmán ordenó a Juan de Oñate la fundación de Guadalajara al norte del Río
Santiago en plena región caxcana, para ganar presencia en ella y establecer
comunicación con el Golfo, hoy es Nochistlán municipio de Zacatecas, uno de los
principales espacios que fue escenario de la gran rebelión del mixtón.

Juan Fernández de Hijar a nombre de los conquistadores, impulsó la fundación de


la Villa de la Purificación en 1533 con fines de convertirla en sede de la Nueva
Galicia, pero el clima, las enfermedades y la lejanía con los territorios
conquistados los hicieron cambiar de parecer.

Ante los embates de los rebeldes en Nochistlán, la sede de Guadalajara fue


trasladada a Tonalá por breve estancia de un año hasta 1535, de ese lugar, de la
Nueva Galicia al valle de Tacotlán. En 1538 fue nombrado gobernador de la
Nueva Galicia Diego Pérez de la Torre, pero ni éste vio conveniente vivir en
Tacotlán, sino en Tonalá. En 1539 se concedió escudo de armas y rango de
ciudad a Guadalajara por disposición del rey, pero fue hasta el año de 1542 que
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Guadalajara se instaló en la ribera poniente del río San Juan de Dios en el
valle de Atemajac.

Este breve recuento del peregrinar de la sede de la Nueva Galicia que hace Muriá
(1983) sirve para destacar que Ixcatán no fue ajeno a dichos cambios, pues
Tonalá se encontraba a dos jornadas de camino, de Tacotlán a similar distancia y
Nochistlán a unas cuatro jornadas, fue un referente importante de los tecuexes
hasta que fueron desplazados por los caxcanes antes de la llegada de los
españoles.

Algunas fuentes sugieren que la influencia de los tecuexes en su momento más


álgido, llegó a hasta los actuales límites de Jalisco y San Luis Potosí, por ejemplo
Tello escribe, “…lo que ahora se llama los Lagos, donde habia muchíssimas
poblazones de gente, vivían en ranchos movediços y se sustentaban con caza de
conejos, liebre y venados; andaba en cueros, con el arco en la mano y dormían
donde les cogía la noche” (Tello, L 2º, V 1 1969: 147).

Territorio caxcán y tecuexe cuna de los derechos humanos

La historia de México durante la conquista y dominio español, es un registro de


rebeliones indias constantes en contra de la corona, sin embargo la mayoría de las
investigaciones hasta hoy publicadas, responden a una visión centralista de la
historia que poco mira hacia sus regiones.

Previo a la fundación de la actual Guadalajara, en 1541, tecuexes, caxcanes,


guachichiles, zacatecos, cocas y otros pueblos, se rebelan contra la corona
española en la denominada guerra del Mixtón, que abarcó un extenso territorio del
norte de Jalisco, sierra del nayar y sur de Zacatecas (León Portilla, 1995). Los
tecuexes de la barranca se integraron a la revuelta que fue sofocada mediante el
exterminio y en pocos casos, con la aprehensión de los principales líderes
indígenas.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
La “Guerra del Mixtón” dentro del contexto, como una de las rebeliones indias
más importantes de toda la Nueva España, misma que cimbró las estructuras de
ocupación extranjera con tal magnitud, que el Virrey Antonio de Mendoza y un
numerosísimo ejército de españoles y tropas aliadas intervinieron directamente en
el conflicto, luego de que personajes prominentes y autoridades neogallegas lo
pusieron al tanto de los acontecimientos y solicitaron su ayuda.

De la guerra del Mixtón se conoció en el mundo a través de las publicaciones y


trabajos cartográficos de Abraham Ortelio, Theodoro de Bry, Mathias Quad,
Rumold Mercator y Jodocus Hondius; los planos de guerra, grabados y por los
propios códices que fueron enviados a Europa.

Las fuentes del siglo XVII y XVIII señalan con insistencia que Ixcatán formó parte del
Cacicazgo de Tonallan, sin embargo, a la llegada de los españoles mientras que
Tonallan cuyo asentamiento humano era más sedentario, se entregó entre 1530-
1532 a los conquistadores luego de algunas batallas, la resistencia de los tecuexes y
otros pueblos que se refugiaron en barracas, en cuevas y montañas, se extendió
hasta el año de 1570. Una década después se supone la refundación de Ixcatán.

Debido a la cerrada resistencia de los indígenas de la barranca antes, durante y


después de la guerra del Mixtón (1541-1543), el asesino Virrey Antonio de Mendoza
al igual que con los purépechas de Michoacán, ordenó la ejecución indiscriminada de
aborígenes, cuestión que trató de evitar Cristóbal Romero cercano colaborador de
Nuño de Guzmán, por lo que el Virrey de Mendoza dispuso que también se le
aplicara la pena de muerte (Muriá, 1983), tal sentencia no ocurrió por la intervención
de Fray Antonio de Segovia, a quien se le adjudica gran parte de la evangelización
de los "teúles chichimecas".

Cristóbal Romero fue indultado y “le dejaron en encomienda los pueblos de San
Cristóbal, Guejotitán, San Esteban, Tesistán, Atemajac, Ixcatán y Huentitán..."

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
(Muriá, 1983) A partir de entonces todas estas comunidades fueron objeto de la
acción franciscana.

Miguel León Portilla (1995) en su obra La Flecha en el Blanco documenta a detalle


como el caxcán Francisco de Tenamaxtle, uno entre miles de indígenas que le
tocó sufrir la devastación y sometimiento de sus pueblos en lo que fue la Nueva
Galicia, libró una guerra legítima y justa en dos momentos, con dos estrategias y
dos mundos diferentes.

La primera estrategia fue militar combinada con el diálogo y la negociación, dentro


del territorio, que hoy ocupan los estados de Nayarit, Jalisco y Zacatecas (así
como porciones de Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí), al
mando de un nutrido ejército provisto de porras, escudos, hondas, lanzas, puntas,
hachas, arcos, flechas y heroísmo, con lo que enfrentaron al poder de las
espadas, armaduras, caballos, cañones, mosquetones; alianzas con aborígenes
enemigos de los chichimecas y la codicia,

La otra estrategia fue -como lo señala León Portilla- la justicia y el derecho, con
batallas libradas -luego de su exilio a España- en el propio corazón del poder
monárquico; pero, esta vez desde las mazmorras, casi solo, en un mundo
distante, apelando las leyes del Consejo de Indias, sin más armas, que sus
alegatos, la razón de su causa y el apoyo de un fraile defensor de los indios:
Bartolomé de las Casas.

Las fuentes documentales y bibliográficas que utilizó León Portilla (1995) fueron
de primera mano, principalmente las del siglo XVI o que abordan ese período.
Destacan por su importancia los encontrados en el Archivo General de Indias, el
Archivo General de la Nación y otras del occidente de México.

Destaca León Portilla (1995) que las razones esgrimidas entonces siguen vigentes
en México y muchos países de América en donde, “sobreviven muchos grupos

37
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
indígenas a los que pareciera no quedar otro recurso que, con las armas,
hacer natural defensa de sí mismos”.

León Portilla en su obra citada, da testimonio de las vejaciones a los indígenas


cometidas por los españoles malos tratos y servidumbre por medio de las
llamadas encomienda y repartimiento y de ellas también habla Tello (1969) y de la
inconformidad creciente que tuvo como una de las primeras víctimas previas al
levantamiento del mixtón, al español Juan Arce, encomendero de Huainamota y
Huazamota del actual estado de Nayarit y a varios frailes.

Francisco Tenamaxtle fue apresado y enviado a Sevilla, España en el año de 1552


y posteriormente a Valladolid, por ser uno de los que encabezaron la rebelión
contra la corona que por “sus alcances y fuerza” pudo ser una “reconquista por
parte de los indios”, otros “capitanes indígenas” que aparecen fueron don Diego de
Nochistlán; Xiuhtecutli y Tencuítlatl de Juchipila y Petlácatl de Jalpa.

Por el lado de los españoles, se realza la participación del gobernador de


Guadalajara, Cristóbal de Oñate, al regidor Miguel de Ibarra y encomendero de
Nochistlán, a Pedro de Alvarado quien murió en 1541 al huir luego de ser
derrotado en una batalla cerca de Acasico (hoy municipio de Mexticacán); a
Beatriz Hernández y al virrey Antonio de Mendoza, entre otros.

León Portilla (1995) explica que Fray Bartolomé de Casas y Tenamaxtle que se
encontraron en las cortes de Indias, pudieron fundirse bajo un solo cuerpo “el
derecho divino y el derecho natural”, asunto que los sitúa como los pioneros de los
derechos universales del hombre, al exigir justicia contra la ola de invasión,
saqueo, destrucción y muerte que desencadenó el proceso de conquista en la
Nueva España.

La guerra del Mixtón, se ubicó geográficamente en la zona ya citada, no obstante


es relevante la mención que se hace de Culiacán, Sinaloa; Acaponeta, Xalisco,
Compostela, Tepic y Ahuacatlán, Nayarit; Hostotipaquillo, Tequila, Etzatlán,
38
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Tesistán, Cuquío, Yahualica, Temacapulín, Teocaltiche, Acatic y Tototlán,
Jalisco; Tlaltenango, Teúl, Apozol y Jalpa, Zacatecas, además de Aguascalientes.

Los tópicos encontrados y analizados por León-Portilla en uno de los lideres


rebeldes Tenamaxtle, sin desconocer la gran influencia de los franciscanos y en
especial de Bartolomé de las Casas, es su gran adaptación y asimilación de la
lengua, religión y leyes españolas, así como su capacidad de negociador,
vocación de justicia y gran sentido humano.

Tenamaxtle es un personaje que por nueve o más años fue perseguido; originario
y vecino de la región más belicosas y “bárbaras” de todo el reino de la Nueva
España, por lo que sus méritos pueden ser mayores.

La relación de agravios de Francisco Tenamaxtle de julio de 1551, ayuda a


comprender el gran coraje con el que pelearon al unísono caxcanes, tecuexes,
cocas, guachichiles y zacatecos contra los españoles, así expresa: “… no ha
bastado haberme hecho los españoles tantos y tan muchos y no creíbles por
hombre del mundo, daños irreparables, haciéndome guerras injustas, cruelísimas,
matándome en ellas muchos de mis vasallos y a mis parientes y deudos” (León
Portilla, 1995)

Tenamaxtle al referirse a la llegada de los españoles, aunque aseguró era señor


de Nochistlán, declara, “no quise sino salir de paz, mandando a mis gentes
recibiesen a los españoles benigna y amigablemente” sin embargo, que debido a
las constantes “vejaciones, azotes y palos, y otros diversos malos y crueles
tratos...”

Tenamaxtle es claro y contundente cuando describe el sometimiento cruel y


despiadado de los españoles sobre los naturales, señalando en su alegato de
1551, “nunca nos han dado a entender a otro rey sino a sí mismos” por eso, fue
que decidimos “huir junto con la gente que quedaba no habiendo justicia ni
remedio de haberla” (León Portilla, 1995).
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Concluye la relación de agravios de Tenamaxtle con una serie de propuestas
a la Corona española entre las que destacan, el prestar servicios de atracción de
otras naciones “bravas” al poder del rey, pero a cambio solicita “provisión real y
seguro de vuestra Alteza” para que todos los pueblos que estén con él y de paz,
formen parte de la Corona Real de Castilla y no sean encomendados a
españoles, ni a particulares, ni dados en feudo, ni por otra vía alguna que pueda
ser pensada”.

Aunque el proceso se prolongó indefinidamente en las Cortes de Indias, León


Portilla sostiene que Tenamaxtle “a pesar de todo, venció en la lucha”. Considera
como consecuencia de su lucha, la resistencia de caxcanes, zacatecos, coras y
muchos otros y un fruto que perduró a través de los siglos la existencia de
mexicaneros, coras, tepehuanos y huicholes.

León Portilla, expresa a manera de conclusión, en el penúltimo párrafo del capítulo


quinto: “Si llegó a darse sentencia apegada a derecho y justicia, ésta tuvo que ser
favorable a Tenamaxtle. Si ello no ocurrió, fue entonces doble la derrota del
Consejo de Indias”.

La encomienda en la zona barranqueña

Una vez sofocada la guerra del mixtón, alrededor de 1543 dieron principio los
procesos de nahuatlización, castellanización y evangelización de los tecuexes de
la barranca. Estos mecanismos de sometimiento de la corona española, mermaron
la sabiduría, la autonomía y control del territorio de los pueblos indígenas durante
medio siglo hasta la “pacificación” de la región barranqueña, no sin presentar
actos de resistencia armada hasta el año de 1570.

Para avanzar en la enseñanza del castellano y el adoctrinamiento, los


encomenderos tuvieron los servicios de los tlaxcaltecas que hablaban el náhuatl y
de los franciscanos que dominaban el español, para que lo enseñaran a los
barranqueños, así construyeron una forma de comunicación más fluida que les
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
permitió avanzar en la enseñanza más profunda de la lengua castellana y
pasar a otra fase de la conquista: la espiritual.

El año de 1580 luego del arrasamiento de los principales grupos rebeldes, de la


aprehensión y asesinato de sus dirigentes, se refunda Ichcatlan con tecuexes,
pocos españoles (los encomenderos) y tlaxcaltecas, estos últimos traídos de la
meseta central desde la guerra de conquista y colocados como barreras humanas
en toda la franja de los pueblos colindantes con la que hoy nombran algunos
historiadores, “región chichimeca”.

A diferencia de Fray Bartolomé de las Casas cuya defensa de los indígenas es


muy conocida y que se coaligó con el Caxcán Temamaztle en las Cortes de Indias
de España para asumir su defensa; Fray Antonio Tello intenta elevar la obra
franciscana entre los naturales para ponerla a salvo frente a los excesos de los
soldados y burócratas españoles.

Precisamente se realza el trabajo que dicha orden religiosa hizo entre los cocas,
tecuexes y caxcanes, nótese la mención de la poblaciones de Cuitzeo, Poncitlán,
Tonalá, Tlajomulco y Cajititlán de presencia coca; así como Tonalá, Zalatitán, (San
Juan de) Ocotán, Atemajac, Ixcatán y Tacotlán, de dominio Tecuexe y Teocaltiche,
Nochistlán, Tlaltenango, Juchipila y El Teúl con dominio Caxcan:

“… parecióles a estos heroicos padres que era ya tiempo de arrancar este


abuso y pecado, y así con valor lo pusieron en execuçcion, comenzando por
las provinçias Cocas, que comprenden la de Cuyceo del Rió, de Pontzitlán,
Tonalán, Tlaxomulco, Cazititlán; de los Teqüexes de Tonalán, y Tzltitlán,
Ocotlán, Atemajac, Yzchatlan, Talcotlán, (...); los Tochos o Caxcanes,
Theocalthex, Noxtlan, Taltengnago, Xuchipila, Tiux o Teul...” (Tello, L 2º, V II
1984: 168).

Como se habrá notado Tonalá ubicada al Este del valle de Atemajac era a la
llegada de los españoles zona pluricultural, espacio de convivencia coca, tecuexe
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
y caxcán con presencia de varias grupos y hablantes de varias lenguas,
cuestión que se incrementó con la nahuatlización a la llegada de los españoles y
tlaxcaltecas en 1530. A eso se debe que el coloquio de los tastuanes que posee la
comunidad indígena de Ixcatán y que data de 1884 _del cual se hablará más
adelante, esté escrito en tocho-mexicano.

Luego dentro del lugar donde se fundó Guadalajara en 1542, crecieron barrios de
indios a donde fueron trasladados como ejércitos de reserva de mano de obra
barata, tecuexes, cocas y caxcanes, por ejemplo el barrio de Analco y el barrio de
Mezquitán con los cuales tuvo Ixcatán relaciones comerciales y de convivencia
social, al igual que con los pueblos de Ocotán, Tetlán, Tonalá, Atemajac, Santa
Ana y Jocotán.

Una vez que se incrementó el dominio del náhuatl de la meseta central y que el
español encontró sus cimientos entre los pueblos sometidos, ya no fue difícil el
uso de trabajo gratuito de los indios, castas y negros, lo que permitió que en 1595,
se iniciara la construcción de la iglesia de Ixcatán, los materiales utilizaron fueron
zoquite, piedra y zacate, cabe señalar que la actual se construyó mano indígena
con adobe, piedra, cantera blanca, madera y cal de la zona, entre los años 1692 a
1721.

Ixcatán en los documentos de la colonia

Alonso de la Mota y Escobar Descripción geográfica de los reinos de Nueva


Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León de principios de del siglo XVII, hace
referencia de la zona del valle de Atemajac y la barranca:

“Tomando a salir de Guadalajara, llevando el rostro y camino hacia el Poniente,


está a tres leguas el pueblo de Ocotlan (San Juan de Ocotán) que es cabeçera
cuyos subjetos son Iocotlán (Jocotán), Iztlán, Tecesistlan, Çapopa, Çoquipa,
Mezquitlan, Atemaxaque, Sant Cristoual (San Cristóbal de la Barranca) y
Capala, distantes muy pocas leguas unos de / otros es doctrina de clerigos
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
proueese conforme a la cedula del Real patronazgo tendrá quatrocientos
yndios vezinos escasos en la cabecera subjetos es tierra donde se coje mucha y
muy buena fruta de Castilla y de la tierra y mucho algodon de que tejen sus
bestidos tiene muy lindas montañas donde se prouee esta ciudad de maderas
para los edificios, como es tablazon, vigas, leña y lo demas necesario. Lo qual
tienen por grangeria los yndios y tambien el maiz que cogen y aues que crian, y
juntamente alcançan los pueblos de Sxcatlan y Copala la pesqueria y
aprouechamiento del Rio grande (hoy Río Santiago) por estar sitiados en la
cercania y riuera del que como haze aqui una varranca honda haze en ella gran
calor y se dan muchas frutas de la tierra de todos generos en particular cirhuelas
de diferentes generos y muchas cañas de que se haze la azúcar” (De la Mota,
1993:35)

San Cristóbal de la Barranca no se menciona en los testimonios sino hasta el primer


tercio del siglo XVII, cuando la explotación minera floreció en la zona, entonces sirvió
como punto de seguridad para los viajeros, arrieros y encomenderos que recorrían
con regularidad la zona desde y hacia la Nueva Galicia. Nótese que uno de los
pueblos importantes en el valle de Atemajac era San Juan de Ocotán del que
dependían varios pueblos, dos de los cuales hoy son cabeceras de municipio,
Zapopan y San Cristóbal de la Barranca.

Como se aprecia en la amplia cita de la que nos provee de la Mota y Escobar, la


zona de la barranca del río Santiago, es reconocida por lo fértil de sus tierras y la
fácil adaptación de las plantas que fueron traídas de Europa, África y Asia, como por
ejemplo en mango, café y caña de azúcar. Así mismo, se destaca que las principales
actividades de los naturales eran la recolección de frutos, el cultivo de granos, la
pesca, la producción de algodón, la recolección de madera principalmente leña y la
cría de aves de corral, suponemos que eran guajolotes, codornices, palomos y quizá
gallinas que trajeron del viejo continente.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Otra referencia de fines del siglo XVII de los años de 1692 a 1707 y principios
del XVIII (1814), es el Título Virreinal que esclarece el reclamo de tierras de los
naturales, de quienes fueron los responsables de realizar los trabajos de medición
que dieron por resultado la titulación de la propiedad de las tierras y aguas para los
ixcatecos comprendidas en un extenso territorio calculado en unas doce mil
hectáreas.

En el título de las tierras, se narra con lujo de detalle el caminamiento de cada uno
de los puntos y los resultados de las medidas en varas de los pasos de Salomón
Durante once años los peritos, jueces enviados por las autoridades de la Nueva
España y naturales de Ixcatlan recorrieron y dieron fe de los límites de las tierras
reclamadas, esto ocurrió de julio de 1692 hasta su conclusión en 1707. Tal era la
distancia geográfica y más todavía el interés de la Corona española que el
testimonio conocido como título virreinal llegó hasta el siglo XIX. Así, aparece el
testimonio real el matasellos de Fernando VII con los años 1814–1818. Como se
aprecia el Título signado en plena guerra de independencia de la Nueva España,
más se ignora cuándo llegó a manos de los naturales.

El Título de las Tierras Comunales que describe las mediciones que hizo la
comisión enviada por la Corona Española y los naturales de Ixcatán entre 1692 y
1707, ya se toma como referencia la ubicación de la iglesia.

Juan Bautista Bugueiro fue comisionado por el Lic. Francisco Feixo Sentellas del
Consejo de su Magestad y Oidor de la Audiencia Real con sede en Guadalajara
por decreto del rey, fechado en San Lorenzo el Real, el 30 de octubre de 1692,
emprendió las diligencias y medidas de las tierras pertenecientes al fundo legal del
Pueblo de San Francisco de Ixcatlán, Jurisdicción de San Cristóbal de la Barranca
el 20 de julio de mil seiscientos noventa y seis, en dicho testimonio se puede leer

“En dicho día, mes y año arriba dicho (20 de julio de 1696). Yo dicho juez, en
birtud de lo por mí mandado, pasé a hacer la medida de este dicho Pueblo

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
(Yscatán), el cual por estar en una barranca atrabesada de arroyos,
barrancosos y todo el referido sitio de breñales para poderle rregular; hise
correr el cordel, por un camino que baja al Rrío Grande (Santiago) desde la
Yglesia de este dicho Pueblo al oriente; que se corrieron veinte y un
cordeles, que reconosido el rrío, y una mojonera que está en la otra bandea
del rrío, a lindes de la tierra que dixeron dichos naturales poser, había treinta
y ocho cordeles, en dicho larguero al cerro que llaman Guagüise y de bera
de dicho Riío Grande, por toda la orilla se corrienro las querdas al Sur y se
corrieron treinta cordeles de a sinquenta pasos de salomón, que paró su
último en el paso de la balsa, cerca de un corral de piedra, en un puesto que
dixeron dichos indios, llaman El Frayle...” (Título virreinal, 1818: 3)

Esta es la manera en que está redactado el título virreinal del pueblo de Ixcatlán,
cuyo testimonio hace patente lo amplio que era el territorio Ixcateco, el cerro del
Guagüise se ubica en la cresta de los cerros que están al Éste de Ixcatán ya muy
cerca de la cabecera de Ixtlahucán del Río.

Los decretos de abolición de la esclavitud y el ordenamiento para la restitución de las


tierras de los naturales emitido por Miguel Hidalgo y Costilla del 29 de noviembre y 6
de diciembre de 1810 expedido en la Nueva Galicia, se adelantaron al engorroso
trámite burocrático que siguió la titulación de las tierras comunales de Ixcatán, ahora
como durante la dominación española, los trámites agrarios no son más ágiles.

El bando de Miguel Hidalgo que manda abolir la esclavitud, derogar los tributos,
imponer alcabala, prohibir el papel sellado y extinguir varios estancos, del 29 de
diciembre de 1810, fue conocido primero en Ixcatán que el título virreinal que firmó y
selló la corona española en el mismo período. Con ello se demuestra que las
revoluciones son más efectivas que los trámites burocráticos para romper con el
poder establecido.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Domingo Lázaro de Arrigui en su Descripción de la nueva Galicia (1946),
preparada por ordenamiento de cédula real del 14 de junio de 1621 al Presidente
de la Audiencia de Guadalajara Pedro de Otálora, es un testimonio de la división
del Obispado, una radiografía que a más de tres siglos de haberse escrito nos
ofrece un panorama útil para comprender el medio natural y social que prevalecía
a principios de la tercera década del siglo XVII en la barranca.

Ixcatán en su composición natural, cultural y humana es diverso. De las lenguas que


hablaban en la barranca cuando la llegada de los españoles, Domingo Lázaro de
Arregui cronista encontró en 1621, "ay por aquí pueblos de quinze vecinos hablan en
ella dos o tres diferencias de lenguas, y generalmente en poca distancia de leguas
se hablan muchas diversidades de lenguas...el idioma cazcan difería del náhuatl
hablado por los pueblos sedentarios del poniente de la barranca” (del río Grande).

A la llegada de los españoles tres de los grupos indígenas más representativos de


la zona estaban distribuidos de la siguientes manera: los cocas mantenían dominio
en la región ciénega del lago de Chapala, en su ribera norte y sur hasta Zacoalco
de Torres y convivían con otros grupos en el valle de Atemajac; los caxcanes
tenían presencia y dominio en el cañón de Juchipila, Apozol, Jalpa, Nochistlán,
Mexticacán, Yahualica, Teocaltiche y Lagos de Moreno. Los tecuexes en
convivencia pacífica o violenta, compartían con otros grupos los llanos de
Ixtlahuacán del Río, Mazcuala, Tacotlán, Trejos y el Valle de Atemajac, a su vez
tenían dominio, en laderas y barrancas del río Grande y sus afluentes (hoy
Santiago), desde Huentitán, hasta San Cristóbal de la Barranca, Techaluta y
Hostotipaquillo.

El río Santiago hasta hace medio siglo, constituyó una fuente indispensable para
la sobrevivencia humana: tecuexes, caxcanes, zacatecos, huachichiles, cocas y
otros y miles de especies de animales y plantas únicas en el entorno de la
geografía. La pesca se mantuvo todavía hasta los años setentas del siglo XX.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
El proceso de nahuatlización, castellanización y evangelización de los
tecuexes, tochos y cocas de la barranca, fue una forma de sometimiento de la
corona española, que mermó la sabiduría, la autonomía y control del territorio de
los pueblos indígenas durante medio siglo hasta la “pacificación” de la región
barranqueña en 1570, luego de la última rebelión de importancia que registra la
historia.

Ante la diversidad de lenguas, el náhuatl se constituyo en la legua que podría


unificar la comunicación en la barranca. La nahuatlización consistió en la
enseñanza del náhuatl a los naturales que se hablaba en la meseta central por los
tlaxcaltecas, entonces aliados de los españoles, se utilizó para homogeneizar un
sistema oral de comunicación que luego permitiera enseñar el castellano, lengua
que hablaban los conquistadores y a su vez, avanzar en la conquista más allá de
lo militar e irse al plano económico, cultural e ideológico como fue el caso de la
imposición de un sistema de creencias que permitieran colocar el catolicismo por
encima de otras religiones y cultos religiosos, eso fue la evangelización.

La privatización de la tierra a diferencia de otras partes del país y del estado fue
compleja, los encomenderos españoles que nunca llegaron a más de una decena y
uno de los primeros se llamó Cristóbal Romero, tuvieron bajo su responsabilidad
varios sitios de ganado mayor, la vigilancia de la castellanización y evangelización de
los naturales, la localización de zonas mineras, agrícolas y ganaderas. Por cierto
parece que en la profunda barranca, escarpadas laderas, escasos llanos y bosques
de roble y encino, los saqueadores no encontraron oro, ni plata para establecer
alguna mina, salvo cantera blanca, cuarzo, mármol, caliza, ópalo, fierro, abundante
pesca, recolección de frutos, leña y animales para la caza.

Como lo señala Arregui (1946), en 1621 se registran algunos trapiches para la


producción de remolacha a orillas del río Grande en el lugar en donde se conoce
como el “pie de la cuesta”, a un kilómetro al norte del actual puente de Guadalupe,

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
partiendo del conocimiento que el caudal de río era muy superior al actual y que
tenía en la zona algunos tramos navegables.

También se le da relevancia a los pangueros que pasaban a viajeros, bestias y carga


de un lado a otro de río Santiago y poco de los servicios de transportación hacia la
Nueva Galicia, hoy Guadalajara. La profundidad del río era tal que con facilidad la
gran canoa soportaba a varias bestias cargadas y arrieros.

La zona de la barranca es a su vez frontera natural y cultural. Es una especie de


espacio de transición entre Mesoamérica y Aridoamérica, constituye una
hondonada que obstruye el crecimiento citadino y el impacto urbano hacia la zona
rural. En el periodo de lluvia parece selva, en tiempo de estiaje tiene zonas
similares al semi-desierto, claro que en el primer contacto con los europeos tal
circunstancia era poco probable.

El término Mesoamérica, fue utilizado por Paul Kirchoff a mediados del siglo XX
para delimitar una zona que parte desde Centroamérica hasta la mitad del actual
territorio mexicano, se utilizó para distinguir los pueblos nómadas de los
sedentarios que vivían en tierras más fértiles y que cultivaban maíz, criaban
animales, y realizaban otras actividades económicas, políticas y culturales
distintas a los ubicados más al norte.

No obstante el aporte de Kirchoff, ha sido rebatido en algunos aspectos con el


estudio de los hallazgos arqueológicos encontrados en “la quemada Zacatecas” y
“los guachimontones” Jalisco.

Agua y vida natural

Los vestigios encontrados en las tumbas de tiro, las viviendas de cimientos


circulares, así como las veredas, nos permiten suponer que desde siglos atrás los
naturales estuvieron agrupados alrededor o cerca de fuentes de abastecimiento
de agua y alimentos a un lado de manantiales, “La presa”, “Agua Blanca”, “El
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
ocote”, “El carricillo”, “Los huacazoixtles”, “Acatenco” así como arroyos: “El
Limoncillo”, “Los Laureles o Agua Fría”, “Agua Salada”, “Agua prieta” o ríos como
el “Grande” hoy Santiago y el de “La Soledad”.

Una vez consumada la conquista y la ocupación, a orillas del río Grande


funcionaron una serie de sistemas rústicos de riego para el cultivo de la caña de
azúcar, frutales y hortalizas. Junto a los manantiales prevalecen pequeñas
excavaciones para la captación de agua, a su vez se encontraron vestigios de un
sistema de agua potable para el centro de población de Ixcatán en el siglo XIX al
que utilizaba como fuente de abasto el manantial “la presa”. Este sistema de agua
tenía una línea de conducción que pasaba por el predio “el recreo” hasta un
tanque receptor ubicado por el camino a Tonitalpa a la altura de la casa de
Antonio Sandoval y Expitación Lomelí (Amparo), que fue utilizado hasta los años
cincuenta del siglo XX.

Luego con la construcción de la carretera a Saltillo, se edificaron los primeros


edificios municipales en 1955, se construyó una línea de agua de la presa hacia el
plaza municipal en 1964, con lavaderos, regaderas para varones y mujeres tomas
de agua para el público, que se sumaron a la gran en el centro de la plaza que fue
construida en los primeros años del siglo XX. Era tan rico el manantial de la presa
que todavía hasta el año 1968, los domingos se dedicaban al riego de plantas en
el centro de población.

El agua se traía por gravedad a través de una acequia con piso de tierra por cerca
de un kilómetro de longitud que se dividía en dos ramales, partiendo de la casa de
Dolores Casillas, una seguía con dirección a la casa de Jesús Saldaña, Gregoria
Larios, Leandro Venegas, Higinio Juárez, la familia Bobadilla hasta la casa de
León Vázquez; la otra partía hacia el sur pasando por la casa de Filemón
Venegas, Indalecio Venegas, Tita Vázquez y la huerta de la iglesia.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ante la insuficiencia del vital liquido en 1976, se colocó una línea de agua del
rincón hacia el poniente con un tanque receptor, líneas de distribución con llaves
en las esquinas, diez años después fue construida la línea de la soledad-panteón
de Ixcatán que vino a sortear la falta de agua en los últimos veinte años, más ésta
ya fue insuficiente debido a las fallas en la línea de conducción y distribución, por
lo que se trajo del propio arroyo agua fría pero de las cercanías de “los laureles”.

Las estaciones del año, en Ixcatán en vez de cuatro como lo aprendimos en la


escuela (primavera, verano, otoño e invierno) parecen reducirse a dos, aguas y
secas. En la primera todo lo que aquí hay parece ser mesoamericano, en la
segunda, durante el estiaje, tiene características de aridoamérica, ¿y las otras dos
estaciones?, preguntarán los lectores, es raro que el termómetro baje a cero, los
vientos por lo general son menos fuertes que en las partes altas, las lluvias no
rebasan los 800 milímetros por metro cuadrado al año, eso hace de la zona
barranqueña un microclima frágil y de una gran riqueza.

Habría que imaginar el paraíso que significaba esa parte de suelo hace cinco
siglos, en estos momentos el territorio posee una rica variedad biótica con miles
de especies de plantas y animales, por ejemplo puma, venado, tlacuache,
armadillo, águila, coyote, león americano, conejo, codorniz, iguana, rana, sapo,
arácnidos, gusanos…, un micro clima excepcional (cálido seco), con alturas que
van de los 800 a los 1550 msnm en donde se producen frutos tales como ciruela,
guamúchil, guaje, mezquite, anona, chirimoya, mamey, mango, cítricos, guayaba,
café, plátano, nopal, aguacate, cocuixtle y une extenso surtido de plantas
medicinales y alimenticias. Posee bosque de roble y encino, otate, carrizo y una
amplia gama de plantas bajas que mudan las hojas anualmente, los expertos le
llaman selva baja caducifolia.

Documentos encontrados en el archivo de la Delegación Municipal de Ixcatán en


el año de 1986, confirman que entre los años 1920 a 1926 la pesca era una
actividad económica importante, en un censo gubernamental aparecen 26 jefes
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
de familia dedicados a dicha actividad, misma que mantuvieron
ininterrumpidamente hasta el año de 1962, cuando por vez primera hubo un
envenenamiento masivo de peces, ranas, chacales y otras especies de agua
dulce. En particular en esta década se reconoce el crecimiento de la industria en
Jalisco y algunas de éstas en pleno apogeo funcionaban en las márgenes del rio
Santiago, Ciba-geigi, Cyanamid de México, Industrias Ocotlán y las textileras de El
Salto, Atemajac y la Experiencia.

La amplia y rica diversidad de especies animales y vegetales que existen en la


barranca del río Santiago, hacen que la zona adquiera relevancia primordial para
el equilibrio de la riqueza biológica la zona conurbada de Guadalajara.

En estos momentos y a pesar de las políticas ambientales de los gobiernos en


turno,los recursos naturales de la barranca del río Santiago, según resultados de
estudio realizados por la Universidad de Guadalajara y publicados por el diario El
Occidental el 17 se septiembre de 2009, señalan,

“… en la Barranca del río Santiago viven 53 especies de mamíferos, lo cual


representa el 31% de las 168 especies que hay en todo el estado. Este
número supera ampliamente las 29 especies registradas en el bosque de La
Primavera, y sólo está por debajo de la Reserva de la Biósfera de Chamela-
Cuixmala y de la sierra de Manantlán, con 70 y 110 especies,
respectivamente”.

Resalta el mismo estudio que las especies de mamíferos registradas se tiene


importante presencia de siete endémicas, que “no se encuentran en ninguna otra
parte del país, entre las que destacan dos géneros (hodomys y tlacuatzin),
además otras cuatro especies tienen la categoría de protegidas por la ley: dos
felinos (herpailurus yagouaroundi y leopardus pardais), y dos de los murciélagos
(leptonycteris y choeroncycteris mexicana)”

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Al momento de la publicación de la nota se había registrado en la zona
barranqueña, nueve especies de anfibios y 34 de reptiles. De las primeras, una
está amenazada y dos se encuentran en el estado, nueve cuentan con estatus de
protección especial; tres están amenazadas y dos en peligro de extinción.

En cuanto a la flora existen registros de 869 especies, de las cuales “47 tienen
una importancia especial debido a que son endémicas, únicas para este sitio. Seis
cuentan con protección, dos se consideran en peligro de extinción. Dos están
amenazadas, una está sujeta a protección especial y otra más tiene estatus de
rara”.

Con relación a la entomofauna, las especies de insectos existentes en la región,


“se han registrado más de 200, lo cual contribuye a la gran diversidad biológica de
esa región que debemos conservar”.

Y precisa la nota de El Occidental del 9 de septiembre de 2009


“Por lo anterior, y sin lugar a dudas, la Barranca del río Santiago representa:
* Salud ambiental para todos los ciudadanos.
* Uno de los corredores y refugios de fauna silvestre más importante del país.
* Un jardín botánico natural que fortalece nuestro capital ecológico y
educativo.
* Junto con el bosque de La Primavera, el filtro de contaminantes
atmosféricos que auxilian a la ya sofocada atmósfera de la zona
metropolitana.
* Uno de los lugares tradicionales de esparcimiento, recreación y deporte
para nuestra sociedad.
* También un referente fundamental del valle de Atemajac y sus alrededores,
por su calidad como elemento paisajístico, sus formas, colores y armonía
visual.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
* La historia y cultura de nuestra gente, además ¡Nos pertenece a todos!”

Espacios comunes

Ichcatlan, Ixcatlan o Ixcatán a pesar de la importancia que tenía a la llegada de los


españoles, como otros pueblos que habitaban la comarca, no poseía obras
arquitectónicas monumentales, las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, Antonio
Tello, de Ornelas Mendoza, así como en las relaciones geográficas de la Mota y
Escobar no existen referencia alguna de las construcciones, sólo hablan de la
vocación guerrera de los Tecuexes, las ocupaciones como pesquería, fruticultura,
lancheros; del clima, distancias y número de habitantes, más no existen
referencias sobre el tipo de viviendas y ubicación.

Los espacios utilizados como centros ceremoniales hasta el momento ubicados


son tres “la piedra grande”, “la cofradía” y “el carricillo”.

La construcción de la iglesia de Ixcatán dio principio aproximadamente 1595 una


vez que fue derrotada la resistencia indígena, inició como un bodegón de adobe
con techo de zacate, en el mismo sitio y reforzando los mismos cimientos, se
levantó la iglesia actual en un proceso cuya última etapa duró más de un cuarto de
siglo de 1691 a 1726.

Sus primeras calles son rectas y en cuadrícula, denotando que hubo cierta
planeación urbana ordenada por los gobiernos liberales, lo que se perdió
trescientos años después. La iglesia no está orientada exactamente hacia el norte
sino hacia el noreste, con su puerta principal hacia el sudoeste, lo que hace
suponer que sus cimientos fueron trazados con el sol de invierno.

Los caminos de herradura sirvieron como referentes para el trazo de calles una de
las cuales era tan angosta como un camino real, la que iba de Este al Oeste.
Hacia el norte partía el camino a San Cristóbal de la Barranca, al sur rumbo a

53
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Atemajac del Valle, al este el camino hacia Cuquío y al Oeste hacia los
acantilados, conocidos como “La Peña”; todavía prevalece parcialmente el camino
de herradura que cruzaba Ixcatán de este a suroeste, hasta llegar al manantial
conocido como “La Presa”.

Del camino hacia el norte se desprendía uno en la peña alta hacia el poniente para
unirse al camino de Tesistán-San Cristóbal-Mezquital del Oro hoy estado de
Zacatecas, de este todavía se puede apreciar el esmero con el que fue trazado y
empedrado en sus partes inclinadas, es de suponerse que tuvo un uso constante
durante la colonia para el traslado de cal y mármol que se extraía de La Soledad.

Ahora las nuevas viviendas en Ixcatán se han construido de manera desordenada


sin respeto alguno por las normas urbanas, calles mal trazadas, privatización de
espacios públicos, invasión de espacios de riesgo como barrancos y arroyos, sin
que alguna autoridad intervenga para frenar este absurdo histórico.

En los años ochenta del siglo XX, frente a la iglesia se localizaba el panteón y en
un extremo la huerta y la casa del padre, frente del templo estaba el “hospital” que
no fue otra cosa que un mesón para alojar a caminantes y enfermos, que eran
atendidos por religiosos. El cercado de adobe que tenía el panteón frente a la
iglesia tenía un año marcado, 1900, sin embargo había tumbas del siglo XIX que
no fueron debidamente rescatadas cuando se construyó la plaza actual encima de
ese espacio de historia. Donde ahora están las viviendas frente del templo, el
quiosco, la huerta y el jardín de niños, eran propiedad del clero y se reconocían
como sus anexos, e incluso de manera extraña una de las viviendas antiguas
mejor conservada y que fue de Cecilio Limón a principios del siglo XX, es la más
cercana a la nave de la iglesia.

Las viviendas de adobe con una antigüedad mayor a un siglo a finales del siglo XX
son: la casa que fue de Rogelio Juárez por la calle Insurgentes, la vivienda de
Rosa Larios en la Calle Zaragoza, la casa que habita Jesús Velázquez en la

54
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
esquina de Vicente Guerrero y Niños Héroes, la finca de Desiderio Flores en
la calle Vicente Guerrero y la que fue de María Hernández en Juárez esquina con
Zaragoza, de Rosa Larios en la calle Zaragoza y el callejón al campo de futbol; la
de Cecilio Limón, hoy propiedad de Jesús Ruiz en la calle Zaragoza, esta última
es la mejor conservada y la que representa la vivienda de la clase acomodada en
Ixcatán durante el siglo XIX y principios del XX.

Los tipos de viviendas que perduraron en el tiempo son de dos tipos, el primero de
dos aguas con morillo al centro, cama de carrizo con barro y teja roja que fue el
predominante y el segundo, utilizado por un reducido número de familias, con
zaguán al centro de la construcción, patio central, techo con aterrado a base de
morillo juntos, tecatas o astillas, barro, remate de tepetate con cal para evitar las
filtraciones de agua y bajantes de barro de tres pulgadas.

La población en el tiempo

Un siglo después de que se hicieron las medidas de las tierras reclamadas por los
ixcatecos a la corona española, el doctor José Menéndez Valdés visitador de la
intendencia de Guadalajara durante 1791 y 1792, informa que Ixcatán tenía en ese
periodo bianual: 196 habitantes distribuidos como sigue: “Iscatán, 8 leguas al mismo
viento (al oriente de San Cristóbal), con 5 españoles, 172 indios y 19 mulatos”
(Menéndez, 1980:11).

Los datos anteriores nos hablan de un 88% de indios, que no especifica de que
grupo, tecuexe, caxcan o tocho, mexicanero, coca, etc., en estos datos lo relevante
es que habla de la presencia de un 19% de descendientes de raza negra y española:
los mulatos. Los más correcto sería no asemejar a estas diecinueve personas
censadas con la descendencia de un burro y una yegua, la mula, sino llamarlos
pardos, su término más correcto.

El mismo visitador señala que en San Cristóbal, cabecera jurisdiccional de Ixcatan, la


naturaleza de las castas, casas y edificios públicos no eran de mala calidad
55
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
expresando que, “aunque aquí no reside la justicia por la infelicidad del pueblo,
con 281 españoles, 218 indios, 78 mulatos y 131 de casta, sin casas reales y cárcel
tan mala, que se verifica que un reo no duerma dos noches en ella” (Menéndez,
1980:119).

Como se aprecia y derivado principalmente del paso de cargamentos mineros y de la


explotación de minas en la zona, los conquistadores vivían mayoritariamente en
San Cristóbal de la Barranca, su número ligeramente superior a los indios, más
también reportan una presencia fuerte de pardos y otras castas que no identifica con
precisión el visitador Menéndez pero que eran quienes se encargaban del pastoreo
del ganado, el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar y de los quehaceres
domésticos de los españoles.

Hasta mediados del siglo XIX Ixcatán fue de la jurisdicción de San Cristóbal de la
Barranca, pero una vez que se emitieron las primeras leyes de desamortización de
bienes y que fueron afectadas las comunidades indígenas en sus territorios,
Zapopan fue elevado de categoría y le fue asignada en 1845 la comisaría política
de Ixcatán. A partir de entonces las presiones sobre las tierras, aguas, bosques y
demás posesiones de los naturales de Ixcatán se recrudecieron, alegando que
muchas de éstas se encontraban ociosas.

Las parroquias

Por la parte eclesial, Ixcatán dependió de la parroquia de Atemajac la más


importante hasta 1890, luego que adquirió Zapopan calidad de villa dependió de
este municipio, hasta que el crecimiento de la población obligó a reconfigurar la
cantidad de parroquias y se regresó a Atemajac.

Con el crecimiento de la población urbana del norte del municipio, la iglesia de


San Francisco de Ixcatán ha dependido de las parroquias siguientes: Zapopan,
Atemajac del Valle, El Batán y San Esteban, cuestión que le ha privado de un
sacerdote de planta.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Una vez emitida la ley del registro civil y de desamortización de bienes
eclesiásticos en el país, en 1895 se instaló en Ixcatán la primera oficina del
registro civil; en este pequeño espacio en donde se encuentran los libros que
hablan por el tiempo está la historia de más de un siglo. Con facilidad se puede
conocer de los nacidos hombres y mujeres, de los matrimonios y la combinación
de familias, de las defunciones y sus motivos, enfermedades, asesinatos,
confrontas armadas, así como de los divorcios, que prácticamente casi no existen.
Los datos anteriores a 1895, se pueden localizar en los archivos municipales y
eclesiales de Atemajac, Zapopan y San Cristóbal de la Barranca.

La privatización de las tierras

Aguirre (1993) en su Colección de acuerdos, órdenes y decretos sobre tierras,


casas y solares de los indígenas, bienes de sus comunidades y fundos legales de
los pueblos del estado de Jalisco, cuya primera edición fue en 1849, presenta
paso a paso a través de la reproducción de los decretos del Congreso de la Unión
y de su similar en Jalisco, el contenido del pensamiento liberal que se fue
imprimiendo en torno a los territorios indígenas a partir del año de 1828, en donde
con todas sus letras los documentos aquí rescatados y bajo el supuesto de que
“todos somos iguales ante la ley” les llaman a los pueblos originarios y legítimos
dueños de las tierras, aguas y bosques (que paulatinamente fueron quedando en
manos de los más ricos y poderosos) “los antes llamados indios”.

Durante los regímenes de Benito Juárez y Porfirio Díaz las presiones sobre los
indígenas fueron criminales, según se desprende del Archivo Histórico de Jalisco
(“Negocios de Indígenas”, Ixcatán, Zapopan, primer cantón, 1902-1906. G9-902
Zap. 3603.) motivo por el cual unas 1500 hectáreas se privatizaron en 1906,
incrementándose los impuestos de tenencia hasta en mil por ciento. Muchos de
los legítimos dueños ni siquiera fueron censados por lo que se quedaron sin tierra,
esto confirma por qué mucho predios permanecen ahora fuera del catastro
municipal.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
El Congreso de Jalisco en su decreto 121 del 17 de abril de 1849, dio como
válidas las compra y ventas en donde intervinieron los indígenas, cuestión que
dejo en la indefensión legal a miles de aborígenes puesto que las transacciones
fueron en su mayoría mediante presiones, engaños y despojo violento, que fueron
“legalizados” con la firma de documentos”.

La resistencia en contra de lo dispuesto por este decreto duró 55 años, hasta que
finalmente en el año de 1903, fue publicado un censo de 97 personas con derecho
a la tierra, no sin airados reclamos de decenas que no fueron censadas. Este
proceso concluyó en 1906 con el trazado de la zona urbana actual y las
propiedades que abarcaban hasta la orilla del rio Santiago.

El listado de personas con derecho al reparto, apareció en el periódico oficial del


Gobierno, Tomo XL, Guadalajara, miércoles 19 de agosto de 1903,
antecediéndole el siguiente texto:

“Padrón de los indígenas del pueblo de Yxcatán Cantón 1 del estado de Jalisco
que tienen derecho al reparto de las tierras de la extinguida Comunidad conforme
al decreto número 121 expedido por el Congreso del Estado el 17 de abril de 1849
y algunas disposiciones relativas; formado por la Comisión electa en cumplimiento
de la ley.”

Núm. Nombre Estado civil Edad


años
1 Juan Sandoval Casado 40
2 Margarito Sandoval Casado 35
3 Florentino Sandoval Casado 30
4 Camilo Luna Casado 20
5 Zeferino Sandoval Casado 35
6 Francisco Rojas Casado 34
7 Florencia Donato Viuda 50
8 Braulia Poblano Viuda 30
9 Magdaleno Sois Huérfano 39
10 Librado Luna Casado 29
11 Zerapia Donato Casada 25
58
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
12 Valentina Blanco Viuda 30
13 Lucas Sandoval Huérfano 11
14 Francisca Blanco Casada 35
15 Leandra Gómez Casada 34
16 Epigmenio González Casado 39
17 Rosalío Bobadilla Huérfano 20
18 Rodrigo Poblano Casado 45
19 Macario Hernández Casado 36
20 Ysaac Pinales Casado 34
21 Telésforo Pinales Casado 35
22 Bernardino Flores Casado 20
23 Victorio Poblano Casado 40
24 Toribio Poblano Casado 39
25 Epifanio Gómez Casado 42
26 Juan Avelar Casado 39
27 Sipriana Casillas Casada 39
28 Margarita Méndez Casada 38
29 Rafaela Juárez Casada 35
30 Francisco Solís Casado 40
31 Narciso Solís Casado 42
32 Librado Hernández Casado 33
33 Librado Luna Casado 31
34 Joaquín Casillas Casado 40
35 Felipa Venegas Viuda 41
36 Remigia Poblano Viuda 43
37 Pia Poblano Viuda 48
38 Simón Luna Casado 39
39 Ambrosia Gutiérrez Viuda 38
40 Loreto Avelar Casado 34
41 Pedro Madrid Huérfano 21
42 Francisco Estrada Casado 39
43 María Reyes González Viuda 30
44 Genaro Donato Huérfano 16
45 Juana Solís Casada 28
46 Juan García Huérfano 19
47 Pablo Jáuregui Casado 31
48 Norberto Ríos Casado 28
49 Román Cervantes Casado 42
50 Victoriano Hernández Casado 43
51 Guillermo Solis Soltero 30
52 Ma. Concepción Gómez Soltera 35
53 Antonio Hernández Huérfano 19

59
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
54 Candelario Luna Soltero 30
55 Lucía Alonzo Viuda 56
56 Sabas Alonzo Huérfano 20
57 Cesario Juárez Casado 66
58 Ma. Cruz Donato Casada 42
59 Zenona Flores Viuda 50
60 Nicolás Hernández Huerfano 17
61 Florencia Gómez Casada 37
62 Cecilio Donato Huérfano 21
63 Cipriano Venegas Huérfano 19
64 Dolores Hernández Casado 36
65 Rosa Durán Casada 30
66 Bibiana Navarrete Casada 32
67 Estéfana Hernández Casada 25
68 Cristóbal Lomelí Huérfano 22
69 Jesús Larios Casado 46
70 Martín Poblano Casado 70
71 Cleta Sandoval Casado 50
72 Magdaleno Poblano Huérfano 18
73 Teodoro Poblano Casado 20
74 María Concepción Pineda Casada 21
75 Melitón Pineda Casado 22
76 Julián Juárez Casado 23
77 Gumesindo Venegas Huérfano 16
78 Dominga Juárez Soltera 25
79 Ramona Cervantes Casada 45
80 Petra Donato Casada 40
81 Apolinar Poblano Huérfano 20
82 Bonifacia García Viuda 40
83 Plácida Gómez Casada 27
84 Demetria Soriano Casada 32
85 Plácida Casillas Casada 36
86 Felipa Almaráz Casada 49
87 Petra Luna Casada 30
88 Nicolás Godínez Casado 32
89 Rafael Poblano Casado 40
90 Eugenio Pineda Casado 42
91 Manuel Larios Casado 50
92 Juana Rojas Casada 40
93 Lucía Pérez Casada 35
94 Isidora Poblano Casada 30
95 Ricardo Placencia Casado 32

60
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
96 Tomás Venegas Casado 50
97 Juvencia Rubalcaba Casada 35

El censo de 1903 concluía: “Todas las personas que forman el padrón que
antecede son las que constan en la matrícula según la circular de 6 de octubre de
1849, para cuyo efecto tanto la comisión que subscribe como los tres ancianos
que firman también esta acta, hicieron las investigaciones conducentes y están
cerciorados de que positivamente las personas listadas tienen derecho al reparto
de los terrenos de la comunidad”.

Está fechado en “Ixcatán junio 30 de 1903. El presidente de la comisión


repartidora. Petronilo Blanco.– Zeferino Sandoval.- Margarito Sandoval.- Margarito
Sandoval .-Margarito Flores.-G. González.- Florentino Sandoval.- Santos Pinales.-
Francisco Rojas Vertiz.”

Un breve análisis del censo para el reparto de tierras que significó la privatización
de una gran parte de la tierra comunal nos arroja: total censados 97, de los que el
59 por ciento eran varones y el 38 por ciento mujeres.

Del total, el 67 por ciento estaban casados, el cinco por ciento solteros, el 11 por
ciento viudas y el 14 por ciento huérfanos.

Al reunir a las viudas y los huérfanos suman un 25 por ciento, lo que nos lleva a
suponer del ataque de alguna enfermedad a principios del siglo XX o a la pérdida
de vidas humanas debido a accidente, violencia local o de alguna confrontación
armada que no se ha podido registrar con exactitud.

En el censo de 1903, la edad de las mujeres casadas oscila entre los 21 y 49 años
y las de los varones de los 20 a los 50 años. En tanto las de los huérfanos ve de
los 11 a los 39 años; la de las viudas de 30 a 56 años.

61
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Los apellidos más comunes en Ixcatán entre 1850 y 1903 son: Poblano,
Hernández, Gómez, Sandoval, Larios, Luna, Solís, Pineda y Casillas. Cabe
señalar que la familia Poblano aquí señalada vivió en su mayoría al lado este del
río Santiago y nada tiene que ver con la familia del mismo apellido Poblano
originaria de Ahualulco, Jalisco que por más de cincuenta años ha lucrado con las
tierras de esta comunidad indígena.

Las personas de mayor edad en el censo y los apellidos existentes en el siglo XIX
en Ixcatán, en donde el más antiguo es de 1833 y el más joven es de 1863. Martín
Poblano, nació en 1833; su descendencia vivió al otro lado del rio Santiago.
Cesario Juárez, nació en 1837 y tiene múltiple descendencia en Ixcatán, uno de
ellos fue Higinio Juárez. Lucía Alonzo, nació en 1847, el apellido es poco frecuente
en la actualidad. Zenón Flores nació en 1853, algunos de sus descendientes,
Enereo Flores, Desiderio Flores. Manuel Larios, nació en 1853; sus descendientes
Cirilo Larios, Heliodoro Larios, Esther Larios. Cleta Sandoval, nació en 1853, su
descendencia Juan Sandoval, Bernardo Sandoval. Tomás Venegas, nació en
1853, le sucedieron, Filemón Venegas, Indalecio Venegas. Florencia Donato,
nació en 1853, le siguieron Felipa Donato, Enrique Donato. Felipa Almaráz, nació
en 1854, uno de sus descendientes, Pedro Pinales Almaraz. Joaquín Casillas,
nació en 1863, descendientes, Dolores Casillas, Ángel Casillas. Francisco Solís,
nació en 1863; personas con ese apellido, Antonio Solís, Héctor Solís.

En la trascendencia cultural también están los nombres de personas que nacieron


y vivieron en Ixcatán hace siglo y medio y murieron hace cien años, su parentesco,
nombre y primer apellido se repiten en la primera década del siglo XXI: Manuel
Larios (1853), Jesús Larios (1857), Julián Juárez (1880), Cristóbal Lomelí (1881),
Genaro Donato (1887) y Juan Sandoval (1863).

En tanto las familias que llegaron a Ixcatán en la primera mitad del siglo XX como
los Polanco, Ruvalcaba y Saldaña, también repiten el mismo patrón de nombres

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
para su descendencia, veamos: Juan Polanco, Ruperto Ruvalcaba y Juan
Saldaña son dos nombres que aparecen en primera, segunda y tercera
generación.

La revolución mexicana de 1910-1917 fue un acontecimiento que afectó la vida


interna de la comunidad, pero fue hasta 1914 cuando las tropas de los insurrectos
arribaron a Guadalajara, antes de ese año, sólo fueron noticias que llegaban de
Guadalajara a través de los arrieros y comerciantes; sin embargo significó la esa
guerra la emigración de las familias adineradas del campo a la ciudad.

Los campesinos pobres por no tener a dónde ir se unieron a la revuelta armada o


se refugiaron en cuevas y cañadas cuando llegó algún aviso remoto de paso de
tropas del lado de los revolucionarios carrancistas, villistas o maderistas o del
gobierno de Porfirio Díaz.

Una de bandidos

Ante el despojo de tierras a los indígenas facilitado por la leyes liberales de la


mitad del siglo XIX, el descontrol del gobierno debido a la invasión norteamericana
que sacudió el país entero ante la pérdida de una gran parte de su territorio en
1847, la posterior invasión francesa que convirtió en itinerante al presidente
Juárez, luego la presión ejercida por el gobierno de Díaz en contra de los
campesinos pobres para que dejaran el campo libre a las empresas extranjeras y
capitalistas nacionales, algunos de los jefes de familia se tiraron al monte
inicialmente para salvar su vida y luego hicieron su modus operandi el asalto, eso
ocurrió precisamente antes del estallido de la revolución mexicana.

Francisco Hernández Padilla, narra cómo luego de que le aquejó la fiebre


presuntamente tifoidea, quedó en situación económica y física tan miserable que
parecía un esqueleto viviente, sin dinero, si cosecha para alimentarse. Un día se
presentó Cecilio Donato y le preguntó _¿qué tienes? le respondió que estaba
enfermo, lo invitó a la “cimarrona” a cuidar una huerta de papayas ahí donde ahora
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
es la parcela de Rosalío Cadena, como no podía hacer más aceptó
llevándose a su esposa Petra Venegas. Su trabajo consistía en el huerto y
espantar la plaga de chapulines que venía de Nayarit sonando un bote, había
cultivo de frijol y maíz así como árboles de papaya, era verano.

Ciertas noches o madrugadas, Francisco Hernández y Petra Venegas, eran


testigos de cómo varios hombre aparecían cerca de la cueva en la que habitaban,
ensillaban animales y aparejaban los burros o mulas y emprendían hacia el
poniente, a ocasiones que regresaban hasta en dos días y otras aparecían al poco
tiempo con cargas de alimentos como piezas de carne, granos de maíz, frijol y
arroz, azúcar y manteca, a veces con cajas y costales de los que no veían el
contenido pero se suponía eran monedas acuñadas u otros metales, esos no los
dejaban ahí.

Luego de dos meses, cuando Francisco Padilla recobró sus fuerzas, fue abordado
por Cecilio Donato diciéndole, “creo que ya estás curado, hay que ganarse la
tortilla como todos, toma aquí está un rifle y ese es tu caballo” señalando a uno
que ya estaba ensillado y con freno puesto, mientras Petra Hernández le
recriminaba a Cecilio con un rifle en la mano, que a Francisco “no se lo había
llevado para eso, que lo dejara regresar a Ixcatán”, cosa que ocurrió.

Este dicho de Francisco Hernández, se prueba con la existencia de los caminos


de herradura, algunos tramos todavía bien conservados, las cuevas, una de ellas
“la de los blancos” tiene a su alrededor versiones concurrentes sobre el uso que le
dieron por muchos años como escondite de lo robado y por tanto le confieren
cierto encantamiento por el cual no se ha podido explorar y recuperar “los
montones de dinero que por ahí están”.

Otros testimonios orales confirman que durante los años 1880 a 1920, la zona
barranqueña fue centro de operaciones de bandas de asaltantes que operaba
principalmente en el camino de Mezquital del Oro Zacatecas a Guadalajara

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
entrando por el valle de Tesistán. Esto se corrobora con algunos hallazgos de
monedas enterradas en ollas en algunos caminos, mismas que se suponen eran
escondidas de prisa para avanzar más en las persecuciones y confundirse entre la
población.

Algunos productos de los robos ya no fueron recuperados debido a que los


bandidos se alejaban del escenario grandes distancias o porque murieron en otras
acciones armadas.

Reclamos de tierras durante el cardenismo

En el año de 1934 se elevó una petición para la restitución de las tierras


comunales, proceso que se prolongó por cerca de sesenta años con una serie de
vicios, trampas, engaños y despojos hacia los legítimos comuneros.

Dentro del mismo fundo legal de la comunidad indígena se creó el Ejido de


Ixcatán, El Ejido los Camachos y se delimitaron las pequeñas propiedades como
ya quedó asentado.

La cristera

Gerónimo Ruvalcaba quien por más de tres décadas fue uno de los encargados
del templo, habló a quien escribe de uno libros grandes con música sacra y
ceremoniales que se conservaron hasta su muerte, ahora estos importantes
testimonios no aparecen por ninguna parte. Durante el siglo XX, hubo dos
momentos en donde los bienes de la iglesia fueron afectados, el primero durante
los años 1914-197 y el segundo en la guerra cristera ocurrida en los años 1926 a
1929.

Dolores Larios (1995) narra que cuando era niña, el templo de Ixcatán en el año
de 1927, con motivo de la guerra cristera, en una de las primeras incursiones de
los soldados federales, sirvió de reclusorio para las mujeres y niños, mientras a

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
los varones los persiguieron o reclutaron en sus filas y fueron quemadas
algunas viviendas de los que resistieron. Expresa a detalle cómo su abuelo Cirilo
Larios la llevó a ella y otra de sus hermanas hasta una cueva en donde
permanecieron varios días hasta que las tropas cristeras se retiraron.

Francisco Hernández Padilla durante la guerra cristera vivió al pie de la sierra,


cerca del “roble grande”, ante el aviso de la llegada de los cristeros, corrió ante la
persecución de los soldados “de Dios” hasta arrojarse a un despeñadero en donde
lo dieron por muerto. Una vez que se retiraron las tropas cristeras, regresó a su
jacal y solo encontró un montón de cenizas; un pequeño bulto de cenizas yacía en
el suelo pensó “quemaron a mi vieja”, se fue en busca de el único vecino que vivía
en la cueva de “la presa” y le preguntó que donde estaban las mujeres, le contestó
que se las habían llevado los soldados. Las tenían encerradas en la casa de
Cecilio Limón y luego las soltaron.

La invasión armada conllevó a la migración de las familias más acomodadas lo


que obró en contra de la arquitectura del lugar, pues varias de las casas prototipo
de estas familias se deterioraron y destruyeron con el tiempo, al grado que una
sola de éstas que fue propiedad de Cecilio Limón un rico comerciante y
terrateniente, se encuentra de pie en la calla Zaragoza junto a la iglesia, misma
que ha sido utilizada como prisión de mujeres y niños, sala de cine, tienda de
abarrotes y cantina o casa habitación.

Los beneficios de la revolución mexicana para los campesinos se vieron hasta que
el reparto agrario impulsado por Lázaro Cárdenas realizado entre 1934 y 1935,
tiempo en el cual fue creado el Ejido “Ixcatán” con una dotación de mil 740
hectáreas, dentro del fundo legal de la comunidad indígena de Ixcatlán también se
creó el Ejido Los Camachos y se generó la privatización de más de mil hectáreas
desde el año de 1906.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ante un pasmoso proceso jurídico, los habitantes de Ixcatán en 1954
recuperaron unas 300 hectáreas, en lo que hoy se conoce como “la mesa”, la
“mesa chica” y el rincón, sin embargo los indígenas fueron despojados de una
parte a través de préstamos impagables, por engaños y por la vía de la fuerza. Un
caso fue el préstamo de Toribio Hernández, expresidente municipal de Zapopan,
que le hizo a Juan Reynoso para que recuperara el título virreinal que había sido
empeñado en la ciudad de México, cuando una comisión gestora se quedó sin
recursos para retornar a Ixcatán. Toribio Hernández se cobró con el terreno, ya no
regresó la fracción en donde ahora se localiza la presa de La Mesa.

Así luego de la recuperación de 1954, quedaron en poder de los campesinos sólo


una fracción de tierra junto al ejido de Ixcatán en la mesa chica. Uno de los que
resistieron al despojo fue Francisco Padilla Hernández padre adoptivo de Dionisio
Casillas quien encabezó la recuperación de tierras 30 años después.

Luego de los reclamos para el reconocimiento de las tierras comunales, en el año


de 1968 el Diario Oficial de la Federación 18 de septiembre, publicó la resolución
presidencial que le concede a los ixcatecos 1,103 hectáreas. El censo publicado
sólo beneficiaba al 15% de los auténticos comuneros, el resto eran personas
ajenas a la comunidad

La Suprema Corte de Justicia de la Nación concedió un amparo a los comuneros


1969. 238/69. La sentencia de la SCJN, fue favorable a los comuneros de ixcatlan
(545/70/1ª 15/02/1971 y ordenó se repusiera el censo y nombraran autoridades
comunales.

En el proceso de ejecución el departamento de Asuntos Agrarios y Colonización


acompaño la elaboración del censo y la elección del comisariado de bienes
comunales quedando como presidente Dionisio Casillas Larios, Agapito Rico
Venegas como secretario y a Dolores Hernández como tesorero. El nuevo censo

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
arrojó 70 comuneros e integraron la comisión Guadalupe Larios Pérez y
Roberto Larios Ruvalcaba, lo paradójico es que ambos murieron sin lograr
aparecer en él.

Ante la intromisión de José Blas Poblano Vázquez quien dividió e integró en otro
censo a personas ajenas al núcleo indígena mediante el soborno y la compra de
autoridades, los comuneros organizaron la recuperación del agostadero “el ocote”
en 1974 que había sido invadido por una persona conocida como Roberto “El
Gringo”, posesionario de “La Mesa” que se había perdido a principios de los años
sesenta.

El 27 de septiembre1983, se publica el censo de comuneros éste como el


publicado en el 18 de septiembre de 1968, no beneficiaba a la mayoría de
indígenas de Ixcatlan, sólo a 29 personas de 118 personas que contemplaba el
censo, de ellas, 14 estaban en posesión de la tierra, 10 no tenían posesión y 5 ya
habían muerto. El colmo, en el censo no aparecen Dionisio Casillas Larios,
Agapito Rico Venegas, ni Dolores Hernández, tampoco Guadalupe Larios Pérez y
Roberto Larios, del comisariado de bienes comunales y de la comisión
responsable de levantar el censo, respectivamente.

Ante la nueva burla de las autoridades agrarias, los ixcatecos se reorganizaron y


nombraron autoridades, por lo que en 1986 se tomaron las tierras de “los
manguitos” y entre 1992 y 1996, por la vía de los hechos los campesinos
indígenas recuperaron cerca de 500 hectáreas entre ellas, la “falda del ocote”, “los
laureles” y “la mina”. Tierras que poseen y trabajan hasta el momento, sin que el
proceso jurídico-agrarios de visos de una salida justa para los comuneros de
Ixcatán ya en pleno siglo XXI

En el año 2002 entró el Programa de Cesión de Derechos Ejidales (PROCEDE),


programa neoliberal que permitió a través de los Poblano Ramos el ingreso de
unos veinte personajes de la vida pública como Jesús Ortega Martínez y tres de

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
sus hermanos, el primero ha sido dirigente campesino, diputado, senador y
presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática. También apareció
como censado de la comunidad indígena Jorge Aristóteles Sandoval presidente
municipal electo por Guadalajara del Partido Revolucionario Institucional (2010-
2012).

Las comunicaciones

Cuarenta años tiene acaso que los arrieros dejaron de circular por los caminos
rumbo a Guadalajara. Para acá no hubo diligencias por lo escarpado del terreno,
los arrieros con sus remudas trasladaban, leña, carbón, frutas, pescado y granos,
hacían 7 horas hasta San Juan de Dios o el Mercado Corona, pasaban ahí frente
a la XV zona militar y la escuela preparatoria de Jalisco, soportando las travesuras
de los estudiantes que se montaban a veces hasta de dos en los flacos burros sin
consideración alguna, hasta que los arrieros en legítima defensa les daban de
chicotazos o leves piquetes con las agujas arrieras (que cargaban en los
sombreros) sólo así dejaban de molestar a los burros y a los cansados arrieros,
luego el gobierno prohibió la portación de agujas arrieras.

Vino el camino de terracería, el transporte era errático y muchos seguían


realizando sus viajes en bestias, más todo cambió a raíz de la ampliación y
pavimentación de dicho camino que hoy se conoce como carretera a Saltillo,
entonces de siete horas de viaje se redujo a cuarenta minutos.

Los arrieros, leñadores y carboneros, se quedaron sin trabajo, los pagueros con la
construcción del puente también, fue entonces que la fruticultura combinada con la
pesca vino a salvar la economía de las familias; sin embargo con el rápido
crecimiento de la industria y la ciudad de Guadalajara, el río Santiago se convirtió
en receptor de los desechos industriales y domésticos, bajó su caudal y finalmente
alrededor de 1965 los cultivos de hortalizas y la pesca que era fuente alterna de
recursos se terminaron. Todavía el cultivo y venta de frutos (mango, ciruela,

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
guamúchil) prevaleció hasta los años 80, década en la cual el precio de los
frutos cayó mientras los insumos se convirtieron en algo inalcanzable.

La merma como opción de vida de la fruticultura, la ganadería, horticultura y otras


actividades económicas en la barranca es poco, ahora está en riesgo la propia
existencia de las comunidades que existen desde hace siglos en las márgenes del
río Santiago debido a la grave contaminación de su caudal y de los ríos y arroyos
que le alimentan entre la cuenca del ahogado y San Cristóbal de la Barranca. Las
comunidades más amenazadas son: Los Tempizquez, Exhacienda del Lazo, San
Isidro, San Esteban y Tateposco, Paso de Guadalupe, Huaxtla y San Lorenzo.
Tres de las que por el momento se salvan debido a la resistencia que iniciaron
hace casi dos décadas son: Ixcatán y la Soledad.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Territorio, trabajo, fiesta y tradición

Las siguientes líneas están impregnadas del recuerdo de múltiples actores, de lo


que aún ocurre y de lo que se ha perdido, así que de permitirse leer la siguiente
parte, encontrará una reinvención de las vivencias, con un poco de voluntad y un
mucho de inspiración comunitaria. Sólo que la experiencia, el fervor y la sabiduría
hasta ahora construidos no serán iguales, sino un ejemplo de creación, recreación
y reproducción de la cultura local.

Tejuino el primer día del año

Fieles a la tradición mesoamericana, los ixcatecos cultivan frijol, calabaza, hortalizas


y frutales, pero principalmente maíz.

La noche del 31 de diciembre y el primero de enero del calendario gregoriano, se


hace una gran velada que se prolonga por 24 horas, durante ese tiempo, no se
duerme, se conversa, come y celebra la entrada el año nuevo, que antes
empataban con el calendario azteca el primero de marzo.

La preparación del tejuino es un tributo a la fertilidad de la tierra, se elabora a partir


del germinado de granos de maíz de cualquier color, blanco, negro, rojo, amarillo o
pinto. El maíz se remoja en agua tibia y se coloca en hojas de vástago o de mazorca
sobre un canasto poroso o chiquihuite para evitar que el agua se encharque y se
produzca lama: Los granos húmedos se cubren con un trapo poroso, bajo techo y en
la sombra. Durante siete días se humedece el maíz con agua tibia, al octavo sol, una
vez que los granos de maíz han germinado y tiene un pequeño tallo, se muelen
hasta obtener una masa suave y aromática.

La masa obtenida en la molienda, se pasa a cedazo ayudándose con agua tibia, no


se endulza con azúcar u otro producto. La sustancia ya colada, se coloca en ollas de
barro de buen tamaño, las que son puestas sobre un molde de tierra del tamaño de

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
su asiento. Debajo de cada olla, se colocan chiles secos en forma de cruz y una
pizca de sal.

Una vez colada la masa y en la olla, se enciende el fuego colocando leña al


alrededor. La leña debe ser gruesa, si es de ciruelo y bien seca mejor. El proceso de
elaboración del tejuino exige permanecer despierto, con un recipiente de mango,
conforme se va evaporando el agua hay que agregarle la necesaria evitando que
esté fría; hay que batir con un meneador de madera la sustancia colocada en las
ollas para evitar que se pegue y se carbonice. El cocimiento de la masa de maíz
germinado que se asemeja al atole se prolonga por 24 horas hasta lograr una miel
rojiza espesa con agradable olor y sabor.

El resultado es una miel nutritiva con olor a leña, de constitución espesa que no
requiere piloncillo o azúcar, ese es el tejuino. Su preparación es similar a la que
hacen los wixaritari que habitan las confluencias de los actuales estados de Jalisco,
Nayarit, Zacatecas y Durango. Esta es una evidencia de lo lejos que tuvieron que
emigrar los pueblos que como los tecuexes, caxcanes y cocas, rechazaron y
resistieron la conquista española en el segundo tercio del siglo XVI en la zona
barranqueña.

El manejo de las ollas de barro se hace con mucho cuidado para que no se
fracturen, generalmente el calor permanece hasta 48 horas, por lo que no se pueden
mover ni mojar con agua fría, ahí mismo se deja el tejuino hasta que baje la
temperatura.

Hay quienes consumen la miel de maíz caliente o fría, otros la separan en pequeñas
bolsas y la congelan conservando su sabor y propiedades originales, pero también
si el tejuino se fermenta se produce una bebida alcohólica de unos 30º de alcohol
que se asemeja más al tejuino consumido por los wixaritari en sus ceremonias y de
manera cotidiana.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
La miel de maíz se utiliza en la preparación de una bebida refrescante de alta
calidad nutritiva. Su preparación cumple con el rito de pasar del año viejo al nuevo,
del último día del año para ver nacer el siguiente, pero además contribuye a la mejor
de la dieta alimenticia de los ixcatecos.

Comercialmente el tejuino ixcateco es incosteable por la enorme inversión en trabajo


y tiempo que requiere; precisamente y a pesar de su alto costo se sigue preparando
porque forma parte de la cultura local.

Durante la preparación del tejuino, no falta para los desvelados el caldo de pollo, el
pozole, las canciones de los que andan a la caza de una cena de “año nuevo”. La
ceremonia al maíz, se combina con los cantos de las pastorelas, los gritos de la
gente y las descargas de las armas de fuego "dando gracias al señor", por haber
llegado vivos al siguiente año.

Lo que sí retumba en el hermoso acantilado y en la quietud de la noche las notas de


una lira y los cantos a tres voces que acompañan a Fidencio Ulloa, conocido como
“lencho” quien rasca las cuerdas “un bendito”.

Las voces de los bohemos se combinan con los cantos de los pastores, que siguen
su faena de alabanzas, relatos y juegos hasta el dos de febrero día de la candelaria,
o por lo menos, al seis de enero día de reyes:

Palomita afable tu gorjeo divino

Me hará incansable todito el camino

Aguas cristalinas de estos arroyuelos

Ensalzan ladinas al Dios de los cielos.

Estos charquitos de agua zarca y fría

Llenen los bulitos para todo el día.

Ya descansaremos junto a esta cascada

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
A Belén iremos en la madrugada.

(Margarita Ruvalcaba, 1996)

Los cóconos del martes de carnaval

Como en otros pueblos indígenas el carnaval es una festejo común, sólo que en
Ixcatán se hace de una forma muy particular con la representación popular de “los
cóconos”.

El martes de carnaval está dedicado a la comunalidad. Antes ese día se acordaba y


ejecutaba un trabajo que sirviera a todos, como por ejemplo reparar un camino, abrir
uno nuevo, en fin respaldar con trabajo voluntario una obra comunitaria uniendo
manos y corazones.

Al concluir la faena cada martes de carnaval, se hacía una breve ceremonia en


donde las viudas daban agua y colocaban harina en las mejillas de quienes donaban
su trabajo. De todo el trabajo colectivo, es cada vez es menos común, sólo se
conserva la fiesta.

Aquí la máxima casa de estudios es la escuela telesecundaria “Ignacio Ramírez”, se


creó a principios de los años noventa del siglo pasado. Cuando todavía no tenía
construcción propia, en uno de los encuentros que se tuvieron, se les narró la
representación de los cóconos a los alumnos más o menos así:

La algarabía se escucha desde la tarde, los niños con gran entusiasmo buscan un
trozo de madera en forma de pico de guajolote para salir de cóconos el martes de
carnaval. Los cóconos son una representación teatral, sin director, sin tramoyistas,
sin libreto ex profeso, sin taquilla; la representan pocos, pero la disfrutan muchos.
Los cóconos se musicalizan con el tamborazo de Ixcatán, integrado por excelentes
ejecutantes de una tambora, dos violines y un redoble.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
La representación se hace en la plaza principal. Los personajes son el coyote, la
mula, el perro, la vieja y el viejo, el comprador, la muchacha, el muchacho y los
cóconos o guajolotes.

Es la historia de una familia humilde con dos viejos, un perro cansado, un hijo
remilgoso y una muchacha soñadora, a la que sus padres le han asignado el
pastoreo de unos cóconos.

Llega un rico comprador que gusta a la muchacha por lo que ésta comienza a
enamorarlo a escondidas de sus padres y hermano.

El comprador se deja querer. Tal es el embeleso de los enamorados, que la joven


olvida el cuidado de los cóconos y el coyote aprovecha para llevárselos uno a uno.
Así, los regaños del hermano y la complacencia del perro le facilitan la tarea al
canino del monte.

Los cóconos van ataviados de una sábana o cobija, a la que le amarran dos
extremos a un gancho de madera; para figurar las orejas de los cóconos se atan dos
extremos de la cobija, para el pico se usa ixtle. Las reglas son: cócono destapado
por el coyote, cócono robado y los niños-guajolotes van saliendo del centro del
escenario que regularmente es la plaza municipal.

En cada aparición de los simpáticos viejos, bailan al ritmo del tamborazo mientras le
dan de comer a los cóconos o realizan cualquier tarea doméstica.

En los “cóconos” todos los actores son varones. La muchacha se viste coqueta y
provocativa, falda corta, playera a rayas, con un busto exuberante y unas piernas
peludas, flacas o gordas según el actor. En el escenario mueve las caderas en todas
direcciones cuidando los cóconos y acercándose a más de alguno del público, pero
en especial al rico comprador ataviado de un traje vaquero.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Los ancianos padres son muy unidos, apenas si caminan, de noche miran poco,
no saben de las andanzas y travesuras de la muchacha, sólo el hermano le llama la
atención para que no descuide su tarea.

La mula tiene una aparición fugaz, se “ajuarea” con su aparejo o cabrilla, los viejos la
arrean y cargan de leña, eso mantiene entretenido a los simpáticos ancianos que ni
color se dan en las travesuras de su joven hija. Algunos tal vez se preguntan
¿cuándo y cómo la procrearon?, los viejos aparentan 80 años, su hija, no se sabe,
pero edad suficiente tiene para enamorar.

El coyote va y viene, una y otra vez hasta acabar con los cóconos-chiquillos, en
combinación con alegres melodías del tamborzo.

Al final los viejos van a la leña, llevan la mula y el perro, un can manso, descuidado
que parece más aliado del coyote que su enemigo. La distracción es tal que los
cóconos son fácil presa del coyote, animal que poco aúlla, más bien actúa en
silencio y es mortal.

Los actores de los cóconos, en un cierre divertido, arrojan a la concurrencia harina,


frutas y dulces, en tanto los músicos ejecutan su última melodía.

Cuando todo acaba y vienen los comentarios fuera de escena, algunos añoran los
tiempos idos: “cómo se extraña a los organizadores, José Rosas, Filemón Venegas,
Jesús Juárez “el mocho” y Agapito Rico”.

Los Ruvalcaba y los Polanco

El 19 de marzo de cada año, es día se San José. Aunque se trata de una


celebración comunitaria, es Manuela Iñiguez esposa de Isabel Ruvalcaba quién
tomaba la batuta.

Todo comienza ocho días antes, cuando inicia el novenario que incluye rezar el
rosario colectivamente cada tarde, a ello acuden sobre todo mujeres, niñas y niños,
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
el último día, es diferente y todos gusta ir, esto se debe tal vez a que además de
rosario hay comida y música.

En el barrio de “el Xóchitl”, está la casa de Manuela e Isabel. El día 19 de marzo


mientras toca la música de tambora la gente conversa y saborea los alimentos para
concluir ya avanzada la tarde con el rosario dirigido por una de las afamadas
rezanderas que ha sido invitada.

En este barrio, se asentaron los Ruvalcaba a su llegada a Ixcatán, luego de un breve


paso por las comunidades de Los Tempizques, San Pedro Tlaquepaque y Atemajac
del Valle.

Los Ruvalcaba Cadena, son una familia apegada a las tradiciones que pronto se
culturalizó, llegó a Ixcatán a mediados del siglo XX. Ruperto Ruvalcaba originario de
el rancho “chaquetas” junto al Mexicano municipio de Ixtlahuacán del Río y Natividad
Cadena vecina de Tepatitlán, son el tronco que se estableció en Ixcatán hasta su
muerte; ellos fueron los padres de Isabel, Marciala, Wenceslao, José, Gerónimo,
Margarita y Aurora. Dos de sus hijos murieron, Salvador de 18 años y María a los
cuatro años.

Los Ruvalcaba son una familia numerosa, aquí algunos datos: de Isabel Ruvalcaba y
Manuela Iñiguez, nacieron: José, Jesús, Francisco, Guadalupe y Ramiro. De
Wenceslao Ruvalcaba y Manuela Valle, provienen: Antonia, Rafael, Manuel, Jesús,
Rosario, Guadalupe e Ignacio. José Ruvacaba y Margarita Saavedra procrearon a
Antonio, José, Arturo, Salvador y Carlos. De Gerónimo Ruvalcaba e Isidora Vázquez
nacieron: Trinidad, Ramón, Amalia, Juana y Agustín. En tanto los hijos de Aurora
Ruvalcaba y Gabriel Larios, fueron Roberto, Leandra e Isidoro. De la menuda, ojos
de color y rubia Margarita Ruvalcaba y el indio de Mezquitán Dionisio Martínez,
nacieron: Isabel, Carmen, Cruz, las cuatas Guadalupe e Inés y José Luis, raíces
maternas de quien escribe.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Los Ruvalcaba, procrearon familias numerosas en las siguientes combinaciones
de apellidos: Ruvalcaba-Iñiguez, Ruvalcaba-Valle, Ruvalcaba-Larios, Ruvalcaba-
Saavedra, Ruvalcaba-Vázquez y Ruvalcaba-Martínez.

Los Valle y los Polanco también se asentaron en el barrio de “el xóchitl”, éstos
últimos llegaron de un rancho cercano a El Teúl de González Ortega, Zacatecas.
Félix Polanco y Guadalupe Isidro fueron la matriz de los Polanco en Ixcatán.

Por lo que se ha podido indagar, los Polanco arribaron en los años cuarenta del siglo
XX al centro de población La Soledad a trabajar en la piedrera, para entonces ya
habían nacido los mayores: Juan y José Polanco Isidro, de ahí se trasladaron a
Atemajac del Valle y luego a la Mesa chica, cercano a la presa en donde trabajaron
para los dueños del rancho “El Mirador” a partir de los años cincuenta del siglo XX.

Don Felix y doña Lupe vivieron con sus hijos Juan, José, Juana, Federico, Felix y
Genoveba, cerca de un pequeño embalse a donde las peregrinaciones del Señor de
las Aguas o de la Virgen del Refugio que llegaban desde la iglesia de Ixcatán.
Algunos recuerdan con gusto las caminatas sobre el pasto mojado, la convivencia y
extrañan los sabrosos quesos, el requesón y el jocoque que preparaban los Polanco.

En las procesiones uno de las alabanzas que se entonaban y que tiene su origen en
la guerra cristera dice: “Tropas de María / sigan la bandera / no desmaye nadie /
vamos a la guerra / vamos a la guerra”. Algunos bromistas que tampoco faltaban en
ese acto de fe, cambiaban la letra y decían: “tropas de María / sigan la bandera /
vamos a los quesos / allá con Polanco / allá con Polanco”.

Luego establecieron su casa en el barrio de El Xochitl y los hijos del matrimonio


Polanco-Isidro se casaron en Ixcatán y generaron las siguientes combinaciones
familiares: Polanco-Gutiérrez, Polanco-Venegas, Castro-Polanco, Valle-Polanco y
Polanco-Ruvalcaba.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Hoy los Polanco constituyen una de las familias más numerosas en Ixcatán que
a su vez al matrimoniarse han generado las mezclas siguientes: Polanco-Venegas,
Polanco-Alatorre, Polanco-Casillas y Polanco-Hernández, o con apellidos de Copala,
San Esteban o lugares circunvecinos.

Viacrucis a la ixcateca

La última cena, la oración y aprehensión en el huerto, la reclusión de Jesucristo,


juicio martirio y muerte en la cruz, son algunos pasajes que se representan en el
viacrucis durante el jueves y viernes santo en Ixcatán.

El vía crucis va precedido de ensayos de por lo menos un mes, elaboración de


vestuario, escenografías y gestiones hasta llegar a la representación viva de la
pasión de Cristo.

Uno de los libretos utilizados de dos que se conocen, es una copia del utilizado en
de San Martín de las Flores municipio de Tlaquepaque, el otro es una versión que ha
ido transmitiéndose por generaciones hasta nuestros días.

Aunque las escenas son sangrientas y lleno de sacrificio para los principales actores,
los ixcatecos muestran una gran disposición para invertir, colaborar y enriquecer el
teatro comunitario.

Tal como lo marca la tradición, el Jueves Santo arranca con la última cena entre
Jesús y sus apóstoles, se realiza en la plaza principal; la aprehensión es casi
siempre bajo de unos viejos arboles de mango en penumbras, en donde Jesús ora,
ahí a un lado de la casa de Leandro Venegas, llega el ejército romano que hace
alarde de fuerza, trae consigo escudos, lanzas, espadas y mechones encendidos. A
pregunta expresa de uno de los principales del ejército, el apóstol Pedro corta la
oreja a uno de los soldados y niega tres veces a Jesús. Judas a través de un beso
que le da al Maestro lo entrega a sus captores por treinta monedas.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
De ahí se realiza el traslado del preso hacia la iglesia para recluirlo en el
bautisterio de la iglesia en donde se simula la cárcel de donde saldrá para iniciar el
día siguiente a su martirio.

El viernes santo amanecen los escenarios en donde tendrá lugar la representación.


Este día la cantidad de actores se multiplica, en el atrio principal, se desarrolla el
juicio y castigo que le infringen los romanos (que la mayoría le llama judíos) a Jesús.

El actor que representa a Cristo, va de Herodes a Pilatos y de Pilatos a Herodes


hasta que se realiza de parte de los imperialistas romanos un juicio injusto, cargado
de injurias y mentiras, semejante a los que ahora se hacen con quienes defienden
las creencias y derechos del pueblo. Aunque aquello que se representa ocurrió hace
más de dos mil años, parece la reproducción de un acto ignominioso en donde se
tuerce la justicia para proteger al tirano. En un juicio plagado de violaciones a las
leyes de entonces, Jesús hijo de José el carpintero, es condenado a morir en la Cruz
junto con dos bandoleros, Dimas y Gestas.

La persona que representa a Cristo, se prepara física como mentalmente, memoriza


los parlamentos para cumplir cabalmente con su papel. El actor durante el recorrido,
debe cargar una enorme y pesada Cruz de madera de cinco metros de larga,
coronado con espinas de huizache, con los pies descalzos, a pleno rayo del sol y a
más de 30 grados centígrados.

El trayecto es de ocho cuadras alrededor del pueblo por las calles Niños Héroes,
Vicente Guerrero, Francisco I Madero y Zaragoza. Son tres caídas las que ocurren,
una en la calle Zaragoza, otra en la Madero y la última en la Guerrero. Durante el
recorrido aparecen la virgen y dos mujeres que le ofrecen agua al próximo
crucificado, le secan el sudor con un manto.

Después de la segunda caída, el Cirineo es obligado por los soldados romanos


cargar la Cruz, va ataviado con herramientas de trabajo y un bule con agua. Esto
ocurre generalmente a la altura de las viviendas de Paz Flores y Pedro Rosas.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Al personaje Jesús, le acompañan unas tres decenas de personajes entre los
que sobresalen los doce apóstoles, en particular Judas Izcariote; Anás, Heródes y
Pilatos; la virgen María, Dimas, Gestas, Cirineo y los soldados romanos de coloridos
vestuarios que varían en número cada año.

No se conoce a persona alguna que en Ixcatán hay representado a Jesucristo por


más de siete años debido a la creencia de que puede incluso costarle la vida.
Algunos de los que han representado a Jesucristo son: Alejandro Hernández
Saldaña, José Cervantes y Modesto Flores.

Si durante todo el año, la mayoría las representaciones populares cuentan con algo
chusco, el viacrucis no es la excepción. Una vez que Judas Iscariote vende a Jesús
por treinta monedas, hecho que ocurre la noche del Jueves Santo, antes de
suicidarse cae en una especie de locura que electriza y atrae a un grupo de niños sin
camisa y pintados de rayado.

El chiquillero y los gritos que profieren de ¡yo gané, yo gané, yo gané! Representan
el remordimiento de la conciencia, que reclama, persigue y se mofa de Judas,
mientras éste en su demencia, no deja de correr haciendo sonar las monedas de la
venta traicionera.

Luego del recorrido con la cruz a cuestas, vienen “las siete palabras”, acto en el que
ocurre la crucifixión. La escenografía se compone de maderas, ramas con hojas
verdes, tres cruces, tras la cual se instala un equipo de personas que en la última
palabra, emiten sonidos con una tambora, cadenas, humo, pólvora, a la par que
hacen estremecer la estructura a la que se encuentran atadas las tres cruces con
todo y crucificados.

Una de las rezanderas más prestigiosas y un coro a tres voces, van narrando los
últimos y tristes momentos de Jesús en la Cruz. Conforme se acerca la expiración
las personas tras la escenografía hacen su parte bajo un paulatino crecimiento de

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
sonidos caóticos, humo y un estremecimiento de la estructura que casi derriba a
los crucificados y a la virgen que yace a los pies de Cristo.

La Santa Cruz y los obreros

Un constado de la iglesia de Ixcatán mirando al poniente, aparece en lo alto una


Cruz, la primera se cree fue colocada en las primeras incursiones franciscanas a la
zona de la barranca a finales del siglo XVI.

En estos momentos en el mismo lugar, hay tres cruces, una de madera de mezquite
que tiene casi siglo y medio, no se recuerda quien la construyó que actualmente se
encuentra atada a la Cruz de fierro la de mayores dimensiones y reciente. La otra
Cruz también construida con madera de mezquite se localiza al frente del montículo
y fue elaborada por Rogelio Juárez hace medio siglo.

El dos de mayo, anterior al "día de la cruz", largas filas de personas trepan el camino
a la “Mesa Grande” por la parte de Tonitalpa. Es una tradición el celebrar la “santa
Cruz” y quemar "una grasita". El camino a la Cruz no es asunto fácil, hay que
conocerlo, caminarlo y tomarle sabor a las vueltas reducidas y barrancosas. Se
puede llegar a ésta por tres caminos, uno, tomando hacia “el potrerillo”, dos, por el
camino de vehículos saliendo hacia el norte y tres, tomando la cuesta agreste, que
recorren algunos quizá como una muestra de sacrificio, atrevimiento y de fe, ese es
el camino de Tonitalpa que cruza el entorno de Este a Oeste, desde la casa de
Apolinar Salazar, hasta la Cruz.

Para subir el camino de Toninalpa, se requiere condición física, el regreso es más


fácil y rápido para quienes lo conocen y saben pisarlo. En el lugar conocido como “el
brinco”, al lado derecho hay una gran peña que sólo se sube escalando, es hermosa,
rugosa, con blanco, color rojizo apta para escaladores. Una vez extraviado el
camino, no hay salida posible, es en sus faldas donde Ramiro Ruvalcaba se
encontró una “tumba de tiro” a principios de los noventa del siglo XX, que como otras
de su especie fue saqueada.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ancianos, niños y jóvenes de Ixcatán conocen los caminos y los recorren con
gusto cada vez que es necesario. Los que no lo dominan la vía corta o desean evadir
la caminata, hacen un rodeo a pie, a caballo o en automotor por el camino de las
piedras topadas que sale hacia el norte, tuerce al ponente hasta llegar a la cumbre
donde yacen las tres cruces que vigilan la barranca del río Santiago.

A pesar de los alacranes, el frío de la madrugada y la solitaria cumbre, las cruces no


se quedan solas un momento durante la noche del dos y la madrugada del tres de
mayo. Las personas caminan durante la tarde y la noche con la idea de permanecer
en el mirador de privilegio. Duermen a la intemperie, sobre el suelo duro y
pedregoso, alrededor de una fogata, en la convivencia con la fauna nocturna,
participando de los rezos y cánticos que se mezclan con el ronco sonido de los
automotores que circulan por la carretera a Saltillo.

Por la mañana del tres de mayo, se oficia una misa, bailan las danzas de flecheros,
se almuerza en grupos; quien tiene y puede, reparte menudo y café; el agua fresca
y otros platillos son para el mediodía.

Por la tarde se complementa el festejo con carreras de caballos, muy cerca del
predio “los manguitos”, en donde estaba la pista de aterrizaje de la avioneta a
mediados de los años setenta del siglo XX, terreno que hoy han recuperado y
parcelado los comuneros.

El tres de mayo también es día de los albañiles, que con esto de los precios bajos de
la fruta, el ganado y el maíz, los hay en Ixcatán de un cuarto, media y cuchara
completa; sí de esos, por cuyas manos han pasado las casas más bonitas y lujosas
de la burguesía local y extranjera que vive o descansa en Bosques de San Isidro,
hoy "Las Cañadas" desde los años setenta, en donde los adinerados se regocijan,
en tanto los que hacen posible las residencias de ensueño, no tienen terreno para
construir.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
De ahí la necesidad de crear el nuevo Ixcatán en tierras de la comunidad
indígena, para restituirle el espacio comunal que perdió el centro de población en
1906 con la aplicación de las leyes liberales del siglo XIX y que le siguen pesando
tanto a la gente con la pérdida de diez mil hectáreas.

Aquí ni el instrumento de sacrificio humano milenario, se escapa a lo chusco, no ha


faltado quien tomé el día como referencia para clamar con orgullo y a los cuatro
vientos, “¡vieja, vieja, búscame el calzón de botón que estrené el día de la santa
Cruz!”

De frutales, herramientas y cineros

Es tan amplio el número de frutales que se dan en la barranca que en un trabajo de


investigación de Mariano Bárcena en 1832 al referirse a los frutos que se dan en
Jalisco parece los que aquí se producen.

Un clima cálido seco como el que tiene Ixcatán da para mucho, igual se producen
cítricos que ciruelas de seis variedades diferentes, pitayas y mangos, anonas y café,
aguacates, tempisques, guamúchiles, mango y cocuixtles; zapotes negros y blancos,
mameyes, pitahayas, plátanos, manzanas barranqueñas, limas, limones, piñas,
guayabas, negritos y abulamas; gualacamotes, jícamas silvestres, tomatillo, frutilla,
guácima, guaje rojo y verde; carrizos, otates, palo fierro, correas de majagua,
madera de guácima, copal, papelillo, pochote, higo, mezquite, roble y encino;
mejorana, limoncillo, azucenas, santa maría, flor de peña, salvia, retama, cola de
borrego, sierrilla, hierba de sapo, hierba del arlomo, hierba del zorrillo, hogos de
diversas variedades y chicalote, entre otras.

La alimentación de los ixcatecos durante siglos se sostuvo principalmente de la


pesca, la recolección y el cultivo de granos básicos: maíz, frijol y calabaza,
posiblemente amaranto al cual le sobreviven al menos dos variedades que se les
denomina quelite.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
El corte de la fruta del guamúchil, anona, ciruela, mango, cocuixtle, pitaya, etc.,
es todo un rito, antes cientos de personas se ocupaban en esos menesteres, hoy
con la llegada del neoliberalismo con sus carreteras, monocultivos, frigoríficos,
enlatados y el monopolio de las tierras, la caída del precio de los productos
barranqueños es criminal porque dejó sin sustento a cientos de familias de los
Tempizques, Exhacienda del Lazo, Paso de Guadalupe, Ixcatán, San Lorenzo,
Huaxtla, El Escalón, los Pueblitos, San Cristóbal de la Barranca, Santa Cruz y otros
lugares de Amatitán, Tequila y Hostotipaquillo.

Aún así, por cultura es un pueblo de fruticultores que no se dan hasta el último
aliento, por ello utilizan la deshidratación del guamúchil, ciruela y guaje. Hacen cajeta
de mango, ate, almíbar, ponche y aguas frescas multicolores.

Además de los precios bajos y la competencia de las trasnacionales, han aparecido


a raíz de la contaminación del rio Santiago y sus afluentes, enfermedades y plagas
en los árboles de guamúchil, mango, ciruelo y guaje que no se conocían. Otros
efectos a los cultivos provienen del uso de pesticidas.

En los mangos además la sequía, “la escoba de bruja” es como un cáncer que los
va matando poco a poco; los guamúchiles se han avejentado y no alcanzan a
madurar el fruto, los de mayor producción tienen un siglo de vida y están llenos de
tumores, además de los defectos que afean y dañan las rosca de este árbol, sobre
todo cerca del río Santiago.

Los árboles de ciruelo se ven afectados por tumores en sus ramas, la sequía y por
un gusano que consume los nuevos retoños, precisamente ahí en donde el año
siguiente brotará la flor.

Los ixcatecos le atribuye a la eclipse algunas de las enfermedades de los árboles


frutales y le atan trapos color rojo en las ramas, más también culpan a los
destructores de este mundo con sus pruebas nucleares, sus agroquímicos,

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
incendios, tala inmoderada y contaminación de metales pesados que circulan
por el río Santiago.

La cosecha de los frutos en Ixcatán, se hace con instrumentos de la localidad. La


elaboración de chicoles, mallas, chiquigüites, morrales, ganchos, pichoacas y todo lo
necesario para el corte es una constante. Aunque los fruticultores saben construirlos,
hay personas que son expertas de tales menesteres.

Para el corte del mango, aguacate, mamey, zapote negro o anona, se utiliza un
instrumento denominado malla, compuesto por un carrizo recto, grueso y seco de
unos tres metros de longitud, con una bolsa en un extremo tejida con hoyos
pequeños con cáñamo; la malla va atada a un aro de acero alargado en un extremo
que haga las veces de gancho para jalar el racimo de frutos y que caigan en la bolsa.
Una vez colectados los frutos, se vacían en un morral fabricado con medio costal de
ixtle o plástico, atado en el asiento a un largo lazo de ixtle o plástico de unos 20
metros de longitud o más dependiendo de la altura del árbol.

Debido a la altitud de los árboles mangos, el lazo que va atado al asiento del costal
por la parte de afuera, lleva incrustado a un metro del atado principal, un pequeño
trozo de madera de huizache u otro de igual calidad que se atora al lazo que sirve
como aza del morral y que éste último una vez que toca el piso, puede destrabarse
del aza con facilidad por el mismo cortador que se encuentra a varios metros de
altura, para vaciarle jalarlo y volverlo a llenar.

Los chiquigüites ahora en extinción son canastos hechos de otate o carrizo sin aza,
sirven como recipientes para la ciruela, el mango o cualquier producto como el maíz.
Los chiquihuiteros que se recuerdan son de la manufactura de Wenceslao
Ruvalcaba y José Ruvalcaba. Su hechura es laboriosa ya que se requiere de un
buen conocimiento de la madurez del otate, del correcto manejo de las varas, su
sazón a base de fuego, secado, tallado y tejido.

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Por su parte, el chicol es un instrumento para el corte de ciruela y pitaya, se
construye a base de otate, tiras de cuero crudo de ternera, aro de alambrón y un
pezón de calabaza modelado a la necesidad. Para la ciruela se usan al menos dos
tipos de chicol, uno con palo largo y receptáculo grande y fuerte, está el otro fino,
liviano y de palo corto, esto dependiendo del cortador y del tamaño de los árboles.

Para el corte de pitaya se usa un chicol de recepción pequeña, con palo largo,
regularmente de carrizo. Cuando mucho le cabe una o dos pitayas y es de
manufactura más sencilla que el utilizado para el corte de la ciruela.

Pareciera sencillo fabricar y utiliza un gancho para el corte de guamúchil, pero no es


así, se requiere de un peso correcto, una ganchera de madera de mezquite o
huizache de unos veinte centímetros de largo con una pequeña curva, atada con hilo
de cáñamo al extremo más delgado del carrizo, lo que exige que cada vez que se
utilice, se moje la ganchera y se apriete lo necesario para que no se desprenda del
carrizo.

El otate o carrizo utilizado en los ganchos, se endereza y sazona con fuego para que
resista a la polilla y a la fuerza del cortador, de la misma forma la ganchera es
elegida con cuidado de tal forma que no se rompa en el primer jalón.

La pichoaca es un instrumento para cosechar los cocuixtles, se parece a la coa pero


es más delgada, filosa y de punta recta. Se fabrica a partir de un machete o casanga
que se haya quebrado, de tal manera que pueda incrutarse un mago de madera de
unos dos metros de largo y sacarle filo. En el extremo opuesto se rebaja el metal
para figurar una especie de espátula pero gruesa que permita cortar el tronco de la
cabeza del cocuixtle con facilidad. En el mismo corte de cocuixte se utiliza un
machete o casanga para cortar las hojas de la planta y despejar el acceso al fruto de
la familia de bromelia karatas, cercano al fruto de la piña.

Otras herramientas que se utilizan son el azadón, el machete largo, la rozadera para
coamil de diente grande, la rozadera clásica y la coa. Las herramientas mencionadas
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
se fabricaban en Ixcatán, uno de los herreros era Juan Reynoso que a su vez la
hacía de peluquero y maestro músico de la banda de viento.

El periodo más prolijo de la producción de fruta barranqueña, es durante los días de


abril, mayo y junio. Los niños durante los tres meses, parecen traer lona en lugar de
algodón en hombros y mangas de la camisa, ya que se limpian la boca con ella al
comer mangos, ciruelas, anonas y pitayas.

Los papás cuidan que sus hijos salgan de la escuela y lleguen a su casa antes de
irse a comer fruta recién cortada y a bañarse a lugares como “La Presa”, “Acatenco”
y “San José”. Los niños, trabajan como juntadores de guamúchil y apartadores de
mango. Por esos días si hay venta, Valentina, Paz Flores, Adelaida y Lola que
venden enchiladas, sopes, pozole y tostadas hacen de mayo y junio su “agosto".

Por esos días además de los compradores de San Martín de las Flores, San
Esteban, San Juan de Ocotán y Teponahuasco, "las húngaras adivinadoras" y
cineros visitaban Ixcatán, pero, con eso de los videos cayó en desuso tal diversión.

Ya no se escucha la arenga, "amigo, señor, niño, señora, todos, vengan a ver esta
noche especial, una película de trompadas, patadas, mordidas... ¡ah y no olvide traer
su silla, precios accesibles para toda la familia!”

El cine era es un espacio de convivencia comunitaria a donde asistía toda la familia.


Los empresarios llevaban su planta de electricidad, proyector, cintas, manta,
refrescos, palomitas y a veces hasta sillas para que todos pudieran disfrutar de la
función. Cada año había por lo menos una temporada de cine, lo que permitía ver
una o más cintas, generalmente de corte mexicano

El cine de antaño se proyectaba en solares pero la gente entraba tras las mantas y
veía sin pagar, por eso se buscaron lugares cerrados como la casa Daniel Ruiz, del
Herrero Emilio Alba y de Cleofas Hernández, todos que en paz descansen, al igual

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que el negocio de los cineros que andaban de rancho en rancho y la venta de la
fruta a un precio justo, ya se acabó.

El tocadiscos de los Venegas

Si no fuera por las dedicatorias que nacen desde el tocadiscos de los Venegas el 24
de junio "el mero día de San Juan" pasaría desapercibido, aunque personas de
nombre Juan o Juana, si los hay: Juan Polanco, Juan Sandoval, Juan Saldaña, Juan
Mercado, Juan Ruvalcaba, Juan Juárez, Juana Soriano, Juana Polanco y Juana
Sisnado, por nombrar algunos.

En un pequeño local propiedad de Indalecio Venegas en pleno centro de Ixcatán,


está el tocadiscos alimentado con la energía de un acumulador de coche; ese lugar,
fue por veinte años refugio de varones enamorados, borrachos desconsolados e
incomprendidos y de jóvenes atrabancados que deseaban dedicar alguna canción a
sus novias del repertorio discográfico de los Venegas.

Así como si fuera toda una estación de radio, se escucha la voz clara y potente de
Abel Venegas o de Alfonso su hermano: “… y sigue complaciendo el joven de
iniciales MPG, para la señorita de iniciales LSD, con esta bonita melodía que lleva
por nombre las higueras, esperando que sea de su mayor o completo agrado…” y se
hace escuchar por una bocina de trompeta la melodía que con facilidad se escucha
en la caserío; pasan por ahí también los comerciales y avisos: “…se les está
avisando a todas las personas, que gusten comprar carne de puerco, vayan a la
casa del señor Nicho Casillas…”.

De manera ocasional el tocadiscos es contratado exclusivamente y entonces los


Venegas decían, “esta hora de música que escucharemos a continuación, va de
parte de la familia Larios para la señora Otilia por ser el día de las madres y se
escuchaba la melodía, “dame por Dios, tu bendición o madre mía adorada, y yo a tus
pies pido perdón por lo tanto que has sufrido, ahora que estás en la mansión, una
mirada te pido, madre querida ruega por mí al creador…”
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Así, por el sonido del tocadiscos, la gente comparte sus gustos, necesidades
comerciales, amores y desilusiones.

Baño anual de San Pedro y San Pablo

Fiel a su tradición de varios siglos, la comunidad indígena de Ixcatán, Festeja de


una manera muy particular a San Pedro y San Pablo, no lo organizan la parroquia
sino el mismo pueblo, ese día, una comisión de Comuneros recorren el casería
para reunir apoyos en dinero y especie (principalmente gallos), que por la tarde
serán distribuidos entre los músicos que amenizan la fiesta (violines, tambora y
redoble) y para los niños, jóvenes, viejos, hombres y mujeres que deseen medir su
habilidad para derribar al contrario a fuerza "de canilla" a partir de tomarse del
cinto o la fajilla uno al otro, sin que rebase el término de una melodía, a esto se le
llama "las luchas" o "los gallitos".

Antes del inicio de las luchas, en procesión se lleva a San Pedro y San Pablo a la
presa, se recorre parte del antiguo "camino real" entre unas viejas cercas, a eso le
llaman "bañar al santo". Este camino cruza Ixcatán de Este a Oeste desde la
Piedra Grande por los predios de los Hernández, Vázquez, Venegas y Flores para
dirigirse a Copala o San Esteban y de ahí a Zapopan o Guadalajara.

Los santos se colocan en una piedra junto al ojo de agua, ahí toca la música y se
realiza la primera lucha, al regreso de la procesión al templo ocurre una más. Este
festejo es también para la junta o enganche de los tastuanes que participarán los
días 25, 26, y 27 de julio en el marco del Santiago Apóstol, que convivió con Cristo
hace más de dos mil años y murió en el año 44 después de nuestra era.

Ese día los más animados son los niños, pero las jovencitas no se queda atrás, eso
sí, los golpes son serios ya que no se coloca protección alguna, ni colchón en el
piso. Al riesgo de ser derribados los contendientes le anteponen el premio que
equivale en un rato al domingo de todo un mes.

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También es la junta de “los tastuanes”, por ello los fiesteros son quienes
encabezan los festejos, reúnen los apoyos y ofrecen de alcanzar los recursos algo
de comida ese día. Al final recorren la plaza principal para anotar a quienes habrán
de participar como tastuanes en julio del mismo año.

La manera de comprometerse a participar en los tastuanes, es simplemente


tomando de la botella de bebida alcohólica que despreocupadamente van
ofreciendo. Quien le empina al trago se va anotando, así hasta completar cinco,
diez, quince, veinte, cincuenta o más futuros tastuanes.

La música del tamborazo, el fervor por San Pedro y San Pablo, la cooperación
comunitaria y la comida la aceptan todos, a lo que se tiene cierta resistencia, es “las
luchas”, ya que aunque todos se divierten no les gusta que sean propiamente sus
hijos, sino los ajenos, pero, el dinero es bonito y la gente ante todo sigue apreciando
“el pan y el circo”.

Durante “las luchas”, el tamborazo de siglo y medio de tradición, ejecuta una


melodía que se llama el “pájaro perico” que dura minuto y medio, es de ritmo muy
alegre. Existe un grupo de melodías antiguas llamadas “chirrionas” que se
trasmiten entre los músicos de generación en generación. Los músicos que al
escribir estas líneas ya murieron son: Enereo Flores, Desiderio Flores, Juan
Reynoso y Justo Vázquez. Los músicos que aún viven, Salvador Venegas, José
Venegas, Dolores Flores, Ruperto Ruvalcaba y una generación de jóvenes que ya
estudian para entrar en su relevo.

Al finalizar la jornada del 29 de junio, además de varios adoloridos por las “luchas”,
crudos por el licor y gastados económicamente, por fin se completa la lista de los
tastuanes y junto con los fiesteros, tendrán 24 días para preparar lo necesario
antes de la celebración de los tastuanes: vestuario (ropa, máscaras, calzado,
cuchillas), bebidas, alimentos, contratación de músicos, permisos del trabajo,
beneficio de la milpa, etc.

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De tastuanes, invasión y despojo

Los tastuanes son una representación de la lucha entre los árabes que invadieron y
sometieron a los reinos de Castilla, Aragón, Granada, entre otros, en el año 800 de
nuestra era. Los españoles expulsaron a los árabes 700 años después,
presuntamente con el apoyo de Santiago Apóstol, aunque acudió sólo en espíritu
pues murió decapitado en el año 44 después de Cristo.

La danza de moros y cristianos es un producto de la época medieval. Su origen


puede precisarse, temporal y geográficamente, alrededor del siglo XII en alguna
parte del oriente de España, posiblemente Aragón, ya libre de la dominación
sarracena. Esta suposición se basa en la primera referencia documental a la
danza,: cuando en ocasión de la boda de Ramón Berenguer IV, Conde de
Cataluña, con Petronila, reina de Aragón, celebrada en la catedral de Lérida en el
año de 1150, se fingió un combate entre moros y cristianos” (Warman, 1972: 17).

El combate fingido, antecedente formal de la danza de moros y cristianos, es uno


de los temas más antiguos de la historia de la danza en occidente. Entre los
griegos se llamó xiphismos (Warman, 1972: 17), ellos y los romanos se
encargaron de sus amplia difusión en Europa.

Según Bernal Díaz del Castillo, en 1531 tuvo lugar en la nueva España la primera
representación de moros y cristianos. Pronto comenzaron los relatos de la
milagrosa aparición de la Santa Cruz o del apóstol Santiago combatiendo al lado
de los conquistadores contra los indios.

Fueron los españoles todavía ebrios con la victoria y expulsión del los moros de
España los que trasladaron estas leyenda a las tierras conquistadas. En ellas el
Apóstol, tan entrometido como servicial luchó a su lado contra los moros invasor.
Su motivo era justo y laudable, pero su participación en la lucha contra los indios
no tiene disculpa, los tecuexes, cocas, zacatecos y caxcanes, no tenían otro delito

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que defender el territorio, su cultura, creencias y tradiciones que heredaron de
sus antepasados de la rapacidad de los invasores.

La danza de los Santiagos o Santigueros es una de las más difundidas en nuestro


país y, por consiguiente la que más variantes presenta. Por sus características
corresponde a las llamadas danza de conquista o evangelización ya que su
desarrollo gira en torno al combate que sostiene el Apóstol Santiago (caballero) y
sus hombres contra el gobernador Pilatos. Los personajes sobresalientes son: El
señor Santiago Caballero (o corona), los mascarudos, (Rey Pilatos o Máscara
Grande, Cayín Primero y Cayin Segundo), los Xocoyotes, el Centurión o Capitán
Primero, ente otros.

Los sones que bailan: la procesión, la marcha, la rueda y los pasos; con los que
realizan sencillas coreografías con combates frecuentes. De los parlamentos,
diálogo o relaciones, que da muy poco, a la fecha se le ha excluido de la danza.
(Güemes, 19996: 189).

La intervención del Santiago perdura aquí y el “apóstol guerrero” es el principal


personaje, como si se quisiera rendir perpetuo homenaje al que en muchas
ocasiones decidió, así reza la leyenda, la suerte de aquellas batallas en favor de
sus protegidos.

Santiago es caracterizado algunas veces con una máscara de recias facciones y


mangas y retorcidas barbas; otras de jinete en brioso “cuaco”, armado de tajante
machete que blande en todos sentidos (como en la danza de los tastuanes); o
simplemente llevando debajo del brazo un pacífico caballo de palo y un inofensivo
bastoncito de madera; otros más portando un distintivo cualquiera que destaque
su rango, su jerarquía, como la que se ejecuta en la región lacustre de Pátzcuaro
(Altamirano, 1984: 95).

Algunas referencias de la celebración a Santiago Apóstol (Rodriguez, 1988: 12))


Chiapas: Tuxtla Gutiérrez , Estado de México: Teotihuacan, Michoacan: Janitzio,
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Oaxaca: Justlahuaca, Puebla: Teziutlan y otros lugares de la Sierra de Puebla,
Veracruz: Jalacingo. Zacatecas: Moyahua, Apozol y la Mezquitera.

En el estado Jalisco, las poblaciones en donde se celebra en el mes de julio a


“Santiago Apóstol” son más de veinte, pero en muy pocos lugares se organizan
Tastuanes. En el municipio de Zapopan, aun se mantiene viva ésta representación
en las comunidades de Santa Ana Tepetitlán, Nextipac, San Juan de Ocotan e
Ixcatán. El festejo en general es el mismo, pero su representación es diferente.

Los Tastuanes de Ixcatán

Aunque las danzas, pastorelas, tastuanes y representaciones giran en torno a las


creencias religiosas, los grupos constituyen más bien una manifestación creativa
popular que religiosa. Se pueden incluir en lo profano1 puesto que son una
objetivación de la religiosidad humana.

El coloquio de los Tastuanes

El cuadernillo al que se tuvo acceso hace más de un cuarto de siglo, es de 1884,


está en lengua tocho-mexicano, intenta traducir a su vez al español lo que aparece
en tocho, está firmado por Tomás Ramírez, consta de 10 hojas, en condición
semidestruida, escrito con tinta china. Sus pastas son de cartón con forro azul;
algunos párrafos están ilegibles, fueron transcritas de manera completa gracias al
apoyo de Agapito Rico, la figura más relevante de la tradición en Ixcatán en el
último siglo de historia reciente de Ixcatán. Murió en diciembre de 1994, la Casa
Comunal lleva su nombre desde 1996.
1
Todas las creencias religiosas conocidas, ya sean simple o complejas, presentan una
característica común: presuponen una clasificación de todas las cosas, reales e ideales, en que los
hombres piensan en dos clases o grupos opuestos, generalmente designados por dos términos
claros que se traducen bien por las palabras profana y sagrado (profane, sacré). Esta división del
mundo en dos campos, uno que contiene todo lo sagrado y el otro todo lo profano, es el rasgo
distintivo del pensamiento religioso; las creencias, los mitos, los dogmas y las leyendas son
representaciones o sistema de representaciones que expresan la naturaleza de las cosas
sagradas, las virtudes y los poderes que se les atribuyen, o sus relaciones entre sí y con las cosas
profanas. E. Durkheim, “Los fundamentos sociales de la la religión”, Cit. por Rolando Roberson en
su Sociología de la religión. México: FCE, 1980 p. 37.
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El Coloquio de los Tastuanes en poder de la señora Consuelo Cuarenta, pasó
luego a un familiar quien lo conserva celosamente. Agapito obtuvo el coloquio de una
señora que vivía en la Comunidad Indígena de Mezquitán y de quien no recuerda su
nombre. El mismo, hizo una copia del Coloquio en 1949. Este singular personaje
todos los 24, 25, 26 y 27 de julio, durante 40 años estuvo presente, como
“presidente Satanás” o “el toro” de los Tastuanes.

El coloquio de los Tastuanes, es una referencia a la invasión el saqueo de los


españoles a los pueblos de la región, esto se explica cuando se señala:

“Desde acatias tacate, deve ver amigo alto, hay de campo quitispalín, que
anda haciendo en este campo, si usted en este reyno, es hombre
desconocido, qui tapite bescamatli, usted se anda comiendo, se anda robando
lo de nosotros y dejando a nuestro Reino en un pereser”. (Coloquio de
Tastuanes, 1884)

La admiración por lo desconocido, se refleja cuando hablan del Santiago, pero a su


vez aparece el reclamo por el despojo consumado de sus bienes y tierras:

“Pues aviamos aver, que buen techonteco, buena hamapolo, dice, buena
pomera, buenos istollos, dice, buenos hojos, amo qui bisicana, buenas
clinas, buenas sisnacas, buen osico, buen cuaualin suchite, buen cabayo,
buen tegualilo potonqui, buen Santiago, buen sillantres, buana silla, buenas
albestranas, buenos estribos, amo qui buen galanote, a costas de los bienes
del rey y precidente satanás” (Coloquio de Tastuantes, 1884)

La resistencia a la conquista española, con todo y las divisiones internas; el temor a


lo desconocido y los intentos de los frailes por endulzar los acontecimientos con el
nombre de Dios, no cambió el dilema de matar o sobrevivir. De esta forma los
conquistados charlan con el personaje Santiago,

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“...ben aca a la presencia de tu sacarrial majestad tu que eres homvre
de vien, para que pueda yo descargar todas mis confiansas, pero no me
andes engañando ni me andes contando mentiras, porque sino sanaisca mi
tamachigues, (...) ami no me gustan que me traigan chismes, porque sino
me enojo y entonces, motancua dicen, mando que te maten con buen
tecuan y maguistle, tengo buen machete afilado. Amo qui para ho quitace
techonteca ini; dice, para mandar que te tumben la cabeza por enbustero”.
(Coloquio de Tastuanes, 1884)

El proceso de celebración

La organización de los Tastuanes inicia un año antes. Y es precisamente cuando se


reúnen los fiesteros entrantes. El 27 de julio, día en que entrega el grupo hacen
una breve ceremonia de juramento ante el “Santo”. Normalmente son tres los
responsables del festejo, uno es el Sargento, otro El Moro y el tercero la persona
que representará al Santiago.

Los acuerdos que toman, están relacionados con el pago total de la celebración,
(comida, música, materiales, etc.) No se firma papel alguno, pero ese convenio
ante Santo Santiago, vale más que si tal acto se documentara ante un notario
público. Para cumplirlo hay cerca de un año, puesto que el 29 de junio del año
siguiente, día de San Pedro y San Pablo, es la acción que realizarán previa al
festejo.

Ese día (el 29 de junio), se organiza una peregrinación en donde se lleva las
pequeñas esculturas de San Pedro y San Pablo al lugar llamado “La Presa”. Ahí
además de acompañarlos con la música de tambora (con violín y redoble),
simbólicamente se les baña. Es la inauguración de un nuevo temporal de lluvias y
de la siembra del maíz, frijol y calabaza. Es también la fecha final para elaborar la
lista de quienes serán los tastuanes en el mes de julio. Para reclutar a los
tastuanes, basta con que beban una sola vez del garrafón de alcohol o mezcal,

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para quedar comprometidos. La lista de los que ese día se comprometen, se
suma a los “esclavos”, o sea a las personas comprometidas de por vida con el
Santo Santiago.

Cabe destacar, que parte del costo del festejo del 29 de junio, recae en la
comunidad, porque el mismo día temprano o en los anteriores, pasa una persona
casa por casa, para reunir dinero y gallos. El dinero y los gallos son para pagar la
música, la bebida y los premios que se entregarán a los ganadores de “las luchas”.
Las luchas son un especie de acto de masas, en donde, no hay ring, ni juez.

La víspera

El 24 de julio por la tarde, inician formalmente el festejo. La procesión da principio


con la participación de los Tastuanes y el Santiago. La pequeña escultura
ecuestre, que representa al Apóstol Santiago, es sacada a peso, la hacen marchar
al frente, luego siguen las rezanderas, cantantes y personas que acompañan al
Santo; más atrás, las música de chirimía y redoble, seguidos de los tastuanes y el
Santiago de carne y hueso.

Un testimonio recogido señala que la figura ecuestre de Santigo Apóstol más


antigua que había en Ixcatán y que sufragó una familiar de “los cocochos”, se
encuentra en Apozol, Zacatecas y que como seña particular tenía espuelas de
plata, que por eso allá se lo quedaron luego de un traslado que se hizo de éste,
hace muchos años, sin que se haya precisado más. También se cuenta con una
imagen del mismo apóstol Santiago.

Hablando de la veneración a Santiago Apóstol, la primera iglesia que construyó en


su nombre en la Nueva España fue en Tlaltelolco luego nombrado Santiago de
Tlatelolco en la ciudad de México. A su vez en la parroquia de Mezquitan, en
Guadalajara, existe un Santiago de gran tamaño montado en un caballo blanco.

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Durante la procesión de la víspera, los tastuanes frente al Santiago simbólico
hacen una breve reverencia y profieren vocablos hasta el momento indescifrables,
dando saltos y gritos que a ningún local asustan; al final de la procesión van los
que lanzan los cohetes. El recorrido que se hace alrededor del pueblo, concluye
en la iglesia, lugar de donde partió con un repicar de campanas y la finalización de
la ceremonia previa a los días principales.

Ese día 24 no acuden fuereños. El día de la víspera, todo ocurre sin


contratiempos, pues es sólo el principio. Durante las últimas horas, los
organizadores hacen las compras pertinentes, se sacrifican los animales que se
consumirán el siguiente día y las personas en general preparan sus “estrenos” de
tastuan o de espectador. Si hay dinero habrá uno cada día, sino, por lo menos el
25 de julio.

Los ixcatecos que trabajan en sus labores, el día de la víspera suspenden las
actividades al mediodía y las reanudan hasta el día 28 de julio. Por ello para esa
fecha, la meta es por lo menos haber concluido la primera escarda de la milpa y
esperar se ponga el cultivo para la segunda escarda.

Los días de “la farsa” y “la jugada”

El 25 de julio comienzan a llegar los visitantes. Normalmente son hijos “ausentes”


y/o familiares de quienes residen en Ixcatan. Las comunidades vecinas de la
Soledad, El Paso de Guadalupe, San Esteban, San Isidro, Tateposco y los
Camachos; Huaxtla, San Lorenzo y las Escobas, siempre cuentan con presencia.
De la ciudad también acude alguna gente.

Durante muchos años fue raro encontrar algún reportero, turista extranjero o
trabajador de la cultura, tradicionalmente acuden a otros festejos de lugares
cercanos a la ciudad y que no tienen mucha similitud con lo que ocurre en Ixcatán.
Esa puede ser una explicación que a pesar de existir evidencias de su celebración
desde hace más de medio siglo, no haya trabajos escritos sobre el particular.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Los tastuanes adquirieron relevancia una vez que el gobierno de Jalisco en
1890 prohibió pretextando que era una representación vulgar, violenta y alejada de
toda religiosidad, hasta que en 1895, motivado por la solicitud de un antropólogo
de la Universidad de Chicago se volvieron a representar por órdenes del gobierno
de Ramón Corona. El propio Alberto Santoscoy a pedido del gobernador hizo un
trabajo de investigación sobre los tastuanes que se publico en la última década del
siglo XIX.

En Ixcatán el festejo, tiene más de dos siglos, lo que constituye una de las
manifestaciones más antiguas que no sólo han sido abrazadas por las familias
más antiguas como los Venegas, Hernández, Larios, Flores, Bobadilla, Luna,
Gómez, Pérez, Blanco, Juárez, Casillas, Avelar y otras; sino por las familias que
llegaron a Ixcatán a mediados del siglo XX: Ruvalcaba, Saldaña, Polanco y otras.

Por la mañana, los miembros del grupo (organizadores y tastuanes) construyen “El
Castillo”, que nos otra cosa que un tablado sostenido por cuatro gruesos postes
capaces de soportar una cama rala de vigas de madera o tubos galvanizados,
atadas con lazos y alambres y a unas 50 personas.

El Castillo es uno de los lugares centrales de la representación, que se coloca en


la boca calle. Por muchos años éste se estableció en la calle Juárez al poniente de
la finca de María Hernández y exactamente atrás del altar mayor de la iglesia, lo
que permitía un escenario muy bueno para actores y público que disfrutaban de la
sombra de dos enormes arboles de zalate, un hule y la comodidad de los muros
de las escuela primaria, los lavaderos y la plaza principal.

Ahora se realizan frente a la iglesia en las calles Niños Héroes y Morelos, donde la
calle es más angosta y no existe sombra suficiente para el público, lo que además
conlleva al cierre total de una de las calles de ingreso.

Una vez construido el Castillo, son reunidos los tastuanes que van saliendo de sus
casas con sus máscaras de piel o madera, cabellera alborotada hecha a base de
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
colas de res, cotones de colores chillantes y calzones cortos tipo español
conquistador. El calzado que utilizan es diverso, huaraches, botas, tenis y hasta
zapatos de fut-bol cuando no hay más.

Los personajes que se ubican con mayor facilidad son: Con apariencia humana,
el Santiago (a caballo o a pié tierra), el Moro (cotón rojo) y el Sargento (cotón
negro). Los enmascarados: el toro o presidente Satanás, el perro, el rey, dos caras
y otros de difícil ubicación pero que suman hasta cincuenta.

Los tastuanes van armados de una “cuchilla” grande, una espada de madera
diseñada ahí mismo de metro y medio de larga o mayor, con una hendidura en el
centro para sujetarla. Llevan paliacates al cuello y mejillas para evitar raspones en
la cara; sombrero sin ala en la cabeza para disminuir los efectos de los golpes. En
la mano izquierda, llevan un amarre de tela para tomar la “cuchilla”, ya que los
golpes con el machete o ramas de mezquite no son simulados.

El primer acto de la mañana del 25 de julio, se efectúa en el momento que se


miden las tierras. Con la armonía de la música de chirimía y redoble, miden los
cuatro vientos y van anotando en un supuesto libro, el resultado de las medidas,
semejando lo que ocurrió en tres momentos históricos diferentes: a) en el periodo
precolombino en las luchas internas, b) durante la rebelión del mixtón de 1539 a
1541, c) en los años de 1696 a 1707 cuando se deslindaron las tierras de
Ichcatlan por órdenes de la corona. Nada raro sería que se agregue un nuevo
pasaje de la historia reciente relacionado con la actual defensa del territorio.

Durante la delimitación del territorio en dominio a la llegada de los españoles


ocurrida en marzo-abril de 1530, los tastuanes increpan al Santiago y lo conminan
a que se vaya a otro lado o perecerá en el intento.

Unos de los tastuanes, hace de medidor, otro de secretario generalmente el Rey,


uno más de apoyo a quien -si se descuida - le sacan tinta jocosamente picándole
a la altura del ano. El resto de los tastuanes son actores que no descansan de
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
hacer travesuras y de lanzar gritos, saltos y algunas frases que han podido
memorizar del coloquio escrito en tocho mexicano y del cual se tiene la versión de
1884. La mayor parte de los parlamentos que dicen los tastuanes, son
improvisados e incomprensibles, ya Alberto Santoscoy en 1895 en estudio que
hizo para el gobierno de Jalisco, señalaba de tal característica.

El primer acto, es un reconocimiento de la zona de control de los tastuanes


(indígenas), ante la llegada de quienes pretenden arrebatarles su territorio, su
poder y su cultura. En uno de tantos recorridos, los tastuanes se encuentran al
Santiago a quien le advierten que de insistir en el despojo:

“Tispanes teguate momo, somo teguatle, se ba komo, se ba o mando que le


maten; cuay ho homo cuaye, te cuadra o no te cuadra; sino homo qui tiso peye
maquistle; sinó mando que te asonten las nalgas, tatuan totastoca. Estos que
aquí estan, es mi fuerza tlisiguatle, segua mostla, horita se va ud. de aquí,
porque es mucho lo que me a enfadado; isneme teponostica, cuaye simpuay
no cuayunca teponostica; y se que es mucho lo que mortifica, cuele para su
país, ho mando que lo maten horita; tecuan y maquistle; traín buenos
machetes, para que te tumben la cabeza; guistuirinas las ormigas, mochonteco
la cabeza, istolos tepuchito los hojos chiquitos, poponchis inchadas, tesayotas
las lagañas” (Coloquio de Tastuanes, 1884)

Una vez tomadas las medidas del reino tecuexe, que se hace por la calles de
Ixcatán, los tastuanes verifican uno por uno las condiciones del “castillo” aquí se
incluye al rey, el único con rostro humano, quien al ritmo de la música sube y
revisa minuciosamente el “castillo” también llamado “palacio”.

Los tastuanes son llevados por el Sargento y el Moro, personajes traídos de


España desde el año 1400 de nuestra era o más atrás, quienes son los únicos
que no llevan máscara, usan un vestido con botones al frente, uno de color rojo
(moro) el otro negro (sargento). Ambos portan una especie de escudo pequeño,

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
hecho de piel y un palo de unos 25 centímetros. Su función es cuidar el orden
y llamar en todo momento a los tastuanes a que ejecuten la parte que sigue en la
representación, cuidan a su vez de la indumentaria del Santiago, de tal forma que
no caiga alguna prenda en poder de los tastuanes quienes podrán hacer un
trueque en alguna tienda local a cambio de cervezas, alcohol o cigarros.

Los Moros, rascan el piso con el palo y luego le pegan al escudo. A veces
funcionan como réferi, otras son completamente parciales al Santiago y requieren
de destreza, astucia y agilidad para no ser sorprendidos por los tastuanes, pues su
sencilla indumentaria (tejana, cotón, palo y escudo) es susceptible de canje en las
tiendas por bebida y cigarros.

El “castillo” centro de la acción, se afianza lo mejor posible y para ello antes de


subir a los tastuanes se rinde el siguiente informe:

“Pues amo qui, bien registrado el castillo de sentro a tierra, amo qui bien
afianzado el castillo con ilopita hasacamecate y atoto mochi amo qui bien itilinia
para que puede que tesco y teguate y todo el personaje para que tlasinpase de
analco y ha teotanalco para que analco y ha teotanalco para que ya tesentlati ini.
(Coloquio de Tastuanes, 1884)

Los tastuanes se instalan en el “castillo” y salen individualmente a combatir al


Santiago. El orden de aparición es por categoría y edad. Primero salen al combate
los tastuanes de menor importancia y el final se reserva para “el perro” y “el toro” o
“presidente Satanás”. El rey no participa en los combates, pero en todo momento
observa desde el tablado. Su traje recuerda a los reyes durante el feudalismo en
Europa, usa cuchillo al cinto, máscara con facciones españolas, pero que
raramente regentea a los tastuanes.

El Santiago en esta primera parte no usa el machete sino ramas de mezquite, con
las que golpea con frecuencia a los tastuanes, la intensidad varía según lo solicite
el tastuan o la manera en que se defienda, si lo hace con brusquedad la intensidad
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
es mayor. En otro momento el Santiago va montado. Caballo y jinete son uno,
por lo que cualquier falla puede terminar en un accidente grave, mayormente del
jinete que no trae ninguna protección para una caída y en menor medida del
caballo porque la superficie es resbalosa para las herraduras del animal.

Una vez iniciada la guerra nada la detiene. El fusilamiento es rápido, al Santiago lo


sacrifican junto con un traidor, el tastuan “aberrugo” o “dos caras”, una especie de
judas de la conquista traído de Europa. Los fusilados son cubiertos como se hace
con cualquier cadáver. El rey con su cuchillo (de palo) abre imaginariamente por el
pecho del Santiago, saca grotescamente las vísceras, primero el corazón, luego el
hígado y los pulmones, los intestinos y los arroja a los cuatro vientos, el Perro
devora ferozmente todo y lo que no logra engullir lo cuida celosamente.

El Rey rítmicamente, arranca las extremidades inferiores, luego las superiores,


corta la cabeza, ante la expectante mirada del público y al ritmo del tambor y la
chirimía que le dan un toque menos tétrico al acto, e incluso, el pene del Santiago
difunto es arrojado sin miramientos hasta el público, últimamente simulado por una
salchicha u otro objeto.

La escena termina acompañada de una triste melodía que a veces es “la Adelita”
del periodo de la revolución mexicana, cuando los restos mortales del Santiago se
tiran envueltos en la cobija al nido de hormigas rojas más cercano. Pero, aparece
la magia, el Santiago no perece, resucita con todo y caballo para estar presente en
el siguiente acto.

La celebración del triunfo sobre el Santiago, baila el Rey y el Toro se da gusto


persiguiendo al chiquillero y tastuanes por la calle, es una especie de corrida
taurina en donde no hay jueces, ni ruedo, ni matador, ni payasos en barril.

De pronto, aparece el inmortal Santiago en su caballo que no es blanco sino del


color y tipo que consiga el actor. El apóstol de Jesucristo dos mil años atrás,
resurge blandiendo el machete y entablando una lucha con todos los tastuanes a
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
la vez, al ritmo de la melodía “el batallón”. Recorre de un lado a otro en su
caballo bajo una fila de opositores que colocan sus cuchillas para que éste golpee
su machete en ellas. Luego viene la calma.

En el primer combate no hay vencedores, sólo un repliegue de los tastuanes.

Luego viene una parte divertida en donde baila el rey para encontrarse cara a cara
con el Santiago, tienta cada una de las arciones de la silla, la rienda, los crines del
caballo, la indumentaria del Santiago, incluido el sombrero que durante un
momento se lo coloca en su cabeza, excepto la espada (el machete).

Al final del acto, el Santiago da un golpe en la espalda del Rey quien va a parar
hasta dar un abrazo o más a una de las mujeres que están en el público, en donde
seguramente no perderá la oportunidad de decir: “Hanita penilitlamo inqui posenti
pocheatle, in macuille yeca yecatli, güerita cuanto la quiero, quisiera que su corasón,
que usted tiene, me lo regalara. Le be homi yei hagui, macuile y chicuase” (Coloquio
de Tastuanes, 1884)

En tanto el Rey es algo así como a la autoridad civil, el Toro o presidente Satanás,
es el jefe militar, que con su traje negro, arma tal revuelo que hasta gente del
público se mete a torear. Los músicos también tienen una melodía para el toro. La
indumentaria de la máscara incluye unos cuernos pequeños al estilo de los
guerreros vikingos, la máscara más antigua de este personaje que se fabricó y
utilizó por casi medio siglo por Agapito Rico la tiene Modesto Flores.

En caso de quitarle parte de la indumentaria al Santiago como puede ser el


sombrero, el machete, una espuela, o la rama con la que golpea, pueden hacer el
trueque por cigarros, cervezas y hasta comida según se ha convenido entre los
tenderos y los responsables de la fiesta, para ello crearon el siguiente parlamento
una vez que han recibido la especie:

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
“Habiamos haber tantito, iscomel chocolate para camantes, istlancos
porque amo. Que entre mas quimaca, mas quemeneque, mas ysmolinia
mostlancoisca. Habiamos haber tantito; imiscomel chocolate, haber señores,
me acen favor de darme tantito bino para camantes istlacncos, camantes los
labios, los dientes, porque hamo aqui que entre mas ismolonia mostlancoisca,
mas hasta lo reboleo en la boca para dar las gracias”. (Coloquio de Tastuanes,
1884)

Sobre los tecuexes, se ha escrito que fueron salvajes e implacables guerreros sin
embargo, el texto del coloquio de referencia rompe con esta afirmación en su
primera página y se establece un diálogo con los conquistadores antes de la
confrontación:

“Señores como amanecieron, como tiene Dios incapa, como están de salud,
como amo pilsa como está tu esposa, como amopose, como están tus hijos,
moiltle esta homosomo mopilguayoca y todos los de su casa. Pues qui deste
catias, tacale de caica que tispalin, que tapite vescamatle tispaneguatle
homosomo teuatle y tegualtelo. Cuaye ho hamo cuaye tastuan totastoca
tliseguatle cigua mostla isneme teponostica, cuaye sin puay, ho cuayunca
tepnostica” (Coloquio de Tastuanes, 1884).

Dentro de la farsa, mientras los tastuanes descansan y van a comer, el Santiago


se dirige a la entrada de la iglesia a solicitud de las personas que van a pagar
mandas al Santo. La manda consiste en irse hincados o de pie hasta el ingreso de
la iglesia, mientras el Santiago les golpea la espalda con la parte plana del
machete, con ritmo, cantidad y potencia que el propio devoto solicita.

Por lo general este acto se hace a pie y raras veces a caballo. Algunos que no les
ha tocado observar el pago de mandas se sorprenden que algunos peregrinos
soliciten hasta quinientos golpes “al caer la mano”, es decir con algo de vuelo del
brazo y antebrazo, de esta forma si el Santiago es fuerte, alto y robusto será más

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
fuerte el golpe. Es común que al final del pago de mandas el Santiago termine
con la mano inflamada.

El mismo día 25, por la tarde en acción más descansada, los tastuanes (aun con
el peso de la comilona y el efecto del alcohol), entablan la lucha contra el Santiago
uno a uno, baila el Rey y cuerna el Toro ante la algarabía del público y los propios
tastuanes, para ello una alegre y alegre melodía se deja escuchar.

Como es lógico las ventas en los negocios establecidos y móviles se incrementan,


al acudir cientos de personas de distintos lugares. Es una fiesta de todos, aun de
los que se quedan en casa. El sonido del tambor y de la chirimía se escucha hasta
un kilómetro de distancia. También ante las visitas de familiares preparan sus
mejores platillos y celebran como todos, un año más de estar juntos.

El segundo día el 26 de julio, se hace algo parecido al 25, excepto que ya se notan
los estragos del esfuerzo físico, las desveladas y embriaguez de los tastuanes y
público, pues cada fecha se concluye con un baile popular.

Ante las duras condiciones del clima y el cansancio físico, el Santiago suele ser
relevado en algunas “jugadas” para preservar su fuerza o atender a los peregrinos
que acuden en gran número a pagar mandas.

Otro tanto ocurre entre los tastuanes quienes piden apoyo a otros compañeros
para descansar o curar los golpes recibidos. Para los caballos también hay
suplentes, pues no es raro que éstos se espantes, lastimen y cansen al grado de
que no puedan ya actuar el mismo año.

Por lo general el día 26 el público es menor, pero el suficiente para acabar con las
granadas, duraznos, cervezas, carnitas y refrescos que se vendan, a su vez el
Santiago no se da abasto para golpear con su machete la espalda de los devotos.
Su tarea requiere de mucha fortaleza. Además debe ser buen jinete y poseer, los
suficientes ahorros para afrontar los gastos, que pueden ascender a varias
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
decenas de miles de pesos. Una particularidad se presenta cuando el
segundo día es domingo en donde puede igualar el número de espectadores del
día 25.

La conclusión tastuanera

El último día, no varía substancialmente de lo que hacen los tastuanes, el 25 y 26


de julio. La diferencia se marca por la tarde cuando la estafeta se entrega a los
organizadores del año siguiente. La recepción del Santiago, no es ni cálida, ni
tierna. Debe pasar su primera prueba ante los tastuanes.

Todos, tastuanes y público se hacen de cítricos, mangos y dulces para golpear al


Santiago que correrá a galope entre la valla de gente, una, dos, tres veces recibe
de todos una lluvia de proyectiles. Luego, viene el juramente ante el Santiago
Apóstol y la toma de acuerdos entre los fiesteros del próximo año, que no podrán
fallar salvo en caso de muerte, como ya ocurrió con Javier Cantor esposo de
Adelina Larios en el año 2009.

Es de particular importancia hablar de los músicos que ejecutan el redoble y la


chirimía, dos instrumentos musicales utilizados para acompañar las campañas
militares, ambos muy sonoros que se incrementan en decibeles debido a la gran
peña que permanece impávida al poniente de Ixcatán mirando hacia la gran
barranca del río Santiago.

Julián Juárez que ejecuta la chirimía es considerado uno de los mejores en ese
género. Últimamente además interpretar las clásicas melodías de los tastuanes
que no rebasan la decena, interpreta otras de igual o mayor complejidad. Julián
dirige también una danza de flecheros.

José Venegas Chávez que ejecuta el tambor, igual lo hace con la flauta de carrizo
con las melodías de la danza y un pequeño tambor. Es conocido y apreciado por

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
su gran calidad musical. Años atrás este músico ejecutaba el guitarrón en el
mariachi. José Venegas también dirige una danza de flecheros desde 1973.

Hay otros músicos de los tastuanes, Modesto Flores (redoble) y Rubén Avelar
(chirimía).

Algunas de las personas que han participado como Santiago son los siguientes:

Rosalío Larios Avelar, Apolinar Venegas Avelar, Silvino Juárez Juárez, Santiago
Polanco Gutiérrez, Jesús Juárez Gómez el “mocho”, Jesús Juárez Juárez,
Modesto Flores, Felix Flores, Lionardo Venegas, Marcelino Venegas, Guadalupe
Larios Pérez, Pedro García Ulloa, Pablo Jáuregui Polanco, Modesto Flores, Julián
Reynoso, Héctor Larios Juárez, Heraclio Flores, Noé Saldaña Hernández, Daniel
Saldaña Polanco, etc.

En cuanto al valor artístico y cultural de las mascarás suman además lo simbólico,


hay ciertas máscaras y personaje que se han venido heredando por generaciones,
el toro, el perro, el rey, son tres personajes. El toro durante 40 años lo representó
Agapito rico, luego Modesto Flores, quien a su vez seguro le heredará a algún
descendiente.

El perro ha sido representado por Luis Rosas, Jesús Juárez, Silvino Juarez y los
que les hereden. A su vez el rey ha sido protagonizado José Ruvalcaba Iñiguez y
Juan Mercado, además de los actuales que siguen haciendo historia.

Del primer beneficio a la fiesta del quince

El 15 de agosto día de la virgen de La Asunción, se hacen festejos en todos lados,


en pueblos indígenas como Mezcala municipio de Poncitlán, Atemajac municipio de
Zapopan y Jala en Nayarit, por citar algunos ejemplos.

En Ixcatán no hay celebración local pero se ahorraba para ir "al quince", ya eso se
está perdiendo, pocas mujeres de Ixcatán van a dar vueltas al jardín de Atemajac del
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Valle, a pasearse en los juegos mecánicos cada vez más sofisticados a comer
frituras: papas caseras, churros, palomitas, perros calientes, en fin de todo, pues es
feria.

Por muchos años, se organizaba desde Ixcatán una procesión a pie, luego fue
motorizada, en donde los feligreses se uniformaban y tomaban parte en la
celebración central de su parroquia. Después de 1960 y a falta de transporte de
pasajeros, la gente viajaba trepada en un camión de redilas, algunos viajaban desde
el día catorce de agosto, se permanecía en el atrio, en el jardín o en la iglesia de
Atemajac aunque lloviera.

La fiesta en Atemajac se sigue realizando durante nueve días, permanece como el


encuentro natural de los las poblaciones hermanas de Copala, Tacotlán, Mazcuala,
San Lorenzo, Los Tempizques, Hacienda del Lazo, Tesistán, El Batán y la
Experiencia.

Unos de los condicionantes para poder asistir a la fiesta de La Asunción en Atemajac


de Valle, era el concluir el beneficio de los cultivos; que el maíz tuviera su segunda
escarda, que el frijol permaneciera limpio y trepando en la milpa, a su vez que las
plantas de calabaza criolla iniciaran su floración. En fin, cacahuate, pepino, bules
otros cultivos deberían contar con el mínimo indispensable para fructificar antes del
“quince”.

La siembra de frijol denominado “cuarenteño” debería estar concluida, de tal forma


que si el temporal no era bueno se asegurase cosecha de este alimento inseparable
del maíz. Su característica es que no produce guía por lo tanto se siembra solo, es
bueno para su cosecha en ejote a los cuarenta días de nacido, reclama menor
cantidad de tiempo y agua.

A esas alturas del año que eran de las más difíciles podría colectarse un gran ramo
de las hermosas azucenas silvestres para venderlas en la feria de Atemajac o reunir

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
hongos comestibles para un buen guiso con huevo, ya que para entonces, los
elotes no están en su punto.

Llegó septiembre

En septiembre, los cultivos de maíz comienzan a lanzar sus jilotes, la floración del
frijol y la calabaza están en pleno apogeo, mientras que los pepinos ya se disfrutan
en las mesas de los ixcatecos. Antes de ese momento y ante la falta de maíz y frijol,
los quelites, verdolagas, pápalo y otros vegetales suplen los alimentos
convencionales, combinados con un vaso de leche bronca, guayabas silvestres y
hasta abuilotes. Es tanta la necesidad que, las ardillas, tejones y hasta los coyotes a
falta de gallinas le entran a los elotes.

Ciertos días son dedicados a la localización del ganado en los potreros, a la marca y
traslado de las nuevas crías de tal forma que al mezclarse en los agostaderos
comunes no se confundan. Antes era más común que alguien se llevará una
muchacha, claro está con su pleno consentimiento, a que se perdiera una cabeza de
ganado, ahora los papeles se están invirtiendo y el abigeato supera las fugas de los
novios.

Septiembre día 8, se saca una imagen de la virgen del Rosario en agradecimiento


porque llovió o para pedir que llueva; la llevan hacia los cuatro puntos cardinales,
“Los Planes”, “San José”, al “Pie de la Cuesta” y “La Mesa”.

En los últimos días de septiembre al “Señor de las Aguas”, de las que hacen brotar
el maíz, el frijol, el cacahuate, la calabaza, se le organiza un novenario que incluye
misas y guardias permanentes, para ello se integran equipos de hombres y mujeres
para distribuir las tareas diarias.

Grandes milpas con elotes desarrollados, adornan el féretro del venerado en la


iglesia. Durante el novenario se hace guardia y procesión alrededor del pueblo para
que interceda en la terminación del buen temporal.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ixcatán es más viejo que la celebración de la independencia, pues ésta tuvo su
inicio a principios del silgo XX, más desde su institución no se ha dejado de
conmemoriar durante más de un siglo.

En Ixcatán la celebración del inicio de lucha por la independencia es obligada, sólo


que de la historia y las reivindicaciones sociales ha quedado poco, previo al 15 y 16
de septiembre se eligen las candidatas a reinas de las fiestas patrias, vienen los
bailes y rifas para sacar el dinero del vestuario de las elegidas y otros gastos.

El 15 de septiembre por la noche se lee el acta de independencia, con todo y una


tupida balacera, vivas a la virgen de Guadalupe y a Fernando VII, como hace dos
siglos. El grito lo hace el delegado municipal luego de coronar a la reina de las
fiestas patrias y sus princesas.

El día 16 de septiembre el desfile lo encabezan los ejidatarios con todo y escolta, las
fuerzas vivas ixcatecas, los estudiantes y el pueblo todo que les acompaña, de tal
forma que pocos son los observadores. Más tarde vienen las suertes deportivas que
se organizan como el “palo encebado”, el “gallo enterrado”, el “comal tiznado”, la
sortija, el torneo de fútbol y el baile que hace medio siglo se hacía con tambora hoy
desplazada por grupos norteños o bandas de viento.

El día del mero patrón

Aunque el tamaño del santo no dice nada, sino los beneficios que reporta a su
creyentes y la veneración manifiesta, San Francisco de Asís es el santo patrono de
Ixcatán.

Fueron los franciscanos quienes adoctrinaron a los naturales tecuexes, tochos y


cocas que habitaban la barranca entre 1530 y 1580 luego del brutal sometimiento
español, así lo revelan las evidencias documentales y la sobria construcción del
templo de una nave dirigida por los religiosos y construida con sangre y sudor
indígena.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
En las comunidades indígenas el sostén de la fiesta depende de todo el pueblo.
Así previamente son nombrados los responsables de reunir e invertir los recursos en
los arreglos del templo, la contratación de la música, la preparación de comida, y la
búsqueda de los mejores coheteros y hacedores de toritos y castillos.

La danza es indispensable, se presenta el día 3 de octubre por la tarde noche y


durante el día 4 de octubre, esta jornada dancística local, además de ser una
veneración a San Francisco, funciona como prueba para el duro trayecto de la
romería de la virgen de Zapopan el 12 de octubre. Toman parte dos danzas de
flecheros: una, la “San Francisco Ixcatán” que dirige el maestro José Venegas
Chávez y otra la “San Francisco de Asís de Ixcatán” que dirige y representa el
maestro Julián Juárez.

Así lo cuentan los abuelos

Ejido, comunidad indígena, avecindados, todos unen sus tostones para hacerla en
grande con música, comida, castillo, torito, misa, arreglos para el templo, danza,
procesión y el baile por la noche, con su retahíla de “dianas” a los que cooperaron:
“una diana pa’ Chalío Larios, José Ruvalcaba, Matías Salazar, Emeterio Venegas,
para “El Paisa”, para Nicho Casillas, Cleofas Hernández y Ruperto Saldaña”. “El
cafetal para Indalecio Venegas y Emeterio Venegas. “Esto lo pidió Juan Polanco y
dice así”--. Ahora como todos se sienten dueños de la música, es común que se
escuche: “¡músicos trompas de hule, sóplenle que para eso se les paga!” o “qué
barbaridad, a estos músicos en puro afinar y miar se les va la vida”.

En la fiesta y en plena misa, no falta el niño que le pregunta a su mamá con voz
tronante "¿qué hace ese señor barbón allá arriba?" refiriéndose a Francisco de Asís.
La algarabía que genera el torito primero y luego el castillo, hace que la emoción
salga sobre quienes resultan perseguidos por un “buscapiés”.

Se hace comida para todo el pueblo, en grandes cazuelas con mole, sopa de arroz,
pepián, tortillas recién hechas, frijoles, todo en bastedad, y no falta uno que
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
abusando de su buen comer, la prisa le toma desprevenido y no para hasta
llegar al “arroyo cagón” o en algún cocuixtlal cercano, pues no había dónde hacer
nuestras necesidades.

Sin importar en que día de la semana sea el cuatro de octubre, al siguiente


amanecer como si fuera san lunes. No por nada, es San Francisco de Ixcatán,
Comunidad Indígena San Francisco de..., Ejido San Francisco de... Danza San
Francisco... sin contar todos los panchos y panchas de la comunidad.

A San Francisco se le deben muchos favores, debido a ello le confieren un poder y


prestigio superior a otros santos y hasta al propio jesucristo, “cuando apenas hubo
brecha en Ixcatán allá por 1959, un grupo viajaba en un camión de redilas propiedad
de Ruperto Saldaña a la altura del “el placer”, la brecha era angosto, el suelo estaba
fangoso, de pronto se inclinó al precipicio de la barranca de río Santiago, un alfarero
de nombre Emigdio Calamateo aclamó al “señor de Teponahuasco” su pueblo
(Cuquío), en tanto, Daniel Ruiz de Ixcatán, sólo atinó a decir: “San Francisco de Asís,
ayúdanos que tú también los tienes en tu lugar…”.

No faltan de día y noche los malos entendidos y más de algún agraviado, con un
tranchete en mano dirá: "éntrale pendejo que al cabo, este pinche cuero no lo quero
pa' tambora"; o la bravuconeaba, en cierto modo cuidadosa que lanzaba un célebre
ixcateco que a todos nos divertía por su contenido y forma, aunque nadie se
acercarse al que con machete en mano y rayando las piedras que hasta sacaba
chispas, gritaba: “jay jay jay jay… ya llegó su mero padre cabrones, ¡chingue su
madre medio mundo!, (señalando hacia donde no había nadie), de aquí pa’ allá, ay
va la raya”.

El día de los muertos

En la víspera del día de los muertos, la noche refresca la barranca, y los que
participarán en las "Mulas", se aprestan a juntar la gente.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
“Las Mulas” son una representación itinerante nocturna de niños y adultos.
Esperan que la noche se profundice para agarrar la familia en casa, sobre todo a los
jefes. La chiquillada va adelante pidiendo el muerto a su modo, la gente sale y les da
cacahuates, calabazas, pinole, dulces y galletas, pocos entregan dinero.

Para entonces, el halowen no ha llegado todavía. Ni el nombre es popular. Los


personajes que participan son las mulas, los arrieros y ladrones. Los muertitos son
testigos mudos de la representación deambulante y nocturna.

La trama se desarrolla casa por casa, las mulas son los niños que cargan lo que se
va recolectando y los arrieros que les van ordenando “bailar de pedorrito” así como
el moderno gallinazo para pedir pa’ el muerto. Otros la hacen de ladrones o bandidos
que pelean por el control de los reunidos. La acción termina alrededor de la media
noche cuando en el panteón municipal se reza el rosario, se prepara café que se
deleita con pan y galletas.

El dos de noviembre, como en todo México, se visitan las tumbas, se les reza y
colocan de flores.

El respeto a la muerte, la osadía de dibujarla y la sátira política en torno a ésta,


reafirman que la muerte es más popular que el mismo diablo.

Las pastorelas

Noviembre se va como de rayo, ya las pastorelas inician los ensayos, el cuerno de


res hecho instrumento suena al pardear la noche y uno a uno, van llegando los que
representan a Bartolo, Ermitaño, la Gila, la Dina, los Diablos, porque el 24 de
diciembre, será el ensayo real.

Hay tres libretos de tres distintas pastorelas, la de la Tía Manuela (+), Tía Gregoria
Larios (+) y la de Margarita Ruvalcaba (+). Las tres pastorelas se parecen en la
trama aunque los personajes son diferentes, por ejemplo la pastorela de la Tía

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Gregoria tiene tres diablos y una diabla la tentación. La pastorela de la Tía
Manuela tiene cinco diablos, ambas tiene los personajes: ranchero, ermitaño y vato,
en tanto la pastorela de Margarita Ruvalcaba no tiene ranchero, pero tiene
“tentación”.

Los atuendos de los pastores son españolizados, más hay la idea de mexicanizarlos,
aunque a decir verdad a los diablos se les puede dejar así, al cabo que ya están
condenados y todos los días en los ensayos, el Angel los hace caer a sus pies
postrados.

Ángel Miguel: En el nombre de Dios atrás impío, por qué tratas de impedir
que a Belén vayan estos hombres sencillos que han es cogido el Dios
excelso para que le reconozcan y le amen y le ofrezcan sus obsequios.

Luzbel: Oh Miguel que gran tormento hemos sentido al momento, ya no


tenemos licencia del eterno de poner al hombre tentaciones, ni inclinar sus
pensamientos. (Pastorela de Margarita Ruvacaba)

El trabajo de los pastores es arduo, ensayar más de un mes, acostar todos los niños
de los nacimientos, cantar en el templo, atajarle al pozole, tostadas, ponche,
tamales, atole; en los maltrechos estómagos de los personajes, ya no cabe más y
para acabarla, el "ranchero" los levanta temprano a cantar pero, si este se queda
dormido, el aparato digestivo casi siempre hace al pastor madrugar.

El niño Dios se acerca, los niños se desvelan inútilmente, los papás cada año
ensayan nuevos escondites.

Ya se oyen los cantos de los pastores, juguetes nuevos están en manos de los
niños, antes se compraban en la tienda de don Juan Saldaña, los grandecitos, se
auto consuelan diciendo, “a mí ya no me trae porque el año pasado descubrí que los
papás ponen los juguetes” pero a mis hermanos yo no les digo.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Como parte de las pastorelas está “la toreada” el 6 de enero. Es un acto que
acarrea gente. El violín toca para iniciar la faena, los toros-diablos raspan el adoquín,
antes sacaban polvareda, la tentación es una vaquilla, pero más peligrosa porque es
el diablo en forma de mujer.

Tentación: No, no es posible sufrir tantos baldones, yo hará cuento sea posible
para poner al hombre tentaciones, lo atraeré, con mi gracia y hermosura, lo
inclinaré a los vicios y pasiones de la presa impía, de las ocasiones, de las
malas compañías, escuelas negras y diversiones y los siete vicios con finura
infundiré en sus corazones y ahorita con ternura empezaré con el más vil de
estos pastores y después, continuaré con los demás, estar alerta ¡oh Satanás!
voy a empezar con mil amores; (dice al Ermitaño) Pobrecito de ti viejito
arrugadito, compadecida de ti, te doy la mano, qué estás haciendo aquí querido
anciano, tan consumido y acabado, no es propio de los santos el decano el
estar aquí encorvado. (Pastorela de Margarita Ruvalcaba)

El ranchero ensaya sus piales, amarra, tumba, el corral humano con todos los
pastores es débil y los chamucos se van con la complacencia de muchos y se dice
uno a sus adentros, como no va a existir el diablo si todos lo apoyan. El violín toca
notas de la fiesta brava.

Los aguadores del recuerdo

Es de mañana, la gente se apresura a llenar sus cubetas con agua del manantial de
la presa, todo suena en el camino, Lencho con su "burra" de madera lleva ya tres
viajes, que para ganarle a don Chuy y Pánfilo, inició a las cuatro de la mañana. Los
primeros viajes se los llevó a doña Petra la mujer de Pancho Hernández quien
además le da de almorzar.

_No creas aquí como no tenemos agua de llave se le sufre, pero a las muchachas
les gusta venir cántaro al hombro porque es una oportunidad de ver a los
muchachos. -“Si los callejones supieran hablar cuantas cosas tiernas habrían de
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
decir, de los cántaros que se fueron ahí a destruir, de los suspiros, arrancados
en ese lugar”. Todo está ahí, guardado en las rocas, al pie de los grandes árboles,
sólo esperando a que alguien les hable.

Ahora ya tenemos agua en las casas, don Chuy y Lencho ya murieron, Pánfilo por
ahí anda.

El agua viene del Rincón, La Presa y la Soledad. En las casas aún se usan los
cántaros, solo que estos ya no se pasean, ni escuchan secretos de amor; su
posibilidad de vida ha aumentado, como la de los mexicanos. Pero allá en
Teponahuasco de Cuquío y Tacotlán, hacen pocos cántaros, ollas, cazuelas y jarros;
los Calamateo envejecieron y los descendientes no practican mucho el oficio,
vivimos en la era del plástico.

En los pocos jarros de la cocina se sigue guardando la morralla, no toda, pues ya


tenemos Caja de Ahorros en la Comunidad y los centavos están trabajosos.

La avanzada un juego de pelota

_Ya no quisieron admitirme en el juego, porque no traje los pezones de calabaza que
me tocaban, además que porque estoy pequeño.

La avanzada es un juego antiguo que antecede a otros juegos de pelota en Ixcatán,


es accidentado, lo jugamos alrededor del pueblo. A cada uno le va tocando su turno
para golpear la bola, hay dos equipos el que tira hacia un lado y que lanza al
contrario; la improvisada pelota de pezón de calabaza criolla, se golpea con un
garrote de buena madera, que no se parta y de punta boleada.

_Lo juego desde chiquillo, apenas me acuerdo. Unos tiran para un lado y otros al
contrario. Descalabrados hay pocos porque se tiene cuidado, es un juego de
grandes que recorre las ocho cuadras.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
La pupa para toda ocasión

Se puede jugar en el cerro, en la casa, en la escuela, en el camino cuando se


descansa, en el barbecho.

Con solo unas piedras y las manos. La verdad, yo no conozco juego más entretenido
sin tener que correr, gastar dinero o un gran patio. El siete, la pupa; con una mano,
con las dos, vaya que agarra uno buena habilidad. Hay quienes cargan ya sus
piedras en el morral.

Ya poco se juega con instrumentos tan fáciles de conseguir en el rancho, uno que
otro juega a la rayuela, a las canicas, al balero y al trompo. La era de los satélites y
las regiones virtuales acabaron con la imaginación de grandes y chicos.

Para jugar con el “trabuco”, basta un pedazo de alambrón, un trozo de rama hueca,
de esas que dan tripas y bolitas de copal y a tirar bolazos. Truenan como escopetas,
pero no dañan. Ya las ganas de hacer juguetes se acabaron. Los niños prefieren sus
R15, AK47 y otros juguetes bélicos de plástico. Ya ni las pistolas de agua les llaman
la atención.

Del trompo a la televisión

Los trompos los hacemos de madera de guayabo, de mezquite o de otros árboles,


son toscos y macizos, pero ya hay de plástico y no atraen tanto a los niños.

Un día de 1968, me buscaron para contarme que llegó una caja que apendejó a
medio rancho, que salían muchos monos que hablaban, cantaban, se besaban y
hasta mataban por gusto.

-¿Y cómo se llama eso? Pregunté: es la televisión y está en casa de Juan Saldaña,
cobran un cinco, solo agarra un canal el seis de Guadalajara, pero ese nos ha
robado el sueño y la tele es la culpable de que los becerros y bramen y bramen
porque quieren comer.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ahí vimos, las olimpiadas del 68, la primera ida a la luna en 1969; el mundial de
futbol de 1970.

Ni lo creo aunque lo veo. Ya José Avelar, desde la primera noche de función, le vio
por atrás a la caja llamada televisión y no encontró nada, puros botones.

No cabe duda la caja esa, nos desvela y tiene apendejados. Eso lo platicábamos
hace más de cuarenta años, ¿qué ocurrirá ahora que hay una caja de esas en cada
casa?

Las comidas

Las comidas iniciando enero con el chile de guaje, guajes con huevo, guajes con
frijoles, tortas de guaje, retoños de guaje y hasta por esos días, soplan vientos
interesantes porque viene febrero.

Los cocuixtles en agua fresca, en almíbar, tepache de sus cáscaras. Zapote prieto
como postre. Lolos de guamuchil, ciruelas deshidratadas, cajeta de mango. Atole de
ciruela tierna, y otras que se escapan.

Los quelites de temporada en varias recetas, los jápites crudos, las verdolagas en
mole, con huevo, con limón y sal. Las flores de "San Juan" con arroz en leche, el té
de limón silvestre, los abuilotes, negritos, tempisques, guayabas, pasto tierno, todo
se come cuando hay hambre y se trabaja mucho.

Conocedores somos los campesinos de plantas alimenticias, curativas y venenosas.

El pepian de semillas de calabaza, el esquite, el pinole, las gordas de horno, la birria


hecha en pozo, las gordas gruesas y todas las recetas de la carne de venado (los
frijoles) o carne matada a palos. Los calditos de pollo para los enfermos, el atole y
los panes de fin de novenarios luctuosos. Las carnitas que vienen de tradición desde
don Próspero Venegas, Ángel Casillas, Lupe y Nicho.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Culto Religioso

La filosofía de las comunidades indígenas ha sido mezclada con la religión, somos


un pueblo tradicionalmente creyente, ya antes de la llegada de los españoles.

La iglesia se inició en 1691. Una cruz testimonio de una misión franciscana está a la
entrada, según Tello la re-fundación de Ixcatán, fue en 1580. La campana es como
pocas, de sonido muy claro y fuerte, que por haber estado enterrada varios años.
Las mujeres tienen prohibido tocar las campanas de la iglesia porque es de mala
suerte. Y por eso, puros campaneros ha habido, Agapito Rico, Gerónimo Ruvalcaba,
José Ruvalcaba, Jesús Ruvalcaba, las mujeres tienen vetado eso, no así impartir
doctrina, organizar la lotería, hacer las posadas, las pastorelas, kermeses y múltiples
actividades.

El rosario en las tardes, la misa dominical, las pláticas de los cursillistas, es la


cotidianidad haciendo historia. Cantantes de actos religiosos se han formado y hasta
la fecha no hay quien pueda suplirlas, Matiana Salazar, Lupe Venegas, Graciela
Conteras, Amparo Lomelí, Rosa Larios. Ni pensar el día en que la escuela de canto
religioso se caiga porque, el relevo se ve lejos. Ya los que cantaban el alabado en
los velorios se han ido: Pedro Valle, Agapito Rico, Rogelio Juárez y otros ¿quién
levantara la bandera?

Réquiem por Agapito Rico.

Lo extrañaremos, ya no oiremos las agonías desde la iglesia, su triste repicar, su


tintineo lento y melancólico, no se escuchan. Las campanas por él ya no sonarán.

Los "cóconos", perdieron a la muchacha enamorada de piernas flacas. El novio


llorará su ausencia por la eternidad. Ya no habrá a quien robarse. Los guajolotes o
cóconos de largo pico y cobija no encuentran a la muchacha su inspiración principal.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
La algarabía de la lotería, el griterío de chiquillos y el singular anuncio de
Agapito se ha perdido, el lugar ha quedado hasta que una nueva voz llegue a ocupar
el vacío.

Dejaremos de ver su esbelta figura envuelta en un cotón negro, el "toro" jamás


volverá a cornear a los tastuanes, moros y santiagos. Los 24's, 25's, 26's y 27's de
julio de cada año se han perdido de una figura. Agapito ya no estará en la farsa, enla
jugada para medir las calles, para pelear bravamente con el Santiago y pedir "mole",
el tategua, tagualile potonqui ya no saldrá de su boca.

Las pastorelas se han quedado huérfanas, el ermitaño con su máscara de frente


amplia y cotón a cuadros nos ha dejado. Ya otros le tomaron la delantera. Ya no
regañará al Bartolo, los diablos dejarán de perseguirlo. Los pastores se han quedado
sin los consejos del anciano, sin la voz de la experiencia.

La danza no contará jamás con un moreno que, a sus setenta y tantos años,
mantenía la alegría y el empuje juvenil, el chiquillero tras de él ya no correrá.

Las mulas de la noche del primero de noviembre se han quedado sin arriero, sin
guía, ya no bailarán de "pedorrito", la cafeteada se ha suspendido en el panteón
viejo y el reparto de calabazas, cacahuates y galletas será triste.

Las tierras de los huacazoistles extrañan sus visitas, no habrá producción de más
cosechas de maíz y frijol. Esas tierras pedregosas añoran el tintineo del balancín, el
grito de su dueño. El sudor de quien por mucho tiempo las hizo crujir para obtener el
alimento anual.

Los huaraches, sombreros, máscaras, rosarios de pezones de calabaza y otras


vestimentas quedarán solo como un testimonio de lo que él sabía hacer en pro de la
tradición.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
La historia no se regresa, el alcance de nuestras vidas es corto, nuestro, paso
por el mundo es breve. Agapito se fue para no regresar, salvo para jalarnos los pies
de vez en cuando. El como muchos, le tenía respeto a la muerte, pero amaba la
vida, amaba la iniciativa, amaba la organización comunitaria, odiaba el egoísmo.

Ya entre nosotros una leyenda comienza a recorrer la barranca del Río Santiago,
Ixcatán está de luto, la costumbre y tradición de nuestros antepasados ha perdido
uno de sus mejores exponentes del último siglo.

Ixcatán ha perdido un gran hombre, Agapito Rico, descansa en paz.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
FUENTES

Repositorios

Archivo particular de Ma. Dolores Larios Venegas, “testimonios patrimoniales de


Cesario Larios” 1856-1858 y Refugio Larios, 1928-1935, Ixcatán, Jalisco.

“Coloquio de la Danza de los Tastuanes (1884) Idioma Tocho Mexicano”,


Comunidad Indígena de Ixcatán. Versión paleográfica de José Casillas Martínez,
contrastada de la versión de 1947 de Agapito Rico, noviembre de 1985, Ixcatán,
Zapopan, Jalisco.

Comunidad Indígena de Ixcatán (1994). Archivo de 1935 a 1994, Ixcatán, Zapopan,


Jalisco.

Pastorela Tradicional de Margarita Ruvalcaba (1996). Ixcatán, Zapopan, Jalisco,


versión de Ma. Cruz y Ma. Guadalupe Martínez Ruvalcaba, Comunidad Indígena de
Ixcatán, Zapopan, testimonio que corresponde al año 1950.

Título Virreinal de Ixcatlan 1696 - 1707, testimonio del año de 1818 - 1819, (versión
paleográfica de José Luis Razo Zaragoza, 1967) Archivo de Instrumentos Públicos
de Guadalajara, Jalisco, Comunidad Indígena de Ixcatán, Zapopan, Jalisco.

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(1968), Diario Oficial de la Federación, de fecha 18 de septiembre de 1968.
Gustavo Díaz Ordaz, Presidente de México, 3 de noviembre de 1968. INEGI,

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México.

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Entrevistas

Entrevista con Apolinar Venegas Avelar y Silvino Juárez Juárez, realizada el 12 de


junio de 1997, José Casillas, Ixcatán, Jalisco.

Entrevista con Dionisio Casillas Larios, realizada por José Casillas en diciembre de
1994, Recuerdos de las Conversaciones con su Tío Abuelo Francisco Hernández
Padilla que nació en Ixcatán alrededor de 1879 y murió el 19 de enero de 1969.

Entrevistas:

A continuación se enuncia a todas las personas con las que se platicó entre el 20
de septiembre y el 28 de octubre de 1998. Es posible que algún nombre se me
pase. María de Jesús Lomelí, Federico Polanco Isidro, Juan Polanco Isidro, Rafael
Ruvalcaba Iñiguez, Isabel Martínez Ruvalcaba, Rosa Larios, Graciela Larios,
María Inés Martínez, Cruz Martínez, Dionisio Casillas, Cayetano González,
Alfonso Venegas, Jesús Larios, Isidora Vázquez, José Ruvalcaba, Consuelo
Cuarenta, Apolinar Venegas, Dolores Hernández Venegas, Simona Polanco,
Jesús Velázquez, Francisco Celis, Martha Guerrero, Roberto Larios, Humberto
Cervantes y Sofía Casillas.

124
Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Anexo 1.

COLOQUIO DE LA DANZA DE LOS TASTUANES I884, ICHCATLAN, XALISCO

Versión paleográfica de José Casillas Martínez, junio de 1986, con ayuda de


Agapito Rico.

“Luin ami tirinca ipe como amatitanese, como amopiltes, como amopiltontles, como tene Dios
sin compa como amosigüia, la pilgua lloca de tegría modoy mosintlin inisigüi, porque solo
Dios; solo teguatle so mochintin.

(Dice):

Señores como amanecieron, como tiene Dios incapa, como están de salud, como amo pilsa
como está tu esposa, como amopose, como están tus hijos, moiltle esta homosomo
mopilguayoca y todos los de su casa. Pues qui deste catias, tacale de caica que tispalin, que
tapite vescamatle tispaneguatle homosomo teuatle y tegualtelo. Cuaye ho hamo cuaye
tastuan totastoca tliseguatle cigua mostla isneme teponostica, cuaye sin puay, ho cuayunca
tepnostica.

Hamo qui, teno buen itecua y mayistle, para que puede que hamo que hoquistase con
mochonteco istolo, los tepichitos y popochis, amo qui con tesayota:

(Esplicación):

Desde acatias tacate, deve ver amigo alto, hay de campo quitispalín, que anda haciendo en
este campo, si usted en este reyno, es hombre desconocido, qui tapite bescamatli, usted se
anda comiendo, se anda robando lo de nosotros y dejando a nuestro Reino en un pereser.

Tispanes teguate momo, ssomo teguatle, se ba komo, se ba o mando que le maten; cuay ho
homo cuaye, te cuadra o no te cuadra; sino homo qui tiso peye maquistle; sinó mando que te
asonten las nalgas, tatuan totastoca. Estos que aquí estan, es mi fuerza tlisiguatle, segua
mostla, horita se va ud. de aquí, porque es mucho lo que me a enfadado; isneme
teponostica, cuaye simpuay no cuayunca teponostica; y se que es mucho lo que mortifica,
cuele para su país, ho mando que lo maten horita; tecuan y maquistle; traín buenos

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machetes, para que te tumben la cabeza; guistuirinas las ormigas, mochonteco la
cabeza, istolos tepuchito los hojos chiquitos, poponchis inchadas, tesayotas las lagañas.

(Para pedir vino)

Habiamos haber tantito, iscomel chocolate para camantes, istlancos porque amo. Que entre
mas quimaca, mas quemeneque, mas ysmolinia mostlancoisca. Habiamos haber tantito;
imiscomel chocolate, haber señores, me acen favor de darme tanto bino para camantes
istlacncos, camantes los labios, los dientes, porque hamo aqui que entre mas ismolonia
mostlancoisca, mas hasta lo reboleo en la boca para dar las gracias.

Dios imo tastaguis, hamo qui con cosqui matotenquillo, Dios macatenquillo, Dios tlestis, Dios
y mi tastague, Dios se los pague, hame qui concosqui matontenquillo Dios tlesti, sea en esta
casa Dios tlesti. Dios les de mas.

Para despedirse; ya iniguala hasta mostla, ya hono mosomo, inigua teguate atrotli, Dios
imispias itacate; no se lebante señor, estése ud. sentado.

(Para pedir de comer)

Abiamos aber, iniqui tacaye, porque amo que quilla flatesuca, amo qui nicuilispa ini,. abiamos
aber inequi tascaye; aber señores, denme de comer porque lla flatechuque, que tengo ambre
inicuilispas,, estoy cansado tlisentli, ya hasta me quiero sentar.

Pues aviamos aver, que buen techonteco, buena hamapolo, dice, buena pomera, buenos
istollos, dice, buenos hojos, amo qui bisicana, buenas clinas, buenas sisnacas, buen osico,
buen cuaualin suchite, buen cabayo, buen tegualilo potonqui, buen Santiago, buen sillantres,
buana silla, buenas albestranas, buenos estribos, amo qui buen galanote, a costas de los
bienes del rey y precidente satanás,

Pues abiamos aber amunca sin alborotaros a tesco y teguate amo que un tlapospolio para
mis camantes, Istlancos para que puede que homis nemis topanostica.

(Esplicación):

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Muchachos no se alboroten, ni ustedes ni yo, denme un sigarro para andarmelo
fumando con mi boca mis labios, mi lengua y mis dientes y para paciarme mas agusto.

Hanita penilitlamo inqui posenti pocheatle, in macuille yeca yecatli, gúerita cuanto la quiero,
quisiera que su corasón, que usted tiene, no lo regalara. Le be homi yei hagui, macuile y
chicuase.

Dice el rey:

Abiamos a ber tatuan Barrabas, sigualanica a la presencia de precidente, para que puede
que hamo qui descargaras todas las confiansa en tatuan Barrabas, pero amunca istlacatini ni
amunca planelo, porque sino, se nayca mitamachigues, sino nico neguate motoncia porque
amo quiteno buen tecua y maguistle para que oquitase techonteco ini.

Pues amo qui, bien registrado el castillo de sentro a tierra, amo qui bien afianzado el castillo
con ilopita hasacamecate y atoto mochi amo qui bien itilinia para que puede que tesco y
teguate y todo el personaje para que tlasinpase de analco y ha teotanalco para que analco y
ha teotanalco para que ya tesentlati ini.

Pues sayo caisca:

Pues aviamos a ver a mi sarjento mayor, turco baleroso, rabioso y generoso ystlayacano,
sayo caisca, brevesito para que pueda tatuan y tastoca, dar una bueltesita al derecho y al
revés, porque amo qui entremas quimaca mas quimeque mas isisasuare, guisguislana lla
hias para campa ine porque na te da lla tepalispa, lla tonali porque amo que lla sentlapoli, lla
chimpa y lla nias hasta mostla.

(Esplicación:)

Abiamos aver, dice, haver hombre, ben aca a la presencia de tu sacarrial majestad tu que
eres homvre de vien, para que pueda yo descargar todas mis confiansas, pero no me andes
engañando ni me andes contando mentiras, porque sino sanaisca mi tamachigues, dice, ami
no me gustan que me traigan chismes, porque sino me enojo y entonces, motancua dicen,
mando que te maten con buen tecuan y maguistle, tengo buen machete afilado. Amo qui
para ho quitace techonteca ini; dice para mandar que te tumben la cabeza por enbustero;

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
(Esplicación:)

Pues amo, que registrado el castillo de centro a tierra, dice, pues anda con despacio mirando
el castillo que esté maciso, el castillo con ilopita asacamecate y atoto mochi, amo qui bien
itilinia, dice, que este caigamos y bién itilinia, que este bien afiansado: Personaje dice, para
que pueda pasar yo y todo mi acompañamiento de analco y hatestanalco, para que pueda
pasar a mi tibunal atesentlati ini, a sentarme, pues sayo caisca, guisguilana; dice, anda bete
porque se nos ace tarde lla nias para compa, ini; dice, bete al campo a trabajar, porque ya
teota ya iniguilispa,

Dice:

Porque lla el sol ya setlapali, por que ya bonali; se nos ace tarde; biene el garrabas y le da la
misma razón; lla bién registrado el castillo, y luego, manda al aberrugo con la misma rasón.
Aviamos a ver tatuan aberrugo sigualanica, a la precencia de precidente satanás.

Amo qui bién bién rejistrado el castiyo, de dicho arriba, llama al anás sigualanica con la
misma rasón.

Estando arriba en el castillo, manda el garrabás con el Santiago y le dice, abiamos aver
tatuan garrabás sigualanica a la presencia de presidente Satanás, por más de balor tonchia,
para que amo qui bien registrados los potreros de señora san umpa umpa. De mis de Sanqui
yo qui vuey y montaño coligria, hamo qui si vuena rasón sierta para que pueda darte algún
premio merecido, de maguastica los riales para la mosigua, de tegua ho de mosomo
teguatle; cuaye homo cuaye que toa tegriate y sayo caisca guisguilaña, lla nias para acampa
ini.

Biene el garrabas de con el Santiago y da la rasón al Rey y dice:

ya aguise tepete, lla aquise tepetosco y hoquise hojo de atle, ya mistlacha tenoyua nistlacha
tlaute desdenica hasta nepa y de peapa sta melauca, pero mala rasón quitoa, porque ya
moche manadas, ya mochi borregadas, ya hotami asta el cuagualin de sigua, con tanto lo
sosoyocome yo quiscoscoque.

Esplicación

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Ya oquise tepete, dise, ya vi los arroyos, ya ho quise tepetosca, la cueva en donde
avitan los ganados, ya hoquise hojo de alle, fui al hojo de agua en donde veve el ganado, ya
nistlacha estenco ya no hay nada de ganado, ya nisglanchoa taute, desde nica es un serro,
hasta nepa lla vide el otro serro ya mochi; mamadas ya mochi borregadas ya no hay nada de
cabayos, ya an muerto con tanto sosoyocome, tienen un abujero grande, por el fundillo le
sacaron todas las tripas, yo quiscosqui, yo lo vide.

Esta misma rason, le ha de dar al Aberrugo, y al Anas, luego buelbe a yamar al garrabas
para que baya a trair preso el Santiago y le dice el Rey,

aviamos a ver tastuan Garrabas sigualanica a la precencia de presidente Satanás, por más
de balor tochia, para que puede que yo bencer la batalla de tegualili potonqui y a totolope
amo qui con tanta lanseta tepitona, porque tengo rasón qui ya nochi madamás, ya mochi
borregadas que ya atami hasta el cuagualin, desigua en tanto sosoyocome yo qui coscoqui
por eso amo, qui la ystlamampia porque puede que hamo qui tagualilo potonqui bien atilinia a
la presencia d precidente satanás, para que puede o quitase el perjuicio anoramal anqui
tepule al acompañamiento de tatuan garrabás, pues saya caisca guisguilana ya nias para
campa ini tagaualilo potonqui es hombre desconocido aqui en mi reyno.

Tanto lanseta tepitona, tata cola arrasstrando istlamampa de justicia, bara que pude para
que traigas preso ese hombre tagualilo potonqui, bien tilinaias me lo trigas bien amarrado al
precidente santanás a la precencia de sacarrial majestad, para lio quitase el perjuicio anora
mala para que se mate ese hombre porque es mucho el daño que me ha hecho tetopile a la
acompañamiento ausilio a que me bayas, aprende ese hombre, pues sayo caisca
guisguilona. Bayanse y no se tarden, bayanse al campo a trabajar y lo train preso;

Sale el Garrabás solo y le entrega la bara de justicia y le dice:

amo qui tegualilo potonqui bien itilineas el Rey le dice, tlacin pase el garrabas, Dice que
pase.

El Rey le dice:

Chino alvortoros, ini demonio amo que teno rason, que ya antami manada ya atamo
borregadas ya atami el cuagualin de sigua, amo qui buen siguatero como todos los diablos
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
amos quei buen galanote acostas de los bienes es precidente satanas; amo qui buen
techanteco buen amapoloa pues quien diablos tentis nemis, achino arimaros, para que
puede de dos otros palabras destinaros los negocios que pretenderoz ini, dicelo, bengo por
mandado de Dios y de Marìa Santisima.

Le dice el Rey:

Chino, retiraros de mi demonio hamo, qui bien mal ablado, mo todos los diablos, amo qui
buen siguatero buen ladrón, qui buen galanote bien plantadote acostas de mis bienes.

A costa de lo que has robado amo qui tenchanteco, buena cabeza para mochartela, buena
amapola, buena plumera, pues quien diablos tentis pues quien te entiende chino arimaros
alboraotaros, aber todos hariemnse para aca que pronto se arregle este negocio.

El rey le habla al aberrugo para que baya a matar al Santiago y le dice:

Aviamos a ver tastuan aberrugo, por mas de balor tachia, para que puede que a taguallillo
potonqui lla o quitase el perjuicio anoramala con buen tecuan y maguistle nomas amo qui
techonteco a la precencia de precidente Satanas para que a mi qui mocheas el cargo con los
istololos par anai que los tlapospolios. ni la senisa tlagualilo potonqui y lo quitace que vayas y
lo mates y quites ese perjuicio que no puedo nada con buen tecuan mauistle; con buen
machete amolado nomas amo qui techonteco, nomas me trais la cabeza a la precencia de tu
sacarrial majestad para amo qui mochisas el cargo para saber si es sierto que lo mataron o
no con lo istololos para berlos con tos mis ojos para qui amo qui los tlanpospochas, para que
abienten los sesos por los cuatro bientos, y la seniza que se la lleve el biento y que no quede
nada.

Se conclullo este Cuadernito el día 7 de setiembre de 1884.

(En la contra portada): YDIOMA MEXICANO D L A

Ypa tuchi ipa tuichi lla flatichuque ese osepo oposequinte,

ninpoline nitepostostoque, ni flaute mi tepachuyaz.

Ni me presto, ni me doy, solo de mi dueño soy...” Tomás Ramírez / Rúbrica


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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
Anexo 2.

Brevísimo recuento de tradiciones y costumbres de Ixcatán.

Con el paso de los años, gran parte de las tradiciones ancestrales de las comunidades
rurales, han sido sustituidas por los modos y formas de vivir de las grandes ciudades. Estas
han sido cercenadas por costumbres nacionales y extranjeras que suplantan el espíritu
creativo popular.

Esta suplantación de la cultura ha traído no solo en Ixcatán, la pérdida de su identidad, de


sus valores, expresiones, costumbres, practicadas aún antes de la llegada de los europeos.

En Ixcatán como una de las expresiones más importantes, la tradición oral, los argumentos
de las pastorelas, tastuanes y pasos que se siguen en los festejos religiosos y cívicos son
“casi rituales”, se transmiten de generación en generación, la mayoría de las veces sin que
se escriba renglón alguno. En otras ocasiones los que toman parte en los festejos solo
anotan la parte que les corresponde y creo, que ese conocimiento hoy disperso se debe
rescatar, sistematizar y difundir, no es éste el instrumento idóneo para hacerlo, sin embargo
se mencionará lo más relevante.2

- 1º de enero, elaboración de tejuino (miel de maíz) para velar el año nuevo.

- Martes de carnaval, celebración indígena con la representación teatral comunitaria de “Los


Cóconos”.

- 19 de marzo, festejo a San José con novenario, agua fresca y comida el último día en el
barrio del Xochitl de Ixcatán.

- Jueves y viernes Santo, representación teatral comunitaria de la aprehensión, juicio y


muerte de Jesucristo.

- 2 y 3 de mayo, día de la Cruz, camino al cerro, guardia, rosarios, misa y danza en la Mesa
Grande.

2
Se cuenta con las versiones de tres pastorelas, el coloquio de los tastuanes de 1884, de la Judea
(semana santa) y otros documentos que no han sido analizados.
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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
- Abril, mayo y junio, corte de fruta, es como una fiesta porque hay dinero, hay más
bailes, bodas y alimento en los hogares.

24 de Junio, día de San Juan, se hace atole, se manda hacer uno panes grandes en forma
de corona y se consumen en familia.

29 de junio día de San Pedro, peregrinación a la presa para “bañar el santo”, la música de
tambora, violines y redoble acompaña el festejo, por la tarde se realizan luchas “a canilla” y
se dan premios en efectivo y gallos.

- 24 al 27 de julio, festejo anual de “Santiago Apóstol”, mejor conocidos como los días de los
tastuanes, representación teatral de las medidas del reino, la pelea contra el Santiago,
aprehensión y muerte del Santiago, entrega del cargo al próximo comité.

- 15 de agosto, se acostumbra ir a la fiesta de Atemajac del Valle a celebrar el día de la


Asunción.

- 8 de septiembre, peregrinación a los cuatro puntos cardinales partiendo de Ixcatán para


pedir que llueva.

- 15 y 16 de septiembre, fiestas patrias con lectura del acta de independencia de 1810,


coronación de la reina, festival escolar, desfile, fútbol y evento de charrería.

- 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, novenario, misas, baile, comida, castillo y
danza, fiesta patronal.

- 1 y 2 de noviembre, representación teatral móvil (por todo el pueblo) de “Las Mulas”,


historia de arrieros, ladrones y mulas el 1º de noviembre por la noche y el 2 visita al panteón
municipal.

- 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, danza, misa, castillo y baile.

- Noviembre y diciembre, preparación de las pastorelas y representaciones a partir del día 24


de diciembre y hasta el 6 de enero.

- Tradiciones que no pasan ni pasarán al recuerdo:

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Ichcatlan no muere, renace cada día. José Casillas, octubre de 2009
- El trabajo de aguador, arriero, carbonero, leñador, curandero, sobador, matancero,
vaquero, danzante, músico, tastuan, etc.

- Los callejones y la forma de noviar, las cartas de amor, la manera de pedir a la novia, los
regalos.

- Los juegos de la niñez de los abuelos. La avanzada, la pupa, el trompo, el balero, el


trabuco.

- La comidas con materiales e ingenio de la región, chile de guaje, guajes con huevo, con
frijoles, en torta, retoños de guaje como verdura. Jápites, quelites, verdolagas en mole,
pepian, maría gorda, té silvestre, abuilotes, negritos, guayabas silvestres, tempizques y
pitayas.

- Las bebidas tradicionales, tejuino, atole de ciruela, agua de xocuixtle, de mango, ciruela y
guayaba.

- Los postres, esquite, pinole, flores de San Juan con arroz, lolos secos de guamúchil,
ciruelas secas, cajeta de mango, y otros.

Uno de los mayores defensores y propulsores de las tradiciones costumbres de Ixcatán fue
Agapito Rico Venegas, murió en diciembre de 1993, en su honor Casa de la Comunidad
Indígena lleva su nombre.

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