Fundamentos Estéticos y Teatrales para La Propuesta de Un Teatro Participativo

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Asignatura FILOSOFÏA Grupo: 11° Guía Primer periodo

No. 2
11°

Semanas- 8 PRIMER PERIODO


periodo

DOCENTE LUIS EDUARDO JIMENEZ BARCO

FECHA DE 15 de marzo de 2024 FECHA y HORA 25 de marzo de 2024


ENVÍO: MÁXIMA DE ENTREGA

INDICADOR DE Establezco las principales tesis de la estética


DESEMPEÑO:

Nota: resulta indispensable que cada estudiante haga su propia lectura, la comprenda, saque sus propias
conclusiones y plasme sus propios argumentos de las lectura indicada para estas semanas.

Solicito que debes leer con mucha atención el texto que presento en esta guía y hacer tu propia
interpretación (sin copiar a compañeros, sin hacer plagio de internet en tus respuestas) Recuerda que es un
criterio de calificación de tu actividad el que expreses las ideas con tus propias palabras precisamente para
verificar tu comprensión.
Recuerda igualmente realizar tu actividad en el cuaderno y no en archivo Word. Así evitas copiar y pegar y se
demuestra tu esfuerzo, al igual que los mapas conceptuales deben ser realizados en tu cuaderno. Espero
apliques las recomendaciones y éxito en tus actividades
FUNDAMENTOS ESTÉTICOS Y TEATRALES PARA LA PROPUESTA DE UN ARTE Y TEATRO PARTICIPATIVO.

Por Lic. Mag. Luis Eduardo Jiménez Barco

La reflexión y fundamentación de la relación entre arte y sociedad, teatro y realidad social se hace necesaria
en el contexto en que se desarrolla la intervención teatral que propone nuestra propuesta desde nuestra
experiencia e investigación teórica. Cualquier artista u organización cultural que hace un tipo de intervención
sobre determinada población, debe poseer una mirada filosófica y estética que fundamente teóricamente su
quehacer como artistas en contexto. No basta sólo las teorías y técnicas propias del arte específico que
desarrollamos y en nuestro caso teatral, sino esencialmente la base, la razón de ser, la perspectiva del
quehacer teatral y que en este caso cimienta las bases teóricas de quienes hacemos no sólo teatro sino,
además, el ejercicio de generar pequeños o grandes procesos de transformación social a través del teatro
mismo.

Arte relacional para la intervención:


La perspectiva teórica de estética que nos ayuda a establecer el carácter social de la intervención teatral la
podemos encontrar en la reflexión contemporánea que hace el historiador y crítico de arte Nicolás Bourriaud
en su libro Estética Relacional (2008), y que a pesar que tiene dos libros más que ha escrito como
continuación de su propuesta en las que aborda las características del arte contemporáneo en la lógica del
contexto del consumo, nos interesa más este primer texto en tanto que el autor francés aborda los intereses y
características de un arte vivencial como análisis del arte contemporáneo y sus relaciones con la sociedad, la
historia y la misma cultura.
Su reflexión nos ayuda a fortalecer en primera instancia las bases de la intervención teatral desde el espacio
materialmente hablando del arte o donde se expone o produce el arte, pues desde una mirada inmanentista
se evidencia el carácter social de arte y para nuestro proyecto, un teatro social, un teatro de contexto como
plantearemos más adelante sobre la violencia y la memoria histórica en Colombia.

Aportes teóricos de Nicolás Bourriaud


Para Bourriaud el arte es un estado de encuentro. En su idea el arte se sitúa en lo que llama “el
intersticio social”, ese pequeño espacio -según K. Marx- de interacción social que no está en la lógica del
mercado: la obra de arte es en sí misma es un “intersticio social” (Bourriaud, 2008, p.13). En ese sentido
podríamos decir en primer lugar, que el arte en sí mismo es una forma de resistencia a la lógica de la ganancia.
Lo que el arte expone es un modelo de organización, una forma, algo que puede ser introducido a la vida
cotidiana, o algo que puede ser provechoso al espectador, ya no concebido como espectador pasivo, sino
como un ser humano concreto y en contexto social e histórico que interactúa con la propuesta artística.

Por una parte, Lo que queda en el intersticio social diferente a las lógicas del mercado, a las ganancias, a sus
intereses, a sus agites no es el producto el objeto que llamamos obra de arte, sino el tiempo en que se da el
encuentro para vivenciar la obra de arte y por otra parte el diálogo que se da entre los artistas y los
espectadores, su capacidad de construcción de encuentro de interrelaciones humanas:

La esencia de la práctica artística radicaría entonces en la invención de relaciones entre sujetos; cada obra de arte
encarnaría la proposición de habitar un mundo en común, y el trabajo de cada artista, un haz de relaciones con el
mundo que a su vez generaría otras relaciones, y así hasta el infinito. (Bourriaud, 2008, p.13)

Su teoría del arte nos aproxima a lo que pretendemos hacer en la intervención teatral, generar precisamente
la creación de relaciones entre sujetos, alentar al rescate espacios para la sociabilidad a través del teatro en el
contexto de los miembros de una comunidad que extreman las condiciones de la urbanidad; en tanto se le ha
violentado para desestructurar su organización como comunidad, y donde han sido reducidos como
consecuencia de la violencia al miedo a expresar, al aislamiento y la sobrevivencia familiar sin posibilidad de
diálogo con su comunidad.

Queda sentado entonces, cómo este autor nos conduce en su teoría estética de que el arte puede ser un
espacio para la sociabilidad, tan necesaria no solo por las lógicas que en la parte urbana arrastra al
aislamiento, a la falta de encuentro social por el agite de las calles, el tiempo dado a la producción para la
sobrevivencia, sino además que en la Colombia que habitamos en la zona rural, la violencia paramilitar ha
generado el miedo, el acallamiento, y la no posibilidad de encuentro entre la comunidad: “ El arte es un lugar
para la producción de una sociabilidad específica” (Bourriaud, 2008, p.15) esa sociabilidad específica es
vivencial, que para nuestra propuesta de intervención teatral con creación de puesta en escena se hace una
posibilidad para generar encuentro que recupere las relaciones propias de comunicación y construcción
comunitaria.

Ahora bien, observemos cómo esta propuesta estética presupone el trabajo en contexto, pues nos habla de un
espacio. Así Bourriaud cuando nos habla de un lugar para la producción comprendemos que está hablando
desde las prácticas de exposición pictórica, de lo que él refiere en el glosario de su primer libro, “el arte in situ”
en este tipo de arte es una intervención artística que toma en cuenta el espacio en el cual se deja ver. Esto
implica el lugar de la exposición para poder estudiar su disposición espacial.

Así retomamos este aspecto del arte relacional para nosotros el contexto donde se hace la intervención
artística teatral es esencial, pues es el lugar de encuentro, de convivio, con el cual se puede aprovechar sus
condiciones no solo geográficas sino sociales, económicas, políticas e históricas para descubrir el tipo de
relaciones que pretendemos recuperar o construir según las necesidades de la misma comunidad.

Por lo anterior, descubrimos que la propuesta de Bourriaud nos conduce a un nivel de emancipación del arte
del mero objeto bello para mirar, llevándolo no solo a la potenciación del arte mismo como creación sino
además a la esfera del campo social, convirtiendo en esencia el arte como una práctica de carácter social.
Lo común en el discurso de Bourriaud es el lugar y el espacio, entonces se diría que es el contexto, el sitio
donde se crea o desarrolla la obra relacionando a quienes están en el lugar y los espectadores con sus
cualidades; concluyendo que la propuesta de estética relacional es un gran paso para comprender que el arte
deja de ser solo un objeto, una acción para ser vista, para ser espectadora y se convierta en un nuevo modelo
tan reclamado en el mundo teatral del siglo XX, como es entre otras cosas, la superación del espectador como
mero receptor, sino que ahora es su existencia en el lugar y ese espectador es esencial al arte.

Ya el público no solo tiene la función de ver o interpretar lo visto en la pintura, en la obra teatral, si bien,
además participará de ella en tanto que su ontología implica relaciones humanas, pues pertenece a un
espacio, y lugar concreto que le llevará a realizar acciones vivenciales que transformen sus realidades o
contextos como veremos a continuación con el espectador emancipado de Rancière y el arte participativo de
Claire Bishop.

Arte participativo y la intervención teatral: Bishop y Rancière


Si la propuesta de estética relacional sustentada desde la perspectiva materialista del arte nos vislumbra lo
relacional en la sociedad específica, aún nos hace falta una fundamentación que concrete la relación entre el
arte y el espacio social. Consideramos aportante la propuesta de Bourriaud para la intervención teatral sobre
la comunidad, pero nos falta aún edificar su desarrollo desde el contexto social, económico y político en el que
se desarrolla una propuesta artística.

Destacamos la reflexión que hace Claire Bishop de la estética de la participación como una respuesta social
desde el arte, en su trabajo: participation and Spectacle: we are we now (2011). En primer lugar, la motivación
de su propuesta llamada arte participativo, está dada por una posición ético-política que analiza su realidad y
asumen una estética en la que los artistas comprometidos socialmente comparten, cuando afirma: “El
capitalismo contemporáneo produce sujetos pasivos con muy poca posibilidad de actuar o sin
empoderamiento” (Bishop 2011, p.1) la autora inglesa precisa el contexto en el que se desarrollan los artistas
y espectadores de la obra artística.

Teniendo en cuenta esta premisa y el contexto contemporáneo de la globalización económica y cultural


aplicada en Colombia, nos damos cuenta de que en un momento del teatro colombiano y a partir de los años
noventa, cuando muchos grupos teatrales nuevos se sumarían –conscientes o no- a una postura estética
caracterizada por la actitud del desinterés e indiferencia ante sus contextos y no se preocupa por aportar a
solucionar los problemas sociales, políticos o económicos. Pero otros colectivos artísticos, no asumieron esa
actitud pasotista hacia el arte y el teatro mismo, y es por ello por lo que hoy decimos que una propuesta
estética que aporta a los objetivos de nuestro trabajo de intervención teatral es la del arte de la participación
de Bishop, pues es una vía que fundamenta la perspectiva de nuestro quehacer teatral que aporte a cambios
de carácter social.

El arte de participación de Bishop es entonces importante como proyecto en tanto como dice la misma autora
“re humaniza una sociedad entumecida y fragmentada por la instrumentalizada represiva de la producción
capitalista” (Bishop, 2011, p.2). por consiguiente, el arte participativo tiene como propósito y característica la
construcción de un arte sin espectadores, entendidos estos como meros contempladores de la obra, como
consumidores de arte acríticos; y propone entonces obras en la que todos participan: artistas y público y
donde este último deja de ser mero asistente, espectador pasivo y consumista de imágenes del espectáculo
para entrar a participar en la creación de la obra de arte que traen como propuesta los artistas.

Para fortalecer esta propuesta de Bishop y en relación con nuestro arte teatral, es pertinente comprender el
análisis que hace el filósofo contemporáneo de estética, Jacques Rancière quien al definir al espectador de
teatro nos hace tomar conciencia del tipo de relación que se da entre espectadores, actores y la obra misma.
El autor francés quien hace el diagnóstico del espectador en relación directamente con el arte teatral, lo
caracteriza con la ignorancia, en tanto este no sabe qué va a pasar en la escena, ni el proceso mismo de
montaje y al mismo tiempo caracteriza al público con la pasividad quitándole el teatro su capacidad de actuar.
Llega a afirmar en su prescripción. “El teatro se acusa a sí mismo de volver pasivos a los espectadores y de
traicionar así su esencia de acción comunitaria.” (Rancière, 2010, p. 10) esto lo afirma pensando en Artaud y
Brecht, quienes en su búsqueda de esencia teatral apuntan una línea reformadora del teatro y partir de allí el
filósofo propondrá la tarea de transformar sus resultados y de reparar la contradicción del teatro,
restituyendo a los espectadores el poder de su conocimiento y de su actividad.

Esta propuesta de liberar al espectador de su clásica funcionalidad y ahora con el postulado de Bishop de
empoderar en últimas a los espectadores nos lleva en nuestra propuesta de intervención teatral que no solo
libera al espectador, sino que le conducirá a accionar en pro del bienestar de su propia comunidad.

Con la afirmación de Rancière de que el teatro termina traicionando su esencia de acción comunitaria nos
presenta otro aspecto del campo estético: el arte, el teatro tiene una relación con lo político. Si la esencia del
teatro es la comunidad, los espectadores liberados de sus pasividades son la comunidad. No habrá entonces
teatro sin comunidad y su acción sobre ella. Su sentido es la comunidad, lo que nos traslada a su esencia
política. En consecuencia, debemos entender arte y política como dos ámbitos en correspondencia, pues
confluyen en el caso del teatro en la construcción o accionar de la comunidad. El trabajo del arte toma su
sentido entonces como una actividad estética de intervención sobre la comunidad.
Se trata entonces, de hacer participar socialmente, empoderar al público socialmente a través de un arte que
devuelva la vida y la realización de una comunidad; que genere el encuentro colectivo entre la práctica misma
que es propia del teatro y de los compromisos sociales que nos conciernen a todos. El arte participativo nos lo
contextualiza y puntualiza mejor: Para citar a Bishop una vez más:
El deseo de activar a la audiencia en el arte participativo es al mismo tiempo un impulso para emanciparlo de un estado
de alienación inducido por la ideología y el orden dominante —sea este capitalismo de consumo, socialismo totalitario o
dictadura militar. (Bishop 2011, p.2)

De esta manera debemos de crear un teatro en el que la participación de los espectadores supere la mera
expectación, el miedo de su carácter crítico, la fragmentación ético-política, la pasividad y el atomismo social;
y se convierta en la nueva senda que abra la posibilidad del diálogo y la colectividad con espectadores activos
pertenecientes a comunidades en el que el tejido social se ha destruido, como pasa en nuestro caso, la
Colombia actual con comunidades afectadas por el orden dominante de corte capitalista donde la lucha por la
tierra para su explotación latifundista ha generado la violencia social y política durante hace ya varias décadas.

Cabe resaltar que las propuestas de estos dos pensadores de la estética contemporánea se encuentran
teóricamente en relación con el deseo de liberar al espectador de su función pasiva, pero por otro lado del
deseo de transformación, pues si observamos con detenimiento, Rancière además de ser crítico frente al
espectador clásico demarcado por el constructo histórico del teatro, también plantea la esencia comunitaria
del teatro.

Por otra parte, la propuesta estética de arte participativo nos conduce a realizar desde el teatro, la
intervención directa con espectadores que ya no serán meros espectadores en el término clásico, sino que
serán públicos que pertenecen a comunidades concretas y que como toda sociedad en avance, poseen la
necesidad de generar cambios de carácter social para avanzar en su realización, y que desde la configuración
de arte participativo construye espectadores participativos para liberarlo de la fragmentación de la cual son
víctimas en la normalidad – en nuestro caso- del sistema capitalista.

En definitiva, nos interesa por nuestro contexto social y político, y que más adelante desarrollaremos, un arte
teatral comprometido socialmente con la comunidad, en el que se pueda intervenir basado en la investigación
previa del contexto y condiciones de esa comunidad concreta, donde la puesta en escena es fruto de todo el
agenciamiento de diálogo entre y con la comunidad, de investigación y prácticas para crear los relatos que
serán recreados en las escenas, además de fortalecer prácticas de carácter colectivo y colaborativo y es en
ese sentido Claire Bishop termina de fortalecer nuestros principios para la intervención en correspondencia
con sus objetivos en tanto que el arte participativo como señala la autora “En lugar de abastecer el mercado
con productos básicos se percibe que el arte participativo canalizar el capital simbólico del arte hacia cambio
social constructivo” (Bishop, 2012, p.13).

De esta manera este tipo de arte y en nuestro caso con un tipo de teatro que conduce a la acción, a la
interacción de los actuantes y el público con los contextos, tomando no solo conciencia de la realidad a través
de la historia, sino además medidas concretas que ayuden a reparar por medio de la experimentación artística
esas realidades afectadas por las prácticas propias de una sociedad del mercado y la violencia.
Por tanto, se trata en una intervención teatral como la que proponemos no meramente de generar en nuestro
caso al teatro en solo instrumento para la transformación social, sino esencialmente que a través de la
experiencia teatral se puedan crear espacios de encuentro que al momento no se dan en la comunidad por
razones externas a la misma y que obedecen a razones de prácticas de violencia y miedo. Y es que el teatro
por su naturaleza social, en los múltiples encuentros que crea para producirlo desarrolla la c omunicación, el
debate y el intercambio entre los miembros que participan en la creación, y solo así es que fortalece a las
comunidades, y la puesta en escena con una estética es el resultado de esa vivencia en el que se aprende a superar
los diversos conflictos que le aquejan.

Referencias bibliográficas
- Bourriaud, N. (2008). Estética relacional. Adriana Hidalgo Editora.
- Rancière, 2010. El espectador emancipado. Ediciones Manantial. Buenos Aires
- (Bishop 2011, participation and Spectacle: we are we now.

Preguntas para argumentar:

1. ¿Cuál es el papel que juega la reflexión estética en la propuesta de un teatro participativo según el
autor Luis Eduardo Jiménez Barco?
2. ¿Qué aspectos destaca Nicolás Bourriaud en su teoría de la estética relacional y cómo se relacionan
con la intervención teatral propuesta?
3. ¿Cuál es el concepto de "arte participativo" según la autora Claire Bishop y cómo se diferencia de la
concepción tradicional de espectador en el teatro?
4. ¿Cómo se relaciona la propuesta de arte participativo de Claire Bishop con la idea de empoderamiento
social y político de los espectadores?
5. ¿Qué crítica plantea Jacques Rancière respecto al papel del espectador en el teatro y cómo se vincula
con la propuesta de un teatro participativo?
6. ¿Cuál es la importancia del contexto social, económico y político en el desarrollo de una propuesta
artística según el texto?
7. ¿Cómo se aborda la relación entre arte y política en el marco de la propuesta de teatro participativo?
8. ¿Qué significa para la propuesta de intervención teatral generar un arte que no solo transforme
socialmente, sino que también cree espacios de encuentro en la comunidad?
9. ¿Cuáles son los elementos que caracterizan al espectador participativo según la visión de Claire
Bishop?
10. ¿Cómo se relaciona la propuesta de arte participativo con la idea de generar cambios sociales
constructivos en contraposición al capitalismo de consumo?
11. ¿Cuál es el objetivo principal de una intervención teatral según la propuesta del autor, más allá de ser
un instrumento para la transformación social?
12. ¿De qué manera la experiencia teatral puede contribuir al fortalecimiento de las comunidades según lo
planteado en el texto?

1. Según el autor Luis Eduardo Jiménez Barco, la reflexión estética juega un papel fundamental en la
propuesta de un teatro participativo porque debe servir como base teórica para el quehacer
artístico y para fundamentar la perspectiva de una intervención teatral en contexto que busque
generar procesos de transformación social.

2. En su teoría de la estética relacional, Nicolás Bourriaud destaca el carácter social del arte y su
capacidad para generar sociabilidad y resistencia a la lógica del mercado. Este enfoque se relaciona con
la intervención teatral propuesta porque el autor concibe el arte como un espacio para la creación de
relaciones entre sujetos, lo que permite recuperar y construir la comunicación y la construcción
comunitaria en contextos en los que se ha generado violencia y miedo.
3. Según Claire Bishop, el arte participativo busca generar obras en las que no haya espectadores pasivos,
sino que todos participen: artistas y público. Se diferencia de la concepción tradicional de espectador
en el teatro en tanto que empodera al público y lo convierte en parte activa de la creación de la obra
de arte.

4. La propuesta de arte participativo de Claire Bishop se relaciona con la idea de empoderamiento social y
político de los espectadores porque busca liberarlos de su función pasiva y convertirlos en parte activa
y crítica de la obra de arte, involucrándolos en la construcción de la comunidad y generando cambios
sociales constructivos para superar la fragmentación y el dominio del capitalismo de consumo.

5. Jacques Rancière critica en su teoría la función pasiva asignada al espectador en el teatro, y afirma que
el teatro se acusa a sí mismo de volver pasivos a los espectadores y de traicionar así su esencia de
acción comunitaria. Esta crítica se vincula con la propuesta de un teatro participativo porque busca
liberar al espectador de su papel pasivo y generar su participación activa en la construcción de la obra
de arte y en la acción comunitaria.

6. Según el texto, el contexto social, económico, político e histórico en el que se desarrolla una propuesta
artística es esencial y debe ser considerado en la intervención teatral para poder trabajar en
colaboración con las comunidades y generar los cambios sociales necesarios.

7. La relación entre arte y política se aborda en la propuesta de teatro participativo desde la idea de que
el teatro tiene una relación con lo político en tanto que su esencia radica en la comunidad y en la
transformación social que se puede generar a partir de ella.

8. Para la propuesta de intervención teatral, generar un arte que no solo transforme socialmente, sino
que también cree espacios de encuentro en la comunidad significa poder recuperar las relaciones
propias de la comunicación y la construcción comunitaria, y alentar al rescate de espacios para la
sociabilidad en contextos afectados por la violencia y el miedo.

9. Según Claire Bishop, el espectador participativo se caracteriza por no ser pasivo, sino activo y crítico en
la construcción de la obra de arte. Deja de ser un espectador contemplativo para convertirse en parte
activa de la creación y de la acción comunitaria.

10. La propuesta de arte participativo, para Claire Bishop, canaliza el capital simbólico del arte hacia
cambios sociales constructivos, en contraposición al capitalismo de consumo que produce sujetos
pasivos sin posibilidad de actuar. Esto significa que el arte puede ser una herramienta para la
transformación social y generación de cambios necesarios.

11. El objetivo principal de una intervención teatral, según la propuesta del autor, es generar espacios de
encuentro para la comunidad y fortalecer sus prácticas de carácter colectivo y colaborativo. Además,
debe contribuir a la comunicación, el debate y el intercambio entre los miembros que participan en la
creación, para así fortalecer y crear tejido social en las comunidades.

12. Según el texto, la experiencia teatral puede contribuir al fortalecimiento de las comunidades en tanto
que genera espacios de encuentro que alientan a la recuperación de las relaciones propias de la
comunicación y la construcción comunitaria. Además, la puesta en escena resultante de esa vivencia
aprendida puede ayudar a superar los conflictos que aquejan a la sociedad.

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