Epidemiología Básica, Salud Pública

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EPIDEMIOLOGÍA BÁSICA

Tema: Salud Pública

La salud pública es la disciplina encargada de la protección de la salud a nivel poblacional. Busca mejorar las condiciones
de salud de las comunidades mediante la promoción de estilos de vida saludables, las campañas de concienciación, la
educación y la investigación. Es una ciencia de carácter multidisciplinario, ya que utiliza los conocimientos de otras ramas
como las ciencias biológicas, conductuales, sanitarias y sociales. Es uno de los pilares en la formación de todo profesional
de la salud.

La Salud Pública es una especialidad sanitaria que depende del estado y que se centra, por un lado, en el ejercicio y el
mantenimiento de la salud de la población que corresponde a ese estado, incluyendo tareas de prevención, y por el otro lado,
en el control de las enfermedades y en el despliegue de un trabajo especial orientado a la erradicación de las mismas. En
definitivas cuentas, la salud pública debe ocuparse de mejorar la salud de su población, pero también de ejecutar diversas
acciones que eliminen o traten aquellas enfermedades y afecciones que causan mortalidad en la población en general.

El quehacer de Salud Pública tiene varios elementos:

• Promoción de la salud
• Prevención de la enfermedad
• Participación de la comunidad
• Prestación de servicios
• Desarrollo de la maquinaria social

A partir de 1974, y después de la publicación del informe Lalonde en el cual se creaba el concepto de “Campo de la Salud”
en el que se involucraban cuatro amplios componentes: biología humana, medio ambiente, estilo de vida y organización de
la atención en salud, se dio una nueva visión a la Salud Pública y a las políticas que desde ésta se emprenden.

Esta nueva visión indiscutiblemente resalta la importancia de la Promoción de la Salud como uno de los pilares
fundamentales de la Salud Pública en búsqueda de mejorar las condiciones de vida de una población. La Promoción de la
Salud es definida según la Carta de Ottawa en 1986 como el “proceso que consiste en proporcionar a los pueblos los medios
necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma” de manera que “trasciende la idea de formas
de vida sanas” para incluir “ las condiciones y requisitos para la salud que son: la paz, la vivienda, la educación, la
alimentación, la renta, un ecosistema estable, los recursos sostenibles, la justicia social y la equidad”.

La política de promoción de la salud debe combinar diversos enfoques, pero todos ellos complementarios, entre los que
están la legislación, las medidas fiscales, el sistema tributario y los cambios organizativos, además de tener en cuenta la
acción multisectorial e interinstitucional. Pero de manera adicional exige una participación activa de la población, en un
proceso que proporcione información, educación sanitaria y mejore las aptitudes indispensables para la vida.

— NIVELES DE LEAVELL Y CLARK

Consisten en brindar orientación sobre la conservación de la Salud.

Plantean medidas aplicativas como:

• Promover saneamiento ambiental.

• Educación médica: Sexual, planificación familiar, nutricional.


• medidas preventivas contra enfermedades.

• control prenatal y post natal

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define tres niveles de prevención (Prevención primaria, prevención
secundaria y prevención terciaria).

❖ Prevención primaria: Evita la adquisición de la enfermedad (vacunación, eliminación y control de riesgos


ambientales, educación sanitaria). Actúa durante el periodo prepatogénico de la enfermedad.

1er nivel de prevención: Promoción de la salud

No está dirigida a ninguna enfermedad en particular. Incluye medidas que mantienen y promueven la salud del individuo
como: alimentación, vivienda, educación, condiciones de trabajo, exámenes periódicos, educación para la salud.

2do - Nivel de prevención: Protección inespecífica y especifica

Son medidas que protegen y previenen la aparición de alguna enfermedad en particular como: inmunizaciones, higiene
personal, saneamiento ambiental, potabilización del agua, dieta, lavado de manos, entre otros.

❖ Prevención secundaria: Va encaminada a detectar la enfermedad y establecimiento de medidas para impedir su


progresión.

3er Nivel de prevención: Diagnóstico precoz y tratamiento oportuno

Su objetivo es detener tempranamente el avance de la enfermedad y prevenir la difusión de la misma. Comprende


acciones que llevan al reconocimiento y la eliminación temprana de la misma como: análisis clínicos, rayos x, exámenes
clínicos, entre otros.

4to Nivel de prevención: Limitación del daño

Tratamientos adecuados para detener la enfermedad e impedir que siga avanzando hasta su desenlace. Comprende todas
las medidas disponibles para detener el avance de la enfermedad hacia un estado crítico a través de una intervención
rápida y efectiva.

❖ Prevención terciaria: Comprende aquellas medidas dirigidas a la rehabilitación y tratamiento de una enfermedad,
para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

5to Nivel de prevención

Se refiere a las acciones de rehabilitación brindadas a las personas a fin de que puedan utilizar sus capacidades remanentes
y de esta manera, reintegrarse a la sociedad.

— ESTRUCTURA DE LOS CENTROS DE SALUD EN VENEZUELA

El sistema de salud de Venezuela se encuentra en un proceso de cambio desde 1999, fecha en la que se aprobó la nueva
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. A partir de esta fecha, el Ministerio del Poder Popular para la Salud
se planteó la reestructuración del nivel central para implementar un modelo de atención integral a la población y la creación
de un Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) con el objetivo de garantizar el derecho a la salud de todos los venezolanos.
Dicho SPNS estaría regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y
corresponsabilidad social, y su financiamiento y gestión serían responsabilidad del Estado.
El sector público está constituido por el MS, las Direcciones Estatales de Salud y Desarrollo Social (instancias
descentralizadas del MS), el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), el Instituto de Previsión Social de las
Fuerzas Armadas (IPSFA) y el Instituto de Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes
(IPASME).

El sistema de salud de Venezuela cuenta con 5 089 establecimientos de salud públicos de los cuales 4 793 son ambulatorios
y 296 son hospitales. El 96% de las unidades de atención ambulatoria pertenecen al MS (4 605) y el resto al IVSS (79), el
IPASME (56) y el Ministerio de la Defensa (21), entre otros. Aproximadamente 81% (3 715) de las unidades de atención
ambulatoria del MS son rurales y 19% (890) urbanas. De los hospitales, 213 dependen del MS (181 generales y 32 de
especialidad), 31 del IVSS, 13 del IPSFA y tres de PDVSA, entre otros. No existe información disponible sobre la cantidad
de establecimientos ambulatorios privados ni de organizaciones de la sociedad civil que ofrecen atención en el nivel
primario. Se sabe, sin embargo, que el sector privado cuenta con 344 hospitales, de los cuales 315 corresponden a
instituciones lucrativas y 29 a fundaciones de beneficencia.

Con el nuevo modelo de gestión del MS se busca reorganizar la forma en que se prestan los servicios de salud y cambiar la
antigua organización de ambulatorios y hospitales por Barrio Adentro I, II y III, que constituyen tres diferentes niveles
complejidad. En 2007 Barrio Adentro I contaba con una red ambulatoria de 3 717 consultorios populares; Barrio Adentro
II, con 10 clínicas populares (antiguos ambulatorios tipo III reacondicionados), 417 Centros de Diagnóstico Integral y 503
Salas de Rehabilitación e Integración.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Venezuela cuenta con una razón de 0.9 camas por 1000 habitantes. Más
de 50% de las camas censables del sector público, así como el equipo de alta tecnología se localizan en el Distrito Capital
y en los estados más desarrollados.
— TIPOS DE AMBULATORIOS Y HOSPITALES

Ambulatorio

La palabra Ambulatorio se utiliza en medicina para hacer referencia tanto a un nivel de atención primaria de salud como al
carácter de un procedimiento que no requiere que el paciente permanezca hospitalizado o recluido para llevarlo a cabo.

Los ambulatorios pueden ser edificaciones de tipo rural o urbano de acuerdo al número de habitantes de la población donde
se encuentran ubicados, a un mayor nivel de complejidad son de carácter ambulatorio y pueden constar de varias
especialidades médicas también como la posibilidad de llevar a cabo procedimientos y estudios de diagnóstico.

Los ambulatorios se diferencian de la siguiente forma:

• Ambulatorios Urbanos: tipo I, II y III


• Ambulatorios Rurales. Tipo I y II

Ambulatorios Urbanos.

Prestan atención integral, general y familiar, puede haber observación, pero no hay hospitalización; se encuentran ubicados
en poblaciones mayores de 10.000 habitantes.

Características:

1. Prestan atención médica integral de carácter ambulatorio, no disponen de hospitalización.


2. - Se encuentran ubicados en población de más de diez mil (10.000) habitantes.

Ambulatorios Urbanos tipo I.

Características:

1. Prestan atención médica integral de nivel primario.


2. Son atendidos por médicos generales y familiares.
3. Dentro de su organización, pueden contar con servicio odontológico y psicosocial.
4. Dependen administrativamente y técnicamente del distrito Sanitario correspondiente.

Ambulatorio Urbanos tipos II.

Características:

1. Prestan atención médica integral de nivel primario.


2. Son atendidos por un médico general con experiencia en administración de salud pública, quien podrá realizar
funciones docentes de pre, post-grado.
3. Pueden contar con los servicios de obstetricia y pediatría y de los servicios básicos de laboratorio, radiología y
emergencia permanente, además de los servicios del ambulatorio tipo I.
4. Dependen técnica y administrativamente del hospital de su jurisdicción.

Ambulatorio Urbanos tipos III.

Características:

1. Prestar atención médica integral de nivel primario o secundario o ambos.


2. Son dirigidos por un médico con curso Medio de clínicas sanitarias.
3. Son organizados para prestar además de atención médica general, servicios de medicina interna, cirugía general,
gineco - obstetricia, pediatría, servicios de dermato-venereología, cardiología y emergencia.
4. Dependen técnica y administrativamente del hospital de su jurisdicción.

Ambulatorios Rurales.

Prestan atención integral, general y familiar a nivel primario, puede haber observación, pero no hay hospitalización.

Características:

1. Prestar atención médica integral, general y familiar a nivel primario, excepto hospitalización.
2. Se encuentran ubicados en poblaciones menores de diez mil (10.000) habitantes.

Ambulatorios Rurales tipo I.

Características:

1. Se encuentran ubicados en áreas rurales de población dispersa menor de un mil (1.000) habitantes.
2. Son atendidos por un auxiliar de “Medicina Simplificada” bajo supervisión médica y de enfermería.
3. Dependen de la Dirección del Distrito Sanitario.

Ambulatorios Rurales tipo II.

Características:

1. Se encuentran ubicados en áreas rurales de población concentrada o dispersa de más de mil (1.000) habitantes.
2. Son atendidos por médicos generales.
3. Dentro de su organización pueden contar con camas de observación y servicio de Odontología.
4. Dependen técnica y administrativamente de la dirección del Distrito Sanitario.
Hospitales

Un hospital es un establecimiento destinado a proporcionar todo tipo de asistencia médica, incluidas operaciones quirúrgicas
y estancia durante la recuperación o tratamiento, y en el que también se practican la investigación y la enseñanza médica;
por medio de personal médico, enfermería, personal auxiliar y de servicios técnicos durante 24 horas, 365días del año y
disponiendo de tecnología, aparatología, instrumental y farmacología adecuadas.

Características del hospital:

1. Prestan atención médica integral de nivel primario, secundario y terciario, según su categoría.
2. Dentro de su organización, contarán con camas de observación y de hospitalización.

Hospital tipo I.

Características:

1. Prestan atención ambulatoria de nivel primario y secundario, tanto médica como odontológica.
2. Sirven de centro de referencia de nivel ambulatorio
3. Se encuentran ubicados en poblaciones hasta de veinte mil (20.000) habitantes y con área de influencia demográfica
hasta de sesenta mil (60.000) habitantes.
4. Tienen entre 20 y 60 camas.
5. Están organizados para prestar los siguientes servicios básicos: medicina, cirugía, gineco-obstetricia y pediatría.
6. Cuentan con los siguientes servicios de colaboración: laboratorio, radiodiagnóstico, farmacia, anestesia,
hemoterapia, y emergencia.

Hospital tipo II.

Características:

1. Prestan atención de nivel primario, secundario y algunos de nivel terciario.


2. Se encuentran ubicados en poblaciones mayores de veinte mil (20.000) habitantes y con área de influencia hasta de
100.000 habitantes.
3. Tienen entre 60-150 camas de hospitalización.
4. Podrán desarrollar actividades docentes asistenciales de nivel pre y post-grado, paramédico y de investigación.

Los Hospitales tipo II, prestan los siguientes servicios:

1. Servicios clínicos básicos de:


A. Medicina, servicio de Cardiología, Psiquiatría, Dermato-venereología y Neumonía.
B. Cirugía: Traumatología, Oftalmología y O.R.L.
C. Gineco-obstetricia: Ginecología y Obstetricia.
D. Pediatría.
1. Servicios de colaboración y diagnóstico.
2. Servicios diferenciados de enfermería, trabajo social y dietética.
3. Pueden contar con una sección de Fisioterapia.

Hospital tipo III.

Características:

1. Prestan servicios de atención médica integral a la salud en los tres niveles clínicos.
2. Se encuentran ubicados en poblaciones mayores de sesenta mil (60.000) habitantes, con áreas de influencia hasta
de cuatrocientos mil (400.000) habitantes.
3. Dentro de su organización contarán con una capacidad que oscilará entre 150 y 300 camas.

Los Hospitales de tipo III, tienen Departamentos de:

A. Medicina: Nefrología, Reumatología, Neurología, Gastroenterología, Medicina Física y Rehabilitación.


B. Cirugía: Urología, O.R.L., Oftalmología y Traumatología.
C. Gineco – obstetricia.
D. Pediatría.

También cuenta con servicios de colaboración.

Hospital tipo IV.

Características:

1. Prestan atención médica de los tres niveles con proyección hacia un área regional.
2. Se encontrarán ubicados en poblaciones mayores de cien mil (100.000) habitantes y con área de influencia superior
al millón (1.000.000) de habitantes.
3. Tienen más de 300 camas.
4. Cuentan con unidades de larga estancia y albergue de pacientes.

Su estructura funcional es así:

1. Dirección a cargo de un Médico Director, especialista en salud pública y amplia experiencia en Administración de
hospitales.
2. Departamentos clínicos básicos. Departamentos de emergencia y medicina crítica.
3. Los mismos servicios de especialidades que correspondan al Hospital tipo III.
4. Servicios de cirugía compuestos por. Neuro-cirugía, Ortopedia y Proctología.
5. servicios de medicina compuestos por Inmunología, Endocrinología, Geriatría, Medicina del Trabajo, Medicina
Nuclear, Genética Médica.

El Ministerio de Sanidad y Asistencia Social podrá agregar otras especialidades de acuerdo a la demanda y en función del
estudio de movilidad del área respectiva.

Este tipo de hospital cumplirá además actividades de docencia de pre y post-grado a todo nivel y podrá ser sede de una
Facultad de Medicina y desarrollar también actividades de investigación a todos los niveles.

— FUNCIONES ESCENCIALES DE LA SALUD PÚBLICA

Se entiende por Funciones Esenciales de la Salud Pública (FESP) aquellos procesos y movimientos de la sociedad que
constituyen condición sine qua non para el desarrollo integral de la salud y el logro del bienestar y como tales orientan y
modulan la organización y el comportamiento de los campos, sectores y actores que componen una sociedad determinada.
En un sentido amplio, son prácticas sociales del Estado y la sociedad. En un sentido más estrecho son aquellas prácticas
esenciales que sintetizan el quehacer profesional salubrista para el fomento de la salud de la comunidad, la protección y
recuperación frente a los daños y la consiguiente preparación del personal de salud y la población. Las funciones esenciales
propuestas por la OPS y la descripción de las mismas, son las siguientes:

Función 1. Monitoreo, evaluación y análisis de la situación de salud

Esta primera función incluye conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:


• Evaluar la situación de salud, sus tendencias y determinantes, identificando desigualdades y brechas en los riesgos, daños
y acceso a servicios.

• Identificar necesidades de salud a partir de la evaluación de riesgos y demandas de servicio por daños de salud. Manejar
estadísticas vitales generales y de grupos de especial interés o de mayor riesgo.

• Generar información sanitaria, desarrollando tecnología y medios para interpretarla y difundirla, así como crear instancias
para certificar su calidad.

• Identificar recursos para promover la salud y mejorar la calidad de vida.

Función 2. Vigilancia de la salud pública, investigación y control de riesgos y daños en salud pública

Esta función incluye conocimiento, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Realizar investigación y vigilancia de brotes epidémicos.

• Realizar investigaciones poblacionales y epidemiológicas.

• Desarrollar capacidades del personal para la investigación, vigilancia epidemiológica y vigilancia de la salud.

• Desarrollar laboratorio de salud pública y efectuar tamizajes rápido y otros estudios de control de riesgos y daños.

• Formular y ejecutar programas de vigilancia epidemiológica.

• Conectarse con redes nacionales e internacionales de vigilancia de salud pública.

• Desarrollar respuestas rápidas para enfrentar problemas de salud.

Función 3. Promoción de la salud

Esta función incluye los conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Fomentar cambios en los estilos de vida y en las condiciones del entorno para desarrollar una cultura de salud.

• Crear y fortalecer alianzas extra-sectoriales para hacer más efectivas las tareas de promoción de la salud pública.

• Formular políticas públicas y capacidad de abogacía para políticas públicas saludables.

• Evaluar el impacto en la salud, de las políticas públicas.

• Desarrollar acciones de educación y comunicación social para promover condiciones, estilos de vida y conductas
saludables. Reorientar los servicios de salud para el desarrollo de modelos de atención que favorezcan la promoción de la
salud.

Función 4. Participación social en salud pública

Esta función incluye conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Promover procesos de empoderamiento de los individuos, de los grupos y de la comunidad, para que sean sujetos
proactivos en la construcción social de la salud pública.
• Desarrollar estrategias para que comunidades e individuos estén informados y facultados para tomar decisiones, y con
capacidad de influir en los factores que afectan su salud y el acceso con calidad a servicios de salud pública.

• Construir y facilitar alianzas interinstitucionales e intersectoriales, mediante procesos de planificación estratégicas


participativas, con el fin de potenciar la cooperación técnica y los recursos para mejorar la salud.

Función 5. Desarrollo de políticas y capacidad institucional de planificación y gestión en salud pública

Esta función requiere de conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Definir objetivos sanitarios medibles y consistentes que mejoren la equidad.

• Promover decisiones políticas en salud pública, monitorear y evaluar su cumplimiento mediante procesos participativos,
coherentes con el contexto.

• Desarrollar capacidades institucionales para gestionar los sistemas de salud pública, incluyendo planificación estratégica
para implementar y evaluar iniciativas dirigidas a resolver problemas de salud de la población.

• Desarrollar competencias para la gestión de recursos, el liderazgo, el desarrollo organizacional y la comunicación efectiva,
para tomar decisiones basadas en la evidencia.

• Desarrollar la capacidad de gestión de la cooperación internacional en salud pública.

Función 6. Fortalecimiento de la capacidad de regulación y fiscalización en salud pública

Esta función incluye los conocimientos, habilidades, procesos y mecanismo para:

• Contribuir a desarrollar un marco regulador para proteger la salud pública y para fiscalizar su cumplimiento.

• Contribuir a generar propuestas de nuevas leyes y regulaciones dirigidas a mejorar la salud de la población, así como la
promoción de ambientes saludables.

• Desarrollar estrategias para la protección a los ciudadanos en sus relaciones con el sistema de salud.

• Ejecutar todas estas acciones para asegurar el cumplimiento de la regulación en forma oportuna, correcta, consistente y
completa.

Función 7. Evaluación y promoción del acceso equitativo de la población a los servicios de salud necesarios

Incluye conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Promover la equidad en el acceso efectivo de todos los ciudadanos, a los servicios de salud necesarios.

• Desarrollar acciones para superar barreras de acceso a intervenciones de salud pública y promover la atención de grupos
vulnerables en los servicios de salud.

• Monitorear y evaluar el acceso a servicios de salud proporcionados por proveedores públicos y privados, adoptando un
enfoque multisectorial, multiétnico y pluricultural y procurar resolver las inequidades en la utilización de los servicios.

• Coordinar estrechamente con agencias gubernamentales y no gubernamentales para promover el acceso equitativo a los
servicios de salud necesarios.
Función 8. Desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública

En esta función se incluyen conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Identificar el perfil de los recursos humanos adecuados para la entrega de servicios de salud pública.

• Promover la educación y capacitación del personal de salud pública, para que identifique las necesidades de servicios y de
atención de salud, enfrente con eficiencia los problemas de salud pública y evalúe adecuadamente las acciones de salud
pública.

• Definir los requerimientos para la acreditación de profesionales de salud y la ejecución de programas de mejoramiento
continuo de la calidad de los servicios de salud pública. Alianzas con programas de perfeccionamiento profesional que
aseguren la adquisición de experiencias en salud pública relevantes para todos los estudiantes, así como educación continua
en gestión y desarrollo de liderazgo en el ámbito de la salud pública.

• Desarrollar capacidades para el trabajo interdisciplinario, con énfasis en la formación de principios y valores tales como
solidaridad, equidad, y respeto a la dignidad de las personas.

Función 9. Garantizar y mejorar la calidad de los servicios de salud individual y colectiva

Se incluyen conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Promover la existencia de sistemas de evaluación y mejoramiento de la calidad.

• Impulsar la producción de normas básicas de los sistemas de garantía de calidad y supervisar el cumplimiento de los
proveedores de servicios con esta obligación.

• Promover la definición de los derechos de los usuarios y vigilar su cumplimiento.

• Garantizar sistemas de evaluación de tecnologías de salud que contribuyan a la toma de decisiones en el sistema de salud
para mejorar la calidad de atención.

• Estimular el uso de la metodología científica para la evaluación de intervenciones de salud de diverso grado de
complejidad.

• Desarrollar sistemas de evaluación de la satisfacción de los usuarios y usar los resultados para mejorar la calidad de los
servicios de salud.

Función 10. Investigación esencial para el desarrollo e implementación de soluciones en salud pública

En esta función se incluyen conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:

• Desarrollar investigación científica debidamente regulada para incrementar el conocimiento que apoye la toma de
decisiones.

• Implementar y desarrollar soluciones en salud pública, cuyo impacto pueda ser medido y evaluado.

• Establecer alianzas estratégicas intra y extra sectoriales y con los centros de investigación y académicas, para realizar
investigaciones que apoyen la toma de decisiones de la autoridad sanitaria regional.

Función 11. Reducción del impacto de emergencias y desastres en salud

Se incluyen conocimientos, habilidades, procesos y mecanismos para:


• Desarrollar políticas, así como planificar y ejecutar acciones de prevención, mitigación, preparación, respuesta y
rehabilitación temprana de desastres.

• Aplicar un enfoque integral respecto de los daños y la etiología de todas y cada una de las emergencias o desastres.

• Coordinar la participación de todo el sistema de salud y la más amplia colaboración intersectorial

en la reducción del impacto de emergencias o desastres.

• Gestionar la cooperación intersectorial e internacional para solucionar problemas de salud.

generados por emergencias y desastres.

La fuerza de trabajo en salud pública para desempeñarse adecuadamente al proporcionar los servicios de salud a la
población, requiere del dominio de las funciones esenciales de la salud pública, es decir que se tengan por el personal de
salud pública las competencias necesarias en este campo.

— LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EL ÁMBITO DE LA SALUD PÚBLICA

El conjunto de esfuerzos organizados para cuidar la salud de una comunidad, constituyen la esencia de lo que puede llamarse
Salud Pública. Por lo tanto, todo aquello que puede afectar la salud de un grupo humano atrae el interés de los salubristas
y es objeto de minuciosos estudios de comparación y contraste por parte de los epidemiólogos.

La actividad física en el ser humano y su opuesto el sedentarismo han merecido en los últimos 50 años de la dedicación de
muchos estudios. Se ha puesto interés en averiguar el ejercicio en el organismo cuando se somete a cargas de trabajos
excesivas, como ocurre ocasionalmente en el deporte competitivo y en algunas actividades laborales pesadas. De otro lado,
se viene estudiando el riesgo que representa para una persona o para una comunidad la falta de actividades musculares
vigorosas y regulares. Esta última situación cada vez más frecuente en la medida en que el desarrollo tecnológico genera
elementos que relevan a las personas de toda clase de esfuerzos físico.

Las inquietudes que han surgido en torno a este tema son diversas. ¿Representa la inactividad realmente algún perjuicio
para la salud de las personas? Si existe algún riesgo, ¿cuál es la magnitud de éste? ¿Qué evidencias científicas respaldan el
conocimiento actual en este campo? ¿Qué estrategias propone la salud pública con relación a la actividad física como factor
determinante en la salud?

Enfermedades hipoquinéticas

El impetuoso auge de la tecnología y la electrónica han conducido a las personas a la utilización de innumerables aparatos
automáticos capaces de realizar con gran eficiencia las tareas físicas que antes eran totalmente ineludibles para el ciudadano
común y corriente.

El hombre de finales de siglo hace considerablemente menos esfuerzo que el hombre de otras épocas. Si la persona de antes
gastaba unas 2.000 calorías en actividades físicas propias de su actividad diaria de sobrevivencia, esa cifra puede haberse
disminuido hoy a 500 y habrá incluso personas típicas de ciudad que escasamente gastarán 300 calorías al día, en esporádicos
desplazamientos.

Las personas han dejado de gastar una proporción importante de las calorías que consumen diariamente, con la consiguiente
acumulación de las mismas en forma de grasa. No es extraño entonces el constante incremento de peso corporal promedio
que se viene presentando en las poblaciones urbanas y el gran aumento de la obesidad que se registra en adultos y
especialmente en los niños.
Pero el exceso de calorías quizá sea lo de menos. ¿Qué habrá representado para el organismo la supresión de los estímulos
fisiológicos que la actividad produce? ¿Qué representa para los músculos y los huesos, la falta de estímulos a su
construcción, solidificación y fortalecimiento? ¿Qué representa para el metabolismo la disminución de activaciones
energéticas, con alta demanda de oxigenación y eficiente utilización de los procesos químicos mitocondriales? ¿Qué podrá
representar para el sistema nervioso la baja utilización de neurotransmisores y de aminas – neuroexitadoras que
constantemente está produciendo el organismo? ¿Qué significará para el músculo de las arterias y especialmente para el
músculo del corazón la omisión de las estimulantes ráfagas de excitación que mantienen la integridad de su estructura y la
potencia de su función?

Los resultados del sedentarismo moderno se han hecho esperar. Un nuevo perfil epidemiológico aparece con ímpetu
caracterizado por las llamadas ‘‘enfermedades hipoquinéticas’’ o enfermedades por atrofia y desuso. La falta de actividad
física agravada por otros hábitos nocivos del estilo de vida contemporáneo (sobrealimentación, tabaquismo, estrés…) ha
desatado lo que se denomina como la segunda revolución epidemiológica, situación en la cual se registra un marcado
predominio de las enfermedades crónicas degenerativas sobre las enfermedades infectocontagiosas.

Las enfermedades crónicas degenerativas representan hoy en día para el mundo entero la carga más alta en morbilidad y
mortalidad. Pueden producirse ciertas patologías como la enfermedad isquémica del corazón, enfermedad cerebro –
vascular, hipertensión arterial, obesidad, osteoporosis, diabetes, ciertos tipos de cáncer, artropatías y trastornos
psiconeuróticos son enfermedades claramente vinculadas al sedentarismo.

Diversos estudios epidemiológicos han demostrado el riesgo aumentado que se tiene para sufrir este tipo de enfermedades
crónicas degenerativas cuando no se realiza una dosis mínima de actividad física regular. Se requiere invertir semanalmente
siquiera 2.000 calorías por semana en ejercicios vigorosos si se requiere estar protegido en relación con la enfermedad
cerebrovascular. Incluso se estima que las personas inactivas tienen una vida cerca de dos años más corta que sus
contemporáneos más activos.

Algunas personas aducen que, si bien el sedentarismo se identifica claramente como un factor causal de la enfermedad
cardiovascular, su efecto sobre el proceso mórbido no sería muy poderoso, dado que, en comparación con otros factores
como el hipercolesterolemia, la hipertensión o el tabaquismo no tendría un impacto tan fuerte sobre el riesgo de sufrir la
enfermedad. Al fin y al cabo, estos últimos factores considerados como primarios producen riesgos más altos que los
producidos por el sedentarismo, incluso como factor secundario. Es decir, si el sedentarismo aumenta 2 veces el riesgo de
sufrir enfermedad coronaria, es riesgo aumentaría 3 veces en el hipertenso, 4 veces en el hipercolesterolémico y 7 veces en
el fumador habitual.

Cuando más del 80% de las personas de una población está expuesta a un factor de riesgo, el efecto multiplicativo de esta
gran proporción es considerable sobre el estado de salud de la población total. Este es justamente el caso del sedentarismo,
pues se sabe que la inactividad física es un factor de altísima prevalencia en las comunidades modernas.

El riesgo al cual está sometida una población, analizada globalmente es definitivamente más grande cuando el factor de
riesgo involucrado es de ocurrencia muy frecuente, tal es el caso de la inactividad, ampliamente difundida en las
concentraciones urbanas de todo el mundo. Este concepto se conoce como Riesgo Atribuible Poblacional y tiene una notable
importancia en salud pública. Sirve para evaluar la magnitud del prejuicio que general el factor de riesgo en la población y
también para evaluar el potencial impacto beneficioso que tendría una intervención preventiva, que aplicada a muchas
personas y mediante la reducción de la exposición al factor nocivo, lograría un marcado descenso en la morbilidad y en la
mortalidad ocasionadas por la enfermedad relacionada. Este último concepto es análogo al riesgo atribuible poblacional
pero visto desde el punto de vista positivo se reconoce como Fracción Prevenible Poblacional.
La actividad física como estrategia de Salud Pública

La salud o la enfermedad de una comunidad depende de cuatro grandes categorías de factores:

1. Ambientales: sociales, culturales, económicos, ecológicos.


2. Biológicos: sexo, edad, raza, herencia.
3. Servicios de salud: calidad, oferta, accesibilidad.
4. Estilos de vida: actividad física, alimentación, recreación, educación.

Los dos primeros grupos de factores son, pudiéramos decir, un tanto refractarios a las modificaciones. Los aspectos
biológicos hereditarios no pueden ser cambiados de ninguna manera. La cultura a nivel socioeconómico y el ambiente físico
en el cual está inmersa una población pueden registrar cambios, pero estos ocurren con gran lentitud, por lo cual no pueden
considerarse de rutina en planes de intervención sanitaria de corto y mediano plazo.

Los servicios de salud pueden ser efectivamente modificados y ajustados de manera conveniente para atender las
necesidades de una población, pero resulta sorprendente que, en plenas postrimerías del siglo XX, todavía los servicios
dedican más del 95% de sus recursos a atender la enfermedad en aspectos de terapia y rehabilitación y menos del 5% a
ocuparse de la prevención, promoción y educación para la salud. Esto obliga a pensar que también en esta categoría factores
hay cierto estaticismo, determinado posiblemente por aspectos culturales y tal vez por inconfesables intereses económicos.

Los aspectos del estilo de vida aparecen hoy en día como el campo de más amplio potencial de acción de acción para la
verdadera promoción de la salud. Se reconoce actualmente que buena parte del alarmante incremento de las enfermedades
crónicas degenerativas radica en las costumbres insanas de la población tales como: la sobrealimentación, el estrés, el abuso
de alcohol y sustancias psicoactivas, el trasnocho, la codicia de bienes materiales y la maledicencia.

La promoción de modelos activos de vida es ahora parte de los programas más vanguardistas en fomento de la salud. Para
el año 2000 los norteamericanos esperan incrementar la actividad física diaria moderada en por lo menos 30% de la
población y esperan reducir el estilo de vida totalmente sedentario a un nivel del 15%.

Actualmente menos del 10% de los norteamericanos realiza ejercicio a la intensidad y frecuencia necesarios para obtener
protección contrala enfermedad cerebrovascular. La prevalencia de estilo poco activos en poblaciones americanas oscila
entre 70-90%.

Este sin duda un campo de enorme potencial preventivo en el espectro de la salud comunitaria moderna. Los efectos
benéficos de una población físicamente más activa tendrían asombrosas repercusiones en la disminución de la morbilidad
y mortalidad ocurrida por enfermedades cardiovasculares, como ya se ha empezado a demostrar en estudios de
intervenciones múltiples.

La actividad física regular en una población tendría además efectos secundarios altamente favorables en el control y la
prevención de otros graves problemas de salud pública tales como la obesidad, la hipertensión, la osteoporosis y los
problemas depresivos.

Inducir a una población a incrementar sus niveles de actividad física regular tendría entonces diversos efectos favorables en
salud. Por un lado, su impacto globalmente analizado es muy grande, en virtud al mencionado concepto de la fracción
prevenibles poblacional, pues una ganancia que puede ser pequeña para el individuo, se convierte en una gran ganancia
cuando se multiplica por un número grande de beneficiarios. De otro lado, un solo factor como la actividad física tendría
repercusiones favorables múltiples sobre diferentes enfermedades crónicas aliviando la inmensa carga social y económica
que éstas representan en el escenario de la vida moderna.
— LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS: UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

Se indican cuatro facetas respecto al mal uso de antibióticos en atención primaria: a) uso innecesario (en situaciones en
que no se precisan); b) selección inapropiada (de un antibiótico inadecuado, aunque se precise el tratamiento antibiótico);
c) uso incorrecto en vía de administración, dosis y/o duración, y d) falta de uso (en condiciones en que se precisa),
estableciendo en este último punto dos ejemplos. Surge una interrogante «¿Qué hacer?» deben adaptarse a las situaciones
locales en que se desee intervenir sobre las resistencias bacterianas, incumple dicha sugerencia, unas líneas antes al
recomendar la penicilina benzatina en los casos sospechosos de meningitis meningocócica. Históricamente la penicilina ha
sido el tratamiento de elección, circunstancia que ha cambiado en nuestro país desde 1985 al detectar resistencias a la
penicilina que hacen aconsejable la utilización en el momento actual de cefalosporinas de tercera generación (cefotaxima o
ceftriaxona) para esa situación. El otro aspecto que debería quedar claro es que la falta de tratamiento de las infecciones
genitales por Chlamydia spp. no se debe a que la cuestión sea ignorada, sino a que su tasa de infección es baja (1,8%). Por
último, pese a que una de las indicaciones empíricas reconocidas de las cefalosporinas de tercera generación en atención
primaria es el tratamiento urgente de la sospecha de enfermedad meningocócica, los médicos de atención primaria de zonas
rurales alejadas del hospital no disponen lamentablemente de aquellas, con las graves consecuencias que ello puede acarrear.

— ACCESO A SERVICIOS DE ATENCIÓN DE SALUD

Las formas en que se organiza la atención médica y sanitaria, en sus aspectos de promoción, protección y recuperación de
la salud y de prevención, control y tratamiento de la enfermedad en una población son determinantes del estado de salud en
dicha población. En particular, el acceso económico, geográfico y cultural a los servicios de salud, la cobertura, calidad y
oportunidad de la atención de salud, el alcance de sus actividades de proyección comunitaria y la intensidad de ejercicio de
las funciones esenciales de salud pública son ejemplos de determinantes de la salud en este nivel de agregación.

La mala salud de los pobres, el gradiente social de salud dentro de los países y las grandes desigualdades sanitarias entre
los países están provocadas por una distribución desigual, a nivel mundial y nacional, del poder, los ingresos, los bienes y
los servicios, y por las consiguientes injusticias que afectan a las condiciones de vida de la población de forma inmediata y
visible (acceso a atención sanitaria, escolarización, educación, condiciones de trabajo y tiempo libre, vivienda,
comunidades, pueblos o ciudades) y a la posibilidad de tener una vida próspera. Esa distribución desigual de experiencias
perjudiciales para la salud no es, en ningún caso, un fenómeno «natural». Los determinantes estructurales y las condiciones
de vida en su conjunto constituyen los determinantes sociales de la salud. Estos determinantes sociales, son modificables
y en diferente magnitud en cada uno de los grupos sociales, países, y dentro de cada país, estados, regiones, comunidades.

Estos determinantes sociales de la salud a través de determinantes intermedios y proximales, producen diferentes patologías
en la población. En el pasado los programas de salud se han planeado basándose en las causas de muerte y morbilidad,
algunos han considerado también a sus factores de riesgo. En la actualidad después del informe de los determinantes sociales
de la salud, los programas van dirigidos hacia estos determinantes lo que obliga al sector salud a trabajar de manera
intersectorial. Cuando el público y los profesionales de salud consideran las causas de muerte, piensan en los casos de
enfermedad cardiaca, cáncer, trastornos hepáticos o accidentes de tráfico. Sin embargo, todos ellos son solo el diagnóstico
final. ¿Cuáles son las causas verdaderas que conducen a estos resultados finales? Se identificaron que los factores no
genéticos que incrementan la mortalidad total de Estados Unidos y calcularon su contribución a los diez primeros
diagnósticos de mortalidad.

Las diez primeras causas “verdaderas” de muerte:

• Consumo de tabaco.

• Nutrición insuficiente o excesiva (hábitos alimentarios).

• Ejercicio aeróbico insuficiente.


• Falta de inmunización contra agentes microbianos.

• Exposición a toxinas y venenos.

• Armas de fuego.

• Comportamientos sexuales arriesgados.

• Traumatismos por vehículos automotores.

• Consumo de drogas ilegales.

Estas mismas diez causas son factores de riesgos importantes en todo el mundo, aunque su impacto relativo varía en función
de los ambientes y culturas locales. Un estudio epidemiológico sencillo permitiría a cada país establecer sus propias
prioridades en relación con la prevención.

— EL FUTURO DE LA SALUD PÚBLICA

La salud pública tiene la gran responsabilidad social de promover el desarrollo pleno y sano de los individuos y las
comunidades en las que ellos se insertan (promoción de la salud). La actual realidad desafía a la salud pública para que ésta
señale los rumbos a seguir en la sociedad en materia de atención y cuidado de la salud en un escenario de extraordinaria
complejidad. En nuestras comunidades hoy se suceden situaciones muy heterogéneas, en las que coexisten enfermedades
infecciosas con otras crónicas, debiendo adaptarse los sistemas de salud para poder abarcar el control de ellas. Los problemas
de salud del medio ambiente ofrecen otro campo de interés y desafío para esta disciplina. El estudio y manejo de la salud
ambiental constituye una especialidad de la Salud Pública. Finalmente, la introducción del componente social en el análisis
de la situación de salud y de las condiciones de vida de la población requiere de una salud pública versátil y creativa para
poder enfrentar estos y otros desafíos futuros.

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