Citterio El Pago de La Magdalena A Fines Del Siglo XVIII Un Area Rural de Frontera en La Perspectiva de Los Documentos

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X Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia.

Escuela de Historia de la
Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional del Rosario.
Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad
Nacional del Litoral, Rosario, 2005.

El pago de la Magdalena a
fines del siglo XVIII: un área
rural de frontera en la
perspectiva de los
documentos parroquiales.

Diego Ezequiel Citterio.

Cita: Diego Ezequiel Citterio (2005). El pago de la Magdalena a fines del


siglo XVIII: un área rural de frontera en la perspectiva de los
documentos parroquiales. X Jornadas Interescuelas/Departamentos de
Historia. Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades y Artes,
Universidad Nacional del Rosario. Departamento de Historia de la
Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Nacional del Litoral,
Rosario.

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Xº JORNADAS INTERESCUELAS / DEPARTAMENTOS DE HISTORIA
Rosario, 20 al 23 de septiembre de 2005
Título: El pago de la Magdalena a fines del Siglo XVIII: un área rural de frontera en
la perspectiva de los documentos parroquiales
Mesa Temática: 10 “Sociedades urbanas y de fronteras en América, siglos XVI a
principios del XIX”. Coordinadores: Silvia Mallo (UNLP) – Nidia R. Areces (UNR)
Pertenencia institucional: Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Humanidades
y Ciencias de la Educación.
Autor: Citterio, Diego Ezequiel, Estudiante de licenciatura en Historia
Dirección: calle 44 n 313
dirección de correo electrónico: [email protected]

El pago de la Magdalena a fines del siglo XVIII: un área rural de frontera


en la perspectiva de los documentos parroquiales

Introducción
El siguiente trabajo indaga en la composición económico-social de la
parroquia del pago de la Magdalena , desde su documentación(libros de
fabricas) . Dicho articulo aporta una mirada restringida, pero especifica ,
relacionando el actuar de la institución eclesiástica en una zona rural ,
predominantemente ganadera, en el sur de la campaña de Bs. As. Quizá el
aporte novedoso de dicha ponencia, es la exploración de los libros de fabricas,
documentos parroquiales que difícilmente se estudian para los casos de
parroquias seglares, no es así el caso de las ordenes regulares que han dejado
inventarios donde los investigadores pueden recurrir para desarrollar sus
tareas.
La propuesta intenta realizar una descripción sobre el espacio geográfico de
nuestro objeto de estudio. Descripción que nos ayudara a introducirnos en el
tema esencial de nuestro análisis sobre las fuentes documentales que se
utilizan en dicha investigación . Intentado lograr una aproximación a la realidad
material de la parroquia Santa María Magdalena que funcionaba como capilla y
luego como viceparroquia de la Iglesia de la Santa Cruz de Quilmes0 desde el ,
en el año 1776 comenzó actuar como parroquia. Pieza substancial en la
economía y sociedad de la frontera .
El pago de la Magdalena
El pago de la Magdalena era el de mayor extensión en la campaña bonaerense
a fines del siglo XVIII, pues abarcaba desde las cercanías de Avellaneda hasta
el Samboronbón y, por lo tanto, comprendía los actuales municipios de
Quilmes, Florencio Varela, Berazategui, La Plata, Ensenada, Berisso y

1
Magdalena en forma total y, parcialmente , zonas de Avellaneda, Lanús, Lomas
de Zamora, Almirante Browm, San Vicente y Coronel Brandsen.1 Los pagos
fueron la base del primer sistema defensivo de la campaña estructurado
durante el gobierno de José Martínez de Salazar (1663-1664). El pago de
Magdalena se caracterizaba como una zona exclusivamente rural, pues el
único poblado era la reducción de la Santa Cruz de los indios Quilmes, ubicada
en lo que hoy es el centro de la populosa ciudad de Quilmes.
A fines del siglo XVII la población apenas llegaba al medio millar y ocupaba
principalmente el vértice norte del pago, es decir, desde el Riachuelo hasta una
línea imaginaria que unía la laguna de San Vicente, al oeste, con la ensenada
de Barragán, al este, con una superficie aproximada de 5000 Km2 , o sea
menos de un habitante por kilometro cuadrado.2
El territorio como hemos señalado era muy extenso pero el recorte espacial y
temporal de nuestro objeto de estudio se refiere al ejido urbano de la actual
ciudad de Magdalena, es valido señalar que donde hoy se asienta este pueblo
tenían sus tolderías los indios Tubichaminís.3 La Reducción de San Juan
Bautista o del cacique Tubichaminí fue fundada por Hernandarias en 1615.
“Son indios nacidos y criados como animales en las pampas; cubren lo verendo
de su cuerpo con pieles de nutrias y otros animales, y primero que este gentío
sepa hilar, arar y sembrar, porque su sustento es de animales y caballos, y
llegue a estado de conocer que es bueno decir una misa por su alma o por sus
difuntos se pasará cuando menos medio siglo”.4 Esos datos son extraídos del
informe realizado por el obispo fray Cristóbal de Mancha y Velasco dirigido al
presidente de la Real Audiencia de La Plata (Charcas) en noviembre de 1666.
El gobernador Góngora los describe de la siguiente manera; “es la gente
cimarrona y muy barbara, no tienen casa ,lo mas no son cristianos, viven con
rusticidad y huyen del trabajo”.5
Ahora bien ¿cómo se pobló esta porción de territorio? ¿cuáles fueron los
mecanismos desarrollados por la Corona para tal empresa?

1
De Paula, Alberto S.J., La ciudad de La Plata, sus tierras y su arquitectura, La Plata, 1987.
2
García Belsunce, Cesar A., El Pago de la Magdalena. Su población (1600-1765) Academia Nacional
de la Historia, Bs. As., 2003.
3
Calcagno, Andrés, Apuntes históricos sobre Magdalena, La Plata , 1930.
4
Centol, L., Bicentenario de la primitiva capilla de Santa María Magdalena. Magdalena, 1976.
5
Centol, L., Bicentenario de la primitiva capilla de Santa María Magdalena. Magdalena, 1976

2
La respuesta la hallaremos en el estudio de la entrega de mercedes y suertes
de estancias. Las mercedes tuvieron su origen en la disposición de Fernando V
que en 1513 había determinado las porciones de tierra que debían repartirse
los pobladores de América, haciendo distinción del mérito de las personas.6
Las suertes de estancias eran de media legua (3000 vara a 2600 mts.) cada
uno y una legua y media de fondo.7 Esta fue una primera acción de
poblamiento pero Arrondo y Sanz señalan dos momentos posteriores de
distribución de tierras. En 1630 el gobernador Francisco de Céspedes decide
otorgar estas tierras en Merced; de los registros de tierras y mercedes hechos
ante el Escribano Mayor de la Gobernación y otorgados por los Gobernadores
surge que entre 1630 y 1640 en el pago de Magdalena se otorgaron 34
mercedes de tierras.8
El análisis de las mensuras en el territorio de nuestro estudio. Permiten afirmar
que a mediados del siglo XVIII tierras que se le reparten tierras Don Clemente
López Osornio entre la cañada de Arregui y el Valle de Santa Ana9.
El interesante articulo de Arrondo y Sanz desarrolla una perspectiva micro-
espacial que permite una eficaz aproximación al objeto de estudio.
Ahora es necesario señalar la importancia de la construcción de la vivienda,
cuya presencia es fundamental a la hora de poblar dicha área de la campaña
del sur de Bs. As. Según Pablo Cowen gran parte de las viviendas de esta
zona rural eran genéricamente llamados ranchos; “su forma cuadrangular y el
techo a dos aguas es de clara procedencia española, pero con las
adecuaciones que se hacían necesarias ante requerimientos y paisajes
disimiles , nacería lo que se ha denominado rancho pampeano”.10 Los caminos
eran simples rastrilladas, no había puentes pues los ríos eran cruzados por sus
vados, los bosques solo existían en la franja costera y se mantenían
prácticamente intactos porque la tierra sobraba, la madera era de mala calidad

6
Calcagno, Andrés, Apuntes históricos sobre Magdalena, La Plata , 1930.
7
Arrondo Cesar y Sanz Vilma, “La ocupación de tierras del pago de la Magdalena. De los primeros
repartimientos hasta la ocupación de comienzos del siglo XIX” en Anuario del Instituto de Historia
Argentina N 1. UNLP. La Plata.
8
Arrondo Cesar y Sanz Vilma, “La ocupación de tierras del pago de la Magdalena. De los primeros
repartimientos hasta la ocupación de comienzos del siglo XIX” en Anuario del Instituto de Historia
Argentina N 1. UNLP. La Plata.
9
Arrondo Cesar y Sanz Vilma, “La ocupación de tierras del pago de la Magdalena. De los primeros
repartimientos hasta la ocupación de comienzos del siglo XIX” en Anuario del Instituto de Historia
Argentina N 1. UNLP. La Plata.
10
Cowen Pablo “Casas al sur..

3
y la que se necesitaba para leña se obtenía de los derribos naturales de los
árboles o con escasos cortes que no alteraban la fisonomía del lugar. La
llanura ilimitada, sin cercos, sólo era alterada por los pocos establecimientos
rurales, entre los cuales algunos habían plantado montes de frutales y
levantado las construcciones necesarias para vivir y trabajar. Aunque la
Magdalena disponía de una extensa costa, no había ningún puerto digno de tal
nombre. La ensenada de Barragán era un refugio natural para los barcos y no
disponía de muelle ni escollera y solo de una batería amurallada con funciones
defensivas .La actividad dominante se reducía a la cría y cuidado de vacunos,
yeguarizos, mulas y ovinos, mas las siembras de trigo y, excepcionalmente de
maíz11. En 1744 ,los datos del censo de dicho año, señalan la existencia de
114 viviendas de las cuales el 12% de sus habitantes eran propietarios y el
69% eran arrendatarios. Según Garavaglia este sector no propietario esta
formado por productores que han podido acumular cierto capital en función de
la producción agraria.12
Quizá el modo mas detallado para describir las condiciones materiales de vida
de los individuos de esta zona es examinar la sucesión de uno de los
propietarios mas ricos de la zona; Januario Fernández, casado con María
Ignacia, hija de Nicolás Echeverría y Galardi. En ella se encuentran los
siguientes datos; la casa constaba de una sala de tres tirantes con puerta de
una mano con cerradura y llave, una ventana de dos manos con su aldaba de
palo y varillas de hierro, un aposento de un tirante con puerta y ventana
similares, todo edificado de adobe y medio crudo. Sigue un cuartito de adobe y
media agua con puerta de una mano, cerradura y llave de tijera corrida, todo
techado de tejas y bien tratado; hay también un oratorio de adobe, de tijera y
con una viga larga de palma, que oficiaría de tirante , y su corredorcito con si
horcón que sirve de molinete, con sus puertas de dos manos grandes sin
cerraduras, todo techado de paja, y algo mal tratado; dentro de esta capilla, hay
un crucifijo grande con su nicho y puertas, bien tratado, veintitrés estampas de
varias advocaciones y tamaños, una tarima, un cáliz nuevo de plata, una
patena y un misal nuevo; también hay un galpón grande, con cinco horcones

11
Garcia Belsunce Cesar A., El Pago de la Magdalena. Su población (1600-1765) Academia Nacional
de la Historia, Bs. As., 2003.
12
Cowen Pablo “Casas al sur..

4
principales, una puerta de una mano de tijera corrida con tres horcones y
quinchado de paja, mal tratada. A todo esto hay que agregar un corral con 609
palos de ñandubay, con su trascorral hecho de ramas de sarandí, una estacada
de varas que servia de reparo a la casa y un pozo de balde con dos horcones
que oficiaban de pilares para su roldana y su brocal ”de quesos”. El mobiliario
era escaso: dos mesas, una de ellas con cajones, tres sillas de baqueta y dos
taburetes plegadizos también de baqueta , dos tablas de nogal de dos vara
cada una , una de algarrobo de tres varas y una de timbuy de navíos de igual
longitud. La explotación se basaba en los vacunos: 2616 cabezas de dos o mas
años y 600 terneros de año, mas 26 bueyes. Los equinos sumaban 114 entre
caballos y yeguas y además había 331 ovejas.13
Los datos mencionados anteriormente , fueron extraídos por García Belsunce
de la sucesión de J. Fernández , y nos brindan una clara idea de las
condiciones materiales de un hacendado del sur del pago de Magdalena a
mediados del siglo XVIII.
Fuentes eclesiásticas
Es necesario comenzar este apartado que analiza las fuentes documentales
mencionando la siguiente preocupación:
“ ignoramos casi todo sobre las rentas de las parroquias rurales coloniales y de
su clero, si bien María Elena Barral se ha acercado parcialmente al tema, para
el caso de Buenos Aires, mediante el abordaje del complejo tema de la
limosna, estrechamente vinculado, además, al de la religiosidad popular rural.
En este plano serian necesarios estudios sistemáticos sobre la evolución de las
rentas diocesanas en el periodo colonial y sobre las alternativas de sucesivas a
1810”14.
Ahora bien a esta preocupación metodológica de Roberto Di Stefano en el
citado artículo se le suma el interés o quizá la advertencia de la existencia de
fuentes documentales que no han sido debidamente examinadas por los
investigadores del área bonaerense , como es el caso de los libros de fabrica:
“... hay que distinguir entre el beneficio eclesiástico de que goza el párroco y
las rentas con las que cuenta la parroquia para su funcionamiento , es decir,

13
anexo en Garcia Belsunce Cesar A., El Pago de la Magdalena. Su población (1600-1765) Academia
Nacional de la Historia, Bs. As., 2003.
14
Di Stefano R. “De la cristiandad colonial a la Iglesia Nacional. Perspectivas de investigación en
historia religiosa de los siglos XVIII y XIX” en Andes N 11 , año 2000

5
para el servicio de culto y la pastoral. En cada parroquia se debían contabilizar
en un libro especial las cuentas que se denominaban “de fabrica”, o sea, las
entradas y salidas de la parroquia, no del párroco; de la comunidad, no del
pastor. Los libros de fabricas han sido abundantemente estudiados en Francia
y en Italia, pero los de las parroquias del actual territorio argentino siguen casi
vírgenes e ignotos a la mirada del investigador”15.
Es así como plantea Roberto Di Stefano la situación en la que se encuentran
las fuentes que dominan el cuerpo documental de este articulo , quizá
señalándolo de ese modo sea uno de los principales aportes que realice este
estudio. Los libros de fabrica como señala Di Stefano nos permitirán acceder a
una información minuciosa sobre la economía de la parroquia. Los ingresos de
fabrica eran de los mas variados y también como en algunos casos eran de los
mas paupérrimos según la parroquia y el área geográfica en la cual esta
estuviera asentada. Es imprescindible puntualizar que las ordenes religiosas si
desarrollaban un productivo sistema contable de sus bienes, de sus ingresos y
gastos. Los jesuitas practicaron sin duda una elaborada y complicada
contabilidad. Llevaban en sus haciendas no menos de 8 libros de cuentas
simultáneos. La Orden Betlemita , en cambio, tenia todo un método de
registración que fue perfeccionándose con el tiempo y a medida que se
ensanchaban y diversificaban sus actividades económicas. La Orden no llevo,
que sepamos, contabilidad de partida doble; se manejaba con una técnica de
registro poco elaborada que en principios solo admitía dos cuentas, una de
gasto y otra de recibo, llevadas en libros separados16.
Maria Elena Barral17 en su estudio sobre la recolección de la limosna en la
campaña bonaerense utiliza como fuente el libro de fabrica de la parroquia del
Pilar, además de otra serie de inventarios que contienen datos sobre la
economía de la campaña y sus instituciones eclesiásticas. El trabajo aborda el
estudio de la practica de la recolección de la limosna en la campaña
bonaerense, según la autora “en el contexto del estudio de la acción eclesial y

15
Di Stefano R. y Zanatta L.; Historia de la Iglesia en la Argentina Desde la Conquista hasta fines del
siglo XX. Grijalbo-Mondadori , Bs As. 2000 , en negrita corresponde al autor de este trabajo
16
Mayo C. Los betlemitas en Buenos Aires: Convento, economía y sociedad (1748-1822) Sevilla
1991.
17
Barral Maria Elena “Limosneros de la Virgen, cuestores y cuestaciones: La recolección de la limosna
en la campaña rioplatense, siglo XVIII y principios del XIX” en Boletin del Instituto de Historia
Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”. Tercera serie, num. 18, 2 semestre de 1998.

6
la religiosidad en el mundo rural rioplatense, contribuye a modelar la imagen de
una Iglesia que transitaba la región a través de sus diversos agentes,
instituciones, practicas y devociones”18 ; María Elena Barral propone cuatro
dimensiones para realizar dicho análisis ; las instituciones, la empresa
constituida para la recolección, el ritual y el ingreso fijo de establecimientos en
manos del clero regular y secular.
Quizá sea necesario esclarecer que para el periodo estudiado , fines del siglo
XVIII y principios del siglo XIX, el concepto de “Iglesia” que nosotros percibimos
desde nuestro presente , no es el mismo ni se asemeja. No se pretende negar
con esta afirmación el carácter complejo y plural de la Iglesia de hoy, ni las
estrechas relaciones que continua manteniendo con variados sectores de la
sociedad argentina, sino solo explicar que en la época colonial su pluralidad y
su identificación con la sociedad llegaba a un punto que vuelve tal vez
inadecuado el actual concepto de Iglesia19 .
Pues bien ahora explicaremos en que consisten dichas fuentes documentales.
Los libros de fabrica de la Parroquia del pago de la Magdalena constan de una
división tripartita. El periodo que a sido asentado en estos documentos,
comienza en 1789 y finaliza en 1829 .
En la primera parte de ellos podemos encontrar datos denominados partidas de
fabrica que son pagos o donaciones efectuados según los servicios religiosos
prestados por el sacerdote a cargo de la parroquia a la feligresía de la zona.
Allí podemos encontrar sumas donadas por sepulturas(estas pueden ser
simples o quizá con algún privilegio), casamientos y limosnas dejadas en la
puerta de la parroquia. En algunos años se encuentra asentada la totalidad
anual y en otros se encuentra dividida por los meses del año.
En el segundo apartado del libro de fabrica se encuentra los que se menciona
como partida de descargo, que son los gastos en los que incurre la parroquia,
ya sea para su mantenimiento como para el servicio religioso y la atención
pastoral.

18
Barral Maria Elena “Limosneros de la Virgen, cuestores y cuestaciones: La recolección de la limosna
en la campaña rioplatense, siglo XVIII y principios del XIX” en Boletin del Instituto de Historia
Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”. Tercera serie, num. 18, 2 semestre de 1998.
19
Di Stefano R., El pulpito y la plaza. Clero, sociedad y politica de la monarquia catolica a la republica
rosista. Siglo XXI. Bs. As. 2004.

7
Y en el tercer apartado hallamos las principales donaciones realizadas por los
“bienhechores” de la parroquia , los principales hacendados del pago, que
como indica la primer foja de dicho documento “Se dare noticia de alguna
limosna que han hecho los fieles a esta misma Iglesia y de las que hicieren
voluntariamente en lo declarado como se declara los nombres y apellidos de
los bienhechores, para que la Iglesia de algún modo se les muestre agradecida
en tiempo oportuno y así se esfuerse los fieles a adelantar con sus bienes un
templo que se halla destinado a muchas cosas necesarias.”20
Este armado a sido realizado por el padre Don Juan Dámaso Fonseca, que en
octubre de 1789 , fue designado cura interino por el Obispo Azamor y Ramirez :
“Y habiendo recorrido los libros Parroquiales, encontré el presente, destinado
para asentar, las partidas y derechos de fabrica: por tanto siguiendo este
intento y el mejor arreglo , y administración de dicho curato en todo el tiempo
que durare en el recogí las partidas que encontré de mis antecesores
esparcidas por varias partes para reducirlas a un cuerpo” .21
Bienes, ingresos, gastos y consumos
En el siguiente apartado comenzaremos a delinear algunos interrogantes sobre
¿que bienes que poseía la parroquia de Magdalena?, ¿quienes los donaron?,
¿con que otros recursos contaba? ¿cómo los recolectaba? y ¿a que tipo de
consumo lo destinaba?.
Comenzaremos con hacer mención y análisis de trabajos anteriores que
servirán de apoyo y cotejo de los datos que nos proporcionan los libros de
fabrica de la parroquia de Santa María Magdalena.
Comenzaremos con los trabajos de Carlos Mayo , uno de ellos realiza un
relevamiento de las tasaciones e inventarios de propiedades rurales
eclesiales22 y el otro estudia la evolución de los ingresos de una estancia de la
orden dominica a través de una análisis de sus ventas de novillos 23.
El primero de ellos nos aporta datos significativos sobre los elementos que
podemos hallar en propiedades rurales en manos de eclesiásticos e incluso, se
mencionan datos sobre una estancia ubicada en el pago de la Magdalena

20
Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
21
Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
22
Mayo C. y Fernández A., “Anatomía de la estancia eclesiástica” en Iglesia, sociedad y economía
colonial, Serie/Estudios e Investigaciones, N 22. La Plata. UNLP, 1995.

8
propiedad de los Mercedarios; esta misma señala los autores consta de “1500
varas de frente, 1300 cabezas de ganado vacuno, además de poseer ganado
equino, mular, bueyes y ovinos y detentar instalaciones de corrales y pozos de
balde , no así con atahonas y hornos”24.
Según los autores, la anatomía de las estancias eclesiásticas no diferían de las
laicas en sus partes constitutivas sino mas bien se encuentran disparidad si se
relacionan las escalas de ambas.
Nuestra Señora del Rosario ,era, a la sazón, el principal establecimiento
ganadero de los dominicos en Magdalena. El inventario levantado en 1795 nos
ofrece un fiel retrato de aquel . Con sus 2,994 varas de frente, al estancia
contaba con un casco algo mas elaborado que la del común de los estancieros
del pago; en efecto , allí se levantaba una casa de ladrillo y teja con sus
corredores, una sal de tres tirantes, un aposento y un cuarto que oficiaba de
despensa. Había además dos cuartos pequeños para los esclavos- que eran
seis- y un oratorio, que si solía faltar en la mayoría de las estancias
bonaerenses. La cocina funcionaba en un rancho y no lejos de ella había un
galpón de paja. Además del infaltable corral de ñandubay y un trascorral, la
estancia tenia un pozo de balde y toda la sombra que podían proporcionar dos
ombues y una higuera25.
Sumándole a estos bienes y otros que no mencionamos, los frailes detentaban
“dos rodeos de vacunos de un total de 300 cabezas, siete manadas de
caballos, seis burros hechores , una cría de yeguas y 38 bueyes mansos,
además de diez redomones”26.
Estas dos estancias eclesiásticas estudiadas por Carlos Mayo, se encontraban
en la misma área geográfica donde se enmarca nuestro estudio , en las fuentes
documentales de este trabajo encontramos datos que nos ayudan a realizar
una descripción ágil de los elementos que se hallaban en la parroquia de Santa
María Magdalena a fines del Siglo XVIII. En la tercer parte del libro de fabrica ,

23
Mayo C. y Duart D. ; “Nuestra señora del Rosario. Estancia de los dominicos en la Magdalena 1796-
1818” en Revista de Historia de América Num. 120 Julio-diciembre de 1995.
24
Datos extraídos de Mayo C. y Fernández A., “Anatomía de la estancia eclesiástica” en Iglesia,
sociedad y economía colonial, Serie/Estudios e Investigaciones, N 22. La Plata. UNLP, 1995.
25
Mayo C. y Duart D. ; “Nuestra señora del Rosario. Estancia de los dominicos en la Magdalena 1796-
1818” en Revista de Historia de América Num. 120 Julio-diciembre de 1995.
26
Mayo C. y Duart D. ; “Nuestra señora del Rosario. Estancia de los dominicos en la Magdalena 1796-
1818” en Revista de Historia de América Num. 120 Julio-diciembre de 1995.

9
donde se asientan las donaciones y quienes las realizaron, encontramos los
siguientes antecedentes: “Don Januario Fernández y Don Juan Blanco ( ya
difunto) erigieron a expensas suyas este templo intitulado de santa María
Magdalena , hasta ponerlo apto para celebrar y que tuviese para el bien común
27
de todo ese partido” . Como lo demuestran estas líneas , la parroquia tenia
sus bienhechores, hombres sin dudas de importante reputación e influencia en
la vida del pago. Son ellos mismo quienes a través de cartas a las autoridades
coloniales residentes en Bs. As. logran el permiso y la licencia de la creación
de dicha institución religiosa, “Ilustrisimo Señor: Don Januario Fernandez, don
Juan Blanco y Don Clemente Lopez Osornio, vecinos de esta ciudad y
arraigados en el pago de la Magdalena(..) el año pasado de 1754 el señor cura
de dicho partido, hizo patente a su feligresía la gran necesidad de que hay que
se construya una capilla capaz de poder servir de parroquia a los españoles y
demás gentes de la Magdalena(...)En esta consideración y de este destino
hemos ofrecido los arriba nominados concurrir con material de piedra sacada,
labrada y acarreada como en efecto se ha sacado, y esta sacando porción, y
fabricándose dicha Iglesia en el paraje que tenemos propuesto al enunciado Sr.
cura , que llaman la Atalaya y Valle de Santa Ana , con una cuadra en cuadro
para situación de dicha capilla”28
Los elementos que donan las almas generosas de estos pobladores son los
siguientes29:
Frontal de tapiz blanco....................................... J. Blanco y J. Fernández
Dos varas y medias de galon falso......................” “ y“ “
Una cenefa de pulpito..........................................” “ y” “
Quatro llandones de estaño.................................” “ y“ “
Un paño negro de fangalete...........................Juan Blanco y Januario Fernández
Una tina para el servicio de la Iglesia.............. “ “ y “ “
Veinte fanegas de cal que se consumieron..... “ “ y “ “
Estas donaciones eran acompañadas por otras realizadas por los vecinos del
pago en las cuales hallamos elementos que sirven al oficio religioso del templo
como así también donaciones para la compostura de dicho edificio.

27
Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
28
Centol, L., Bicentenario de la primitiva capilla de Santa María Magdalena. Magdalena, 1976
29
Fuente elaboración propia a partir del Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena.
Libro de Fabrica. Año 1789

10
Tres libros para las partidas de casamientos bautismos, entierros ..J Fernández
Un corporal de cambray y una enagua para la santa....................... J “
Un colgado de damasco de su propia cama..........Doña Ignacia de Echeverría30
Dos frontales de tapiz blanco( p. el púlpito y el altar)...... “ “ “
Unos manteles de clarin a flores para el altar..................Doña Petrona Blanco31
Una quadra en quadro de sus tierra cedió ..................Don Toribio Lozano
Un pulpito....................................................................Don Jacinto Alvariño
Dos palmatorias para el santísimo......Doña María de la Paz Gómez de Sarabia
Una araña de fierro...................................................Don Francisco Giles
Unas maderas.......................................................... Don Diego de Astron
Un jarro grande de estaño........................................Don José Astillares
Una camisa de Bretaña para la santa......................Don José Araujo
Un crucifijo...............................................................Silbestre Ledesma
Una bolsa bordada de realce para llevar el viático a los enfermos que fue
donada por el .............................................. Dr. Don Juan Dámaso Fonseca
Ornamento completo....................................” “ “ “ “
En la reedificación del techo de la Iglesia.......Don Januario Fernández
“ “ “ “ “ “ “ “ .........Marcos Miguez
“ “ “ “ “ “ “ “............. Bernardo Ramirez
Lismonas copiosas........................................Pedro Carrion
Alba y avito a beneficio de la Iglesia..............Dr. Don Manuel Alberti32
Estos son los elementos que eran utilizados para el servicio espiritual que
celebraba la parroquia lamentablemente las fuentes no especifican los valores
de dichos elementos . A través de las partidas de descargo podemos conocer
otros elementos y algunas construcciones de la parroquia. Por ejemplo en el
año 1794 el párroco hace las siguientes anotaciones sobre gastos:
“por veinte reales pagados al peón Ignacio para acarrear, cortar los leños
necesarios para el cerco de esta Iglesia y hacer justamente el cerco expresado,
por siete reales para dos cueros para el mismo cerco, por dos pesos para una
azada, por nueve reales para una cuchara de albañil , por tres libras de
munición y tres de pólvora para desterrar la inmensa multitud de loros que

30
Esposa del dicho Don Januario Fernández
31
Esposa del dicho Don Juan Blanco
32
Fuente elaboracion propia a partir del Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena.
Libro de Fabrica. Año 1789

11
destruían la Iglesia, por dos fanegas de cal para cubrir los ahujeros de la
Iglesia, que quedaron desde su recosificación, y repasar con reboque el
campanario, pro tres pesos para una carreta, por un peso al peón que carpió el
campo santo, por veinte reales para un horcón de mandubai, comprado a Don
Marcos Migues , para sostener el techo de la cosina”33
A través de los siguientes datos podemos señalar que al lado de la parroquia
se ubicaba el cementerio, el cual era lindero a esta a través de un cerco que
se renovaba constantemente, que el estado edilicio no era el mejor porque esta
pequeña muestra de gastos sobre arreglos en la parroquia como en la casa se
repiten constantemente en el libro de fabrica como así también el caso de que
ciertas aves dañen los techos de la Iglesia, lo que nos marca una idea de la
precariedad edilicia en los comienzos de la vida pastoral en la frontera sur de la
campaña de Buenos Aires y de las considerables dificultades materiales en las
que se vivía a fines del siglo XVIII en dicho espacio geográfico.
¿Casa de Dios o empresa espiritual?
“Sobre las falsas cuestaciones
Si es menos perjudicial, reprehensible y digno de la mayor atención el
(abuso)que ha llegado a noticia de S.S.Y. se ha entroducido en esta diocesis
en las cuestaciones y demandas, que pretextando fines tan christianos y
piadosos, como aparentes, hacen algunas personas eclesiásticas y seculares,
por lo que a fin de evitar los inconvenientes , que de ello resultan y las
exacciones violentas, y cuasi forzosas, que a la sombra de la ignorancia, y
misma credulidad de la gente de la campaña se hacen por este medio, manda
S.S.Y. al mismo cura vicario, sobre este punto con la mayor vigilancia , no
permitiendo demanda cosa alguna para fines piadosos, a no ser, que las
personas; que lo intentasen le presenten el permiso y licencia que para ello se
requieren por derecho, y si tuviesen privilegio especial, sin que este haya sido
revisto y examinado por el Ordinario y Magistrado Civiles a quienes
corresponda, impartiendo en los casos que fuese necesario el auxilio del brazo
secular, para impedir estos abusos, y dando parte a S.S.Y. si así no lo pudiere
conseguir para que en su vista, y de acuerdo con aquel toma las providencias,

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Fuente elaboracion propia a partir del Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena.
Libro de Fabrica. Año 1789 (partida de descargos)

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que al efecto fueren conducentes; no permitiendo tampoco, que se repartan, ni
ofrezcan a la adoración de los fieles de los fieles religioso(...)”34
Las anteriores recomendaciones vertidas por el Ilustrísimo Sr. Don Benito de
Lué y Riega, hacen mención a inconvenientes en las cuestaciones de la
parroquia, piden que se acentúen las medidas para evitar abusos en el manejo
de estos emolumentos y en caso de ser necesario se recurra a la ayuda
secular.
Observamos aquí la importancia que tenia sostener las finanzas de estas
parroquias algo muy asociado a una mentalidad “empresarial”, demostrando
así una dificultad, de índole económica , pero que también se expresa en su
costado “político” por llamarlo de alguna manera .
Estos problemas se observan al realizar una mirada simple y rápida a través de
los libros de fabrica , cuando uno analiza los dos tipos de ingresos , unos los
que se pagan por atención espiritual y otros las donaciones realizadas por los
bienhechores , y a esos beneficios se les contraponen los gastos podemos
observar que hay determinado excedente de fondos; pero sucede que ese
excedente no es declarado o en todo caso malversado por ejemplo el caso
testigo de los que va en el periodo entre marzo de 1793 a enero de 1798 y que
comprende un año al Dr. Alberti al frente de la parroquia y luego al Padre Puig,
en dicho periodo el Dr. Alberti recibe de su antecesor 16 pesos como sobrante,
en dicho quinquenio se recolectan aproximadamente entre limosnas de
bienhechores y pagos por servicios religiosos un total de 702 pesos a lo cual
durante ese periodo se gastan por diversas causas 444 pesos lo que genera un
remanente de 258 pesos que deberían utilizarse en la parroquia pero el mismo
padre Puig hace constar lo siguiente en el libro de fabrica:
“Entregue el 12 de enero de 1798 a mis sucesor Don Vicente Añasco, este libro
con 8 pesos único remanente del fondo de esta parroquia y mas cinco pesos
que se adquirieron de limosna para un cerco de piedra”35
Es evidente que la preocupación de Lué y Riega debería ser importante, ya que
en casi todos los cambios de párrocos se observan este tipo de irregularidades.

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Santa Visita del Obispo Lué y Riega año de 1803 asentada en dicho libro de fabrica Archivo
Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
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Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789

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Además de plantear esta situación que hace a las financiación de la empresa
espiritual , en este apartado quisiera señalar otro punto mas interesante , la
utilización de mano de obra esclava para los servicios de la parroquia como así
también de algunos españoles que percibían salario por colaborar como
sacristanes.
“Por curación del negro Francisco esclavo de esta Iglesia 3 pesos
Por alimento de dicho negro durante su enfermedad 5 reales”36
El negro Francisco había sido del agrado de Alberti y de Puig pero no de su
sucesor que en diciembre de 1798 “por veinte y cinco pesos (cortes) que me
entrego Don Ramón Freire por la venta de que a el le hice de un negro loco
llamado Francisco” 37
María Elena Barral en un interesante articulo sobre la recolección de limosna
en la campaña bonaerense y las estrategias establecidas, utiliza como fuente ,
el libro de fabrica de la Parroquia del Pilar. Barral toma un periodo que va
desde 1784 a 1822 , en tanto es necesario señalar la siguiente afirmación: “La
limosna y el pago de servicios religiosos constituyen los rubros que en mayor
medida contribuyen al ingreso de la parroquia. Dentro del recibo total la limosna
representa porcentajes entre el 55,5% y el 28,5% entre 1784 y 1802.En cuanto
a la composición interna de la limosna , la limosna en especie constituye el
76% del total, y la limosna en dinero, el 24%”38
Si bien los datos que Barral presenta son importantes para saber la
conformación y recolección de patrimonio de las instituciones eclesiásticas, es
necesario profundizar en la siguiente variable hacia: donde se destinan y
cuales son las sumas especificas que ingresan, como así también que sectores
aportan en mayor cantidad y cuales son las condiciones para aportar mas.
Para el caso en particular que se estudia en este articulo , la parroquia de
Magdalena en algunas excepciones “recauda” mayores ingresos a través de
sus bienhechores que por servicios los religiosos prestados; que como señale
son: casamientos y sepulturas. Ahora bien el estipendio varia según el
estamento social al que se pertenece, en el caso de ser un hacendado del

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Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
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Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
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Barral María Elena “Limosneros de la Virgen, cuestores y cuestaciones: La recolección de la limosna
en la campaña rioplatense, siglo XVIII y principios del XIX” en Boletín del Instituto de Historia
Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”. Tercera serie, núm. 18, 2 semestre de 1998.

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lugar el pago es mayor pero los honores en el caso de las sepulturas ( que
incluyen el entierro en el campo santo de la parroquia) se diferencian
notablemente en los casos de sepultura de pardos o indios. Lo mismo ocurre
para el caso de los casamientos en el caso de los hacendados o criollos la
limosna es mucho mas alta para estos estratos sociales que para los sectores
subalternos.
Para citar algunos ejemplos :
“Por sepultura , cera y ataud, paño negro de Don Theodoro Rodríguez y honras
al cabo del año...................................................................................24 Pesos
Por sepultura de Pablo Blanco, indio adulto........................................2 Pesos
Por sepultura de Olegario Miguens negro adulto.................................1Pesos”39
El promedio de pesos en este tipo de recolección por años es de 91 pesos en
un periodo de cinco años. Ahora bien es explícito que la parroquia no podría
subsistir sino fuera por las donaciones que además realizan los bienhechores.
En que gasta la parroquia y que otros ingresos aparecen que no sea los ya
señalados.
La mayoría de los gastos se realizan en “pagos a peones por limpieza del
campo santo, pagos a los sacristanes, por compras de cera, velas, vino, óleos,
40
arreglos edilicios de la parroquia ,etc.” Además es necesario indicar que a
partir del año 1799 , la parroquia arrienda un terreno lo cual le asegura un
ingreso fijo por mes en o la venta de esclavos como la de ganado vacuno
recibido en donación, donde podemos ver como los ingresos no son solo por
servicios sino por otro tipo de tácticas económicas para lograr la subsistencia
en esta zona fronteriza.
Conclusiones
Este articulo aporta una serie de referencias y datos sobre la existencia,.
supervivencia y desarrollo de una institución eclesiástica en una zona rural de
frontera, como lo es el pago de la Magdalena.
Los libros de fabricas que han sido analizados en este trabajo nos muestran
tres temas : a) la composición económica de dicha institución eclesiástica
b) la diferenciación social del pago y los privilegios de algunos
sectores en su relación con dicha institución

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Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789
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Archivo Parroquial de la Parroquia Santa María Magdalena. Libro de Fabrica. Año 1789

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c) y los mecanismos adoptados por la parroquia para no solo
cumplir su rol espiritual sino acompañar al Estado colonial en el avance en el
territorio de la campaña bonaerense, como institución que establece distintos
tipos de relaciones con la población asentada en dicho pago. Será necesario
en posteriores investigaciones, profundizar el análisis de los datos obtenidos
como también establecer comparaciones temporales y regionales.

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