Andragogia Ant B2 C
Andragogia Ant B2 C
Andragogia Ant B2 C
INTERVIENEN EN
EL APRENDIZAJE
DEL ADULTO
Andragogía
Bloque 2
AA0220
ANDRAGOGÍA
El presente material recopila una serie de definiciones, explicaciones y ejemplos prácticos de autores especializados
que te ayudarán a comprender los temas principales de este bloque.
Las marcas usadas en la antología son única y exclusivamente de carácter educativo y de investigación, sin fines
lucrativos ni comerciales.
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ANDRAGOGÍA
¿Por qué decimos que el adulto es el sujeto de su propio aprendizaje? Sabemos que los factores sociales
y el entorno en el que nos desenvolvemos desempeñan un papel importante para la adquisición de cono-
cimientos, pero no sólo depende de eso, ya que la etapa de vida en la que nos encontramos y el desarrollo
que experimentamos física, cognitiva y psicológicamente definen los aprendizajes que adquirimos a lo
largo de la vida y la manera en la que los incorporamos a nuestra cotidianidad, para resolver las situacio-
nes actuales y futuras. A continuación revisarás estos elementos y conocerás cómo influyen en la edad
adulta.
De acuerdo con Vicente Gabarda (2015), la etapa adulta comprende entre los 18 y los 60 años, aproxima-
damente. En ella se alcanza el desarrollo biológico y psíquico, y se consolida la personalidad y el carácter.
Al tratarse de un periodo muy extenso dentro del ciclo vital, algunos autores la dividen en dos etapas:
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ANDRAGOGÍA
Durante toda la vida se desarrollarán cambios a nivel psicológico en las personas, cambios de pensa-
miento y distintas formas de aprendizajes, experiencias, vivencias y conductas. Como lo vimos en el
cuadro 1, estos cambios influyen en las competencias personales. En algunas ocasiones estos cambios
son pasajeros, pero no siempre es así.
El desarrollo psicológico tiene lugar cuando se observan cambios duraderos. En el adulto coinciden el cam-
bio y la estabilidad, dado que los cambios de las diversas competencias personales transcurren a distintas
velocidades y en su interacción producen cierta estabilidad, por ejemplo, en la autonomía o en su bienestar.
Las diferencias en los cambios indican que el desarrollo adulto puede manifestarse multidireccionalmente,
es decir, en algunas competencias de manera estable y en otras aumentando o disminuyendo (Izquierdo,
2007, p. 68).
La concepción más directa del desarrollo psicológico en la edad adulta es la que desarrolla el psicólogo
Robert Peck entre 1959 y 1968, quien describe los aspectos principales en esta etapa (Izquierdo, 2007).
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ANDRAGOGÍA
Conflictos
Aprecio de la
A medida que empiezan a deteriorarse la resistencia y
sabiduría frente
la salud, las personas deben canalizar gran parte de su
al aprecio de la
energía de las actividades físicas hacia las mentales.
fuerza física
Es otro ajuste impuesto por las restricciones sociales y por los
Socialización frente a
cambios biológicos. Los cambios físicos pueden obligar a redefinir
sexualización en las
las relaciones con miembros de ambos sexos, a dar prioridad a
relaciones humanas
la camaradería sobre la intimidad sexual o la competitividad.
Flexibilidad
La flexibilidad emotiva es el origen de varios ajustes que se hacen
emotiva frente a
en la madurez, cuando las familias se separan, los amigos se
empobrecimiento
marchan o los antiguos intereses dejan de ser el centro de la vida.
emotivo
El individuo debe luchar contra la tendencia a obstinarse
Flexibilidad frente en sus hábitos y dejar de desconfiar demasiado en las
a rigidez mental nuevas ideas. La rigidez mental es la tendencia a dejarse
dominar por las experiencias y los juicios anteriores.
Estos aspectos se pueden modificar a partir de las condiciones de vida y de las decisiones tomadas, que
sientan las bases de la adultez y permiten enfrentar los desafíos de la vejez.
Otro de los aportes que destaca Izquierdo (2007) es la propuesta del psicoanalista Erick Erikson, quien
señala tres dominios en los que operan los adultos, para enfrentar el problema fundamental de esta etapa:
la generatividad frente al estancamiento.
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ANDRAGOGÍA
Tomando en cuenta los enfoques de estos autores, podemos ver que el desarrollo psicológico del adulto
está ligado al desarrollo personal y a las acciones que realiza en beneficio de la sociedad y de su entorno,
lo que nos permite obtener claves sobre los elementos directos de su aprendizaje.
El psicólogo alemán K. Warner Schaie propuso un modelo del ciclo vital del desarrollo cognoscitivo, el
cual examina el desarrollo de los usos del intelecto dentro de un contexto social. Su modelo consta de
siete etapas que pasan de la adquisición de conocimientos y habilidades (¿qué se necesita saber?), a
la integración práctica de éstos (¿cómo usar y aplicar esos conocimientos?); el objetivo es encontrarles
significado y propósito (¿por qué debería saber?) (Sandoval, 2018). A continuación se explica cada etapa.
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ANDRAGOGÍA
También es importante conocer otro modelo del desarrollo cognitivo, el que desarrolló el psicólogo Robert
Sternberg y está basado en el procesamiento de la información para resolver problemas; de acuerdo con
este modelo, el adulto cuenta con ciertos conocimientos y lo utiliza para solucionar alguna situación. En
seguida se describen las etapas del desarrollo cognitivo.
Codificar
Inferir
Comparar Justificar
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ANDRAGOGÍA
Algunos factores como la pobreza y la marginalidad son problemas que se deben considerar en la en-
señanza y el aprendizaje de adultos, sobre todo en América Latina. Al diseñar programas y estrategias
andragógicas, es necesario considerar la dimensión individual y social de los adultos. Por tal motivo,
diversos investigadores han manifestado su preocupaciones respecto a las relaciones entre los sujetos
de la educación y los contextos sociales en que se desenvuelven (Arzate, 2018).
Debido a la falta de bienes materiales, culturales y educativos, el aprendizaje es limitado en las pobla-
ciones pobres, por lo que resulta más difícil alcanzar una vida plena, digna e integrada a la sociedad.
Además de este factor, deben tomarse en cuenta cuestiones jurídicas, políticas, religiosas, artísticas,
etc., que intervienen en el contexto de los adultos e influyen en su concepción de la realidad, sus acciones
y relaciones con otros (Arzate, 2018).
En la educación para adultos, surgen tres principales problemas que plantea la interacción entre el sujeto
y su contexto: la planeación de programas, el diseño de estrategias pedagógicas y la investigación sobre
esta área. Esto se relaciona con el hecho de que el aprendizaje de esta población “se encuentra mediado
por lo cotidiano, por una serie de procesos complejos sociales desplegados en situaciones concretas,
temporales e históricas” (Arzate, 2018, p. 68).
Como sujetos que aprenden y construyen su propio aprendizaje, los adultos están delimitados por as-
pectos culturales, sociales y económicos, que enmarcan sus posibilidades de acceder al conocimiento
para formar su visión del mundo, pero también se enfrentan a mecanismos de socialización que generan
desigualdad e imponen visiones dominantes que, la mayoría de las veces, no corresponden con el con-
texto y la realidad específica de quienes aprenden; es decir, la práctica andragógica no siempre responde
a las particularidades de los adultos.
Martínez (2016) señala que para responder esas preguntas, las sociedades deben concebirse como una
organización dicotómica, jerárquica y patriarcal (norte-sur, hombre-mujer, rico-pobre, público-privado),
donde las relaciones (sobre todo entre los géneros) se basan en estructuras desiguales de reparto del
poder, por lo que se utilizan diversos mecanismos que normalizan esta desigualdad, como la educación,
los medios de comunicación, la socialización familiar, la cultura, las tradiciones, etcétera.
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ANDRAGOGÍA
Para romper con estos mecanismos de socialización de la cultura jerárquica, son necesarias tres acciones:
1) visibilizar, tomar conciencia y revisar nuestra posición dentro de la citada estructura –¿Desde dónde
nos posicionamos?–; 2) analizar y de-construir los diversos imaginarios patriarcales y sus mecanismos de
normalización; 3) re-construir y proponer nuevas formas de ser, saber, estar y hacer ciudadanías donde la
equidad, la igualdad, la libertad y la justicia social sean alternativas a la desigualdad y la violencia (Martínez,
2016, pp. 130-131).
En este contexto, la educación no es un factor neutral porque puede ser la responsable de normalizar y
reproducir sociedades desiguales, o puede transformar la realidad y lograr mayor igualdad entre la ciu-
dadanía, como verás a continuación (Martínez, 2016).
Género como categoría Esta idea de cultura no debe entenderse como estática ni
social construida homogénea; es decir, la construcción de las relaciones de género
varía de acuerdo con la sociedad y el momento histórico. Por
ejemplo: no significa lo mismo ser mujer (o hombre) en países
occidentales, que en países árabes, latinoamericanos o africanos.
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ANDRAGOGÍA
Objetivo de la
Superar la educación tradicional y reproductora de desigualdades.
pedagogía feminista
El aprendizaje de los adultos desde esta perspectiva, plantea reconocer que éste no ocurre en un solo
sentido y que no se pueden generar las mismas estrategias y métodos de aprendizaje, en contextos
diferentes. Las comunidades formadas para el aprendizaje de los adultos deben responder a sus parti-
cularidades, asegurar la participación más allá del género y construir una educación que no excluya la
realidad de ningún adulto, ni tampoco invalide la forma en la que aprende. Como señala Martínez (2017):
“se hace imprescindible construir y visibilizar desde lo popular, lo local, lo subalterno”.
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ANDRAGOGÍA
Ahora que has conocido los factores de desarrollo y las perspectivas sobre el aprendizaje de los adultos,
es momento de que revises los elementos involucrados en el proceso, pues ambas partes te permitirán
construir un panorama completo sobre las tareas que es importante plantear en los espacios de educa-
ción para adultos, tanto presenciales como virtuales. Aunque sea ya un tema recurrente, el aprendizaje
es un aspecto que debe analizarse desde todas las aristas posibles, para entender los retos que tiene por
delante la Andragogía.
Como señala Florentino Sanz (1994, citado en UAPA, 2006), la memoria se considera una capacidad
para recordar procesos previamente aprendidos. Gracias a ella es posible almacenar la información
percibida y registrada por los sentidos, para usarla después, por lo que supone un proceso de recepción,
codificación, almacenamiento y recuperación de datos.
Puede decirse que este proceso es activo, ya que la información no se guarda como algo estático, sino
que ésta cambia y se ordena según la experiencia previa del adulto. Es importante mencionar que las
posibilidades de recordar se vinculan con la manera en que han sido interiorizados los conocimientos; es
decir, no existe la buena o mala memoria, sino que se dan procesos incorrectos de almacenamiento de
la información y, por lo tanto, ésta se olvida más fácilmente (UAPA, 2006).
Por otro lado, los diferentes tipos de memoria se clasifican según el tiempo en que la información está
presente en la misma.
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ANDRAGOGÍA
Además de estas posibilidades en la memoria, debemos tomar en cuenta que la capacidad de retención
es mayor cuando el aprendizaje se realiza en periodos cortos, por lo que no se recomienda realizar la
misma actividad de aprendizaje durante un periodo largo, ya que el cansancio disminuye la capacidad
de retención. Además, la manera en que se organice la información favorece que ésta permanezca al-
macenada más tiempo (UAPA, 2006).
De acuerdo con la información que se quiere aprender la memoria y el aprendizaje están relacionados
creando un vínculo. De tal forma que el aprendizaje se clasifica por las características de la información
en primer lugar, el modo en que se almacena o aprende, así como por la forma en que se recupera.
Además del aprendizaje y la memoria, es necesario tomar en cuenta la experiencia, como ya se explicó
en el bloque 1, pues mientras más interés tenga la situación para el adulto y mientras más próxima esté
a su propia experiencia, el aprendizaje se enriquecerá.
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ANDRAGOGÍA
La tarea más importante en la práctica andragógica es conocer al alumno; esto permite crear ambientes
propicios para su aprendizaje. Por lo general, al andragogo se le denomina facilitador o mediador y una
de sus mayores responsabilidades es ayudar a los adultos a desarrollar competencias para un mejor
desempeño en su vida personal, profesional o laboral (Calivá, 2009).
Además de conocer una amplia variedad de recursos, el facilitador debe seleccionar las estrategias y
métodos más apropiados a su grupo de adultos, con el fin de incentivar el aprendizaje. Pero, ¿cómo es que
puede crear un ambiente adecuado? Esto puede lograrse al fijar objetivos que motiven a los participantes
a adquirir conocimientos y ponerlos en práctica, mediante los siguientes elementos clave:
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ANDRAGOGÍA
Por otro lado, la actitud ética es otro de los aspectos importantes para el andragogo, ya que su práctica
debe guiarse por una visión realista de la sociedad o comunidad en la que está inmerso. Debe percibir los
problemas, carencias y necesidades de la población adulta, tener una actitud solidaria hacia los problemas
y conflictos de su grupo, y ser respetuoso hacia sus motivaciones, intereses, saberes y personalidades
(Fernández y Valverde, 1995, p. 104).
Ante una nueva sociedad en constante cambio en la que la masificación y despersonalización son realidades
palpables, la actitud humanitaria es clave en el andragogo para que generen en él mismo y en su grupo, la
posibilidad de expresar ideas, valores y sentimientos que tanto condicionan cualquier esfuerzo educativo
y que, posteriormente conllevaría al fortalecimiento de las entidades personales y colectivas (Fernández y
Valverde, 1995, p. 104).
De acuerdo con Illas (2013), la autoeducación es un concepto clave en la práctica andragógica, ya que en
los procesos educativos, los adultos no sólo involucran todo lo que ha aprendido en contextos diferentes,
sino también sus talentos, prejuicios, convicciones y visión de sí mismo, de la vida y del mundo; esto le
permite asumir un papel activo en su propio aprendizaje.
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Ahora que conoces los elementos que intervienen en la educación de adultos, sus bases teóricas y su
importancia en el desarrollo personal y social, puedes comprender la necesidad de impulsarla y hacerla
crecer, para combatir aspectos como el rezago, la brecha digital y la falta de acceso a la educación.
Para lograr esto, es necesario cuestionar el significado de la práctica andragógica en nuestro país y analizar
si la educación que reciben los adultos hoy en día, de verdad contribuye a transformar su cotidianidad. El
principal reto es promover políticas para mejorar la educación de adultos, sobre todo su acceso. También
es importante construir una propuesta curricular para la formación inicial de los futuros facilitadores de
personas adultas. Esta propuesta debe contemplar el conocimiento específico del campo de la educación
de personas adultas (fundamentos epistemológicos y filosóficos), así como el conocimiento pedagógico,
para que el facilitador cuente con el sustento teórico y las estrategias metodológicas necesarias para su
práctica (Rumbo, 2016).
No se debe perder de vista que el aprendizaje de las personas adultas debe contribuir a la vida en comu-
nidad, para actuar frente a las injusticias sociales y formar una ciudadanía capaz de tomar decisiones
informadas (Rumbo, 2016). Por otro lado, es necesario impulsar un programa de alfabetización digital,
que no sólo se oriente al uso de herramientas tecnológicas, sino que incluya la adquisición de las com-
petencias necesarias para tener un acceso real a la sociedad del conocimiento. Esto permitiría que los
adultos se beneficien de las nuevas tecnologías (Valenzuela, Villavicencio y Limón, 2016).
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REFERENCIAS
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