Es Posible La Esperanza - Tema 2 Capítulo 9
Es Posible La Esperanza - Tema 2 Capítulo 9
Es Posible La Esperanza - Tema 2 Capítulo 9
Todos los seres humanos respondemos de una manera distinta a una misma
situación. La forma en que cada individuo actúa está dirigida por sus propias
representaciones cognitivas. El término cognición se utiliza para designar ideas,
pensamientos, creencias y atribuciones. Las atribuciones se forman con base en la
interpretación que hacemos interiormente de las situaciones y hechos en que nos
vemos involucrados.
El Psicólogo Fritzz Heider (1944) introduce el concepto de atribuciones” y las define
como el proceso por el cual se juzgan las causas de un acontecimiento.
"Se denomina atribución a la búsqueda de razones por parte de un individuo de sus
éxitos y fracasos personales. Decimos que un individuo tiene estrategias de
atribución positiva cuando es capaz de discernir objetivamente las causas de sus
éxitos o fracasos. Decimos que tiene estrategias de atribución negativa cuando
tiende a generalizar las causas del fracaso bien en su propia psicología, o bien en
factores externos no controlables por él mismo. Por lo tanto la existencia de unas
adecuadas estrategias de atribución será un elemento fundamental para lograr
buenos niveles de autoestima y autoconfianza en una persona".
Las atribuciones son de vital importancia ya que éstas representan mecanismos
sesgados de afrontamiento que guían la conducta del sujeto (tendencia a ver lo que
esperamos o queremos ver). Cada persona tiene su propia historia de aprendizaje
por la cual desarrolla un conocimiento subjetivo de las situaciones.
Los pensamientos y las emociones se interrelacionan, o sea que se conectan entre
sí, y en ocasiones, producen respuestas desproporcionadas. El individuo que ha
tenido la oportunidad de generar una percepción positiva sobre sí mismo hará una
autovaloración justa a un mal resultado; quien tiene una visión negativa de su
persona, pensará que el fracaso personal es siempre culpa suya.
Las atribuciones están influenciadas por la interpretación que la persona hace de
los hechos. Cada persona interpreta una situación de una manera distinta. La
cultura, la sociedad y las experiencias vividas a través de las diferentes etapas del
desarrollo influyen en la forma en que una persona interpreta un hecho en su vida.
Algo que parece ser insignificante para unos, puede ser causa de alegría o de dolor
y vergüenza para otro.
La sensación de hacer el ridículo está relacionado con los roles sociales y los
etiquetados asignados por los demás. Rechazos por parte de los padres, hermanos
y compañeros de clase u otras personas significativas pueden producir graves
conflictos emocionales.
Los niños, por ejemplo, que no son buenos atletas, y que tienen problemas de
coordinación psicomotriz, a menudo son víctimas del rechazo y del ridículo.
Frecuentemente se les coloca apelativos femeninos, con el uso de palabras tan
penosas como "sissy, fairy, queer," marica, hada, extraño (=marica). También se les
llega a decir que corren o actúan como una niña. Conforme el dolor de traiciones
por parte de compañeros continúa año tras año, estos chicos se sienten cada vez
más inadecuados, confusos, aislados, solos, y débiles. El maltrato de compañeros
produce en ellos una muy deficiente imagen de su propio cuerpo, y un deficiente
sentido de su propia masculinidad.
Tales chicos pueden llegar a ser chivos expiatorios de sus compañeros, quienes les
insultan en un intento de realzar su propia auto-estima. En el colegio se les
victimiza particularmente durante la clase de gimnasia. A menudo han referido el
sentirse torturados por sus compañeros.
Cuando otros resaltan las diferencias, la persona aprende a compararse con los
demás y desarrolla atribuciones erróneas que aumentan el sentimiento del ridículo.
Aunque el sentimiento sea real, las emociones pueden multiplicar su intensidad
hasta llegar a crear respuestas desadaptativas e incluso destructivas. Estas
atribuciones generan sentimientos de frustración, desesperación y decepción.
Alean nos muestra la irritación y la pena que causa cuando los otros se burlan de
él.
De repente me encontré a mis hermanastros en la universidad… me pasé un rato
agradable con ellos charlando, sin embargo casi todos los compañeros de mi salón
estaban cerca de mi... y estaban hablando y se reían, pero por lo general me veían
a mi… pues sentí que estaban burlándose de mí y me sentí irritado…,
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