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JERUSALÉN

en profecía

POR GERALD FLURRY


Este libro no es para la venta.
Es un servicio educativo gratuito
de interés público, publicado por
la Iglesia de Dios de Filadelfia.

© 2001, 2005, 2010 Philadelphia Church of God


All Rights Reserved

© 2017 Iglesia de Dios de Filadelfia,


Versión derivada en español,
Todos los derechos reservados

Impreso en Estados Unidos de Norteamérica


Las Escrituras en esta publicación son citadas de
la Versión Reina Valera, a menos que se indique otra.
Jerusalén significa “ciudad de paz”. Sin
embargo, ¡la historia de esta ciudad está llena
de ríos de sangre! Ninguna ciudad ha sufrido
como Jerusalén. Ésta casi no ha conocido
la paz. Pero hay muy buenas noticias. Dios
estableció a Jerusalén para ser una ciudad de
paz, ¡y un día Él se asegurará de que así sea!
En realidad ésta es la ciudad desde la cual la
Familia de Dios gobernará ¡a todo el universo!
Tabla de contenido
Capítulo 1
“¡Jerusalén, Jerusalén!”..................................................... 1

Capítulo 2
“La llaga” mortal de Israel................................................ 9

Capítulo 3
Jerusalén a punto de explotar.........................................31

Capítulo 4
En espera de la Nueva Jerusalén.....................................42
Capítulo 1
“¡Jerusalén,
Jerusalén!”
¡J erusalén es un polvorín cargado de potencial nuclear!
¡Ninguna ciudad sobre la Tierra está tan llena de tensión
internacional como Jerusalén lo está!
Esta ciudad antigua no sólo desempeña un papel central
en las creencias de las tres religiones principales (el judaísmo,
el islamismo y el cristianismo), sino también es un poderoso
símbolo nacionalista para los árabes y judíos.
Hoy los israelitas y los palestinos están trabados en un con-
flicto sangriento sobre quién controlará Jerusalén. Durante
años han tratado de resolver sus múltiples diferencias mediante
negociaciones y concesiones. ¡Pero sus comunicaciones
siempre se rompen en relación a Jerusalén!
Éste es un problema imposible, sin resolución que sea acep-
table por todas las partes. Como lo dijo un analista: “Una paz
entre los árabes y los judíos que no resuelva la cuestión de
Jerusalén, no será paz. De hecho, es una paz que debilita a los
judíos al devolver Cisjordania, Gaza y las Alturas del Golán
al control árabe, pero deja a Jerusalén como una disputa sin
resolver, haciendo que la guerra sea más probable, no menos. (...)
La suposición de los diplomáticos de que todas las cosas pueden
ser resueltas por la negociación, subestima las emociones involu-
cradas. Jerusalén no es negociable” (Analista de asuntos islámicos,
1 de junio de 1993). Eso significa que no hay solución pacífica.
La situación es muy mala en Jerusalén hoy, pero la Biblia
dice que se volverá mucho peor antes que se mejore.
2 JERUSALÉN EN PROFECÍA

C R ISTO L LORÓ P OR J E RUSA L É N


Durante Su ministerio terrenal, Jesucristo demostró Sus
fuertes sentimientos por Jerusalén.
A los líderes religiosos judíos que gobernaban la ciudad,
Cristo les dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
Porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y dejáis lo
más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto
era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello (...). ¡Ay de voso-
tros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros
de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís:
Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubié-
ramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas” (Mateo
23: 23, 29 - 30). Éstas eran personas religiosas que se jactaban de
cómo no habrían matado ni derramado la sangre de los profetas
de Dios, como lo habían hecho sus antepasados. Sin embargo, se
lanzaron a derramar sangre más preciada, ¡la de Jesucristo!
Éste no es un mensaje sólo para los judíos. ¡Es un mensaje
para todas las personas, especialmente las personas religiosas!
“Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois
hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros tam-
bién llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes, gene-
ración de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del
infierno?” (versículos 31-33).
Si ellos no mataron a los profetas, los expulsaron de la
ciudad. ¡Cristo llamó a estos líderes religiosos serpientes y
víboras corruptas! Entonces, Cristo pronunció algunas profe-
cías terribles. “De cierto os digo que todo esto vendrán sobre
esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas,
y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise
juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo
de las alas, y no quisisteis! (versículos 36-37). “Jerusalén,
Jerusalén”, que matas y apedreas a los profetas. A lo largo de
los siglos, Cristo habría reunido a los hijos de Jerusalén (y a
toda la humanidad) como una gallina reúne a sus polluelos,
pero ellos se negaron. ¡No quisieron a Dios en su religión, ni
en sus vidas! Esto es cierto para todas las personas religiosas y
no religiosas, a lo largo de la historia del hombre.
Y vea qué precio ha pagado Jerusalén (y toda la huma-
nidad). Cristo dice la palabra ay ocho veces en este capítulo.
“¡Jerusalén, Jerusalén!” 3

Veremos que la historia de Jerusalén se ha llenado de ay, ay, ay.


¡Y lo peor está por venir! Pero también lo mejor, lo cual es más
grande de lo que nos pudiéramos imaginar.
“He aquí vuestra casa os es dejada desierta” (versículo 38).
Realmente todo lo que necesitamos hacer es mirar el pasado
y el presente de Jerusalén, con su historia de derramamiento
de sangre y desolación, para darnos cuenta de que las cosas
nunca mejorarán hasta que el Jesucristo glorificado intervenga.
¡Ríos de sangre han corrido en esa ciudad!
El sufrimiento que ha ocurrido en Jerusalén es un tipo de
lo que le ocurrirá a toda la humanidad antes de la Segunda
Venida de Cristo. Él quiere que toda la humanidad aprenda
una lección, de lo que ha sucedido en Jerusalén. Hasta ahora
esa lección no ha sido aprendida. Esta ciudad, tan llena de
ayes y desolación, pronto aprenderá una gran lección de Dios,
debido a un ay y una desolación mucho más intensa que
vendrá.
Israel, sobre todo, debería estar más inspirado a buscar a
Dios sólo por la historia de Jerusalén. Los judíos quieren ser
religiosos, pero a su manera, no a la manera de Dios. Una y
otra vez Dios ha llamado a Israel, pero éste sigue rebelándose.
Se niega a ser un ejemplo para el mundo. Ahora, la humanidad
ha llegado al grado que todo ser humano está a punto de ser
destruido, a menos que Cristo intervenga (Mateo 24:21).
Mateo 24, la profecía de los Olivos, que predice una des-
trucción global catastrófica, seguida de la condenación de
Cristo contra Jerusalén en el capítulo 23. ¡Ahora nos enfren-
tamos a la extinción humana porque Jerusalén e Israel (y el
mundo) han rechazado a Cristo!

PA D R E E H I J O
¿Qué hay de especial acerca de Jerusalén? ¿Por qué es tan
importante para Dios?
La emocionante historia y profecía de Jerusalén comenzó
hace mucho, en Génesis. “Aconteció después de estas cosas,
que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió:
Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único hijo, Isaac, a
quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holo-
causto sobre uno de los montes que yo te diré” (Génesis 22:1-2).
4 JERUSALÉN EN PROFECÍA

La tierra de Moriah siempre ha estado asociada con Jerusalén.


Aquí es donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo.
“Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para dego-
llar a su hijo” (versículo 10). Pero Dios lo detuvo. “Entonces el
ángel de [el Eterno] le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham,
Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu
mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco
que temes a Dios, porque no me rehusaste tu hijo, tu único”
(versículos 11-12). En la mente de su padre, Isaac ya estaba
muerto.
Abraham e Isaac fueron un tipo de Dios el Padre y
Jesucristo. Ésta es una razón importante por la que este inci-
dente ocurrió en el área de Jerusalén. Más tarde, Dios el Padre
sacrificó a su Hijo unigénito en Jerusalén. El propio Hijo de
Dios fue sacrificado en Jerusalén. ¡Qué rica e inspiradora es la
historia de Jerusalén!
Pero como veremos más adelante, la parte más rica de esa
historia está todavía por cumplirse.

DIOS ELIGIÓ A JERUSALÉN


Fíjese en esta notable declaración que Dios hizo: “Pero no
romperé todo el reino, Sino que daré una tribu a tu hijo, por
amor de David, mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo
he elegido” (1 Reyes 11:13). Dios Mismo ELIGIÓ a Jerusalén. Él
no eligió a París o Londres o Nueva York, Él eligió Jerusalén.
Imagine: ¡Ésta es una ciudad que Dios ha escogido! ¡Está
todavía por deslumbrar al mundo con un brillo piadoso! El
mundo entero pronto estará mirando a esta ciudad por lide-
razgo. Dios está llamando ahora a Israel espiritual (a Su Iglesia)
para que tenga su sede en Jerusalén y gobierne al mundo. Él
le está ofreciendo a usted, si es uno de esos llamados, la res-
ponsabilidad más grande que jamás se le haya dado a ningún
ser humano.
Hay evidencia fuerte de que Melquisedec fundó Jerusalén.
“Entonces Melquisedec, rey de Salem, y sacerdote del Dios
Altísimo, sacó pan y vino” (Génesis 14:18). Melquisedec fue
rey de Salem, que probablemente llegó a ser conocido como
“Jeru-salem”. “Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote
del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía
“¡Jerusalén, Jerusalén!” 5

de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien así mismo dio


Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primera-
mente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de
paz” (Hebreos 7:1-2).
Salem significa “paz”. Jerusalén significa “ciudad de paz”.
¡Si usted entiende la historia de Jerusalén, este significado le
podría parecer como una broma pesada! La historia de esta
ciudad está llena de ríos de sangre. ¡Ninguna ciudad sobre
la Tierra ha tenido más derramamiento de sangre! Ninguna
ciudad ha sufrido como Jerusalén. ¡No ha conocido casi paz!
Eso es porque el hombre ha gobernado a Jerusalén alejado de
Dios.
¡Esta ciudad empapada en sangre está aún por llegar a ser
una ciudad de paz!
Ninguna otra ciudad ha tenido un comienzo tan increíble.
Ésta fue escogida por Dios e indudablemente fundada por
Melquisedec, el gran Ser que se convirtió en Jesucristo
(Hebreos 7:3). ¿Quién puede haber sin padre, sin madre y sin
principio ni fin de vida? Éste sólo podría ser el Dios que se
convirtió en Jesucristo. Sólo Dios puede ser descrito de esta
manera. Y ningún hombre ha visto a Dios el Padre.
Dios escogió a Jerusalén desde el principio. Dios fundó esta
ciudad en paz. ¡Fue fundada para ser una ciudad de paz para
siempre! Usted puede estar seguro de que Dios completará Su
plan. ¡Si usted entiende la meta de Dios, usted sabe que el sig-
nificado del nombre de la ciudad contiene una profecía de su
futuro magnífico!
Dios le ha dado la espalda a Jerusalén por causa del pueblo
pecador. Pero ese problema será corregido en un futuro cercano.
Durante el tiempo de Josué, Jerusalén fue llamada Jebús
(Josué 18:28, Jueces 19:10). Los jebuseos vivían allí. Ellos
eran cananeos, descendientes de Cam a través de Canaán.
Dios prometió expulsar a los jebuseos si Israel Le sirviera de
soldados (Éxodo 33:1-3; 34:11-15).
David fue quien finalmente capturó a Jerusalén de los jebu-
seos (2 Samuel 5:1-6). Esta ciudad era una fortaleza tal, que
parecía que los ciegos y los cojos podrían defenderla. Pero
David confió en Dios y triunfó.
“Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de
David. Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos,
6 JERUSALÉN EN PROFECÍA

suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos, aborrecidos del


alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en
la casa. Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la
Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro.
Y David iba adelantando y engrandeciéndose, y [el Eterno]
Dios de los ejércitos estaba con él” (2 Samuel 5:7-10). Jerusalén
fue llamada la “ciudad de David”. Pero eso cambiaría pronto.

DIOS R ECH A Z A A JERUSALÉN


Judá se apartó de Dios. Jeremías fue enviado a Jerusalén para
advertirle. “Así me ha dicho [el Eterno]; Ve y ponte a la puerta
de los hijos del pueblo, por la cual entran y salen los reyes
de Judá, y ponte en todas las puertas de Jerusalén” (Jeremías
17:19). Se le dijo a Jeremías que se parara en las puertas de
Jerusalén, donde entrarían los reyes y gobernantes, para adver-
tirles. Ellos estaban quebrantando el día de reposo de Dios.
Dios siempre envía un mensajero para advertir a Su
pueblo pecador e Israel. El mensaje debe ser declarado
donde el pueblo pueda oírlo. “Y diles: Oíd la palabra de [el
Eterno], reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores
de Jerusalén que entráis por estas puertas. Así ha dicho [el
Eterno]: Guardaos por vuestras vidas de llevar carga en el
día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén. Ni
saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis
trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé
a vuestros padres. Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído,
sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir correc-
ción” (versículos 20-23). Se les ordenó santificar el Sábado de
Dios, de guardarlo. Si guardamos un Sábado santo, esto nos
prepara para una santa semana y una relación cercana con
Dios. Repetidamente, Israel fue castigado por quebrantar este
mandamiento y apartarse de Dios.
Jerusalén fue destruida a causa del quebrantamiento del
Sábado. Desde entonces ha sido hollada. ¡Durante más de
2.000 años! Hay una causa para cada efecto. Jerusalén es una
ciudad en grandes dificultades hoy. ¿Por qué? Por el pecado.
Nabucodonosor hizo que Jerusalén pareciera un basurero.
“Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo,
y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de
“¡Jerusalén, Jerusalén!” 7

la casa como cumbres de bosque” (Miqueas 3:12). Después


que Jerusalén fue destruida en 585 a.C., ésta parecía como
montones de basura.
Sion es un tipo de la Iglesia hoy. Jerusalén es un tipo de
todo Israel. Esto es historia y profecía. ¡En este tiempo del fin,
la Iglesia laodicena tibia de Dios será “arada como campo”!
(Lea sobre los laodicenos en Apocalipsis 3:14-21, escriba soli-
citando nuestro libro el Mensaje de Malaquías para una expli-
cación minuciosa de la tragedia que ha ocurrido en la Iglesia
de Dios en este tiempo del fin). El propio pueblo de Dios será
despedazado en pedazos por sus pecados. ¿Cuál es su culpa?
“Edificáis a Sion con sangre, y Jerusalén con injusticia. Sus
jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio,
y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en [el Eterno]
diciendo: ¿No está [el Eterno] entre nosotros? No vendrá mal
sobre nosotros” (Miqueas 3:10-11). Antiguamente, los sacer-
dotes y profetas enseñaban a cambio de una paga. Pero ésta es
una profecía principalmente para hoy. La Jerusalén espiritual,
o la Iglesia laodicena de Dios, tiene sacerdotes y profetas que
enseñan por precio. Confían en el hombre para su sustento,
no en Dios.
Sin embargo, no todos los ministros de Dios confían en
el hombre. “Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de [el
Eterno], y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su
rebelión, y a Israel su pecado” (Miqueas 3:8). Estamos comi-
sionados a declarar sus pecados. Eso es lo que estará haciendo
el pueblo leal de Dios. Dios profetizó de semejante obra.
Nabucodonosor dejó Jerusalén como un campo arado y en
montones de basura. Josefo fue testigo cuando los romanos
destruyeron esta ciudad en el año 70 d.C. Él dijo que si una
persona se acercaba a ese lugar, ¡nunca se imaginaría que una
vez hubo una ciudad allí!
Jerusalén fue reconstruida, y luego los judíos se rebelaron
de nuevo en 132-135 d.C. Roma estaba tan enfurecida que des-
truyó todos los edificios construidos desde el año 70 d.C. Los
registros dicen que, una vez más, ¡Jerusalén se convirtió en
un campo arado! Ningún judío fue permitido a 32 km a la
redonda de Jerusalén.
Durante las cruzadas religiosas, la “ciudad de paz” de
nuevo fluyó con ríos de sangre. Cristo dijo que Jerusalén
8 JERUSALÉN EN PROFECÍA

quedó desolada. Él dijo ¡ay, ay, ay, y ay por Jerusalén! ¿Ha sido
Jerusalén desolada y llena de aflicción? Sí. ¡Y el peor ay hasta
ahora está aún por llegar!
“He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a
todos los pueblos de alrededor, contra Judá, en el sitio contra
Jerusalén” (Zacarías 12:2). Cada nación que ha gobernado
Jerusalén ha experimentado serios problemas. Esto es cierto
hasta el día de hoy.
“Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada
a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán des-
pedazados, bien que todas las naciones de la tierra se jun-
tarán contra ella” (versículo 3). Dios dijo que el problema de
Jerusalén sería una pesadilla para los pacificadores y los diplo-
máticos que se enredaran con ella, sin mencionar el pueblo
que la llama su hogar. Y sin embargo, parece que toda nación
quiere tener a Jerusalén.
Ninguna ciudad ha sufrido como Jerusalén. Como lo
veremos en los capítulos siguientes, ésta está en la actualidad
agobiada por problemas insolubles. Sin embargo, a fin de
cuentas, hay muy buenas noticias. Dios estableció Jerusalén
como una ciudad de paz, ¡y un día Él se asegurará que final-
mente se convierta en eso! ¡Es en realidad la ciudad desde la
cual la Familia de Dios gobernará el universo entero!
Capítulo 2
La llaga mortal
de Israel
E l ciudadano de Israel mira por su ventana a su nación,
con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta. Sabe
que Israel está en problemas.
Es verdad que durante estas seis décadas de existencia, el
país no ha tenido paz. Pero mientras los ciudadanos judíos
observan a los adolescentes palestinos y a soldados israelíes
peleando en las calles, mientras los gritos multilingües y el
estallido de disparos llenan sus oídos, el ciudadano sabe que
hoy la situación está peor de lo que ha estado antes. Él teme
que Israel sea transformado para siempre.

E L NACI M I E N TO DE I SR A E L
Repasemos la historia reciente de Israel.
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, había
muchos refugiados judíos sin ningún lugar para llamarlo su
casa. La mayoría del mundo se solidarizó con estos judíos.
Después de una amarga lucha en las Naciones Unidas, la
tierra de Israel fue declarada una nación. En 1948, cuando
Israel (Judá bíblico, el nombre judío es simplemente una ver-
sión corta de Judá) fue declarada nación, los árabes atacaron
inmediatamente.
Los judíos no tenían un ejército real. Estaban perdiendo la
guerra después de tres semanas. Entonces, extrañamente los
árabes hicieron una tregua temporal. Esto es exactamente lo
10 JERUSALÉN EN PROFECÍA

que Israel necesitaba para rearmarse y entrenar a sus fatigadas


tropas, muchos de ellos civiles que portaban armas.
Poco después los árabes comenzaron a pelear otra vez. Esta
vez los judíos estaban bien preparados y pronto ganaron la
guerra.
Éste fue un milagro de Dios. Muchos de los judíos lo reco-
nocieron. Experimentaron muchos milagros en los siguientes
años.
A los judíos se les había profetizado tener una nación en
este tiempo del fin. ¡Así que tenía que suceder!
Los judíos eran luchadores resueltos. Ésta era su primera
nación soberana en 2.000 años. Sólo la muerte podía hacerlos
renunciar a su única y nueva patria.

V O L U N T A D PA R A L U C H A R
Continuó habiendo muchos problemas entre los judíos y los
árabes. Los problemas se volvieron tan intensos en 1967 que
casi todas las naciones del mundo creyeron que los árabes
estaban a punto de atacar a Israel nuevamente.
La Unión Soviética estaba urgiendo fuertemente a Egipto
para que atacaran. Las tropas egipcias se adentraron al Sinaí y
les ordenaron salir a las fuerzas de la ONU. La guerra parecía
inminente.
Egipto, Jordania y Siria eran aliados para comenzar una
guerra. Así que los judíos se sintieron obligados a atacar pri-
mero. Los aviones de guerra judíos volaron a Egipto y destru-
yeron a 300 aviones de combate egipcios en tres horas. Los
judíos entonces capturaron a todo el Sinaí, el Canal de Suez,
Jerusalén Oriental, la Ribera Occidental y los Altos del Golán
en sólo seis días.
De nuevo, una serie de milagros por Dios salvaron la
nación judía.
Los turistas comenzaron a llegar a Israel. El Estado se
volvió próspero y suficiente. Los judíos se adormecieron en un
falso sentido de seguridad.
A finales de 1973, el ejército militar judío ignoró los serios
reportes de inteligencia que los árabes iban a atacar nueva-
mente. El ataque ocurrió el 6 de octubre, durante la solemne
fiesta judía de Yom Kippur.
La llaga mortal de Israel 11

Los judíos ganaron la guerra en tres semanas, con mucha


ayuda de los norteamericanos. Egipto fue golpeado, pero no
humillado. Una vez más el Judá bíblico había sido salvado
milagrosamente.
Pero poco después, algo dramático cambió en Israel.
Menachem Begin fue elegido primer ministro en 1977. El
presidente Carter lo persuadió de devolverle el Sinaí a Egipto
a finales de los 70s.
Éste fue el comienzo del proceso de paz israelí-árabe. Los
judíos les cedieron territorio por un pedazo de papel.

MONTE SINAÍ
Cuando los judíos le devolvieron el Sinaí a Egipto, eso pro-
bablemente incluía el Monte Sinaí, donde Dios le dio los
Diez Mandamientos a Moisés. ¡Este espectáculo ardiente
en la montaña dio nacimiento a la nación de Israel! El área
del Sinaí fue donde los hijos de Israel vagaron por 40 años
mientras se rebelaban contra la ley de Dios.
De nuevo, el nombre bíblico para la nación moderna lla-
mada Israel es Judá. Pero los descendientes modernos de los
antiguos israelitas incluyen muchas naciones, principalmente
EE UU (Manasés bíblico) y Gran Bretaña (Efraín bíblico). En
otras palabras, Judá bíblico es solo una pequeña parte de Israel
hoy. Norteamérica y el pueblo británico son también Israel. Las
profecías acerca del tiempo del fin están enfocadas principal-
mente en esas tres naciones. (Para probarlo, escriba solicitando
nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía).
Tanto los Estados Unidos como Gran Bretaña fueron ins-
trumentos para presionar a Judá para que le devolviera el Sinaí
a Egipto, aunque nuestro ancestro también fue parte de Israel
cuando la ley de Dios fue dada en el Monte Sinaí.
La profecía dice que esas tres naciones, Israel, EE UU y
Gran Bretaña, serán conquistadas a la vez justo antes del
retorno de Cristo (Oseas 5:5). La nación judía tuvo que ser
establecida por Dios para que esa profecía fuera cumplida. Un
milagro de Dios tenía que suceder.
¿Por qué estas tres naciones están en tales problemas tan
serios hoy? ¡Haberle devuelto el Sinaí a Egipto, es el corazón
de sus problemas!
12 JERUSALÉN EN PROFECÍA

Si Dios me hubiera dado el Sinaí, yo nunca lo devolvería a


menos que Dios me lo ordenara, lo cual, estoy muy seguro que
nunca lo habría hecho. El mundo entero no podía influenciarme
o forzarme a hacerlo.
Esas tres naciones están apoyándose en los hombres en
busca de la paz, y no al gran Dios del Monte Sinaí. ¡Su his-
toria con Dios les es virtualmente insignificante! Ninguna
otra nación sobre la Tierra fue escogida alguna vez como el
pueblo de Dios; escogido no como pueblo favorito, sino para
conducir al mundo a Dios. Israel le ha fallado a Dios mise-
rablemente, antiguamente y hoy. Pronto Dios castigará a las
naciones como nunca antes. El pueblo de Israel bíblico habla
mucho acerca de Dios pero no le creen ni le obedecen. Ésa es
la fuente real de todos nuestros problemas hoy. Las naciones
de Israel caerán por su infidelidad.
La nación judía nació y fue sustentada por milagros
divinos. ¡Pero aún se rehúsa a confiar en Dios!
Hoy, a pesar de que los judíos le devolvieron el Sinaí a
Egipto, lo que es un regalo sin paralelo, Egipto rápido se está
convirtiendo en uno de los vecinos más hostiles de Israel.
Eso debería darnos una idea de cómo el regalar territorio no
compra la paz.
Sin embargo, Israel ha tomado la misma mentalidad de
debilidad y la confianza en los hombres en sus tratados con los
palestinos viviendo en Israel. Los judíos continúan dando terri-
torio por vacías promesas de paz. Esto comenzó en 1993 sobre
el césped de la Casa Blanca con un apretón de manos entre
el difunto primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, y el falle-
cido líder palestino, Yasser Arafat. Allí Israel entregó trozos
de esa tierra tan difícil de ganar, estratégicamente importante
con la esperanza de que los árabes, por medio de simplemente
negociarlo, desistieran de su objetivo de destruir a Israel.
Los judíos también les han devuelto Gaza, Jericó, Belén
y otras áreas de Cisjordania a los palestinos. Parece que el
mundo ha olvidado que esas zonas fueron ganadas en una
guerra donde los árabes estaban tratando de aniquilar a los
judíos. Este proceso de territorio por paz es casi inaudito en la
historia, excepto quizás lo que ha sucedido en Suráfrica.
Dios le dio Belén, el lugar de nacimiento de Cristo, a los
judíos. A través del proceso de “paz”, ellos lo dieron a los
La llaga mortal de Israel 13

palestinos. Los judíos rechazaron y crucificaron a Cristo hace


casi 2.000 años. Ellos aún lo rechazan hoy. Pero entonces,
también lo hacen la mayoría de las personas que profesan ser
cristianas.
Los judíos han devuelto muchos otros sitios bíblicos a los
árabes. Estados Unidos y Gran Bretaña les han insistido fuer-
temente a hacerlo. Fallamos en darnos cuenta que tal falta de
fe es la razón de porqué todos los adultos de Israel antigua
tuvieron que morir en el desierto de Sinaí.
A través de este mal llamado proceso de “paz”, que invo-
lucra ceder tierra y la ausencia de un descenso apreciable a la
violencia, los líderes palestinos le han dicho constantemente a
los políticos y los medios de comunicación, que ellos quieren
la coexistencia pacífica con Israel; mientras simultáneamente
le prometen a su pueblo árabe la destrucción de Israel.
Ahora bien, después de años de jugar con su propio suelo,
Israel se encuentra agotado de propiedad y voluntad, socavado
y ensangrentado por una política que ha dado a conocer, para
que todos lo vean, el cansancio fatal de esta pequeña nación.

L A L L AGA DE J U DÁ
En el mensaje de la Iglesia de Dios de Filadelfia hoy, debemos
decirle a Judá, Estados Unidos y Gran Bretaña la causa real de
sus serios problemas.
El libro de Oseas fue escrito como profecía para el tiempo
del fin. De nuevo, la nación llamada Israel hoy es realmente
Judá bíblico. Hay algunas profecías específicas acerca de Judá
en ese libro: “Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga;
irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb; más él no
os podrá sanar, ni os curará la llaga” (Oseas 5:13). Estudiar
este versículo en el hebreo original revela, que tanto Efraín
(Gran Bretaña) como Judá (llamado “Israel” hoy) van a Asiria
(o Alemania; para comprobar ese hecho, escriba solicitando
nuestro folleto gratuito Alemania y el Sacro Imperio Romano).
¿Por qué los judíos van a Alemania, y cuál es la llaga de Judá?
La palabra llaga es la número 4205 en la Strong’s Concordance.
Quiere decir “en el sentido de vendar: una esclavitud, i.e.
remedio” Genius Lexicon lo define de esta manera: “apretar
juntando, o vendar una herida; aquí es usado figurativamente
14 JERUSALÉN EN PROFECÍA

de un remedio aplicado a las heridas del estado”. En otras palabras,


¡el remedio ES la llaga!
Otra palabra para llaga también es mencionada en Abdías
1:7: “Todos tus aliados te han engañado; hasta los confines te
hicieron llegar; los que estaban en paz contigo prevalecieron
contra ti; los que comían tu pan pusieron lazo (llaga) debajo
de ti; no hay en ello entendimiento”. Esta llaga es el número
4204 en el Strong’s. Gesenius lo define como “falsedad; por
lo tanto, fraude, trato insidioso (…) red o lazo”. Éste tiene la
misma palabra raíz de la palabra usada en Oseas 5:13. ¡En
Abdías la llaga está relacionada directamente a ser engañado
por un pacto de paz!

CONFI A N DO EN SUS ENEMIGOS


¿Es el pacto de paz con los árabes la llaga israelí a la que Dios
se refiere en Oseas 5:13? No habría habido pacto de paz si Judá
hubiese confiado en Dios en lugar de los hombres.
La palabra traducida como llaga no necesariamente se
refiere a algún acto violento; mas eso indudablemente condu-
cirá a la violencia.
“Yo, pues, seré como polilla a Efraín y como carcoma a la
casa de Judá” (Oseas 5:12). El Anchor Bible Commentary dice
que esa palabra generalmente describe la polilla en la madera
o en los huesos (Habacuc 3:16; Proverbios 12:4; 14:30; Job
13:28; Isaías 40:20). Esta llaga penetra hasta los huesos como
un cáncer.
La polilla es “como gusanos que infestan las heridas
abiertas y entonces comienzan a devorar la carne”. Ésta es una
enfermedad de muerte. Dios es la única cura.
La palabra llaga en el versículo 13 significa vendaje. Es
como si un vendaje se aplicara irremediablemente a una
herida abierta y dolorosa. Desde el comienzo del proceso de
paz, los judíos han confiado en el hombre, con frecuencia a sus
enemigos, por ayuda, no a Dios. Ésa es la llaga invisible.
Tan poca confianza en Dios, ¡y tanta confianza en sus
enemigos!
La llaga real es espiritual; es una falta de fe en Dios. Los
judíos tratan de sanarse a sí mismos haciendo pactos de paz.
Ellos fueron fuertes cuando confiaron en Dios, incluso la
La llaga mortal de Israel 15

historia reciente prueba esa verdad. Hace sólo unos pocos


años ellos eran un terror para los árabes. Ahora los árabes son
un terror para los judíos. ¡Un vuelco total en tan poco tiempo!
¿Por qué?
Los israelitas finalmente verán que su pacto de paz con los
palestinos ha fallado. Los judíos sólo ven realmente el efecto
de su herida. No ven la causa. ¡Ésa es la razón por la que van a
Alemania por otro pacto de paz! ¡Esta vez ponen su confianza
en un enemigo aún mucho mayor! Una vez más, ellos fallan
en confiar en Dios. Esto les guiará al peor desastre en la larga
historia de sufrimiento de los judíos.
Esta lección aún no ha sido aprendida. Dios les va a enseñar
enfáticamente acerca de lo que se trata su herida y cuál es la
solución real.
Hoy los judíos sólo ven su herida humanamente. Pero
incluso ese entendimiento llega dolorosamente despacio.
Antes de que esto termine, ellos verán su herida espiritual-
mente, a través de los ojos de Dios. Entonces, su herida será
sanada y tendrán paz para siempre.
¡Pero antes que eso suceda, ellos tienen que aprender la lección
más aterradora de su vida nacional!

I LUSI Ó N M O RTA L
Los israelíes están tratando de negociar la paz con los pales-
tinos. Muchos de los terroristas de Hamás son palestinos. De
hecho, el pueblo palestino es su amigo más cercano. Los israe-
líes les han dado a los palestinos el control de Gaza y áreas
de Cisjordania. Los terroristas con frecuencia operan desde
estas áreas controladas por los palestinos. Eso significa que
los israelíes ya no son libres para declarar la guerra en la base
de operaciones terroristas.
En 2005 Israel evacuó a los 9.000 residentes judíos de la
Franja de Gaza y entregaron el área completamente a los pales-
tinos. Con todas las instalaciones militares de Israel desmante-
ladas y las tropas retiradas, los terroristas aprovecharon la opor-
tunidad para inundar a Gaza desde el vecino Egipto, trayendo
consigo sus armas. Inmediatamente comenzaron a usar la Franja
como un terreno de lanzamiento para los ataques con cohetes,
lo que ha continuado a un ritmo constante desde entonces. En
16 JERUSALÉN EN PROFECÍA

el verano de 2007, el grupo radical terrorista Hamás realizó un


golpe violento y tomó toda la Franja de Gaza; esto le dio a este
grupo terrorista (títere de Irán) una base de operaciones a las
puertas de Israel. Éste es el resultado peligroso de la política de
Israel de tratar de reconciliarse con los palestinos dándoles cosas.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo una
vez: “Pienso que el problema central del terrorismo que vemos
hoy es que hemos creado una situación donde confiamos en
(...) la Autoridad Palestina para que sea nuestro subcontratista
para luchar contra el terrorismo”.
Los judíos están profundamente divididos en el acuerdo de
paz. Esto hace cualquier democracia extremadamente vulne-
rable. Esto paraliza la toma de decisión del proceso, ¡cuando
decisiones difíciles necesitan ser tomadas!
¿Por qué el proceso de paz es una llaga? Intelligence Digest
escribió el 27 de septiembre de 1996: “Siempre hubieron dos
problemas fundamentales con el proceso de paz de Madrid.
El primero era que si tenía ‘éxito’ dejaría a Israel físicamente
vulnerable sin haber removido todas las causas para la guerra
entre el Estado judío y su vecino árabe, así haciendo la guerra
mucho menos probable.
“Por otro lado, si ‘fallara’ habría aumentado las expecta-
tivas de los palestinos sólo para derribarlos después, haciendo
entonces la atmósfera en general en el Oriente Medio peor no
mejor” (énfasis mío en todo).
Esa apreciación ha probado ser verdad repetidamente.
¡Cada “éxito” en este proceso ha debilitado a Israel, y cada
“fracaso” ha terminado en una explosión de violencia!
Si el proceso de la paz hace que la violencia y la guerra
sean “más y no menos posibles”, entonces es una herida para
Israel. O sea, que de cualquier modo Israel es un perdedor,
¡por confiar en los hombres en vez de en Dios!
Otra edición de Intelligence Digest, del 4 de octubre de 1996,
decía esto: “Ambas perspectivas son espantosas: pero éstas
son el resultado inevitable del engaño principal que sustenta
el proceso de paz de Oriente Medio, es decir que todos los
problemas se pueden resolver por negociación”.
El engaño mortal de que “todos los problemas se pueden
resolver por la negociación” va a llevar a Israel y a EE UU, ¡al
desastre!
La llaga mortal de Israel 17

Tal filosofía destruye naciones. ¡Ninguna nación grande


ha sido construida alguna vez o sustentada por tal creencia!
Cualquier libro bueno de historia debería enseñarnos eso. La
profecía bíblica ciertamente lo hace. Es una filosofía basada en
la debilidad. ¡Cualquier nación poderosa que razona con tal
debilidad está cayendo al desastre!
A través de la debilidad y una falta de fe en Dios, ¡los judíos
han creado su propia herida! Por la tierra que ya les han dado
a los palestinos, los judíos ya no pueden ni siquiera perseguir
a su enemigo. Y usted pensaría que los palestinos estarían
agradecidos con los judíos por la tierra que se les ha sido dada.
¡En lugar de eso, usan ese regalo para intensificar su odio!
¡Un poco de psicología debe convencer a cualquier persona
honesta que un pacto de paz nunca funcionará! Pero los judíos
se aferran a sus ilusiones, por su debilidad.
Los judíos temen ser duros incluso en las áreas árabes que
ellos controlan. Ellos no quieren que el proceso de “paz” se
rompa. ¡Pero lo que la mayoría de ellos no sabe es que el pro-
ceso de paz es un engaño mortal! Es una herida que les causará
la muerte. ¡Es como un cáncer terminal!
El líder árabe número uno en el proceso de paz por muchos
años fue Yasser Arafat. Antes de las negociaciones de paz, ¡él
era el terrorista principal en Oriente Medio! Esto no es un
buen cimiento para la paz.
¿Por qué los israelitas habrían confiado en el terrorista más
grande de Oriente Medio para protegerlos del terrorismo?
Ellos tienen más que poder suficiente para protegerse a sí
mismos. ¡Pero les falta la voluntad para usarlo! Esto es así
porque Dios les ha quebrantado su voluntad, y eso incluye a la
de Estados Unidos y Gran Bretaña. Y aquí está el porqué.

LA LEY DE MOISÉS
Necesitamos leer la profecía del tiempo del fin dirigida espe-
cíficamente a Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel acerca de
su seguridad: “Y no obedecimos a la voz de [el Eterno] nuestro
Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros
por medio de sus siervos los profetas. Todo Israel traspasó tu
ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído
sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en
18 JERUSALÉN EN PROFECÍA

la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra el pecamos. Y


él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra
nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan
grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada seme-
jante a lo que se ha hecho contra Jerusalén” (Daniel 9:10-12).
¡Gran mal va a ser hecho sobre Jerusalén (e Israel) como nunca
fue hecho “debajo del cielo”! Dios ha “puesto ante nosotros”
Su mensaje. Dios lo hizo en Su amor y misericordia a través de
Herbert W. Armstrong y ahora lo entrega a través de la Iglesia
de Dios de Filadelfia. Sin embargo Israel aún se rebela.
Dios está “trayendo sobre nosotros grande mal”. ¡Esas pala-
bras deberían despertar el terror en nuestras mentes! Ningún
pueblo puede prevalecer contra sus enemigos cuando Dios
está contra ese pueblo. ¡“La maldición está derramada sobre
nosotros”! Sin embargo, las maldiciones no han causado que
oremos al Dios verdadero. Muchas personas han orado, pero
no hemos orado para “volvernos de nuestras iniquidades” (ver-
sículos 13-14). Esto es lo que Dios ordena. No nos hemos arre-
pentido. Eso quiere decir que nuestras oraciones son de poco
o de ningún valor.
La única manera que Israel puede alcanzar seguridad es
a través del arrepentimiento. ¡Dios ha prometido destruirnos
a menos que aprendamos esa lección! ¿Cómo podríamos
desatender y no tomar nota de estas profecías?
Daniel es un libro del tiempo del fin (Daniel 12:4, 9). De
acuerdo a Daniel, hay muchas profecías en los libros de Moisés
que también son para este tiempo del fin (Daniel 9:11).
Veamos una de estas profecías. “Pero si no me oyereis, ni
hiciereis todos estos mis mandamientos (…) Pondré mi rostro
contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros ene-
migos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y
huiréis sin que haya quién os persiga (…) Y quebrantaré la
soberbia de vuestro orgullo; y haré vuestro cielo como hierro,
y vuestra tierra como bronce” (Levítico 26:14, 17, 19). Dado
que no hemos escuchado a Dios, las maldiciones están sobre
nosotros. Dios profetizó: “Pondré mi rostro contra vosotros”.
¡Si verdaderamente entendiéramos esta profecía, cada uno en
nuestros pueblos temblaría de temor!
Hay una razón por la que todo parece ir mal en Estados
Unidos, Gran Bretaña y Judá. Pero parece que nuestro pueblo
La llaga mortal de Israel 19

nunca teme lo suficiente como para “volverse de vuestras ini-


quidades”, ¡nuestros pecados! Y eso no quiere decir arrepen-
tirnos de lo que llamamos pecado, sino de lo que Dios llama
pecado; la definición de Dios.
Así que Dios dice: “Quebrantaré la soberbia de vuestro
orgullo”. Eso quiere decir que tenemos poder, pero nos
falta la voluntad para usarlo. Estados Unidos tiene más
poder militar que cualquier otra nación sobre la Tierra. Pero
tememos usarlo. Gran Bretaña probablemente tiene más poder
militar y poderío militar convencional que cualquier nación en
Europa. Sin embargo, ellos también temen usarlo. Los judíos
tienen más poder militar que cualquier otra nación en Oriente
Medio. Hace pocos años ellos encendían el temor en todos sus
enemigos. Pero hoy, ellos han estado en una larga retirada
llamada el “proceso de paz”. ¿Por qué?
Cuando Benjamin Netanyahu fue elegido para su primera
jornada en 1996, el New York Times escribió: “El Sr. Netanyahu
también indicó lo que entendía por negociar con los árabes
durante su debate con el primer ministro Shimon Peres. Los
árabes, dijo él, fueron ‘realistas’, ‘cuando ellos ven un gobierno
débil como el del Sr. Peres’, ellos piden todo, consiguen todo y
piden más”.
Esto es cierto del gobierno en Estados Unidos, Gran Bretaña
e Israel (Judá bíblico). Nosotros simplemente no entendemos
que Dios ha quebrantado el orgullo de nuestro poder por
nuestros pecados. Pero nuestros enemigos adentro y afuera
de nuestras naciones saben que el orgullo de nuestro poder
ha sido quebrantado, que somos lamentablemente débiles. Y
como dijo el Sr. Netanyahu de los árabes, nuestros enemigos
continuarán pidiendo más y más, hasta que colapsemos.
Sólo un poco de entendimiento de la historia revela que tal
“proceso de paz” patrocinado por Estados Unidos sólo puede
guiar a la destrucción.
Henry Kissinger dijo que Yitzhak Rabin (el primer ministro
asesinado), “no tenía más opción que el proceso de la paz”.
Eso no era cierto unos años antes, porque el pueblo israelí
tenía una voluntad mucho más fuerte.
¡Tal afirmación está hecha de debilidad! Somos débiles
porque Dios ha quebrantado nuestra voluntad para luchar
y ganar. Ahora queremos confiar en otros para protegernos,
20 JERUSALÉN EN PROFECÍA

porque nos encogemos de miedo ante nuestros enemigos.


¡Ya no confiamos más en Dios! Nuestros pecados nos están
destruyendo.
Debemos entender esta realidad aterradora. Dios dijo,
“Pondré mi rostro contra vosotros”. ¿Captamos lo que eso
significa? ¡El Dios Todopoderoso está contra nosotros! El
castigo aumentará, ¡hasta que nos arrepintamos o muramos!
Debemos aprender a tener fe en Dios, o seremos destruidos
totalmente. Lea todo Levítico 26 y Deuteronomio 28. Esos
capítulos son parte de las profecías lamentables que Daniel
dijo que vendrían sobre nosotros en este tiempo del fin.
¿Por qué no nos volvemos a Dios en arrepentimiento?
Sólo Él puede salvarnos. Note el resultado final para nues-
tras naciones: “yo procederé en contra de vosotros con ira, os
castigaré aún siete veces por vuestros pecados. Y comeréis la
carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas”.
(Levítico 26:28-29). Dios dice: “Yo, aun Yo, os castigaré siete
veces por vuestros pecados”. Él está enfatizando “Yo, aun Yo”.
¡ Éste es Dios hablando, el Dios Omnipotente quien creó al
hombre y el universo! Éstas no son las palabras de hombres
débiles. ¿Sabemos realmente lo que esto significa?
Y esto se pone aún peor: “Y a los que queden de vosotros
fundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus ene-
migos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá,
y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los per-
siga. Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la
espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante
de vuestros enemigos. Y pereceréis entre las naciones, y la tierra
de vuestros enemigos os consumirá” (versículos 36‑38). Ésta es
una profecía espeluznante. ¡Nuestros enemigos nos devorarán!
Lea los versículos 1-13 y vea las recompensas maravillosas
y las bendiciones que vendrán si nos volvemos a Dios. Nunca
hemos experimentado tal paz y prosperidad. “Y yo daré paz
en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré
quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no
pasará por vuestro país” (versículo 6). Dios prometió paz a las
naciones de Israel. ¡Nadie los haría temer, nadie! La espada
nunca entraría a su territorio.
Ésa es la manera en que deberíamos estar viviendo hoy.
Todo lo que tenemos que hacer es obedecer a Dios. “Y andaré
La llaga mortal de Israel 21

entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi


pueblo” (versículo 12). Si sólo permitiéramos que Dios nos
gobernara, qué ejemplos tan gloriosos podríamos ser para este
mundo enfermo.
Hay buenas noticias. Dios aún va a inaugurar este paraíso.
Nunca deberíamos tener que experimentar lo que está
sucediendo en Judá hoy. Es totalmente innecesario.
La seguridad para Israel ya viene muy pronto, cuando
Cristo retorne. Pero nuestro arrepentimiento debe pre-
ceder ese evento. Entonces, tendremos prosperidad y segu-
ridad sin paralelo. La única razón por la que no la tenemos
ahora es nuestro rechazo a arrepentirnos. Entre más pronto
aprendamos esa lección, más rápido vendrá la seguridad.
Nuestras naciones no se arrepentirán hasta que estén en cauti-
verio. Sin embargo, Dios promete seguridad a cualquier individuo
que se arrepienta verdaderamente (Apocalipsis 3:10, 19).
Votar por cierto hombre nunca nos dará seguridad.
Arrepentirnos de nuestros pecados nos dará seguridad para
siempre.

E X PLOSIÓN DE OR I E N T E M E DIO PRÓX I M A


Muchas fuentes de inteligencia ven que no habrá paz en
Israel. Aquí está lo que dijo Intelligence Digest el 1 de marzo
de 1996: “La propensión de las personas a ignorar verdades
desagradables es uno de los rasgos humanos más dañinos.
Desafortunadamente, está en plena evidencia sobre el proceso
de paz del Oriente Medio”.
El editor continuó citando a Yasser Arafat, de un discurso
secreto que dio en mayo de 1994 en Johannesburg, Suráfrica.
Arafat llamó a una guerra santa a fin de liberar a Jerusalén.
Y con referencia al acuerdo de paz palestino-israelí, él dijo,
“este acuerdo, no lo estoy considerando más que el acuerdo
que había sido firmado entre nuestro profeta Mahoma y los
Quraysh”.
Continuando del Intelligence Digest: “ésta fue una refe-
rencia al acuerdo de no beligerancia que Mahoma firmó con
la tribu Quraysh que controlaba la Meca. Dos años más tarde,
Mahoma violó el acuerdo, conquistó la Meca y asesinó a los
líderes de la tribu”.
22 JERUSALÉN EN PROFECÍA

Note también lo que dijo Arafat a comienzos de 1996 a un


grupo de diplomáticos árabes en Suecia: “[El primer ministro
israelí Shimon] Peres y [el negociador israelí Yossi] Beilin
ya nos han prometido la mitad de Jerusalén [pero] nosotros
los palestinos tomaremos todo, incluyendo todo Jerusalén
(…) En cinco años tendremos de 6 a 7 millones de árabes
viviendo en Cisjordania y en Jerusalén (…) Si los judíos
pueden importar todo tipo de etíopes, uzbecos y ucranianos
como judíos, nosotros podemos importar todo tipo de árabes
(…) Planeamos eliminar al Estado de Israel y establecer un
Estado Palestino (…) Haremos que la vida sea insoportable
para los judíos por guerra psicológica y explosión demográfica.
Los judíos no querrán vivir entre los árabes”.
En marzo de 2001, después de meses de choques entre
árabes y judíos, Arafat fue citado diciendo: “Nuestro pueblo
continuará la intifada del Aksa hasta que levantemos la ban-
dera palestina en toda mezquita, iglesia y en los muros de
Jerusalén”.
La situación ha cambiado poco desde que murió Arafat. Su
sucesor como líder palestino, Mahmoud Abbas, simplemente
no puede mantener un rol de liderazgo a menos que él aco-
mode el espíritu de la aplastante mayoría de los palestinos que
rechazan la existencia de Israel.
Resulta pues, y la evidencia lo sugiere, que a pesar de su
personalidad moderada, esto realmente no es tan difícil para
Abbas. “Abu Mazen [el nombre popular para Abbas entre los
palestinos] era muy amigo de Arafat y proviene de la élite
palestina. Él ha sostenido constantemente la agenda dura
anti-Israel desde sus años como estudiante. Su tesis doctoral
fue un ataque de la negación del Holocausto y tuvo como obje-
tivo demostrar que el sionismo y el nazismo son ramas del
mismo árbol (…). Cierto que Abu Mazen usa trajes formales
mientras que Arafat usaba uniforme militar, pero la mayoría
de sus puntos de vista son incluso los mismos; la destrucción
de Israel permanece en la lista ‘para hacer” (Philadelphia Daily
News, 8 de enero de 2005).
Lejos de denunciar a su predecesor terrorista, Abbas real-
mente se basa en el legado de Arafat para ganar autoridad adi-
cional. En sus discursos de campaña antes de la elección, hizo
un llamado para el mismo “derecho de retorno” que expuso
La llaga mortal de Israel 23

Arafat, el cual, como el New York Sun lo llamó, es el “código


para la destrucción del Estado judío” (31 de diciembre de
2004).
Abbas ha recibido felicitaciones por sus intentos de coac-
cionar a grupos terroristas tales como Hamás y la Yihad
Islámica para que frenen su violencia letal. Muchos han estado
dispuestos a desestimar su retórica pública anti-Israel y las
expresiones de solidaridad con los terroristas como mera
política.
Por esto, Charles Krauthammer preguntó, “¿Qué decir de
la alardeada oposición de Abbas contra la violencia? El 2 de
enero [2005] él les dice a los terroristas de Hamás que dis-
paran cohetes que mutilan y matan a los aldeanos judíos en
Israel: ‘ahora no es el tiempo para este tipo de acción’. Ésta,
es una interesante ‘renuncia’ al terrorismo, diciendo: Hoy
no, chicos; quizás después, cuando el tiempo sea correcto”
(Washington Post, 7 de enero de 2005).
Daniel Pipes comentó: “El Sr. Abbas muestra flexibilidad tác-
tica. A diferencia de Arafat que nunca pudo renunciar a la herra-
mienta terrorista que le había traído riqueza, poder y gloria. El
Sr. Abbas ve la situación más coherentemente. Si detener la vio-
lencia contra Israel sirve mejor para su objetivo de eliminar el
soberano Estado judío, ése es su programa. Él no acepta más lo
que tan encantadoramente llamó el otro día el ‘enemigo sionista’
que lo aceptaba Arafat (o Hamás, o el Yihad Islámica palestina),
pero [Abbas] está abierto a una multiplicidad de medios para
destruirlo” (New York Sun, 11 de enero de 2005).
Esta evaluación fue respaldada por el método que Abbas
usó para frenar a los terroristas; no agrediéndolos, sino invi-
tándolos a convertirse en políticos. El 16 de febrero de 2005,
Abbas anunció que, en las palabras de Stratfor, “él apoya com-
partir el liderazgo nacional con Hamás, organizaciones yihad
y con frentes públicos y democráticos…”. Pero Hamás y otros
grupos yihad basan su existencia abiertamente en la guerra
contra Israel. Ellos son precisamente la fuente del problema.
En enero de 2006, Hamás no sólo entró a la política, sino
que tomó el gobierno, ganando 74 de 132 puestos parlamen-
tarios. Una unidad palestina guiada por Hamás formada en
marzo de 2007 fue disuelta posteriormente cuando Hamás
tomó violentamente la Franja de Gaza tres meses después.
24 JERUSALÉN EN PROFECÍA

A fin de cuentas, sea quien sea que esté en el poder sobre


los palestinos, no habrá paz en Oriente Medio mientras halla
grupos agitando la destrucción de Israel. ¡Los palestinos cla-
ramente no están interesados en hacer la paz con Israel! Pero
Israel está tan cansado de la guerra y cegado por el deseo, ¡que
no se enfrentará a la realidad! Su ingenuidad lo está llevando
a un desastre de magnitud incalculable. Es fácil ver por qué
Dios llama al proceso de paz una “herida mortal”.

YENDO A ALEMANIA
Veamos nuevamente Oseas 5:13. “Y verá Efraín su enfer-
medad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará
al rey Jareb; más él no os podrá sanar, ni os curará la llaga”.
Lange’s Commentary dice que la palabra Jareb, el líder alemán,
significa “monarca guerrero”. El Soncino Commentary lo tra-
duce como “rey contencioso”. Este hombre será mucho más
peligroso de lo que fue Hitler.
Si usted lee nuestra literatura sobre Alemania, verá
que este líder, de acuerdo a la profecía bíblica, ¡será gober-
nado por Satanás! ¡Y Gran Bretaña y los judíos irán a él por
misericordia y ayuda!
Ya la Unión Europea ha intensificado sus esfuerzos para
ayudar al proceso de paz en Oriente Medio mientras EE UU se
retira de la región y se debilita. Europa guiada por Alemania
ha sido públicamente mencionada como el protector de Israel.
¿Puede alguien perderse la cruel ironía de esta situación? Un
sobreviviente húngaro del Holocausto que vive en Israel dijo:
“Si hay algo que atemorice más a Israel que las tropas sirias en
el Golán, son las tropas alemanas en el Golán”.
¡Parece que los israelíes pueden confiar en su propio ene-
migo, pero no pueden confiar en Dios para protegerlos! Y
Dios es su única fuente de ayuda verdadera.
Israel se volverá “amante” de los alemanes. Esta acción les
conducirá a su destrucción. No son los árabes que los des-
truirán. ¡La amistad entre Alemania e Israel llevará a una de
las mayores cruzadas en la historia del hombre! Estudiaremos
más esto en el próximo capítulo.
“Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su
pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán”
La llaga mortal de Israel 25

(Oseas 5:15). Dios no parará de castigar a los judíos (y a todo


Israel, principalmente EE UU y Gran Bretaña) hasta que “reco-
nozcan su ofensa”, o sea que se arrepientan de sus pecados y
busquen a Dios. ¿Pero cómo pueden saber ellos cuáles son sus
pecados y cómo arrepentirse?
“Tocad bocina en Gabaa, trompeta en Ramá: sonad alarma
en Bet-avén; tiembla, oh Benjamín. Efraín será asolado en el
día del castigo; en las tribus de Israel hice conocer la verdad”
(versículos 8‑9). Dios les ha hecho conocer sus pecados a
través de Herbert W. Armstrong y nuestra Iglesia hoy. ¡Usted
está leyendo ese mensaje de trompeta ahora! Oseas es espe-
cíficamente acerca de nuestra obra hoy (escriba para soli-
citar nuestro folleto sobre Oseas). ¡Los judíos van a sufrir
en manos de los árabes y los alemanes hasta que despierten!
¡Deben reconocer nuestro mensaje de Dios! Si no escuchan la
alarma de guerra a través de nuestro mensaje, ¡entonces deben
experimentar ser conquistados!
“Porque yo seré como león a Efraín, y como cachorro de
león a la casa de Judá; yo, yo arrebataré, y me iré; tomaré, y no
habrá quien liberte” (versículo 14). El león es el rey de las bes-
tias, el depredador más temible. ¡Es la metáfora más fuerte de
destrucción!
¿Por qué está Dios tan enojado? Los profetas siempre tuvieron
mensajes devastadores cuando Israel acudía a, y confiaba
en, los paganos.

E L C A M I N O D E PA Z Q U E N O C O N O C E N
Estados Unidos, Gran Bretaña y Judá deben entender que
están siendo castigados por sus pecados. Jeremías también
es un libro escrito para el tiempo del fin (Jeremías 23:20).
La profecía claramente revela por qué nuestros problemas
nos están abrumando. “¿Por qué es este pueblo de Jerusalén
rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, no han
querido volverse” (Jeremías 8:5). Jerusalén es un tipo de todas
las naciones de Israel. Todas ellas han “abrazado el engaño” y
continúan en sus feos pecados.
“Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que
se arrepienta de su mal, diciendo: ¿qué he hecho? Cada cual
se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con
26 JERUSALÉN EN PROFECÍA

ímpetu a la batalla” (versículo 6). “No hay hombre” que se


arrepienta cuando escuchan la palabra de Dios.
“Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola
y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida;
pero mi pueblo no conoce el juicio de [el Eterno]” (versículo 7).
¡Los animales entienden mejor su propósito que EE UU, Gran
Bretaña y Judá!
“¿Cómo decís: nosotros somos sabios, y la ley de [el Eterno]
está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la
pluma mentirosa de los escribas. Los sabios se avergonzaron,
se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron
la palabra de [el Eterno]; ¿y qué sabiduría tienen?” (versículos
8‑9). Ellos han escuchado la palabra de Dios y la aborrecieron.
Ellos odian la ley y el gobierno de Dios. No tienen juicio ni
sabiduría.
Una pena terrible está por venir. “Por tanto, daré a otros
sus mujeres, sus campos a quienes los conquisten; porque
desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue
la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen
engaño” (versículo 10). ¡El enemigo va a tomar las esposas
de Israel para sí mismos! ¿Por qué? ¡Porque Israel es tan
descaradamente rebelde!
Nuestros líderes físicos y los espirituales han engañado
a la gente. “Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con
liviandad, diciendo: paz, paz; y no hay paz” (versículo 11).
Nuestros líderes han hecho que la gente acepte los pactos de
paz como el de Judá con los palestinos. Los líderes continua-
mente hablan de paz, paz, cuando no hay paz.
Mire alrededor. ¿Ve usted paz? ¡Entre más violencia vemos,
más hablamos de paz! Ellos no saben cómo tener paz. “No
conocieron camino de paz, ni justicia hay en sus caminos; sus
veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá
paz” (Isaías 59:8).
Nuestros pueblos se jactan de todas las Biblias que impri-
mimos. ¡Pero no creemos lo que está en ellas! ¡No creemos en
Dios! Hablamos de Él la mayor parte del tiempo. Pero no le
creemos a Él, ¡a Su Palabra!
Todo este sufrimiento podría ser eliminado. Por nuestra
actitud pecadora, nuestro pueblo se rehúsa a obedecer a Dios.
Así que debemos sufrir hasta que cambiemos esa actitud.
La llaga mortal de Israel 27

A través del proceso de paz, Judá se ha vuelto vulnerable al


enemigo, con muy poca libertad para devolver un golpe. Hace
sólo unos pocos años, ¡Israel habría contraatacado con mucha
más fuerza! Pero no hoy.
Pronto el mundo entero verá lo que los árabes vieron hace
mucho: ¡que el proceso de paz es una llaga de la que los judíos
nunca se recuperarán!
Su futuro es extremadamente desolado. La buena noticia
es que, esta crisis presente pronto culminará en el retorno de
Jesucristo. ¡Qué futuro tan glorioso el que se encuentra justo
adelante! Pero inmediatamente antes de ese evento, el peor
tiempo de sufrimiento sobre la Tierra está sobre nosotros.
“Deseo voluntario
de ceder”
¿Q ué está sucediendo en Judá hoy? Algunos de los
judíos ven dónde está el problema. Aquí está lo que
Shmuel Schnitzer escribió en Maariv, o el
Mideast Mirror, el 14 de septiembre de 1994: “Por primera vez en
2.000 años, estamos preparándonos para negar nuestros dere-
chos históricos, ambos la promesa divina y en términos de refe-
rirse a la tierra por el nombre de su pueblo, ‘La tierra de Israel’,
una tierra que pertenece a los hijos de Israel, desde entonces y
hasta la eternidad. [Los judíos sólo son una tribu de Israel].
“De repente, nos sentimos apresados en un deseo volun-
tario de ceder. En un deleite en retirarse; en una euforia al
cortarnos de ella. La salida de Eretz Yisrael (la tierra de Israel)
será una fiesta. Nosotros diremos: ‘Adiós, no au revoir’ (hasta
la vista)” (énfasis mío en todo).
Continuamos cometiendo el mismo error que cometieron
nuestros ancestros. ¡Y a menos que nos arrepintamos vamos a
tener el mismo fin trágico!
El problema es que Dios les ha quebrantado su voluntad,
o sea el orgullo de su asombroso poder, por sus pecados
(Levítico 26:19). ¡Y el problema sólo se va a poner peor hasta
que se arrepientan!
El Sr. Schnitzer continuó: “Primero nos referimos a partes de
la patria como ‘territorios’. Ese es un término que no evidencia
ningún amor, ningún vínculo. Los ‘territorios’ no son nuestros.
Nunca soñamos con territorios, ni oramos para volver a ellos.
No los nutrimos con la sangre de nuestros hombres jóvenes.
No escuchamos en ellos los llamados de nuestros profetas y
no enterramos a nuestros patriarcas en los ‘territorios’. No
luchamos en los ‘territorios’ contra los cananeos y los egipcios,
los babilonios, griegos y romanos, los británicos y los árabes.
No leímos sobre ellos en el Libro de los libros, ni añoramos
constantemente por ellos”.
“Somos una generación que está traicionando a sus
patriarcas, su fe y su sacrificio. Ahora estamos comprome-
tidos en arrancar el corazón de la tierra de nosotros mismos,
socavando todo lo que nutrimos”.
“Un pueblo judío completamente nuevo está siendo creado
ante nuestros ojos. Una nación que no pertenece a su tierra,
que no continúa el pasado, que no heredará nada y a la que no
se le ha prometido nada. La Biblia ya no es nuestra tarjeta de
presentación. Es una mera curiosidad histórica”.
Dios claramente dio a los judíos su tierra. Pero a los “paci-
fistas” no les gusta referirse a ésta como un regalo de Dios,
porque no tienen fe en Dios.
Así que vemos un “nuevo pueblo judío” sin voluntad
para luchar como en el pasado. Ahora tienen una voluntad
quebrantada.
Un documento de inteligencia de EE UU decía que los
árabes creen ahora que los judíos han perdido su voluntad
para luchar.
¡Pocos reportes podrían indicar un mayor peligro! Los
árabes explotarán esta debilidad. Usted puede estar seguro de
eso.
Shmuel Schnitzer escribió, “De repente, los caminos de paz
son más importantes que los caminos por los que viajamos por
2.000 años, más importantes que nuestras oraciones y nuestra
fe”.
“Yo me pregunto a mí mismo, ¿qué tipo de pueblo judío será
éste sin adhesión a su tierra, sin todos los lugares del libro de
Josué, las vistas maravillosas allí, sin la intensidad de la visión
profética, sin la herencia de nuestros guerreros que derra-
maron su sangre por el país que se le fue prometido a ellos y a
sus descendientes?”
“Ésta es la voluntad de la mayoría, y se nos dice que en una
democracia la voluntad de la mayoría es lo que cuenta”.
“Pero no olvidemos la víspera de nuestro día santo (el Día
de Expiación) que mientras una mayoría puede gobernar, no
tiene un monopolio sobre la verdad y el juicio. Una mayoría
puede cometer un error trágico, crear un becerro de oro y
bailar por eso” (ibíd.).
El pueblo judío ahora está viendo la voluntad de la mayoría,
no la del gran Dios que les dio su propia tierra.
Ahora los pactos de paz son más importantes que la fe en
Dios. ¡ Ésa es una receta segura para el desastre!
Capítulo 3
Jerusalén a punto
de explotar
E n el presente los judíos gobiernan todo Jerusalén, a pesar
que el este de Jerusalén está habitado principalmente de
árabes. Los palestinos quieren esta mitad para su capital.
Pero la mayoría de los judíos no se va a mover, diciendo que
ellos deben de gobernar todo Jerusalén.
Ambos lados proclaman que si ellos no gobiernan el este de
Jerusalén, ¡habrá guerra!
He aquí la verdadera sorpresa: ¿Sabía usted que la Biblia pro-
fetiza sobre esta mitad de Jerusalén y el sorprendente resultado
milagroso? Es una profecía que va a dejarlo azorado.

L A M I TA D D E J E RUS A L É N
“He aquí, el día de [el Eterno] viene, y en medio de ti serán
repartidos tus despojos” (Zacarías 14:1). El tema es el Día de [el
Eterno]; es decir, el tiempo del fin. Todo ese libro está enfocado
en los últimos días.
“Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir
contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas
las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá
en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la
ciudad” (versículo 2). Cristo profetizó que Él “reuniría a todas
las naciones” para luchar contra Él en Jerusalén. Entonces Él
hace lo que podría parecer ser una declaración extraña. La
mitad de Jerusalén será tomada cautiva. Note qué específica es
32 JERUSALÉN EN PROFECÍA

esta profecía. Jerusalén oriental (la mitad de la ciudad), ¡será


conquistada por los palestinos!
La nación de Israel fue establecida en 1948. En aquel
momento los judíos sólo tenían alrededor de la mitad de
Jerusalén. Los árabes tenían a Jerusalén oriental. Zacarías 14
es también una profecía de que los judíos conquistarían toda
Jerusalén, porque para que la mitad de la ciudad sea tomada
justo antes del regreso de Cristo, ¡la ciudad entera debe de ser
controlada por los judíos antes de ese momento! Los judíos sí
tomaron control total en la guerra de 1967.
Así que la profecía en Zacarías 14:1-2, la cual todavía no
ha sido cumplida, tiene que suceder entre 1967 y la Gran
Tribulación. Jerusalén va a ser totalmente capturada en la
Tribulación (Apocalipsis 11:1-3). Muchas profecías nos dicen
esto.
El día de hoy los árabes viven en aproximadamente la
mitad de Jerusalén. Ellos no la controlan, todavía. Cuando
tal ataque ocurra, los judíos no podrían efectivamente arrojar
bombas, especialmente bombas nucleares, en la mitad de su
propia ciudad.
Vea la continua violencia en Jerusalén el día de hoy, y la
incapacidad absoluta de ambas partes implicadas para resolver
las cosas a través de medios pacíficos. Fácilmente podemos ver
cómo la mitad de Jerusalén será tomada cautiva en un futuro
muy cercano. La violencia presente es un embrión que está a
punto de crecer y convertirse en una violencia mucho mayor.
Ése es el evento crítico profetizado en Zacarías 14:2.
Veremos esta profecía en Zacarías 14:1-2 cumplirse muy
pronto. Y aunque va a implicar algunas atrocidades repug-
nantes y derramamiento de sangre, está directamente conec-
tada a la ¡más grande noticia que este mundo jamás ha
escuchado!

E L R EGR E SO DE C R ISTO
Mire de nuevo a Zacarías 14:2 “Porque yo reuniré a todas
las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será
tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y
la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo
no será cortado de la ciudad”.
Jerusalén a punto de explotar 33

La primera mitad de este versículo está hablando sobre


una gran batalla culminante que ocurrirá al regreso de
Cristo. De nuevo, en el momento de esta final batalla, toda
Jerusalén habrá sido capturada por un ejército europeo guiado
por Alemania, llamado el rey del norte (Daniel 11:40-41).
Miraremos a estos eventos con más detalle poco después.
La cuestión es, ¿por qué será que la segunda mitad de
Zacarías 14:2 habla sobre sólo la mitad de la ciudad siendo
tomada?
Piense en lo siguiente: El día del Señor y la disputa por
la mitad de Jerusalén están presentes en el mismo contexto.
Esto es porque cuando la mitad de Jerusalén entra en el cauti-
verio, ¡esa crisis desencadena una serie de eventos que llevan
al regreso de Jesucristo! La mitad de Jerusalén siendo tomada
cautiva es como la primera ficha de dominó en caer, ¡que con-
duce al regreso de Cristo y la batalla contra todas las naciones
en Jerusalén! Todo comienza y termina en Jerusalén.
En otras palabras, la disputa actual por el Este de
Jerusalén es una fuerte señal de que ¡el Día del Señor ya casi
está aquí! ¡Necesitamos despertar! Los hombres deben escu-
char la advertencia de Dios, ¡antes de que sea demasiado tarde!
Cualquier plática de paz sobre Jerusalén hace noticia alre-
dedor del mundo. Pero éste es el titular más “noticioso” de
todos, ¡y los medios de comunicación lo ignoran por completo!
Las pláticas de paz van a conducir directamente a la caída
de Jerusalén oriental. ¡Esta batalla provocará eventos que con-
ducen a una Tercera Guerra Mundial nuclear! ¡ Ésta será la
coronación de los mejores esfuerzos del hombre para traerle
paz al mundo!
Felizmente, Jesucristo va a intervenir justo antes de que
toda vida haya sido exterminada (Mateo 24:21-22). Entonces
Cristo va a introducir los 1.000 años de paz.
“Después saldrá [el Eterno] y peleará con aquellas naciones,
como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en
aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de
Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en
medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle
muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte,
y la otra mitad hacia el sur” (Zacarías 14:3-4). Los judíos y
palestinos nunca van a resolver el problema sobre Jerusalén
34 JERUSALÉN EN PROFECÍA

hasta que regrese Jesucristo. Cristo obviamente no es parte


de las pláticas de paz. Sin embargo, Él está orquestando la
dirección general de estos eventos.
Poco después de la caída de Jerusalén oriental y mucha más
violencia y guerra, Cristo regresará. Él bajará sobre el Monte
de los Olivos parándose sobre éste. Este famoso monte se
dividirá, formando un valle gigante.
Solo Jesucristo puede resolver el problema de Jerusalén, ¡y
lo resolverá!
¿Por qué no reconocen más personas la verdad sobre esta
profecía? ¿Por qué no hacen caso, dado que se trata del vio-
lento resultado de un proceso de paz mundialmente cono-
cido, donde los hombres están lidiando verbalmente por los
derechos de Jerusalén oriental? Y dado que eso está vinculado
directamente al regreso de Jesucristo, ¡lo cual es el evento más
grandioso jamás ocurrido en la Tierra o en el universo!
¡Esta profecía es emocionante, maravillosa y asombrosa!
¡Debería de excitar la imaginación del mundo entero! Pero los
hombres están demasiado embriagados con el engaño para
comprender lo que está sucediendo. Sólo una gran violencia
puede ponerlos sobrios.
¿Cuándo aprenderá el hombre que no sabe cómo traer paz
real?
Ahora examinemos con más detalle la cadena de múltiples
crisis que le seguirán a la captura de la mitad de Jerusalén.

ACU DI E N D O A A SI R I A
Hemos mostrado que el proceso de paz es la llaga de Judá.
Pero los judíos no lo ven de esa manera, ¡todavía! Sin embargo,
cuando la mitad de Jerusalén sea tomada cautiva, ellos
podrán ver que todo esto sucedió como parte del proceso
de paz de Oriente Medio. Su herida, o sea el proceso de paz,
primordialmente causa que ellos pierdan la mitad de Jerusalén.
A merced de los árabes, el pequeño Israel se sentirá acorra-
lado en una esquina. Como cubrimos en el capítulo anterior,
está profetizado que los judíos buscarán la ayuda de Alemania.
“Y verá Efraín [Gran Bretaña] su enfermedad, y Judá [Israel]
su llaga; irá entonces Efraín a Asiria [Alemania], y enviará al
rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará” (Oseas 5:13).
Jerusalén a punto de explotar 35

El hebreo claramente indica que ambos Israel y Gran Bretaña


acuden a pedir la ayuda de Alemania. Ambos Judá y Gran
Bretaña se encuentran en peligro de caer. Para este tiempo
Estados Unidos estará demasiado débil y enfermo, como para
poder ayudar.
Ya estamos viendo a Israel comenzando a buscar la ayuda
de Alemania. Sin embargo, Oseas 5:13 probablemente se cum-
plirá después que los árabes tomen el control de Jerusalén
oriental.
Dios le dice a Judá que Alemania “no os podrá sanar, ni
os curará”. ¿Por qué Dios dice esto? Porque Judá se metió en
este lío por confiar en el hombre. Y ahora, Judá está tratando
de salirse del aprieto confiando en el hombre. ¡La gente de
Jerusalén nunca encontrará una cura ni será sanada hasta
que ponga su confianza en Dios! Esto es lo que Dios les está
enseñando, de la manera difícil.

L A T E M PE S TA D
En aquel momento, en el curso de los eventos futuros, otra
profecía llena algunos detalles vitales.
Después que los palestinos tomen control de Jerusalén
oriental, Israel acudirá a Alemania y la Unión Europea para
pedirles ayuda. Esto preparará el terreno para un enfrenta-
miento violento entre la UE y el Islam radical. La Biblia se
refiere a estas dos fuerzas como el rey de norte (guiado por
Alemania), y el rey del sur (guiado por Irán). “Pero al cabo del
tiempo el rey del sur contenderá con él [le acornará, o empu-
jará] y el rey del norte se levantará contra él como una tem-
pestad [o un torbellino], con carros y gente de a caballo, y
muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará”
(Daniel 11:40). Este empuje por el rey del sur probablemente
será un choque directamente relacionado con Jerusalén.
Podría sin duda envolver el cortar el suministro de petróleo,
para castigar al rey del norte por una disputa sobre Jerusalén.
(Europa recibe más de un tercio de su petróleo de Oriente
Medio).
El rey del norte va a venir contra el del sur como una
“tempestad”. Gesenius define tempestad de esta manera: “una
tormenta o torbellino (…) barrer en una tormenta” o “ser feroz
36 JERUSALÉN EN PROFECÍA

como una tempestad”. La Concordancia Strong arroja: “por


implicación causar temblar de miedo”. Algo que deja a las
personas paralizadas de terror.
Después de que los ejércitos europeos guiados por Alemania
conquisten al poderoso rey del sur, el mundo temblará
y ¡los alemanes se sentirán invencibles!
Será entonces cuando el pequeño Judá sin duda les pedirá
protección. “Entrará a la tierra, gloriosa, y muchas provincias
caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la
mayoría de los hijos de Amón” (versículo 41). El poderoso ejér-
cito de la Unión Europea entonces entrará a la tierra gloriosa,
o Israel. La palabra entrará en ninguna manera indica el uso de
la fuerza. Los alemanes sin duda serán invitados a entrar como
una fuerza para mantener la paz. (Escríbanos para solicitar
una copia gratuita de nuestro folleto Nahúm—una profecía
de Alemania en los últimos tiempos).
El rey del norte inmediatamente entra a la tierra gloriosa,
específicamente a Jerusalén. Esto indica fuertemente que la
guerra comienza por una disputa por la ciudad. De todos
modos Jerusalén es su principal preocupación.
El Vaticano ha dicho que Jerusalén debe de ser una ciudad
internacional. La Iglesia Católica Romana, al igual que los
árabes, también tiene un apasionado interés por esta ciudad.
El Vaticano y Alemania son el corazón del Sacro Imperio
Romano. Ellos han conquistado a Jerusalén varias veces antes.
¡Y ellos están destinados a hacerlo una última vez!
A pesar que Alemania no puede ayudar a los judíos, los ale-
manes se involucran en Jerusalén. La Iglesia Católica Romana
va a unirse con, y después guiar a la Unión Europea (el rey del
norte), con Alemania como el poder real detrás de la ue.
Tres grandes religiones (el cristianismo, el judaísmo e islam)
tienen un intenso interés en Jerusalén. Esta ciudad es el tercer
sitio más sagrado para los musulmanes. Es la ciudad más
santa para los judíos. Los cristianos la consideran su primera o
segunda ciudad más santa. Al final, esto va a traer desastre para
las tres religiones. “Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por
piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren
serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra
se juntarán contra ella” (Zacarías 12:3). Aun la onu (Naciones
Unidas) está sobrecargada con Jerusalén. Aquellas naciones
Jerusalén a punto de explotar 37

que se la cargaren serán “despedazados”. En lugar de confiar en


Dios para obtener una solución, ellos confían en hombres.
Por su pasado y futuro, Cristo tiene más interés en esta
ciudad que cualquier otra ciudad en la Tierra. Cristo murió en
Jerusalén. ¡Él y Su Padre van a gobernar la Tierra y el universo
desde ahí!
Esto nos lleva a otra crítica profecía del tiempo del fin. Va
a haber otro derramamiento de sangre en Jerusalén, antes del
regreso de Cristo.

A BOM I NACIÓN DE DE SOL ACIÓN


“Por tanto cuando veáis en el lugar santo la abominación deso-
ladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda).
Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes” (Mateo
24:15-16). Algunas traducciones dicen la abominación que hace
desolación. ¿Qué es esta abominación de desolación?
Veamos el relato de Lucas: “Pero cuando viereis a Jerusalén
rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha lle-
gado” (Lucas 21:20). Aquí la abominación es sólo llamada ejér-
citos. Estos ejércitos son los del rey del norte; no de un ejército
árabe.
¿Por qué están estos ejércitos europeos rodeando a
Jerusalén? Para este punto, la principal potencia del mundo
árabe ya habrá sido destruida. Este ejército, que recién sub-
yugó al rey del sur, y probablemente está ahí para mantener la
paz en Jerusalén. Y el Sacro Imperio Romano sin duda habrá
hecho algún tipo de acuerdo de paz para proteger la Ciudad.
Va a parecer que el mundo está a punto de obtener la paz.
El poder de la bestia va a entrar a Jerusalén.
En este punto, este poder europeo va a traicionar a los judíos
(ver Ezequiel 23). Se va a convertir en una de las traiciones más
grandes de la historia del hombre. En este punto, ¡las personas
se darán cuenta que la “herida” de Judá los trajo a un fin catas-
trófico! Repentinamente, en un momento, la Gran Tribulación
comienza; el peor tiempo de sufrimiento jamás en la Tierra.
Los elegidos de Dios van a escapar toda esta violencia.
“Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que
en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no
entren en ella” (Lucas 21:21). Cuando los ejércitos de la Unión
38 JERUSALÉN EN PROFECÍA

Europea rodeen a Jerusalén, ¡la gente de Dios sólo tiene unos


cuantos días para escapar! Ellos entienden la profecía de la
Biblia y lo que realmente va a suceder. Ellos ven esto como
una señal para huir. Así que ellos huyen a un lugar de pro-
tección (Apocalipsis 12:14). Ellos permanecen ahí durante la
Tribulación y el Día del Señor.

C AU T I V E R IO F I NA L D E J E RUS A L É N
“Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país
de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de
todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopia
le seguirán” (Daniel 11:42-43). Todo esto es parte de la furia
destructiva del rey del norte.
La escala sin precedentes de derramamiento de sangre
y conquista del rey del norte enormemente perturba a los
millones de asiáticos en Rusia y China. Ellos no se quedarán
sentados. “Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán,
y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos” (versí-
culo 44). Rusia y China se aliarán contra el rey del norte. Esto
será muy preocupante para el poder de la bestia.
“Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y
el monte glorioso y santo; mas llegará a su fin, y no tendrá
quien le ayude” (versículo 45). La gran bestia religiosa de
Apocalipsis 13 va a mover su sede a Jerusalén por temor. Esto
probablemente incluirá a la bestia política también. Ambos
poderes saben qué violento puede ser Rusia y sus aliados. Tan
sólo necesitan recordar la Segunda Guerra Mundial. Por eso,
las “noticias del oriente y del norte lo atemorizarán”.
Aquí está una profecía del tiempo del fin que incluye a Israel
y Judá. “Así ha dicho [el Eterno] de los ejércitos: Oprimidos
fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y
todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los qui-
sieron soltar” (Jeremías 50:33). Israel y Judá no fueron opri-
midos juntos en su cautiverio antiguo. Ésta es una profecía
para el tiempo del fin. Israel fue en cautiverio en 718-721 a.C.,
mientras que Judá fue más de 100 años más tarde, en 585 a.C.
“Espada contra los caldeos, dice [el Eterno], y contra los
moradores de Babilonia, contra sus príncipes y contra sus
sabios” (versículo 35). Entonces el rey del norte será destruido.
Jerusalén a punto de explotar 39

Su sede en ese momento probablemente estará en Jerusalén.


“Como en la destrucción que Dios hizo de Sodoma y Gomorra
y de sus ciudades vecinas, dice [el Eterno], así no morará allí
hombre, ni hijo de hombre la habitará. He aquí viene un pueblo
del norte, y una nación grande y muchos reyes se levantarán de
los extremos de la tierra. Arco y lanza manejarán; serán crueles,
y no tendrán compasión; su voz rugirá como el mar, y montarán
sobre caballos; se prepararán contra ti como hombres a la pelea,
oh hija de Babilonia. Oyó la noticia el rey de Babilonia, y sus
manos se debilitaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de
parto” (versículos 40-43). La Unión Europea entonces comenzará
a temblar. Éste es el mismo temor mencionado en Daniel 11:44.
Sodoma y Gomorra fueron destruidos completamente por
fuego que bajó del cielo. ¡Muy pronto Europa va a sufrir des-
trucción y terminará como Sodoma y Gomorra! También
recibirá fuego del cielo.
La bestia religiosa va a tratar de solucionar sus problemas
ubicándose en Jerusalén. Pero ese movimiento le va a fallar.
Solo Dios puede traerle la paz al mundo. Eso es exactamente lo
que Él dice que hará. Y esa paz comenzará en Jerusalén.
Sin embargo antes de eso, el clímax de la tensión global lle-
gará de súbito a su conclusión explosiva. Los ejércitos unidos
del masivamente poblado bloque asiático harán su entrada.
Una gran destrucción está a punto de convertirse en una
mayor destrucción.

L A B ATA L L A D E L D Í A D E L SE Ñ O R
¡Nada detendrá al masivo ejercito asiático de 200 millones
de personas! (Apocalipsis 9:16). Sólo Rusia y China podrían
juntar tan gigantesco ejército. Ellos serán el único otro poder
mundial, además de la Unión Europea. Dios los ha reservado
para destruir a la mayoría del poder europeo.
Dios va a secar los ríos Tigris y Éufrates. Ejércitos masivos
fluirán a Oriente Medio y Europa, en camino a Jerusalén.
Eso lo hace muy difícil para que el ejército europeo use su
poder nuclear. No tiene sentido el bombardearse a sí mismo.
“Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón”
(Apocalipsis 16:16). Dios los reúne en la llanura de Mejido.
Armagedón significa Mejido armado.
40 JERUSALÉN EN PROFECÍA

Sólo quedarán dos poderes militares reales en ese


momento: el rey del norte, y la unión de Rusia y China. Todos
ellos se reunirán y estarán listos para chocar en la llanura de
Mejido (localizada al norte de Israel), donde hay una gigan-
tesca base aérea y una gigantesca área para reunir ejércitos.
Grandes estrategas militares pensarán que ellos están
haciendo todos estos planes. Pero en realidad, ¡el supremo
estratega militar detrás de todo esto es Dios!
Este evento en Mejido conduce a otra reacción en cadena.
Ellos ven a Jesucristo regresando a la Tierra, y ambos ejércitos
deciden luchar contra Él, en lugar de uno al otro.
“Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo
en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén” (Joel
3:1). Judá y Jerusalén (representan a todo Israel) están en cau-
tiverio. “reuniré a todas las naciones, y las haré descender al
valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi
pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre
las naciones, y repartieron mi tierra” (versículo 2).
Dios dice: “Reuniré a todas las naciones”. Éste es el mismo
lenguaje usado en Zacarías 14:1-2: “He aquí, el día de [el
Eterno] viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.
Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra
Jerusalén…”. Jesucristo reúne a los principales ejércitos de los
millones de asiáticos, y a los del Sacro Imperio Romano en
Jerusalén.
Ahí es donde Cristo pone fin a la guerra y trae paz a la
Tierra (versículos 3-4).
¡Todo comenzó con la mitad de Jerusalén siendo capturada!
Aunque los ejércitos se reúnan en la llanura de Mejido, la
batalla que envuelve a “todas las naciones” tomará lugar en el
valle de Josafat. Este profundo valle, o barranco, es la frontera
de Jerusalén al este, entre la ciudad y el Monte de los Olivos. El
día de hoy es comúnmente conocido como el Valle de Cedrón.
Josafat significa “juicio de [el Eterno]”. ¡Las rebeldes e
impenitentes naciones de este mundo serán juzgadas ahí por
Dios por su desobediencia!
Los ejércitos del mundo convergerán en Jerusalén para
luchar contra Jesucristo. La confrontación es llamada en la
Biblia “la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”
(Apocalipsis 16:14). No es la “batalla de Armagedón” como
Jerusalén a punto de explotar 41

algunos equivocadamente suponen. ¡Esto es porque no tomará


lugar en Armagedón! Todo gira alrededor de Jerusalén.
Zacarías 14:12-13 gráficamente describe esta confrontación
sobrenatural en Jerusalén con los ejércitos del mundo. Se vol-
verán unos contra otros en la desconfianza y el miedo ¡mien-
tras su carne se descompone y sus ojos dejan de ver!
¡La sangre estará hasta los frenos de los caballos! “Y el
ángel arrojó su hoz en la tierra, y echó las uvas en el gran
lagar de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad,
y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por
mil seiscientos estadios” (Apocalipsis 14:19-20). La longitud de
1.600 “estadios” es cerca de 300 kilómetros. ¡El Valle de Josafat
va a convertirse en un río de sangre, de aproximadamente 1,2
metros de profundidad y alrededor de 300 Km de largo! Es
casi demasiada sangre para siquiera figurarse. Sin embargo,
tan sólo los ejércitos asiáticos tienen 200 millones de soldados.
Así es como Dios “alegará con ellos”. ¡Es el único lenguaje
que ellos entienden!
Sólo la mención de estas profecías deberían de asustar a los
hombres para arrepentirse. ¡Pero el hombre no tiene idea de
cuán duros y rebeldes son!
“Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor,
dejarán sus banderas, dice [el Eterno], cuyo fuego está en Sion,
y su horno en Jerusalén” (Isaías 31:9). ¡El horno de Cristo
estará en Jerusalén! Ahí es donde Dios refinará a Su familia
creada.
Después que el polvo se calme, luego de esta increíble con-
flagración, Cristo establecerá Su gobierno en Jerusalén. ¡La
paz global finalmente comenzará!
Lo que parece tan sombrío y oscuro en Jerusalén el día de
hoy, está casi a punto de comenzar una reacción en cadena.
Esto conducirá al evento más grande que jamás haya ocurrido
en la historia, no sólo la historia de esta Tierra, pero en la del
universo: ¡el regreso de Jesucristo! ¡Gracias a Dios que ese
glorioso evento está a punto de irrumpir en este planeta! ¡Qué
período tan significativo en el cual estar viviendo!
Capítulo 4
En espera de la
Nueva Jerusalén
D espués de toda la historia sangrienta de Jerusalén, Dios
tiene noticias gloriosamente buenas. “Voz que clama
en el desierto: Preparad camino a [el Eterno]; ende-
rezad calzada en la soledad a nuestro Dios” (Isaías 40:3). Juan
el Bautista dijo que se refería a su voz (Juan 1:23). “Todo valle
sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se ende-
rece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de [el
Eterno], y toda carne juntamente la verá; porque la boca de [el
Eterno] ha hablado. Voz que decía: Da voces. Y yo respondí:
¿Qué tengo de decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda
su gloria como flor del campo” (Isaías 40:4-6). Estos versículos
solo pueden aplicarse al Juan del tiempo del fin, cumplido por
el difunto Herbert W. Armstrong. “Bájese todo monte y collado”
obviamente es una profecía para este tiempo del fin.
Todavía hay otro trabajo que hacer. “Súbete sobre un monte
alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anun-
ciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de
Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!” (versículo 9). La referencia
al margen en mi Biblia da la traducción correcta: “O tú que
anuncias buenas noticias a Sion” y “O tú que anuncias buenas
noticas a Jerusalén”. Esto es el trabajo de la Iglesia de Dios de
Filadelfia (idf) hoy día. Comunicamos buenas noticias al Sion
pecador, o la Iglesia laodicena, y a Jerusalén. Tenemos que
decirles “a las ciudades de Judá: ¡Vean aquí el Dios vuestro!”
Estamos haciendo eso hoy. ¡Ahora mismo!
En espera de la Nueva Jerusalén 43

Herbert Armstrong pensó que Dios lo usó a él para cumplir


esta profecía de Isaías 40:9. Aquí está lo que él escribió en su
“Personal” en la Pura Verdad de octubre - noviembre de 1980:
“El mundo árabe quiere que la Antigua Cuidad de Jerusalén
regrese al control árabe. Algunas naciones sostienen que
Jerusalén debe ser una cuidad internacional. Pero el Estado
de Israel tiene control, arrebatándolo de Jordania en la guerra
de 1967”.
“¿Que ha estado pasando en Jerusalén desde la posesión
israelí en esa guerra?”
“Yo he estado de una manera personal involucrado en
eventos allí desde esa guerra”.
“Inmediatamente después de la muerte de mi esposa de 50
años, 15 de abril del 1967, volé a Jerusalén. Tenía dos razones
urgentes. Seriamente, quería comprar tiempo en la Radio
Jerusalén, que en ese tiempo estaba manejada por y era pro-
piedad del Estado de Jordania. También quería alejarme de
Pasadena inmediatamente a un ambiente completamente dife-
rente para aliviar el dolor de perder el compañerismo de mi
esposa querida y socia en el Trabajo de Dios”.
“Quería no sólo estar en la Radio Jerusalén, yo quería mani-
pular el aumento de su potencia a 1 millón de watts para
cubrir todo Oriente Medio. En Amán, Jordania, y en Jerusalén,
en pláticas con el gobierno de Jordania y administradores de
la radio, arreglé un precio para un horario escogido para un
contrato largo por el cual nuestros pagos mensuales (en aquel
tiempo) financiarían al gobierno de Jordania en la compra
de un equipo Telefunken alemán para aumentar el poder de
la estación a su potencia máxima. Era uno de los contratos
firmados más grandes para la compra de tiempo por la radio”.
“El domingo por la mañana, el 4 de junio del 1967, dejé mi
casa en nuestro campus en Inglaterra para ir al aeropuerto de
Londres y volar a Amán, para transmitir en persona esa tarde
el primer programa en este nuevo contrato. En ruta al aero-
puerto escuchamos por la radio del automóvil las noticias sen-
sacionales: la Guerra de Seis Días había empezado temprano
esa mañana. A ningún avión se le permitía entrar a Beirut o
Amán. Mi programa en Radio Jerusalén nunca empezó. Para
el siguiente viernes, junio 9, la Cuidad Antigua de Jerusalén
estaba en manos israelitas…”.
44 JERUSALÉN EN PROFECÍA

“Un mensaje (Isaías 40:9-10) todavía tiene que ser anunciado


por el sirviente de Dios a las ciudades de Judá. En cualquier
manera que Dios lo decida, éste saldrá”.
El Sr. Armstrong se esforzó tanto para cumplir esta pro-
fecía. Él sabía que un sirviente de Dios tenía que hacer esto en
el tiempo del fin. ¡Dios profetizó que pasaría! La IDF ha sido
comisionada por Dios para hacer este trabajo.
El hecho de que esta profecía también tiene que ser enviada
“a Sion” (a la Iglesia de Dios), ¡revela una división en la propia
Iglesia de Dios!
El evangelio verdadero (las buenas noticias), ¡tiene que ser
predicado a la Iglesia de Dios laodicena! Ella ha perdido el
precioso evangelio, el cual es el mensaje de cómo el gobierno
de Dios será administrado por la Familia de Dios en el maravi-
lloso mundo de mañana. ¡ Ése es el mismo gobierno que Dios
nos enseñó, a través del Sr. Armstrong! Eso es lo que todos los
laodicenos han perdido.
Esta profecía enseña que estamos muy cerca del fin. Ya
estamos anunciando a Dios a las ciudades de Judá. ¡Sólo se
anuncia a alguien, si está a punto de aparecer! Así de mara-
villoso es nuestro mensaje. ¡Ya estamos anunciando al nuevo
Gobernador que va gobernar a Jerusalén por 1.000 años!
El hecho que esta profecía se está cumpliendo quiere decir
que el regreso de Cristo es inminente. ¡Estamos sintiendo la
intensidad! ¡ Ésta es la única esperanza para Jerusalén! ¡ Ésta
es la única esperanza para la humanidad! Esto es más tre-
mendo de cualquier cosa que la humanidad se haya imaginado.
Isaías hace más que llamarlo una “buena noticia”. Él dice: “¡He
aquí el Dios vuestro!”
Si podemos capturar esta visión antes del regreso de Cristo,
recibiremos un premio magnífico. “He aquí que el Señor [Dios]
vendrá con fortaleza, y su brazo se enseñoreará: he aquí que su
salario viene con él, y su obra delante de su rostro” (versículo
10). Dios tiene un premio para usted, si hace Su Obra.

L A GLOR I A DE JERUSALÉN
Dios aún escogerá Jerusalén. “Clama aún, diciendo: Así dice
[el Eterno] de los ejércitos: Aún serán ensanchadas mis ciu-
dades por la abundancia del bien; y aún consolará [el Eterno]
En espera de la Nueva Jerusalén 45

a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén” (Zacarías 1:17). Como


veremos, esta selección se extenderá hasta la Nueva Jerusalén,
y hasta la eternidad. Todo el universo será gobernado desde
Jerusalén. ¡Cuando Dios escoge una cuidad, espere que sea
espectacular más allá de cualquier cosa que el hombre pueda
imaginarse!
Una vez que Cristo regrese, Él establecerá Su sede en
Jerusalén. Por mil años esta cuidad revitalizada y renovada
servirá como la sede de toda la Tierra. “Y vendrán muchos
pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de [el Eterno]
a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y
caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra de [el Eterno]” (Isaías 2:3).
Ya casi es tiempo de empezar a gozar: “Alegraos con
Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis: llenaos con
ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella” (Isaías 66:10).
Pronto todos estarán celebrando por Jerusalén, que va a tener
“resplandor de (…) gloria” (versículo 11). Porque así dice [el
Eterno]: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río,
y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y
mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las rodillas
seréis mimados” (versículo 12). ¡Paz, en lugar de sangre, ema-
nará de Jerusalén como un río! Jerusalén ha estado corriendo
sangre por más de 6.000 años. Qué cambio tan glorioso estamos
a punto de ver. “Como aquel a quien consuela su madre, así os
consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo” (ver-
sículo 13). En este presente mundo malvado, ha habido sufri-
miento sin paralelo en esa ciudad. En poco tiempo, todo el
mundo acudirá a Jerusalén para consolarse. ¡Qué gran cambio!
“Y veréis, y alegrarás vuestro corazón, y vuestros huesos
reverdecerán como la hierba: y la mano de [el Eterno] para
con sus siervos será conocida, y se airará contra sus enemigos.
Porque he aquí que [el Eterno]: vendrá con fuego, y sus carros
como torbellino, para tornar su ira en furor, y su reprensión en
llama de fuego. Porque [el Eterno] juzgará con fuego y con su
espada a toda carne: y los muertos de [el Eterno] serán multi-
plicados” (versículos 14-16). Dios está suplicándole al hombre
que escuchen Su Palabra. Pronto, Él va a suplicarles con la
espada; lo cual es el único lenguaje que el hombre parece
entender.
46 JERUSALÉN EN PROFECÍA

¡Dios le está ofreciendo a usted la oportunidad de vivir y


gobernar en esa ciudad, con Él en el futuro cercano! Eso es tan
emocionante que puede hacernos desmayar, si verdaderamente
lo entendemos.
Dios entrará a las vidas de todas las personas arrepentidas;
desde Jerusalén.
“En aquel día pondré a los capitanes de Judá como bra-
sero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre
gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pue-
blos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar,
en Jerusalén. Y librará [el Eterno] las tiendas de Judá pri-
mero, para que la gloria de la casa de David y del habitante
de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. En aquel día [el
Eterno] defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos
fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de
David como Dios, como el ángel de [el Eterno] delante de ellos”
(Zacarías 12:6-8). Esos líderes en Jerusalén van a ser “como
Dios”. ¡Eso quiere decir que Cristo y todos Sus gobernadores
hablan como Dios lo hace!
“En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto
de Hadadrimón en el valle de Meguido. Y la tierra lamentará,
cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí,
y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por
sí, y sus mujeres por sí (versículos 11-12). ¡El mundo entero
mirará la crucifixión de cristo y lamentará como si hubiera
perdido a su hijo primogénito! ¡Dios corregirá a toda la
humanidad enfocándolos en Dios y Jerusalén!
Uno tiene que conocer a alguien profundamente antes que
pueda lamentarse por él así. ¡Este mundo finalmente conocerá
verdaderamente a Dios el Padre y Jesucristo! Las religiones
del mundo no conocen a Dios. Aunque ellos creen que sí. ¡Pero
mire qué tan profunda e intensamente ellos lo conocerán
después! ¡ Ésta es la noticia más grandiosa que pudiéramos
escuchar!

C O M PA R T I E N D O E L T R O N O D E D I O S
El futuro glorioso de Jerusalén no terminará después de los
mil años del Milenio. Dios nos dice que Jerusalén servirá un
propósito especial para toda la eternidad.
En espera de la Nueva Jerusalén 47

Cristo va a gobernar al mundo desde el trono de David:


“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y le dará
el Señor Dios el trono de David su padre; Y reinará en la casa
de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin” (Lucas 1:32-
33). Ese trono está en Londres, Inglaterra, hoy. La parte física
de ese trono está localizada en la Abadía de Westminster.
Después del regreso de Cristo, el trono será movido otra vez
a Jerusalén. Habrá crecimiento infinito del gobierno de Dios.
¡Crecerá para siempre! ¡Se extenderá hacia afuera en el uni-
verso, desde el trono mismo de David en Jerusalén! Es tan
difícil para que nuestras mentes comprendan un gobierno
eterno y un crecimiento eterno.
La gente de Dios hoy tiene esta visión (una que estre-
mece al universo) de la Familia de Dios creciendo por toda
la eternidad. Ellos reconocen que el Padre es la Cabeza de Su
Familia. Ellos creen y obedecen a su Padre. Ellos se someten
a Él como la Cabeza del gobierno familiar. Eso quiere decir
que Dios puede confiar en ellos implícitamente y usarlos para
ayudar a diseminar ese gobierno familiar para siempre.
Necesitamos esta visión para aguantar las dificultades que
vienen por delante: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obe-
deció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y
salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en
la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas
con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa” (Hebreos
11:8-9). Estos hombres fieles sabían que sus cuerpos eran tem-
porales, como son los tabernáculos. ¡Tenemos que tener esta
visión que alcanza más allá de esta vida e incluso más allá del
Milenio! “Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios” (versículo 10). Abraham
vio a la Nueva Jerusalén y a la Familia de Dios. Por eso, pudo
sacrificar su hijo del pacto. Él sabía que la tumba no podría
detener a Isaac.
Abraham es conocido como el padre de los fieles (Gálatas
3:7). Él puso un ejemplo en obediencia justa. Él veía a lo lejos
la cuidad construida por Dios el Padre. ¡Piense sobre la pro-
fundidad espiritual de este hombre! Él pudo ver más allá del
mundo presente, más allá de todas las abundantes promesas
físicas y enfocarse en las fantásticas promesas espirituales de la
Nueva Jerusalén. Abraham estaba motivado por la visión de la
48 JERUSALÉN EN PROFECÍA

Familia de Dios ya completada. Abraham vivía mirando hacia


el tiempo cuando el gobierno de Dios se expandiera por todo
el universo.
¿Qué tan transcendental es su meta? ¿Se extiende hasta la
Nueva Jerusalén? Si nuestras metas son egoístas, vamos a ser
miserables e infelices. Pero esta visión nos llena de gozo.
Lea Hebreos 11 y mire cómo aquellos hombres y mujeres
vivieron y murieron para Dios. ¡Es porque ellos tenían la
visión de la Nueva Jerusalén!

L A N U E VA J E R U S A L É N
Varios versículos en Isaías 33 comprueban que los justos en
Sion (la Iglesia verdadera de Dios), pueden, como Abraham lo
hizo, ver desde lejos la Nueva Jerusalén: “Mira a Sion, ciudad
de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada
de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas
sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. Porque cier-
tamente allí será [el Eterno] para con nosotros fuerte, lugar de
ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de
remos, ni por él pasará gran nave” (Isaías 33:20-21). Después
del Milenio veremos a la Nueva Jerusalén. La maravillosa
belleza de esa Nueva Jerusalén está descrita aquí.
En ese tiempo, Jerusalén será una habitación en quietud.
Unos piensan que estos versículos se refirieren a Jerusalén del
Milenio, pero fíjese: Jerusalén está descrita como una “tienda
que no será desarmada”. La Jerusalén del Milenio será destruida
en el fuego final al momento antes que Cristo entregue el Reino
de Dios al Padre (1 Corintios 15:24; 2 Pedro 3:10-13; Apocalipsis
20:14-15). Toda la superficie de la Tierra será quemada, inclu-
yendo la hermosa ciudad. Pero la Jerusalén descrita en Isaías
33 es un tabernáculo que no será quitado. Esto solo puede estar
refiriéndose a la Nueva Jerusalén, que durará para siempre.
“Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer
cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y
yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del
cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido” (Apocalipsis 21:1-2).
Después que Cristo haya quitado el pecado de este mundo,
el Padre vendrá a gobernar a Su Familia desde la Nueva
En espera de la Nueva Jerusalén 49

Jerusalén. “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el


tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos;
y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como
su Dios (…) Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y
alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que des-
cendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. (…) Y no
vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el
templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de
sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios
la ilumina, y el Cordero es su lumbrera” (versículos 3, 10-11,
22-23). Nuestro Padre anhela estar con Su Familia. Dios el
Padre habitará en la Nueva Jerusalén con nosotros.
Dios nos está ofreciendo tanto: “Al que venciere, yo lo haré
columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí;
y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis 3:12). ¡Dios
nos está ofreciendo la oportunidad de gobernar con Cristo y
el Padre en Jerusalén para siempre!
Mucha del propio pueblo de Dios fallará en alcanzar esa
meta: “Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí
dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la crea-
ción de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío,
ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (versículos
14-16). Dios les da una advertencia sobre su terrible condición
espiritual: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé, pues,
celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si
alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con
él, y él conmigo” (versículos 19-20). ¡Aquellos quienes ayudan
a Dios a “reprender”, o advertir y “tocar la puerta” van a
compartir el trono de Dios en Jerusalén para siempre!
“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi
trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre
en su trono” (versículo 21). El pueblo de Dios ahora está
siendo entrenado para gobernar con Cristo desde Jerusalén
por toda la eternidad. Qué futuro tan fabuloso. ¿Estará usted
entre ese grupo? “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias” (versículo 22). ¡Espero que todos estamos
escuchando al Espíritu Santo!
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Last updated on June 23, 2017
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