3.33 El Museo Nacional Del Prado Historia de La Institución y Formación de Sus Colecciones.
3.33 El Museo Nacional Del Prado Historia de La Institución y Formación de Sus Colecciones.
3.33 El Museo Nacional Del Prado Historia de La Institución y Formación de Sus Colecciones.
-Los tres elementos fundamentales del museo: el edificio, la colección y el público, han sufrido numerosas variaciones desde su fundación.
-Particularmente, en el año 2015 mas de 2.600.000 personas visitar el Museo Nacional del Prado, celebrando importantes exposiciones, que debido al éxito
han llevado a la institución a ampliar su horario de visitas como es el caso de la reciente exposición: “El Bosco. La exposición del V centenario”.
-Así el museo ha evolucionado como un ser vivo desde el siglo XIX en el que sus paredes se encontraban tapizadas de cuadros de suelo a techo e incluso
se ponía a disposición de los visitantes un catalejo para la visión de los cuadros mas alejados, siendo un lugar recoleto, tranquilo y sólo visitado por eruditos;
hasta convertirse en un lugar para las masas.
-De hecho, como recoge la propia Ley 46/2003, Ley Reguladora del Museo Nacional del Prado por la que el museo pasa a convertirse en un Organismo
Público espacial: “El Museo Nacional del Prado ha pasado se ser un lugar para estudiosos del arte a un hito turístico para las masas y un escaparte cultural
de la ciudad”. En una situación similar al contexto internacional contemporáneo de los museos.
-En el año 2007 se iaunguró la ampliación mas importante, de mano de Rafael Moneo, por la que se integra el Claustro de los Jerónimos dentro del Museo.
Así el museo queda configurado en torno a tres grandes áreas: el edificio Villanueva que acoge la Colección Estable; el área de acogia que acoge el
vestíbulo de entrada, la tienda, la cafetería o el auditorio; y el edificio de los Jerónimos con salas para exposiciones temporales, alamecenes o restauración.
Además dentro del Campus del Prado, se integran el edificio administrativo de Ruiz de Alarcon y Casón del Buen Retiro convertido en centro de
documentación, con la biblioteca de la institución.
-Comisión Nacional para la Conmemoración del II Centenario del Museo del Prado, en 2019. Motivo por el cual se va a proceder a una nueva ampliación,
con la incorporación del Salón de Reinos (Antiguo Museo del ejército), convocando un concurso internacional de arquitectura de Carlos Rubio Carvajal
y Norman Foster. La celebración del II Centenario del Museo Nacional del Prado está considerada como acontecimiento de excepcional interés público,
por lo que el Gobierno ha puesto a su disposición los incentivos fiscales más ventajosos recogidos en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal
de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo.
-Singularidad en la colección, frente a otros museos europeos y amercianos, se debe a los orígenes de la institución. Ya que no nació con una vocación
de museo con una colección completa que abarcara la historia del arte. Sino que sus orígenes se deben a las colecciones reales, y por tanto al gusto de
los diferentes monarcas españoles. De hecho, podemos resumir en cuatro las principales fuentes de las colecciones del Prado:
2.-En segundo lugar la colección del antiguo Museo Nacional de Pintura y Escultura, el conocido como Museo de la Trinidad.
3.-La colección del siglo XIX, procedente del antiguo museo moderno.
LA COLECCIÓN REAL
-Los orígenes de la Colección Real se remontan a María de Hungría, hermana de Carlos V; en particular en la colección que había atesorado en el Palacio
de Binche. Felipe II antes de suceder a su padre, visitó a su tía y se quedo impresionado ante la colección de arte. Por lo que decidió comenzar la suya
propia y a la que se incorporó las piezas procedentes de Los Reyes Católicos, de su padre Carlos V y sus numerosos retratos de Tiziano y la colección de
su tía que heredó tras la muerte de esta. De esta primera época en el Museo Nacional del Prado podemos mencionar entre otros, “El Retrato de Carlos V
en la Batalla de Mühlberg” de Tiziano; “El Descendimiento” de Rogier van der Weyden; o “El Jardín de las Delicias” de “E Bosco”.
Años mas tarde, la colección tiene un gran impulso debido al interés por el arte de Felipe IV. Esta época se ve caracterizada por los grandes proyectos
artísticos para decorar los sitios reales con proyectos como el de La Torre de la Parada en el Pardo con mas de 100 obras de Rubens y de Velázquez
también; o como las modernas series de la época para decorar el Palacio del Buen Retiro con paisajes de Nicolas Poussin. De hecho, en el año 2005 la
exposición “El Palacio del Rey Planeta”, rescataba el concepto de serie, recreando la decoración original de espacios del siglo XVII como es el caso del
Salón de Reinos. Además de la colección de Velázquez, de esta época destacan las compras realizadas por el pintor en Italia como las obras de Verones
o Tintoretto; además de la adquisiciones en la almoneda de Carlos I; como la “Sagrada Familia, llamada «la perla»”, de Rafael, y el “Autorretrato”, de
Durero.
Tras el gusto de Carlos II por Luca Giordano, como es el caso de la “Alegoría del Toisón de Oro” que cubre la bóveda del Casón del Buen Retiro: El cambio
de dinastía trae un cambio en los gustos artístico, especialmente hacia los pintores italianos clasicistas, los pintores del dibujo y de la línea frente a la
mancha y el color. Durante la estancia de Felipe V en Sevilla, para tratar de curar su depresión, la reina Isabel de Farnesio, descubre la escuela sevillana
y adquiere un gran número de Murillos. Además, también es en este periodo donde se forma gran parte de la colección de escultura con la adquisición
de la Colección de Cristina de Suecia para decorar el Real Sitio de la Granja. O El popularmente denominado «Tesoro del Delfín», o, según los viejos
inventarios, «Alhajas del Delfín», es un conjunto de vasos preciosos que, procedentes de la riquísima colección de Luis, gran delfín de Francia, vinieron a
España como herencia de su hijo Felipe, primer rey de la rama borbónica española, que reinó bajo el nombre de Felipe V.
Tras Carlos III y sus retratos de Menhgs así como la serie de cartones de Goya. Sería Carlos IV el último gran coleccionista, durante su reinado se adquirieron
obras como “El cardenal” o la “Sagrada familia y el cordero” de Rafael.
MUSEO JOSEFINO
Tras la revolución francesa y los aires ilustrados de José Bonaparte y su intento fallido de crear el Museo Josefino en el Palacio de Buenavitsa, inspirado en
el Museo Central de Artes de la República, buscando el beneficio de la instrucción que aporta el arte a los ciudadanos.
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Fernando VII inaugura en 1819 en Real Museo impulsado por su esposa Isabel de Braganza. El actual Museo Nacional del Prado en el edificio de Villanueva,
proyectado dentro del conjunto de obras ilustradas en las que se encontraban también el Real Jardín Botánico y Observatorio astronómico. La arquitectura
original del edificio, es un moderno estilo neoclásico, responde a solventar la introducción de tres usos diferentes en el edificio. Por un lado el Museo de
Historia Natural en la primera planta y con acceso desde la fachada Norte, aprovechando el desnivel del terreno original; la Academia de ciencias en la
planta baja y con acceso desde la fachada sur; y el salón para las Juntas Académicas, con acceso desde la fachada central queda al paseo del Prado.
El museo durante estos primeros años estaba ordenado bajo un único criterio geográfico, agrupando los cuadros en escuelas nacionales. A excepción
de la conocida como Sala de la Reina (la anterior sala de juntas), en la que se disponía en la sala todavía a doble altura una selección de la pintura
favorita de la monarca, sin ningún criterio científico. La exposición era además muy confusa al no disponer de ninguna cartela hasta 1850.
Tras la revolución de 1868, en 1872 se suprime el anterior Museo Nacional de pintura y escultura, el conocido como Museo de la Trinidad con la idea de
fusionar en un único gran museo todas las colecciones. Comenzando, especialmente debido a la falta de espacio, la política de depósitos conocido
como el “Prado Disperso”.
La colección del Museo de la Trinidad, situado en el museo de la Trinidad Calzada, en la actual Plaza de Jacinto Benavente, procedía de la
desamortización de Mendizabal realizada en 1837 conn obras procedentes de las diócesis de Segovia, Madrid-Toledo y Ávila. Entre las obrase se
enocntraban los grandes lienzos de el Greco, como “Pentecostés”, tablas de Pedro Berruguete como “El milagro de la Nube”, “La fuente de la Gracia”
de Van Eyck, “El Cristo de la Cruz” de Goya o bodegones de Sáchez Cotán y de Juan Van der Hamen. Además de pintura del siglo XIX, al celebrarse en
el antiguo museo las primeras Exposiciones Nacionales de Bellas Artes.
COMIENZOS SIGLO XX
El cambio de siglo viene marcado por un importante cambio en el montaje en 1899, ya que se abandona la idea de la Sala de la Reina y se instala en la
sala las obras de Velázquez. Ya en el siglo XX, se comienza a abandonar la idea de un museo dedicado a los eruditos, buscando cada vez un fín mas
didáctico; sacrificando el ornato del siglo anterior para convertirse en un libro de la historia del arte.
En 1912, se crea el Patronato del Museo, con ilustres figuras como Lázaro Galdiano o el Duque de Alba; en el que se empieza a buscar la singularidad del
museo tratando de poner en valor la singularidad del mismo; centrado en la pintura española y ordenando el mismo por autor y cronológicamente. Y en
paralelo se empiezan a efectuar obras de mejora, como la sustiución de los materiales ignífuguos en el edificio, la sustitución de las bóvedas de la galería
central por unas modernas bóvedas de hormigon armado historicista de pedro de Muduruza, cerrando los lunetos originales e instalando lucernarios o
forjando la antigua sala de juntas que alberga las obras de Velázquez.
1971 supone otro importante hito en las colecciones del museo, al ser el año que por decreto se suprime el anterior Museo de Arte Moderno, ubicado
desde 1894 en el Palacio de Bibliotecas y Museos, con la creación del nuevo Museo Español de Arte Contemporáneo en la Ciudad Universitaria.
La colección del siglo XIX pasa a formar parte del Museo Nacional del Prado y se instala, con un montaje característico de los años 70, en el Casón del
Buen Retiro. Hasta que en 1981 se instala en sus salas el Guernica de Picasso. Tras su traslado al Museo Nacional Centro de Arte reina Sofía, en 1992. Será
en 1992 con la aprobación del Real Decreto 410/1995, sobre Ordenación de las colecciones estables del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía, por el que se limita al Museo Nacional del Prado las obras de autores cuya fecha de nacimiento sea anterior a la fecha de
nacimiento de Pablo Ruiz Picasso -1881- y al Museo Reina Sofía las obras de autores posteriores a la misma.
En 2016 ambos museos y de común acuerdo, con la ordenación de mas de 8000 obras de autores nacidos entre los años 1850 y 1880. Dejando como final
de la colección del Museo Nacional del Prado, la renovación del paisaje y naturalismo de finales del siglo XIX, representada en obras de Beruete, Pinazo
y Sorolla.
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