Practica Ética y Responsabilidad Social

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TEMA: LA ÈTICA EN EL CONTEXTO DE LA MODERNIDAD

COMPETENCIA:
 Define y analiza la ética encontrando diferencias con otras ciencias sociales.

La palabra Ética proviene del griego êthos y significaba, primitivamente, estancia, lugar donde
se habita. Posteriormente, Aristóteles afinó este sentido y, a partir de él, significó manera de
ser, carácter. Así, la Ética era como una especie de naturaleza; una segunda naturaleza
adquirida, no heredada como lo es la naturaleza biológica. De esta concepción se desprende
que una persona puede moldear, forjar o construir su modo de ser o êthos. ¿Cómo se adquiere
o moldea este êthos, esta manera de ser? El hombre la construye mediante la creación de
hábitos, unos hábitos que se alcanzan por repetición de actos. El êthos o carácter de una
persona estaría configurado por un conjunto de hábitos; y, como si fuera un círculo o una
rueda, este êthos o carácter, integrado por hábitos.

La manera de ser o êthos La palabra moral traduce la expresión latina moralis, que derivaba de
mos (en plural mores) y significaba costumbre. Con la palabra moralis, los romanos recogían el
sentido griego de êthos: las costumbres también se alcanzan a partir de una repetición de
actos. A pesar de este parentesco, la palabra moralis tendió a aplicarse a las normas concretas
que han de regir las acciones. Así desde la etimología, hay poca diferencia entre Ética y moral:
una y otra hacen referencia a una realidad parecida. Pero hoy, pese a que a menudo se usan
de manera indistinta como si fuesen sinónimos, se reconoce que tienen significados
divergentes.

El lugar de la Ética en la filosofía La antropología filosófica tiene por objeto resolver los
problemas fundamentales del ser humano (Alvarado,2003).

a. La Psicología racional se encarga de esclarecer el problema acerca de la naturaleza


humana.

b. La Lógica tiene por objeto orientar y dirigir el pensamiento de manera que este logre su
objetivo, que es el descubrimiento de la verdad.

c. La Ética o filosofía moral se encarga de resolver todos los problemas relativos a la conducta
humana.

Definiciones de la Ética y la moral y sus diferencias La Ética es la parte de la antropología


filosófica que nos indica el cómo y el porqué de la conducta humana con objeto de que el
hombre pueda alcanzar su fin. De tal suerte que la Ética puede definirse brevemente como la
ciencia de la rectitud de los actos humanos (Alvarado, 2003). Así la Ética, hace referencia al
deber ser, a las normas dignas de ser cumplidas, y conciencia moral. Es la norma que una
persona se otorga a sí misma en función de su reflexión y análisis de los valores y las opciones
que se le presentan en un momento dado. Mientras que la Moral, se trata de las buenas
costumbres aceptadas socialmente. Es decir, como el conjunto de normas que recibimos a
partir de la educación acerca de que debemos hacer u omitir. Otro concepto relacionado con la
moral es la Sindéresis como la intuición primera y natural del bien. Si la moral nos viene del
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exterior; la Ética tiene su origen en el interior y la intimidad de la conciencia humana. En este
sentido, la Ética es la ciencia de la moral, mientras que la moral es el objeto de estudio de la
Ética. Son diferentes, al igual que la biología y los fenómenos que estudia. Unos son objeto de
investigación, mientras la biología es una ciencia cuya tarea es estudiar aquellos fenómenos.

En este sentido, la Ética es la más fácil de todas las ciencias, porque cada uno tiene la
obligación de construirla por sí mismo, de sacar del principio supremo que radica en su
corazón, la regla aplicable a cada caso (Schopenhauer,2007).

Ética de la persona San Agustín define a la persona como un ser con capacidad de
autorreflexión; consciente de su limitación y su responsabilidad ante Dios que le interpela; ser
«histórico, temporal»; buscador de la verdad y de la felicidad; capaz de amar y de servir a los
demás. Boecio define a la persona como sustancia individual con el fin de designar lo singular
en el género de la sustancia, y agrega que es de naturaleza racional para mostrar que se trata
de una substancia individual del orden de las substancias racionales. La persona por haber
sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente
algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darle libremente y entrar en
comunión con otras personas y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a
ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar (Catecismo
de la IglesiaCatólica,357).

Juan Pablo II en su Discurso a la Pontificia Academia de Ciencias Sociales (2005) expresa de


la persona «los seres humanos forman parte de la naturaleza y, sin embargo, como sujetos
libres que poseen valores morales y espirituales, trascienden la naturaleza. Esta realidad
antropológica es una parte esencial del pensamiento cristiano, y responde directamente a los
intentos de abolir la frontera entre las ciencias humanas y las ciencias naturales, que a menudo
se plantean en la sociedad contemporánea». Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la
dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. «Quiso Dios dejar
al hombre en manos de su propia decisión de modo que busque a su Creador sin coacciones y,
adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección». (Eclesiástico, 15,14.). «El
hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos»
(Gaudium et Spes, 17). La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar
o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por
el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de
crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección
cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza. Hasta que no llega a encontrarse
definitivamente con su bien último que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre
el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad
caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche,
de mérito o de demérito (Catecismo de la Iglesia Católica, 1731-1732).

En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay
verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y
del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado. La libertad hace al
hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. El progreso en la
virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los
propios actos. (Catecismo de la Iglesia Católica, 1731-1733). Todo acto directamente querido
es imputable a su autor: Así el Señor pregunta a Adán tras el pecado en el paraíso: «¿Qué has
hecho?» (Génesis, 3,13). Igualmente a Caín (Génesis, 4, 10). Así también el profeta Natán al
rey David, tras el adulterio con la mujer de Urías y la muerte de este (2 Samuel 12, 7-15). Una
acción puede ser indirectamente voluntaria cuando resulta de una negligencia respecto a lo
que se habría debido conocer o hacer, por ejemplo, un accidente provocado por la ignorancia
del código de la circulación

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La Ética Se define como la ciencia referida al estudio filosófico de la acción y la conducta
humana, considerada en su conformidad o disconformidad con la recta razón o como la ciencia
que ordena los actos libres del hombre orientados a su fin último; la felicidad. La Ética como
parte de la antropología filosófica indica el cómo y el porqué de la conducta humana hacia la
realización personal. Así la Ética puede definirse como la ciencia de la rectitud de los actos
humanos (Alvarado,2003). En cuanto al objeto de estudio de la Ética, el objeto material es el
acto racional y libre, como amar, adquirir un objeto y defender lo propio, mientras que el objeto
formal es determinar la rectitud del acto humano, como amar lícitamente, adquirir algo de
manera justa y defender lo nuestro sin ofender a terceros.

Así la Ética se justifica ampliamente porque las acciones del ser humano dependen del
conocimiento racional y de intervención libre de la voluntad; de tal manera que se encuentra en
constante riesgo de desviarse del fin para el que fue creado.
El problema de la Ética no se da con la filosofía. El primer acercamiento al fenómeno de la
moralidad ocurre en la vida práctica, que es una esfera prefilosófica y refiere a la vida moral
misma. Nuestra propia experiencia nos muestra que solemos expresar valoraciones morales
ante determinadas circunstancias. Así hablamos de actos nobles, buenos y desinteresados, o
de actos malos y egoístas.

A este ámbito pre-filosófico se le denomina conocimiento moral como opuesto a la ciencia


moral que, situada en un plano de reflexión distinto, intenta estudiar los fenómenos más
importantes dentro del ámbito correspondiente a la evaluación moral y a la moralidad de las
acciones. Así la ciencia moral tiene por objeto el ámbito de la moralidad, incluido el del
conocimiento moral (Rodríguez, 2004, p. 1). Por recta razón entendemos el medio a través del
cual se descubre la moralidad.
Pero cómo conocemos si una acción es o no conforme al verdadero bien de la naturaleza
humana. La respuesta es la inteligencia que advierte lo adecuado de una acción en orden al
verdadero bien de la naturaleza humana. Si la inteligencia alcanza esa comprensión sin error,
se le denomina recta razón. Así, la Ética estudia la moralidad en cuanto cualidad del acto
humano que le pertenece de manera exclusiva por proceder de la libertad en orden a un fin
último. La Ética entonces se refiere al acto perfecto en cuanto conviene al hombre y en cuanto
lo conduce o no a realizar su último fin. Lo éticamente bueno depende de la relación con el fin
último del hombre. El fin último del hombre es el deseo natural de ser feliz, es el bien perfecto.
En este sentido, se entiende por felicidad la obtención estable y perpetua del bien totalmente
perfecto, amable por sí mismo, que sacia todas las exigencias de la naturaleza humana y
calma todos sus deseos.
¿De qué trata la Ética? Estudia los actos humanos, conscientes y voluntarios, no los actos del
hombre, inconscientes e involuntarios, en los cuales no hay libertad de decidir y actuar.
Se ha de distinguir los actos humanos y los actos del hombre. Tanto unos como otros son
ejecutados por el hombre, sin embargo, los primeros son ejecutados conscientes y libremente,
es decir en un nivel racional, mientras que los actos del hombre carecen de conciencia o de
libertad o de ambas cosas. Según Alvarado (2003) Los actos humanos son originados en la
parte más humana del hombre, es decir, en sus facultades específicas, como la inteligencia y la
voluntad. Los actos del hombre solo pertenecen a él porque los ha ejecutado, pero no son
propiamente humanos. Su origen por tanto es irracional o animal (Vázquez, 2014, p. 9). Los
actos humanos son leer, escribir, trabajar y se ejecutan de un modo consciente y voluntario,
mientras que durante el sueño o distraídamente, los actos mecánicos o automáticos, como
caminar son actos del hombre. Un mismo acto puede ser humano en una circunstancia y del
hombre en otra. Por ejemplo, la respiración es un acto del hombre, pero un atleta que realiza
ejercicios conscientes y voluntarios se convierte en humano. Los actos humanos son los únicos
que pueden juzgarse como buenos o malos mientras que los actos del hombre son amorales
en sí mismos, ni buenos ni malos. La Ética estudia los actos humanos y deja a un lado los

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actos del hombre. Así la libertad es la principal condición para que se dé un acto propiamente
humano. Cuando no se da está condición, los actos que ejecuta una persona.
se llaman actos del hombre, los que carecen de valor moral. Así la Ética es una guía para la
conducta humana que nos proporciona un criterio para orientar nuestros actos en una línea
valiosa y propone un paradigma o modelo de los actos humanos.

La Ética profesional La Ética profesional pretende regular las actividades que se realizan en el
marco de una profesión. En este sentido, se trata de una disciplina que está incluida en la Ética
aplicada ya que hace referencia a una parte específica de la realidad.

Por otro lado, la Ética profesional está constituida por el conjunto orgánico de derechos y
obligaciones morales, deriva sus finalidades y normas específicas de la condición básica de
persona en armonía con los anexos que implican exigencias del bien común. La Ética es
importante porque trata acerca del fin último, donde el hombre encuentra la felicidad, ya que
todo hombre sabe de algún modo que ha de hacer para ser feliz y tiene cierta idea del bien, del
mal. Sin embargo, el estudio científico de estas cuestiones añade profundidad y solidez a los
principios morales, y es de gran utilidad a la hora de dirigir la conducta humana (Rodríguez,
1987, p. 73)

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