Liderazgo - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
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El liderazgo no entraña una distribución desigual del poder, porque los miembros del grupo no
carecen de poder, sino que dan forma a las actividades del grupo de distintas maneras. Aunque,
por regla general, el líder tendrá la última palabra.
Otro de los conceptos que está ganando terreno en los últimos años es el de Neuroliderazgo, el
cual hace referencia a una disciplina derivada de la Neuroeconomía que se apoya en
conocimientos derivados de la psicología y la neurociencia para formar mejores líderes y lograr
una mejor administración empresarial.
La correlación entre el líder en atracción y en ideas es positiva. Pero por ser moderada debemos
buscar los casos en que las funciones del liderazgo en atracción y en ideas están superadas. En
particular, hay sugestivas informaciones sobre unos pocos grupos que indican que el iniciador
más frecuente de comunicaciones no es tan atractivo como podrían esperarse de la alta
correlación entre la atracción y liderazgo. A pesar de que los líderes en ideas tienen un 50 por
ciento de probabilidades de ser, los hombres más atractivos al finalizar la primera sesión del
grupo es bastante improbable que mantenga el alto puesto en atracción e ideas al promediar la
cuarta sesión. Bales sugiere que los líderes en el trabajo realizan cosas que desvían el afecto de
los otros miembros. En particular, Bales da a entender que el mayor iniciador puede no permitir
a los otros miembros oportunidades de reacción, comentario o realimentación, como
contribuciones a las ideas del líder.[2]
Tipos de liderazgo
Líder carnal: es el que tiene la capacidad de generar entusiasmo. Es elegido como líder por su
manera de dar entusiasmo a sus seguidores. Tienden a creer más en sí mismos que en sus
equipos y esto genera problemas, de manera que un proyecto o la organización entera podrían
colapsar el día que el líder abandone su equipo. Un ejemplo de líder carismático por
excelencia es Adolf Hitler.
Líder tradicional: es aquel que hereda el poder por costumbre o por un cargo importante, o
que pertenece a un grupo familiar de élite que ha tenido el poder desde hace generaciones.
Ejemplos: un reinado.
Líder legítimo : El primero es aquella persona que adquiere el poder mediante procedimientos
autorizados en las normas legales, mientras que el líder ilegítimo es el que adquiere su
autoridad a través del uso de la ilegalidad. Al líder ilegítimo ni siquiera se le puede considerar
líder, puesto que una de las características del liderazgo es precisamente la capacidad de
convocar y convencer, así que un "liderazgo por medio de la fuerza" no es otra cosa que
carencia del mismo. Es una contradicción per se, lo único que puede distinguir a un líder es
que tenga seguidores: sin seguidores no hay líder
Junto con el rol de prestigio que se asocia a líderes inspiradores, un uso más superficial de la
palabra "liderazgo" puede designar a entidades innovadoras, aquellas que durante un período
toman la delantera en algún ámbito, como alguna corporación o producto que toma la primera
posición en algún mercado.
Arieu define al líder como "la persona capaz de inspirar y asociar a otros con un sueño". Por eso
es tan importante que las organizaciones tengan una misión con alto contenido trascendente,
ya que es una manera muy poderosa de reforzar el liderazgo de sus directivos.
Existe una regla fundamental en el liderazgo que es la base para que un buen líder, cualquiera
que este sea, lleve a cabo un liderazgo efectivo. La mayoría de los autores la nombran la regla
de oro en las relaciones personales, y es fácil, sencilla y muy efectiva: "No pongas a las
personas en tu lugar: ponte tú en el lugar de las personas". En pocas palabras, así como trates a
las personas, así ellas te tratarán. Liderazgo Laissez faire: este se conoce por ser muy liberal por
ello su nombre como liderazgo laissez faire, que es una expresión de origen francés y cuya
traducción al español es “dejar hacer” en este modelo el líder suele ser una figura pasiva que
permite que las personas a su cargo posean todo el control de lo que se están haciendo, ya que
se les facilita toda la información y herramientas necesarias para la eficaz realización de las
labores y donde el líder solo deberá intervenir si el subordinado solicita su ayuda.
Según el estudio de los jesuitas por parte de Chris Lowney, existen 4 pilares fundamentales para
el desarrollo del liderazgo en los individuos y que la práctica en la adquisición de conocimientos
para ser un buen líder, es un trabajo continuo y sin fin que se puede aplicar en la vida diaria; en el
trabajo, en la escuela, en el hogar y en cualquier parte del mundo. Para lograr ser un líder que
motive a los otros, lleno de virtudes y éxitos, es importante según los jesuitas la necesidad de
ver a cada individuo como un ser lleno de habilidades y virtudes que hay que guiar para que se
convierta en un líder para el mundo. Para esto, los jesuitas proponen 4 pilares: el ingenio, el
amor, el heroísmo y el conocimiento de sí mismo.
Ingenio
El ingenio predispone a las personas no solo para pensar de una manera original sino para vivir
de una manera auténtica. El ingenio lleva a las personas a arrancar de raíz todo provincialismo,
temor de lo desconocido, apego a su posición o sus posesiones, prejuicios, aversión al riesgo y
la actitud de que “así es como lo hemos hecho siempre”.
Heroísmo
El heroísmo inspirado en el magis anima al hombre a poner alta la mira y lo mantiene siempre
dirigido hacia algo más, algo más grande. El heroísmo hace a una persona soñadora y
pragmática a la vez.
Amor
Conocimiento de sí mismo
El conocimiento de sí mismo arraiga y nutre las demás virtudes de liderazgo. El que descubre
quién es, qué quiere y qué define ya ha dado el primer paso hacia el liderazgo heroico. El
conocimiento de sí mismo es una oportunidad de medir la vida, aspecto por aspecto, a la luz de
los principios y las metas.
Clasificación de liderazgo
Según su tipo de desarrollo
Líder autócrata: asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones,
dirige y controla al subalterno.
Líder emprendedor: adopta el estilo participativo utiliza la consulta para practicar el liderazgo.
No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala directrices específicas a sus
subalternos, pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben.
Líder proactivo: promueve el desarrollo del potencial de las personas, de la forma que un
jardinero cuida y potencia su jardín.
Liderazgo emocional: Las bases emocionales resultan cruciales para los diseños
empresariales más complejos en los que la organización coloca líderes para cada división de
negocio de forma descentralizada, y mantiene además un liderazgo central, esto a forma de
una "federación". En estos contextos, según como expone Warren Bennis en su trabajo
"Convertirse en líder de líderes", el éxito de los negocios depende de un balance de poderes
entre el poder central y las divisiones de negocio, y del desarrollo de un liderazgo emocional
con una buena dosis de competencias conversacionales entre todos los líderes. [4]
Según el tipo de influencia del líder sobre sus subordinados
Liderazgo transaccional: los miembros del equipo reconocen al líder como autoridad y como
líder. El líder proporciona los recursos considerados válidos para el equipo de trabajo.
Liderazgo transformacional o carismático: el líder tiene la capacidad de modificar la escala de
valores, las actitudes y las creencias de los colaboradores. Las principales acciones de un
líder carismático son: discrepancias con lo establecido y deseos de cambiarlo, propuesta de
una nueva alternativa con capacidad de ilusionar y convencer a sus colaboradores, y el uso de
medios no convencionales e innovadores para conseguir el cambio y ser capaz de asumir
riesgos personales.
Liderazgo auténtico: es aquel líder que se concentra en liderarse en primer lugar a sí mismo.
Es un líder con mucho autoconocimiento, ecuánime, espiritual, compasivo y generoso. Solo
una vez que se lidera la propia mente se puede liderar a los demás.
Liderazgo lateral: se realiza entre personas del mismo rango dentro de una organización u
organigrama o también se puede definir como el proceso de influir en las personas del mismo
nivel organizacional para lograr objetivos en común con la organización.
Liderazgo longitudinal: también llamado "liderazgo piramidal", es el que se realiza entre
personas separadas por grados jerárquicos, de tal modo que la influencia del líder hacia los
liderados se fundamenta en la autoridad y conocimientos del líder. Este estilo es
extensamente utilizado en política y en algunos grupos milicianos.
Liderazgo en el trabajo: en los negocios se evalúan dos características importantes en los
ejecutivos, con la intención de verificar su capacidad de dirección: por un lado, la aptitud y, por
otro, la actitud. La primera se obtiene con el aprendizaje de nuevos métodos y
procedimientos; por ejemplo, la capacidad de construir un balance, un flujo de caja,
distribución de planta o un plan de marketing. Pero en muchos casos estos conocimientos no
son aplicables, porque los gerentes carecen de una buena actitud, es decir, de un
comportamiento adecuado que intente implementar dichos métodos. Entre las actitudes más
solicitadas y requeridas está la habilidad de liderazgo, la misma que puede cultivarse pero
que, según muchos autores, es parte de la personalidad individual. ¿Cómo saber si nosotros
estamos configurados como líderes y, en caso contrario, cómo desarrollar estas habilidades
en nuestra persona? Es un tema de amplio debate y estudio, pero es necesario descubrir si
tenemos algo de líderes y qué cosas nos faltan para lograr serlo a cabalidad.
Otras clasificaciones[5]
liderazgo institucional.
liderazgo consensual.
Líder carismático: es aquel a cuya causa se entregan sus seguidores. El carisma de los
precursores revolucionarios o conservadores seducía a sus liderados. El líder sabía dónde ir y
cómo hacerlo, exigía disciplina y obediencia. En América Latina, los caudillos/dictadores
carismáticos, algunos considerados héroes, otros como villanos, marcan las historias
nacionales y locales, y generan muchas prevenciones, pues la gente se resigna al
paternalismo por temor al riesgo.
Líder servidor: es el que prioriza satisfacer las necesidades sociales. Según Robert Greenleaf
los “profetas” poseen liderazgo carismático, además de ser “servidores”; los “buscadores” de
guías, los “seguidores”, “destinatarios”, “beneficiarios” o “población objetivo”, hacen a los
“profetas”.
Líder gerencial: es el que “gerencia” eficazmente los recursos, especialmente los humanos. En
toda organización existen liderazgos fuera de las posiciones formales de conducción. Los
gerentes deberían ser líderes, pero también se debe detectar y promover a los líderes que no
son gerentes, para que sepan gerenciar y sean promovidos a posiciones organizativas
visibles.
Líder transformador: es el que impulsa, produce y consolida cambios sociales u
organizacionales, enfrenta problemas y conflictos y facilita soluciones desde el colectivo, es
imaginativo, se adapta a los procesos, es servicial, orienta, es ético, escucha, se actualiza y
comunica, motiva, se arriesga, comprende la interdisciplina y la multiactoralidad, comparte un
ideario y códigos grupales en el ambiente conocido, es integrador, cooperativo, creativo y
propositivo, rota los roles, diversifica, democratiza los procesos, garantiza horizontalidad y
consenso, asume derechos y deberes.
Líder estructural: es el que brinda propuestas para la organización de sus instituciones o
proyectos, definen la estructura, la estrategia y la respuesta en función del entorno. Crean las
condiciones y el marco de soporte para un momento histórico.
Líder centrado en la gente: es el que se apoya en las relaciones, y en sus emociones,
conflictos y esperanzas, atraen participación, comparten información e incorporan a los
demás en la toma de decisiones, sirven a la gente y las orientan hacia el proyecto de
desarrollo compartido.
Líder con orientación política: es el que procura espacio y poder para la organización, genera
alianzas y coaliciones. Si es necesario utiliza la presión o la coerción. Si el poder es para el
líder se acerca al liderazgo carismático, autocrático o directivo.
Líder simbólico: es el que utiliza símbolos para articular el mensaje y la práctica, debido a la
carencia de explicaciones a los fenómenos, en medio de la incertidumbre y la confusión, los
seres humanos crean símbolos, mitos, ritos, ceremonias y artefactos que intentan dar
sentido.
Es importante observar que el liderazgo no es plano, pues dependiendo del contexto y el ámbito
que se desarrolla se pueden generar diferentes tipos de liderazgo; si observamos el liderazgo
desde un aspecto sociológico,[7] el liderazgo era un factor primordial para la transformación
social; un buen líder que tuviera la capacidad de observar el entorno como un sistema vivo y
aprender de sus cambios, tendría mayor capacidad para entender sus necesidades y adaptarse
al mismo, este tipo de liderazgo lo denominó poder inteligente y se da cuando se tiene la
capacidad de equilibrar el poder blando con el poder duro. En un estudio se demostró que el
liderazgo de la mujer tiende a un poder blando, pero se dice que esta es una identificación
arriesgada pues se genera estereotipos de género que puede dañar el liderazgo eficaz lo que
disminuye considerablemente las oportunidades de empleo cualificado para las mujeres. [8] “
existen múltiples factores que actúan como barreras para el desarrollo laboral femenino al
interior de la organización, siendo los principales: la autopercepción de la mujer y su rol familiar-
laboral y la existencia de estereotipos organizacionales como reflejos de la sociedad” , es decir,
que existe además una cultura organizacional basada en la tradición y llena de prejuicios, que
ha establecido patrones de dirección con características masculinas imposibilitando la
participación de la mujer en los cargos directivos, a su vez esto genera que la mujer acepte
estas condiciones y adopte estos pensamientos, dejando a un lado la idea de liderazgo.[9]
En la actualidad se discute que las mujeres y los hombres han desarrollado estilos de liderazgo
diferentes, con características particulares así como lo menciona “las mujeres son más
“democráticas” que los hombres a la hora de dirigir, estos son más “autocráticos” y no difieren
en la frecuencia con la que adoptan los estilos “tarea” y “relaciones” en organizaciones”, pues
las mujeres se basan en el trabajo en equipo, la colaboración y las relaciones sociales, mientras
que los hombres en su mayoría imponen un estilo competitivo, impulsivo y con un alto grado de
control. [10] La relación que existe entre género y liderazgo en el contexto concreto de las
organizaciones empresariales y las diferentes teorías denominadas "teoría de las
características" mencionadas por el autor Morgan identifican al líder como aquella persona
dotada de cierto valor por encima de los otros ”, el liderazgo femenino se enmarcaría en un
estilo moderno, más integrador, cooperador y democrático, un "liderazgo maternal" ; debido a
que las diferencias de comportamiento entre mujeres directivas y hombres directivos no solo
pueden ser explicadas por una socialización distinta, sino que deben explicarse primordialmente
por las características diferenciales de las situaciones con que ellas y ellos se enfrentan de
manera habitual en las organizaciones. En una primera instancia, se considera necesario
adoptar una cultura organizacional comunicativa, democrática y participativa, que fomente la
creatividad y la innovación, y que sea capaz de desencadenar un compromiso en los
trabajadores. Hoy, las organizaciones más que nunca, tienden a ocultar sus auténticos valores,
pero nos encontramos en una fase de transformación. Los estereotipos de rol sexual para la
identificación de un determinado liderazgo basado en el género ya no responden a las
necesidades del mundo de hoy.[11]
Habilidades en un líder
Comunicación verbal: una persona con fuerte liderazgo es capaz de saber informar y
comunicar lo que quiere a su equipo.
Escuchar: la habilidad de escuchar permite al líder entender los problemas de las personas de
su entorno, anticiparse a sus dudas y responder sus preguntas.
Persuadir: las personas de buen liderazgo no piden a sus seguidores que simplemente sigan
sus órdenes en forma ciega o vehemente. Primero los convencen que algo es bueno y se
debe hacer.
Usar el pensamiento crítico: sobre todo para tomar decisiones y resolver problemas. Los
buenos líderes miden las acciones y posibles soluciones de acuerdo a sus costos y
beneficios.
Delegar trabajo: incluso si tienen todo el conocimiento práctico para cada tarea, lo cual es
poco probable, las personas de fuerte liderazgo saben que es más productivo asignar trabajo
a aquellos que pueden hacerlo igual de bien o mejor.
Organizar: los líderes fuertes tienen la habilidad de ordenar sus tareas y las del resto para
hacer un trabajo eficiente.
Asumir la responsabilidad: los de fuerte liderazgo no solo asumen sus propios actos, sino los
de su equipo. No culpan a otros por sus propios errores, y comparten los errores de otros.
Perseverar: No importa cuán difícil se pongan las cosas y cuán frecuente sus planes no
resultan como esperaban, los buenos líderes son tenaces y logran alcanzar sus objetivos.
Adaptarse al cambio: Cuando las cosas no salen como se espera, la flexibilidad es clave. Las
personas de fuerte liderazgo ajustan su plan a la coyuntura, mueven a su equipo y tienen más
opciones de alcanzar el éxito.
Construir relaciones: Los buenos líderes desarrollan buenas relaciones de trabajo con su
equipo y sus jefes o gerentes.
Respetar: Las persona de fuerte liderazgo no miran por encima del hombro a su personal a
cargo; al contrario, muestran respeto hacia ellos.
Ayudar: Los buenos líderes siempre dan una mano al que la necesita, sobre todo cuando se
trata de alcanzar objetivos de trabajo.
Manejar las crisis: los de buen liderazgo responden rápida y efectivamente cuando los
problemas aparecen.
La búsqueda de los rasgos de líderes han sido una constante en todas las culturas durante
siglos. Escrituras filosóficas como la República de Platón o las Vidas de Plutarco han explorado
una pregunta básica: «¿Qué cualidades distinguen a un líder?».[12]
En el pensamiento occidental los tradicionalistas de tipo autocrático dan al papel del liderazgo
una similitud con la figura romana del Pater familias.
La teoría de los rasgos se exploró a fondo en una serie de obras del siglo XIX. con los escritos
de Thomas Carlyle y Francis Galton, cuyas obras han llevado a décadas de investigación. Carlyle
identifica los talentos, habilidades y características físicas de los hombres que llegaron al poder
y Galton, examinó las cualidades de liderazgo en las familias de los hombres poderosos,
concluyó que los líderes nacen.
A mediados del siglo XX, sin embargo, una serie de exámenes cualitativos de estos estudios
llevó a los investigadores a tener una visión radicalmente diferente de las fuerzas impulsoras
detrás de liderazgo. En la revisión de la literatura existente, encontraron que mientras que
algunos rasgos son comunes a través de una serie de estudios, la evidencia general sugiere que
las personas que son líderes en una situación puede no necesariamente ser líderes en otras
situaciones. (liderazgo situacional)
Lecciones de liderazgo
Según Colin Powell, muy pocas veces encontramos material que aporte algunas cosas a
nuestros principios y criterios ya establecidos, sin embargo debemos reflexionar cada quien en
nuestro nivel sobre nuestro desempeño profesional que cada persona está obligada a realizar,
debemos tener presente que para tener éxito tenemos que conocer algunas lecciones de
liderazgo que nos serán de mucha utilidad en nuestra ámbito laboral.
1. Ser líder implica diferir con las ideologías de la mayoría ya que implica tener
responsabilidad para argumentar y debatir para inspirar seguridad. Tener un buen liderazgo
implica responsabilidad para el bienestar del grupo, por tal motivo algunas personas se
enojaran por sus acciones y decisiones, querer ganarse la simpatía de todos es un signo de
mediocridad.[14]
2. Cuando sus subordinados dejen de presentarle sus problemas, ese día ha dejado de ser su
líder. le han perdido la confianza para que los pueda ayudar o piensan que a usted ya no les
importa. Los líderes verdaderos se muestran accesibles y se ponen a su disposición.
3. Procure retar a los profesionales, no tenga miedo. Debe aprender de los profesionales,
búsquelos como sus socios, obsérvelos detenidamente.
4. El liderazgo es solitario. Sea usted el presidente o gerente general de una gran empresa,
director de un proyecto, la única responsabilidad es únicamente suya, aun cuando motive la
participación de sus subalternos, la decisión que se tome únicamente será suya, aun
cuando sean decisiones difíciles e inequívocas que influirán en el destino de la
colectividad.
El líder, es la persona capaz de influir en las actitudes, opiniones y acciones de los demás
miembros de un colectivo, sin necesidad de estar dotado de autoridad formal.
Todos los expertos, destacan la importancia del líder como apoyo necesario para la mejora de la
calidad, puesto que a través de su poder, y desde los niveles superiores, consigue un clima de
cambio.
Según James (1997), Mintzberg y Pfeffer definen el poder como la capacidad de afectar al
comportamiento de los demás.
El poder basado en la experiencia, quien puede formar la base para el poder informativo y de
referencia.
En una organización orientada a la calidad, el poder legítimo, se hará evidente cuando existan
problemas en grupos disfuncionales.
La calidad superior requiere un liderazgo inspirado a todos los niveles de la organización, con lo
cual, se debe hacer llegar el mandato de calidad a los directivos medios, además de crear un
clima organizativo que les aliente a ser líderes también.
Divulgar las lecciones aprendidas, tanto positivas como negativas para la organización.
González y Guillén (2000), destacan, que la implantación plena de los principios que integran la
GCT (gestión de calidad total) no es posible sin el liderazgo de la dirección, es decir, requiere
una cierta dosis de liderazgo directivo para su implantación.
A medida que nos desplazamos del primer al tercer grupo, existe mayor importancia a la
dimensión ética del liderazgo.
Referencias
1. Builes Maya, Juan Fernando (diciembre de 2016). «El líder de producción» (https://cyecom
petitividad.wordpress.com/2016/12/13/el-lider-de-produccion/) . C&E. Consultado el 11
de septiembre de 2017.
2. Barry E., Collins. Psicología Social de los procesos, de grupos en adopción y de decisiones.
El Ateneo, 1971.
10. Cuadrado, I. (2003). ¿Emplean hombres y mujeres diferentes estilos de liderazgo? Análisis
de la influencia de los estilos de liderazgo en el acceso a los puestos de dirección. Revista
de Psicología Social, 283-307.
11. Cortés Ramírez, Dennys Andrea; Parra Alfonso, Gladys; Domínguez Blanco, María Elvia.
(2008).Participación social y política:Estudios de liderazgos femeninos en Bogotá y
Cundinamarca (Colombia), International Journal of Psychological Research, 40-48
12. Plato's Republic, The Dialogues of Plato translated into English with Analyses and
Introductions by B. Jowett, M.A.,[1] (http://oll.libertyfund.org/titles/767) , volumen 3
Oxford University Press, 1892.
13. The 100 Greatest Leadership Principles of All Time, edited by Leslie Pockell with Adrienne
Avila, 2007, Warner Books.
14. Benito, Paula (29 de enero de 2018). «¿Qué importancia tiene el bienestar emocional en el
liderazgo?» (http://canalceo.com/bienestar-emocional-en-el-liderazgo/) .
Bibliografía
Bennis, Warren y Burt Nanus. Leaders: The Strategies for Taking Charge. New York: Harper &
Row, 1986.
Kouzes, James M. y Posner. Las Seis Disciplinas” La Credibilidad: Como se gana, se pierde, y
porque la gente la reclama. Jossey-Bass Publishers. San Francisco.1993. pp. 51
Covey, Stephen R. Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Editorial Paidos, 1989., ISBN
968-853-182-0
Greene, Robert y Joost Elffers "Las 48 leyes del poder" [2] (https://web.archive.org/web/20130
926211329/http://wikitc.itcomitan.edu.mx/libros/subidos/8d8a4b_48%20leyes%20del%20po
der.pdf)
Landolfi, Hugo (2009). La esencia del liderazgo, Ediciones Dunken, Buenos Aires, Argentina.
ISBN 978-987-02-3827
(en inglés) David R. Caruso, Peter Salvoes, The Emotionally Intelligent Manager: How to
Develop and Use the Four Key Emotional Skills of Leadership [1 ed.], 0787970719,
9780787970710, 9780787974220, Jossey-Bass, 2004
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