0% encontró este documento útil (0 votos)
7 vistas60 páginas

Introducción

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como RTF, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Descargar como rtf, pdf o txt
0% encontró este documento útil (0 votos)
7 vistas60 páginas

Introducción

Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como RTF, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Descargar como rtf, pdf o txt
Descargar como rtf, pdf o txt
Está en la página 1/ 60

INEEB INSTITUTO EXPERIMENTAL CON ORIENTACIÓN

EFRAIN NAJERA FARFAN


NOMBRE: cristhofer orlando godoy sanchez
GRADO: 1ro.Básico
CLAVE:24
TRABAJO: Derechos Humanos
CATEDRÁTICA: Alba Carolina Arteaga de Colocho
CICLO ESCOLAR: 2,024
OCUPACIONAL LIC.MARIO
INTRODUCCIÓN
A continuación, se le presenta el siguiente trabajo la
cual trata que los derechos humanos son normas que
reconocen y protegen la dignidad de todos los seres
humanos. Estos derechos rigen la manera en que los
individuos viven en la sociedad y se relacionan entre
sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las
obligaciones del Estado hacía ellos los derechos
humanos son un acuerdo de bienes donde ni se
discrimina a ninguna persona por razones de sexo,
raza, o edad. Por su idea de gran fuerza moral pero
también claros problemas respeto a su eficacia.

DERECHOS HUMANOS
El derecho internacional de los derechos humanos
establece la obligación de los Gobiernos a actuar de
una manera determinada o abstenerse de emprender
ciertas acciones, para promover y proteger los
derechos humanos y las libertades fundamentales de
los individuos o de los grupos.
Uno de los grandes logros de las Naciones Unidas es
la creación de una normativa integral sobre los
derechos humanos: un código protegido a nivel
universal e internacional al que todas las naciones
pueden adherirse y al que toda persona aspira. Las
Naciones Unidas han definido un amplio abanico de
derechos aceptados internacionalmente, entre los que
se encuentran derechos de carácter civil, cultural,
económico, político y social. También han establecido
mecanismos para promover y proteger estos derechos
y para ayudar a los Estados a ejercer sus
responsabilidades.
Los cimientos de este cuerpo normativo se
encuentran en la Carta de las Naciones Unidas y en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos,
aprobadas por la Asamblea General en 1945 y 1948,
respectivamente. Desde entonces, las Naciones
Unidas han ido ampliando el derecho de los derechos
humanos para incluir normas específicas relacionadas
con las mujeres, los niños, las personas con
discapacidad, las minorías y otros grupos vulnerables,
que ahora poseen derechos que los protegen frente a
la discriminación que durante mucho tiempo ha sido
común dentro de numerosas sociedades.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH) es un documento que marca un hito en la
historia de los derechos humanos. Redactada por
representantes de todas las regiones del mundo de
diferentes culturas y tradiciones jurídicas, la
Declaración fue proclamada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de
1948 en su Resolución 217 A como un ideal común
para todos los pueblos y naciones. Estableció, por
primera vez, derechos humanos fundamentales que
deben protegerse universalmente.
Desde su aprobación en 1948, la DUDH se ha
traducido a más de 501 idiomas. Es el documento
más traducido del mundo, y ha servido de inspiración
para las constituciones de muchos nuevos Estados
independientes, así como para numerosas nuevas
democracias. Junto con el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y sus dos Protocolos
Facultativos (sobre el procedimiento de denuncia y
sobre la pena de muerte) y con el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y su
Protocolo Facultativo, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos forman la conocida como Carta
Internacional de Derechos Humanos.

La sección de Derechos Humanos de la Misión de


Estabilización Integrada Multidimensional de las
Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) apoya programas
para personas con discapacidades dirigidos por una
asociación local. La mujer de la izquierda hace jabón.
El hombre de la derecha es un artesano de zapatos.
Fotos ONU/
Derechos humanos ¿Qué son los derechos humanos?
Los derechos humanos son derechos inherentes a
todos los seres humanos, s8in distinción alguna de
raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua,
religión o cualquier otra condición. Entre los derechos
humanos se incluyen el derecho a la vida y a la
libertad; a no estar sometido ni a esclavitud ni a
torturas; a la libertad de opinión y de expresión; a la
educación y al trabajo, entre otros muchos. Estos
derechos corresponden a todas las personas, sin
discriminación alguna.
Derecho internacional de los derechos humanos
El derecho internacional de los derechos humanos
establece la obligación de los Gobiernos a actuar de
una manera determinada o abstenerse de emprender
ciertas acciones, para promover y proteger los
derechos humanos y las libertades fundamentales de
los individuos o de los grupos.
Uno de los grandes logros de las Naciones Unidas es
la creación de una normativa integral sobre los
derechos humanos: un código protegido a nivel
universal e internacional al que todas las naciones
pueden adherirse y al que toda persona aspira. Las
Naciones Unidas han definido un amplio abanico de
derechos aceptados internacionalmente, entre los que
se encuentran derechos de carácter civil, cultural,
económico, político y social. También han establecido
mecanismos para promover y proteger estos derechos
y para ayudar a los Estados a ejercer sus
responsabilidades.
Los cimientos de este cuerpo normativo se
encuentran en la Carta de las Naciones Unidas y en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos,
aprobadas por la Asamblea General en 1945 y 1948,
respectivamente. Desde entonces, las Naciones
Unidas han ido ampliando el derecho de los derechos
humanos para incluir normas específicas relacionadas
con las mujeres, los niños, las personas con
discapacidad, las minorías y otros grupos vulnerables,
que ahora poseen derechos que los protegen frente a
la discriminación que durante mucho tiempo ha sido
común dentro de numerosas sociedades.
Declaración Universal de los Derechos Humanos
La Declaración Universal de los Derechos Humanos
(DUDH) es un documento que marca un hito en la
historia de los derechos humanos. Redactada por
representantes de todas las regiones del mundo de
diferentes culturas y tradiciones jurídicas, la
Declaración fue proclamada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de
1948 en su Resolución 217 A (III) como un ideal
común para todos los pueblos y naciones. Estableció,
por primera vez, derechos humanos fundamentales
que deben protegerse universalmente.
Desde su aprobación en 1948, la DUDH se ha
traducido a más de 501 idiomas. Es el documento
más traducido del mundo, y ha servido de inspiración
para las constituciones de muchos nuevos Estados
independientes, así como para numerosas nuevas
democracias. Junto con el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y sus dos Protocolos
Facultativos (sobre el procedimiento de denuncia y
sobre la pena de muerte) y con el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y su
Protocolo Facultativo, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos forman la conocida como Carta
Internacional de Derechos Humanos.
Derechos económicos, sociales y culturales
El Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales entró en vigor en 1976. Por su
parte, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales es un organismo de 18 expertos
independientes que supervisa la implementación del
Pacto por sus Estados parte. Su Protocolo Facultativo
entró en vigor en 2013. Entre los derechos humanos
que este Pacto busca promover y proteger se
encuentran: el derecho a trabajar en unas condiciones
justas y favorables;
el derecho a la protección social, a un nivel de vida
adecuado y al disfrute del más alto nivel posible de
salud física y mental;
el derecho a la educación y a gozar de los beneficios
derivados de la libertad cultural y el progreso
científico.
Derechos civiles y políticos
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y
su primer Protocolo Facultativo entraron en vigor en
1976. Este Pacto contaba con 167 Estados parte a
finales de 2010. El Segundo Protocolo Facultativo fue
aprobado en 1991. El Comité de Derechos Humanos
supervisa la implementación de este tratado
multilateral y de sus Protocolos Facultativos.
El Pacto recoge derechos como la libertad de
movimiento; la igualdad ante la ley; el derecho a un
juicio justo y a la presunción de inocencia; la libertad
de pensamiento, de conciencia y de religión; la
libertad de opinión y de expresión; la reunión pacífica;
la libertad de asociación; la participación en asuntos
públicos y elecciones; y la protección de los derechos
de las minorías. Asimismo prohíbe la privación de la
vida; la tortura, las penas o los tratos crueles o
degradantes; la esclavitud y el trabajo forzoso; la
detención o prisión

arbitraria; las injerencias arbitrarias en la vida


privada; la propaganda en favor de la guerra; la
discriminación y la apología del odio racial o religioso.
Convenciones de derechos humanos
Una serie de tratados de derechos humanos
internacionales y otros instrumentos adoptados desde
1945 han ampliado el derecho internacional de los
derechos humanos. Entre otras figuran la Convención
para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio (1948), la Convención Internacional sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Racial (1965), la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(1979), la Convención sobre los Derechos del Niño
(1989) y la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (2006), entre otros.
Consejo de Derechos Humanos
El Consejo de Derechos Humanos fue creado el 15 de
marzo de 2006 por la Asamblea General y se
encuentra bajo la autoridad directa de esta última.
Sustituyó a la Comisión de Derechos Humanos de la
ONU, que estuvo en funcionamiento durante 60 años,
como órgano intergubernamental responsable de los
derechos humanos. Este Consejo está formado por 47
representantes de Estados y es el encargado de
fortalecer la promoción y protección de los derechos
humanos en todo el mundo para hacer frente a
situaciones de violaciones de los derechos humanos y
formular recomendaciones sobre ellos; entre lo que
también se incluye la respuesta a situaciones de
emergencia en materia de derechos humanos.
El aspecto más innovador del Consejo de Derechos
Humanos es el Examen Periódico Universal (EPU). Este
mecanismo único requiere el examen de la situación
de los derechos humanos en los 193 Estados
miembros de las Naciones Unidas cada cuatro años.
Se trata de un proceso de cooperación dirigido por los
Estados, con el auspicio del Consejo, que ofrece a
cada uno de ellos la oportunidad de declarar qué
medidas han adoptado y qué retos se han planteado
para mejorar la situación de los derechos humanos en
su país, así como para cumplir con sus obligaciones a
nivel internacional.
El EPU está diseñado para asegurar la universalidad e
igualdad de trato hacia todos los países. Tiene lugar
durante las sesiones de su Grupo de Trabajo que se
reúne tres veces al año y están formadas por los 47
miembros del Consejo.
Procedimientos Especiales y Órganos de Investigación
El Consejo de Derechos Humanos también cuenta con
procedimientos especiales compuestos por expertos
independientes en derechos humanos que tienen el
mandato de informar y asesorar sobre derechos
humanos desde una perspectiva temática o específica
de cada país. Estos expertos no reciben remuneración
y son elegidos para mandatos de tres años
prorrogables por otros tres. A noviembre de 2023,
había 46 mandatos temáticos y 14 de países.
Desde 2006, el Consejo ha creado varios órganos para
investigar presuntas violaciones de derechos
humanos en países específicos. Estas han adoptado la
forma de misiones o comisiones de

investigación. Además, existe un órgano temático, el


Mecanismo de Expertos, que promueve la justicia
racial y la igualdad en la aplicación de la ley.
DERECHOS HUMANOS INDIVIDUAL Y COLECTIVO
Los derechos individuales garantizan que los
individuos puedan desarrollar una vida digna y
establecer sus propios proyectos vitales de acuerdo
con sus propias creencias y preferencias. Su diferencia
con los derechos colectivos se encuentra en que los
individuales hacen referencia a la persona, mientras
que con colectivos estamos haciendo referencia a un
grupo de personas.
Es un concepto que guarda estrecha relación con los
derechos humanos y con los fundamentales. Los
primeros fueron aprobados por la ONU y los segundos
están en la constitución de cada país. Los individuales
corresponden a un tipo de derecho; serían aquellos
derechos ya recogidos en los humanos y
fundamentales, pero que afectan estrictamente al
individuo.
Origen de los derechos individuales
Los derechos humanos fueron aprobados en 1948. Y
sirvieron de base para la posterior consolidación de
los derechos fundamentales. Pero los derechos
individuales son mucho más antiguos. Es en el siglo
XVII cuando John Locke teoriza sobre la necesidad de
que el individuo disfrutase de unos derechos
personales.
Para Locke, la sociedad se constituyó a través del
contrato social con el fin de preservar la propiedad
privada, fruto del trabajo y del esfuerzo. La función
del Estado es la de preservar y defender los derechos
de los individuos, es decir, garantizar seguridad sin
hacer un uso despótico del poder. Estos derechos que
ha de proteger son tres, él los llama derechos
naturales: la vida, la propiedad privada y la libertad.
La primera vez que se plasmó en un texto legal la
existencia y reconocimiento de estos derechos fue en
la Constitución de los Estados Unidos de 1787. Los
derechos individuales de los que estamos hablando
están recogidos en las enmiendas.
1. En la primera se reconoce la libertad religiosa, de
expresión de información y de reunión.
2. La segunda enmienda reconoce el derecho a portar
armas.
3. La quinta afirma que sin las garantías de un
proceso legal, no se le puede arrebatar
a nadie ni la vida, ni la libertad, ni la propiedad.
También queda plasmado en la Constitución el
derecho de sufragio.
Dos años después, la Asamblea francesa aprobaría la
Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, que sirvió para entablar unas bases
sólidas en materia de derechos y libertades.

Podemos resumir que la adquisición de los derechos


individuales ha sido un largo recorrido de trabajo y
lucha, y que ya están reconocidos en los países con
alta calidad democrática. Aunque en muchos países,
por motivos culturales o religiosos, siguen sin estar
reconocidos muchos de ellos.
Tipos de derechos individuales
Podemos hacer una breve clasificación de los
derechos individuales, aunque esta no es una
clasificación exclusiva, ya que puede realizarse con
otro tipo de derechos:
Derechos negativos: Son las llamadas libertades. Se
caracterizan por no necesitar la intervención externa
para conseguirlos. Para ejercer los derechos negativos
solamente es necesario que el Estado o la institución
pertinente asegure que nadie va a interferir en su
ejercicio, ni el propio Estado. Por ejemplo: la libertad
de expresión o la libertad de movimiento.
Derechos positivos: Al contrario que los anteriores,
estos sí necesitan la intervención externa para
disfrutar de ellos, normalmente a través del Estado.
Solo se pueden ejercer si se tienen las herramientas
para ello. Por ejemplo, el derecho a la educación.
¿Cuáles son los derechos individuales?
Los derechos individuales conforman una larga lista,
los más relevantes son los siguientes: Derecho a la
vida.
Libertad personal.
Derecho a la seguridad.
Igualdad ante la ley. Libertad ideológica.
Libertad religiosa y de culto. Derecho al honor.
Libertad de expresión e información Derecho a la
intimidad personal y familiar. Libertad de movimiento
y residencia. Libertad de reunión y asociación.
Derecho de sufragio.
Acceso a la justicia.

Derecho a la educación.
Derechos colectivos son los derechos cuyo sujeto de
derecho no es un individuo (como es el caso de los
derechos individuales), sino un conjunto colectivo o
grupo social (por ejemplo los pueblos indígenas).
Mediante esos derechos se protege los intereses e
incluso la identidad de tales colectivos. Se definieron
a partir del derecho de autodeterminación, y se
engloban en los llamados “derechos de tercera
generación” , según la teoría de las tres generaciones
de derechos humanos.
El "derecho de autodeterminación de los pueblos"
tuvo su primera utilización a gran escala en los
Catorce puntos de Wilson, con los que se pretendía
acabar con la Primera Guerra Mundial y establecer
una paz definitiva. La Conferencia de Paz de París
(1919) no fue una aplicación de dicho principio, que
no obstante fue constantemente aludido en las
relaciones internacionales del periodo de entreguerras
y en la Sociedad de Naciones. La decisión del futuro
político de muchos territorios europeos (como por
ejemplo, el Sarre) se decidió mediante consultas
populares en forma de referéndum.
En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas
proclamó (por 48 votos a favor, ninguno en contra y 8
abstenciones) la Declaración Universal de Derechos
Humanos, que a partir de entonces ha sido adoptada
por cada uno de los Estados. Todos los derechos
especificados en la declaración estaban basados en el
individuo, como el derecho a la no discriminación, a la
libertad de movimiento, privacidad, al matrimonio por
libre consentimiento de los esposos, a condiciones
justas y favorables en el trabajo, a la participación en
la vida cultural, a una igual protección ante la ley, etc.
No obstante, la Carta de las Naciones Unidas (firmada
el 26 de junio de 1945 y en vigor desde el 24 de
octubre del mismo año) recoge expresamente el
concepto de "libre determinación de los pueblos" (en
el artículo 1, dedicado a los principios de la
Organización, y el artículo 55, dentro del Capítulo IX,
sobre Cooperación internacional económica y social).
La autodeterminación también inspiró el tratamiento
que se dio a los territorios coloniales. Los artículos 73
a 91, que corresponden a los capítulos XI (Declaración
relativa a territorios no autónomos), XII (Régimen
internacional de administración fiduciaria) y XIII
(Consejo de Administración Fiduciaria) recogen el
régimen de estos territorios. En 1966 se elaboró el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
cuyo primer artículo proclama
LEYES NACIONALES SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS
Ya sabemos que los derechos humanos son derechos
inalienables de todo ser humano, pero, ¿cómo
podemos acceder a ellos? ¿Dónde podemos encontrar
evidencia de que han sido reconocidos oficialmente
por los estados? Y, ¿cómo se aplican?
Derechos Humanos Nacionales La protección de los
derechos
humanos, en última instancia, depende en mayor
medida de los mecanismos a nivel nacional
Ni que decir tiene que la protección de los derechos
humanos y de los acuerdos alcanzados en última
instancia depende de la evolución de la situación y
mecanismos a

nivel nacional. Las leyes, las políticas, los


procedimientos y mecanismos en el plano nacional
son fundamentales para el disfrute de los mismos en
cada país. Por lo tanto, es esencial que los derechos
humanos sean parte de los sistemas constitucionales
y legales nacionales, que los profesionales de la
justicia estén capacitados acerca de cómo aplicar sus
normas y que las violaciones que se hagan sobre ellos
sean condenadas y sancionadas. Las normas
nacionales tienen un impacto más directo y los
procedimientos nacionales son más accesibles que los
que se encuentran en los niveles regional e
internacional. Eleonor Roosevelt observó:
¿Después de todo, dónde empiezan los derechos
humanos universales? En lugares pequeños, cerca de
casa, tan cerca y tan pequeños que no se pueden ver
en ningún mapa del mundo. Sin embargo, son el
mundo de la persona individual: el barrio donde vive;
la escuela o facultad a la que asiste; la fábrica, la
granja o la oficina donde trabaja. Estos son los lugares
donde cada hombre, mujer y niño busca la igualdad
ante la justicia, la igualdad de oportunidades, la
igualdad de dignidad y sin discriminación. A menos
que esos derechos tengan sentido allí, tienen poco
sentido en cualquier otra
parte.2
El deber del Estado de respetar, promover, proteger y
garantizar los derechos primarios es primordial y por
tanto los tribunales filiales regionales o
internacionales entran en juego cuando el estado
viola continuadamente o deliberadamente esos
derechos. Todos conocemos ejemplos de cómo recurrir
a los mecanismos regionales e internacionales se ha
convertido en necesario para el reconocimiento de las
violaciones que se producen a nivel nacional. La
preocupación regional e internacional o la asistencia
puede ser el desencadenante para garantizar los
derechos a nivel nacional, pero sólo se lleva a cabo
cuando las vías internas se han utilizado y agotado.
Por esta razón queremos dedicar el resto de esta
sección exactamente a este escenario. ¿Qué recurso
hay a la hora de asegurar una adecuada protección
para el disfrute de los derechos humanos cuando los
sistemas nacionales han fracasado?
Los derechos humanos están reconocidos por los
acuerdos
En el plano internacional, los estados se han reunido
para elaborar determinados acuerdos sobre el tema
de los derechos humanos. Estos establecen normas
objetivas

de conducta para los estados, imponiéndoles ciertos


deberes para con las personas. Pueden ser de dos
tipos: jurídicamente vinculantes o no vinculantes.
Un documento vinculante, a menudo llamado tratado,
convención o pacto, representa el compromiso
voluntario de los estados a aplicar los derechos
humanos a nivel nacional. Los Estados se
comprometen a cumplir estas normas a través de la
ratificación o la adhesión (simplemente firman el
documento no vinculante, a pesar de que representa
la disposición de facilitar su cumplimiento). Pueden
formular reservas o declaraciones de conformidad con
la Convención de Viena de 1979 sobre el Derecho de
los Tratados, lo que les exime de ciertas disposiciones
en el documento, con la idea de conseguir que el
mayor número posible de ellos firme. Después de todo
es mejor tener un estado prometiendo cumplir con
algunas disposiciones relativas a los derechos
humanos que con ninguna. De este mecanismo, sin
embargo, a veces se puede abusar y utilizarse como
un pretexto para negar derechos humanos básicos,
que permiten a un estado “escapar” en determinadas
áreas del escrutinio internacional.
Los derechos humanos, sin embargo, han impregnado
la legislación vinculante a nivel nacional. Las normas
internacionales han inspirado a los estados a
consagrarlas en las constituciones nacionales y en
otras leyes. Estos también pueden proporcionar vías
de reparación a las violaciones que sufren los
derechos humanos a nivel nacional.
Por el contrario, un instrumento no vinculante es
básicamente una declaración o un acuerdo político
por parte de los estados en el sentido de que todos
van a tratar de cumplir con una serie de derechos,
pero sin ninguna obligación legal de hacerlo, lo cual
quiere decir, en la práctica, que no hay ningún
mecanismo oficial (o legal) de aplicación aunque
puede haber fuertes compromisos políticos para que
los haya
personas van a ser torturadas.
La Convención sobre la Protección de los derechos de
los Trabajadores Emigrantes y de sus Familiares
(1990) se refiere a una persona que “vaya a realizar,
realice o haya realizado una actividad remunerada en
un Estado del que no sea nacional” (Artículo 2.1), y a
los miembros de su familia. Además define los
derechos humanos de los que esas personas deberían
beneficiarse. El tratado aclara que ya sea
documentado o no, en situación legal o no, el
trabajador emigrante no pueden ser
objeto de discriminación en relación con el goce de
derechos tales como la libertad y la seguridad, la
protección contra la violencia o la privación de la
libertad.
La Convención sobre los Derechos de las personas con
discapacidad constituye un cambio revolucionario no
solo en la definición de las personas con discapacidad,
sino también en su reconocimiento como sujetos
iguales con plena igualdad de derechos humanos y
libertades fundamentales. El tratado aclara la
aplicación de los derechos de esas personas, y obliga
a los estados miembros a hacer ajustes razonables
para las personas con discapacidad a fin de que
puedan ejercer efectivamente sus derechos, por
ejemplo, a fin de garantizar su acceso a los servicios y
a la vida cultural.
La Convención sobre Desapariciones Forzosas aborda
un fenómeno que ha sido un problema mundial. El
tratado prohíbe el “arresto, detención, secuestro o
cualquier otra forma de privación de libertad” (artículo
2), ya sea por agentes del estado o por terceros que
actúen bajo su consentimiento, y no acepta ningún
tipo de circunstancia excepcional para esa negativa a
reconocer la privación de libertad y la ocultación de la
suerte y el paradero de las víctimas. Su objetivo es
poner fin a la cínica maniobra del que inflige los
derechos humanos y trata de escapar de sus
consecuencias.
Protección de grupos específicos en la ONU y a nivel
europeo
Además de reconocer los derechos fundamentales de
las personas, algunos instrumentos de los derechos
humanos reconocen los de grupos específicos. Estas
protecciones especiales tienen lugar por los casos que
tratábamos antes de discriminación contra esos
grupos y por el lugar desfavorecido y vulnerable que
algunos ocupan en la sociedad. La protección especial
no ofrece nuevos derechos humanos, como tales, sino
que busca garantizar los de la Declaración Universal y
que estos sean accesibles a todos. Por lo tanto, es
incorrecto decir que personas pertenecientes a
minorías tienen más derechos que los individuos de
grupos mayoritarios; si hay derechos especiales para
las minorías, es simplemente una forma de garantizar
la igualdad de oportunidades en el acceso a derechos
civiles, políticos, sociales, económicos o culturales.
Ejemplos de grupos que han recibido protección
especial son:

Las minorías
Las minorías no han sido definidas por los
instrumentos internacionales de los derechos
humanos, pero son comúnmente descritas en
instrumentos como los grupos con características
nacionales o étnicas, religiosas o lingüísticas que
difieren de la mayoría de la población y que desean
mantenerlas. Estos grupos están protegidos:
En el ámbito de la ONU por el artículo 27 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como
por la declaración sobre los derechos de las personas
pertenecientes a minorías nacionales o étnicas,
religiosas y lingüísticas aprobada en 1992.
A nivel europeo por un instrumento vinculante - la
Convención Marco para la Protección de las Minorías
Nacionales (FCNM), por la que se creó un órgano de
supervisión de expertos independientes: el Comité
Consultivo para la FCNM. Otros estados del Consejo de
Europa tienen actividades sectoriales pertinentes para
la protección de las minorías: la Carta Europea de las
Lenguas Regionales o Minoritarias, la Comisión
Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI), y
el Comisario para los derechos humanos, entre otros,
son fundamentales en este sentido.
Al tener un lugar especial en la Organización para la
Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a través
del Alto Comisionado para las Minorías Nacionales, y
de los documentos de la OSCE.
Los niños
Su principal protección se da a nivel de la ONU por la
Convención sobre los Derechos del Niño (CRC) de
1989, la convención más ampliamente ratificada (solo
Estados Unidos y Somalia no la han aprobado). La
convención tiene cuatro principios básicos: no
discriminación; el compromiso de defender los
mejores intereses del niño; el derecho a la vida, a la
supervivencia y al desarrollo; y el respeto a sus
opiniones.
Los Estados protegerán la existencia y la identidad
nacional o étnica, cultural, religiosa y lingüística de las
minorías dentro de sus territorios respectivos y
fomentarán las condiciones para la promoción de esa
identidad.
Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de las Minorías
“Se entiende por niño todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que en virtud de la ley
aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.“
Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño

En el plano africano, la Carta Africana sobre los


Derechos y el Bienestar del Niño proporciona derechos
básicos de los niños, teniendo en cuenta los factores
únicos de la situación del continente. Entró en vigor
en 1999. El Pacto de los Derechos del Niño en el Islam
fue adoptado por la Organización de la Conferencia
Islámica en 2004. La Comisión ASEAN para la
Promoción y Protección de los derechos de las mujeres
y los niños se inauguró en abril de 2010.
La Convención del Consejo de Europa sobre la
Protección de los niños contra la Explotación Sexual y
el Abuso Sexual entró en vigor el 1 de julio de 2010.
Esta Convención es el primer instrumento para
establecer como delitos penales las distintas formas
de abuso sexual de los niños, incluidos los abusos
cometidos en el hogar o la familia.
Los refugiados
Los derechos de los refugiados están especialmente
garantizados en la Convención sobre el Estatuto de
los Refugiados, de 1951, y por el Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El
único sistema regional con un instrumento específico
sobre la protección de los refugiados fue aprobado en
África en 1969, la Convención regula los aspectos
específicos de los refugiados, pero en Europa la CEDH
también ofrece cierta protección.
Las mujeres
Con el fin de promover en todo el mundo la igualdad
entre sexos, los derechos de las mujeres están
especialmente protegidos por la Convención de la
ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW), 1979.
En el Consejo de Europa, en 2009, se adoptó la
Declaración: hacer realidad la igualdad de género. La
adopción de esta declaración marcó la
conmemoración de los 20 años tras la aprobación de
la declaración sobre la igualdad entre mujeres y
hombres. El objetivo de la de 2009 es eliminar la
brecha entre la igualdad de los géneros ante la ley. Se
pide a los Estados miembros que eliminen las causas
de los desequilibrios de poder entre mujeres y
hombres, que promuevan la independencia
económica y la autonomía femenina, la eliminación de
los estereotipos existentes, la erradicación de las
violaciones de la dignidad y los derechos humanos de
las mujeres mediante la adopción

de medidas eficaces para prevenir y combatir la


violencia de género, y propiciar la integración de una
perspectiva de igualdad de género en la gestión de los
asuntos públicos.
Otros
Los grupos de personas con discapacidad son también
objeto de una protección especial debido a la
vulnerabilidad de su posición que les puede hacer ser
más propensos a sufrir abusos. Esto se establece en la
Convención de las Naciones Unidas obre los Derechos
de las Personas con Discapacidad, que será explorado
más adelante en el .
También otros grupos, por ejemplo los pueblos
indígenas, han recibido protección específica a nivel
internacional a través de la Declaración de las
Naciones Unidas de 2007 sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas, aunque todavía no es un
instrumento jurídicamente vinculante.
Instrumentos regionales
Como se puede ver anteriormente, los instrumentos
internacionales y regionales en general respetan las
mismas normas mínimas pero pueden diferir en su
enfoque o en abordar asuntos regionales. Por ejemplo,
la preocupación por los desplazados internos fue
impulsada en la región de África antes de que el
problema realmente emergiese como un asunto de
preocupación en las Naciones Unidas; asimismo, el
mecanismo de visitas a los lugares de detención como
esfuerzo para prevenir la tortura fue establecido por
primera vez en Europa antes de que se promoviese un
Protocolo Facultativo sobre ese mismo mecanismo en
virtud de la Convención de la ONU Contra la Tortura.
Estos ejemplos muestran cómo las normas y los
mecanismos regionales e internacionales mejoran la
promoción y protección de los derechos humanos.
La ventaja práctica de las normas regionales de
derechos humanos y de los sistemas de protección de
los mismos es que es más probable que hayan sido
elaborados sobre la base de afinidades geográficas,
históricas, políticas, culturales y sociales. Están más
cerca de ‘casa’ y tienen más probabilidades de lograr
un mayor apoyo. También son más accesibles a los
responsables políticos, los políticos y las víctimas. En
consecuencia, podemos verlos como el segundo
“frente” para la defensa de los

derechos humanos, el primero es el nacional, el


segundo regional y el tercero internacional.
Cuatro de las cinco regiones del mundo han
establecido sistemas de derechos humanos para
protegerlos. El objetivo de los instrumentos regionales
es el de articular las normas y los mecanismos de
derechos humanos a nivel regional, sin degradar la
universalidad de los mismos. Así como se han
desarrollado los sistemas regionales, ya sea debido a
un impulso económico o por razones de orden
histórico o político, también se ha sentido la urgencia
de articular un compromiso regional con los derechos
humanos, a menudo reforzando los mecanismos y
garantías del sistema de las Naciones Unidas. De
hecho, ha habido muchos ejemplos en los que las
normas regionales superan las acordadas
internacionalmente, y un ejemplo es el sistema
pionero africano de reconocimiento de la necesidad
de protección no sólo para los refugiados, sino
también para las personas desplazadas internamente.
En América existe la organización de los Estados
Americanos, y el principal documento vinculante es la
Convención Americana de los derechos humanos de
1969.
En África, encontramos la Carta Africana de los
derechos humanos y de los Pueblos, que se aprobó en
1986 en el marco de la Unión Africana (anteriormente
conocida como la Organización para la Unidad
Africana).
En el continente asiático no se ha desarrollado un
verdadero sistema hasta la fecha y el único
instrumento regional de derechos humanos es una
carta de vinculante de los pueblos de 1998 iniciada
por la sociedad civil, la Declaración Asiática de los
derechos humanos.
Instrumentos europeos
Europa tiene un sistema bien establecido en el seno
del Consejo de Europa para la protección de los
derechos humanos, del que la piedra angular es la
Convención Europea de los derechos humanos con el
Tribunal Europeo de derechos humanos, con sede en
Estrasburgo.
Las normas regionales de derechos humanos a
menudo superan las normas de las Naciones Unidas y
las refuerzan

El Consejo de Europa, con sus 47 Estados miembros,


ha desempeñado un papel clave en la promoción de
los Derechos humanos en Europa. Su principal
instrumento, es la Convención Europea sobre la
Protección de los derechos humanos y las Libertades
Fundamentales (también conocido como la
Convención Europea de Derechos Humanos, CEDH).
Esto ha sido aceptado por todos los Estados miembros
en el Consejo de Europa, ya que es un requisito para
ser parte. Fue adoptada en 1950 y entró en vigor tres
años después. Abarca los derechos civiles y políticos y
su principal fortaleza es su mecanismo de aplicación,
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Este
Tribunal de Justicia, y su jurisprudencia son admirados
en todo el mundo y a menudo las Naciones Unidas y
los tribunales constitucionales de numerosos países y
otros sistemas regionales se refieren a él.
Al igual que en el ámbito de las Naciones Unidas, los
derechos sociales y económicos en Europa están
previstos en un documento separado. La Carta Social
Europea (revisada) es un documento vinculante que
abarca derechos para proteger el nivel de vida de los
ciudadanos en Europa. La carta ha sido firmada por 45
Estados miembros y, en 2010, había sido ratificada
por 30 de ellos.
Además de estos dos instrumentos principales, el
Consejo de Europa en el ámbito de los derechos
humanos tiene otros instrumentos específicos y
convenciones que complementan las garantías y
disposiciones de la CEDH para atender a situaciones
específicas o a grupos vulnerables. Los sistemas de
control convencionales son complementados por otros
organismos independientes, como la Comisión
Europea contra el Racismo y la Intolerancia, y el
Comisionado para los derechos humanos. En conjunto,
la labor del Consejo de Europa a favor de los derechos
humanos toma en cuenta el desarrollo social,
científico y tecnológico, y los posibles problemas que
se presentan para ellos.
Desarrollo de los derechos humanos
Los instrumentos de derechos humanos son un
registro de las últimas interpretaciones de lo que la
dignidad humana requiere. Estos instrumentos puede
que estén siempre un paso por detrás, en el sentido
de que se están enfrentando a retos que ya han sido
reconocidos en lugar de quedarse en aquellos tan
institucionalizados y arraigados en
nuestras sociedades que todavía no son reconocidos
como derechos y como violaciones de derechos.
En el Consejo de Europa, la labor normativa de la
organización tiene por objeto proponer nuevas normas
jurídicas al Comité de Ministros para responder a las
medidas sociales que abordan los problemas que
surjan en los Estados miembros en lo que respecta a
las cuestiones de su competencia. Estas medidas
pueden incluir nuevas normas legales o adaptar las
existentes. Es así como los procedimientos de la Corte
Europea de Derechos Humanos están evolucionando
para que siga siendo eficaz, cómo se han adoptado
disposiciones para la abolición de la pena de muerte,
y cómo los nuevos instrumentos basados en
convenciones, como la Convención sobre la Lucha
contra la Trata de Seres Humanos, adoptada en 2005,
han salido a la luz.
En este sentido, los instrumentos de derechos
humanos seguirán siempre siendo revisados. Nuestro
entendimiento de la jurisprudencia y, sobre todo,
nuestros esfuerzos de promoción continuarán
permanentemente empujando y estirando los
derechos humanos. El hecho de que las disposiciones
de las convenciones y tratados de derechos humanos
estén a veces por debajo de lo que a veces se espera
no debe ser motivo para cuestionar que suponen una
esperanza para la humanidad. La legislación de
derechos humanos, a menudo permanece detrás de lo
que los defensores de los derechos humanos esperan,
pero sigue siendo su apoyo más fiable.
Todos los instrumentos de derechos humanos
contienen la no discriminación y garantías de
igualdad, ya sean de las Naciones Unidas, el Consejo
de Europa, la UE o las normas de la OSCE. En el
ámbito de la ONU, la Convención Internacional sobre
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Racial entró en vigor en 1969 y está controlada por un
grupo de expertos, el Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial. El Comité recibe y revisa los
informes de los sobre el cumplimiento de los tratados,
un procedimiento de alerta temprana para prevenir
situaciones de intolerancia que puedan convertirse en
conflicto y las violaciones graves de la convención, y
un procedimiento para recibir denuncias individuales
cuando el estado de que se trate lo haya permitido. La
Directiva de la Unión Europea relativa a la raza, a su
vez, se aplica al

empleo y a la provisión de bienes y servicios por


parte del Estado y del sector privado. La Comisión
Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) es
un mecanismo del Consejo de Europa. Establecida en
1993, su tarea es la lucha contra el racismo, la
xenofobia, el antisemitismo y la intolerancia a nivel
europeo y desde la perspectiva de la protección de los
derechos humanos. Su acción abarca todas las
medidas necesarias para combatir la violencia, la
discriminación y los prejuicios de las personas o
grupos de personas, sobre todo por motivos de raza,
color, idioma, religión, nacionalidad, origen
nacional o étnico.
Los miembros de la ECRI son designados por sus
respectivos gobiernos en base a sus
conocimientos en el campo de la lucha contra la
intolerancia. Estos son elegidos por su capacidad
personal y actúan como miembros independientes.
Su principal programa de actividades incluye:
Un enfoque país por país consistente en llevar a cabo
un análisis en profundidad de la situación de cada uno
de los países miembros con el fin de desarrollar
propuestas concretas y específicas, complementadas
con un seguimiento.
Trabajo en temas generales (la recopilación y difusión
de ejemplos de buenas prácticas sobre temas
concretos que ilustran las recomendaciones contra la
intolerancia, y la adopción de recomendaciones de
política general).
Actividades en colaboración con la comunidad,
incluyendo la toma de conciencia y las sesiones de
información en los Estados miembros, la coordinación
con las organizaciones no gubernamentales
nacionales y locales, la comunicación de un mensaje
contra el racismo y la producción de material
informativo.
Aplicación de los derechos humanos
¿Cómo podemos asegurarnos de que estos
mecanismos de protección funcionan? ¿Qué o quién
obliga a los estados a cumplir con sus obligaciones?
En el plano nacional, esta labor se lleva a cabo por los
tribunales, cuando los instrumentos internacionales
de derechos humanos han sido ratificados o
incorporados a la legislación nacional, pero también, y
según el país, por las oficinas de defensor del pueblo,
las comisiones, los consejos, los comités
parlamentarios, y así sucesivamente.
Los principales organismos internacionales de
supervisión son las comisiones o comités y los
tribunales, todos lo cuales se componen de miembros
independientes,

expertos o jueces, ninguno de las cuales representa a


un estado. Los principales mecanismos utilizados por
estos órganos son:
Las quejas de los individuos, grupos o estados
aplicación de los derechos humanos
¿Cómo podemos asegurarnos de que estos
mecanismos de protección funcionan? ¿Qué o quién
obliga a los estados a cumplir con sus obligaciones?
En el plano nacional, esta labor se lleva a cabo por los
tribunales, cuando los instrumentos internacionales
de derechos humanos han sido ratificados o
incorporados a la legislación nacional, pero también, y
según el país, por las oficinas de defensor del pueblo,
las comisiones, los consejos, los comités
parlamentarios, y así sucesivamente.
Los principales organismos internacionales de
supervisión son las comisiones o comités y los
tribunales, todos lo cuales se componen de miembros
independientes, expertos o jueces, ninguno de las
cuales representa a un estado. Los principales
mecanismos utilizados por estos órganos son:
Las quejas de los individuos, grupos o estados Los
casos judiciales
Los procedimientos de presentación de informes
Ya que no todos los instrumentos o sistemas
regionales de derechos humanos utilizan los mismos
procedimientos para su aplicación, unos pocos
ejemplos ayudarán a aclararlos.
Quejas
Las denuncias contra el Estado son presentadas ante
una comisión o un comité en lo que se conoce
normalmente como un procedimiento cuasi judicial. El
órgano de vigilancia toma una decisión y se espera a
que los estados cumplan con ella, aunque no existe
un procedimiento jurídico para que sea observada. A
menudo el Estado necesita hacer una declaración
adicional o ratificar un protocolo facultativo para
indicar que acepta el sistema de quejas. El Comité de
derechos humanos (“o el comité “ICCPR”), el Comité
para la Eliminación de la Discriminación Racial (dentro
del sistema de las

Naciones Unidas), y la Comisión Interamericana de


derechos humanos (en el marco de la Organización de
los Estados Americanos) son ejemplos de los órganos
que se ocupan de esas quejas.
● os casos judiciales
● Los procedimientos de presentación de informes
Ya que no todos los instrumentos o sistemas
regionales de derechos humanos utilizan los mismos
procedimientos para su aplicación, unos pocos
ejemplos ayudarán a aclararlos.
Quejas
Las denuncias contra el Estado son presentadas ante
una comisión o un comité en lo que se conoce
normalmente como un procedimiento cuasi judicial. El
órgano de vigilancia toma una decisión y se espera a
que los estados cumplan con ella, aunque no existe
un procedimiento jurídico para que sea observada. A
menudo el Estado necesita hacer una declaración
adicional o ratificar un protocolo facultativo para
indicar que acepta el sistema de quejas. El Comité de
derechos humanos (“o el comité “ICCPR”), el Comité
para la Eliminación de la Discriminación Racial (dentro
del sistema de las Naciones Unidas), y la Comisión
Interamericana de derechos humanos (en el marco de
la Organización de los Estados Americanos) son
ejemplos de los órganos que se ocupan de esas
quejas.
DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
Hoy en día los indígenas representan más de la mitad
de la población total de Guatemala, alrededor de 6
millones de habitantes. El Acuerdo sobre Identidad y
Derechos de los Pueblos Indígenas (AIDPI), firmado en
1995, reconoce que la nación guatemalteca tiene un
carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe, y que
los pueblos indígenas incluyen a los pueblos Maya,
Garífuna y Xinca constituyen más del 75% de la
población.
Las estimaciones sobre la población indígena varían,
ya que no hay cifras exactas. Sin embargo el Estado
guatemalteco confirmo que es de un 60%. Los Mayas,
a su vez, están subdivididos en 21 grupos lingüísticos
y los Garífunas son esencialmente de ascendencia
africana. El resto de la nación guatemalteca, desde el
punto de vista étnico, está constituida por los ladinos
o mestizos y la población euro descendiente o
“blanca”.

No existen fronteras rígidas entre estas categorías.


En los 21 departamentos del país, y entre la mitad y
las tres cuartas partes de otros 6 departamentos
existen zonas de alta densidad indígena y otras de
mayoría ladina. Uno de los temas de mayor
preocupación en la actualidad, es la estrecha relación
entre el origen étnico y la pobreza; los departamentos
de mayor densidad indígena son también lo que
muestran mayor incidencia de pobreza y extrema
pobreza.
Ser pobre e indígena en Guatemala significa también
vivir predominantemente en el medio rural, dedicarse
principalmente a las actividades agrícolas; ser en gran
medida analfabeto, tener índices de escolaridad
inferiores a la media nacional, no tener acceso a los
servicios básicos, y sufrir diferentes grados de
marginación y exclusión social. Las mujeres indígenas
son las que acusan los índices más bajos de bienestar
económico y social, en gran medida son las que se
ven más afectadas por esta situación .
Derechos de los pueblos indígenas
Guatemala es una sociedad multiétnica, pluricultural y
multilingüe, alrededor de la mitad de la población de
12 millones de habitantes son pueblos indígenas
Mayas, Xincas y Garífunas. En varias regiones del
país, especialmente en las zonas rurales, los pueblos
indígenas constituyen la mayoría de la población. La
identidad nacional guatemalteca está basada en gran
medida en las culturas vivas de sus pueblos
indígenas; con sus tradiciones, valores comunitarios,
lenguas y espiritualidad.
Pero lejos de ser socios plenos e iguales con el resto
de los habitantes, los indígenas han sido excluidos
políticamente, discriminados culturalmente y
marginados económicamente en la sociedad nacional.
Además de los indicadores de desarrollo humano y
social que hablan de la situación extremadamente
difícil encarada por los Mayas, Xincas y Garífunas,
éstos se enfrentan a la discriminación racial y étnica
cotidiana, que se manifiesta con actitudes de
desprecio y rechazo hacia los indígenas.
No es extraño que los medios de comunicación
promuevan prejuicios en contra de diversos aspectos
de la cultura indígena, contra su espiritualidad y el
uso de su lengua. Existe un panorama generalizado
de desventajas en el acceso a los beneficios del
desarrollo y la participación política y social.
La situación de los derechos humanos de los pueblos
indígenas en Guatemala tiene que ser considerada en
el marco de los Acuerdos de Paz de 1996 que pusieron
fin a un conflicto armado interno de más de 30 años
de duración. Para implementarlos, el Gobierno ha
tomado diversas medidas que pese a constituir pasos
significativos, resultan ser poco efectivas e
insuficientes; debido a la ausencia de recursos que les
son asignados y de débil voluntad política para
llevarlas a cabo.
Uno de los problemas fundamentales que aquejan a
los pueblos indígenas es el relativo derecho a la tierra.
La falta de acceso a la tierra, la falta de resolución de
demandas agrarias, la falta de respeto a los territorios
tradicionales, tales como: los bosques comunales, los
desplazamientos forzados de pueblos indígenas
resultado de proyectos de desarrollo económico, y
problemas derivados de la pérdida de sus tierras a
raíz del conflicto armado, configuran un panorama de
crecientes tensiones sociales.
Particularmente precaria es la situación de las mujeres
indígenas. La situación de los pueblos indígenas en
relación con el acceso a la justicia es otro tema
preocupante. Si bien el Gobierno ha tomado distintas
medidas para extender el sistema de administración
de justicia en todo el país, especialmente en las zonas
indígenas, la cobertura es aún insuficiente.
Los pueblos indígenas se quejan de las dificultades de
acceso a los juzgados y tribunales, de discriminación
contra su derecho consuetudinario y de la falta de
intérpretes en lenguas indígenas en los tribunales, así
como de defensores de oficio.

En el campo de la educación, cuestión prioritaria


para los pueblos indígenas, a pesar de los esfuerzos
realizados por el Gobierno para proporcionar
educación bilingüe e intercultural, no hay aún
suficientes maestros capacitados y los demás
recursos educativos son inadecuados. Las escuelas
carecen de textos y otros materiales pedagógicos,
especialmente en las zonas rurales, en las cuales
viven los indígenas.
Las cifras de escolarización, sobre todo de las niñas
indígenas, siguen siendo bajas en comparación con el
resto de la población infantil, un hecho preocupante
que prolonga en el futuro los patrones de exclusión y
discriminación.
Es recomendable que el Gobierno amplíe sus
actividades y mejore la calidad de las políticas
dirigidas a los pueblos indígenas y renueve su
compromiso para implementar los Acuerdos de Paz.
También se considera importante en la etapa posterior
a la salida de las Naciones Unidas establecer una
misión enfocada especialmente a los pueblos
indígenas en cooperación con la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos.
Además es trascendental que las organizaciones de
los pueblos indígenas y otras organizaciones no
gubernamentales (ONG), incluyendo la comunidad
académica, tomen medidas para desarrollar un
programa común de acción para promover, verificar y
alentar la implementación del Acuerdo sobre
Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas (AIDPI),
que es parte de los Acuerdos de Paz.
Los pueblos indígenas, la comunidad internacional y
los demás actores de la sociedad civil pueden
contribuir al proceso de construcción de una sociedad
más justa en Guatemala para sus grupos más
excluidos.
Algunos de los derechos de los pueblos indígenas
• El derecho de los pueblos indígenas a disfrutar y
ejercer sin discriminación todos los derechos humanos
reconocidos en las normas internacionales, en una
doble dimensión: como personas individuales y como
pueblos.
• El derecho de los pueblos indígenas a conservar y
reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas,
económicas, sociales y culturales, en ejercicio del
derecho a la libre determinación, manteniendo a la
vez su derecho a participar plenamente en la vida
política, económica, social y cultural del Estado.
• La obligación del Estado de mantener mecanismos
eficaces para la prevención y el resarcimiento de todo
acto que constituya una violación o menoscabo a los
derechos de los pueblos indígenas, con un énfasis
importante en la reparación, incluyendo casos de
violación a los derechos económicos, sociales y
culturales de los pueblos indígenas.
• El reconocimiento del derecho de los pueblos
indígenas a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las
tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han
poseído, ocupado o de otra forma utilizado o
adquirido. Esto incluye la obligación de los Estados de
no desarrollar actividades militares en tierras o
territorios indígenas sin previa consulta.
• La obligatoriedad de los Estados de consultar a los
pueblos indígenas al tomar medidas administrativas o
legislativas susceptibles de afectarles.
• La protección especial a mujeres, ancianos, jóvenes,
niños, niñas y personas indígenas con discapacidad.
Estas normas, según el artículo 43 de la Declaración
de la ONU sobre los derechos de los Pueblos
Indígenas: “constituyen las normas mínimas para la
supervivencia, la dignidad y el bienestar de los
pueblos indígenas del mundo”.
Los pueblos indígenas siempre han sufrido la
discriminación y marginación social, es un problema
constante en Guatemala, todas estas situaciones
hacen que la sociedad guatemalteca se estanque y no
pueda avanzar.

Guatemala siempre ha vivido de los recuerdos y la


mentalidad que los cambios son solo sueños
inalcanzables, debido a las secuelas que dejo el
conflicto armado, y la división social que produjo.
Acceso a la justicia
La Constitución Política de la República, establece en
su artículo 66 que Guatemala esta conformada por
diversos grupos étnicos entre los que figuran los
grupos indígenas de ascendencia Maya. El estado
reconoce , respeta y promueve sus formas de vida,
costumbres, tradiciones, formas de organización
social, el uso del traje indígena en hombres y mujeres,
idiomas y dialectos que son respetados como forma
del derecho consuetudinario.
En 1996 Guatemala ratificó el Convenio No 169 de la
Organización Internacional del Trabajo sobre los
pueblos indígenas y tribales en países independientes,
que de acuerdo al artículo 46 de la Constitución
prevalece sobre el derecho interno en la materia y así
debería ser aplicado y considerado por los operadores
de justicia.
En los Acuerdos sobre el Fortalecimiento del Poder
Civil y Función del Ejército y sobre Identidad y
Derechos de los Pueblos Indígenas, que forman parte
de los Acuerdos de Paz, los centros de administración
de justicia y varios sistemas de conciliación y
arbitraje. La Procuraduría de Derechos Humanos
cuenta con una Defensoría Indígena, un proyecto aún
pequeño de atención a los pueblos indígenas, al igual
que el despacho del Fiscal General de la Nación.
Pese a las medidas antes indicadas, persisten
situaciones y problemas que dificultan el acceso a la
justicia por parte de los indígenas. Los juzgados se
encuentran con frecuencia distantes de sus
comunidades, de tal manera que acudir a ellos resulta
difícil y costoso. Los operadores de justicia
denominación que incluye jueces, auxiliares, fiscales,
y miembros del Ministerio Público y de la Policía
Nacional Civil no han modificado sus criterios y
comportamientos, que en general son percibidos y
señalados como contrarios a los intereses de los
indígenas, cargados de prejuicios, frecuentemente
autoritarios, que desembocan en malos tratos e
irrespeto y que no son exentos de corrupción.
Los jueces y otros operadores de justicia (con muy
contadas excepciones) no son hablantes de la lengua
indígena de la región en la que ejercen sus cargos, no
tienen conocimiento de los usos y costumbres de los
pueblos indígenas, ni guardan el debido respeto a las
autoridades indígenas. Así mismo, se señala que no se
ha respetado la independencia comunitaria en el
nombramiento y ejercicio de los jueces de paz
comunitarios, y que algunas soluciones a nivel local,
como los centros de administración de justicia, no
cuentan con el apoyo presupuestario indispensable.
Una gran limitación que afecta reiteradamente a los
pueblos indígenas se refiere al uso de las lenguas
indígenas en procesos judiciales y otros
procedimientos colaterales. No se permite litigar en
idioma indígena, aun cuando las partes sean
hablantes del mismo. No se da cumplimiento a las
disposiciones que ordenan contar con un intérprete
debidamente calificado y en la práctica no se
capacitan ni contratan suficientes intérpretes.
De lo anterior se derivan hechos que violan las
normas del debido proceso en perjuicio de los
indígenas, quienes además no cuentan con una
defensa adecuada, ante todo porque los pocos
defensores públicos que existen en las zonas
indígenas carecen de capacitación.
Los dirigentes de las organizaciones entrevistadas
atribuyen especial importancia al reconocimiento y
respeto de un sistema jurídico propio de los pueblos
indígenas, que forma parte de la cosmovisión Maya y
está arraigado en la cultura de las comunidades.

Este derecho consetudiniario es sustancialmente


distinto al derecho oficial. Ya que cuenta con un
conjunto de procedimientos culturalmente adecuados,
es eficaz para resolver los conflictos y restaurar el
equilibrio social con el menor costo para las partes
(víctimas y acusados) y tiene sus propios operadores
claramente identificados en el sistema de autoridades
tradicionales indígenas. Aunque este derecho
consuetudinario es mencionado en la Constitución, el
Convenio No 169 de la OIT y el Acuerdo sobre
Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas.
No es claramente reconocido ni respaldado en la
legislación y en las instituciones; los jueces y
magistrados no lo conocen ni lo aplican y el ejercicio
de esta función jurisdiccional por parte de las
autoridades tradicionales indígenas es
frecuentemente penalizado como suplantación de
autoridad o desacato.
En conclusión, se ha informado a cerca del
incumplimiento sistemático de los compromisos de
resarcimiento establecidos en los Acuerdos de Paz y
señalados como parte del proceso de esclarecimiento
histórico; de la permanencia en la impunidad de una
gran parte de las violaciones de los derechos
fundamentales ocurridas durante el conflicto armado
interno y que afectaron a numerosas personas y
comunidades indígenas; y de la persistencia de
hechos violentos que afectan a los indígenas y sus
comunidades, que estarían claramente asociados a un
conflicto no resuelto y a la permanencia de
estructuras no formales de control y represión que no
fueron debidamente erradicadas.
El acceso a la justicia en nuestro país es una situación
muy penosa y preocupante porque no existen
tribunales de justicia suficientes para otorgarle
atención a toda la población indígena, otro de los
problemas que a diario se vive es la falta de personal
capacitado para darle a las personas indígenas una
atención cordial. En los diferentes órganos
jurisdiccionales se carece de interpretes capacitados
que tengan conocimiento profundo sobre los
diferentes idiomas indígenas que existen en nuestro
país. Actualmente cada órgano jurisdiccional solo
cuenta con un interprete que habla el idioma indígena
de determinado lugar, sin tomar en cuenta de que
existen infinidad de personas que llegan de todas
partes para ser atendidos y que hablan idiomas
diferentes.
Esto provoca problemas en cuanto a la atención
adecuada que se le brinda a una persona indígena y
que vulnera sus derechos a ser escuchado.
Participación política de los indígenas
La estructura política de Guatemala desde la colonia y
a lo largo de la vida republicana se caracterizó por la
exclusión de los pueblos indígenas de la participación
en la vida ciudadana. Este fenómeno implicó
tradicionalmente la subordinación de las formas
tradicionales de organización y de ejercicio de la
autoridad propias de las comunidades y pueblos (las
alcaldías y cofradías indígenas, por ejemplo); la tardía
incorporación del derecho al sufragio; altas tasas de
abstención del electorado indígena que continúan
hasta la actualidad; la baja participación de personas
indígenas en cargos de elección o en funciones
públicas de responsabilidad, incluyendo los mandos
militares; y en general una baja incidencia de estos
pueblos en la toma de decisiones sobre la vida
nacional.
Es preciso mencionar las altas tasas de personas en
edad electoral no inscritas en el censo electoral, la
indocumentación de mujeres, refugiados y
desplazados internos, lo que contribuye a la baja
participación electoral en el área rural. Estas
condiciones se agravaron durante los años de
conflicto armado interno, entre otras razones por la
aplicación de una estrategia de destrucción del tejido
social rural, la persecución de las autoridades
tradicionales, la inducción de enfrentamientos
intercomunales e interétnicos, la formación y
mantenimiento de grupos de control paramilitar (PAC
y Comisionados Militares); y otros efectos asociados al
desplazamiento y posterior reasentamiento de la
población indígena.
Otros Acuerdos de Paz se comprometieron
adicionalmente a reformar el régimen electoral,
disolver las PAC y reducir y replegar al ejército a sus
funciones militares específicas. Lo mismo que para
otros asuntos
contemplados en los Acuerdos de Paz, para el
desarrollo de estos temas se creó la Comisión
bipartita sobre Reforma y Participación en Todos los
Niveles, la cual trabajó en la preparación de una
amplia reforma constitucional. Sin embargo, las
reformas electorales primero y las reformas
constitucionales en 1999 se resolvieron como una
negociación entre los partidos políticos, relativamente
al margen de las propuestas de la Comisión bipartita y
del movimiento Maya en ellas representado.
La reforma constitucional no fue ratificada en la
consulta popular. Las leyes de descentralización y de
(re)establecimiento de los comités de desarrollo que
de alguna manera apuntan al fortalecimiento de las
estructuras de organización y ejercicio de autoridad
en el nivel local, solo tomaron en cuenta algunas de
las propuestas de la Comisión bipartita.
Existen varios casos y conflictos que enfrentan a las
autoridades tradicionales indígenas, alcaldías
indígenas, asambleas comunitarias con las
autoridades nacionales o departamentales por varios
motivos, entre los que deben destacarse los
relacionados con el control del acceso a los bienes
comunales (bosques y aguas principalmente), y la
atención y resolución de conflictos locales. De hecho,
en ocasiones las autoridades del Estado actúan con el
fin de hacer desaparecer o cooptar a las autoridades
indígenas.
Si bien el establecimiento de los comités de desarrollo
es visto por algunos dirigentes
indígenas como una oportunidad para mejorar su
incidencia en la toma de decisiones sobre asuntos que
les atañen directamente, en varios casos esta
participación se ve reducida para los indígenas por la
falta de
medios para hacerla efectiva (transporte, asistencia
técnica, por ejemplo).
Algunas instituciones creadas con el propósito de
facilitar la participación indígena, como la Defensoría
de la Mujer Indígena, el Fondo de Desarrollo Indígena
Guatemalteco (FODIGUA) y la Academia de las
Lenguas Mayas no gozan, de hecho, de la autonomía
que les otorga la Ley ni cuentan con recursos
suficientes, entre otras cosas.
Uno de los temas más importantes e invisibles es la
participación de la mujer indígena. La mujer es una
ciudadana de segundo orden. El acceso a la justicia se
ve doblemente agravado para la mujer indígena. La
mujer se encuentra ante una doble discriminación y
una total indefensión sin que el sistema de justicia
haya facilitado herramientas. Al margen de la
estructura gubernamental se han desarrollado
numerosas organizaciones mayas que actúan e
impulsan programas y proyectos en esferas como la
educación intercultural, la espiritualidad, la defensa
de los derechos humanos y el desarrollo económico y
social.
Gracias a su propio esfuerzo, estas organizaciones
civiles han conquistado importantes niveles de
participación e incidencia en la vida social
guatemalteca. Muchas de ellas reciben apoyo de
agencias de cooperación internacional y algunas son
tomadas en cuenta por oficinas gubernamentales
como fuentes de opinión.
Al margen de las comisiones creadas en virtud de los
Acuerdos de Paz, cuya dinámica actual es muy
limitada, no se ha establecido ningún mecanismo de
consulta informada tal como lo prevé el Convenio No
169 de la OIT, ratificado por el Estado guatemalteco.
El Encuentro de Lideresas y Líderes Indígenas, con
amplia participación y representación nacional de
todos los grupos etnolingüísticas indígenas, decidió
promover la creación de un Consejo Nacional de
Pueblos Indígenas. Algunos partidos políticos vienen
incorporando, de modo creciente, a personas de
origen indígena en las listas de candidatos para
cargos de elección popular. En los últimos períodos
democráticos, el número de legisladores de origen
indígena se ha incrementado pero aún sigue siendo
poco importante ante el peso demográfico y cultural
de los pueblos indígenas en la nación y sin llegar a
representar de ninguna manera el grado de diversidad
étnica del país. Este hecho ha facilitado la formación

de una Comisión de Asuntos Indígenas en el


Congreso Nacional cuya actividad debería
incrementarse en el futuro.
La participación de los pueblos indígenas en los actos
políticos ha evolucionado de una manera significativa,
si se observa que en el pasado no se existía por falta
de educación y de información; en tanto la sociedad
siempre ha visto a las comunidades indígenas con
menores capacidades que los demás. Sin darse
cuenta que gracias a las personas indígenas y a sus
esfuerzos, Guatemala ha salido adelante, gracias a su
contribución en temas agrícolas y ganaderos.
También podemos destacar que han existido diversos
ejemplos de personas indígenas que han salido
adelante y que han podido llegar en el Congreso de la
República de Guatemala, gracias a sus estudios y sus
ganas de salir adelante.
Educación intercultural y bilingüe
La Constitución Política de la República reconoce el
valor de las lenguas indígenas (art. 58) habla sobre la
identidad cultural, se reconoce el derecho de las
personas y de las comunidades a su identidad cultural
de acuerdo a sus valores, su lengua y sus costumbres
(art. 76). Sistema educativo y enseñanza bilingüe. La
administración del sistema educativo será
descentralizado y regionalizado.
Lo anterior compromete un amplio conjunto de
medidas para recuperar y proteger los idiomas
indígenas y promover el desarrollo y la práctica de los
mismos; así como la puesta en marcha de una
importante reforma del sistema educativo para
consolidar la educación bilingüe e intercultural y para
garantizar el acceso de los indígenas a la educación.
Una comisión paritaria, integrada por representantes
gubernamentales y de las organizaciones indígenas
fue establecida en 1997 y trabajó sistemáticamente
en el diseño de esta reforma hasta el 2000. Aun
cuando los aspectos de la reforma educativa que
debieron ser asegurados constitucionalmente
quedaron pendientes al no aprobarse la reforma
constitucional en su conjunto, el poder ejecutivo
adoptó las conclusiones del trabajo de la Comisión
paritaria a partir de 2001 y una parte de las medidas
consideradas vienen siendo puestas en vigencia
apenas como “programas piloto”.
Una comisión consultiva, como señalan diversos
observadores, sugiere que los cambios propuestos en
los Acuerdos de Paz no han sido acatados y que sigue
existiendo el modelo excluyente y mono-cultural. Los
Acuerdos de Paz previeron la realización de una
reforma constitucional para varios asuntos, incluyendo
el reconocimiento de los derechos de los pueblos
indígenas.
Tales reformas, que fueron en parte preparadas y
aprobadas por el Congreso Nacional, fueron
consultadas en referéndum popular en 1999, tal como
quedo previsto en los Acuerdos. Sin embargo la
propuesta no fue aprobada por una ligera diferencia a
nivel nacional.
Según diversos observadores, las preguntas del
referéndum fueron diseñadas y manipuladas de tal
manera para que el voto indígena favorable no lograra
la mayoría. Se pudo apreciar el sentimiento de
decepción y frustración de las organizaciones
indígenas del país al respecto. La discriminación
contra los pueblos indígenas permea a la sociedad
guatemalteca y caracteriza al régimen político y
económico.
El AIDPI establece como una de las tareas más
urgentes eliminar la discriminación legal y de facto
mediante diversas medidas jurídicas e institucionales.
El Congreso Nacional adoptó una enmienda al Código
Penal en la cual se tipifica como delito la
discriminación, incluyendo la étnica.
En lo que respecta a la discriminación interpersonal,
ésta ha sido documentada ampliamente y se
manifiesta en actitudes de rechazo y exclusión hacia
los indígenas por parte de la población ladina y
blanca. Afecta principalmente a las mujeres, sobre
todo cuando usan el traje indígena tradicional, así
como a las niñas y los niños en las escuelas, en los
lugares públicos y en las calles.

El derecho indígena tienen como fin proteger a los


niños, jóvenes y adolescentes en los diferentes
centros educativos en donde sufran de discriminación
y en donde se les prohíba hacer el uso de sus
derechos.
Vemos a nuestros niños y jóvenes en una lucha
constante defendiendo sus raíces y sus costumbres en
contra de la sociedad y sus perjuicios. Existe una
enorme cantidad de estudiantes que no hablan ya su
idioma materno y que se han olvidado de usar sus
trajes porque en algunos centros educativos se les ha
prohibido y se les ha exigido los uniformes escolares,
negándoles el derecho de vestir sus trajes.
Otra de las problemáticas que se observa en varios
departamentos de Guatemala es la pérdida de los
diferentes idiomas, La comunidad esta olvidando
inculcar a sus hijos el idioma materno debido a la gran
discriminación del que son víctimas. La discriminación
y el racismo esta logrando que los pueblos indígenas
olviden sus raíces; por eso el Gobierno debe redoblar
esfuerzos y hacer conciencia a los guatemaltecos de
no olvidar sus raíces y lugar del que provienen.
Existen varias organizaciones que apoyan a los
pueblos indígenas para que puedan rescatar y
reconstruir lo que los perjuicios sociales se han
encargado de eliminar poco a poco.
Asuntos prioritarios de derechos humanos de los
pueblos indígenas
La cuestión de la tierra
En Guatemala prevalece una distribución altamente
desigual de los recursos agrícolas ,caracterizada por
una fuerte concentración de las tierras cultivables en
pocas propiedades. El 94% de las explotaciones
menores (micro fincas y fincas subfamilia res) suma el
18,6% de la tierra; mientras que el 1,5% de las
explotaciones mayores (con más de una caballería)
suma el 62,5% de la superficie en fincas. Se refuerza
de esta manera la polarización socioeconómica de la
sociedad guatemalteca.
Según otra fuente, el 96% de los productores explotan
el 20% de la tierra agrícola en tanto que el 4% de los
productores explotan el 80% restante. El 9 de octubre
de 2002 fue creada la Comisión que tiene a su cargo
la formulación de políticas públicas que buscan
erradicar la discriminación racial. Algunas de las
funciones son asesorar y acompañar a las distintas
instituciones del Estado, así como a las instituciones
privadas, para desarrollar mecanismos efectivos en el
combate de la discriminación y el racismo que se da
contra los pueblos indígenas.
Información reciente apunta al hecho que durante
más de tres décadas de conflicto armado aumentó el
minifundio en las parcelas campesinas, lo cual genera
una creciente conflictividad, principalmente debido a
los desplazamientos y reasentamientos de población
indígena y a la apropiación indebida de tierras
comunales y fiscales en varias regiones del país.
DERECHOS ECONÓMICOS , SOCIALES Y CULTURALES
Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Comparte
Seleccionar
Los derechos económicos, sociales y culturales
incluyen los derechos a la alimentación, a la vivienda
adecuada, a la educación, a la salud, a la seguridad
social, a la participación en la vida cultural, al agua y
saneamiento, y al trabajo.
Conceptos clave sobre derechos económicos, sociales
y culturales
Derechos económicos, sociales y culturales - y
derechos civiles y políticos
Todos los derechos humanos, ya sean civiles y
políticos o económicos, sociales y culturales, están
interrelacionados. Por ejemplo, las personas que no
saben leer ni escribir suelen tener más dificultades
para desarrollar todo su potencial que las que sí
pueden encontrar trabajo o participar en la actividad
política. La malnutrición y el hambre son menos
probables allí donde los individuos pueden ejercer
efectivamente su derecho al voto e influir en las
prioridades del gobierno.
La DUDH, ratificada en 1948, no hace ninguna
distinción entre estos derechos. La distinción apareció
más tarde en el contexto de las tensiones de la guerra
fría entre el Este y el Oeste. Esto llevó a la
negociación y adopción de dos pactos separados: uno
sobre derechos civiles y políticos, y otro sobre
derechos económicos, sociales y culturales.
En las últimas décadas, desde la Declaración de Viena
sobre los Derechos Humanos de 1993, se ha
producido un retorno a la arquitectura original de la
DUDH, reafirmando la indivisibilidad de todos los
derechos humanos. Al mismo tiempo, se ha renovado
la atención a la importancia de los derechos
económicos, sociales y culturales, en particular en el
contexto de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible y el tratamiento y la prevención de la crisis
de los conflictos en todo el mundo, incluida la
pandemia del COVID-19.
Obligaciones de los Estados
Los Estados tienen la obligación de respetar, proteger
y cumplir los derechos económicos, sociales y
culturales.

Sus obligaciones específicas pueden resumirse como


sigue:
Realización progresiva: Los Estados deben lograr
progresivamente la plena realización de estos
derechos a lo largo de un período de tiempo.
Independientemente de la disponibilidad de recursos,
los Estados tienen la obligación inmediata de adoptar
las medidas adecuadas para garantizar una mejora
continua y sostenida del disfrute de estos derechos a
lo largo del tiempo.
Obligaciones básicas de carácter inmediato:
-Niveles mínimos esenciales: Los Estados están
obligados, con efecto
inmediato, a garantizar el disfrute de los niveles
mínimos esenciales de cada derecho.
-Prohibición de retroceso: El deber de cumplir
progresivamente los derechos económicos, sociales y
culturales implica la prohibición de medidas que
disminuyan el disfrute actual de los derechos. Por
ejemplo, los Estados deben garantizar que sus
políticas y medidas no socavan el acceso a la
asistencia sanitaria o a las prestaciones de la
seguridad social.
-Prohibición de la discriminación: Esto abarca las
leyes, políticas y prácticas que son discriminatorias en
efecto, sin importar la intención. Respetar el principio
de no discriminación requiere medidas específicas
para garantizar la protección de los derechos de las
poblaciones marginadas como prioridad. Incluso
cuando los recursos son limitados, el Estado tiene el
deber de adoptar medidas para proteger a los más
vulnerables. Dichas medidas pueden incluir impuestos
y transferencias sociales para mitigar las
desigualdades que surgen o se exacerban en tiempos
de crisis.
-Dar pasos hacia la plena realización de los DESC para
todos.
Utilización del máximo de recursos disponibles: Los
Estados tienen el deber de utilizar el máximo de
recursos disponibles para la realización progresiva de
los derechos económicos, sociales y culturales. Incluso
si un Estado tiene claramente recursos inadecuados a
su disposición, debe introducir programas de bajo
coste y dirigidos a ayudar a los más necesitados para
que los recursos limitados se utilicen de forma
eficiente y eficaz.

Ejemplos de violaciones
Los derechos económicos, culturales y sociales de un
individuo pueden ser violados por diversos medios.
Las violaciones se producen cuando un Estado
incumple sus obligaciones de respetar, proteger y
cumplir estos derechos. Algunos ejemplos Desahuciar
por la fuerza a las personas de sus hogares (derecho a
una vivienda adecuada)
Contaminar el agua, por ejemplo, con desechos
procedentes de instalaciones del Estado (derecho a la
salud)
No garantizar un ingreso mínimo suficiente para vivir
decentemente (derecho al trabajo)
No evitar el hambre en todas las zonas y comunidades
del país (vivir libre del hambre)
Impedir el acceso a información y servicios relativos a
la salud sexual y reproductiva (derecho a la salud)
Segregar sistemáticamente a los niños con
discapacidad de las escuelas ordinarias (derecho a la
educación)
Medidas legales
Las decisiones de los tribunales nacionales de todo el
mundo, así como los mecanismos regionales e
internacionales que abarcan todos los derechos
económicos, sociales y culturales, demuestran que
estos derechos pueden ser objeto de aplicación
judicial. El poder judicial tiene un papel fundamental
en el desarrollo de nuestra comprensión de estos
derechos, en la provisión de recursos en casos de
violaciones y en la toma de decisiones en casos de
prueba, todo lo cual puede conducir a un cambio
institucional sistemático para prevenir futuras
violaciones.
Nuestro trabajo sobre los derechos económicos,
sociales y culturales
Nos esforzamos por reforzar la promoción y protección
de los derechos económicos, sociales y culturales
dentro de un enfoque de indivisibilidad de todos los
derechos humanos. Para ello:
Realización de investigaciones y análisis para
desarrollar posiciones políticas y de defensa de los
derechos económicos, sociales y culturales.

Proporcionar asesoramiento político y técnico y apoyo


a la creación de capacidades en materia de derechos
económicos, sociales y culturales a las presencias del
ACNUDH sobre el terreno y a las partes interesadas a
nivel nacional
Apoyar el trabajo de los mecanismos de derechos
humanos de la ONU en materia de derechos
económicos, sociales y culturales y participar en los
procesos intergubernamentales relacionados con los
derechos económicos, sociales y culturales; y
Reforzar las asociaciones con los organismos de la
ONU, las ciudades y los gobiernos locales, las
instituciones nacionales de derechos humanos y la
sociedad civil para promover conjuntamente los
derechos económicos, sociales y culturales.
Qué son los derechos civiles y políticos
es un tratado internacional que fue aprobado por la
Asamblea General de Naciones Unidas en su
resolución 2200 A (XXI) de 16 de diciembre de 1966.
Consta de un preámbulo y 53 artículos, y entró en
vigor el 23 de marzo de 1976, tres meses después de
que fuese ratificado por 35 Estados. Actualmente ha
sido ratificado por 173 países; otros seis Estados lo
han firmado, pero no ratificado y 18 están totalmente
al margen de este tratado. El PIDCP se desarrolló en
dos protocolos facultativos. El primero fue aprobado
conjuntamente con el Pacto y establece mecanismos
internacionales de investigación y denuncia para
contribuir al cumplimiento del mismo. El segundo,
aprobado en diciembre de 1989 y vigente desde
1991, está destinado a abolir la pena de muerte.
Los derechos civiles y políticos son dos categorías de
derechos que a veces suelen estudiarse de forma
conjunta. En general, son derechos que protegen las
libertades individuales de su quebrantamiento ilegal
por parte del poder y garantizan la capacidad del
ciudadano para participar en la vida civil y política del
Estado en condiciones de igualdad y sin
discriminación.
Los derechos civiles son los reconocidos por todos los
ciudadanos y por la ley; y en ello se distinguen de los
derechos humanos y de los derechos naturales. Los
derechos civiles son concedidos dentro de un Estado,
mientras que los derechos naturales o los derechos
humanos son internacionales, y, se tienen, o bien por
el mero hecho de nacer, según la teoría iusnaturalista,
o bien por la mera constitución de la sociedad, según
la teoría contractualita (el iuspositivismo, que separa
moral y derecho, no se plantea la existencia de
derechos naturales). John Locke sostuvo que los
derechos naturales a la vida, la libertad y

la propiedad debían ser convertidos en derechos


civiles y protegerse por el Estado soberano como
aspecto del contrato social (derechos
constitucionales).
Los derechos políticos constituyen la primera porción
de la Declaración Universal de Derechos Humanos de
1948 (así como los derechos económicos, sociales y
culturales comprenden la segunda parte). La teoría de
las tres generaciones de derechos humanos considera
a este grupo de derechos como los "derechos de
primera generación", y la teoría de los derechos
negativos y positivos (libertad negativa y positiva) los
designa como derechos negativos. No obstante, en
cuanto los derechos sociales o positivos se justifican
en la reparación de deficiencias que obstaculizan
gravemente el ejercicio de la plena condición de
ciudadano, son también "civiles", al tener su
correspondiente definición precisa
en la contrapartida de una obligación establecida por
parte de los poderes públicos.[1]
La Convención Americana sobre Derechos Humanos
establece en su Capítulo II de Derechos Civiles y
Políticos los siguientes derechos y libertades:
reconocimiento de la personalidad jurídica, derecho a
la vida, la integridad y libertad personal, la prohibición
de la esclavitud y la servidumbre, garantías judiciales,
principio de legalidad y retroactividad, derecho de
indemnización, protección de la honra y la dignidad,
libertad de conciencia y de religión, libertad de
pensamiento y de expresión, derecho de rectificación
o respuesta, derecho de reunión, libertad de
asociación, protección a la familia, derecho al nombre,
derechos del niño, derecho a la nacionalidad, derecho
a la propiedad, derecho de
circulación y de residencia, derechos políticos,
igualdad ante la ley y protección judicial.[2]
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
de 1966[3] incluye el "derecho de libre
determinación" de "todos los pueblos".[4] Los
llamados "derechos colectivos", por oposición a los
"derechos individuales", están entre los "derechos de
tercera generación" según la teoría de las tres
generaciones de derechos.
Según parte de la doctrina, estos derechos no son
susceptibles de jerarquización, pues son indivisibles e
interdependientes. Para otra parte de la doctrina
(Bridar, Roseti, Ekmekdjian, Frío Frío) es posible
establecer criterios lógicos, cronológicos, axiológicos,
normativos, entre otros, para establecer algún tipo de
jerarquía, abstracta o concreta, de los derechos. La
tesis más aceptada es que el peso específico del
derecho y la determinación de cuál derecho ha de
prevalecer en un balanceo de derechos, ha de hacerse
en el caso
concreto.[5] y las comunicaciones; el derecho a la
igualdad y la protección contra la
discriminación originada en cualquier condición
personal o social[6] (edad, orientación sexual,
discapacidad física o mental, marginación económica
o social, creencias religiosas o
de otro tipo, condición étnica -designada como "raza"
o de cualquier otra forma-) y los derechos
individuales, entre los que están la propiedad y una
numerosa lista de derechos y libertades: libertad de
pensamiento, expresión, prensa e imprenta, libertad
de culto, libertad de circulación y residencia; junto con
los derechos de participación en la vida civil y política,
como el derecho de sufragio, el derecho de petición,
el derecho de reunión y manifestación, el derecho de
asociación, etc. Los derechos políticos incluyen la
justicia natural o equidad
procesal,[7] expresada en los derechos de las partes y
de los reos o acusados y en el
derecho a un juicio justo con garantías procesales
(debido proceso),[8] incluidas las garantías contra una
detención ilegal, el derecho a conocer la acusación y
al acusador, el derecho a rebatir las acusaciones, el
derecho a asistencia, representación y defensa

jurídica,[9] a no declarar, la ausencia de tortura, el


habeas corpus, la presunción de inocencia, la
irretroactividad de las leyes sancionadoras, la
proporcionalidad de las penas, el derecho al recurso
procesal, a obtener una reparación, etc...
Instituciones nacionales y organismos internacionales
de protección y observación de los derechos
humanos.
Las instituciones nacionales de derechos humanos
(INDH) son órganos administrativos creados para
proteger y promover los derechos humanos en un país
determinado. Hay unas 112 INDH, la mayoría de las
cuales cumplen con las normas establecidas por los
Principios de París y reconocidas por las Naciones
Unidas.
El cumplimiento de los Principios es requerido para la
acreditación ante la ONU, que únicamente para las
instituciones nacionales, no se lleva a cabo
directamente por un organismo de la ONU sino a
través de revisión por pares realizado por el Comité
Internacional de Coordinación de las Instituciones
Nacionales de Derechos Humanos (CICINDH). Las
instituciones acreditadas por el CICINDH con 'estatus
A', es decir, el pleno cumplimiento de los Principios de
París, disfrutan de un acceso mucho mayor a los
comités de tratado y otros órganos de derechos
humanos de la ONU. La secretaría para el proceso de
revisión (para la acreditación inicial y renovación de la
acreditación cada cinco años) es proporcionada por la
Sección Mecanismos Regionales e Instituciones
Nacionales y de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(CNDH).[1]
Las instituciones nacionales se pueden agrupar en dos
grandes categorías: Comisiones de derechos
humanos, y agencias de Defensor del pueblo u
Ombudsman. Aunque la mayoría de las defensorías
del pueblo ejercen sus facultades por una sola
persona, las comisiones de derechos humanos tienen
varios miembros, y son generalmente representativas
de los diversos grupos sociales y tendencias políticas.
A veces son como estos creadas para tratar temas
específicos, tales como discriminación, aunque
algunos son organismos con responsabilidades muy
amplios. Instituciones nacionales especializadas
existen en muchos países para proteger los derechos
de un grupo particularmente vulnerable, por ejemplo
las minorías étnicas y minorías lingüísticas, los
pueblos indígenas, los niños, los refugiados o las
mujeres.
Sin embargo, en términos generales las instituciones
nacionales de derechos humanos tienen un mandato
explícito y específico de promoción y protección de
derechos humanos, lo que puede incluir la
investigación de denuncias, la documentación, y la
formación y educación en materia de derechos
humanos, mientras que el modelo de ombudsman
clásico tiende a trabajar más estrechamente en el
manejo de quejas sobre deficiencias administrativas.
Si bien todos las violaciones de los derechos humanos
son casos de mala administración, solo una pequeña
proporción de la carga de trabajo de un Defensor del
Pueblo trata de violaciones de derechos humanos.[2]
En la mayoría de los países, se prevé la creación de
una institución nacional de derechos humanos por
medio de la Constitución, una Ley de derechos
humanos o una iniciativa específica de la legislación.
El grado de independencia de las instituciones
depende de la legislación nacional, y la mejor práctica
requiere una base constitucional o legal en lugar de
(por ejemplo) un Decreto Presidencial. También hay
derechos que protegen las instrucciones.

CONCLUSIÓN
todos los derechos humanos son importantes para
cada uno de
nosotros ya que se trata de nuestra vida y nuestras
condiciones, por
ello debemos buscar justicia a los que no respeten
nuestras "normas"
básicas para poder convivir en paz y libertad con
nosotros mismos y
con todo lo que nos rodea Los derechos humanos son
derechos y libertades
fundamentales que tenemos todas las personas por
el mero hecho de existir. Respetarlos
permite crear las condiciones indispensables para
que los seres humanos vivamos dignamente
en un entorno de libertad, justicia y paz.
E-grafía
https://www.google.com/url?q=https://
www.laprovincia.es/opinion/2016/12/08/importancia-
derechos-humanos-
9804831.amp.html&sa=U&sqi=2&ved=2ahUKEwjU2Ji
g5fWHAxVwRDA
BHeUjG8wQFnoECB0QBQ&usg=AOvVaw0diLFt_6fUuFv
OdIP9XZcw

También podría gustarte