TEORIA
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TEORIA
1. Luis E. Valcárcel
Valcárcel vaticinó la migración del poblador del ande hacia las ciudades de la costa, especialmente a
la capital, fue precursor de conceptos tan actuales como interculturalidad y multiculturalidad e
introdujo un nuevo derecho, el derecho a la “soberanía cultural de los pueblos”.
En 1920 conforma el grupo “Resurgimiento”, como núcleo de estudio y defensa del indígena,
formando con importantes intelectuales cusqueños como José Uriel García, Luis Felipe Aguilar, entre
otros, la llamada “Escuela Cusqueña”, movimiento que inició la corriente indigenista, que abarcó la
historia, la música, el arte y otras manifestaciones que revalorizaron la cultura andina. Entre sus
representantes principales están en la literatura Ciro Alegría, José María Arguedas, Enrique López
Albújar, en la poesía César Vallejo, en la pintura José Sabogal, Julia Codesido, por mencionar solo a
algunos.
Reforma universitaria
Junto con otros destacados compañeros, es uno de los iniciadores de la huelga universitaria de 1909,
la primera en Sudamérica. Este hecho produjo un cambio radical en la anquilosada enseñanza de la
Universidad del Cusco, gracias al nombramiento de un nuevo rector, el norteamericano Albert
Giesecke. Esta reforma permitiría una etapa dorada de esta institución, surgiendo una generación de
destacados estudiantes, produciéndo un amplio desarrollo de investigaciones y estudios autóctonos en
la región.
Periodista y escritor
Hasta 1923 fue director del diario El Comercio del Cusco y editorialista de los diarios El Sol, La
Sierra, y El Sur. Mantuvo estrechas relaciones con el pensador moqueguano José Carlos Mariátegui,
quien prolongó uno de sus más conocidos libros, Tempestad en los andes (1927). Fue fundador y
corresponsal en el Cusco de la famosa revista Amauta y colaborador de muchas otras destacadas
publicaciones nacionales y extranjeras.
Descubridor, investigador y protector del patrimonio arqueológico
Luis E. Valcárcel fue el descubridor científico en 1925 de la cultura Pukara, ubicada en las afueras del
pueblo del mismo nombre en el departamento de Puno..
Además de ser un protector del patrimonio arqueológico fue uno de los primeros investigadores en
llamar la atención sobre los lugares arqueológicos del Cusco. En 1933 y 1934, al cumplirse 400 años
de la fundación española de la ciudad del Cusco, es designado director de las excavaciones que
pusieron en valor, como nunca se hizo antes, las zonas arqueológicas más importantes del Cusco y del
sur del país.
El Dr Luis E. Valcárcel cuenta con una vasta producción bibliográfica. “Del ayllu al imperio” y “De la
vida incaica”, “Tempestad en los andes”, llamado el evangelio del indigenismo, fue un libro de
proclama, publicado en 1927, con prólogo de José Carlos Mariátegui y colofón de Luis Alberto
Sánchez. Luego, con la imprenta del Museo Nacional publica “Mirador Indio”, serie I y II en los años
1937 y 1941, respectivamente. En el año 1945 el Fondo de Cultura Económica de México le publica
“Ruta Cultural del Perú”, obra que es fruto de sus indagaciones etnológicas y arqueológicas. En el año
1964 se publicó “Machu Picchu, el más famoso monumento arqueológico del Perú”. De esta obra se
han realizado numerosas ediciones, siendo la primera realizada por la Editorial de la Universidad de
Buenos Aires (EUDEBA).
Son conocidos sus libros “Historia de la cultura antigua del Perú” (dos tomos 1943 – 1948),
“Etnohistoria del Perú Antiguo” (1959), donde introduce la etnología en el país y su obra cumbre
“Historia del Perú Antiguo” (1964), que en su tercera edición apareció en 6 tomos. Finalmente, en
1981 al cumplir sus 90 años de vida el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicó sus Memorias.
Nació en Barranco, de padre polaco y madre puneña, la etnohistoriadora, se erigió sobre los papeles
de los archivos; ella, la autodidacta que fue educada por institutrices europeas y pasó fugazmente por
el colegio secundario y la universidad, abrió caminos de investigación que tendrían su punto de
partida en la documentación primaria del archivo para continuar su recorrido por las chacras del
campo y terminarían en el análisis, el debate y la difusión de su obra.
El convencimiento de la validez de su metodología, tan singular en una historiadora, hacía que María
repitiese constantemente a los jóvenes investigadores que para abordar un tema se debía empezar por
leer los documentos –las fuentes primarias–, y, luego, de estos documentos tomar la información que
haría surgir y entender el tema propuesto. Y no al revés. Es por eso que ella confrontaba a los
historiadores que pretendían realizar estudios a partir de disquisiciones teóricas inacabables pero que
raramente visitaban los archivos. El afán de María por encontrar la información novedosa en los
documentos inéditos y desconocidos se complementa con su memoria extraordinaria, lo que le ha
permitido identificar y recordar la cita precisa y la fuente documental de procedencia. No sorprende,
entonces, que sus libros siempre están rebosantes del sustento documental primario.
María observó que los actuales pobladores de los lugares que estudiaba habían guardado numerosos
relatos de épocas remotas. Inauguró así la práctica de aplicar en sus estudios el uso de entrevistas,
mapas y topónimos cuyas denominaciones habían sido mantenidas durante siglos por la tradición oral,
pero, sobre todo, la de caminar siguiendo el itinerario de los antiguos visitadores para recoger
similares impresiones del terreno y su gente, muchos de los que aún hoy siguen siendo transitados por
los lugareños, con el documento en la mano para rastrear la huella de visitadores y curacas, de
litigantes, pescadores y agricultores; y en esos caminos que atravesaban arenales y quebradas, entre la
tierra, los ríos y sus habitantes, la historiadora se encontraba espontáneamente con el pasado, 300, 500
o 1000 años después de la ocurrencia de los hechos que estudiaba.
María todavía no había cruzado el umbral que más adelante la conduciría al archivo y el consiguiente
uso de los documentos manuscritos. Aun así, la autora fue una principiante intrépida al construir el
libro con información procedente de los cronistas, sopesando y evaluando el texto de cada uno de
ellos para tejer lo que probablemente sería la primera biografía documentada de un personaje indígena
de nuestra historia.
Curacas y sucesiones
Costa norte (1961), en el que por primera vez se utilizaron manuscritos de fondos judiciales y
administrativos de la Biblioteca Nacional del Perú para introducir el litoral pacífico, un área
geográfica hasta entonces inexplorada históricamente, desde la época incaica a la colonia.
Pensamiento marxismo.
Podemos observar que ya en el tiempo de Mariátegui hubo algunos intentos por tener una
visión enriquecida del marxismo. El enriquecimiento se traducía en la atención no solo a la
estructura económica del marxismo, sino también a otras realidades, como la cultura, el arte,
la psicología, etc. Es claro que el punto de partida era lo económico, pero el marxismo se
tenía que abrir a otros subsistemas. En ese tiempo, en la segunda y la tercera década del siglo
XX, con mucha frecuencia esa apertura del marxismo en otros campos no fue bien vista;
algunas veces se la tacha de revisionismo. Mariátegui no estuvo exento de esta apertura,
especialmente cuando se trataba de buscar una apropiación del marxismo desde el continente
latinoamericano. El interés de Mariátegui no era revisar el marxismo; él tenía claro que era la
vertiente que necesita el mundo para enfrentarse a las pretensiones universales del
capitalismo de su tiempo. Es más, Mariátegui no se distancia de las avenidas El pensamiento
de José Carlos Mariátegui. En este trabajo se analiza el pensamiento del peruano José Carlos
Mariátegui expresado en cinco pilares fundamentales: El problema del indio como problema
nacional, La necesidad del socialismo creativo, La importancia de la escena contemporánea,
El americanismo como proceso de identidad y La cultura y la política como referentes
vanguardistas En una publicación anterior se aborda el primero de esos pilares. En esta
segunda entrega el autor profundiza los otros cuatro ejes fundamentales del pensamiento de
Mariátegui. . Decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades, de la Universidad Don
Bosco. El Pensamiento de José Carlos Mariátegui. mas importantes del marxismo; por el
contrario, las reclama como necesarias: la crítica al capitalismo, el factor económico como
factor primordial, la lucha de clases, lo primordial de la praxis en la transformación de la
realidad, el humanismo, la alienación, etc. . No hay duda, como hemos expresado antes, que
Mariátegui no solamente observaba la necesidad de superar el marxismo en su vertiente
ortodoxa, sino algo más: miraba en el marxismo una propuesta muy amplia que se prestaba a
aplicaciones muy enriquecidas que van más allá del planteamiento materialista del mismo.
Mariátegui volvía de Europa con un marxismo abierto, flexible y lleno de ricas posibilidades.
En su mensaje al congreso obrero, reunido en Lima en 1927, escribió: No es el marxismo en
cada país como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios, de secuencias
rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas latitudes sociales. El marxismo, en
cada país, en cada pueblo, opera y acciona sobre el ambiente, sobre el medio, sin descuidar
ninguna de sus modalidades3º Mariátegui rastreaba en el marxismo, dadas sus influencias, el
aspecto cultural, el pathos del revolucionario y la concreción de lo humano en el todo de la
revolución. Sus energías intelectuales se consumieron en la interpretación de los problemas
de Latinoamérica y del mundo, y principalmente del Perú. Podemos decir de Mariátegui, tal
como lo afirmaba Gramsci de un verdadero intelectual, que era un intelectual orgánico
comprometido al máximo con un proceso de liberación, que actuaba desde su pluma y desde
la organización política que buscaba instaurar en el Perú. Su pensamiento era holístico; sin
embargo, esa apertura tenía un importante referente en lo humano. Mariátegui hizo descansar
su visión marxista en la acción del ser humano: El destino del hombre es la creación. Y el
trabajo es creación, el hombre se realiza en su trabajo.
Pero esta revolución y este marxismo no se adquieren solamente por la constitución de una
ideología, sino que a ellos se llega por el concurso de los seres humanos que se esfuerzan por
conseguir un bien común. La asunción del marxismo en la sociedad, por tanto, depende de
la acción heroica y creativa de los revolucionarios y no de las leyes de la historia. Su
propuesta socialista, sin duda, estaba centrada en la realidad y en todo lo que ella le exigía.
Mariátegui, al volver su propuesta socialista centrada en el ser humano, no lo hacía de forma
abstracta. No era la visión antropológica genérica, en la que prima la visión humana sobre la
estructura. Era algo más. Mariátegui enfoca su humanismo en la problemática del indio del
Perú. Él trataba de ver el Perú y todos los países de América Latina desde el indio . Con ello,
trataba de descubrir todo el potencial de la cultura indígena y superar el estado de
marginación de la misma. El problema del indio, en la mayoría de los casos, se identificaba
con el problema de la tierra. La ignorancia y la miseria de los indígenas, no eran sino la
consecuencia de su servidumbre. El latifundio feudal mantenía la explotación y la
dominación de las masas indígenas por parte de la clase poderosa.
Mariátegui fue un observador de la escena contemporánea, fue un analítico de la realidad. En
este sentido, no solo le interesa el Perú, sino que, también, el continente americano, y con él,
le interesa el mundo. Sabía recorrer el camino de lo particular a lo universal y viceversa. Se
planteaba los problemas tanto desde lo abstracto como desde lo concreto. Su gira por Europa
tenía como finalidad conocer el Occidente como parte importante del mundo. Relacionaba los
problemas mundiales con los problemas locales. Tuvo un afán de proponer soluciones a
problemas universales. Especialmente se preocupa de los problemas de aquellos que más
sufrían la pobreza; pero proponía que estos, en todo el mundo, se unieran, para darles
solución. En este sentido, siempre se propuso la unidad entre los campesinos y los
proletarios.
OBRAS.
Waldemar rechaza de plano la teoría racial y religiosa, y concede a las demás argumentos
solo una importancia secundaria; para él, una de las causas fundamentales fue el apoyo que
las diversas etnias sometidas por los incas concedieron al invasor, apoyándolos, no solo con
auxiliares de guerra, sino con abastecimientos, cargadores, mujeres, etc. De entre esas etnias,
que sumaban unas 200, destacan los huancas, los chachapoyas y los cañaris, quienes ansiaban
por liberarse del despotismo de los incas y vengarse de estos.
La obra se concentra en la ayuda dada por la nación huanca, del valle del Mantaro, en la
sierra central del Perú, a las huestes hispanas. El punto de partida para la tesis del autor fue el
descubrimiento en el Archivo General de Indias de las Informaciones de los curacas huancas
don Felipe Guacrapáucar y don Francisco Cusichaca, en la que estos, a nombre de las tres
parcialidades huancas, daban un informe detallado del apoyo que habían dado a los españoles
desde 1533 hasta 1560.
Sin embargo, esta postura viene siendo fuertemente criticada en tiempos modernos debido a
una cantidad de incongruencias entre la tesis de Soriano y los hallazgos
arqueológicos-etnohistóricos. Por ejemplo, la falta de evidencia que indique una cohesión
política y étnica preincaica que diera validez a la teoría de un "reino/nación huanca", la
errónea interpretación de los huancas como "traidores" a los indígenas y sumisos a los
españoles, los vínculos colaborativos que existían entre los nobles huancas e incas, la
equivocación de unificar en un rígido binarismo monótono determinados bandos (incas vs
españoles y aliados), la imprudencia de apreciar a los huancas como un frente unificado sin
contemplar las ambiciones particulares de cada parcialidad e incluso de cada curaca, etc.
Por ende, la obra está influenciada por matices políticos que perseguían el objetivo de
fomentar una nueva identidad e impulso moral en el Valle del Mantaro, especialmente en la
naciente Huancayo.
Los incas.
Los incas, subtitulada: «Economía, Sociedad y Estado en la era del Tahuantinsuyo», fue
publicada en 1987. Es una obra rigurosamente documentada, que trata sobre los incas y el
Tahuantinsuyo, en el marco del desarrollo histórico de la sociedad andina. Incide en el marco
ecológico, el contexto étnico del Cusco preinca, el origen de la etnia inca y la constitución
histórica del Estado del Tahuantinsuyo, que apenas duró menos de un siglo (entre los siglos
XV y XVI). Luego abarca la organización del ayllu, la vida cotidiana del campesino o
hatunruna, la organización social, el sistema administrativo y el desarrollo cultural de los
incas (tecnología, arte, ciencias, literatura y religión). Es de resaltar el enfoque que da a la
teoría del origen puquina (tiahuanaco) de los incas. Desentraña el carácter de las llactas o
centros urbanos incaicos (“ciudades”) y la verdadera función de Machupicchu, que en
realidad era una llacta llamada Picchu. Así como ofrece por primera vez un esclarecimiento
de las relaciones de dominación existentes en el imperio.
Desde su arranque académico, Pablo Macera intentó renovar el rumbo que llevaba la
enseñanza y concepción de la historia del Perú, al incluir nuevos temas en la discusión,
especializar y profesionalizar la investigación y formar a decenas de jóvenes a través de
métodos de enseñanza aprendizaje.
En la historia que escribe Macera trata siempre de mostrar las esperanzas y los problemas del
pueblo peruano desde la época colonial hasta nuestros días. Crítica, sobre la base de La
evidencia histórica, el arcaísmo del régimen colonial, los diversos regímenes del "oscuro y
feudalizante" siglo 19 latinoamericano; su historia sobre el siglo 20 habla más de las masas,
de los movimientos campesinos, estudiantiles y obreros, en la que no sólo da cuenta de las
discusiones políticas y del enfrentamiento de posiciones ideológicas de los grupos
dominantes, sino que presenta las posiciones de los sectores urbanos y rurales organizados en
torno a sus reivindicaciones políticas, económicas y sociales, sin dejar de tocar los distintos
movimientos armados que han tenido lugar en este siglo hasta antes del surgimiento de
Sendero Luminoso.
Propone una división teniendo como criterio fundamental el grado de libertad y autonomía en
que se desenvuelve el país. Distingue dos etapas:
a) La etapa de autonomía, desde hace 20.000 años hasta el año 1532 d.c.
A. La etapa de autonomía
De acuerdo al Perú autónomo va a ser referencia a la formación cultural económica social y
política de los grupos humanos que habitaron en los andes y construyeron sus propias
herramientas y poder dominar la naturaleza y de esa manera poder satisfacer sus necesidades,
todo ese tipo de desarrollo de conocimientos y técnicas lo va a desarrollar de manera propia,
sin la intervención de otros países y otras culturas foráneas o extranjeras, de ahí que a este
periodo también se le dice pero autónoma porque es autónomo. A su vez la etapa de
autonomía puede dividirse en dos épocas:
la época preincaica y la época incaica.
DECOLONIALIDAD
En este contexto, la decolonialidad busca dar voz y autonomía a las voces históricamente
marginadas y silenciadas, permitiendo la emergencia de perspectivas y saberes que han sido
subyugados por el pensamiento eurocéntrico dominante. Se trata de abrir un espacio para que
las experiencias y cosmovisiones que han sido relegadas y menospreciadas tengan la
oportunidad de expresarse y contribuir a la construcción de una comprensión más completa y
equitativa de la historia y la realidad contemporánea.
HISTORIA NACIONAL
Por otro lado, cuando nos referimos a la "historia nacional" en la óptica de Dussel, estamos
aludiendo al relato histórico que engloba el desarrollo, evolución y formación de una nación
específica. Sin embargo, Dussel propone una mirada crítica y transformadora hacia esta
noción. En lugar de concebir la historia nacional como una narrativa homogénea y
excluyente, Dussel aboga por una historia nacional inclusiva y plural, que tenga en cuenta la
diversidad de experiencias y perspectivas presentes en una sociedad.
En este sentido, la historia nacional según Dussel se convierte en un espacio fértil para la
decolonialidad. Esto implica romper con la visión monolítica que ha sido impuesta por el
colonialismo y que ha marginado las voces y contribuciones de diversas comunidades. La
historia nacional, desde esta perspectiva, se reconfigura como un lugar de encuentro y
diálogo entre las múltiples identidades y expresiones que conforman una sociedad. Es un
espacio donde se confrontan las visiones eurocéntricas tradicionales con las perspectivas
subalternas, permitiendo así una reevaluación y reinterpretación de la narrativa histórica
desde una perspectiva más justa y enriquecedora.
DECOLONIALIDAD
En el análisis del autor, la descolonización del saber y la reinvención del poder están
intrínsecamente relacionadas. La liberación del pensamiento y la producción de conocimiento
diverso y contextualmente relevante son fundamentales para la transformación social. Al
mismo tiempo, la reconfiguración del poder implica la redistribución de recursos, la
participación ciudadana y la valoración de las voces subalternas en la toma de decisiones.
HISTORIA NACIONAL
Boaventura de Sousa Santos también aborda la noción de "historia nacional" en el contexto
de su crítica a las narrativas hegemónicas y eurocéntricas. Él argumenta que las historias
nacionales convencionales a menudo se basan en interpretaciones selectivas y dominantes del
pasado que refuerzan las estructuras de poder existentes y marginan otras voces y
perspectivas. De Sousa Santos aboga por una reinterpretación y reescritura de las historias
nacionales para incluir una gama más amplia de experiencias, voces y eventos históricos.
Esta reinterpretación busca reflejar de manera más precisa la diversidad de trayectorias
históricas y las contribuciones de diferentes grupos y comunidades que pueden haber sido
excluidos o subrepresentados en las narrativas tradicionales.
Referencias bibliograficas
● Miranda, M. E. Y. (2020). Pablo Andrés Macera Dall’Orso.
https://elcomercio.pe/eldominical/quien-fue-pablo-macera-aniversario-fallecimiento-noti
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98-145.https://www.researchgate.net/profile/Pablo-Lopez-122/publication/369474750_N
O_HAY_PAIS_MAS_DIVERSO_Compendio_de_Antropologia_peruana_II/links/641c9
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● Boaventura de Sausa Santos. (2010). Descolonizar el saber,Reinventar el poder (Trilce
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andinos. Retablo de Papel Ediciones. Lima, 295 pp. Ídem 1977 (Segunda edición). Ídem
1981 (Tercera edición). Ídem 1986 (Cuarta edición). Ídem 1990 (Quinta edición)
● https://centroluisevalcarcel.com/biografia/#:~:text
● https://www.librosperuanos.com/autores/autor/2344/Rostworowski-Maria