John Bowlby y La Teoría Del Apego

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John Bowlby y La teoría del apego

Daniela florez lopez


John Bowlby (1907 – 1990) fue un psicólogo y psicoanalista británico el cual creía que el apego
que se crea en la primera infancia desempeña un papel fundamental en el posterior desarrollo
y funcionamiento mental.

La teoría evolutiva del apego de Bowlby sugiere que los niños vienen al mundo biológicamente
preprogramados para formar vínculos con los demás, porque esto les ayudará a sobrevivir.
La Teoría del Apego debe su existencia al psicoanalista británico John Bowlby (1907- 1990). Al
finalizar la II Guerra Mundial, la OMS realiza un estudio sobre las necesidades del niño sin
familia. Bowlby se encargaría de los aspectos de salud mental. Supone su toma de contacto con
el efecto de la deprivación materna. En “Cuidados maternos y salud mental“ (1951), expone los
efectos desfavorables de la deprivación de la figura materna y apunta los medios para prevenir
dicha privación
Que es el apego
• El apego es un vínculo afectivo que se establece desde los primeros
momentos de vida entre la madre y el recién nacido o la persona
encargada de su cuidado. Su función es asegurar el cuidado, el
desarrollo psicológico y la formación de la personalidad.

El establecimiento del apego desde la infancia más temprana se


relaciona principalmente con dos sistemas: el sistema exploratorio, el
cual permite al bebé contactar con el ambiente físico a través de los
sentidos; y el sistema afiliativo, mediante el cual los bebes contactan
con otras personas.
• Bowlby después de realizar estudios con niños institucionalizados por
robo, y con niños que habían sido separados de sus madres a edades
tempranas. Bowlby concluyó que la capacidad de resiliencia de los
menores estaba influenciada por el vínculo formado en los primeros
años de vida. En este sentido, el tipo de relación que se establece
entre el bebé de pocos meses y su cuidador es determinante en la
conducta y desarrollo emocional posterior. El estilo de apego
establecido durante la infancia puede ser visible en los miedos o
inseguridades del adulto, y en la manera de afrontarlos.
Los 4 tipos de apego

Apego seguro
Este tipo de apego está caracterizado por la incondicionalidad: el niño sabe que su cuidador no
va a fallarle. Se siente querido, aceptado y valorado. De acuerdo con Bowlb este tipo de apego
depende en gran medida de la constancia del cuidador en proporcionar cuidados y seguridad.
Debe tratarse de una persona atenta y preocupada por comunicarse con el recién nacido, no sólo
interesada en cubrir las necesidades de limpieza y alimentación del bebé.
• Los niños con apego seguro manifiestan comportamientos activos, interactúan de manera
confiada con el entorno y hay una sintonía emocional entre el niño y la figura vincular de apego.
• ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego Seguro?
En el caso de los padres-madres de niños con apego seguro, aquellos se muestran disponibles,
ofreciendo contacto al niño cuando llora. Responden de forma sincrónica al estado emocional.
Son capaces de visualizar las necesidades del niño en sí mismas, y no como necesidades propias o
ataques a su integridad.
Apego ansioso y ambivalente

el niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad, de que a veces sus cuidadores
están y otras veces no están, puede reaccionar hacia su madre con cólera, rechazando el contacto o la interacción, y
enseguida buscar ansiosamente el contacto. Se da una oscilación entre búsqueda y rechazo de la madre.
.Las emociones más frecuentes en este tipo de apego, son el miedo y la angustia exacerbada ante las separaciones, así
como una dificultad para calmarse cuando el cuidador vuelve. Los menores necesitan la aprobación de los cuidadores y
vigilan de manera permanente que no les abandonen. Exploran el ambiente de manera poco relajada y procurando no
alejarse demasiado de la figura de apego.
• De adultos, el apego ansioso-ambivalente provoca, una sensación de temor a que su pareja no les ame o no les desee
realmente. Les resulta difícil interaccionar de la manera que les gustaría con las personas, ya que esperan recibir más
intimidad o vinculación de la que proporcionan. Un ejemplo de este tipo de apego en los adultos es la dependencia
emocional.
• ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego ansiosoambivalente?
El elemento que más llama la atención es la falta de “sincronía emocional” con el bebé. Puede haber periodos de
ausencia física de la madre, pero sobre se produce una ausencia de su disponibilidad psicológica, que convierte los
cuidados en incoherentes, inconsistentes e impredecibles. En resumen, no responden a los niños, pero no les rechazan
Apego evitativo

Los niños con un apego de tipo evitativo han asumido que no pueden contar con sus cuidadores, lo cual les
provoca sufrimiento. Se conoce como “evitativo” porque los bebés presentan distintas conductas de
distanciamiento. Por ejemplo, no lloran cuando se separan de cuidador, se interesan sólo en sus juguetes y evitan
contacto cercano.
La despreocupación por la separación puede confundirse con seguridad, en distintos estudios se ha mostrado que
en realidad estos niños presentan signos fisiológicos asociados al estrés, cuya activación perdura por más tiempo
que los niños con un apego seguro. Estos menores viven sintiéndose poco queridos y valorados; muchas veces no
expresan ni entienden las emociones de los demás y por lo mismo evitan las relaciones de intimidad.
• En la edad adulta, se producen sentimientos de rechazo de la intimidad con otros y de dificultades de
relación. Por ejemplo, las parejas de estas personas echan en falta más intimidad en la interacción.
• ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego ansiosoambivalente?
Se relacionan con el niño con una mezcla de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad. Esto se expresa en actitudes
controladoras, intrusivas y sobreestimulantes. La madre o cuidador principal reacciona sintiéndose amenazada
por los lloros o necesidades insatisfechas de los bebés, no controla la situación para actuar en consecuencia. Ante
ello, niegan las necesidades del bebé: toman distancia con el estado emocional del bebé, forzándole a modificar
su estado emocional o distorsionando los sentimientos en otros más tolerables, dando su propia lectura
Apego desorganizado

• Es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo en que el niño presenta comportamientos contradictorios e inadecuados.
Hay quienes lo traducen en una carencia total de apego.
•  Se trata del extremo contrario al apego seguro. Casos de abandono temprano, cuya consecuencia en el niño es la pérdida de
confianza en su cuidador o figura vincular, e incluso puede sentir constantemente miedo hacia ésta. Los menores tienen
tendencia a conductas explosivas, destrucción de juguetes, reacciones impulsivas, así como grandes dificultades para
entenderse con sus cuidadores y con otras personas.

De adultos suelen ser personas con alta carga de frustración e ira, no se sienten queridas y parece que rechacen las relaciones,
si bien en el fondo son su mayor anhelo. En otros casos, este tipo de apego en adultos puede encontrarse en el fondo de las
relaciones conflictivas constantes.
• ¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego ansiosoambivalente?
Prácticas parentales altamente incompetentes y patológicas como consecuencia de haber sufrido experiencias muy traumáticas
y/o pérdidas múltiples no elaboradas en la propia infancia. Nos encontramos con padres-madres con incompetencias parentales
severas y crónicas, con frecuencia irrecuperables: patologías psiquiátricas crónicas, alcoholismo y toxicomanías. Teoría del
apego. El vínculo Josu Gago 7 Es frecuente el estilo parental violento, desconcertante, impredecible. Se produce aquí una
paradoja vital: si el niño se acerca buscando apego, provoca ansiedad en el progenitor; si se aleja, éste se siente provocado, y
canalizará su ansiedad mediante comportamientos hostiles y de rechazo.
¿Por qué es importante el apego?

• El desarrollo saludable del apego tiene una vital importancia en los niños, así como consecuencias en su vida
como adulto. Básicamente, el punto central es que la dependencia en la infancia conduce a la independencia
en la adultez. Un niño que se aferra a sus padres o cuidadores porque sabe que puede contar con ellos, con el
tiempo podrá convertirse en un individuo autónomo e independiente.
• Es importante recordar que el primer año es el momento en el cual el cerebro (particularmente, el lado
derecho), se va desarrollando más rápidamente. Es en este hemisferio en donde se concentran todas nuestras
emociones. Aunque de grandes no recordemos estos primeros meses de vida, las emociones y el tipo
relaciones que establecemos como adultos dependen en gran medida de la calidad de experiencias que
vivimos siendo niños.
• Establecer un apego saludable es un proceso continuo. Los padres o cuidadores son una figura fundamental a
medida que los niños crecen y van ganando seguridad para conectarse con el mundo. Incluso de adolescentes,
los jóvenes necesitan un lugar donde sentirse seguros, y contar con personas que demuestren afecto por ellos.
• Los lazos afectivos que se establecen durante el primer año, y se fortalecen en la niñez y adolescencia; ayudan
al niño a transformarse en un adulto feliz y completo.
• 
Etapas
• 1. Fase de preapego.
• Abarca desde el nacimiento hasta las seis primeras semanas aproximadamente. Durante este periodo, la conducta del niño consiste en reflejos determinados genéticamente
que tienen un gran valor para la supervivencia. A través de la sonrisa, el lloro y la mirada, el bebé atrae la atención de otros seres humanos; y, al mismo tiempo, es capaz de
responder a los estímulos que vienen de otras personas. Tratan en muchas ocasiones de provocar el contacto físico con el resto de los seres humanos.
• En esta fase aparece un reconocimiento sensorial muy rudimentario hacia la madre. Prefieren la voz de ésta a la de cualquier otro adulto a pesar de que todavía no muestran
un vínculo de apego propiamente dicho.
• 2. Fase de formación del apego.
• Abarca desde las seis semanas hasta los seis meses de edad. En esta fase, el niño orienta su conducta y responde a su madre de una manera más clara de cómo lo había
hecho hasta entonces. Sonríe, balbucea y sigue con la mirada a su madre de forma más consistente que al resto de las personas. Sin embargo, todavía no muestran ansiedad
cuando se les separa de la madre a pesar de reconocerla perfectamente. No es la privación de la madre lo que les provoca enfado, sino la pérdida de contacto humano como
cuando, por ejemplo, se les deja solos en una habitación.
• 3. Fase de apego propiamente dicha.
• Este periodo esta comprendido entre los 6-8 meses hasta los 18-24 meses. A estas edades el vínculo afectivo hacia la madre es tan claro y evidente que el niño suele mostrar
gran ansiedad y enfado cuando se le separa de ésta. A partir de los ocho meses el bebé puede rechazar el contacto físico incluso con un familiar muy cercano ya que lo único
que desea y le calma es estar en los brazos de su madre. La mayor parte de las acciones de los niños (andar a gatas por ejemplo) tienen el objetivo de atraer la atención de la
madre y una mayor presencia de ésta.
• 4. Formación de relaciones reciprocas.
• Esta fase comprende desde los 18-24 meses en adelante. Una de las características importantes a estas edades es la aparición del lenguaje y la capacidad de representarse
mentalmente a la madre, lo que le permite predecir su retorno cuando ésta está ausente. Por tanto, decrece la ansiedad porque el niño empieza a entender que la ausencia
de la madre no es definitiva y que en un momento dado, regresará a casa.
• En esta fase, los niños a los que su madre les explica el por qué de su salida y el tiempo aproximado que estará ausente suelen llorar mucho menos que los niños a los
que no se les da ningún tipo de información. A partir de los tres años, el niño despliega una serie de estrategias con las que intenta controlar la interacción con su madre
"obligándola" en determinados momentos a pactar las entradas y salidas del hogar.
• El final de estas cuatro fases supone un vínculo afectivo sólido entre ambas partes que no necesita de un contacto físico ni de una búsqueda permanente por parte del
niño, ya que éste siente la seguridad de que su madre responderá en los momentos en los que la necesite.
4. Estructuración de los vínculos de apego
• El apego es el vínculo afectivo que se infiere de una tendencia estable a buscar la proximidad, el
contacto, etc. Subyace a las conductas que se manifiestan no de una forma mecánica sino en
relación con otros sistemas de conducta y circunstancias ambientales. Los vínculos que genera el
apego se establecerían en base a tres elementos:
• Conductas de apego. Es el resultado de las comunicaciones de demanda de cuidados. El bebé no
es alguien pasivo y protagoniza gritos, sonrisas, agitación motriz, seguimiento visual y auditivo,...
Permite y busca que la madre o cuidador/a principal se acerque y permanezca con él.
• b) Sentimientos de apego Es la experiencia afectiva que implica sentimientos referidos tanto a
uno mismo como a la figura de apego. Introduce expectativas sobre cómo el otro se relacionará
con nosotros. Una buena relación de apego comporta sentimientos de afirmación y seguridad
• c) Representación mental Es la representación interna que hace el niño de la relación de apego:
los recuerdos de la relación, los “modelos operativos internos”. Son una construcción de un
conjunto de representaciones interactivas que tienen cierto grado de estabilidad. Son un
“trabajo” en el sentido de representaciones dinámicas
¿Cómo afectan los traumas de apego en la vida adulta?
• A parte de esto hay que recordar que los niños establecen diferentes tipos de apego con diferentes
personas, así con un padre frío pueden desarrollar un apego evitativo y tener al mismo tiempo un
apego seguro con una madre cálida, acogedora y respetuosa, que ofrece consuelo al tiempo que
deja libertad de exploración al niño. Aclarado esto, algunas consecuencias que están afectadas por
los trastornos del apego son:Incapacidad de la persona de auto-calmarse y auto-regularse
• Disociación
• Dependencia emocional
• Evitación de los vínculos cercanos
• Miedo al abandono
• Visión del mundo como peligroso o demasiado seguro
• Visión distorsionada de los otros: como agresores, como manipuladores, como peligrosos o con
malas intenciones.
• Visión de uno mismo como inseguro, incapaz, inadecuado, malo, víctim
• Llevar a las parejas a límites, ponerlas a prueba, estar constantemente buscando su aprobación o
verificando que las quieren (especialmente en apegos ambivalentes), evitarlas activamente o
sentirse atrapados en vínculos cercanos (apegos evitativos).
• No resolver los duelos adecuadamente
• No tolerar la frustración o ciertas sensaciones corporales.
• Engancharse emocionalmente a ciertos tipos de persona, incluso aunque estas puedan ser tóxicas
o perjudiciales para uno.
• Aventurarse en experiencias peligrosas o nocivas
• Desorganización de la personalidad y del concepto del yo
• Trastornos de la personalidad también se han relacionado con los traumas tempranos de apego.
• Baja capacidad de mentalización (pensar sobre uno mismo, sobre los demás o sobre las
relaciones que se establecen), tomar sus pensamientos como ciertos, pensar más motivos de los
que realmente existen, aceptar una conducta como la prueba de algo, etc
• Funciones del apego

Algunas funciones del apego son:Ayuda a desarrollar y consolidar el cerebro del bebé y es tan importante para la supervivencia y el
desarrollo en el Ser Humano (y otras especies) que se sitúa por encima de otras necesidades biológicas.
• A través del apego los seres humanos conocemos el mundo y sentimos seguridad y coherencia tanto sobre nosotros mismos como
sobre aquello que nos rodea.
• El apego es tan innato que cuando un bebé es separado de su figura de apego, el cerebro activa todo un conjunto de emociones y
conductas para buscar la cercanía y la seguridad en las personas significativas. Esto explica por qué los niños tienen ansiedad cuando
se les separa de sus padres y por qué solo se calma cuando estos vuelven. 
• El apego influirá en cómo seremos como adultos, en los conceptos que crearemos, en la seguridad que tendremos en nosotros y en
el resto de personas, y en cómo vinculamos con las figuras importantes.(hijos, padres)
• . Si en la infancia el apego ha sido principalmente ansioso, de adultos buscaremos o huiremos de un otro significativo (especialmente
la pareja), teniendo miedo, ansiedad o ira si ésta se aleja o alejándonos antes para evitar el abandono.
• Del apego dependerá en gran parte la capacidad de regulación interna (emocional).
• Del apego depende que creemos una visión sólida y estructurada de nosotros mismos.
• Si se producen dificultades en las relaciones primarias o en la seguridad del bebé, se pueden desarrollar los denominados traumas de
apego.
 
• ¿Cómo podemos fomentar el desarrollo de un apego seguro?   
• Para fomentar el apego sano o seguro, el juego es un instrumento
indispensable. La lactancia también juega un papel muy importante,
tanto si es materna como artificial. Calmar al pequeño, darle 
contacto afectivo y físico continuo ayuda al desarrollo de un apego sano.
• Es muy importante estar atento a sus necesidades, comprender y
empatizar en lo que intentan expresar en sus momentos de malestar.
• Darle todo el cariño que podamos ofrecerle en cada momento, creando 
clima relajado y feliz en el hogar, disfrutando mutuamente padres e
hijos.

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