El Pecado Original

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ANTROPOLOGÍA

TEOLÓGICA ESPECIAL

EL PECADO
ORIGINAL

P. EDUARDO
1. INTRODUCCIÓN

La doctrina del pecado original es


mucho más rica y revela mucho mas
cosas de lo que podríamos imaginar
sobre la vida.

Haremos una breve descripción de la


visión habitual y popular que tenemos
hoy del pecado original. Es una visión
que suscita muchas preguntas.
2. ACTUALIZAR LA DOCTRINA DEL
PECADO ORIGINAL
EL FACTOR TIEMPO: ¿EL PECADO
ORIGINAL SUCEDIÓ O SUCEDE?

En la Biblia la causalidad del mal no se


concibe solamente en términos de tiempo.
Es decir, el autor no concibe el origen del
mal o el pecado original como una cusa,
accionada en un pasado muy lejano, que
estaría obrando en el presente a través de
la relación que existe entre causa y efecto.
El la concibe como una causa actual,
accionada en cada momento por la
acciones libres del hombre. Para él, el
pecado original no sólo sucedió, sino
que sucede siempre, desde el
comienzo. No es solamente algo que
pertenezca al pasado, sino una llaga viva
que acompaña a los hombres durante su
marcha por la vida, haciendo derramar
sangre continuamente. Es esa tendencia
misteriosa y muy activa que existe en el
hombre hacia el mal.
 El pecado original es como una bola de nieve
que se forma en la cima de la montaña y, al caer,
destruye al pueblo en la llanura. El resultado final
del pecado original no termina con la expulsión del
paraíso, sino con la desintegración universal de la
humanidad. Esta bola de nieve hay que entenderla
no sólo rodando a través de los tiempos, sino
también y sobre todo como una bola que se
desprende en cada momento del interior del
hombre, y que en cada momento destruye a los
pueblos. Todos tenemos una parte de culpa,
porque en todos existe un Adán que come la fruta
prohibida. En todos duerme un Caín que puede
matar al hermano. Cualquiera puede provocar un
diluvio y construir una torre de Babel.
El hombre es pecador, no solo
porque personalmente peque, sino
porque se encuentra inserto en una
historia de pecado que, según los
relatos bíblicos, comienza al principio
de la historia y que abraza a toda la
humanidad. En la tradición de la
Iglesia, la reflexión acerca de esta
pecaminosidad universal está ligada a
la doctrina del pecado original.
A. PREGUNTAS QUE PLANTEA EL TEMA DEL
PECADO ORIGINAL

 ¿Por qué un pecado cometido al comienzo de la


historia me afecta a mí?
 ¿Qué clase de pecado es éste, en el que mi
voluntad no participa?
 ¿Por qué —y en qué sentido— el niño recién
nacido versa en una situación de «muerte del
alma», como asevera Trento?
 ¿Qué hacemos con la imagen del paraíso?
 ¿Y con la de un Adán padre de todos?
 Y sobre todo: ¿qué papel juega esta verdad en el
contexto del evangelio, de la buena noticia de
salvación?
B. OBJECIONES

Las objeciones formuladas a lo


largo de la historia a las
presentaciones clásicas de la
doctrina del pecado original
pueden clasificarse en cuatro
rúbricas:
 La objeción moral
Cómo puede ser pecado
algo en lo que no está
comprometida la
responsabilidad personal.
 La objeción física

Cómo puede el pecado del


primer hombre deteriorar la
naturaleza humana, de forma
que dicho deterioro se
propague a todos por vía de
generación.
 La objeción biológica

No es admisible que la
entera humanidad
proceda de una sola
pareja.
 La objeción epistemológica

Cómo ha podido llegar


hasta nosotros la noticia de
una caída primordial,
acaecida en un remotísimo
pasado.
3. NUESTRA VISIÓN HABITUAL Y POPULAR DEL PECADO
ORIGINAL

El autor no escribió su


narración para probar su
doctrina sobre el pecado
original. Cuando escribía, no
sabía nada de lo que nosotros,
algún día, íbamos a deducir de
sus palabras.
Nuestra doctrina sobre el pecado original
no tiene su único fundamento en la
narración bíblica sobre el pecado de Adán.

Si no tuviéramos las cartas de San Pablo, con


la interpretación que de ella hicieron los
santos padres, si no hubiéramos tenido las
polémicas con los pelagianos y los
protestantes, que suscitaron los
pronunciamientos oficiales de los concilios,
nunca habría madurado en la Iglesia el
conocimiento que hoy tenemos del pecado
original.
El pecado original, para muchos, se
convirtió en una especie de rótulo
que se coloca en los productos
defectuosos, cuando salen de la
fábrica “imperfecto” “¡no sirve para
la exportación !”.

Quedó reducido a un defecto de


producción, que pasa de padre a hijo
sin que se pueda interferir.
Preguntas fuera del alcance de
nuestra observación y verificación
 ¿Cómo puede un niño tener un pecado que nunca cometió?
 ¿Qué puede el bautismo sacar de un niño que no tiene
responsabilidad?
 ¿Cómo pudo Dios hacer depender la desgracia de todos
nosotros del pecado de una sola pareja?
 ¿Dios no habrá sido injusto?
 ¿Porqué tenemos hoy que sufrir las consecuencias de una
falta que no cometimos, contra la que no podemos
defendernos y de la que no tenemos conciencia ni
recuerdo?
¿A dónde va a parar el niño
que muere sin bautismo? No
puede ir al cielo porque tiene
pecado. No puede ir al infierno
porque pecó.

Entonces se llegó a la conclusión


de que tenía que existir una
especie de local intermedio, que
llamamos limbo.
4. EL PENSAMIENTO
DEL AUTOR SOBRE EL
ORIGEN DEL MAL
A. EN BUSCA DEL ORIGEN
DEL MAL
 El autor no prueba la existencia del pecado
original en los mismos términos que
nosotros entendemos hoy ese pecado. Su
punto de vista es otro.
 El constataba los males de la vida familiar y
social a su alrededor. No estaba de acuerdo
con ellos. Tenía una fe más profunda de que
Dios no podía ser el autor de ese malestar
generalizado. Entonces, partiendo de las
manchas de aceite en la superficie, pasó a
buscar su origen.
Buscó el origen, no tanto
en el pasado, sino en el
interior del hombre,
donde efectivamente
encontró la raíz, el vicio
capital de la humanidad,
que le explicaba el
desorden generalizado.
Constató en todos los hombres una
misteriosa e inexplicable tendencia a
romper con Dios, que se manifestaba
cuando los hombres llegaban a la edad
adulta, cuando tenían que asumir la
responsabilidad de la vida y de sus actos
delante de Dios, delante de sí mismos y
de los demás. En ese momento los
hombres rompían con Dios y
proclamaban su pretendida
independencia ante el creador, sin asumir
su vida como debían.
B. EL JUICIO DEL AUTOR SOBRE EL
ORIGEN DEL MAL, FORMULADO EN
TÉRMINOS CULTURALES DE AQUEL
TIEMPO, ALCANZA A TODOS LOS
HOMBRES
El autor hablaba en términos de
humanidad, pues hablaba de Adán,
hombre. Hacía su análisis de la humanidad
a través de los anteojos que él tenía como
hebreo. Para los hebreos el rompimiento con
Dios se concretaba en el hecho de que iban
detrás de la serpiente.
El autor no desvincula el
pecado personal de lo que
nosotros llamamos pecado
original. En el pecado personal
es en donde aparece el origen
del mal.

¡ATENCIÓN! Se ha puesto el
problema casi exclusivamente en
términos de tiempo y de historia.
El autor no piensa en esos términos.
El no dice cómo entró el vicio, sino cómo
estaba entrando y proliferando de hecho.
El indica el lugar del corto circuito entre
Dios y el hombre.
Para él , el primer hombre y nosotros
hoy estamos en iguales condiciones. En
todos nosotros existe un abismo
misterioso e incomprensible de maldad.
De allí irrumpe el mal en la superficie y
se manifiesta en los pecados
personales.
C. BUSCAR EL ORIGEN DEL MAL
PARA ELIMINARLO
 El autor buscó el origen del mal, no sólo para
tener conocimiento, sino para poder aplicar un
remedio y así resistir con eficacia. EL AUTOR
BUSCA LA CAUSA.
 Nosotros perdimos la sensibilidad en este aspecto.
Quedamos satisfechos de saber cómo entró el mal.
 Nos parecemos a un grupo de personas que
rodean a una víctima de un accidente. Discuten
sobre cómo sucedió, quien tuvo la culpa…mientras
tanto la victima se desangra y muere ante los ojos
de todos, sin recibir ninguna ayuda.
Se creía que con saber,
quedaba resuelto.

Pero esa filosofía, al estilo de


Sócrates, no resuelve los
problemas.
El autor de la narración bíblica
piensa en otros términos. Si esa
fuente del mal pudo brotar por las
acciones libres de los hombres,
entonces también es posible tapar esa
fuente del mal con las acciones libres
de los hombres.

La esperanza de vencer el mal fue la


que lo llevó a reflexionar sobre el
problema del mal. ¿Cuál era el
fundamento de su esperanza?.
D. EL BIEN DEL HOMBRE Y DEL
MUNDO SOLO SE LOGRA CON EL
PODER DE DIOS, PORQUE EL
PODER DE DIOS ES MÁS FUERTE
QUE EL PODER DEL MAL
El autor no cree que el hombre
pueda eliminar el mal con su
capacidad natural. El paraíso sólo
se construye con la ayuda del poder
de Dios.
 Y esto, no porque el paraíso esté más allá del
horizonte de la capacidad natural del hombre, sino
porque, para él, el mal, en cierto sentido, es anterior al
hombre y lo domina en la raíz. El mal es mas fuerte
que el hombre. El hombre nace ya envuelto por él.

 El hombre, por sí mismo, no tiene la fuerza para tapar


la fuente del mal que brota dentro de él. Pero, aunque
sea fuerte y hasta mas fuerte que el hombre, el mal no
vence al hombre. Esa es la fe del autor.

 Dios demostró ese poder y venció el mal en la


resurrección de Cristo. El autor es optimista y lleno
de esperanzas, pues en el conjunto del plan de Dios
él cree que el mal no logrará hacer muchos estragos.
E. LA HORA DE LA TENTACIÓN

Antes de llegar el hombre a la


edad adulta, no se define,
todavía no elige de qué lado
quedar. Pero las opciones
hechas por otros, antes de él,
crean un ambiente tal que el
individuo aislado difícilmente
puede escapar de él.
El camino del mal se convierte para la
humanidad en camino natural.

Los hombres ya no tienen consciencia


del mal ni de la tentación a que están
sujetos. Situación trágica que no tiene
remedio, a menos que el hombre
despierte, tome consciencia de su
situación delante de Dios y empiece a
reaccionar, apoyado en el poder de
Dios.
Ese es el objetivo que el autor
quiere obtener con su narración.
Quiere dar más conciencia a
los lectores acerca de la
tentación a la que están
sometidos y ante la que están
sucumbiendo, cambiando, sin
saberlo, el paraíso por una vida
llena de sufrimientos.
5. RESPUESTAS A
LAS PREGUNTAS
QUE NOS HACEMOS
 ¿Entonces, el hombre fue creado torcido?
 ¿Pues cómo podría nacer en él esa misteriosa
tendencia hacia el mal?
 ¿Y en qué consiste esa tendencia hacia el
mal?

 SI EL AUTOR PIENSA EN TÉRMINOS DE


HOMBRES ADULTOS
 ¿Qué culpa tienen los niños recién nacidos?
 ¿Para qué bautizar a los niños?
 ¿No es mejor bautizarlos en edad adulta de la
que habla el autor?
A. NACEMOS CON UN
DESAJUSTE RADICAL CON
RESPECTO AL FIN PARA EL QUE
FUIMOS CREADOS

Tratando de responder dentro de la


mentalidad de la narración bíblica: el hombre
fue creado por Dios para un destino que
queda más allá de los horizontes que él
mismo puede ver durante su vida humana.
El fue puesto dentro del jardín. No nació
en él.
El nunca reflexionó en términos de
destino natural, de vida en estado de
“naturaleza pura”. El no hace distinción
entre destino natural y destino
sobrenatural, como si fueran dos cosas
distintas, sin unidad interna.
Nuestro destino es uno solo: el paraíso,
la vida con Dios. Todo en el hombre dice:
fui hecho para cosas más elevadas. El
hombre no es desecho que sale
defectuoso de la fábrica. Sirve para
exportación.
 La falla de la edad adulta revela algo sobre el
destino mismo del hombre. Revela aquel
desajuste con el que nacemos. No es defecto
de fábrica. El hombre no trae consigo el pecado
de los padres, como si fuera su pecado
personal.

 El mal personal empieza cuando el hombre, en


vez de abrirse hacia ese infinito, trata de
reducir el infinito al tamaño de sus propios
límites finitos. El mal comienza cuando
empieza a querer ser “igual a Dios” (Gen. 3, 5).
Con esa actitud el hombre introduce
en la vida y en el mundo el germen
del desorden y de la desintegración,
que trastorna las cosas en su raíz.

Esta actitud ejercida y mantenida y


mantenida a través de toda la
evolución histórica de la humanidad,
creó toda una estructura torcida.
B. EXISTE UNA MISTERIOSA SOLIDARIDAD EN
EL MAL ENTRE LOS HOMBRES, Y EN TODOS
NOSOTROS EXISTE UNA ABSOLUTA
NECESIDAD DE REDENCIÓN Y DE LIBERACIÓN

 ¿Porqué el hombre revela esa falla cuando llega a la


edad adulta?
 ¿En qué consiste esa misteriosa tendencia hacia el
mal?
 ¿Esta el hombre envuelto antes de llegar al uso de
razón?
 Hay en nosotros un misterio que no se explica, pero que
se impone a la conciencia de todos con una violencia
casi brutal. Se trata de la misteriosa solidaridad de
todos nosotros en el mal.
¿Cuántas limitaciones no sufrimos
porque otros pecaron y todavía pecan?
¿Cuánto no sufren otros por causa de
nuestras limitaciones culpables y no
culpables?
¿Y qué limitación no culpable hay que no
tenga un origen culpable en el pasado,
sea nuestras o sea de otros?
Ese desajuste nuestro radical con el fin
que nos atrae, no existe en nosotros sin
nuestra culpa.
Hay un pecado, hay una culpa
impresa en el rostro de la
humanidad que grita tanto y tan
fuerte. Y en esa culpa todos
somos solidarios. Somos
solidarios por el simple hecho
de pertenecer a una misma raza
humana. Esa solidaridad en el
mal alcanza a todos los hombres
en el tiempo y en el espacio.
Castigo personal se dará por culpa
personal que es de todos y a la que
todos contribuyeron con sus pecados
personales.

¿Pero cómo puede alguien, en sana


conciencia, atribuir una culpa a un niño
que acaba de nacer? No se le atribuye
ninguna culpa personal que merezca un
castigo personal. Pero ha entrado en un
mundo en el que no hay neutralidad.
C. EL SENTIDO DEL BAUTISMO:
LA NUEVA SOLIDARIDAD EN EL
BIEN
 En la muerte de Cristo se vio cómo es de tremenda y
autodestructora la fuerza del mal, pero en su
resurrección quedó demostrado que, con la fuerza de
Dios, se puede eliminar el mal y construir el paraíso.
Ahora bien, el bautismo asocia al hombre a Cristo y lo
capacita para enfrentar victoriosamente el mal.
 Es su compromiso con el grupo que cree en el
proyecto de Dios y que trata de realizarlo a través de la
historia, esperando la ayuda de Dios para eso, por
medio de Jesucristo.
El bautismo quita el pecado original.
Quita el pecado original, en cuando
capacita al hombre para luchar
victoriosamente contra el mal en él
mismo y en el mundo, hasta eliminar la
raíz de donde procede todo.
Es un baño que Cristo comienza en
nosotros y que nosotros continuamos en
nosotros mismos y en el mundo,
apoyados en su fuerza que nace en
nosotros. El resultado final de ese baño o
transformación es el paraíso.
por su atención y su
presencia…

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