La Iglesia y Los Grupos Religiosos en El Peru Sesion 10

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

.
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES

LA IGLESIA y LOS GRUPOS RELIGIOSOS EN EL PERU

MG. NORMA QUISPE SANCHEZ


VISIONADO DE VIDEO

https://www.youtube.com/watch?
v=yWsrJJGH9b0
ORDENES RELIGIOSAS
FUENTE : UNESCO
LA IGLESIA CATOLICA EN EL PERU

Durante el periodo de la conquista en América Latina,


dentro la Iglesia católica surge una profunda transformación
estructural, idiosincrática y simbólica. Pues, se estaba
gestando una Iglesia católica latinoamericana que durante
el periodo de la independencia jugó un rol determinante en
los diversos países de la región. Sin duda esto da por
iniciado la gestación de una nueva Iglesia católica
latinoamericana con sus propias imágenes como la del
Señor de los Milagros, La Virgen de Guadalupe entre otras
más, en donde «lejos de perder sus capacidades creativas,
creadoras, la cultura nativa empezó a desarrollar modos
nuevos, adaptar sus prácticas antiguas y sus ritos a las
nuevas circunstancias de la Conquista, la evangelización»
(Adaniya; p. 60).
CONQUISTA Y COLONIA
Durante este contexto de tiempo ;es en las órdenes religiosas donde no sólo
recayó la función de evangelizar a las diversas comunidades existentes en
tierras latinoamericanas, sino al tener una labor misionera se encargaron de
construir hospitales, escuelas, orfanatos, etc. Castillo (2002) señalaría que
«estas congregaciones dedicarían parte de su acción social no solo a las
funciones propiamente religiosas, sino que parte comprendería la extensión de
sus actividades hacia obras de ayuda cristiana» (p. 177). Durante el periodo de
la conquista y virreinato las órdenes religiosas en el Perú desarrollaron una
política basada en la caridad de carácter misionera que buscaba la justicia
caritativa. Ello desarrollo la administración pública como parte de un programa
social dentro de la Iglesia católica y produjo una transformación idiosincrática
en el Perú como señala Sánchez & Barrios (2002): «durante el virreinato existía
una clara conciencia de que la vida terrenal era un primer paso para la vida
transcendente, por ende, necesitaba de la Iglesia. La Iglesia formaba parte
esencial en la vida del hombre virreinal, cuya cultura era indiscutiblemente
religiosa» (p. 316). Ello sumado al rol que jugaban las órdenes religiosas hizo
que sobre ellas recayese la administración social de la sociedad, la educación, el
control de la natalidad y la asistencia social.
INDEPENDENCIA

Tras la independencia se consolida la nueva Iglesia católica


latinoamericana en donde «las divinidades españolas fueron
desplazadas por otras, criollas, más potentes, que se volvieron símbolos
de las nacionalidades emergentes» (p. 7-8). No obstante, en el Perú
luego de la independencia sucedería una bifurcación entre el naciente
Estado peruano y la Iglesia católica. Klaiber (1996) señalaría que «si se
consideran ciertos signos externos, se podría decir que la iglesia en
vísperas de la independencia fue una institución sólidamente
organizada» (p.19). La cual, hacía que ella mantuviera una estructura
ordenada y jerarquizada; sin embargo, muchos de los peninsulares
ocupaban los altos cargos en los monasterios como en los conventos
religiosos. Asimismo, se mostraba como una institución que estaba al
lado de la Corona Española se encargaría de administrar la Santa
Inquisición. Aunque su funcionamiento pudo haber sido el óptimo
dentro de la esfera social de aquellos años surge una sociedad
multirracial peruana.
Durante el periodo de 1855-1930 la iglesia tuvo un papel más
de militante. Si bien en los primeros años de este periodo el
liberalismo se había vuelto más anticlerical y habían tratado
de quitarle algunos beneficios. La constitución de 1860
representaba una victoria y respiro para dicha institución.
Además, el Papa Pio IX en 1874 promulgó una Bula, en la
cual reconocía ciertos derechos a la nueva república del
Perú. Lo que significó que 1880 Nicolás de Piérola ponga en
marcha el exequátur. Klaiber (1994) señalaría que «aunque
nunca se ha celebrado un concordato formal entre la Santa
Sede y el Gobierno del peruano, la Bula de 1874 ha servido
como una especie de concordato» (p. 43). Sin embargo, este
conflicto volvería a estar presente en años posteriores,
puesto que, los liberales volvieron a proponer en 1867 una
nueva legislación que la iglesia tomó como signo hostil. Le
quitarían ciertos derechos que mantenía sobre la población.
DURANTE GUERRA CON CHILE

Al inicio de la guerra con Chile «el entonces arzobispo de Lima, Monseñor


Francisco Orueta y Castrillón, en una carta pastoral, dispuso que se había de
realizar «una colecta para los gastos de la guerra, en la cual tomarán parte,
según sus recursos, todos los curas y sacerdotes de nuestra jurisdicción, que
pueden hacerlo; como igualmente las instituciones religiosas y
establecimientos piadosos» (Flores H. Sanders, A. Navarro, U. Vargas L. &
Quiñones P.). De igual manera, la nueva vicaría general del ejército, donde
se encontraba el presbítero Antonio García, dispuso que se enviaran
capellanes a las zonas del conflicto para poder ayudar con los enfermos y
darle los santos óleos a los soldados que se encontraban desahuciados.
Monseñor José Antonio Rocaa fue el encargado de organizar las
ambulancias de la Cruz Roja, «no vaciló en protestar ante el Comité
Internacional de la Cruz Roja en Suiza por el atropello cometido por los
soldados chilenos al atacar los hospitales de sangre en la batalla de San
Francisco (noviembre de 1879)»
Esto en contra de los tratados internacionales .Con la ocupación chilena
en Lima, monseñor Roca y Boloña tuvieron que escapar a la zona andina
del Perú para evitar represalias en su contra. Con el tratado de Ancón,
monseñor regresaría a Lima, donde sería elegido diputado en el congreso
constituyente. De igual manera, muchos sacerdotes tuvieron una labor
abnegada durante el conflicto bélico, por lo cual, muchos de ellos
llegaron a ser prisioneros o asesinados por el ejército enemigo. A esto se
le sumaba que los jefes y generales del ejército peruano no apreciaron
sus esfuerzos debido a su anticlericalismo originado por el liberalismo.
En Lima, ocupada por los chilenos, muchos de los sacerdotes y religiosas
centraron su labor en los hospitales. Chile comenzó con la expulsión de
los sacerdotes de la zona de Tarapacá y Arica ,refugiándose en Arequipa.
Recién para el año de 1929 estos sacerdotes pudieron volver a sus
territorios. Durante el conflicto bélico, las órdenes religiosas continuaron
con su labor de administración social a partir de la acción caritativa que
desarrollaban, volvía de nuevo a recaer en ellas y en la Iglesia católica la
función de reconstrucción de una sociedad destruida por la guerra.
DURANTE LA REPUBLICA ARISTOCRATICA

Durante esta etapa esta tendrá un participación activa en ciertas esferas


de la sociedad. Como sostiene Cruz (2009): «las definiciones teóricas del
paradigma de la cristiandad se traducen en preocupaciones y batallas
constantes sobre determinados asuntos: educación católica en las escuelas
públicas; sostenimiento del culto; control y reglamentación de situaciones
referidas a la sexualidad y al matrimonio» (p. 42). Todo este debate
entendido desde la secularización de la vida social y de la esfera pública,
entrando en constante enfrentamiento con los sectores liberales. No
obstante, Dobbelaere (1994) sostendría la tesis que «en las sociedades
estatistas de derecha encontramos de nuevo el modelo católico, pero con
las características especiales encontradas donde una presión Católica de
derecha ha logrado tomar el poder por un tiempo (p. 41).
INICIOS DEL 2000

A partir del 2001, con el nombramiento de Juan Luis Cipriani,


miembro del Opus Dei, como Arzobispo de Lima y cardenal del Perú;
tuvo un rol político determinante para la promulgación de leyes,
políticas públicas y decisiones. Como resaltan Pásara (2014): Uno de
los principales ejes temáticos en el pensamiento de Juan Luis
Cipriani gira en torno al Estado y sus relaciones con las sociedad y la
economía. Este eje tiene un carácter más bien negador; es decir,
sobre salen en él las referencias respecto de aquello que el Estado
no debe hacer o los ámbitos en los que no debe intervenir. Su
referente implícito es el Estado intervencionista o el Estado de
bienestar, al que aludió confusamente en su homilía de 28 de julio
de 2000…poco antes de deslizar una crítica al gobierno de Fujimori,
quien hasta ese entonces había sido objeto de defensa por el
obispo.
POLITICAS PUBLICAS Y LOS MOVIMIENTOS SOCIORELIGIOSOS:
MARCHA POR LA VIDA Y LEGALIZACION DEL ABORTO

La «Marcha por la vida» es un movimiento socioreligioso


que nace en Estados Unidos donde reagrupo a diversos
actores sociales como: Iglesia católica, Iglesia
protestantes, políticos, actores y actrices, personas de la
sociedad civil entre otros más. Tendrá la denominación de
movimiento social puesto que tiene una gran capacidad
de congregación de personas que salen a marchar un día
determinado con un objetivo claro: la no legalización del
aborto en sus respectivos países. En el Perú, el desarrollo
de la «Marcha por la vida» tiene su antecedente legal en
la promulgación del «Día del niño por nacer» en el año
2001.
FUENTE: GESTION
REFERENCIAS

Adaniya, E. E. (1999). Acerca del sincretismo. Del apóstol santiago a santiago


mataindios. Escritura y pensamiento, 2(4), 61-78.
Avellaneda García, S. K. Religión y políticas públicas en el Perú: el rol de las iglesias
católica y evangélica en la agendación de los proyectos legislativos de Unión Civil y
de Unión Solidaria.
Bastian, J. P. (1997). La mutación religiosa en América Latina: para una sociología
del cambio social en la modernidad periférica. Fondo de Cultura Económica.
Barrios, R. S. C. (2002). Los santos y las concepciones políticas y sociales en el Perú
virreinal. Hispania sacra, 54(109), 315-328.
Billorou, M. J. (2011). Mujeres y asistencia social en Latinoamérica, siglos XIX y XX.
Argentina, Colombia, México, Perú y Uruguay de Yolanda Eraso. Revista Paginas,
3(5), 187-189.
Carvajal, A. M., & Vergara, L. G. (2009). Actores sociales yy Políticas Públicas: el
discurso de la Iglesia Católica chilena frente a las políticas públicas en salud sexual
adolescente. Revista Enfoques: ciencia política y administración pública, 7(11), 399-
414.
Caviglia, A. (2018). ¿Marcha por la vida o por el recorte de derechos? setiembre 27,
2020, de IDEELE Sitio web: https://revistaideele.com/ideele/
content/%C2%BFmarcha-por-la-vida-o-por-el-recorte-de-derec
PARTE II. APLICATIVA

INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS DEL VISIONADO DE VIDEO

LOS DOMINICOS Y SU LABOR EDUCATIVA DE LAS UNIVERSIDADES EN


EL PERU
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“No puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo
hacerles pensar” (Sócrates)

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