Fracturas Abiertas
Fracturas Abiertas
Fracturas Abiertas
Aunque los distintos autores discrepan en la duración del periodo óptimo para llevar a cabo la cobertura,
todos coinciden en que se debe de hacer antes las 2 primeras semanas postraumatismo. Es un hecho
demostrado que en este periodo agudo el número de complicaciones surgidas con la cirugía
reconstructiva disminuye considerablemente, la posibilidad de trombosis en las anastomosis vasculares
es baja y el porcentaje de infección, retraso de consolidación y pseudoartrosis es menor. Una vez
superada esta fase, en el periodo subagudo los cambios cicatriciales de la herida y tejidos de vecindad,
así como la fibrosis perivascular que se instaura, hacen que la tasa de fracasos en la cobertura de la
pérdida de sustancia aumente.
Técnicas
El tipo de cobertura que hagamos vendrá determinado por las características del paciente (enfermedades
crónicas, vasculopatías), la localización del defecto, el tamaño del mismo y el estado en el que se
encuentran los tejidos blandos de vecindad.
Como esquema general (ya que el tema de cobertura de miembro inferior se desarrollará ampliamente en
otros capítulos), los tipos de colgajos disponibles son:
• Fasciocutáneos
Dan un buen resultado en pérdidas de tamaño pequeño o moderado (fracturas grado I y II). En
traumatismos de alta energía puede verse comprometida su vascularización distal. En base a la
localización anatómica del defecto optaremos por distintos diseños:
Tercio proximal: pedículo proximal.
Tercio medio: pedículo proximal o distal dependiendo de las características de la
pérdida de sustancia.
Tercio distal: pedículo distal.
• Neurocutáneos
Basados en el aporte vascular proveniente de los vasa nervorum de nervios sensitivos
superficiales. El colgajo sural invertido tiene utilidad en la cobertura del tercio distal y talón.
• Musculares pediculados
Usados en fracturas abiertas con importante lesión de tejidos blandos. Los colgajos gemelo
interno y externo se usan para cobertura del tercio proximal. El músculo soleo, por su
localización en el compartimento posterior profundo, está indemne en la mayoría de los
traumatismos y es de primera elección en la cobertura del tercio medio de la pierna.
• Colgajos libres microquirúrgicos
Sin duda alguna la mejoría en el pronóstico funcional y de salvamento en los traumatismos
severos de la extremidad inferior (grado III) ha ido pareja al desarrollo de las técnicas de
transferencia microquirúrgica. A nivel del tercio distal de la pierna este tipo de colgajos son de
primera elección. Los más usados son los musculares (dorsal ancho, recto abdominal y serrato
anterior), aunque también se puede optar por fasciocutáneos (radial, paraescapular, lateral del
brazo).
Se debe de realizar una planificación cuidadosa de la intervención. En pacientes que presentan
pulsos distales palpables no está justificada la realización de una arteriografía.
El eje vascular tibial posterior sigue siendo considerado el de primera elección para llevar a cabo
la anastomosis. Se aconseja realizar suturas término-laterales arteriales y término-terminales
venosas (por las implicaciones especiales en el retorno venoso de los miembros inferiores se
aconseja realizar 2 suturas venosas si es posible. A veces nos vemos obligados a realizar un
injerto venoso entre vasos receptores y donantes por asociarse una extensa pérdida de
sustancia alrededor de la zona afectada que será “puenteada”.
• Cross-Legs
Aunque es una técnica antigua y para muchos autores obsoleta, puede resultar útil en casos muy
seleccionados.