INNOVANDO #68 de 05 de Abril de 2011
INNOVANDO #68 de 05 de Abril de 2011
INNOVANDO #68 de 05 de Abril de 2011
EDITORIAL
Hace un par de días atrás, recibí la siguiente anécdota que creo puede ser muy
motivadora respecto algunos de los valores que demanda con urgencia nuestro
Perú.
A David, su hermano le dio un automóvil como regalo. Un día, cuando David
salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante
coche nuevo admirándolo.
- Señor, ¿este es su coche?-pregunto.
David afirmó con la cabeza. Mi hermano me lo regaló.
El niño estaba asombrado. "¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted
no le costó nada? Vaya me gustaría....." titubeó el niño. Desde luego, David
sabía lo que el niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo
que el muchacho realmente dijo estremeció a David de pies a cabeza:
- "Me gustaría -prosiguió el niño- poder ser un hermano así".
David miró al niño con asombro, e impulsivamente añadió: -"¿Te gustaría dar
una vuelta en mi auto?".
- ¡¡¡Ah sí, eso me encantaría!!! Después de un corto paseo, el niño volteó y con
los ojos chispeantes dijo: - "Señor... ¿No le importaría que pasáramos frente a
mi casa?".
David sonrió. Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a sus
vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil, pero de nuevo, David
estaba equivocado.
- "¿Se puede detener donde están esos dos escalones?" -pidió el niño. Subió
corriendo y en poco rato David oyó que regresaba, pero no venía rápido.
Llevaba consigo a su hermanito lisiado Lo sentó en el primer escalón, entonces
le sentó hacia el coche.
- "¿Lo ves Juan? Allí está, tal como te lo dije, allí arriba. Su hermano se lo regaló
y a él no le costó ni un centavo, y algún día yo te voy a regalar uno
igualito....entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de los
escaparates, de las que he estado tratando de contarte".
Cada cierto tiempo circula por las redacciones de los diarios una noticia según
la cual muchos jóvenes ingleses no creen que Winston Churchill haya existido, y
muchos jóvenes norteamericanos piensan que Beethoven es simplemente el
nombre de un perro o Miguel Angel el de un virus informático. Hace poco tuve
una larga conversación con un joven de veinte años que no sabía que los
humanos habían llegado a la luna, y creyó que yo lo estaba engañando con esa
noticia.
Estos hechos llaman la atención por sí mismos, pero sobre todo por la
circunstancia de que pensamos que nunca en la historia hubo una
humanidad mejor informada. En nuestro tiempo recibimos día y noche altas
y sofisticadas dosis de información y de conocimiento: ver la televisión es asistir
a una suerte de aula luminosa donde se nos trasmiten sin cesar toda suerte de
datos sobre historia y geografía, ciencias naturales y tradiciones culturales;
continuamente se nos enseña, se nos adiestra y se nos divierte; nunca fue, se
dice, tan entretenido aprender, tan detallada la información, tan cuidadosa la
explicación. Pero ¿será que ocurre con la sociedad de la información lo
que decía Estanislao Zuleta de la sociedad industrial, que la caracteriza
la mayor racionalidad en el detalle y la mayor irracionalidad en el
conjunto?
Nada es más omnipresente que la información, pero hay que decir que los
medios tejen cotidianamente sobre el mundo algo que tendríamos que llamar
“la telaraña de lo infausto”. El periodismo está hecho sobre todo para contarnos
lo malo que ocurre, de manera que si un hombre sale de su casa, recorre la
ciudad, cumple todos sus deberes, y vuelve apaciblemente a los suyos al
atardecer, eso no producirá ninguna noticia. El cubrimiento periodístico
suele tender, sobre el planeta, la red fosforescente de las desdichas, y
lo que menos se cuenta es lo que sale bien. Nada tendrá tanta publicidad como
el crimen, tanta difusión como lo accidental, nada será más imperceptible que lo
normal. En otros tiempos, la humanidad no contaba con el millón de ojos de
mosca de los medios zumbando desvelados sobre las cosas, y es posible que
ninguna época de la historia haya vivido tan asfixiada como esta por la
acumulación de evidencias atroces sobre la condición humana. Ahora todo
quiere ser espectáculo, la arquitectura quiere ser espectáculo, la caridad quiere
ser espectáculo, la intimidad quiere ser espectáculo, y una parte
inquietante de ese espectáculo es la caravana de las desgracias planetarias.
Quiero recordar ahora unos versos de T. S. Eliot: “¿Dónde está la vida que
hemos perdido en vivir? ¿Dónde la sabiduría que hemos perdido en
conocimiento? ¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Veinte siglos de historia humana nos alejan de Dios y nos aproximan al polvo”.
Es verdad que vivimos en una época que aceleradamente cambia costumbres
por modas, conocimiento por información, y saberes por rumores, a tal punto
que las cosas ya no existen para ser sabidas sino para ser consumidas. Hasta
la información se ha convertido en un dato que se tiene y se abandona,
que se consume y se deja. No sólo hay una estrategia de la provisión sino
una estrategia del desgaste, pues ya se sabe que no sólo hay que usar el vaso,
hay que destruirlo inmediatamente. La publicidad tiene previsto que veremos
los anuncios comerciales pero también que los olvidaremos: por eso las pautas
son tan abundantes. Por la lógica misma de los medios modernos, bastaría que
un gran producto dejara de anunciarse, aunque tenga una tradición de medio
siglo, y las ventas bajarían considerablemente.
Por concesión especial del Centro para el Alfabetismo en Medios (CML), Eduteka
tradujo al español un valioso documento curricular para formar estudiantes
alfabetas en medios, capaces no solo de acercarse a estos críticamente sino de
hacer escogencias sensatas. Esta formación incluye acceder a diversidad de
fuentes, expresarse mediante herramientas diversas (video, audio, texto,
imágenes, etc.), comprender cómo y para qué se construyen los mensajes
mediáticos y, evaluar los significados explícitos e implícitos de estos.
http://www.eduteka.org/modulos/2
La situación que describe aquí William Ospina la hemos vivido al trabajar con
estudiantes en el entorno de programación de computadores Scratch [2].
Cuando deben compartir sus trabajos con otros compañeros, a muchos se les
dificulta permitir que los demás vean como construyeron sus proyectos. Para
modificar esta situación, hemos implementado una estrategia de clase para que
los estudiantes compartan sus proyectos con los compañeros . Hacen parte de
estas estrategias el que: los estudiantes hacen pruebas con los proyectos de
otros, reutilizan o adaptan sus imágenes y programas y publican sus propios
A veces la educación no está hecha para que colaboremos con los otros
sino para que siempre compitamos con ellos, y nadie ignora que hay en el
modelo educativo una suerte de lógica del derby, a la que sólo le interesa quién
llegó primero, quién lo hizo mejor, y casi nos obliga a sentir orgullo de haber
dejado atrás a los demás. Cuando yo iba al colegio, se nos formaba en el
propósito de ser los mejores del curso. Yo casi nunca lo conseguí, y tal vez hoy
me sentiría avergonzado de haber hecho sentir mal a mis compañeros, ya que
por cada alumno que es el primero varias decenas quedan relegados a cierta
condición de inferioridad. ¿Sí será la lógica deportiva del primer lugar la
más conveniente en términos sociales? Lo pregunto sobre todo porque no
toda formación tiene que buscar individuos superiores, hay por lo menos un
costado de la educación cuyo énfasis debería ser la convivencia y la solidaridad
antes que la rivalidad y la competencia.
No digo que esté mal: a lo mejor los seres humanos sólo avanzamos a través de
la rivalidad. Pero estoy seguro, viendo sobre todo la pésima pedagogía de las
sociedades excluyentes, que la fórmula de que uno triunfe al precio de que los
demás fracasen, puede ser muy reconfortante para los triunfadores pero suele
ser muy deprimente para todos los demás. No estoy muy seguro de que no sea
un semillero de resentimientos. ¿No estaremos excesivamente contagiados de
esa lógica norteamericana que considera que los seres humanos nos dividimos
sólo en ganadores y perdedores? Hasta en el arte, reino por excelencia de lo
cualitativo sobre lo cuantitativo, suele aceptarse ahora esa superstición del
primer lugar, del número uno, del triunfador, y nada lo estimula tanto como los
concursos y los premios. Recuerdo, ya que estamos en Buenos Aires, una
anécdota de Jorge Luis Borges. Alguna vez le preguntaron cuál era el mejor
poeta de Francia: Verlaine, contestó. Pero, ¿y Baudelaire? le dijeron. Ah sí,
Baudelaire también es el mejor poeta de Francia. ¿Y Victor Hugo?, también es el
mejor. Y Ronsard, añadió, por supuesto que Ronsard es el mejor poeta de
Francia. ¿Por qué sólo uno tiene que ser el mejor?
Por otra parte, hay una separación demasiado marcada entre los medios y los
fines, entre el aprendizaje y la práctica, entre los procesos y los resultados. Pero
aprender debería ser algo en sí mismo, no apenas un camino para llegar a otra
cosa. Diez años de estudio no se pueden justificar por un cartón de grado:
deberían valer por sí mismos, darnos no sólo el orgullo de ser mejores sino la
felicidad de una época de nuestra vida. Así como a medida que dejemos de vivir
para el cielo aprenderemos a hacer nuestra morada en la tierra, a medida que
Y ello tal vez nos ayude a avanzar en la interrogación de las claves del
aprendizaje. ¿Quién dice que el aprender es algo cuantitativo, que consiste en la
cantidad de información que recibamos? ¿Quién nos dice que el conocimiento es
necesariamente algo que se adquiere, que se recibe? ¿Qué pasaría si el
aprender fuera perder y no ganar? Tal parece que así es realmente, si
pensamos en las enseñanzas de Platón, para quien aprender de verdad no es
tanto recibir una carga de saber nuevo sino renunciar o poner en duda un saber
previo posiblemente falso. Platón decía que la ignorancia no es un vacío sino
una llenura. El que no sabe es el que más cree saber. Cuando en un momento
de nuestro aprendizaje alguien nos pregunta, por ejemplo, por qué las cosas
caen hacia el suelo, es frecuente que respondamos, porque es lógico, porque
tiene que ser así. Alguien socráticamente nos demostrará que no es lógico, que
no tiene que ser así, y nos mostrará que hay cosas que no caen, como las
nubes, o los globos, o la luna, y que por lo tanto el caer no es una necesidad
sino algo que obedece a una ley que merece ser interrogada. Nos demostrarán
que lo que parecía ser evidente no era más que nuestra falta de interrogación, y
que muchas certezas que tenemos podrían derrumbarse. Todo está
comprendido en otro famoso aforismo de Wilde: “No soy lo suficientemente
joven para saberlo todo”.
No somos cántaros vacíos que hay que llenar de saber, somos más bien
cántaros llenos que habría que vaciar un poco, para que vayamos reemplazando
tantas vanas certezas por algunas preguntas provechosas. Y tal vez lo mejor
que podría hacer la educación formal por nosotros es ayudarnos a
desconfiar de lo que sabemos, darnos instrumentos para avanzar en la
sustitución de conocimientos. Pero ¿estará dispuesto un joven a pagar por
un modelo educativo que en vez de convencerlo de que sabe lo convenza de
que no sabe? Posiblemente no, pero entonces llegamos a uno de los secretos
del asunto. Claro que la escuela puede darnos conocimientos y destrezas, pero
a ello no lo llamaremos en sentido estricto educación sino adiestramiento. Y
claro que es necesario que nos adiestren. Pero mientras la educación siga
siendo sólo búsqueda del saber personal o de la destreza personal, todavía no
habremos encontrado el secreto de la armonía social, porque para ello no
necesitamos técnicos ni operarios sino ciudadanos.
¿Dónde se nos forma como ciudadanos? Y ¿dónde se nos forma como seres
satisfechos del oficio que realizan? El tema de la felicidad no suele considerarse
demasiado en la definición de la educación, y sin embargo yo creo que es
Es más, nadie supo ayudarme a ver que buena parte de las angustias, los
miedos y las obsesiones que gobernaron el final de mi adolescencia eran lujosas
puertas de entrada a algunos de los temas más importantes de la psicología, de
la filosofía y de la metafísica. Si uno sale del colegio para entrar en la ciudad, en
el campo o en la noche estrellada, eso equivale a decir que uno a menudo sale
de las aulas para entrar en la sociología, en la botánica o en la astronomía.
¿Por qué asumir pasivamente los esquemas? ¿Por qué las enfermeras no
pueden ser médicos? ¿Por qué aceptar un tipo de parámetro profesional que
convierte un oficio en una limitación insuperable? Nada debería ser definitivo,
todo debería estar en discusión.
Cada vez que nos preguntamos qué educación queremos, lo que nos estamos
preguntando es qué tipo de mundo queremos fortalecer y perpetuar. Llamamos
educación a la manera como trasmitimos a las siguientes generaciones el
modelo de vida que hemos asumido. Pero si bien la educación se puede
entender como trasmisión de conocimientos, también podríamos entenderla
como búsqueda y transformación del mundo en que vivimos.
¿Cómo superar una época en que la educación corre el riesgo de ser sólo un
negocio, donde la excelencia de la educación está concebida para perpetuar la
desigualdad, donde la formación tiene un fin puramente laboral y además no lo
cumple, donde los que estudian no necesariamente terminan siendo los más
capaces de sobrevivir? ¿Cómo convertir la educación en un camino hacia
la plenitud de los individuos y de las comunidades?
Para ello también hay que hablar del modelo de desarrollo, que suele ser el que
define el modelo educativo. Durante mucho tiempo los modelos de Occidente
han sido la productividad, la rentabilidad y la transformación del mundo. Pero
hay un tipo de productividad que ni siquiera nos da empleo, un tipo de
rentabilidad que ni siquiera elimina la miseria, una transformación del mundo
Con ello lo que quiero decir es que nosotros podemos dictar las pautas de
nuestro presente, pero son las generaciones que vienen las que se encargarán
del futuro, y tienen todo el derecho de dudar de la excelencia del modelo que
hemos creado o perpetuado, y pueden tomar otro tipo de decisiones con
respecto al mundo que quieren legarles a sus hijos. A lo mejor los grandes
paradigmas al cabo de cincuenta años no serán como para nosotros el
consumo, la opulencia, la novedad, la moda, el derroche, sino la
creación, el afecto, la conservación, las tradiciones, la austeridad. Y a lo
mejor ello no corresponderá ni siquiera a un modelo filosófico o ético sino a
unas limitaciones materiales. A lo mejor lo que volverá vegetarianos a los seres
humanos no serán la religión o la filosofía sino la física escasez de proteína
animal. A lo mejor lo que los volverá austeros no será la moral sino la estrechez.
A lo mejor lo que los volverá prudentes en su relación con la tecnología no será
la previsión sino la evidencia de que también hay en ella un poder destructor. A
lo mejor lo que hará que aprendan a mirar con reverencia los tesoros naturales
no será la reflexión sino el miedo, la inminencia del desastre, o lo que es aún
más grave, el recuerdo del desastre.
[1] Metas Educativas 2021, documento final (2010). La OEI desea que este
documento tenga la mayor difusión posible y que, de esa forma, contribuya al
conocimiento y al intercambio de ideas. Por tanto, autoriza su reproducción
siempre que se cite la fuente y se haga sin ánimo de lucro. La Organización de
Estados Iberoamericanos (OEI) es un organismo internacional de carácter
gubernamental para la cooperación entre los países iberoamericanos en el
campo de la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura. Integran la OEI los
siguiente países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile,
República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea
Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal,
Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
CRÉDITOS:
Texto del discurso de William Ospina en la apertura del Congreso
Iberoamericano de Educación "Metas 2021", en el Teatro Gran Rex, Buenos
Aires, Argentina, con cerca de 3.200 asistentes. En el acto intervinieron además
Cristina Fernández, presidenta de la República de Argentina; Enrique Iglesias,
Secretario General Iberoamericano y Álvaro Marchesi, secretario general de la
Organización de Estados Iberoamericanos. La OEI busca que los documentos
relacionados con el programa “Metas Educativas 2021” tengan la mayor
difusión posible y que, de esa forma, contribuyan al conocimiento y al
intercambio de ideas. Por tanto, autoriza su reproducción siempre que se cite la
fuente y se haga sin ánimo de lucro.
Ver: http://www.eduteka.org/WilliamOspina.php
#CONTENIDO
1. LA INNOVACIÓN
Revisaremos en este capítulo algunas consideraciones referidas a los
conceptos que sobre innovación y cambio han realizado autores como
Carbonell (2001); Escudero (1988); Ferrer (1996), Fullan (1994, 2002),
Moreno (1995), entre otros, con la finalidad de aclarar las diferencias y
similitudes que permitan compartir un marco de referencia, ya que,
efectivamente, innovación y cambio son conceptos que se vinculan y que
incluso llegan a utilizarse en algunas ocasiones como sinónimos.
1.1. CONCEPTO DE
INNOVACIÓN
El término innovación es ampliamente utilizado en el ámbito educativo
pero no siempre que se habla de innovación se está haciendo referencia a
lo mismo. En relación con el término mismo se encuentran diferentes
denominaciones; algunos autores utilizan simplemente el de innovación,
mientras que otros emplean términos como innovaciones educacionales,
innovaciones en educación, innovaciones educativas o innovaciones con
efecto educativo.
Se observa que los principales estudios sobre la innovación educativa
han procedido bajo una lógica inductiva, esto es, analizan las
experiencias que se han realizado y sobre ellas teorizan (Huberman,
1973; Havelock y Huberman, 1980; Sancho, Hernández, Carbonell, Sánchez-
Cortés y Simo (1993); Parra, Castañeda, Camargo y Tedesco (1997); Blanco
y Messina, 2000). Estas teorizaciones son utilizadas recurrentemente en las
discusiones conceptuales y prácticas que se desarrollan alrededor del
término "innovación educativa", algunos autores han llegado a acuñar el
término "teoría de la innovación" para referirse a los aportes de estos
autores.
La innovación educativa puede entenderse, desde una óptica amplia, como
sinónimo de “renovación pedagógica”. Esta última nos remite, en palabras
de Cañal de León (2002: 11) a un “conjunto de ideas, procesos y
estrategias, más o menos sistematizados, mediante los cuales se trata de
introducir y provocar cambios en las prácticas educativas vigentes”. La
innovación, además, va asociada al cambio y tiene un componente –
explícito u oculto – ideológico, cognitivo, ético y efectivo. En tanto que
cambio planificado, deliberado e intencionado, las propuestas de
innovación pedagógica surgen en contextos temporales y poseen una
− Las otras dos claves guardan relación con las TIC asociadas a la
producción de conocimiento y con programas de formación permanente.
Con el propósito de definir el término innovación y ubicar su campo de
aplicación y articulación en el contexto de mejora y cambio educativo,
resulta sugerente la tesis planteada por Hargreaves, (1999) respecto a
que las reformas deberían ser complementadas con políticas serias de
innovación.
Más aún, este autor señala que “Una reforma de arriba-abajo, sin una
innovación de abajo hacia arriba, no creará, las escuelas que
necesitamos para el mundo del mañana…” (Hargreaves, 1999:55),
aludiendo fundamentalmente a la necesaria participación de los
involucrados de manera directa en el cambio. Esta idea obliga a
preguntarnos sobre las predisposiciones, tanto estructurales como
actitudinales; las presiones y potencialidades para la innovación, así
como en los diversos significados que los actores del proceso otorgan a
este término.
Desde el punto de vista etimológico podemos hablar de innovación en el
sentido de la introducción de algo nuevo y diferente; aunque, este
significado, deja abierta la posibilidad de que ese "algo nuevo" sea o no,
motivo de una mejora; tan nuevo sería un método que facilita la
mejora de la comprensión lectora, como uno que la inhibe.
Como concepto, la innovación representa una gama de significados
variada que va desde referencias sustantivas –qué, por qué y para qué
innovar, hasta referencias de tipo procesal, cómo, condiciones,
mecanismos, etc. (Tejada, 1998).
Entre otras aportaciones sobre el término innovar destacaríamos:
1
NODE (Innovation for Growth) es el nombre de la empresa que dirige A. Flores.
Las personas creativas son aquellas que tienen la facilidad de hacer conexiones
entre ideas previamente no conectadas. El innovador es el que tiene la
habilidad de ver claramente un problema, combinado con el talento para
resolverlo. Esto explica porqué muchos innovadores eran o son personas
excéntricas o marginales, porque suelen ser personas que toman distancias de
los convencionalismos y aparecen como rebeldes, trasgresores o marginales. Lo
que pasa es que el desarrollo de nuevas ideas requiere hacer preguntas y
aproximaciones a los temas que la mayoría de las personas no van a entender
inicialmente, lo que produce el riesgo de ser condenados al aislamiento y a la
incomprensión de su carácter.
Las frases usuales que suelen asesinar ideas innovadores, usadas por personas
que se resisten a ellas por comodidad, no tomar riesgos, falta de iniciativa o
comprensión de sus alcances, son: eso ya lo tratamos antes, nunca hicimos algo
así antes, acá no hacemos las cosas así, eso nunca funciona, no hay
presupuesto para eso, no es un tema interesante, no tenemos tiempo para eso,
los ejecutivos no lo van a apoyar, está fuera de nuestro alcance, eso no va a
rendir suficiente dinero, eres más hábil con la boca cerrada.
#CONTENIDO
3
Adaptación del texto para el presente fascículo: Soledad Hamann. La información original en revisión forma
parte de diversos documentos producidos por las direcciones de Educación Inicial y Educación Primaria de la
DIGEBR.
4
Incluimos en la expresión “docentes” a los y las docentes de Inicial y Primaria, y a las promotoras educativas
de PRONOEI.
5
Información tomada del taller de sistematización de la propuesta de acompañamiento del Modelo de Atención
Educativa para la Primaria Multigrado con autoridades y especialistas de las DRE, UGEL, REL y OCED.
Huampaní, Lima, diciembre 2006.
6
Incluimos en la expresión “acompañante” a los acompañantes pedagógicos, coordinadores docentes de
PRONOEI y a los profesionales que desde otro cargo estén desarrollando acciones de acompañamiento
pedagógico en el marco del PELA.
7
En Eliud Zamorano Mendoza y Martín Daniel López. Apoyo a la Formación Docente, “El Acompañamiento
Pedagógico”, Propuesta de Trabajo. En http://lectura.dgme.sep.gob.mx/estados/acom-pedagogico.html
9
Adaptación del texto para el presente fascículo: Soledad Hamann. La información original en revisión forma parte de
diversos documentos producidos por las direcciones de Educación Inicial y Educación Primaria de la DIGEBR.
1) La visita en aula
Es una asesoría individualizada y continua al docente en aula, donde el
acompañante interactúa, a la vez, con los propios estudiantes.
Un acompañante pedagógico puede tener a su cargo entre 6 y 12 docentes,
según la accesibilidad de las instituciones educativas o programas que le toque
acompañar, y está bajo la supervisión del especialista del nivel correspondiente
de la DRE o UGEL.
Acompañar individualmente en aula es un medio eficaz para la asistencia
técnica, el soporte informativo y el intercambio de experiencias, según las
necesidades y ritmos de aprendizaje del docente visitado, propiciando una
reflexión pedagógica a partir de su propia práctica.
El acompañante, al contar con instrumentos apropiados para recoger
información precisa acerca de la eficacia de la intervención, identifica aspectos
y factores sobre los cuales deberá planificar, reajustar y retroalimentar, así
como identificar prácticas exitosas que se puedan replicar. Estos desempeños
se van recogiendo, visita a visita, para procesar y sistematizar la información e
ir viendo los avances y dificultades que permitan reorientar la intervención.
La experiencia demuestra que la visita en aula debe ser periódica y realizarse,
como mínimo, una vez al mes, aunque la frecuencia dependerá de las
necesidades, el plan de acompañamiento y las metas trazadas. Las visitas
duran toda una jornada, pero pueden prolongarse por dos días según las
necesidades y las distancias, considerándose cada día como una visita.
La visita en aula demanda al acompañante pedagógico establecer vínculos de
respeto y confianza con el docente que acompaña. La base del
acompañamiento es el diálogo entre ambos, es por ello que consideramos que
sea una misma persona quien acompañe a un mismo docente durante un año o
periodo determinado.
Las visitas de
acompañamiento en el aula
deben considerarse como parte
de un ciclo permanente en donde
cada visita toma en cuenta los
resultados de la anterior para
planificar la siguiente, a fin de
evidenciar los logros del
acompañamiento pedagógico en
cada docente o promotora
educativa comunitaria
acompañada.
5) Pasantías
Consiste en la observación directa de la actuación de un colega docente en un
aula con similares características a la de los docentes pasantes. La duración de
una pasantía puede variar de otra, dependiendo de las distancias, naturaleza y
programa de la pasantía. Lo más importante es cuidar que los estudiantes del
pasante queden bien atendidos durante la ausencia del titular. La estrategia
posibilita aprender a partir de la práctica e intercambio de experiencias de
docentes y promotoras educativas comunitarias, de distintos contextos de una
red, distrito, región o país, trabajando conjuntamente en un mismo propósito.
Los pasantes visitan el aula del colega elegido para observar y tomar nota de
cómo se aplican diversas estrategias y cómo se cuidan los distintos aspectos
pedagógicos en el aula. Al final de la jornada se reúnen para abordar
inquietudes, intercambiar percepciones y profundizar en los diferentes
conceptos y prácticas observadas.
Las pasantías se planifican con la debida anticipación por la UGEL en
coordinación con los acompañantes pedagógicos, quienes identificarán a los
Usuarios
Acompañantes pedagógicos, profesoras coordinadoras y docentes de
instituciones educativas de inicial y primaria, organizados en GIA, círculos de
autoaprendizaje u otras formas de organización que se encuentren en la zona.
Secuencia a seguir antes, durante y después de la actividad
Antes de la reunión o del microtaller
Selección de los contenidos del microtaller
• Analizar la problemática encontrada durante las visitas, así como a
los docentes de aula, profesoras coordinadoras y promotoras
educativas comunitarias, que le han sido asignadas y prioriza las
tareas.
• Seleccionar el contenido a desarrollar en el microtaller o reuniones
de interaprendizaje, en correspondencia al plan de
acompañamiento pedagógico y según las necesidades pedagógicas
más urgentes para el grupo de atención. Las otras temáticas o
contenidos serán identificados con los propios docentes de aula,
profesoras coordinadoras y promotoras educativas comunitarias.
• Identificar los contenidos de los microtalleres o reuniones de
interaprendizaje con cada grupo. La primera reunión con los
docentes de aula, profesoras coordinadoras y promotoras
educativas comunitarias debe permitir identificar los contenidos a
tratar, organizándose éstos de acuerdo a las prioridades que
presente como necesidad el grupo. También se pueden volver a
tocar temas vistos en los talleres pero que no fueron comprendidos
al cien por ciento por el grupo.
• Organizar y dar prioridad a los contenidos señalados por los
docentes, los cuales deben estar en correspondencia con los
desempeños que se espera logren el grupo durante el proceso de
acompañamiento y guardan coherencia con los objetivos de cada
reunión.
• Recopilar y elaborar los materiales y recursos a emplear en los
microtalleres o reuniones de inter aprendizaje.
• Los módulos de asistencia técnica para el acompañamiento
pedagógico.
Elaboración de las pistas y documentos de consulta por los
acompañantes
• Elabora las pistas o rutas a seguir según los contenidos previstos
para el microtaller o reunión de interaprendizaje, los cuales estarán
en correspondencia con las necesidades del grupo de atención, en
este caso, siendo las necesidades diversas, diversas también serán
las pistas y los documentos complementarios para la reunión.
• Formular el objetivo del microtaller o reunión de interaprendizaje y
elaborar las pistas, teniendo en cuenta la identificación de las
Hace unos años llevé a Bill Gates a Colombia y realizó una reunión con algunos
de los hombres más ricos del país, incluyendo a Julio Mario Santo Domingo. Ahí
le dijeron a Bill ‘si usted tuviese US$ 1.000 millones para invertir en Colombia,
¿en qué los invertiría?’. La respuesta de Bill fue muy simple: ‘no lo sé, díganme
ustedes. Claramente no apostaría a encontrar la vacuna contra el SIDA en
Colombia, pues hay cuatro o cinco países que ya están apostando a eso’. Esa
respuesta de Bill generó toda una discusión en Colombia: ¿cuál debe ser la
apuesta del país?
No, eso es sólo una pequeña parte. El tema de la educación es otro. Estamos
frente a una nueva generación con un spam de atención muy corto. Son niños
que no leen, o que leen de una manera absolutamente diferente, a saltos. Es
una generación totalmente digital. El desafío es cómo reformas los sistemas
pedagógicos para que ese tema esté realmente acorde con las necesidades del
siglo XXI. La educación casi no ha cambiado en cientos de años.
Pero nos hemos acercado mucho a Brasil. La nube hace irrelevante el debate
Linux vs Microsoft. Con Brasil nos hemos acercado mucho en la búsqueda de
soluciones educacionales para sus gobiernos locales. Con el gobierno central,
estamos en un proyecto fundamental: el de la gestión de la seguridad para las
Olimpiadas y el Mundial de Fútbol.
-Enorme desafío
-¿Por qué?
Exacto. Generalmente las agencias del Estado operan con bases de datos
separadas. La idea es conectarlas. La seguridad es uno de los temas en que
América Latina debe avanzar en materia de políticas públicas y ponerlas al día
con la tecnología. La educación es otro. El gobierno eficiente es otro. Pero en
general América Latina no está en ese diálogo.
http://www.americaeconomia.com/revista/america-latina-debe-tomar-
decisiones-fundamentales
#CONTENIDO
12
Tomado de: http://diariolaregion.com/web/2011/04/01/gran-reconocimiento-internacional-para-formabiap/
#CONTENIDO