Justicia Por Wright

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Justicia

Originalmente publicado en New Dictionary of Theology. David F. Wright, Sinclair B. Ferguson, J.I. Packer (eds), 359-361. IVP. Traducido y publicado en Espaol en Nuevo Diccionario de Teologa David F. Wright, Sinclair B. Ferguson, J.I. Packer (eds), 535-57. CBP, Traducido por Hiram Duffer. Publicado aqu con el permiso del autor. El significado bsico de justicia y sus palabras afines en la Biblia se deriva del hebreo sedeq, que generalmente se traduca en la LXX como dikaiosyne. As denota no tanto la idea abstracta de justicia o virtud, como de posicin recta y el consiguiente comportamiento recto dentro de la comunidad. En el idioma ingles se utilizan dos diferentes races para traducir este concepto: right, righteous y righteousness y just, justice, justify y justification. Sin embargo, en el hebreo y el griego, igual que el castellano, todas estas ideas van juntas lingstica y teolgicamente. En el AT (sobre el cual se basa la idea del NT) dos esferas de pensamiento dan forma a la idea: 1. El trasfondo de la corte judicial da a justicia la idea de posicin de una persona en relacin de la decisin de la corte. En la corte hebrea no haba fiscales: todos los casos tenan que ser presentados por un demandante en contra de un acusado o demandado. La justicia es la posicin que resulta para cualquiera de las dos partes, si la corte falla en su favor. Ya que la norma para el juicio es la ley* del pacto* de Dios, justicia puede adquirir el sentido de comportamiento en conformidad con los requisitos del pacto, ocasionando la posibilidad de que una posicin recta en relacin con el pacto observarse en la conducta ordinaria. Adems, el juez, o el rey, tiene que conformarse a una interpretacin diferente de la justicia: tiene que juzgar los casos imparcialmente, i.e. debe de ser fiel a la ley y/o el pacto, debe de condenar el mal, mostrarse imparcial y sostener la causa del indefenso. Este significado complejo explica los casos ocasionales cuando la Septuaginta utiliza dikaiosyne para traducir no sedeq y sus palabras afines sino otras races tales como hesed (gracia, misericordia del pacto), mispat (juicio, justicia), etc. 2. El trasfondo del pacto se identifica como el del tribunal: eso se debe en parte al hecho de que la ley (Torah) es la carta del pacto. Aunque a veces se ve a Dios mismo como el adversario de Israel respecto a la ley, el cuadro que se encuentra mas frecuentemente es el de Dios como juez o rey, siendo Israel o el demandante (abogando por su causa en contra de sus enemigos) o el demandado (enjuiciado por no guardar el pacto). Luego se invoca la justicia de Dios como la razn por la que se puede esperar que libere a su pueblo: esta comprometido por el pacto a hacerlo. Cuando parece que esto fue puesto en tela de duda (en el exilio, y posteriormente en la revuelta macabea y la cada de Jerusaln en 70 d. De J.C.), los escritores de esos tiempos responden que Dios es justo al juzgar a su pueblo pecaminoso; que es justo al esperar antes de juzgar a sus enemigos, concediendo tiempo para arrepentimiento; y que se mostrara justo al restaurar el destino de su pueblo, al renovar el pacto (Dan. 9; Esd. 9; etc.). Se puede considerar al libro de Job como una escena larga de un tribunal donde Job aboga por su justicia, imaginndose que Dios es su adversario, solo para descubrir que a Dios no se le puede poner a juicio: los primeros dos captulos revelan a Satans (ver Diablo*) como el verdadero fiscal y a los consoladores de Job como sus ayudantes involuntarios. Estos trasfondos (tribunal y pacto) se combinan para producir la teologa del pacto desarrollada que sirve de base al judasmo en el tiempo de Jess. Tener justicia

significaba pertenecer al pacto, cuya norma de conducta era la Tora, y cuya esperanza era que Dios, de acuerdo con su propia justicia, actuara en la historia para vindicar, o justificar, a su pueblo (i.e. demostrar que en realidad era su pueblo) salvndolos de sus enemigos. Estos significados se reflejan especialmente en Mateo, donde justicia es un termino breve tanto para el plan salvador de Dios (Mat. 3:15) como para las obligaciones del pacto de su pueblo (5:20; 6:1), y Lucas, que hace nfasis en la posicin justa de muchos de los principales actores del drama (Luc. 1:6; 2:25; 23:50; Hech. 10:22). A veces se le llama a Jess mismo el justo, en virtud de ser el que ha sido designado por Dios como su verdadero socio del pacto (v. Gr. Hech. 3:14; 7:52; 22:14; Stg. 5:6). La creencia juda de que Dios juzgara al mundo con justicia se repite muchas veces en el NT, v.gr. 2 Tesalonicenses 1:5, 6; Romanos 2:1-16; Hebreos 12:23. Pero la elaboracin ms completa se encuentra en los escritos de Pablo, especialmente su exposicin en Romanos de la justicia de Dios. Pablo comprenda que el problema judo con la justicia de Dios (si el creador del mundo es el Dios del pacto de Israel, por qu esta oprimido Israel todava?) se haba contestado de una manera nueva y notable con la muerte y resurreccin de Jesucristo. De hecho, la contestacin haba requerido una nueva exposicin de la pregunta, demostrando como lo hizo la pecaminosidad universal de los judos al igual que los paganos. Pablo declara que el evangelio comprueba que Dios esta en lo justo a pesar de las apariencias: ha guardado el pacto con Abraham, ha tratado apropiadamente con el pecado, ha obrado y obrara sin parcialidad, y sostiene a todos aquellos que se arroja, impotentes, sobre su misericordia (Rom. 1:16, 17; 2:1-16; 3:21-4:25). En otras palabras, Dios ha mostrado justicia en el sentido apropiado para el juez y el Seor del pacto. De esa manera puede anticipar el veredicto del ultimo da (Rom. 2:1-16) y declarar en el presente (Rom. 3:21-26) que todos los que creen el evangelio ya estn adentro de la comunidad del pacto (ver justificacin*). El concepto de que la justicia de Dios se refiere a una justicia que Dios da, otorga, o reconoce en los seres humanos se inicio con Agustn, pero ha ganado fuerza (en trminos del desarrollo de la teologa moderna) de la reaccin de Lutero en contra de una iustia distributiva. El termino iustia, como se encuentra en la Vulgata latina, se hecho haba inclinado la interpretacin de textos tales como Romanos 1:17 en la direccin (falsa) de una justicia meramente distributiva, en la que Dios sencillamente premia la virtud y castiga el vicio. La alternativa de Lutero, por fructfera que haya sido para abrir nuevos mundos de teologa para el, en algunas maneras fue igualmente engaosa, porque distraa la atencin de la nocin bblica de la fidelidad de Dios en relacin con el pacto y en su lugar puso mayor nfasis sobre la posicin del ser humano. En el periodo despus de Lutero, la teologa protestante mayormente volvi a la nocin de la justicia distributiva de Dios: dado que Dios es justo, de hecho debe premiar la virtud y castigar el vicio, y esa satisfaccin de la justicia divina se cumplo en Cristo. De acuerdo con el NT, en verdad el pueblo de Dios tiene justicia. Estrictamente hablando, no es la justicia propia de Dios (aunque c.f. 2 Cor. 5:21), sino la que le es propia a la persona en cuyo favor ha fallado el tribunal; dentro del contexto del pacto, es la posicin recta de un miembro del pueblo de Dios. As que justicia viene a significar mas o menos, ser miembros en el pacto, con toas la alusiones de conducta apropiada (v.gr. Fil. 1:11). La terminologa desempea un papel central en el debate que Pablo libra con los que trataron de conservar la comunidad del pacto dentro de los limites del judasmo fsico: ellos, dice Pablo, son ignorantes de la justicia de Dios (i.e. de lo que Dios esta logrando justamente, de cmo esa cumpliendo su pacto) y esta tratando de establecer una justicia propia (i.e. ser miembros en el pacto solamente

para los judos), mientras en el plan de Dios, Cristo ofrece ser miembros en el pacto a todos los que creen en el evangelio (Rom. 10:3, 4). (Ver, adems, Pablo.*) De manera que las principales discusiones bblicas de la justicia tienen que ver mayormente de la justicia con ser miembros en el pacto y la conducta apropiada a esa condicin. Sin embargo, ya que estos pasajes dependen de una teologa en la que Dios es creador y juez de toda la tierra, y en la que el pueblo de Dios ha de reflejar el carcter de Dios mismo, no es ilegitimo extrapolar de ellos a la justicia que Dios desea, y destina, para su mundo. La iglesia ha de ser no solamente un ejemplo de la nueva humanidad que Dios se propone, sino el medio por el cual el plan final, incluyendo el establecimiento de justicia mundial, ha de llevarse a cabo. La falta de nfasis aqu en los escritos teolgicos mas antiguos, debido a veces a un individualismo y oras a una ruptura dualista entre la iglesia y el mundo, ha conducido a una reaccin (v.gr. en alguna teologia de la liberacin*), en que la justicia como una virtud abstracta se ha elevado de una manera no bblica (v.gr. a expensas de la misericordia). Esto no debe impedir que un concepto ortodoxo equilibrado de justicia mundial recupere, y retenga, su lugar en la enseanza y la practica de la iglesia.

Bibliografa Sobre justicia: P. Marshall, Thine is the Kingdom: A Biblical Perspective on Government and Politics Today (Basinsgtoke, 1984); R. J. Mouw, Politics and the Biblical Drama (Grand Rapids, MI, 1983); N. Wolterstorff, Until Justice and Peace Embrace (Grand Rapids, MI, 1984); J. H. Yoder, The Politics of Jesus (Grand Rapids, MI, 1972). Sobre rectitud, ver bajo Justificacin. N. T. W.

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