Analsisi Otero

Actividad 3.
Direcciones poticas de la modernidad.

Hermelina Acevedo.
Anlisis del proceso que se lleva a cabo en la obra de Blas de Otero a partir del
estudio comparativo de dos poemas: Estos sonetos y Fidelidad
La poesa de Blas de Otero, quien es uno de los poetas lricos ms relevantes

en el panorama de la poesa contempornea, contiene una capacidad idiomtica
condensadora, estrujadora de materia, superior, quiz a la de casi todos sus coetneos
(Dmaso, 1965) y puede ser comparada a partir del anlisis de su proceso de creacin
en el cual se puede ubicar su poesa existencial que abarca el perodo vital y creativo
que se extiende desde 1944 hasta 1955 (Ascunce, 1990: 58) en el cual se dice que es
la etapa biogrfica que ha sido de- nominada como bsqueda de una fe y afirmacin
de una vocacin (Ascunce, 1990: 58).
Es importante destacar como el poeta transmuta de un estado de tranquilidad
frente a sus concepciones religiosas a uno en que hay una angustia y muchas dudas
sobre su fe, la muerte, el dilogo con Dios y en general, el mundo de sus creencias. Se
dice que,
Es una etapa difcil, tumultuosa y crtica. Su confortable permanencia en el mundo
espiritual de la fe y de las creencias se desquebraja definitivamente. El dilogo con el Ser
Supremo se interrumpe, entrando en una noche oscura del alma larga y dolorosa, donde
no se vislumbra salida posible ni se encuentra solucin viable. El poeta en medio del
mayor de los desamparos vive agnicamente la angustia de ser una nada destinada a la
otra nada de la muerte. (Ascunce, 1990: 59).
Su obra ngel fieramente humano (Madrid-1950) est estructurado en 34

poemas, 18 sonetos y 16 poemas libres o semilibres (Ascunce, 1990: 61), es los cuales
maneja una estructura que contienen la introduccin el desarrollo y una conclusin
para mostrar las ideas de lo eterno () la bsqueda humana frente a su desarraigo
y soledad (Ascunce, 1990: 61).
Otero avoca reiteradamente a la muerte y concibe que,
el hombre como realidad existencial est abocado a la muerte. De esta manera, la
existencia humana se convierte en un instante de angustia entre dos nadas de muerte y
silencio. El poeta es reiterativo en sus planteamientos: Pero la muerte, desde dentro, ve./
Pero la muerte, desde dentro, vela. /Pero la muerte, desde dentro, mata. (Ascunce,
1990: 67)
Actividad 3.
Hermelina Acevedo.
Una muerte que siempre est presente en la vida humana y para lo cual el
hombre dice que para todo hay remedio, menos para la muerte.
Los estudiosos de la obra oteriana sostienen que la poesa existencial se

concreta en tres grandes obras: ngel fieramente humano, Redoble de conciencia y
Ancia (Ascunce, 1990: 59), donde puede palparse la evolucin vivida por el poeta
con relacin a los planteamientos significativos (Ascunce, 1990:59) y donde
presenta las ideas de el hombre como ser destinado a la muerte en un contexto-mundo
de desolacin y ruinas busca su posible salvacin en el amor y en la poesa, (Ascunce,
1990: 59). Es aqu donde se ve al hombre real frente al hombre poeta que busca la
salvacin a travs de su obra, idea que puede leerse cuando se dice que desde sus
primeros versos, la desolacin dominaba la poesa de Otero, aquella "voz de lo negro"
que apareca en ngel fieramente humano (Schneider, 1960:2) y que puede
apreciarse en Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte / al borde del abismo estoy
clamando a Dios. /Y su silencio, retumbando, /ahoga mi voz en el vaco inerte,
pareciera que como Unamuno, Otero sintiera deseo de la presencia de Dios o lo
cuestiona.
Desde ngel fieramente humano () se constata un continuismo evolutivo

(Ascunce, 1990: 60) en el que hay un fuerte sentimiento de angustia y desesperanza
traducido en palabras como Alzo la mano, y t me la cercenas /Abro los ojos: me los
sajas vivos. /Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas / y que a Otero le ha valido el
calificativo de poeta de la condicin humana y de su desamparo la lectura de la obra
de Otero () viendo en qu medida est presente lo humano y cmo definirlo en la
obra oteriana. Me centrar en () ngel fieramente humano (1950) (410).
Ahora bien, cabe destacar que de Otero se dice que su obra presenta la doble
vertiente oteriana, la tensin entre la aspiracin casi mstica y la realidad humana
(Terrasson, 2011: 411) y muestra a un creador torturado en cuanto a la cuestin
religiosa y la existencia de Dios (Terrasson, 2011: 411): Esto es ser hombre: horror a
manos llenas. /Ser y no ser eternos, fugitivos. /ngel con grandes alas de cadenas!
Actividad 3.
Hermelina Acevedo.
Sin embargo para el poeta no todo ha de ser ruina y vaco. No todo
desescombro ni deshielo. Encima de este hombro llevo el cielo, /y encima de ese otro,
un ancho ro de entusiasmo. /Y, en medio, el cuerpo mo, rbol de luz gritando desde
el suelo. /Y, entre raz mortal, fronda de anhelo, mi corazn en pie, rayo sombro
(Ascunce, 1990: 69).
El poeta en su evolucin lrica le canta al hombre, lo convierte en una nueva
esperanza centrada en la tierra y no en el concepto del cielo, de lo divino y es tambin
un grito orgulloso ante la conciencia de ser y sentirse hombre, nada ms que hombre.
Definitivamente, cantar para el hombre. /Algn da despus, alguna noche, me
oirn. /Hoy van vamos sin rumbo, sordos de sed, famlicos de oscuro (Ascunce,
1990: 77).
Esa metamorfosis es marcada por el sentido de la bsqueda de la humanizacin

que lo lleva a decir Ando buscando un verso que supiese/ parar a un hombre en medio
de la calle, (Ascunce, 1990: 77).
Luego evoluciona a una poesa social que,
abarca un perodo vital y creativo de unos diez aos, de 1955 a 1964, aunque sus
ramificaciones se enrazan en sus primeros escritos y se fijan hasta sus ltimos poemas.
Desde ngel fieramente humano, donde ya intuye el principio de la inmensa mayora,
hasta sus ltimos escritos (Ascunce, 1990: 82)
En esta poesa le da la palabra al ser humano, diciendo, Escribo/ en defensa del

reino/ del hombre y su justicia. Pido/ la paz/ y la palabra. He dicho/ silencio,/ sombra,/
vaco etctera./
Actividad 3.
Hermelina Acevedo.
Bibliografa
-Carratal Teruel, F. La obra potica de Blas de Otero.
-Gurruchaga, L. M. (1998). Blas de Otero y la censura espaola desde 1949 hasta la
transicin poltica. Primera parte: de ngel fieramente humano a en castellano. Revista
de Literatura, 60.
-Schneider, L. M. (1960). Monterroso: humor y verdad. Revista de la Universidad de
Mxico, 29-30.
-Terrasson, C. (2011). Blas de Otero:<< Poeta de la condicin humana y de su
desamparo>>?. Cauce: Revista de filologa y su didctica, (34), 407-426.
-http://www.poemas-del-alma.com/blas-de-otero-hombre.htm#ixzz49OPOcQaa

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