Formato Amparo Auto de Vinculacion y Prision Preventiva

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POLANCO & ASOCIADOS, DOMICILIO GUATEMALA NUMERO 10, DESPACHO 210, COLONIA CENTRO

DELEGACIÓN CUAHUTEMOC, CIUDAD DE MÉXICO, TELEFONOS 55-21- 49 -21 55-21-31-45

QUEJOSO: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX.

JUEZ DE DISTRITO EN TURNO,


CON RESIDENCIA EN NAUCALPAN ESTADO DE MÉXICO.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, por mi propio derecho; señalando como


domicilio de mis representes procesales para oír y recibir toda clase de notificaciones,
documentos y valores el ubicado en
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
XXXXXXXXXXXXXXX; autorizando en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo, a los
Licenciados y pasante en Derecho: ELÍAS POLANCO BRAGA con número de registro electrónico
83714, JOSÉ GREGORIO VÁZQUEZ PÉREZ, con número de cedula profesional: 4389781 y
registro electrónico: 110464 y ADRIAN POLANCO POLANCO, con número de cedula profesional
5275027 y registro electrónico: 110460, quienes quedaran facultadas para interponer los recursos
que procedan, ofrecer e intervenir en el desahogo de pruebas, intervenir en la diligenciación de
exhortos, alegar en las audiencias, pedir se dicte sentencia para evitar la consumación del termino
de caducidad por inactividad procesal y realizar cualquier acto que resulte ser necesario para la
defensa de los derechos del autorizante, asimismo autorizo y las pasantes en derecho EDWIN
ANDRES SORIA ORTIZ y RODOLFO BRIBIESCA GARCIA, en términos de la parte in fine
del citado numeral, autorizando a dichas personas a que se imponga de autos mediante el
empleo de medios electrónicos como lo son las cámaras fotográficas, ante Usted con el debido
respeto comparezco a exponer:

Por medio del presente escrito y con fundamento en lo dispuesto por los artículos 103 y 107
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los artículos 1, 2, 107, 108 y demás
relativos, aplicables de la Ley de Amparo, vengo a demandar El AMPARO Y PROTECCIÓN DE
LA JUSTICIA FEDERAL, en contra de los actos y autoridades que en el capítulo correspondiente
señalaré:

Para efectos de lo dispuesto por el Artículo 108 de la Ley de Amparo, al efecto manifiesto:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO: El que ha quedado debidamente


descritos al inicio del presente escrito.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO PERJUDICADO:

A) XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

B) XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

C) AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DE INVESTIGACIÓN


ADSCRITO A LA AGENCIA DEL MINISTERIO PUBLICO DE SAN AGUSTIN
EN ECATEPEC, ESTADO DE MÉXICO.

III.- AUTORIDADES RESPONSABLES:

COMO ORDENADORAS:

JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE


MÉXICO.
COMO EJECUTORAS:

El Director del Centro de Prevención y Readaptación Social del Distrito Judicial de Ecatepec
de Morelos, Estado de México.

IV.- ACTO RECLAMADO:


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A) DE LA AUTORIDAD ORDENADORA RECLAMO:

a. LA RESOLUCIÓN CONSISTENTE EN LA ILEGAL MEDIDA CAUTELAR


DECRETADA EN MI CONTRA CONSISTENTE EN LA PRISIÓN PREVENTIVA
OFICIOSA EMITIDA CON FECHA 29 DE DICIEMBRE DE 2017, DENTRO DE
LA CARPETA ADMINISTRATIVA XXXX.

b. AUTO DE VINCULACION A PROCESO DICTADO CON FECHA 03 DE ENERO


DE 2018, DENTRO DE LA CARPETA ADMINISTRATIVA XXXX..

B) DE LA AUTORIDAD EJECUTORA RECLAMO, EL CUMPLIMIENTO DE LA


ILEGAL PRISIÓN PREVENTIVA OFICIOSA.

MANIFESTO, “BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD” QUE LOS HECHOS O


ABSTENCIONES QUE EN ADELANTE SE MENCIONEN CONSTITUYEN LOS
ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO Y LOS FUNDAMENTOS DE LOS CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN.

ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO

1.- Con fecha 27 de diciembre del año 2017, fui detenido de manera ilegal por policías que
me presentaron ante el AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DE INVESTIGACIÓN
ADSCRITO A LA AGENCIA DEL MINISTERIO PUBLICO DE SAN AGUSTIN EN ECATEPEC,
ESTADO DE MÉXICO.

2.- El día 29 de diciembre de 2017, se celebró audiencia de imputación celebrada en la


carpeta administrativa número: XXXX, en la cual el Ministerio Público, me realizó la imputación
respecto de mi participación en el delito de robo con violencia en transporte público en agravio de
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, así mismo, solicito como
medida cautelar la prisión preventiva para el suscrito.

3.-En la misma audiencia, mi abogado defensor se opuso a dicha solicitud alegando diversas
circunstancias.

4.- En el acto procedimental de referencia el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL


DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, DECRETÓ LA ILEGAL MEDIDA CAUTELAR
IMPUESTA EN MI CONTRA CONSISTENTE EN LA PRISIÓN PREVENTIVA OFICIOSA.

5.- Con fecha 3 de Enero de 2018, en continuación de audiencia inicial el JUEZ DE CONTROL
DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, tuvo a bien dictar
AUTO DE VINCULACION A PROCESO EN CONTRA DEL SUSCRITO.

V.- PRECEPTOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS.

Fueron violados en perjuicio del suscrito los derechos humanos consagrados:

A. En los artículos 1, 14, 16, 19, 20 y 133 de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos.

B. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala en su


artículo 9(3).

C. Los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas


Privadas de Libertad en las Américas, en su principio III.2.

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D. Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas


Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión, en su principio 39.

E. El punto 6.1, 6.1 y 6.3 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas
sobre las medidas no privativas de la libertad (Reglas de Tokio).

F. Artículos 1, 2, 7.1, 7.3, 7.5, 8.2 21 de la Convención Americana de


Derechos Humanos.

Cuestiones Previas.

a. LA PRISIÓN PREVENTIVA OFICIOSA EMITIDA CON FECHA 29 DE


DICIEMBRE DE 2017, DENTRO DE LA CARPETA ADMINISTRATIVA XXXX.
b. AUTO DE VINCULACION A PROCESO DICTADO CON FECHA 03
DE ENERO DE 2018, DENTRO DE LA CARPETA ADMINISTRATIVA XXXX.

MATERIA: Control de Convencionalidad.

TEMA PRINCIPAL:

a) La autoridad responsable no realiza un control de convencionalidad respecto de Prisión Preventiva


Oficiosa ya que es contraria a los pactos internacionales suscritos por México.

b) Existencia de violación a mi garantía de segundo orden consistente en el debido proceso.

c) Violación a mi derecho fundamental de que sea presumida en todo momento mi inocencia.

DATOS DE LA IMPUGNACIÓN

TEMA DE LA IMPUGNACIÓN: La figura de la prisión preventiva oficiosa es contraria a El Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala en su artículo 9(3); Los Principios y Buenas
Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, en su principio
III.2.; Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier
Forma de Detención o Prisión, en su principio 39; El punto 6.1, 6.2 y 6.3 de las Reglas Mínimas de
las Naciones Unidas sobre las medidas no privativas de la libertad (Reglas de Tokio); Artículos 7.1,
7.3, 7.5 y 8.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos, ya que violenta los derechos
fundamentales de presunción de inocencia y libertad personal del hoy quejoso.

PROBLEMAS:

Violación de fondo: A) Hechos: A.a) Calificación

B)Derecho: B.b)Interpretación.

PRETENSIÓN: Sustitución de la medida cautelar dictada en mi contra.

SÍNTESIS DE LAS RAZONES: La resolución dictada por el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO
JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO interpreta de manera inadecuada que las
circunstancias que motivaron la imposición de la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, además
que considera que no es necesario realizar un control de convencionalidad respecto de la figura de la prisión
preventiva oficiosa, lo cual constituye una violación a los artículos 1, 14, 16, 20 y 133 de la Constitución
Federal, lo cual se traduce en violación directa de los derechos fundamentales de certeza,
presunción de inocencia y seguridad jurídica, así como a la garantía del debido proceso.

CRITERIOS JURISPRUDENCIALES APLICABLES:

NACIONALES

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“Época: Décima Época Registro: 2002264 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:
Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Libro XV, Diciembre de
2012, Tomo 1 Materia(s): Común Tesis: 1a./J. 18/2012 (10a.) Página: 420 CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD Y DE CONVENCIONALIDAD (REFORMA CONSTITUCIONAL DE 10 DE
JUNIO DE 2011).

“Época: Décima Época Registro: 2006225 Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación Publicación: viernes 25 de abril de 2014 09:32 h
Materia(s): (Común) Tesis: P./J. 21/2014 (10a.) JURISPRUDENCIA EMITIDA POR LA CORTE
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. ES VINCULANTE PARA LOS JUECES MEXICANOS
SIEMPRE QUE SEA MÁS FAVORABLE A LA PERSONA.

INTERNACIONALES

Caso Palamara Iribarne, párrs. 196 a 214.

Caso J. v.s. Peru

VII.- CONCEPTOS DE VIOLACIÓN.

PRIMERO.- Respecto del auto de vinculación a proceso de fecha 3 de enero de 2018,


pronunciado por la autoridad responsable (juez de control), éste es violatorio del principio de
presunción de inocencia, tutelado en el artículo 20, apartado B, fracción I, constitucional,
toda vez que la autoridad responsable, apartándose del precepto en cita, le revierte
ilegalmente la carga probatoria a mi patrocinado, pretendiendo que éste ofertara datos de
prueba para demostrar su inocencia, pese a que el ahora imputado se apegó a su derecho
de guardar silencio y, que conforme al artículo 20, apartado A, fracciones V y X, de la
Constitución Federal, la carga probatoria le corresponde a la parte acusadora (Ministerio
Público), aun cuando el imputado guarde silencio y, consecuentemente, carezca de respaldo
probatorio pleno.

Más aún, la autoridad responsable, también soslaya en mi perjuicio, los principios de


convicción de culpabilidad y el objeto del proceso o esclarecimiento de los hechos, previstos
respectivamente, en el artículo 20, apartado A, fracciones V, VIII y I, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, aplicables al auto de vinculación a proceso, atento
a la fracción X del ordinal constitucional en comento.

Ya que si bien, el ordinal 19 constitucional, en concordancia con los dispositivos 316, 317
y 261 del Código Nacional de Procedimientos Penales, signan, entre otros requisitos para la
emisión de la resolución de vinculación que se controvierte, que existan datos de prueba
(indicios razonables) que establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señala como
delito y que exista la probabilidad que el imputado lo cometió o participó en su comisión,
también lo es, que del sumario que nos ocupa, es inconcuso que, se colige que la autoridad
responsable (juez de control), pronunció su resolución vinculativa a proceso, apoyándose en
meras conjeturas sustentadas en la creencia, suposición, presentimiento o suspicacia de la
comisión del hecho injusto que se investiga, empero, sin fundamentarse en dato de prueba
alguno de cargo válido (indicio razonado), conculcando en perjuicio de mi representado el
principio de presunción de inocencia, lo que le irroga agravio.

Máxime que, es obligación del órgano jurisdiccional, apreciar los datos de prueba "más
allá de toda duda razonable", lo que implica que la culpabilidad ha rebasado el grado de
probabilidad que, en su momento, pudo construirse con una sospecha razonada, lo que en
el caso concreto no acaeció, atento a que de los datos de prueba de cargo aportados por la
fiscalía, no se acreditó el injusto penal en estudio (robo agravado, previsto en el ordinal 289
fracción II y artículo 290 fracción XVIII del Código Penal Para el Estado de México), esto es,
nunca se acreditó indiciaria y razonadamente los elementos objetivos, subjetivos y normativos
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del delito agravado en comento, concretamente, el apoderamiento de los muebles (celulares),


cometido en medios de transporte público de pasajeros y utilizando en su ejecución la
violencia, pues contrario a la inferencia falaz por parte de la autoridad responsable, en el
sentido que sí se acreditaron los elementos del tipo penal referido, cabe precisar que no
existe indicio razonado que justifique que haya realizado el desapoderamiento de los celulares
(objeto material), al no existir imputación alguna que así lo refiera; que éste haya realizado
dicha conducta a bordo de un transporte público de pasajeros, al no existir dato de prueba
alguna que corroboré la existencia del transporte público mencionado ni mucho
menos que los supuestos pasivos del delito hayan estado a bordo del mismo ni tampoco que
los sujetos activos del delito hayan estado a bordo de dicho transporte; ni se acreditó,
razonadamente que en el supuesto sin conceder, en la ejecución del ilícito en cita, se haya
empleado la violencia aludida. Cuestiones que al no valorar adecuadamente la autoridad
responsable y constituyen una violación a mis derechos humanos.

Aunado a que contrario a lo estimado falazmente por el juez de control, de las pruebas
de descargo ofertadas por la defensa de los hoy imputados, se colige que fui detenido en
lugar diverso; a más que la supuesta arma que se utilizó para perpetración del ilícito carecía
de fragmento dactilar alguno, que implique que los supuestos sujetos activos del delito
realizaron el injusto que se les atribuye. Dando lugar a una duda razonable respecto de la
comisión del injusto en cita, debiéndose revocar el auto de vinculación que se controvierte.

En esta tesitura, me causa agravio y viola en su perjuicio el principio de presunción de


inocencia; SOLICITANDO A SU SEÑORÍA, SE REALICE Y APLIQUE UN CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD, el razonamiento falaz de la autoridad
responsable, en el sentido que, fundándose en el tratadista Porte Petit y en el criterio de
nuestro máximo Tribunal, el robo que nos ocupa, se acreditó al encontrárseles a los sujetos
activos del delito, los celulares. Razonamiento que irrumpe el principio de presunción de
inocencia y revierte la carga probatoria al imputado, AUNADO QUE DE LOS DATOS DE
PRUEBA SE DESPRENDE QUE A MI NO SE ME ENCONTRO NINGUN CELULAR, SI NO COMO
LO MANIFIESTAN LOS PRIMEROS RESPONDIENTES LOS OBJETOS ROBADOS FUERON
ENCONTRADOS A DIVERSO IMPUTADO, la indebida apreciación de los datos de prueba viola
en mi perjuicio el principios de convicción de culpabilidad y el objeto del proceso (el
esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente); máxime que, en el particular a mí no se
me detiene poseyendo celular alguno. Lo que al no valorar adecuadamente la autoridad
responsable, es inconcuso que viola mis garantías.

SEGUNDO.- INADECUADA INTERPRETACION DE LAS CONDICIONES BAJO LAS


CUALES SE DECRETÓ LA MEDIDA CAUTELAS DE PRISIÓN PREVENTIVA OFICIOSA. La
resolución emitida por el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS,
ESTADO DE MÉXICO, mediante la cual determina que procedente emitir la medida provisional
consistente en la prisión preventiva dictada en la carpeta administrativa XXXX.

Para ello el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS,


ESTADO DE MÉXICO, realiza una interpretación del artículo 161 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, concluyendo que las condiciones que sirvieron como base para la
imposición de la prisión preventiva oficiosa, señalando que las condiciones son las siguientes:

A) Al desplegar la conducta delictiva se empleó un cuchillo.


B) Se amagó al denunciante con el fin de vencer su resistencia.
C) Se apodero indebidamente de sus pertenencias.

Dicha interpretación de la norma determinación violenta en mi perjuicio el artículo 161 del


Código Nacional de Procedimientos Penales, esto es porque las condiciones que señala la
autoridad responsable son las condiciones de punibilidad del hecho investigado, misma que son
distintas de las que sirven como base para imponer la prisión preventiva.

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En primer lugar debemos definir qué se entiende por las condiciones que justificaron la
medida cautelar: son las circunstancias comprobables que sirven de apoyo para el dictado de una
prisión preventiva, y contrario a lo que establece la autoridad responsable no se limitan al
desplegar una conducta presuntamente delictiva con el uso de un cuchillo, el amagó al
denunciante con el fin de vencer su resistencia y el apoderamiento indebido de sus
pertenencias, ya que estos son elementos que deberán ser estudiados en sentencia definitiva
cuando se analice la tipicidad de la conducta que se me imputa y no para imponerme una medida
cautelar.

Podemos indicar que las condiciones objetivas que justifican una prisión preventiva son de
acuerdo con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas
de la Libertad (conocidas también como Reglas de Tokio), las cuales fueron adoptadas
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 45/110, de 14 de
diciembre de 1990, establecen literalmente lo siguiente:

Artículo 6o.

[…]. 6.1 En el procedimiento penal sólo se recurrirá a la prisión preventiva como


último recurso, teniendo debidamente en cuenta la investigación del supuesto
delito y la protección de la sociedad y de la víctima.

Es decir de conformidad con el artículo 6.1 de las las Reglas Mínimas de las Naciones
Unidas sobre las Medidas no Privativas de la Libertad, que son de aplicación obligatoria en
virtud del bloque de convencionalidad de nuestro país, las condiciones para que se pueda dictar
una prisión preventiva son:

a) La investigación del supuesto delito.


b) La protección de la sociedad.
c) La protección de la víctima.

Es claro que el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS,


ESTADO DE MÉXICO no observa 6.1 de las las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre
las Medidas no Privativas de la Libertad, ya que interpreta indebidamente el marco normativo
nacional e internacional, siendo totalmente omiso en establecer que es procedente imponer una
prisión preventiva oficiosa limitándose a indicar que existe el arma, la comisión del
desapoderamiento, cuestiones que como se ha dicho son motivo de debate en juicio oral y en
su caso serán determinadas en sentencia, por lo cual tales circunstancias NO SON CONDICIONES
OBJETIVAS PARA QUE SE DECRETE O NO UNA PRISION PREVENTIVA, por lo cual la manifestación
del JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO
en ese sentido es violatoria del articulo 20 apartado B fracción I, consistente en la
presunción de inocencia que tengo a mi favor, ya que se considera que en los hechos
investigados con la sola imputación que realiza el Ministerio Público, ya que como la propia
responsable reconoce LOS POLICIAS PRESENTANTES NO LES CONSTAN LOS HECHOS
INVESTIGADOS.

La autoridad responsable consideró que se está en presencia de una medida cautelar


tasada la cual no necesita motivarse, con lo cual existe una clara violación de mis derechos
humanos ya que nuestra Constitución federal indica que todo acto de autoridad debe estar fundado
y motivado además que dicha afirmación es contraria al principio acusatorio que rige el
procedimiento penal mexicano tal y como lo mandata el artículo 20 de la Constitución Federal.

Resulta indebido que el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE


MORELOS, ESTADO DE MÉXICO considere que las condiciones en las que dicto la medida cautelar
sean el uso de un cuchillo y el apoderamiento de un objeto, ya que dichas condiciones NO
cambiarán, hasta el dictado de una sentencia definitiva, ya que tales circunstancias son el objeto

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del debate de JUICIO ORAL, y de ningún modo son las condiciones para el dictado de la prisión
preventiva.

Tal argumento hecho por el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE
MORELOS, ESTADO DE MÉXICO es errónea y violatoria de mi derecho humano a la revisión de la
prisión preventiva tal y como lo establece el 6.3 de las Reglas Mínimas de las Naciones
Unidas sobre las Medidas no Privativas de la Libertad, porque si se toman esas condiciones,
las mismas no cambiaran nunca, por lo cual no existe una revisión de dicha prisión preventiva.

Por otro lado de constancias de autos QUE NO SON VALORADAS POS AMBAS AUTORIDADES
RESPONSABLES, se desprende que las condiciones objetivas que existían al momento de
decretarse la prisión preventiva en mi contra fueron las siguientes:

Elementos todos ellos relacionados con La investigación del supuesto delito:

 Existe imputación por el Ministerio Público por el delito de ROBO CON


MODIFICATIVA (AGRAVANTE DE HABERSE COMETIDO CON VIOLENCIA) EN
TRASPORTE PUBLICO, ilícito previsto y sancionado por los artículos 287, 289
fracción I, 290 fracción I inciso a), en relación con los artículos 6, 7, 8 fracciones I y
III y 11 fracción I inciso c del Código Penal vigente en la entidad.

 Al momento de dictarse la medida cautelar la etapa de investigación inicial.

 No se tenía conocimiento respecto de los antecedentes del imputado sobre


anteriores ingresos.

 Existen elementos para cuantificar la reparación del daño respecto de la


víctima.

 Existían datos respecto el modo de vida del imputado.

 Existían elementos que permitieran determinar el arraigo del imputado, como


expresamente lo manifiesta el Juzgador.

Por cuanto hace a la protección de la sociedad.

 No existían elementos que supongan peligro para la protección de la


sociedad, y los mismos no pueden presumirse como lo hacen la autoridad
responsable porque violenta la garantía de presunción de inocencia que tengo a mi
favor.

Por cuanto hace a la protección de la victima:

 No existían elementos que supongan peligro para la protección de la


víctima y los mismos no pueden presumirse como lo hacen la autoridad
responsable porque violenta la garantía de presunción de inocencia que tengo a mi
favor.

El JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE


MÉXICO considera de manera incorrecta que dichas condiciones no se deben tomar en cuenta para
dictar la prisión preventiva oficiosa.

Estas condiciones objetivas son indebidamente valorados por el JUEZ DE CONTROL DEL
DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, ya que incluso indica que
la Juez de control, no valoro ni tomo en cuenta los datos de prueba allegados por la defensa
porque estamos en presencia de una prisión preventiva de corte oficioso, argumento que
nuevamente viola en mi perjuicio mi garantía de debida fundamentación y motivación, así como la
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presunción de inocencia que tengo a mi favor, ya que la libertad es un derecho humano y el propio
artículo 161 del Código Nacional de Procedimientos Penales, establece la necesidad de debate
y justificación para mantener la prisión preventiva, por lo cual la interpretación que realiza
el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO
es contraria a derecho.

TERCERO.- NULA VALORACION DE DATOS DE PRUEBA. Es violatorio de garantías de


certeza jurídica y debido proceso en sus artículos 14 y 16 Constitucionales que el JUEZ DE
CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO no aplique
de los artículos 155 fracción II y 156 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

En la audiencia inicial se incorporaron datos de prueba que demuestran mi arraigo a la


comunidad en la que habito

Datos de prueba que no son valorados de modo alguno e incluso el JUEZ DE CONTROL DEL
DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, ya que considera que no
es necesario valorar las pruebas ofrecidas por el hoy quejoso en la audiencia inicial con lo cual se
viola de modo claro el artículo 20 constitucional aparatado A fracción II y V apartado B fracción
IV, es decir se ve violentada mi derecho a que me sean recibidas todo tipo de pruebas, Y QUE
LAS MISMAS SEAN VALORADAS DE MANERA LIBRE Y LOGICA, en el caso que nos ocupa
las autoridades responsables violentan de modo claro este artículo constitucional.

El JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE


MÉXICO en la resolución que hoy se impugna indica que la prisión preventiva oficiosa es una
medida restrictiva directamente prevista en el texto constitucional como se puede apreciar la
resolución impugnada violenta de modo claro el artículo 20 constitucional así como 1 y 133 del
mismo ordenamiento.

La autoridad responsable es omisa en aplicar lo resuelto por la Corte Interamericana de


Derechos Humanos en el caso Palamara Iribarne contra el Estado Chileno, en el cual se
estableció el principio de necesidad en materia de prisión preventiva estableciendo lo siguiente:

“…el Estado puede ordenar la prisión preventiva cuando se cumpla con


los requisitos necesarios para restringir el derecho a la libertad personal,
existan indicios suficientes que permitan suponer razonablemente la
culpabilidad de la persona sometida a un proceso y que sea estrictamente
necesaria para asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo eficiente de
las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia.”

De lo determinado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos se desprende de modo


que para someter a una persona a prisión preventiva, no basta con que se acredite el cuerpo
del delito y la presunta responsabilidad; no es suficiente con que quede demostrado
que se cometió un delito —así sea un delito “grave”— y que el acusado es
probablemente el responsable, pues esas son las pruebas que se necesitan para
someter a una persona a proceso penal, sin embargo las autoridades responsables ignorando
completamente el bloque de convencionalidad consideran si se acreditan tales elementos se debe
continuar con una prisión preventiva oficiosa.

Por otro lado la idea peregrina del JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE
ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, en el sentido que si bien es cierto que como
imputado gozo de derechos humanos y existen tratados internacionales que me protegen, no es
menos cierto que las victimas también tienen derechos y por ello es procedente emitir una prisión
preventiva oficiosa en mi contra, argumento indignante ya que la propia Corte Interamericana de
Derechos Humanos en la resolución indicada claramente establece que:

Para determinarle a un procesado la medida cautelar de prisión preventiva se


requieren MAYORES PRUEBAS, se debe cumplir con un ESTÁNDAR PROBATORIO
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REFORZADO: son necesarias pruebas que específicamente demuestren, con una


PROBABILIDAD MUY ALTA, que el acusado efectivamente es el responsable de la
comisión de ese delito, en el caso concreto no existe dato de prueba alguno que tenga
esa característica, ya que existe únicamente una imputación singular y aislada
realizada por un solo denunciante.

La determinación específica del grado de reforzamiento de estas pruebas queda,


sin duda, al criterio del juzgador, pero lo que sí resulta objetivo es el hecho de que
estas probanzas deben ser, EN TODO MOMENTO, SUPERIORES A LAS QUE SE
REQUIEREN PARA SOMETER A UNA PERSONA A PROCESO PENAL, pues de lo contrario,
toda persona que fuese sometida A PROCESO AUTOMÁTICAMENTE TENDRÍA QUE
ESTAR EN PRISIÓN PREVENTIVA, lo cual no resulta aceptable, en el caso que nos atañe
la autoridad responsable considera que el dictado de la prisión preventiva oficiosa es automático y
no debe de justificarse más que con indicios y sin tomar en cuenta las pruebas que presente la
defensa, lo cual no solo es arbitrario es un atentado a los derechos humanos del suscrito, con lo
cual se viola el artículo primero constitucional que impone la obligación de la autoridad responsable
de interpretar los derechos humanos siempre de forma progresiva y pro homine.

Sirve de apoyo a lo argumentado el siguiente criterio establecido por nuestra Suprema Corte
de Justicia:

Época: Décima Época


“CRITERIOS EMITIDOS POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS CUANDO
EL ESTADO MEXICANO NO FUE PARTE. SON ORIENTADORES PARA LOS JUECES MEXICANOS SIEMPRE
QUE SEAN MÁS FAVORABLES A LA PERSONA EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL.

Los criterios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que derivan de sentencias en


donde el Estado Mexicano no intervino como parte en el litigio son orientadores para todas las decisiones
de los jueces mexicanos, siempre que sean más favorables a la persona, de conformidad con el artículo
1o. constitucional. De este modo, los jueces nacionales deben observar los derechos humanos
establecidos en la Constitución Mexicana y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano
sea parte, así como los criterios emitidos por el Poder Judicial de la Federación al interpretarlos y acudir
a los criterios interpretativos de la Corte Interamericana para evaluar si existe alguno que resulte más
favorable y procure una protección más amplia del derecho que se pretende proteger. Esto no prejuzga
la posibilidad de que sean los criterios internos los que se cumplan de mejor manera con lo establecido
por la Constitución en términos de su artículo 1o., lo cual tendrá que valorarse caso por caso a fin de
garantizar siempre la mayor protección de los derechos humanos.

Varios 912/2010. 14 de de julio de 2011. Mayoría de seis votos; votaron en contra: José Ramón
Cossío Díaz, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Sergio A. Valls Hernández, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Juan N. Silva Meza. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Encargado del engrose: José
Ramón Cossío Díaz. Secretarios: Raúl Manuel Mejía Garza y Laura Patricia Rojas Zamudio.

El Tribunal Pleno, el veintiocho de noviembre en curso, aprobó, con el número LXVI/2011 (9a.),
la tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a veintiocho de noviembre de dos mil once.

Nota:

En la resolución emitida el 25 de octubre de 2011 por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación en la solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011, en el punto único se determinó:
"ÚNICO. Han quedado sin efectos las tesis jurisprudenciales números P./J. 73/99 y P./J. 74/99, cuyos
rubros son los siguientes: ‘CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN. ES ATRIBUCIÓN EXCLUSIVA
DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.’ y ‘CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE
NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN.’", conclusión a la
que se arribó en virtud del marco constitucional generado con motivo de la entrada en vigor del Decreto
por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma diversos artículos de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de la Federación
de 10 de junio de 2011.

Las tesis P./J. 73/99 y P./J. 74/99 anteriormente citadas aparecen publicadas en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, agosto de 1999, páginas 18 y 5,
respectivamente.

9
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Por ejecutoria del 19 de septiembre de 2012, la Segunda Sala declaró improcedente la


contradicción de tesis 283/2012 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en
esta tesis.

Por ejecutoria del 19 de septiembre de 2012, la Segunda Sala declaró improcedente la


contradicción de tesis 286/2012 derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en
esta tesis.”1

Por los argumentos planteados resulta claro que las autoridades responsables al no valorar
los datos de prueba presentados por la defensa considera que los siguientes elementos no se
encuentran acreditados:

a) El acusado no tiene antecedentes penales de ninguna índole, por lo cual


queda acreditado que el imputado no ha sido procesado o ha sido sentenciado
previamente por la comisión de un delito doloso.

b) La medida cautelar consistente en una garantía económica garantiza mi


comparecencia en el procedimiento penal.

c) La medida cautelar consistente en una garantía económica garantiza el


desarrollo de la investigación.

d) La medida cautelar consistente en una garantía económica garantiza la


protección de la víctima, ya que no existe elemento alguno que permita suponer daño
alguno a la integridad de la víctima.

e) La medida cautelar consistente en una garantía económica garantiza la


protección de los testigos, ya que los mismos son policías y no existe elemento alguno
que permita suponer daño alguno a la integridad de ellos.

f) No obra en la carpeta en la que se actúa un solo dato de prueba que justifique


que continúe la medida provisional de prisión preventiva oficiosa, ya que el delito por el que
se acusa es por la forma de comisión de violencia moral, por lo cual no encuadra en los
casos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación, secuestro, trata de personas,
delitos cometidos con medios violentos como armas y explosivos, así como delitos graves
que determine la ley contra la seguridad de la Nación, el libre desarrollo de la personalidad
y de la salud, los cuales permiten la imposición de la prisión preventiva oficiosa.

No existe en la carpeta elemento de convicción alguno que permita sospechar que exista
peligro de sustracción del imputado por los siguientes argumentos:

 Existe arraigo del imputado por el lugar donde es juzgado ya que el domicilio y
residencia habitual del mismo se encuentra en la competencia de la autoridad
responsable.

Además de esos elementos de convicción el señor XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX,


cuenta con trabajo fijo.

 No existen elementos que acrediten facilidades para abandonar el lugar o


permanecer oculto, mismos que no se pueden presumir porque atentan contra la presunción de
inocencia que la ley de otorga a mi defendido, en el acto que se impugna se presume la fuga
del imputado con lo cual la autoridad de control se vuelve en inquisidor, ya que no justifica con
un solo elemento material que pueda existir la fuga.

1
Registro: 160584 Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1 Materia(s): Constitucional Tesis: P. LXVI/2011 (9a.) Página: 550

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 El comportamiento del imputado posterior al hecho cometido y durante el


procedimiento siempre ha sido ejemplar y existe manifestación expresa de mi defendido
que indica su voluntad de someterse la persecución penal.

 No existe inobservancia de medidas cautelares previamente impuestas, ya que


la única medida cautelar decretada es la prisión preventiva oficiosa misma que se ha observado.

 No existe desacato de citaciones para actos procesales, ya que no existe ningún


citatorio.

Se ha reparado el daño material, en virtud de que el teléfono robado fue recuperado como obra
en constancias de la carpeta.

Por los motivos descritos es claro que existen violaciones a tratados internacionales y
derechos humanos consagrados por nuestra Constitución Federal.

CUARTO.- NECESIDAD DE CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. Existe violación


expresa por parte de la JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS,
ESTADO DE MÉXICO. de los artículos 1 y 113 Constitucionales, toda vez que la autoridad
responsable es omisa en cumplir con la obligación constitucional de ejercer control de
convencionalidad del orden normativo nacional para armonizarlo con el bloque de convencionalidad
externo que está conformado por los diversos ordenamientos multinacionales suscritos por nuestro
país, ya que el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO
DE MÉXICO establece “… no se advierte la necesidad de llevar a cabo tal control de la
convencionalidad…”

Establezcamos en primer lugar cuales son los pasos para realizar el control ce
convencionalidad para evidenciar se existe o no necesidad del mismo, que cabe señalar el JUEZ
DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO jamás
los menciona sino que de manera arbitraria indica que no es necesario dicho control.

Los criterios para realizar un control de convencionalidad se encuentran en las siguientes


sentencias obligatorias para México y que no son aplicadas por las autoridades responsables:

Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Fernández Ortega y otros vs.


México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 30 de
agosto de 2010.

Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Cabrera García y Montiel


Flores. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 26 de
noviembre de 2010.

Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Rosendo Cantú y otra Vs.


México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de
agosto de 2010. En la cual también se sentencia al Estado mexicano, entre otras cosas,
a la adecuación de su norma interna a las disposiciones de la CADH.

Para realizar de manera correcta el control difuso de convencionalidad, los jueces deberían
llevar a cabo los siguientes pasos:

1.- Partir del principio de constitucionalidad y de convencionalidad de la norma


nacional.

2.- Realizar la “interpretación” de la norma nacional conforme a la Constitución y


a los parámetros convencionales.

11
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3.- Optar por la interpretación de la norma más favorable y de mayor efectividad


en la tutela de los derechos y libertades en aplicación del principio pro homine o favor
libertatis previsto en el artículo 29 de la CADH.

4.- Desechar las interpretaciones incompatibles o de menor alcance protector.

5.- Sólo cuando no pudiera lograrse interpretación constitucional y convencional


conforme, debería desaplicar la norma nacional o declarar su invalidez, según la
competencia asignada por la Constitución y las leyes nacionales.

La regla anterior implica que los jueces que no tengan asignada la posibilidad de inaplicar
una norma por sus facultades de control de constitucionalidad, tendrían que realizar una
interpretación conforme.
Con estos parámetros claros, es entonces necesario comprender los principios aplicables en
el control de convencionalidad para entender la manera en que los jueces deben llevarlos a cabo.

Realicemos el ejercicio de analizar los parámetros convencionales del artículo 167 tercer
párrafo del Código Nacional de Procedimientos Penales, y el artículo 19 de la Constitución Federal,
que contemplan la figura de la prisión preventiva oficiosa.

1.- Partir del principio de constitucionalidad y de convencionalidad de la norma


nacional, en el caso concreto el artículo 167 tercer párrafo del Código Nacional de Procedimientos
Penales, y el artículo 19 de la Constitución Federal, que contemplan la figura de la prisión
preventiva oficiosa, parten del principio de ser convencionales.

2.- Realizar la “interpretación” de la norma nacional conforme a la Constitución y


a los parámetros convencionales, la interpretación hecha por las responsables no son acordes
a los parámetros convencionales, ya que la figura de prisión preventiva oficiosa es contraria a los
tratados internacionales como se demostrara más adelante.

3.- Optar por la interpretación de la norma más favorable y de mayor efectividad


en la tutela de los derechos y libertades en aplicación del principio pro homine o favor
libertatis previsto en el artículo 29 de la CADH, la autoridad responsable debió optar por
normas internacionales que otorgan mayor protección a los derechos humanos del suscrito como
los son las siguientes normas internacionales: El Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos señala en su artículo 9(3); Los Principios y Buenas Prácticas sobre la
Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, en su principio III.2.;
Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier
Forma de Detención o Prisión, en su principio 39; El punto 6.1, 6.2 y 6.3 de las Reglas
Mínimas de las Naciones Unidas sobre las medidas no privativas de la libertad (Reglas
de Tokio); Artículos 7.1, 7.3, 7.5 y 8.2 de la Convención Americana de Derechos
Humanos.

4.- Desechar las interpretaciones incompatibles o de menor alcance protector, en


el caso concreto se debió desechar las interpretaciones incompatibles de los artículos 167 tercer
párrafo del Código Nacional de Procedimientos Penales, y el artículo 19 de la Constitución Federal.

5.- Sólo cuando no pudiera lograrse interpretación constitucional y convencional


conforme, debería desaplicar la norma nacional o declarar su invalidez, según la
competencia asignada por la Constitución y las leyes nacionales, en el caso concreto no
puede realizarse una interpretación constitucional y convencional conforme por lo cual se debe
declarar la invalidez de los artículos 167 tercer párrafo del Código Nacional de Procedimientos
Penales, y el artículo 19 de la Constitución Federal.

Es claro que las autoridades responsables son omisas en realizar los pasos indicados, sino
que indican que la prisión preventiva oficiosa es acorde a los tratados internacionales únicamente
porque dicha figura se encuentra regulada en la Constitución federal.
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Ahora bien nuestra norma suprema en su artículo 1, consagra la obligación de la autoridad


responsable de interpretar los derechos humanos del hoy quejoso de conformidad con nuestra
Constitución y los tratados internacionales siempre con una interpretación de protección más
amplia y progresiva, al respecto nuestra norma suprema, señala expresamente:

“Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano
sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.
Párrafo reformado DOF 10-06-2011

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta
Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas
la protección más amplia.
Párrafo adicionado DOF 10-06-2011

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,


respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar,
sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. ”

En primer lugar, es menester señalar que el Estado mexicano tiene un sistema jurídico propio,
pero, además forma parte de la comunidad internacional. Ante esta dualidad, derivada de la
coexistencia de los sistemas jurídicos locales y de normas de carácter internacional, se genera la
distinción entre el derecho nacional o interno y el derecho internacional o supranacional, atento a
la fuente de la cual emanan y su ámbito espacial de aplicación.

Ante ello, la autoridad responsable debe atender en lo sustantivo, a la existencia de normas


de carácter internacional que por virtud del mecanismo constitucional han quedado incorporadas
al orden jurídico interno y a las normas locales que existan para establecer en un caso dado, cuál
es la norma aplicable para regir el acto jurídico materia de la controversia.

El artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prevé:

“Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que
emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del
Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se
arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en
contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados”.

Del precepto legal transcrito, se colige que el orden jurídico descansa en la aplicación de las
leyes y éstas también obedecen a un orden jerárquico, que tiene por cima la Constitución, las leyes
que de ella emanen y los tratados internacionales.

En ese sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la Constitución


Federal es la ley suprema y que los tratados internacionales que celebra México, a través del
Ejecutivo Federal y que son aprobados por el Senado de la República, se encuentran en segundo
plano debajo de la Ley Fundamental y por encima del derecho federal y local; ello, siempre y
cuando el tratado internacional de que se trate tenga aplicación al caso.

Ahora bien, el diez de junio de dos mil once, se publicó en el Diario Oficial de la Federación
el “Decreto por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma
diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Dicho decreto es el
resultado de diversas iniciativas presentadas por los diferentes partidos políticos, con intención de
incorporar al derecho interno la obligación de los órganos del Estado, de respetar, aplicar y hacer
efectivos los derechos humanos previstos en los instrumentos internacionales celebrados por
México.

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El artículo 1° de la Constitución Federal, el principio de interpretación de los tratados


internacionales en materia de derechos humanos, conocido como “pro personae” o “pro homine”
que indica que los derechos humanos deben ser interpretados favoreciendo la protección más
amplia posible, e interpretando del modo más estricto posible las normas que los menoscaban.

Es notorio que en el caso concreto la autoridad responsable incumple con su obligación de


fungir como órgano de control de convencionalidad respecto de las norma legales de nuestro país,
ya que es claro que la figura de la prisión preventiva oficiosa es contraria a El Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos señala en su artículo 9(3); Los Principios y Buenas Prácticas sobre
la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, en su principio III.2.; Conjunto
de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención
o Prisión, en su principio 39; Los punto 6.1 6.2 y 6.3 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas
sobre las medidas no privativas de la libertad (Reglas de Tokio); Artículos 7.1, 7.3, 7.5 y 8.2 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, todos estos tratados suscritos y ratificados por
nuestro país; por lo que la autoridad responsable debió de realizar una interpretación pro homine,
y dejar de aplicar la figura de prisión oficiosa.

Es necesario recalcar que la prisión preventiva nunca puede ser la regla, sino es la excepción
en los sistemas republicados democráticos de procesamiento penal, es claro que la reforma
constitucional del sistema de procesamiento penal tiene como finalidad la instauración de un
sistema de procesamiento acusatorio y adversarial, y en diversas recomendaciones internacionales
se ha establecido de modo claro que la figura de la prisión oficiosa es contraria al sistema
acusatorio, ya que impide al juez ejercer la facultad discrecional de decidir respecto de esta medida
cautelar, lo cual convierte al juez en un ente de aplicación mecánica de sanciones con
lo cual se violenta todo es sistema procesal.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos puntualiza que el artículo 7 de la Convención


tiene dos tipos de regulaciones bien diferenciadas entre sí: una general y otra específica. La general
se encuentra en el primer numeral: “toda persona tiene el derecho a la libertad y a la seguridad
personales”. Mientras que la específica está compuesta por una serie de garantías que protegen el
derecho a no ser privado de la libertad ilegalmente (art. 7.2) o arbitrariamente (art. 7.3), a conocer
las razones de la detención y los cargos formulados en contra del detenido (art. 7.4), al control
judicial de la privación de la libertad y la razonabilidad del plazo de la prisión preventiva (art. 7.5),
a impugnar la legalidad de la detención (art. 7.6) y a no ser detenido por deudas (art. 7.7).

La Corte Europea de Derechos Humanos ha establecido que, si bien cualquier detención debe
llevarse a cabo de conformidad con los procedimientos establecidos en la ley nacional, es necesario
además que la ley interna, el procedimiento aplicable y los principios generales expresos o tácitos
correspondientes sean, en sí mismos, compatibles con la Convención.

El Comité de Derechos Humanos ha precisado que no se debe equiparar el concepto de


“arbitrariedad” con el de “contrario a ley”, sino que debe interpretarse de manera más amplia a fin
de incluir elementos de incorrección, injusticia e imprevisibilidad, así como también el principio de
las “garantías procesales” Ello significa que la prisión preventiva consiguiente a una
detención lícita debe ser no solo lícita sino además razonable en toda circunstancia.

En el Caso Chaparro Álvarez y Lapo Iñiguez, la Corte Interamericana estableció que para
restringir el derecho a la libertad personal, a través de medidas como la prisión preventiva deben
existir indicios suficientes que permitan suponer razonablemente que la persona sometida a
proceso haya participado en el ilícito que se investiga.

En el mismo sentido, la Corte Europea ha señalado que “la razonabilidad de las sospechas
sobre las que se debe fundar una detención constituye un elemento especial de la garantía ofrecida
por el artículo 5.1 del Convenio Europeo contra las privaciones de libertad arbitrarias”, añadiendo
que “[la existencia] de sospechas razonables presupone la […] de hechos o información capaces
de persuadir a un observador objetivo de que el encausado puede haber cometido una infracción”.

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Para esta Corte, la sospecha tiene que estar fundada en hechos específicos y articulados con
palabras, esto es, no en meras conjeturas o intuiciones abstractas. De allí se deduce que el Estado
no debe detener para luego investigar, por el contrario, sólo está autorizado a privar de la libertad
a una persona cuando alcance el conocimiento suficiente para poder llevarla a juicio. Sin embargo,
aún verificado este extremo, la privación de libertad del imputado no puede residir en fines
preventivo-generales o preventivo-especiales atribuibles a la pena, sino que sólo se puede
fundamentar, como se señaló anteriormente, en un fin legítimo, a saber: asegurar que el acusado
no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia.

Partiendo de estos criterios internacionales, el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL


DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, debió de inaplicar la figura de la prisión
preventiva oficiosa, y realizar una aplicación pro homine de los derechos humanos reconocidos por
el bloque de constitucionalidad que integra nuestro sistema normativo y con ello concederme una
medida cautelar distinta, YA QUE TODA PRISION PREVENTIVAOFICIOSA ES ARBITRATIA POR
ESTAR AUTOMATIZADA POR LO CUAL ES ANTICIPO DE PENA, aunado a que la prisión preventiva
oficiosa no tiene un fin legítimo ya que no pretende asegurar que el acusado no impedirá
el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia, sino que por el contrario
solamente se priva de la libertad sin derecho a debate real, ya que le Ministerio Público
se limita a solicitarla sin indicar los motivos que justifican dicha medida y el Juez de
control en automático la concede por estar establecida en la Constitución, con lo cual
si viola el derecho a la contradicción que constituye la garantía de audiencia consagrada en
nuestra constitución, por lo cual la autoridad responsable incumple con la obligación de armonizar
el sistema normativo para otórgame una protección de mis derechos humanos, y no privarme de
mi libertad de modo arbitrario aplicándome la medida cautelar que hoy se pide su revisión
constitucional.

El Comité de Derechos Humanos ha precisado que no se debe equiparar el concepto de


“arbitrariedad” con el de “contrario a ley”, sino que debe interpretarse de manera más amplia a fin
de incluir elementos de incorrección, injusticia e imprevisibilidad, así como también el principio de
las “garantías procesales”. Ello significa que la prisión preventiva consiguiente a una
detención lícita debe ser no solo lícita sino además razonable en toda circunstancia.

En suma, no es suficiente que toda causa de privación o restricción al derecho a la libertad


está consagrada en la ley, como erróneamente lo indica la autoridad responsable, sino que es
necesario que esa ley y su aplicación respeten los requisitos que a continuación se detallan, a
efectos de que dicha medida no sea arbitraria es decir los siguientes:

i) Que la finalidad de las medidas que priven o restrinjan la libertad sea


compatible con la Convención.

Valga señalar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido


como fines legítimos el asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo del
procedimiento ni eludirá la acción de la justicia. FINES QUE NO SON RESPETADOS
POR LA PRISION PREVENTIVA OFICIOSA, YA QUE SU UNICO FIN ES PRIVAR DE LA
LIBERTAD LA IMPUTADO POR TODO EL TIEMPO QUE DURE EL PROCESO COMO
EXPRESAMENTE LO SELAÑA EL AUTO QUE DECRETA DICHA MEDIDA CAUTELAR.

ii) Que las medidas adoptadas sean las idóneas para cumplir con el fin
perseguido.

iii) Que sean necesarias, en el sentido de que sean absolutamente indispensables


para conseguir el fin deseado y que no exista una medida menos gravosa respecto al
derecho intervenido entre todas aquellas que cuentan con la misma idoneidad para
alcanzar el objetivo propuesto.

Por esta razón La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el


derecho a la libertad personal supone que toda limitación a éste deba ser
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excepcional, en el caso de nuestro país esta medida es la regla y no la excepción,


ya que siempre que se esté en uno de los supuestos indicados por el articulo 167 del
Código Nacional de Procedimientos penales y el artículo 19 Constitucional se dictara
prisión preventiva oficiosa en automático.

iv) Que sean medidas que resulten estrictamente proporcionales, de tal forma que
el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad no resulte exagerado o
desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción y el
cumplimiento de la finalidad perseguida.

v) Cualquier restricción a la libertad que no contenga una motivación


suficiente que permita evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas será
arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la Convención.

Por lo tanto, es obligación de la autoridad responsable vigilar que se respeten y garanticen


los derechos humanos que están reconocidos a favor del quejoso en la Constitución Federal y en
los tratados internaciones de los que el Estado Mexicano sea parte, para logar que tales derechos
humanos se efectivicen, pues de lo contrario se convertirán en una norma sin vida o letra muerta.

Cumplir con la obligación de acatar la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos, así como la emitida en sede interna por la Corte Mexicana es indispensable para realizar
el control de convencionalidad difuso estricto que he solicitado a las responsables, que han pasado
por alto su obligación de realizar los controles constitucionales y convencionales respectivos, pues
ello podría tener una repercusión directa en la medida cautelar y en el proceso.

Los criterios señalados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos son obligatorios
para nuestras autoridades en virtud de los siguientes criterios jurisprudenciales de aplicación
obligatoria con fundamento en el artículo 217 de la ley de amparo, que su sola inobservancia se
traduce en una violación de garantías por si sola:

“CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y DE CONVENCIONALIDAD (REFORMA CONSTITUCIONAL


DE 10 DE JUNIO DE 2011). Mediante reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de
junio de 2011, se modificó el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
rediseñándose la forma en la que los órganos del sistema jurisdiccional mexicano deberán ejercer el
control de constitucionalidad. Con anterioridad a la reforma apuntada, de conformidad con el texto del
artículo 103, fracción I, de la Constitución Federal, se entendía que el único órgano facultado para
ejercer un control de constitucionalidad lo era el Poder Judicial de la Federación, a través de los medios
establecidos en el propio precepto; no obstante, en virtud del reformado texto del artículo 1o.
constitucional, se da otro tipo de control, ya que se estableció que todas las autoridades del Estado
mexicano tienen obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales de los que el propio Estado mexicano es parte, lo que
también comprende el control de convencionalidad. Por tanto, se concluye que en el sistema jurídico
mexicano actual, los jueces nacionales tanto federales como del orden común, están facultados para
emitir pronunciamiento en respeto y garantía de los derechos humanos reconocidos por la Constitución
Federal y por los tratados internacionales, con la limitante de que los jueces nacionales, en los casos
que se sometan a su consideración distintos de las vías directas de control previstas en la Norma
Fundamental, no podrán hacer declaratoria de inconstitucionalidad de normas generales, pues
únicamente los órganos integrantes del Poder Judicial de la Federación, actuando como jueces
constitucionales, podrán declarar la inconstitucionalidad de una norma por no ser conforme con la
Constitución o los tratados internacionales, mientras que las demás autoridades jurisdiccionales del
Estado mexicano sólo podrán inaplicar la norma si consideran que no es conforme a la Constitución
Federal o a los tratados internacionales en materia de derechos humanos”2.

“JURISPRUDENCIA EMITIDA POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. ES


VINCULANTE PARA LOS JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE SEA MÁS FAVORABLE A LA PERSONA. Los
criterios jurisprudenciales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con independencia de que
el Estado Mexicano haya sido parte en el litigio ante dicho tribunal, resultan vinculantes para los Jueces
nacionales al constituir una extensión de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, toda vez

2
Época: Décima Época Registro: 2002264 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Libro XV, Diciembre de 2012, Tomo 1 Materia(s): Común Tesis: 1a./J. 18/2012
(10a.) Página: 420.
16
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que en dichos criterios se determina el contenido de los derechos humanos establecidos en ese tratado.
La fuerza vinculante de la jurisprudencia interamericana se desprende del propio mandato establecido
en el artículo 1o. constitucional, pues el principio pro persona obliga a los Jueces nacionales a resolver
cada caso atendiendo a la interpretación más favorable a la persona. En cumplimiento de este mandato
constitucional, los operadores jurídicos deben atender a lo siguiente: (i) cuando el criterio se haya
emitido en un caso en el que el Estado Mexicano no haya sido parte, la aplicabilidad del precedente al
caso específico debe determinarse con base en la verificación de la existencia de las mismas razones
que motivaron el pronunciamiento; (ii) en todos los casos en que sea posible, debe armonizarse la
jurisprudencia interamericana con la nacional; y (iii) de ser imposible la armonización, debe aplicarse el
criterio que resulte más favorecedor para la protección de los derechos humanos” 3.

Si bien la prisión preventiva, como tal, no está prevista en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, hay dos normas que indirectamente la regulan, el artículo 7.3 de la Convención
que establece que “Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios”, y el
artículo 8.2 que dispone que “Toda persona inculpada de un delito tiene derecho a que se presuma
su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”.

De estas dos normas convencionales, la Corte Interamericana ha derivado una rica


jurisprudencia en torno a la prisión preventiva, de la cual podemos extraer, al menos, cinco reglas
o principios fundamentales:

1) La prisión preventiva constituye una medida excepcional.


2) La prisión preventiva debe ser proporcional.
3) La prisión preventiva debe ser necesaria.
4) La prisión preventiva no puede estar determinada por el tipo de delito.
5) La prisión preventiva no puede estar determinada por la gravedad del delito.

Analicemos ahora brevemente de dónde deriva cada una de estas reglas y qué es
exactamente lo que ha dicho la Corte Interamericana sobre el particular, así como las implicaciones
de cada una de ellas.

1. La prisión preventiva constituye una medida excepcional

La Corte Interamericana ha establecido que la prisión preventiva era una medida que debía
aplicarse solo excepcionalmente lo hizo al resolver el caso del señor Daniel Tibi.

La resolución de este asunto fue dictada por la Corte Interamericana el 7 de septiembre del
2004, y en ella, el tribunal precisó lo siguiente:

“La Corte considera indispensable destacar que la prisión preventiva es la medida


más severa que se le puede aplicar al imputado de un delito, motivo por el cual su
aplicación debe tener un carácter excepcional”.

Derivado de ello, la Corte dijo, después, también, que “La regla debe ser la libertad
del procesado mientras se resuelve acerca de su responsabilidad penal”.

En México, más del 40% de los presos en las cárceles son presos en prisión preventiva, como lo
han puesto de manifiesto los estudios llevados a cabo por Guillermo Zepeda con el apoyo de Open Society
Justice Iniciative y en el caso de los delitos en los que se puede imponer prisión preventiva oficiosa el
número aumenta a un 100% de personas privadas de su libertad de manera arbitraria, por lo cual dicha
medida cautelar no es excepcional como falazmente lo señala el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO
JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, ya que excepcional quiere decir que no es
común y un 40% y un 100% no son excepción sino claramente la regla.

La excepcionalidad de la prisión preventiva es la regla más importante sobre la prisión


preventiva, y también la más elemental.

3
Época: Décima Época Registro: 2006225 Instancia: Pleno Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial
de la Federación Publicación: viernes 25 de abril de 2014 09:32 h Materia(s): (Común) Tesis: P./J. 21/2014 (10a.)
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La Corte Interamericana dejó así claramente expresado que en el sistema interamericano


prima la presunción de inocencia; que la prisión preventiva, dentro de todas las medidas cautelares
que se le pueden aplicar a un imputado, es la más severa y que debido a ello, siempre debe
ser excepcional.

La regla debe ser la libertad del procesado y no su detención.

Estos criterios obligatorios y emitidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos son
inobservados por las autoridades responsables lo cual se traduce en una violación de Derechos
Humanos.

Ahora, cuando la Corte Interamericana dice que la aplicación de la prisión preventiva debe
ser excepcional, quiere decir eso precisamente; significa que no debe aplicarse en la mayoría de
los casos, ni en la mitad de ellos, y ni siquiera en el veinte por ciento de los asuntos.

Es una medida que a juicio de la Corte Interamericana debe ser verdaderamente inusual,
debe ser utilizada solo de manera insólita, su aplicación debe tener carácter excepcional.

Este criterio jurisprudencial ha sido reiterado por la Corte Interamericana por lo


menos en cuatro sentencias más:

a) Caso Acosta Calderón vs.Ecuador


b) Caso Palamara Iribarne vs. Chile.
c) Caso López Álvarez vs. Honduras.
d) Caso Barreto Leiva vs. Venezuela.

Ahora bien el artículo 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado
por México en el marco de la Organización de las Naciones Unidas el 23 de marzo de 1981, dispone
que:

“La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la
regla general…”.

Asimismo, que las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas de
la Libertad (conocidas también como Reglas de Tokio), las cuales fueron adoptadas por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 45/110, de 14 de diciembre de 1990,
establecen literalmente lo siguiente:

Artículo 6o.

[…]. 6.1 En el procedimiento penal sólo se recurrirá a la prisión preventiva como


último recurso, teniendo debidamente en cuenta la investigación del supuesto delito y
la protección de la sociedad y de la víctima.

6.2 Las medidas sustitutivas de la prisión preventiva se aplicarán lo antes posible.


La prisión preventiva no deberá durar más del tiempo que sea necesario para el
logro de los objetivos indicados en la regla 6.1 y deberá ser aplicada con humanidad y
respeto por la dignidad del ser humano.

6.3 El delincuente tendrá derecho a apelar ante una autoridad judicial u otra
autoridad independiente y competente en los casos en que se imponga prisión
preventiva.

Esto quiere decir que además de la jurisprudencia de la Corte Interamericana, existe un


tratado internacional y una resolución expresa de la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas que comprometen jurídicamente al gobierno de México a emplear la prisión
preventiva solo de manera excepcional.
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Normas internacionales que no son respetadas por las autoridades responsables y que son
incompatibles con la figura de la prisión preventiva oficiosa.

2. La prisión preventiva debe ser proporcional

Este principio fue establecido por la Corte al resolver el caso del señor Oscar Barreto en contra
del Estado Venezolano.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos dicto su sentencia el 17 de noviembre del


2009, declarando responsable solo de manera parcial al Estado de Venezuela, pero específicamente
en relación con la medida cautelar de prisión preventiva, sostuvo lo siguiente:

La prisión preventiva se halla limitada… por el principio de proporcionalidad, en


virtud del cual una persona considerada inocente no debe recibir igual o peor trato que
una persona condenada. El Estado debe evitar que la medida de coerción procesal sea
igual o más gravosa para el imputado que la pena que se espera en caso de condena.
Esto quiere decir que no se debe autorizar la privación cautelar de la libertad, en
supuestos en los que no sería posible aplicar la pena de prisión, y que aquélla debe
cesar cuando se ha excedido la duración razonable de dicha medida. El principio de
proporcionalidad implica, además, una relación racional entre la medida cautelar y el
fin perseguido, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la
libertad no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen
mediante tal restricción.

Como puede verse, el principio de proporcionalidad establecido por la Corte trae aparejadas
al menos cinco reglas:

1) Debe existir una relación entre la medida cautelar determinada y el fin que se
persigue con ella, de manera que el sacrificio impuesto al reo no sea exagerado
o desmedido.

2) El Estado debe evitar que la medida de coerción procesal sea igual o, incluso,
más gravosa que la pena que puede esperar el procesado en caso de condena.

3) No se debe autorizar la privación cautelar de la libertad en supuestos en los


que no sería posible aplicar la pena de prisión.

4) La prisión preventiva debe cesar cuando se ha excedido la duración razonable


de dicha medida, y, por último,

5) Una persona considerada inocente no debe recibir igual o peor trato que una
persona condenada.

De acuerdo con el principio de proporcionalidad, estas son las reglas que debe respetar todo
Estado sometido al sistema interamericano en materia de prisión preventiva, bien sea al emitir una
norma general, o bien, al someter a proceso penal a una persona.

En el caso concreto dichas reglas no son observadas por las responsables ya que como se
cómo se puede observar la prisión preventiva oficiosa de la que soy sujeto tiene como duración
todo el tiempo que dure el proceso, lo cual no es proporcional, ni razonable y mucho menos sigue
el fin de dicha cautela.

3. La prisión preventiva debe ser necesaria

Al resolver el Caso Palamara Iribarne contra el Estado Chileno, la Corte estableció lo que
podríamos llamar el principio de necesidad en materia de prisión preventiva.
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En este caso la Corte Interamericana se pronunció respecto de la prisión preventiva de que


fue objeto el señor Palamara, y pese a que solo duró unos cuantos días, dijo lo siguiente:

…el Estado puede ordenar la prisión preventiva cuando se cumpla con los
requisitos necesarios para restringir el derecho a la libertad personal, existan indicios
suficientes que permitan suponer razonablemente la culpabilidad de la persona
sometida a un proceso y que sea estrictamente necesaria para asegurar que el acusado
no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de la
justicia.

Como se puede ver, el principio de necesidad de la prisión preventiva implica tres requisitos:

a) Que existan indicios que permitan suponer la culpabilidad del


procesado.

b) Que sea necesaria para asegurar que el acusado no impedirá el


desarrollo eficiente de las investigaciones.

c) Que sea indispensable para que el procesado no eluda la acción de la


justicia.

Tenemos así que, en primer lugar, para que el Estado pueda ordenar la prisión preventiva es
necesario que existan indicios suficientes que permitan suponer razonablemente la culpabilidad del
procesado.

Este primer requisito es, probablemente, el más importante, pues para someter a una persona
a prisión preventiva, no basta con que se acredite el cuerpo del delito y la presunta responsabilidad;
no es suficiente con que quede demostrado que se cometió un delito —así sea un delito “grave”—
y que el acusado es probablemente el responsable, pues esas son las pruebas que se necesitan
para someter a una persona a proceso penal.

Para determinarle a un procesado la medida cautelar de prisión preventiva se requieren


mayores pruebas, se debe cumplir con un estándar probatorio reforzado: son
necesarias pruebas que específicamente demuestren, con una probabilidad muy alta,
que el acusado efectivamente es el responsable de la comisión de ese delito, en el caso
concreto no existen dichos datos de prueba, ya que existe únicamente un declaración singular y
aislada en mi contra.

La determinación específica del grado de reforzamiento de estas pruebas queda, sin duda, al
criterio del juzgador, pero lo que sí resulta objetivo es el hecho de que estas probanzas deben ser,
en todo momento, superiores a las que se requieren para someter a una persona a proceso penal,
pues de lo contrario, toda persona que fuese sometida a proceso automáticamente tendría que
estar en prisión preventiva, lo cual no resulta aceptable.

Este requisito no es observado por las responsables ya que el JUEZ DE CONTROL DEL
DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO se limita a indicar que la
prisión preventiva oficiosa es automática y para su dictado solamente se requiere indicios de la
comisión del ilícito y mi participación, con lo cual existe clara violación al bloque de
convencionalidad.

En segundo lugar, se requiere que exista peligro de que el imputado obstaculice la


investigación o el desarrollo del proceso mismo; por ejemplo, que pueda destruir o robar pruebas,
que tenga la posibilidad de causar algún daño a la víctima o amenazar a los testigos, que pueda
coartar a los peritos, en el caso concreto no existe indicio alguno que pueda representar algún
peligro para los testigos y peritos.

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Aunado a lo anterior no puede presumirse o suponerse que el indiciado realizará alguna de


dichas actividades ciertamente, la demostración de que el procesado en verdad tiene la intención
de obstaculizar la investigación o el desarrollo del proceso, y que además cuenta con la capacidad
para ello, le corresponde al ministerio publico proporcionar datos de prueba que permitan justificar
dichas circunstancias.

En tercer lugar, para imponer la medida de prisión preventiva es necesario que exista un
peligro de fuga del imputado, y esto porque la consecución del proceso y la posible aplicación de
la pena suponen la presencia del procesado.

Para que se cumpla con este requisito, debe existir un peligro real de evasión de
la justicia, uno que pueda apreciarse objetivamente, uno que verdaderamente pueda
hacer suponer que el acusado va a huir, en el caso concreto no existe un solo elemento que
permita suponer dicha situación.

Adicionalmente, en el Caso Palamara Iribarne la Corte también precisó que “al ordenarse
medidas restrictivas de la libertad es preciso que el Estado fundamente y acredite la
existencia, en el caso concreto, de los referidos requisitos…”.

Lo anterior implica que para que se pueda decretar la prisión preventiva en contra de una
persona, el Estado debe fundamentar jurídicamente y acreditar los requisitos antes explicados, y
no como lo señala el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS,
ESTADO DE MÉXICO que por tratarse de una prisión preventiva oficiosa la misma se dicta de
manera automática sin necesidad de valorar pruebas y sin justificar el motivo de su imposición.

4. La prisión preventiva no puede estar determinada por el tipo de delito

La Corte Interamericana, al resolver el Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, estableció que la
parte final del artículo 114 bis del Código Penal ecuatoriano eliminaba un derecho humano
fundamental basado, única y exclusivamente, en el tipo de delito del que es acusada una persona,
y que ello transgredía el artículo 7.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que
en la parte que interesa dispone que “Toda persona detenida o retenida… tendrá derecho… a ser
puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso”.

Esto quiere decir que, de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Interamericana de


Derechos Humanos, no se puede limitar el derecho a la libertad personal del que goza todo ser
humano, solo “en virtud del delito imputado en su contra”, lo que a la vista de todo lo que
hemos visto hasta ahora, resulta indiscutible, sin embargo el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO
JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO indica una y otra vez que por el hecho
de que el delito se cometió con un arma, ese es requisito suficiente para que subsista la prisión
preventiva de la que soy objeto.

Este criterio es especialmente importante para México, toda vez que la


Constitución mexicana establece un catálogo de delitos que automáticamente
ameritan prisión preventiva, lo que claramente contradice la jurisprudencia
interamericana.

De hecho, México es el único país de todo el Continente Americano que cuenta con
un catálogo de esa naturaleza y que, peor aún, lo tiene en su propia norma
constitucional.

5. La prisión preventiva no puede estar determinada únicamente por la gravedad


del delito

La prohibición de hacer depender la imposición de la medida de prisión preventiva solamente


de la gravedad del delito por el cual se es acusado fue determinada por la Corte Interamericana al
resolver el Caso López Álvarez vs. Honduras.
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En cuanto a la medida de prisión preventiva que le fue impuesta al señor López Álvarez por
más de seis años, la Corte estimó que al haber mantenido el Estado hondureño al señor López
Álvarez bajo prisión preventiva, se había violado su derecho a no ser sometido a detención o
encarcelamiento arbitrarios, consagrado en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y
al respecto precisó:

“Las características personales del supuesto autor y la gravedad del delito que se
le imputa no son, por sí mismos, justificación suficiente de la prisión preventiva. La
prisión preventiva es una medida cautelar y no punitiva”.

Cuando la legislación procesal penal y nuestra Constitución Federal permiten que se decrete
la medida de prisión preventiva oficiosa fundada únicamente en la comisión del ilícito por el uso
de armas y la supuesta gravedad del delito, en realidad permite la consecución de muchas
arbitrariedades, como lo es el caso que se impugna.
Cualquier persona puede ser acusada de cualquier delito, pero nunca resulta
aceptable que la simple acusación de un delito, por más grave que este pueda ser,
motive automáticamente la privación de la libertad del acusado, tal y como lo ha
establecido la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Este criterio complementa el que acabamos de ver, y ya ha sido reiterado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, al resolver el Caso Bayarri vs. Argentina.

De lo manifestado es claro que la figura de la prisión preventiva oficiosa es contraria al bloque


de convencionalidad mexicano y por lo tanto es necesario el control de convencionalidad solicitado
por el hoy quejoso y QUE EN ESTE ACTO SOLICITO A ESTE ORGANO DE CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD REALICE EN LOS TERMINOS ORDENADOS POR LOS
ARTICULOS 1 Y 133 CONSTITUCIONALES.

QUINTO: VIOLACION A LA PRESUNCION DE INOCENCIA. La imposición de una


medida cautelar, consistente en prisión preventiva oficiosa durante todo el tiempo que dure el
proceso penal al cual me encuentro vinculado, en contraria a mis derechos humanos de libertad
personal y presunción de inocencia, respecto al tema de prisión preventiva4 el Estado
mexicano recibió una recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la
cual se estableció que dicha medida cautelar, como regla de aplicación general en los procesos
penales, es contraria a las normas de la Convención Americana, porque viola el derecho a
la libertad personal y a la presunción de inocencia, recomendación vinculante para nuestro Estado
y que al tenor del artículo primero constitucional la autoridad responsable tiene la obligación de
acatarla.

El órgano internacional recomendó que la prisión preventiva debía restringirse a los casos
particulares donde así lo aconsejen las condiciones individualizadas, junto con la
amenaza fundada contra la sociedad y el orden público, EN EL CASO CONCRETO, LA
AUTORIDAD RESPONSABLE, es omisa en considerar esas circunstancias, que nunca son
mencionadas por el ministerio público que realiza la solicitud de la medida cautelar, sino que en
automático considera legal privarme de mi libertad de un modo arbitrario y el JUEZ DE CONTROL
DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO considera que dicha
privación de libertad es acorde con el bloque de convencionalidad ya que dichas circunstancias no
son necesarias en la prisión preventiva oficiosa, lo cual es contrario a la recomendación indicada.

Existen los criterios interpretativos brindados por diversos órganos internacionales que
indican que una prisión preventiva oficiosa es contraria a la presunción de inocencia, así, el Comité
de Derechos Humanos ha expresado que en ciertas circunstancias la detención preventiva puede
ser incongruente con la presunción de inocencia, por ejemplo, cuando se aplica

4
CIDH, Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación de derechos humanos en
México, 24 de septiembre de 1998, párrs. 233 a 235.
22
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automáticamente o cuando su duración es excesiva5, en el caso concreto existe una aplicación


en automático de la pena corporal, lo cual no tiene sustento alguno en una visión conforme a los
derechos humanos., que no es interpretado de esa manera por el JUEZ DE CONTROL DEL
DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, sino por el contrario
ignorando tales interpretaciones indica que la prisión preventiva oficiosa es automática sin
necesidad de valorar pruebas de la defensa, y bastan meros indicios por lo que hace a
las pruebas del órgano acusador para decretarla, ya que manifiesta una y otra vez que
el Ministerio Público, es una institución de buena fe, y por lo tanto las manifestaciones
que hace son objetivas y validas, Y LAS PRESENTADA POR LA DEFENSA NO LO SON, YA
QUE LA INSTITUCION DE LA DEFENSA ES DE MALA FE, según la idea peregrina de la
autoridad responsable.

Precisa el Comité que el derecho a la libertad y la presunción de inocencia se encuentran en


la base de las consideraciones legales para la aplicación de la detención preventiva, así el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala en su artículo 9(3) que: “La prisión
preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general”, y
con ello explicita su postura contra la detención preventiva.

Igualmente, el Comité ha señalado que la negación obligatoria de la libertad para


detención preventiva, como lo es la prisión preventiva oficiosa, coloca al poder judicial en
una posición en la cual se le prohíbe considerar las circunstancias individuales del caso
y, por tanto, tomar una decisión genuina. Con ello se hace negatoria la facultad
discrecional del juzgador y CONVIERTE AL PROCESO EN UN SIMPLE MEDIO DE
REPRESIÓN, SITUACIÓN PERVERSA E IMPENSABLE EN UN ESTADO CONSTITUCIONAL
DE DERECHO.

La legislación y otras órdenes o pautas que establecen la negación obligatoria de la libertad


de detención preventiva por cualquier razón deberían ser revocadas para otorgar a los jueces el
poder de tomar decisiones razonadas caso por caso. Así, ha expresado claramente que: “ningún
delito recibirá detención preventiva obligatoria”6 en el caso en concreto el JUEZ DE
CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO indica que
la prisión preventiva es automática y al ser oficiosa el Juez de control está obligado a decretarla
así como que continúe durante todo el tiempo que dure el proceso, lo cual es claramente contrario
al Derecho internacional del cual México forma parte.

Es claro que estos instrumentos internacionales, sirven como directrices en el tema y, en esa
medida, pueden usarse a efecto de interpretar el objeto y alcance del derecho humano a la libertad
personal, conforme al principio pro personae, la falta de aplicación de los mismos por parte de
la autoridad responsable hace manifiesto que el acto reclamado es violatorio al bloque de
constitucionalidad ya que me encuentro privado de mi libertad de manera automática, en la cual
no se me permitió debatir las circunstancias particulares para esta medida cautelar, el órgano
acusador solamente de limitó a solicitar la medida sin motivar el porqué de la misma, ya que no
existen elementos que permitan suponer riesgo de fuga por el suscrito, mucho menos se acredito
que el que suscribe pretenda entorpecer el desarrollo del proceso o causar nuevos daños a las
víctimas o a la sociedad; por lo cual el acto reclamado resulta completamente contrario a mis
derechos humanos y me veo afectado en mi presunción de inocencia.

La presunción de inocencia consiste en que no sea tratado como culpable sino


hasta que exista sentencia firme y es claro que desde que se me privo de mi libertad
en automático, estoy siendo tratado como un sentenciado, ya que los días, meses o
años que pueda pasar en prisión con base a esta medida cautelar nunca los podre
recuperar, por ser un daño de imposible reparación.

5
Comité de Derechos Humanos (2000), Observaciones finales: Argentina, CCPR/CO/70/ARG, párr. 10; Comité de
Derechos Humanos (2006), Observaciones finales: Italia, CCPR/C/ITA/CO/5, párr. 14.
6
Comité de Derechos Humanos (2000), Observaciones finales: Argentina, (CCPR/CO/70/ARG), párrafo 10.
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Está comprobado que “los derechos individuales son triunfos políticos en manos de los
individuos. Los individuos tienen derechos cuando, por algún razón, una meta colectiva no es
justificación suficiente para negarles lo que, en cuanto individuos, desean tener o hacer, o cuando no
justifica suficientemente que se les imponga alguna perdida o perjuicio.”7 Es por ello que no es legal
que se justifique la privación oficiosa de mi libertad como un medio de política criminal de nuestro
país, los derechos fundamentales los que se definen como “…todos aquellos derechos subjetivos
que corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto dotados del status, de
personas de ciudadanos o personas con capacidad de obrar; entendiéndose por derecho subjetivo
cualquier expectativa positiva (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita a un
sujeto por una norma jurídica; y por status la condición de un sujeto prevista asimismo por una
norma jurídica positiva, como presupuesto de su idoneidad para ser titular de situaciones jurídicas
y/o autor los actos que son ejercicio de estas.8

Partiendo de estas bases el principio acusatorio y adversarial, se trata de un modelo límite.


Su axiomatización resulta de la adopción de diez axiomas o principios axiológicos fundamentales
no derivables entre sí, que expresaré, siguiendo una tradición escolástica, con otras tantas
máximas latinas:
Al Nulla poena sine crimine.
A2 Nullum crimen sine lege.
A3 Nulla lex (poenalis) sine necessitate.
A4 Nulla necesitas sine iniuria.
AS Nulla iniuria sine actione.
A6 Nulla actio sine culpa.
A7 Nulla culpa sine iudicio.
A8 Nullum iudicium sine accusatione.
A9 Nulla accusatio sine probatione.

A10 Nulla probatio sine defensione.9

Es claro que con el acto reclamado se violentan estos principios torales del proceso y con ello
mis derechos humanos son letra muerta en la práctica judicial.

SEXTO. LA MEDIDA CAUTELAR DE PRISION PREVENTIVA OFICOSA NO ES


PROPORCIONAL. Que se me imponga una medida cautelar consistente en prisión preventiva
oficiosa durante todo el tiempo que dure el proceso penal al cual me encuentro vinculado, es
contraria a mis derechos humanos de libertad personal y presunción de inocencia, ya que se
dejan de aplicar los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad en las Américas10, se señala la excepcionalidad de la prisión preventiva
en su principio III.2, y se indica que deberán existir elementos de prueba suficientes que vinculen
al imputado con el hecho investigado para justificar una orden de privación de libertad preventiva,
en el caso que nos ocupa al momento de dictarse la medida cautelar NO EXISTEN DATOS DE
PRUEBA QUE PERMITAN JUSTIFICAR LA MEDIDA, ya que como se puede apreciar de las
constancias de autos de la carpeta administrativa formada, solamente existen imputaciones
realizadas por la víctima y testigos QUE NO LES CONSTAN LOS HECHOS, aunado a diligencias de
índole administrativa realizados por el ministerio público en su calidad de autoridad investigadora,
pero que en la audiencia no son justificadas de ninguna manera ya que no se indica porque se
pide, cuales son los motivos para que se dicte la privación de mi libertad, sino que se hace de

7
DWORKIN Ronald, Los Derechos en serio, Barcelona, Ariel, 2002, p.37.
8
FERRAJOLI, Luigi, Los Fundamentos de los Derechos Fundamentales, (Debate con Luca Baccelli, Michelangelo
Bovero, Ricardo Guastini, Mario Jori, Anna Pintore, Ermanno Vitale y Danilo Zolo), trad. Perfecto Andrés Ibáñez,
Antonio Cabo, Miguel Carbonell, Lorenzo Cordoba, Marcos Criado, y Gerardo Pisarello, Madrid, Trotta, cuarta edición,
2009, colección: Estructuras y procesos serie Derecho, p. 19.
9
FERRAJOLI, Luigi, FERRAJOLI, Luigi, Derecho y razón, (Teoría del garantismo penal), trad. Perfecto Andrés Ibáñez,
Alfonso Ruiz Miguel, Juan Carlos Bayón Mohino, Juan Terradillos Basoco, Rocío Cantarero Bandrés, Madrid, Trotta,
1995, colección: Estructuras y procesos serie Derecho, p. 93.
10
Documento aprobado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su 131º período ordinario de
sesiones, celebrado del 3 al 14 de marzo de 2008.
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manera automática, con lo cual se viola mi derecho humano a la presunción de inocencia y libertad
personal.

Además el mismo instrumento internacional, establece que la medida cautelar procederá se


acuerdo con los límites estrictamente necesarios para asegurar que no se impedirá el
desarrollo eficiente de las investigaciones ni se eludirá la acción de la justicia, es
evidente que estas circunstancias no son valoradas por la autoridad responsable, ya que ni siquiera
se mencionan a pesar de ser solicitadas expresamente por mi defensa y el JUEZ DE CONTROL DEL
DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO indica que no es necesario
que se justifiquen por tratarse de una prisión preventiva oficiosa, lo cual es contrario al respeto de
mis derechos humanos.

El Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a


Cualquier Forma de Detención o Prisión11, dispone en su principio 39 que toda persona
detenida tendrá derecho a la libertad en espera de juicio con sujeción a las condiciones
impuestas conforme a derecho, norma internacional que tampoco es aplicada por las
autoridades responsables.

De igual manera, en el punto 6.1 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre
las medidas no privativas de la libertad (Reglas de Tokio) 12 se prevé que en el
procedimiento penal sólo se recurrirá a la prisión preventiva como último recurso, teniendo
en cuenta la investigación del supuesto delito y la protección de la sociedad y de la víctima.

Por su parte, el Octavo Congreso de la Organización de las Naciones Unidas sobre


la Prevención del Delito y Trato de Delincuentes estableció un test en dos partes para aplicar
la detención preventiva.

Primero, para ir más allá del derecho a la libertad debe haber fundamentos para
considerar que un individuo cometió el delito que se investiga, es decir, debe hacer una
sospecha razonable, y no indicios como indica el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL
DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO.

Segundo, dado que ese criterio por sí sólo no es suficiente para una detención legítima, debe
haber uno de los motivos siguientes:

a) Riesgo de que la persona sospechosa huya.

b) Que ésta cometa otros delitos.

c) Que interfiera con el proceso del juicio.

En el caso concreto ninguno de estos tres elementos son tomados en cuenta por el JUEZ DE
CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, incluso los
considera innecesarios por ser una prisión preventiva oficiosa que se dicta en automático, sin
necesidad de justificar su dictado.

En atención a los tratados internacionales señalados para considerar que la prisión preventiva
–en tanto constituye una restricción del derecho humano de libertad personal– es una medida no
sólo legal sino también legítima, es necesario que se consideren las circunstancias individuales del
caso, en particular:

a) La naturaleza del presunto delito


b) La contundencia de la evidencia del mismo
11
Adoptado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en su resolución 43/173, de 9 de
diciembre de 1988.
12
Adoptadas por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en su resolución 45/110, de 14 de
diciembre de 1990.
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c) La eventual penalidad.
d) La conducta y circunstancias personales y sociales de la persona en cuestión.
e) Vínculos con la comunidad.
f) El riesgo de fuga;
g) La posible interferencia en la investigación
h) El interés social en conflicto.

Como se desprende del acto reclamado la autoridad responsable incumpliendo con el


mandado del artículo 1 Constitucional, no realiza un control de convencionalidad de la norma que
considera que no es dable sustituir una prisión preventiva oficiosa como medida cautelar, sin
motivar por qué se emplea la privación de mi libertad como sanción anticipada de pena, ya que
nunca establece que exista: a) riesgo de que la persona sospechosa huya; b) que ésta
cometa otros delitos; o c) que interfiera con el proceso del juicio. Ni mucho menos los
acredita con medio de prueba idóneo u fehaciente.

SEPTIMO: VIOLACION A LA PRESUNCION DE INOCENCIA Y


PROPORCIONALIDAD.- Que no se autorice la sustitución de una medida cautelar consistente
en prisión preventiva oficiosa durante todo el tiempo que dure el proceso penal al cual me
encuentro vinculado, es contraria a mi derecho humano de presunción de inocencia,
consagrado en nuestra Constitución federal y múltiples tratados internacionales la presunción de
inocencia garantiza a la persona que no será condenada sin que exista prueba suficiente que
destruya la citada presunción, a partir de ello es claro que en el proceso penal acusatorio es al
órgano acusador a quien le corresponde probar más allá de toda duda razonable los hechos de los
que se me acusa, situación que no es valorada para emitir el acto reclamado, ya que se indica por
el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO
que el dictado de la prisión preventiva oficiosa es automático sin meditar las circunstancias del
caso concreto.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expresado que la presunción de


inocencia implica que las personas sean consideradas inocentes hasta que se acredite plenamente
su culpabilidad13, lo cual, a su vez, tiene como consecuencia que el acusado no es quien debe
demostrar que no ha cometido el delito que se le atribuye, sino que para ser declarado
culpable, la carga de la prueba recae en el órgano que acusa14 esta distribución de cargas
probatorias implica que el imputado debe recibir el trato que se otorga a una persona
inocente; es decir que no podrán asignársele al acusado las mismas consecuencias que a una
persona culpable de la comisión de un delito, en el caso concreto me encuentro en la cárcel al
igual que cualquier condenado culpable.

La presunción de inocencia es de importancia destacada en el presente caso, pues es la que obliga a


excluir la limitación de la libertad personal. Este derecho es el violado con la imposición de la prisión
preventiva oficiosa, La Corte Interamericana se pronunció al respecto al señalar que del principio de
presunción de inocencia, reconocido en el artículo 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, deriva la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites
estrictamente necesarios para asegurar que no impedirá el desarrollo eficiente de las
investigaciones y que no eludirá la acción de la justicia15, circunstancias que como he manifestados
ni siquiera son tomadas en cuenta por el JUEZ DE CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE
MORELOS, ESTADO DE MÉXICO en su carácter de autoridad responsable y menos por el JUEZ DE
CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO, lo cual se
traduce en una clara violación a mi derecho humano de presunción de inocencia.

13 Corte IDH. Caso Suárez Rosero vs. Ecuador, Fondo, Sentencia de 12 de noviembre de 1997, párr. 77; y Caso
Ricardo Canese vs. Paraguay, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 31 de agosto de 2004, párr. 153; y Caso
Cabrera García y Montiel Flores vs. México, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 26
de noviembre de 2010, párr. 182.
14 Corte IDH, Caso Ricardo Canese vs. Paraguay, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 31 de agosto de

2004, párr. 154; y Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas, Sentencia de 26 de noviembre de 2010, párrs. 182 y 183.
15 Corte IDH. Caso Acosta Calderón vs. Ecuador, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 24 de junio de 2005,

párr. 111.
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Realizando una interpretación conforme al bloque de constitucionalidad externo como lo dispone el


artículo 1 Constitucional, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido16 que el artículo 7.5
de la Convención garantiza el derecho de toda persona en prisión preventiva a ser juzgada
dentro de un plazo razonable o ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso.

Lo que significa que esta norma impone límites temporales a la duración de la prisión preventiva y,
en consecuencia, a las facultades del Estado para asegurar los fines del proceso mediante esta medida
cautelar, en el caso de análisis constitucional el acto reclamado impone una prisión preventiva POR TODO
EL TIEMPO QUE DURE EL PROCESO, LO CUAL ES ABSURDO, CARENTE DE TODO SENTIDO Y
CONTRARIO A DERECHO, ya que no existe justificación alguna para dicha duración en abstracto, la
prisión preventiva se halla limitada por el principio de proporcionalidad17, en virtud del cual una persona
considerada inocente no debe recibir igual o peor trato que una persona condenada; esto quiere decir que
la prisión preventiva debe cesar cuando se ha excedido la duración razonable de dicha medida cautelar, y
en el acto reclamado ese plazo razonable no existe, ya que estoy privado de mi libertad de manera oficiosa,
POR UN TIEMPO INDETERMINADO QUE PODRÁ SER HASTA DE DOS AÑOS EN LO QUE SE
RESUELVE MI PROCESO.

El principio de proporcionalidad implica, además, una relación racional entre la medida cautelar y el
fin perseguido, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad no resulte
exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción, en el acto reclamado
parece que el fin perseguido por el proceso es simplemente privarme de mi libertad, ignorando por
completo la autoridad responsable los tratados internacionales y tratados internacionales
suscritos por México.

La autoridad responsable pasa por alto las manifestaciones realizadas por el Comité de Derechos
Humanos que ha comentado su “preocupación por la duración de la detención preventiva, que
por lo general es incompatible con los artículos 9(3) y 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos”18; y aclaró que si bien la detención preventiva puede ser legítima bajo ciertas
circunstancias, su duración puede violar los derechos de libertad (Artículo 9) y de ser procesado
debidamente (Artículo 14).

También, la Observación General 8 sobre el Artículo 9 del Pacto, el Comité de Derechos


Humanos, concluyó que “la detención preventiva debe ser excepcional y lo más corta posible”19.

Además, el Comité Contra la Tortura ha señalado que un período largo antes del juicio
puede constituir un trato cruel que viola la Convención Contra la Tortura.20

Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha establecido que para restringir
el derecho a la libertad personal a través de medidas como la prisión preventiva deben existir indicios
suficientes que permitan suponer razonablemente que la persona sometida a proceso ha participado en el
ilícito que se investiga21; sin embargo, que “aún verificado este extremo, la privación de libertad del
imputado NO PUEDE RESIDIR EN FINES PREVENTIVO-GENERALES O PREVENTIVO-ESPECIALES
ATRIBUIBLES A LA PENA, SINO QUE SÓLO SE PUEDE FUNDAMENTAR […] EN UN FIN
LEGÍTIMO, A SABER: ASEGURAR QUE EL ACUSADO NO IMPEDIRÁ EL DESARROLLO DEL
PROCEDIMIENTO NI ELUDIRÁ LA ACCIÓN DE LA JUSTICIA”22 en mi caso no existe estos fines

16 Corte IDH, Caso Barreto Leiva vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de
2009. Serie C No. 206, párrs. 119 a 122.
17 Caso "Instituto de Reeducación del Menor" vs. Paraguay, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y

Costas, Sentencia de 2 de septiembre de 2004, Serie C No. 112, párr. 228; Caso López Álvarez vs. Honduras, Fondo,
Reparaciones y Costas, Sentencia de 1 de febrero de 2006, párr. 67; y Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez. vs.
Ecuador, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 21 de noviembre de 2007, Serie C
No. 170, párr. 93.
18 Comité de Derechos Humanos (2003), Observaciones finales: Letonia, CCPR/CO/79/LVA; Comité de Derechos

Humanos (2004), Observaciones finales: Namibia, CCPR/CO/81/NAM, párr. 13.


19 Comité de Derechos Humanos, Observación General N° 8, Derecho a la libertad y a la seguridad personales
(artículo 9), 16º período de sesiones, de 30 de junio de 1982.
20 Comité Contra la Tortura, Informe sobre el quincuagésimo tercer período de sesiones, Suplemento No. 44
(A/53/44), 16 de septiembre de 1998, párr. 68.
21 Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas,

Sentencia de 21 de noviembre de 2007, Serie C No. 170, párr. 101; y Caso Servellón García y otros vs. Honduras,
Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 21 de septiembre de 2006, Serie C No. 152, párr. 90.
22 Corte IDH. Caso Barreto Leiva vs. Venezuela, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 17 de noviembre de

2009, Serie C No. 206, párr. 111; Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador, Excepciones Preliminares,
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legítimos, sino que únicamente soy privado de mi libertad de una manera arbitraria y oficiosa y se me niega
la sustitución de dicha medida cautelar por una menos gravosa, es decir hay cárcel porque tiene que
haber cárcel.

La autoridad responsable de igual modo pasa por alto la alternatividad de las medidas cautelares que
puede emplear, la Corte Interamericana ha señalado que cuando el plazo de la prisión preventiva sobrepasa
lo razonable, se podrá limitar la libertad del imputado con otras medidas menos lesivas que
aseguren su comparecencia al juicio, distintas de la privación de libertad.23

Con fundamento en los artículos 75 Y 119 de la Ley de Amparo reglamentaria de los artículos 103 y
107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vengo a ofrecer las siguientes:

MEDIOS DE CONFIRMACION PROCESAL.

1. LA INSTRUMENTAL PÚBLICA DE ACTUACIONES; consistente en las actuaciones


practicadas en registro documental y audio y video así como que se practiquen en la carpeta de
administrativa XXXX, relativo al proceso penal seguido en contra del hoy quejoso ante JUEZ DE
CONTROL DEL DISTRITO JUDICIAL DE ECATEPEC DE MORELOS, ESTADO DE MÉXICO. y
del cual derivan los actos reclamados en esta demanda de amparo, Medio que se relaciona con los
hechos uno, dos, tres y cuatro; con este medio de confirmación procesal se pretende acreditar la
existencia del acto reclamado así como la violación de mis derechos fundamentales.

2. LA PRESUNCIONAL LEGAL.- Consistente en la presunción de inocencia,


consagrada en al artículo 20 Constitucional apartado B fracción I, esta presunción legal es de
carácter uiris tantum, y como tal hasta que no exista prueba plena que demuestre mi culpabilidad
de los hechos que se me imputan no puedo ser tratado como delincuente, Medio que se relaciona
con los hechos uno, dos, tres y cuatro; con este medio de confirmación procesal se pretende
acreditar la existencia del acto reclamado así como la violación de mis derechos fundamentales.

SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO

Con fundamento en los artículos 166 fracción I y concordantes de la Ley de Amparo y en virtud de
que no se causa perjuicio al interés social ni se contravienen disposiciones de orden público,
así como la difícil reparación del daño que se me causaría de llevarse a efecto la ejecución de la resolución
dictada por la responsable, solicito la concesión de la suspensión de los actos reclamados, para el
efecto de el quejoso quede a disposición del órgano jurisdiccional de amparo en el lugar que éste señale
únicamente en lo que se refiera a su libertad.

Así mismo solicito que se le ordena a la autoridad responsable que una vez que se concluya la etapa
intermedia suspensa el procedimiento penal y se abstenga de dictar auto de apertura a Juicio oral, hasta
en tanto no se resuelva el presente amparo, ya que de lo contrario se me causaría un daño de imposible
reparación sirve como criterio orientado el siguiente:

“SUSPENSIÓN DEFINITIVA EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO. AUNQUE LAS ETAPAS


COMPLEMENTARIA E INTERMEDIA NO SON SUSCEPTIBLES DE SUSPENDER, EN CASO DE QUE
SE LLEGUE A ESTA ÚLTIMA, DEBE CONCEDERSE DICHA MEDIDA CAUTELAR PARA EL EFECTO
DE QUE EL JUEZ DE CONTROL, UNA VEZ CONCLUIDA ÉSTA, NO ORDENE LA APERTURA A LA
ETAPA DE JUICIO, HASTA EN TANTO NO SE RESUELVA EL JUICIO BIINSTANCIAL EN LO
PRINCIPAL.

En materia penal sólo puede suspenderse el procedimiento en lo que corresponda al quejoso,


una vez concluida la etapa intermedia (que comprende desde la formulación de la acusación
hasta el auto de apertura del juicio), como puede advertirse del artículo 61, fracción XVII, de la
Ley de Amparo; por ende, dicha etapa no puede paralizarse. En el mismo sentido resulta la
petición que haga el quejoso en cuanto a que se paralice la etapa complementaria (que
comprende desde la formulación de la imputación y se agota una vez que se haya cerrado la

Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 21 de noviembre de 2007, Serie C No. 170, párr. 103; y Caso Servellón
García y otros vs. Honduras, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 21 de septiembre de 2006, Serie C No.
152, párr. 90; y Caso Acosta Calderón vs. Ecuador, Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 24 de junio de 2005,
párr. 111.
23 Corte IDH, Caso Barreto Leiva vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de noviembre de

2009. Serie C No. 206, párr. 120


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investigación), pues el artículo 150 de la misma ley, en su primera parte, dispone: "En los casos
en que la suspensión sea procedente, se concederá en forma tal que no impida la continuación
del procedimiento en el asunto que haya motivado el acto reclamado, hasta dictarse resolución
firme en él;..."; de ahí que dichas etapas del sistema penal acusatorio no son susceptibles de
suspenderse. No obstante, este último precepto, en su parte final, establece que si la
continuación del procedimiento puede dejar irreparablemente consumado el daño o perjuicio
que pueda ocasionarse al quejoso, la suspensión podrá concederse para el efecto de paralizar
el procedimiento y evitar dicha circunstancia; máxime que el primer párrafo del artículo 101 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, en lo que interesa, señala: "El tribunal de
enjuiciamiento no podrá declarar la nulidad de actos realizados en las etapas previas al juicio,
salvo las excepciones previstas en este código.", por lo que, a efecto de evitar un daño o
perjuicio de manera irreparable al quejoso en etapas previas al juicio, debe
concederse la medida cautelar para el efecto de que, en caso de que se llegue a la
etapa intermedia, el Juez de control, una vez concluida ésta, no ordene la apertura
a la etapa de juicio, hasta en tanto no se resuelva el juicio biinstancial en lo principal.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.


Incidente de suspensión (revisión) 129/2017. 12 de junio de 2017. Unanimidad de votos.
Ponente: Horacio Armando Hernández Orozco. Secretaria: Liliana Elizabeth Segura Esquivel.
Esta tesis se publicó el viernes 08 de septiembre de 2017 a las 10:17 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.”24

SUPLENCIA DE LA QUEJA

Con fundamento en la fracción III del artículo 79 de la Ley de Amparo, solicito a esta autoridad de
control constitucional, en caso de ser necesario, supla la posible deficiencia en los conceptos de violación
expresados.

DERECHO

Fundan la presente demanda de amparo lo establecido por los Artículos 103 y 107 de la constitución
y los artículos 1, 2, 3, 35, 107, 108, 125, 126, 127, 128, 130, 139 y demás relativos y aplicables de la Ley
de Amparo en cita.
Por lo anteriormente expuesto;
USTED JUEZ DE DISTRITO, Atentamente pedimos se sirva:
PRIMERO. Tenernos por presentada, demandado EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA
FEDERAL contra los actos y las autoridades que han quedado debidamente precisadas en éste ocurso y;
se tengan por autorizadas a las personas que se indican para los fines señalados.
SEGUNDO. Se requiera a la autoridades responsables remita dentro del término de ley su informe
justificado.

“ESPERO SE PROVEA DE CONFORMIDAD LO SOLICITADO”


PROTESTO LO NECESARIO

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Estado de México, 05 de ENERO del 2018.

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Época: Décima Época Registro: 2015123 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 46, Septiembre de 2017, Tomo III Materia(s): Común Tesis:
I.1o.P.62 P (10a.) Página: 1987.
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