INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
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I. RADIACTIVIDAD
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B. Beta (β): Son simplemente electrones (carga negativa y masa
reducida) los cuales conservan el carácter corpuscular. Debido a su
tamaño poseen alto poder de penetración, pero bajo poder de
ionización (un décimo que las partículas).
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Además del U238 también el U235 es radiactivo y tiene una serie con varios
isótopos intermedios, pero existe sólo un 1% respecto al primero, por lo
cual en general no es tan importante en actividades exploratorias.
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II. RADIACTIVIDAD DE LAS ROCAS
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así se produciría una cantidad mayor de calor que la que se perdiese por
disipación.
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El uranio y el torio que existen en las rocas ígneas se hallan
casi siempre en forma insoluble. El uranio, sin embargo, da a veces, en
medio oxidante, compuestos complejos solubles que pueden ser
arrastrados por las aguas superficiales o subterráneas y verse llevados lejos
de su origen y hasta los océanos. Por lo contrario, el torio y sus isótopos
son muy poco solubles. Tienen, por otra parte, la tendencia muy fuerte a
la hidrólisis y son fácilmente precipitados.
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No se encuentran por lo común entre las rocas sedimentarias
yacimientos uraníferos y de torio de gran concentración. La concentración
de uranio y de torio en las rocas sedimentarias es, en el conjunto,
extremadamente variable, y resulta, además, muy difícil dar valores
medios. Estas variaciones se deben a un número muy grande de factores.
En efecto, hay que tener en cuenta la naturaleza de la roca madre, su
actividad, su distribución y la naturaleza de sus productos radiactivos, las
distancias y dificultades de transporte, las condiciones físico-químicas
existentes durante la sedimentación y, en fin, los aportes de
radioelementos que han podido efectuarse por adsorción o reemplazo
isomórfico después de la deposición de los materiales clásticos.
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III. MÉTODOS RADIACTIVOS
3.2. Termoluminiscencia
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3.3. Resonancia del espín eléctrico
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IV. DETECTORES DE RADIACIÓN
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último de la de una verdadera avalancha, que podría ser medida
electrónicamente como una sola pulsación. (Ver fig. 3)
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4.3. Emanómetro
4.4. Berilometro
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V. PROSPECCIÓN RADIACTIVA
Detección:
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que habría de ser considerada como unidad base, a partir de los cuales los
valores superiores obtenidos deben ser considerados como anomalía positiva
y traducidos con la interpretación que procede, en forma metódica y ordenada,
debiendo el operador eludir prejuicios que involuntariamente le alejen de la
realidad.
Hasta hace poco tiempo la detección radiométrica era dedicada, casi exclusiva
a la búsqueda de minerales de uranio, pero su campo de aplicación ha sido
extendido a los resultados de una práctica constante y mejora de los aparatos
utilizados que hoy pueden también aplicarse al hallazgo del berilio, que no es
radiactivo, a yacimientos de sales potásicas, filones de fosforita, ciertos
minerales metálicos paragenéticos del uranio, petróleo, ciertos carbones y
asfaltos, etc. así como la localización de diques pegmatíticos, delimitación de
terrenos geológicamente distintos (hipogénicos ácidos y básicos, volcánicos,
sedimentarios y metamórficos) mediante el reconocimiento de sus gradientes
radiactividades especificas locales, pudiendo en consecuencia confeccionar
también los correspondientes mapas geológicos y metal genéticos.
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Tenemos dos tipos de prospección radiométrica, prospección radiométrica
de superficie y la prospección radiométrica aérea, las cuales se detallan a
continuación.
VI. CONCLUSIONES
E. Los métodos radiactivos nos sirven para saber, la edad de la roca, tipo de
roca, litología, estratificación.
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F. Los métodos radiactivos los podemos utilizar en diferentes situaciones ya
que van desde la exploración y explotación minera, metalurgia hasta la
geología del petróleo y del gas que se utilizan en las industrias petroleras,
las rocas con mayor contenido radiactivos son las lutitas, limos y arcillas
con lo cual emplearemos dichos métodos para avanzar en la investigación
de las ciencias de la tierra.
VII. BIBLIOGRAFÍA
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