Proceso de Integración
Proceso de Integración
Proceso de Integración
INTEGRACÍON
ÍNDICE
1. INTEGRACIÓN ECONÓMICA (franklin)
2. RAZONES DE LA INTEGRACIÓN
2.1. Económicas
2.2. Políticas
3. IMPORTANCIA DE LA INTEGRACIÓN (yanett)
4. ETAPAS DE LA INTEGRACIÓN
4.1. Acuerdo preferencial
4.2. Zona de libre comercio
4.3. Unión aduanera
4.4. Mercado común
4.5. Unión económica
4.6. Unión monetaria
4.7. Integración económica total
5. LA UNIÓN EUROPEA (aron)
5.1. MIEMBROS
5.2.ANTECENDES Y EVOLUCIÓN
5.2.1. Organización europea de cooperación económica (OECE)
5.2.2. Comunidad europea del carbón y del acero (CECA)
5.2.2.1. LOS SECTORES DEL CARBÓN Y DEL ACERO DESDE UNA
PERSPECTIVA HISTÓRICA (marjiorie)
5.2.2.1.1. LA DIMENSIÓN ECONÓMICA
i) La industria carbonífera
ii) La industria siderúrgica del acero
5.2.2.1.2. LA DIMENSIÓN JURÍDICA: LAS INICIATIVAS
COMUNITARIAS ADOPTADAS EN MATERIA
ENERGÉTICA DESDE 1951
5.2.3. Comunidad económica europea (CEE) (aron)
5.2.4. Unión aduanera europea (UAE)
5.2.5. Mercado único europeo (MUE)
5.2.6. Unión económica europea (UEE)
5.2.7. Unión económica y monetaria (UEM)
5.3.OBJETIVOS (cristian)
5.4.INSTITUCIONES DE LA UNIÓN EUROPEA
5.5.BENEFICIOS DE UNA MONEDA ÚNICA PARA LA UNIÓN EUROPEA
INTEGRACIÓN ECONÓMICA
Este proceso de integración tiene cierto grado de complejidad, debido a que para lograr
la consolidación e integración entre diferentes regiones, es necesario lograr cierta simetría
las diferentes economías. De lo contrario, los efectos que se deriven pueden ser
desventajas para unos y ventajas para otros. Es por ello, que para lograr esta paridad entre
los sistemas económicos, primero deben tomarse una serie de medidas para reestructurar
el ámbito interno y luego fortalecer las relaciones comerciales que promueven la
integración.
Al integrarse los países, no solo existen motivos económicos sino también razones
políticas que los impulsa a formar bloques económicos. Entre las razones económicas y
políticas el profesor español Jaime Requejo señala las siguientes:
a. Económicas
La integración busca ampliar mercados. Las grandes potencias económicas con el
nivel de producción que generan necesitan de mercados donde colocar sus
productos para ampliar su comercio.
La integración también busca incrementar la competencia al interior del bloque
económico, puesto que ello acelera la inversión y consolida económicamente el
bloque a través de un crecimiento económico.
b. Políticas
Poner fin a enfrentamientos entre los países. Por ejemplo con la Unión Europea
se trata de impedir en enfrentamiento bélico en ese continente, sobre todo con
respecto a la rivalidad histórica entre Alemania y Francia.
De otro lado, la Unión Europea tuvo entre sus fines unirse para hacer frente a la
expansión económica de la U.R.S.SS
En esta etapa los países miembros del bloque se conducen entre si una serie de
preferencias, como la reducción de aranceles de otras formas de protección, generalmente
en el sector industrial. Se establece a través de zonas fronterizas, limitándose también a
ventajas aduaneras. El objetivo de esta forma de integración es buscar el orden tarifario.
Etapa en la que eliminan todas las restricciones de comercio entre países socios, pero
mantienen sus aranceles originales respecto al resto del mundo. Presenta un
inconveniente, que le resto del mundo intentara exportar al bloque económico por el país
donde su tasa arancelaria sea menor, de allí que las aduanas de los países miembros
tendrán que exigir certificados de origen de los productos al circular dentro del bloque.
Etapa en la cual suprimen todos los impuestos a la importación sobre el comercio entre
países socios, siendo la característica principal el establecimiento de un arancel externo
común (AEC) respecto apaíses ajenos al bloque y también se puede añadir otra forma de
proteccionismo, que también debe ser común. De esta manera, un producto cualquiera
procedente del resto del mundo puede circular libremente tan pronto como atraviese una
de las aduanas de la Unión. Esta forma de integración cumple su propósito además de ser
a la vez protectora. Precisamente en AEC es el primer obstáculo serio al que se enfrenta
cualquier proceso de integración.
Disponer su dinero
Invertirlo donde quiera
Pedir prestado dinero donde más le convenga
Etapa en la que se determina una moneda única para el espacio común o si no se fijan
irrevocablemente los tipos de cambio entre los países miembros. Se establece además la
formación de un banco central unificado y se reducen las funciones de los bancos
centrales de cada país miembro.
Estas formas de integración no son rígidas. La realidad muestra que pueden existir
fórmulas intermedias con mezcla de características. En cualquier caso, es el carácter
secuencial, progresivo o acumulativo de estas formas de integración lo que las configuran
como etapas.
2.4.1. Concepto
a. Miembros
Los integrantes son Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Holanda, Reino
Unido, Irlanda, Dinamarca, Grecia, España, Portugal, Austria, Suecia y Finlandia. A
esos se suman desde el 2004. Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría,
Letonia, Lituania, Malta, Polonia, y Republica Checa, con ello la Unión Europea ha
pasado a ser un bloque de 25 estados y 453 millones de habitantes.
b. Antecedentes y Evolución
Organización Europea de Cooperación Económica (OECE). En 1948 que
se configuro como una institución cuya finalidad era la coordinación del
Plan Marshall destinado a la reconstrucción de los países de Europa
occidental devastados por la guerra.
A) LA DIMENSIÓN ECONÓMICA
La energía ha sido siempre un aspecto vital para la economía de todos los países,
especialmente de los más desarrollados. En las primeras fases de la revolución industrial
y hasta hace poco, el carbón ha sido una materia prima determinante, tanto para uso
industrial, como para el funcionamiento de los servicios. Inmediatamente después de la
II Guerra Mundial, la preocupación de los europeos por estos aspectos impulsó la creación
de tres Organizaciones Internacionales con un trasfondo energético. Se constituyeron dos
organizaciones específicas (la CECA y la Comunidad Europea de la Energía Atómica) y
una genérica (la Comunidad Económica Europea), cuyos objetivos afectaban a diferentes
intereses económicos. En 1951, la CECA fue dotada de un sistema institucional específico
llamado a «velar por el abastecimiento regular del mercado común, teniendo en cuenta
las necesidades de los terceros países» (artículo 3.a) y a «fomentar el desarrollo de los
intercambios internacionales y velar por el respeto de unos límites equitativos en los
precios practicados en los mercados exteriores» (artículo. 3.f).
Desde entonces, las necesidades han cambiado. En los últimos años, Europa experimenta
una creciente dependencia energética del exterior debido a su escasez de recursos
naturales y a su elevado grado de desarrollo económico y de consumo. Este panorama
perjudica especialmente a los sectores de servicios e industriales más relevantes (el
transporte, la producción de calor o de electricidad), porque exige un gran volumen de
fuentes energéticas. La situación debilita enormemente a nuestro continente porque lo
convierte en el principal importador de energía mundial y en uno de los sus mayores
consumidores, poniendo de relieve su escasa capacidad
energética3 y su bajo grado de autosuficiencia.
La perspectiva es especialmente dramática respecto del petróleo porque la importación
de este producto representa hoy el 76 % de las necesidades europeas. El problema puede
agravarse en el futuro. Las estimaciones de la Comisión sugieren que, en los próximos
veinte o treinta años considerando la ampliación de nuevos socios, se produzca un notable
incremento del consumo de energía. Aun así, pese a haber perdido parte de su relevancia,
el carbón y el acero siguen constituyendo materias primas de importancia económica
considerable. En estos momentos, la Unión Europea produce 325 toneladas del carbón
que representan el 13% del suministro de la energía primaria utilizada; pero, sólo la mitad
de este carbón se produce en el interior de la Unión. La otra mitad procede de otros países:
Rusia principalmente y, algunos de países que están negociando su incorporación a la
Unión, como Polonia5 y la República Checa.
i) La industria carbonífera
Aunque Europa es una gran importadora de carbón, las características de su mercado
mundial son bastante más tranquilizadoras que las de otros combustibles sólidos. Es un
sector energético con una localización geográfica diferenciada, una geopolítica adecuada
y, una ausencia de tensión por sus bajos precios. De hecho, aunque Europa importa algo
más de 50 % de sus necesidades (y en el futuro cercano, la cifra podrá superar el 70 %),
la abundancia de estos recursos y una oferta diversificada parece estar garantizada y
permite hablar de cierta estabilidad física y económica respecto de su abastecimiento.
Estos problemas causados por sus características físicas han reducido los mercados de
expansión del carbón. Sin embargo, en ciertos países europeos7 (como Dinamarca,
Grecia, Irlanda y el Reino Unido), aunque no es un vector energético preponderante, el
carbón sirve para la producción eléctrica: se utiliza como combustible auxiliar para
sustituir a otros en momentos de crisis.
Este declive del sector carbonífero ha provocado que su mantenimiento obedezca casi
siempre a motivos sociales y regionales8, lo cual ha obligado a reducir o/y a concentrar
la producción y a practicar una política intervencionista de concesión de fuertes ayudas
estatales a sus principales productores europeos. Ahora bien, países como Francia ya se
ha planteado reducir la extracción de carbón para detener la actividad en un breve plazo
de, entre tres o cuatro años, después de resolver los problemas sociales que esta medida
puede acarrear.
Sin embargo, la crisis que vive el sector siderúrgico desde 1992 ha obligado a la
Comunidad a reestructurar su industria para hacerla competitiva y adaptable a las
condiciones cambiantes del mercado europeo y mundial. Los medios puestos al servicio
de este objetivo debían abordar las cuestiones relacionadas con la competencia, imponer
restricciones a la importación (procedentes mayoritariamente de los países del Este y de
la Antigua Unión Soviética), y a aplicar subvenciones, ayudas estatales y medidas
exteriores. En concreto, para hacer frente a la crisis, se decidió reducir drásticamente las
capacidades y establecer medidas sociales, aplicando ayudas a la jubilación anticipada, a
la reintegración social y al desempleo.
Como denominador común, una de las peculiaridades más acusadas de ambos sectores
cubiertos por el TCECA, el metalúrgico y el mineralógico, es su extraordinaria
concentración regional. Esta concentración regional provoca que el desarrollo económico
general de las regiones afectadas acabe subordinado a los procesos de adaptación
estructural que se lleven a cabo.
B) LA DIMENSIÓN JURÍDICA: LAS INICIATIVAS COMUNITARIAS
ADOPTADAS EN MATERIA ENERGÉTICA DESDE 1951.
Resulta llamativo e incluso paradójico comprobar cómo, aunque su constitución marcó el
comienzo del proceso de integración europea, la CECA ha sido siempre una gran
desconocida. Y eso que la doctrina siempre ha destacado su importante papel, porque
acabó con rivalidades seculares entre algunos Estados europeos y porque su creación y
buen funcionamiento han satisfecho la aspiración de paz duradera en el Viejo Continente.
La CECA fue pionera en el proceso de integración europea que culminó con la aparición
de la CEE y de la Euratom.
En los últimos cincuenta años, la actividad comunitaria en el sector energético ha
cambiado, se ha intensificado y, se ha diversificado. Sin embargo, la debilidad estructural
en el abastecimiento energético europeo no ha podido salvarse, ni con la adopción de
medidas de ahorro energético, ni con la aplicación de una política de diversificación de
las fuentes de energía. Los acontecimientos que han marcado el desarrollo de este sector
productivo en el ámbito comunitario podrían resumirse en cuatro etapas más o menos
diferenciadas.
1. a etapa (1946-1957). Se creó una nueva Organización Internacional: la Comunidad
Europea del Carbón y del Acero. Su tratado fundacional estableció una reglamentación
internacional de cincuenta años que europeizó la gestión del sector del carbón y del acero
como fuentes de energía principales. Para ello, los padres fundadores dieron plena
independencia a la Organización y se estableció una autoridad «supranacional», llamada
«Alta Autoridad» dotada de los poderes más importantes: los poderes normativos,
ejecutivo e, incluso, fiscal. La CECA fue además la primera Organización Internacional
nacida con plena autonomía financiera, gracias a la aplicación de una exacción que ha
gravado a todas empresas del sector. Más tarde, en 1957, se creó otra Organización
Internacional dedicada a regular exclusivamente el sector vinculado a la energía nuclear.
Con la Comunidad Europea de la Energía Atómica se trataba de encontrar de una fuente
energética alternativa con la que abastecer las necesidades de los mercados europeos. Por
el contrario, la Comunidad Económica Europea no reguló la energía de forma específica.
Se consideraba como una mercancía (artículo 36 TCEE) y su prestación como un servicio,
estando en algunos países sometida a situaciones de monopolio (electricidad y gas
natural).
2. a etapa (1957-1972).Gracias a la suficiencia de recursos de los Estados europeos, el
carbón empezó siendo la principal fuente de suministro energético. Sin embargo,
rápidamente, en la década de los setenta, a causa de la política de bajos precios impuesta
por las grandes multinacionales que operaban en los mercados mundiales, el petróleo
logró destronar al carbón. Desde entonces puede hablarse de dependencia energética
europea.
3. a etapa (1972-1985). En la década siguiente, la primera crisis del petróleo, que llevó a
los países productores de la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP) a
cuadruplicar el precio del crudo a finales de 1973, tuvo graves repercusiones económicas
en Europa. Por primera vez, los socios comunitarios se vieron obligados a hacer un nuevo
planteamiento de los temas energéticos y a poner en marcha medidas capaces de
«asegurar un abastecimiento seguro y duradero en condiciones económicas
satisfactorias». Las medidas adoptadas se aplicaron en las tres Comunidades Europeas, lo
cual intensificó «la desvertebración y la descoordinación de la actuación comunitaria»,
repartida y regulada en los diferentes tratados constitutivos.
Mientras a escala mundial se creaba la Agencia Internacional de la Energía, Europa
reaccionó creando un Comité de la Energía y tomando medidas dirigidas a atenuar las
dificultades de abastecimiento. Sobre la base del artículo 103 del TCEE, el Consejo
adoptó algunas resoluciones que fijaron a largo plazo unos objetivos generales de
actuación para el almacenamiento de petróleo21. Estas y otras medidas (establecimiento
de mecanismos de apoyo a las producciones interiores no competitivas y creación de un
programa de eficiencia y desarrollo tecnológico), permitieron desligar en cierto modo el
crecimiento del consumo de energía del crecimiento económico.