Aliteracion
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Ninfa Criado
Universidad de Sevilla
1 El secreto artificio, Madrid, 1992, pp. 38-41, y otras muchas páginas, por ejemplo 229
y ss. Es lo que las retóricas clásicas llamaban homoeoproplwron {vid H. Lausberg, Manual de
retórica literaria, Madrid, 1967, II, p. 334.
2 Op.cit., p. 38.
3 Figuras retóricas, Madrid, 1994, pp. 64-68.
4 Es la misma defmición que la de del diccionario de 1899, antes era defmida simple-
8 Solo¡; y g,
9 Y lo mismo puede decirse, en la Edad Media, para la repetición de fonemas distin·
tos, como, por ejemplo, /s/ y /z/.
IO Que sigue en esto a la tradición clásica.
11 Fundamentos de retórica, Pamplona, 1979, pp. 154-155.
512 Lexis XXVI.2
17
"Alliteration in the P.M.C.", Romance Notes, 1969-70, 11, pp. 439-443.
Mio Cid. Estudios de endocrítica, Barcelona, 1975, p. 271.
lB
19 Vula de santo domingo de Siros, estrofa 743.
20 ¿y por qué no de /si, de /al y de le/?
2l Usarnos este término a sabiendas de su complejidad conceptual·.
Criado • Sobre el concepto de aliteración 515
Filológicos, I, 1978, pp. 243-224; "Exemplaires", idem, III, 1980, pp. 255-263.
24 Si bien estamos de acuerdo con Dámaso Alonso en que no todo el estudio literario
correlación.
26 En Góngora y el "Polifemo'; en Obras completas, VII, Madrid, 1984, pp. 175-178.
Alonso, por el contrario expresamos nuestra admiración por su obra, que siempre nos
resulta altamente enriquecedora. Posiblemente, en estas ocasiones, hablaba el poeta.
516 Lexis XXVI.2
pp. 71-102, y un año más tarde, y con mayor amplitud, en su libro Propiedades del lenguaje
poético, Oviedo, 1975.
37 Aunque es posible en textos un tanto artificiales como "el perrq de San Roque no
para "subrayar las relaciones entre palabras" o para que con ella se
logren "efectos de musicación". 46
Puedo admitir con don Emilio Alarcos que "a es la claridad, la
calma, al ancha llanura, u la lobreguez y la oscuridad, y la i luz
deslumbrante, el grito", 47 pero es solo una mera sensación, ya que
-como el mismo don Emilio dice- "los fonemas son expresión de
contenidos (afectivos, imaginativos), solo cuando van acumulados
dentro de significantes que se asocian con significados en que se
contienen esos valores afectivos e imaginativos; de lo contrario, el
valor significativo de los fonemas se "neutraliza", pierde toda in-
tención diferencial".48
Tampoco para el profesor Ricardo Senabre los sonidos poseen un
determinado significado:
Cuando se afirma que en los conocidos versos de Garcilaso "en el
silencio solo se escuchaba/un susurro de abejas que sonaba", la
repetición de s 'traduce' el zumbido de las abejas, se comete un
error. Tal noción no se halla representada por un sonido, sino que
radica en la palabra 'susurro'. En otro contexto, con otras unidades
léxicas, no sería posible atribuir la misma función a una hipotética
repetición de s. La asignación de significado a los sonidos no pasa
de ser una ilusión. 49
Por consiguiente, en numerosas ocasiones lo único que podremos
afirmar, como dice Lotman es que las "repeticiones fónicas pueden
establecer conexiones complementarias entre las palabras, introdu-
ciendo en la organización semántica del texto cooposiciones expre-
sadas de un modo menos claro o, en general, ausentes a nivel de la
lengua natural". 50
1976.
48 Art. cit, p. 231.
49 "La comunicación literaria", en Curso de teoría de la literatura, Madrid, 1994, p. 156.
50 Op.cit., p. 139.