Operativa Promart
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HISTORIA
El movimiento del Comercio Justo comenzó entre los años 40-50 en Estados
Unidos, donde se desarrollaron las primeras iniciativas de venta de productos
elaborados por artesanos que intentaban luchar contra los bajos precios del
mercado internacional, los altos márgenes y la dependencia frente a los
intermediarios. Casi simultáneamente, en Europa, la ONG Oxfam en Reino
Unido empezó a vender artesanías fabricadas por refugiados chinos en sus
propios locales.
El Comercio Justo se desarrolla con fuerza a partir de 1964 tras el llamamiento
de los países empobrecidos en la Conferencia de la UNCTAD donde exigían
"Comercio, no ayuda". A partir de ese momento, se inició una cadena de tiendas
"Solidarias", en Holanda y luego Alemania, Suiza, Austria, Francia, Suecia, Gran
Bretaña y Bélgica.
Desde entonces, el comercio justo, además de una práctica presente en
numerosos lugares del planeta, se ha convertido en un movimiento internacional
que trabaja por equilibrar las relaciones comerciales, con especial atención a las
relaciones Norte-Sur. En los años 70 y 80, el Comercio Justo experimenta un
gran crecimiento lo que favoreció el desarrollo de muchos productores.
2.3. Principios
Si bien en un inicio la FI y la WFTO habían señalado cinco principios
esenciales en la Carta de los Principios del Comercio Justo, cuatro años más
tarde, en la versión del 2009, la WFTO elevó a diez los principios que deben
ser atendidos por las organizaciones que trabajan siguiendo este modelo
comercial (WFTO 2017):
1. Creación de oportunidades para productores(as) en desventaja económica.
La reducción de la pobreza es un objetivo fundamental de este tipo de
organizaciones, las cuales cuentan con una estrategia para alcanzarlo.
2. Transparencia y rendición de cuentas.
La organización se caracteriza por la transparencia con que se llevan a cabo su
gestión y sus relaciones comerciales. Se busca involucrar a los(as)
trabajadores(as), a los(as) socios(as) y a los(as) productores(as) en la toma de
decisiones.
3. Prácticas de comercio justas.
Los acuerdos comerciales de la organización tienen en consideración el
bienestar social, económico y ambiental de los(as) pequeños(as)
productores(as), y se evita maximizar las ganancias si esto va en detrimento de
las condiciones de los(as) productores(as).
4. Un precio justo.
Se establece mediante el diálogo y la participación de todas las partes
interesadas.
5. No al trabajo infantil ni forzoso.
Las organizaciones deben estar adheridas al convenio de la Organización de
las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y cumplir con la legislación
nacional sobre estos temas.
6. Compromiso con la no discriminación, la igualdad de género y el
empoderamiento económico de las mujeres, así como con la libertad de
asociación.
Estas organizaciones no ejercen ningún tipo de discriminación en sus procesos
de contratación, remuneración, formación, ascenso, despido o jubilación. La
política de igual de género garantiza el ejercicio pleno de los derechos, en una
gran variedad de ámbitos, tanto de hombres como mujeres. También se
respeta la posibilidad de los(as) trabajadores(as) de afiliarse a sindicatos y de
negociar de manera colectiva.
7. Condiciones de trabajo dignas.
Las organizaciones se aseguran de ofrecer un entorno de trabajo seguro y
saludable para sus empleados(as) o socios(as).
8. Desarrollo de capacidades.
En el caso de los(as) pequeños(as) productores(as), la organización lleva a
cabo actividades para mejorar sus habilidades administrativas, productivas y de
acceso a los mercados.
9. Promoción del comercio justo.
Se debe proporcionar información, de manera honesta, sobre el comercio justo.
10. Respeto por el ambiente.
Al producir, las organizaciones utilizan las materias primas de forma sostenible
y tratan de reducir el consumo de energía, las emisiones de gases de efecto
invernadero y el impacto de sus residuos.