La Asherah de YHWH en El Contexto de La Religión de Canaán PDF
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religión de Canaán
Universitat de Barcelona
Religions del Pròxim Orient Antic
Prof. Dra. Adelina Millet Albà
enero de 2016
Iñaki Marro
ÍNDICE
1. Introducción
2. Aproximaciones a la Asherah de YHWH
2.1. Etimología de Asherah
2.2. Contexto geográfico y cronológico del culto a Asherah
3. El culto a Asherah dentro de la religión cananea
4. Datos bíblicos
5. Interpretaciones
6. Conclusiones
7. Bibliografía
1. Introducción1
Las diversas menciones que el Antiguo Testamento hace a Asherah suscitan en el
lector no pocos interrogantes acerca de la todavía bastante desconocida religión del
antiguo Israel, así como de la concepción de Dios y de una eventual esposa de
YHWH, en el contexto del camino hacia el monoteísmo.
Asherah, llamada Athirat en Ugarit, aparece principalmente como esposa de El, el
Dios supremo, en los textos alfabéticos cuneiformes (desde el s. XIV a.C.). Antes de
que Abraham (ca. 2200-1700 a.C.) emigrara hacia la tierra que sería conocida como
Israel, Asherah era reverenciada como Athirat, la diosa madre de la tierra y de la
fertilidad. Al entrar en la tierra, los antiguos israelitas la adoptaron, y le pusieron por
nombre el equivalente hebreo Asherah. Las excavaciones de Ugarit, ciudad portuaria
«cananea» del segundo milenio a.C., volvieron a situar en el mapa a la diosa Asherah,
cuyo emplazamiento se había perdido durante miles de años.
Sin duda, la presencia de una divinidad hebrea suscita de inmediato la cuestión
acerca de hasta qué punto eran monoteístas los israelitas y judíos antes del exilio.
Parece evidente que la variedad de estatuillas halladas representando a Asherah, así
como su culto en la región, contradicen la prohibición bíblica de crear ídolos. En
consecuencia, es fundamental realizar una distinción entre el libro religioso de las
clases dirigentes en la metrópolis y la religión popular, tal y como se practicaría en
las comunidades rurales, de las cuales formaba parte la mayoría de los israelitas.
Además, hay que recordar que en las comunidades rurales del mundo antiguo, la
alfabetización era prácticamente inexistente. Los mismos rudimentos de la escritura
no se extendieron hasta el s. VIII a.C., cuando algunos ya eran capaces de escribir sus
nombres, números y algunas palabras necesarias para el comercio, lo cual distaba
todavía mucho de la capacidad de leer o escribir el nivel literario que encontramos en
la Biblia hebrea.
De ahí que la religión del libro practicada en las ciudades hubiera tenido poco
significado en las vidas de los que vivían en las zonas apartadas. Por el contrario, las
comunidades rurales tendrían sus propias creencias religiosas, y practicaban su fe de
manera local, incluso en sus casas, haciendo uso de estatuillas y otras figuras. Es muy
probable que alguna forma de religión popular hubiera pasado de generación en
generación, hasta ser integrada en las creencias domésticas de la vida cotidiana.
Algunos estudiosos han llegado a definir la religión popular como todo aquello que
la Biblia condena. Así pues, el texto final habría sido redactado en su totalidad desde
1
Cf. Naples, Mary E., In search of Asherah: The Lost Hebrew Goddess, en: Classical Wisdom Weekly.
Ancient Wisdom for Modern Minds, http://classicalwisdom.com/asherah-lost-goddess/ [consultado a
08/01/16].
2
la perspectiva de las clases altas o dirigentes, como producto de una afinidad entre la
comunidad intelectual y la aristocracia.
Por tanto, si la Biblia fue redactada por y para la clase dominante, ¿cómo podemos
conocer la religión del pueblo llano? Tal y como se acaba de indicar más arriba,
encontramos restos arqueológicos que nos ayudan a ordenar el rompecabezas, pero
paradójicamente, en la misma Biblia podemos hallar rituales practicados por las
comunidades rurales. De hecho, Asherah se menciona al inicio de la Biblia hebrea
unas cuarenta veces por separado, si bien la mayoría de veces para burlarse de ella.
La mayor parte de los redactores bíblicos estarían descontentos de que Asherah o
la «reina del cielo» se presentara al mismo nivel que su paredros masculino, YHWH,
y en repetidas ocasiones trataban de romper esta asociación. Con todo, a pesar de
estos esfuerzos por parte de la élite de romper el «matrimonio» de Asherah con
YHWH, su unión aparece ya consolidada en una antigua bendición hallada en
diversos lugares arqueológicos de la zona. Resulta particularmente importante
Kuntillet Ajrud, lugar de cruce de caravanas israelita de los ss. IX-VII a.C., y su al
parecer santuario adyacente, descubierto en las excavaciones de 1975-1976, en el
noroeste del Sinaí (frontera sur de Judá).
También en Khirbet el-Qom, antiguo
emplazamiento funerario de ca. 750 a.C.,
excavado en 1968, se encuentra la siguiente
inscripción, en la lápida funeraria de un
hombre adinerado:
«Uriyahu el honorable ha escrito esto:
Bendito sea Uriyahu por YHWH,
y [porque?] de sus opresores por su
Asherah él lo ha salvado
[escrito por Oniyahu]
…por su Asherah
…y su Asherah».
2
La imagen superior es una representación del original. Abajo añadimos, de derecha a izquierda, el texto
en alfabeto hebreo antiguo (cananeo-fenicio) y en alfabeto hebreo cuadrado.
3
reducida a un objeto de culto, el árbol estilizado o poste de madera que recibió el
nombre de asherah (pl. asherim). Se reverenciaban los árboles como símbolos de
vida y de alimento en las regiones áridas, y así se asociaban con Asherah y su culto.
Algunos estudiosos han llegado incluso a establecer paralelos entre Asherá y el
árbol del jardín del Edén. Como el nombre de Asherah estaba cada vez más ligado a
YHWH en la religión popular de la zona, la élite patriarcal habría visto necesario
hacer propaganda contra el culto a la diosa, haciendo remitir la historia de la caída de
la humanidad al árbol, que estaba claramente asociado a la Asherah.
La influencia de Asherah puede no haber sido inmensa, o ni tan solo efectiva en la
religión oficial, pero su presencia en las comunidades rurales se manifestó muy
importante. Aunque no tengamos ningún texto o escrituras sagradas de la religión
popular, nos quedan infinidad de figurillas de la región. Sin lugar a dudas, el
aniconismo siempre estuvo presente en la Biblia hebrea, pero tal gran volumen de
restos arqueológicos sugiere que aquellos que vivían fuera de la metrópolis —e
incluso a menudo también dentro de ella— idolatraban estatuas y objetos cúlticos
como parte de su religión popular.
Encontramos a menudo diversas representaciones antropomórficas de Asherah
diseminadas por toda la región. La forma más frecuente es la de pilar. Estas figurillas
comenzaron a aparecer a finales del s. X a.C., y se volvieron muy populares durante
los ss. VIII y VII. La expresión «imágenes de Asherah» se usa a menudo en la Biblia
hebrea, referida, al parecer, a las figurillas con forma de pilar (Dt 7,5; 12,3;16,21-22,
Éx 34,12-13; Jue 2,13; 3,7; 6,25;10,6; Jer 10,2-15…).
Sin embargo, ¿qué pretendían expresar esas estatuillas? Simbolizaban el aspecto
nutritivo de la diosa madre: los pechos se exageran, y las manos parecen sostenerlos.
Las figurillas en forma de pilar se encontraban principalmente en las casas privadas,
de dónde se deduce su carácter doméstico, y muchos estudiosos sostienen que las
figurillas representaban la fertilidad de las mujeres en una región árida y azotada por
las sequías. El hecho de que se insista en la lactancia y en la fertilidad es indicador de
algún tipo de hambrunas cíclicas a las que la región era propensa.
¿Sería acaso su preocupación por la fecundidad lo que atrajo a israelitas y judíos
rurales a la diosa Asherah? Es bastante razonable que en un país expuesto a las
hambrunas y la sequía, Asherah hubiera estado relacionada con el todopoderoso
YHWH, por su asociación con la abundancia.
Resulta fascinante poder estudiar una cuestión religiosa de hace tres milenos, pero,
a la vez, entraña evidentes dificultades. A pesar de disponer de un elevado volumen
de objetos cúlticos en la zona relacionados con Asherah, todavía hay una serie de
piezas del rompecabezas que nos faltan, lo cual, sin embargo, no nos impide tratar de
seguir arrojando luz a nuestro estudio, en la esperanza de que nos sigan ulteriores
hallazgos y estudios.
4
2. Aproximaciones a la Asherah YHWH
2.1. Etimologia d’Asherá3
Asherá (en ugarítico aṯrt, vocalitzado Aṯirat4, en hebreo antiguo Ašerā) según
Albright y otros autores deriva del semítico aṯr ‘lugar’(‘santo’)5. Una de las maneras
de rendirle culto era mediante un poste de madera, colocado al lado del altar (Jue
6,25; Dt 16,21), costumbre proveniente de la religión cananea, pero que se remontaría
a la prehistoria, con una función semejante a la que harían los menhires, puestos en
los lugares de sacrificio y como morada de las almas en el contexto del culto a los
dioses y a los antepasados6.
El nombre de la diosa Asherah se encuentra en las siguientes formas: acad. DN
Ašratu (m), ugar. PN ‘abdi-a-šar (o šir9?)-ti, El Amarna PN ‘abdi-aš-ra-tum, ‘abdi-
a-ši-ir-ta/ti, Tell Taanach DN a-ši-rat, Hitt. DN Ašertu, Ašerduš, qatabanita DN ’trt,
tamúdico PN b ’trt, aram. (Temán) DN ’šyr’, y heb. ’ashērāh. El listado de dioses de
Ugarit7 menciona dAš-ra-tum en vez de ’trt, en la correspondiente versión alfabética.
Pero no debería concluirse de ahí que la pronunciación en ugarítico fuera ’atratu,
porque el escriba tomó como referencia el nombre ordinario babilonio. Estas
tradiciones de pronunciación tan divergentes pueden explicarse por dos formas
originales equivalentes, ambas femeninas, de ’atr: 1. ’atr-t ’atirt, quizá también
’atart; 2. ’atr ’atrat. La forma ’atirat hay que entenderla como una forma mixta
de ambas.
La raíz ’tr puede tener diferentes significados. Partiendo del ugarítico ’trt ym, el
nombre de Asherah a veces se ha interpretado en el sentido de «aquella que camina
por (en) el mar», pero para que esto fuera correcto, habría que asumir que ym formaba
parte del nombre original. Además, resulta muy difícil explicar las diferentes
tradiciones de pronunciación desde una forma original ’ātirat. Finalmente, el
ugarítico ’tr no significa «avanzar, caminar», sino «seguir».
Si el segundo nombre de la diosa ugarítica hay que vocalizarlo realmente Qudšu8,
significaría «santidad» o «santuario». Este último significado puede también haber
sido asumido por ’trt9, si se trata de una forma femenina junto al ugarítico ’tr, «lugar
santo»10. De hecho, se usan formas femeninas de esta palabra junto al masculino
acadio (aširtu) y fenicio (’šrt). La divinización de los lugares santos se produce a
menudo entre los semitas, y está bien atestiguada en Ugarit. Puesto que el significado
original todavía se refleja en ’trt ym, tal y como sucede a menudo en otros nombres
divinos, hay que traducir esta frase como «santuario junto al mar»11.
Es posible que haya alguna conexión entre ’trt y el dios ’tr, pero resulta difícil
probarlo.
3
Botterweck, G. Johannes et Ringgren, Helmer, Theological Dictionary of the Old Testament, vol. I,
pp.438-444, ed. William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan 1997.
4
John Day, Asherah in the Hebrew Bible and Northwest Semitic Literature. En: Journal of Biblical
Literature. Vol. 105/3, 1986, p. 387.
5
W.F.Albright, The Evolution of the West-Semitic Divinity ‘An-‘ ‘Anat-‘ ‘Atta’. En: American Journal of
Semitic Languages. Vol. 41, 1925, pp. 99-100; H. Gese, en: H. Gese, M. Hofner, K. Rudolph (eds.): Die
Religionen Altsyriens, Altarabiens und der Mandier. ed. Kohlhammer, Stuttgart 1970.
6
Cf. Universallexikon, Kultpfähle, en
http://universal_lexikon.deacademic.com/263232/Kultpf%C3%A4hle [consultado a 11/01/16].
7
Ugaritica, V., cap. I, Nos. 18,19.
8
Cf. infra, «2.2. Contexto geográfico y cronológico del culto a Asherah».
9
Albright, AJSL, 41 (1925), 100; Oldenburg, 28, n. 4; Gese, 150.
10
CTA, 17 [II D], I, 29 par.; 33,24; posiblemente 5 [I*AB], VI, 24; cf. acc. ašru y fenicio ’šr.
11
Cf. Cowley, AP, n. 71,20 b’tr ym[’], «en un lugar junto al mar».
5
2.2. Contexto geográfico y cronológico del culto a Asherah
En el próximo oriente antiguo. La diosa dAš-ra-tum se menciona por vez primera
en la lista de dioses de la tercera dinastía de Ur, y, más tarde, en los textos paleo-
babilónicos y tardo-babilónicos. Era la consorte del dios amorreo Amurru12, y en tanto
que diosa semítica occidental, podría identificarse quizá con Atirat[u]/Asherah.
En Ugarit, Atirat es la consorte de El (’ אלēl), cabeza del panteón. Hay que
identificarla con la diosa madre babilonia dNIN.MAḪ13. Del mismo modo que se
llama a El «padre de los dioses» y «procreador de las generaciones de los dioses»,
Atirat es la ȝm ȝlm, «madre de los dioses», y la qnyt ȝlm, «paridora de los dioses». En
consecuencia, se puede llamar colectivamente a los dioses dr (bn) ȝl, «la familia de
(los hijos de) El», o bn ’trt, «hijos de Atirat».
Al desempeñar su papel, Atirat a veces ejerce funciones típicamente de una madre.
En CTA, 4 [II AB], II, 1-9, la encontramos en la playa, donde se encarga de las faenas
de la casa, hilando y lavando su ropa. De acuerdo con CTA, 4, II, 10s., lo hace para
complacer a El, pero cuando va a ver a El por un asunto, no lo hace necesariamente
como respuesta a sus peticiones14, sino que es capaz de ejercer influencia sobre El15.
Resulta incierto, sin embargo, si tiene suficiente independencia de él para vivir sola.
Algunos estudiosos lo han defendido, pero CTA, 6 contradice su postura.
Con su hija ‘Anat, Atirat aparece como la cuidadora de los dioses y princesa16.
Esto indica que en Ugarit Atirat recibió también el estatus de diosa de la fertilidad.
Así, comienza a parecerse a ‘Anat y ‘Attart, cuyas funciones aparecen en el último
período de Ugarit como diferentes aspectos de una misma diosa. Este desarrollo
podría documentarse desde el curioso error de escriba ’ttrt en CTA, 4 [II AB], II, 13.
Otro nombre para Atirat en Ugarit es Qdš (pronunciado al parecer Qudshu)17.
Gracias a los textos egipcios, conocemos Qdš como el nombre de una diosa de la
fertilidad18, que forma una tríada con ‘Attart y ‘Anat19. Un mito cananeo de la
tradición hitita nos cuenta que Atirat intentó arrebatar a ‘Anat su papel como consorte
de Ba‘al20. Finalmente, debemos citar listados de sacrificios en Ugarit, en los cuales,
el nombre de Atirat, a menudo aparece inmediatamente después del nombre de Ba‘al,
mientras que en otras listas su posición la ocupa ‘Anat.
No hay restos de un desarrollo similar en la literatura antigua de Ugarit. De hecho,
por un lado, esto refleja una cierta hostilidad entre Atirat y sus hijos y, por otro lado,
entre Ba‘al y ‘Anat. Solamente espléndidos regalos pueden convencer a Atirat para
que pleitee con El y favorezca la petición de Ba‘al de poder construirse un palacio.
En la llamada lista canónica de los dioses de Ugarit, ’trt aparece en la decimocuarta
posición (un lugar sorprendentemente bajo), detrás de divinidades como ktrt (en 7º
lugar) y pdry (en 11º lugar), pero antes de ‘nt, špš, ’rṣy, ȝšḫry, y ‘ttrt (del 15º al 19º
lugar, respectivamente). Es decir, su nombre raramente aparece en los nombres
propios. Al parecer, en aquel tiempo, su popularidad estaba decayendo. Sin embargo,
Atirat debe haber sido importante en los pueblos con puerto de mar (en Ugarit se
12
J.R. Kupper, L’iconographie du dieu Amurru (1961), pp. 61 ss.
13
Ugaritica, V, cap. I, n. 170,16.
14
CTA, 4, IV, 38ss.
15
CTA, 4, IV-V; 6 [I AB], I, 43ss.
16
CTA, 15 [III K], II, 26s.; 23 [SS], 24, 59, 61; cf. Syr, 31 (1954), lámina VIII; Ward, Syr, 46 (1969), 225ss.
17
Albright.
18
R. Stadelmann, Syr.-pal. Gottheiten in Ägypten (1967), pp. 110ss.
19
Edwards, JNES, 14 (1955), pp. 49ss.
20
Otten, MIO, 1 (1953), pp. 125ss.
6
conocía también una forma de la divinidad de Tiro y Sidón) 21, porque ella era la que
inauguraba la temporada de hacerse a la mar22. Schaeffer ha publicado una pequeña
figurilla de bronce que probablemente represente a Atirat23.
Pese a alguna ocasional interpretación contraria, en Ugarit se adoraban sin duda
los árboles y las piedras, tal y como se esperaría desde la base de paralelos en el
mundo semítico. Los árboles y las piedras parecen haber desempeñado un papel
particular en los oráculos: «susurran» o «murmuran» mensajes24. En realidad, nunca
se usan en conexión con Atirat, sino más bien con Ba‘al y ‘Anat. También la carta
Taanach nº1,20s. hace referencia a una mántica de Asherah25.
La diosa Asherah ya había perdido su preeminencia en el primer milenio a.C.
Resulta imposible decidir si el encantamiento arameo de Arslan Tash de hecho la
menciona26. A parte de las ocurrencias del AT, las únicas alusiones a la diosa Asherah
que conocemos provienen de la península arábica. Hay que incluir aquí las referencias
a la inscripción aramea de los ss. V-IV a.C. de Temán27, un tamúdico PN b’trt y,
finalmente, la diosa qatabánica ’trt, que aparece algunas veces en conexión con el
dios luna28. Probablemente, Asherah se fue identificando poco a poco con Astarté y
Anat, quienes, a su vez, habían ya sido unificadas en una diosa como la siria Atargatis.
La tríada Rhea (Asherah), Diōnē/Baaltis (Anat), y Astarté en Filón de Biblos apunta
también en esta dirección29.
3. El culto a Asherah en la religión cananea
Influencias de Ugarit
Aunque no sea mencionada en la Biblia, Ugarit (Ras Shamra) era la ciudad más
importante en la costa fenicia aproximadamente desde el 2000 hasta el 1200 a.C.,
cuando fue completamente destruida por los filisteos. Su vasta literatura fue
descubierta en 1929. Se han desenterrado centenares de tablillas de barro, datadas en
su mayoría de los ss. XV-XIV a.C. y escritas generalmente en la escritura alfabética
cuneiforme propia de Ugarit.
La población de Ugarit era básicamente cananea, a pesar de ser una ciudad
verdaderamente cosmopolita, por el hecho de estar situada en la encrucijada del
mundo antiguo. Sus contactos con Israel influyeron en el imaginario, principalmente
religioso, que había pasado a la cultura cananea en el momento en que los israelitas
entraron en Canaan (aproximadamente en el mismo momento en que Ugarit cayó en
manos de los filisteos)30.
Si consideramos los textos de Ugarit, vemos con claridad el lugar predominante
que ocupaba El en el panteón cananeo. Este es el mismo término que se utiliza en el
AT para designar a «Dios» en un sentido general, y se refiere a YHWH31. En una
estela hallada en Ras Shamra, El aparece sentado en un trono con el rey de Ugarit,
presentándole una ofrenda32. Aquí, el dios se representa como un hombre grande, con
21
CTA, 14 [I K], IV, pp. 198s.
22
CTA, 4 [II AB], II, pp. 28ss.; vid. AOT, 16, pp. 143ss.
23
Schaeffer, Syr, 43 (1966), p. 5s.
24
CTA, 3 [V AB], C, 20; PRU, II 1, verso 13.
25
Albright, BASOR, 94 (1944), 18.
26
Donner, H. et-Rölling, W., KAI, II, 45.
27
KAI, 228.3, 16.
28
Höfner, WbMyth, I, 497.
29
Clemen, MVÄG, 42/3 (1938), 27.
30
Cf. JBC 11:11.
31
Cf. Pope, M. H., El in the Ugaritic Texts, Leiden 1955.
32
Cf. ANEP 168, 493.
7
un tono paternal y majestuoso. La consorte de El es Asherah del
mar, la consejera de los dioses. Baal (o Aliyan Baal), su hijo,
era el dios de la lluvia, las tormentas y, consecuentemente, de
la vegetación que resulta de la propia humedad. Se le representa
en una estela exhibiendo una maza con la mano derecha y una
especie de rayo con la cabeza de lanza apuntando hacia abajo
en la mano izquierda33. Uno de sus títulos es «Zabul [príncipe],
señor de la tierra», del cual encontramos una reminiscencia en
2Re 1,2, así como en el Belcebú del NT (p.ej. en Mc 3,22). Los
nombres de Baal y Asherah aparecen a menudo en el AT, donde
se llevan a cabo prácticas religiosas cananeas. De la misma
manera que se mencionan conjuntamente en pasajes como 1Re
18,19 y 2Re 23,4, también aparecen juntos en el mismo
contexto en los textos ugaríticos, donde Baal rivaliza a menudo
con El para obtener el primer rango entre los dioses, ya que El
es «viejo y más o menos retirado»3435.
Palo sagrado:
El término hebreo es ʼăšērāh. Asherah era una diosa fenicia de la vegetación, la
esposa de Baal. Su símbolo era el palo sagrado, que también lleva su nombre. En el
AT, resulta difícil determinar si asherah se refiere a la diosa o al objeto de culto. El
palo sagrado estaba hecho de madera y adoptaba distintas formas: liso o tallado, un
asta, un árbol, una cruz, etc. Encontramos muchos de estos objetos en Palestina, desde
el s. X hasta el s. VI a.C.
Guarda una estrecha relación con el pilar sagrado (heb. maṣṣēbāh, de la raíz nṣb,
‘poser derecho’, ‘erigir’), monumento de piedra que hacía de memorial o como un
objeto de adoración. Se le ofrecían sacrificios. Influenciados por la práctica cananea,
los hebreos erigieron estos pilares a pesar de que estuviera prohibido (Lv 26,1; Dt
16,22) 36.
Panteón cananeo:
La religión cananea gozó de una relativa independencia. Su panteón residía en una
montaña del Norte (Safón o Cefón: mons Casius, 40 km NE de Ugarit). El era la
principal de estas divinidades, pero era eclipsado por Baal (Hadad). Las tres
principales diosas eran Asherah («creadora de los dioses», con un marcado acento
sexual), Astarté (Ashtoreth) y Anath (la «virgen» de naturaleza guerrera), las proezas
de la cual quedan recogidas en los textos de Ugarit. Los cultos cananeos estaban
marcados por ritos de la fertilidad, que incluían la prostitución sagrada37 38.
4. Datos bíblicos
Ocurrencias
La palabra ’asherah aparece 40 veces en el AT, pero solamente 4 en el Pentateuco
(Ex 34,13; Dt 7,5; 12,3; 16,21). Aparece 18 veces en singular, 6 sin el artículo
determinado, y 3 en la forma plural ’asheroth, y de éstas una sin artículo determinado.
El plural ’asherim aparece 3 veces sin artículo determinado, 10 veces con artículo
33
Cf. ANEP 168, 490.
34
Cf. R. Lack, CBQ 24 [1962] 48.
35
Cf. JBC 11:12.
36
Cf. JBC 17:26.
37
Cf. Albright, ARI 68-94; J. Gray, The Legacy of Canaan [VTSup 5; Leiden 1957] 113-59.
38
Cf. JBC 75:41.
8
determinado, y 6 veces con sufijos. La forma plena (tsere) aparece en Dt 7,5; 2Re
17,16; y Mic 5,13. Ni el artículo determinado ni el plural excluyen necesariamente la
interpretación de ’asherah como nombre divino.
1Re 18,17-46 17 Cuando Ahab vio a Elías, le dijo: «¿Eres tú el que turbas a Israel?» 18 Y él
respondió: «Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de
YHWH, y siguiendo a los baales. 19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte
Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asherah,
que comen de la mesa de Jezreel». 20 Entonces Ahab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió
a los profetas en el monte Carmelo. 21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: «¿Hasta cuándo
claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si YHWH es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de
él». Y el pueblo no respondió palabra. 22 Y Elías volvió a decir al pueblo: «Sólo yo he quedado
profeta de YHWH; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres. 23 Dénsenos,
pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no
pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré
debajo. 24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de
YHWH; y el dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios». Y todo el pueblo respondió,
diciendo: «Bien dicho». 25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: «Escogeos un buey, y
preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas
no pongáis fuego debajo». 26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron
el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: «¡Baal, respóndenos!» Pero no
había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían
hecho.27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: «Gritad en alta voz,
porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay
que despertarle». 28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas
conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos. 29 Pasó el mediodía, y ellos
siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna
voz, ni quien respondiese ni escuchase. 30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: «Acercaos a mí».
Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de YHWH que estaba arruinado. 31 Y tomando
Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada
palabra de YHWH diciendo, «Israel será tu nombre», 32 edificó con las piedras un altar en el
nombre de YHWH; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de
grano. 33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. 34 Y dijo:
«Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña». Y dijo:
«Hacedlo otra vez»; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: «Hacedlo la tercera vez»; y lo hicieron la
tercera vez, 35 de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua
la zanja.36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo:
«YHWH Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y
que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, YHWH,
39
Por cuestiones de gusto personal y por la literalidad respecto del texto hebreo, utilizo como base, con
algunas modificaciones mías, la versión española Reina Valera de 1960.
40
Cf. JBC 75:69.
9
respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh YHWH, eres el Dios, y que tú vuelves a ti
el corazón de ellos». 38 Entonces cayó fuego de YHWH, y consumió el holocausto, la leña, las
piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39 Viéndolo todo el pueblo, se
postraron y dijeron: «¡YHWH es el Dios, YHWH es el Dios!» 40 Entonces Elías les dijo: «Prended
a los profetas de Baal, para que no escape ninguno». Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al
arroyo de Cisón, y allí los degolló. 41 Entonces Elías dijo a Ahab: «Sube, come y bebe; porque
una lluvia grande se oye». 42 Ahab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo,
y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. 43 Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira
hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: «No hay nada». Y él le volvió a decir: «Vuelve siete
veces». 44 A la séptima vez dijo: «Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un
hombre, que sube del mar». Y él dijo: «Ve, y di a Ahab: Unce tu carro y desciende, para que la
lluvia no te ataje». 45 Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y
viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Ahab, vino a Jezreel. 46 Y la mano de YHWH estuvo
sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Ahab hasta llegar a Jezreel.
Bosquecillo sagrado: Sentido probable —con el que, en principio, estamos en
desacuerdo— del término hebreo asherah, que a veces se traduce por «tronco
sagrado» o bien se entiende, en algunos lugares, como el nombre propio de la
divinidad cananea femenina. A menudo el bosequecillo sagrado está asociado
explícitamente al culto de Baal. Puede estar plantado al lado de un altar (Dt 16,21) y
contener una imagen (1Re 16,32-33) o un símbolo de significado incierto (1Re
15,13). Siempre que surge un movimiento en lucha contra las prácticas idolátricas,
los bosquecillos sagrados se talan y se queman (Éx 34,13, Dt 7,5; 12,3; Jt 6,23-30).
2 Re 23,4
BHS 4 éhn<v.Mih; ynEåhK] o-ta,w> lAdøGh" ; !he’Kho ; •WhY"qil.xi-ta, %l,M,‡h; c;äy>w:
~yliªKeh;-lK' taeä hw"hë y> lk;äyheme ‘ayciAhl. è@S;h; yrEäm.vo-ta,w>
~peúr>f.YwI :) ~yIm"+V'h; ab'äc. lkoßlW. hr"êvea]l('w> l[;B;äl; ‘~yIWf[]h('
`lae-( tyBe( ~r"Þp[' ]-ta, af'în"w> !Arêd>qi tAmåd>v;B. ‘~Øil;’vW' ryl #WxÜmi
LXX LXT 2 Kings 23:4 kai. evnetei,lato o` basileu.j tw/| Celkia tw/| i`erei/ tw/|
(Rahlfs) mega,lw| kai. toi/j i`ereu/sin th/j deuterw,sewj kai. toi/j fula,ssousin to.n
staqmo.n tou/ evxagagei/n evk tou/ naou/ kuri,ou pa,nta ta. skeu,h ta. pepoihme,na
tw/| Baal kai. tw/| a;lsei kai. pa,sh| th/| duna,mei tou/ ouvranou/ kai. kate,kausen
auvta. e;xw Ierousalhm evn sadhmwq Kedrwn kai. e;laben to.n cou/n auvtw/n eivj
Baiqhl
R60
Reina 2 Kings 23:4 Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los
Valera 1960 sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen
(modificada) del templo de YHWH todos los utensilios que habían sido hechos para Baal,
para Asherah y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de
Jerusalén en el campo del Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el.
Jue 6,25
BHS 4 ‘rAVh;-rP;-ta, xq:Ü hw"h© y> Alæ rm,aYOõw: èaWhh; hl'y>L:åB; éyhiy>w: WTT
xB;Ûz>mi-ta, T'ªs.r:hw' > ~ynI+v' [b;v,ä ynIßVhe ; rp:ïW ^ybiêa'l. rv<åa]
`tro)k.Ti wyl'[Þ '-rv,a] hr"îvea]h-' ta,w> ^ybiêa'l. rv<åa] ‘l[;B’h; ;
LXX LXT Judges 6:25 kai. evge,neto evn th/| nukti. evkei,nh| kai. ei=pen auvtw/| ku,rioj
(Rahlfs) labe. to.n mo,scon to.n tau/ron o[j evstin tw/| patri, sou kai. mo,scon deu,teron
e`ptaeth/ kai. kaqelei/j to. qusiasth,rion tou/ Baal o[ evstin tw/| patri, sou kai.
to. a;lsoj to. evpV auvto. ovleqreu,seij
Reina R60 Judges 6:25 Aconteció que la misma noche le dijo YHWH: Toma un toro
Valera 1960 del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal
(modificada) que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asherah que está junto a él
10
5. Interpretaciones
1. Como diosa. Mientras que Atirat era la mujer de El en Ugarit, en el AT Asherah
aparece como la compañera de Baal (Jue 3,7; 1Re 18,19; 2Re 23,4; cf. Jue 6,26; 1Re
17,16; 2Cro 33,3, donde el símbolo de la diosa está en relación con la veneración a
Baal). Esta imagen del AT representa un desarrollo tardío, que comienza a aparecer
hacia finales del segundo milenio d.C., y puede atribuirse a la fusión gradual de las
diosas de la fertilidad Anat y Astarté con la diosa madre Asherah. Esta fusión resulta
evidente en la ocurrencia en el AT de la expresión habbe’alim veha’asheroth, «los
baales y la Asherah» (Jue 3,7; cf. 2Cro 33,3), además de la frase proverbial habba’al
veha‘ashtaroth, «el Baal y la Ashtaroth» (Jue 2,13), o habbe‘alim veha‘ashtaroth,
«los baales y la Ashtaroth» (10,6; 1Sa 7,4; 12,10), mientras que los LXX traducen
’asherah por Astartē en 2Cro 15,16, y ’asherim por Astartai en 2Cro 24,18. Si
comparamos 2Re 23,4-6 con 23,13s., el objeto cúltico ’asherah parece estar en
conexión tanto con el culto a Asherah (en el v.4 probablemente un nombre propio; cf.
27,7) y el culto a Astarté.
El carácter genuino de la diosa madre queda totalmente en segundo lugar en este
proceso de fusión, y ahora Asherah aparece primariamente como una diosa de la
fertilidad. Las mujeres se sentían especialmente atraídas por su culto (1Re, 15,13;
2Re 23,7; tb. 1Re 11,1-8, en referencia a 2Re 23,13s.). Parece que tejían battim para
Asherah, en la zona del templo donde vivían los hieródulos (2Re 23,7). Este tejer
battim puede ser un eufemismo referido al acto sexual41. Según otra explicación, bath
es aquí una prenda de ropa42, con la que se vestía la imagen de la diosa. A propósito
de esto, habría que contrastar no sólo los paralelos egipcios, babilonios y griegos, sino
también los textos ugaríticos en los que se mencionan prendas de ropa para las
imágenes de ‘Attart y otras diosas. En cualquier caso, el imaginario erótico, en el
próximo oriente antiguo, a menudo estaba conectado con hilar y tejer43. Así, resulta
interesante cómo en Ugarit ni ‘Anat ni ‘Attart se representan como patronas de esta
típica actividad femenina, sino Attirat, de manera que aquí se ha preservado
posiblemente un elemento del concepto original de Asherah.
Si fuera correcta la conjetura realizada por Wellhausen al proponer la lectura
‘anatho ve ’ashrato, «su Anat y su Asherah», en Jos. 14,9 (8) en vez de MT 44, esto
significaría que Asherah y Anat se dejaban explícitamente de lado. Esto probaría
también junto con el v. 9b (8b) que su símbolo era un árbol de hoja perenne. Sin
embargo, esta conjetura es probablemente «más ingeniosa que correcta»45.
2. Objeto cúltico. La diosa y su homónimo objeto cúltico no se diferenciaban
mucho, tal y como muestra una lectura contrastada de 2Re 21,3 y 21,7 y de 23,4 y
23,4 con 23,6. Esto no resulta nada raro en la historia de las religiones; y los ejemplos
cananeos también nos lo aclaran (cf. Dagán). No existe una descripción precisa de
’asherah como un objeto cúltico en el AT, lo cual está en relación ciertamente con su
carácter ofensivo hacia los redactores del AT. Como resultado, existe una
incertidumbre acerca de la verdadera naturaleza de la ’asherah en las versiones
antiguas: con frecuencia esta palabra se ha entendido como bosquecillo, a veces como
un árbol individual, un palo, una imagen cúltica o una diosa46. La investigación
41
Murmelstein, ZAW, 81 (1969), pp. 223s.
42
KBL3, 159.
43
Murmelstein, ZAW, 81, pp. 215ss.; Hoffner, JBL, 85 (1966), pp. 326ss.
44
Wellhausen, J., Skizzen und Vorarbeiten, V (21893), 131.
45
Sellin.
46
Reed, 6ss.; Barr, JSS, 13 (1968), 14ss.
11
moderna no ha sido capaz de superar esta incertidumbre. Debido a la inadecuación de
las fuentes escritas, unas cuantas muestras arqueológicas no pueden ser más que muy
hipotéticas.
La Mishnah consideraba la ’asherah como un árbol vivo (Orla i.7s.; ‘Abodah
Zarah iii. 7,9s.; Sukkah, iii. 1-3). De hecho, con referencia a Dt 16,21, se puede pensar
que ’asherah es un árbol vivo que se «planta» (nata‘). Pero kol ‘ets, «todo árbol» es
ambiguo, y puede referirse también a un bosque muerto. El verbo nata‘ puede haber
sido usado en un sentido figurado con el significado de «conducir en (un palo)» (cf.
Ecl 12,11; Dn 11,45), porque en otros pasajes las Asherim eran «organizadas» (hiphil
de natsabh, 2Re 17,10; hiphil de ‘amadh, 2Cro 33,19; sim, indica un objeto
rectangular que estaba clavado literalmente en el suelo. Esto se confirma en Jue 6,25,
28,30, donde la ’asherah sobresalía junto al altar (para este uso de ‘al, cf. Gén 16,7;
18,8; etc.; por supuesto un objeto de madera no estaba sobre el altar).
«Asherim», en Mic 5,13(14) podía referirse también a un árbol, como podría
indicarse por el verbo nathash, ‘sobresalir las raíces’ (cf. Jer 12,14-15; 24,6; etc.), y
por el paralelo a «Asherim» en la siguiente línea, ‘arekha, que desde J.D. Michaelis
se ha entendido a menudo como una especie de árbol. No obstante, natash puede muy
bien tener el significado más general «arrancar»; e incluso si *‘r indica un tipo de
árbol, no es necesario en el paralelismo sinónimo con «Asherim».
Si Albright acierta al conjeturar que debemos leer vekha’allon’asher(ah) en Is
6,1347, esto podría utilizarse como evidencia de que el roble estaba consagrado a
Asherah, pero esta sugerencia es probablemente demasiado atrevida48. Lo mismo
sucede con la conjetura de Wellhausen en Jos 14,9(8).
Aunque los árboles vivos y arbustos se veneren todavía en Siria y Palestina, y los
árboles santos (‘ēts) desempeñan un papel relevante en el AT, no hay que deducir de
ahí que el nombre de ’asherah mantenga esa asociación. Sin duda, la ’asherah era un
objeto fabricado de madera (Dt 16,21; Jue 6,26) que se clavaba en el suelo. De ahí
que se pudiera cortar (Dt 7,5; 2Cro 14,2[3]; 31,1), talar (Éx 34,13; Jue 6,25s. 30; 2Re
18,4; 23,14), arrancar (Mic 5,13 [14]), derribar (2Cro 34,7) y quemar (Dt 12,3; Jue
6,26; 2Re 23,6.15). Pero no se puede tratar de un árbol vivo, porque las Asherim eran
«hechas» (1Re 14,15; 16,33; 2Re 17,16; 21,3.7; Is 17,8), y se colocaban bajo árboles
frondosos (1Re 14,23; 2Re 17,10).
Cuando el AT menciona la fabricación de ídolos (pesel) de Asherah (2Re 21,7), se
los llama pesel hassemel, «la imagen del ídolo», en 2Cro 33,7, y simplemente
hassemel, «el ídolo» en 2Cro 33,15 (que no debe identificarse con semel haqqin’ah,
«imagen del celo» en Ez 8,5). Otro pasaje dice que se había fabricado un miphletseth
«una imagen abominable» para Asherah (1Re 15,13). Estos pasajes también indican
que el objeto de culto, de hecho representaba a la diosa Asherah, como el mismo
nombre nos haría esperar. Este símbolo normalmente se encontraba en un lugar de
culto elevado (bāmah), junto a un altar o un altar de incienso. La ’asherah se asociaba
a menudo con una estela (matstsēbhāh).
Algunos estudiosos han supuesto que la ’asherah era un objeto hecho de madera
en forma de poste, quizá tallado y decorado. Como este estadio fue probablemente
precedido de una fase en la que la estela se combinaba con un árbol vivo o muerto, es
posible asumir que la ’asherah era un árbol estilizado, como aparece, p.ej., en un
47
Albright, SVT, 4 (1957), 254.
48
Wildberger, H, BK, X, 324.
12
modelo de arcilla de una escena cúltica en Chipre49. Por otro lado, el hecho de que el
mismo objeto se llame pesel ha’asherah, «el ídolo de Asherah», en un pasaje (2Re
21,7), y simplemente ha’asherah, «la Asherah», en otro (23,6), probablemente aboga
en favor de la postura de que se trataba de la imagen de un dios. En ningún caso puede
interpretarse la palabra pesel como referida a un tronco cuyas ramas o salientes habían
sido podados, porque eso mismo habría desacralizado el árbol50. La expresión (pesel)
hassemel, «(la imagen de) el ídolo» que se usa en 2Cro 33,7,15 apunta también hacia
una imagen de la diosa.
Con frecuencia, las Asherim se mencionan en conexión con otras imágenes de
dioses (Dt 7,5; 12,3; 2Re 17,16; Mic 5,12s. [13s.]; 2Cro 24,18; 33,19; 34,3s., 7). Esto
puede dar la impresión de que se distinguen de las imágenes «regulares». Es posible,
sin embargo, que se mencionen específicamente porque representan la divinidad
femenina más importante. Al interpretar las Asherim como una imagen, el hecho de
que sean siempre hechas de hojas de madera abre la posibilidad de que esta imagen
adoptara la función que antaño pertenecía al árbol. La frecuente combinación de
’asherah y matstsebhah, «pilar» es interesante en ese sentido. En Ugarit se
combinaban la estela y el árbol, y de acuerdo con el AT, ambos atributos se
encontraban en los santuarios antiguos, como en Siquén (Jos 24,26), Betel (Gn
28,18ss.; 35,8) y Ofrá (Jue 6,11. 19s.. 24ss.). Vale la pena notar que el AT a menudo
habla de apariciones y mensajes revelados que se dan a los patriarcas y jueces en esos
lugares santos. Los árboles y las piedras estaban también específicamente conectados
con el oráculo en Ugarit. Cuando Oseas dice que la gente pide «un objeto de madera»
(4,12), esto puede referirse a la ’asherah, que más adelante se mencionaría en
conexión con el matstsebhah, «pilar», en vez del árbol. Como la ’asherah es el
símbolo de la diosa de la fertilidad, la matstsebah es el símbolo del dios de la fertilidad
Baal (2Re 3,2; 10,26s.). Ya hemos visto que el oráculo del árbol y el de la estela
estaban especialmente conectados con esas deidades en Ugarit.
3. Significado religioso. Según los redactores de la historia deuteronomista y
cronistas posteriores, había símbolos de culto de la diosa Asherah por todo el país de
Judá y de Israel (Dt 12,2s.; 1Re 14,23; 2Re 17,10; 2Cro 31,1; 34,6s.). Ofrá (Jue 6,25),
Betel (2Re 23,15), Samaría (1Re 16,33; 2Re 13,6), los lugares elevados que había al
este de Jerusalén (2Re 23,13s.), y por un breve período de tiempo, el templo de
Jerusalén (2Re 21,7; 23,6), se llaman específicamente lugares de culto donde hay
Asherim. Bajo el reinado de Ajab, el culto a Asherah parece haberse organizado bien,
porque 1Re 18,19 habla de 400 profetas de Asherah. Tras la reforma de Josías (2Re
23), una estricta ley prescribía la destrucción de las ’asherah, junto con otras tipos de
prácticas paganas (Éx 34,13; Dt 7,5; 12,3). Los redactores de la historia
deuteronomista condenan a los reyes que (en este respecto la tradición histórica es
ciertamente fiable) servían a la diosa de la fertilidad (Jeroboam I, 1Re 14,15s.;
Roboam, 14,23; Ajab, 16,33; 18,19; Joás, 2Cro 24,18; Johajaz, 2 Re 13,6s.; y
Manasés, 21, 3-7). Alaban al juez Gedeón (Jue 6) y a los reyes (Asa, 1Re 15,13;
Jehosafat, 2Cro 17,6; 19,3; Ezequías, 2Re 18,4; y Josías, 23,4, 6s.; 14s.) que
destruyeron los símbolos de sus diosas. Atribuyen la calamidad que sobreviene a los
israelitas a adorar a la ’asherah (Mic 5,13 [14]; cf. Isa 27,9).
Naturalmente, la severa condena de la ’asherah se remonta directamente al primer
y segundo mandamientos del decálogo. Sin duda, cualquier otra manifestación de la
49
BRL, 35s.; BHHW, I, 137.
50
Cf. la Mishnah ‘Abodah Zarah iii.10.
13
diosa de la fertilidad se incluye en esta condena en el período pre-deuteronomista.
Por supuesto, aquí se incluye el miedo a que la tendencia sincretista de asimilar
YHWH a ba‘al recibiera un fuerte ímpetu precisamente por la posibilidad de conectar
la consorte con YHWH en la forma de una diosa de la fertilidad. Cuando Manasés
puso una imagen de Asherah en el templo de Jerusalén (2Re 21,7), escogiendo, con
una clara inteligencia, la persona de la tríada de la fertilidad que era más venerable,
pero al mismo tiempo la menos adorada por los cananeos de aquel período, el peligro
se volvió especialmente agudo. Por eso, la reforma de Josías iba dirigida
especialmente contra esta diosa y sus símbolos (Dt 16,21; 2Re 23,4-6). Ésta es
también la razón por la que es tan prominente entre los dioses y las diosas de Canaán
a los que ataca el Deuteronomista.
No existe otra fuente que prohíba explícitamente el culto a Asherah, aunque los
estudiosos están justificados cuando asumen que la diosa de la fertilidad era adorada
o condenada en cualquier lugar de Israel, incluso cuando no fuera muy probablemente
bajo el nombre de Asherah. En Canaan, Asherah fue completamente absorbida por la
figura de la consorte de Baal, que debió ser mucho más conocida en esa zona por el
nombre de ‘Anat, Astarté o, posiblemente también ba‘alah, «señora», y malkath
hashshamayim, «señora de los cielos». Así pues, puede asumirse también que el culto
a ‘Anat en relación con el de YHWH en la colonia judía de Elefantina, en realidad,
apenas difería del culto a Asherah que acabamos de describir aquí.
6. Conclusiones
Del estudio detallado de las ocurrencias de Asherah en el texto bíblico y de su
contextualización con los datos arqueológicos de la zona y literatura del entorno
(Canaan y Ugarit, principalmente) se desprenden, al menos, dos grandes
conclusiones, una histórica y otra lingüística, en vistas a la traducción del texto hebreo
o griego:
a) El culto a Asherah es evidente hasta la reforma deuteronomista de Josías (621
a.C.). Habría, pues, una doble religión en el antiguo Israel: la popular politeísta o
henoteísta tendiente hacia la monolatría pero necesitada de los ídolos, fuente de
seguridad ante las catástrofes naturales, las sequías cíclicas y la infertilidad, y la
yahvista, propia de los poderosos, de la clase dirigente que incluso podía verla
como necesaria para asegurar su poder, que provendría de YHWH y perviviría en
tanto en cuanto el rey fuera devoto de YHWH.
b) Respecto de la traducción, en la mayoría de los casos, parecería más apropiada la
traducción como nombre propio (Asherah), sin miedo al escándalo que pueda
causar en el lector. La historia hace un bien evidente a la Biblia, y no le hacemos
más que un flaco favor si nos obstinamos en disimularla en aras de una anacrónica
defensa dogmática del monoteísmo a ultranza. El monoteísmo es el fruto de una
pedagogía llevada a cabo por el mismo Dios único con su pueblo, que se adapta
al hombre, le habla como a un amigo, en un lenguaje inteligible por él.
14
7. Bibliografía
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