TESIS. Creencias Sobre Racticas de Crianza

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 95

CREENCIAS QUE TIENEN LOS

PADRES DE FAMILIA DE SEXTO


GRADO DE PRIMARIA DE LA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA PAMER
LAS ARENAS SOBRE LAS PRÁCTICAS
DE CRIANZA DE SUS HIJOS
Sheyla Villanueva-Bermejo
Piura, febrero de 2015

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Villanueva, S. (2015). Creencias que tienen los padres de familia de sexto grado de
primaria de la Institución Educativa Pamer Las Arenas sobre las prácticas de crianza
de sus hijos (Tesis de pregrado en Educación nivel primaria). Universidad de Piura.
Facultad de Ciencias de la Educación. Piura, Perú.
CREENCIAS QUE TIENEN LOS PADRES DE FAMILIA DE SEXTO GRADO DE PRIMARIA DE LA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA PAMER LAS ARENAS SOBRE LAS PRÁCTICAS DE CRIANZA DE SUS
HIJOS

Esta obra está bajo una licencia


Creative Commons Atribución-
NoComercial-SinDerivadas 2.5 Perú

Repositorio institucional PIRHUA – Universidad de Piura


SHEYLA DANITZA VILLANUEVA BERMEJO

“CREENCIAS QUE TIENEN LOS PADRES DE


FAMILIA DE SEXTO GRADO DE PRIMARIA DE LA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA PAMER LAS ARENAS
SOBRE LAS PRÁCTICAS DE CRIANZA DE SUS
HIJOS”

UNIVERSIDAD DE PIURA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

TESIS PARA OPTAR EL TÍTULO DE LICENCIADA


EN EDUCACIÓN

2015
APROBACIÓN

La tesis titulada “Creencias que tienen los padres de familia de


sexto grado de primaria de la Institución Educativa Pamer Las Arenas
sobre las prácticas de crianza de sus hijos” presentada por la Bachiller
Sheyla Danitza Villanueva Bermejo, en cumplimiento a los requisitos
para optar El Título de Licenciada en Educación nivel Primaria, fue
aprobada por la asesora Mgtr. Milagros del Pilar Ramos López y
defendida el____ de ___________de 2015 ante el Tribunal integrado por:

................................ ................................
Presidente Informante

................................
Secretario
DEDICATORIA

A mis padres quienes me apoyaron junto con mi familia todo el


tiempo.
A mi novio Walter quién me apoyó y alentó para continuar, cuando
parecía que me iba a rendir.
A mi asesora quién nunca desistió en orientarme y apoyarme en
todo, depositando su esperanza en mí.
AGRADECIMIENTO

A la Universidad de Piura de haberme dado la oportunidad, a través del


Programa de Titulación, lograr desarrollar mi investigación y así titularme
como Licenciada en Educación Primaria.

A mi asesora de Tesis, Mgtr. Milagros del Pilar Ramos López, gracias


por compartir sus conocimientos, aportes y sobre todo su tiempo.

A mi profesor del Programa de Titulación, Dr. Marcos Zapata


Esteves, quién cada sábado guiaba con sus explicaciones y orientaciones
para terminar satisfactoriamente mi investigación.

Y especialmente a Dios, por guiarme en todo momento, por darme


sabiduría, inteligencia y fortaleza de superar los obstáculos.
INDICE DE CONTENIDOS

Pág.
INTRODUCCIÓN………...……...….………………………………..… 1

CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN........ 5


1.1. Caracterización de la problemática……………………….………. 5
1.2. Problema de investigación…………………………………….….. 6
1.3. Justificación de la investigación…................................................... 6
1.4. Objetivos de la investigación…….………………………………... 7
1.4.1. Objetivo general…………………………………………….. 7
1.4.2. Objetivos específicos……………………………………….. 7
1.5. Hipótesis de investigación……...…………………………………. 8
1.6.- Antecedentes de la Investigación………………………………….. 8

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN....17


2.1. Prácticas de crianza........................................................................ 17
2.1.1. Dimensiones de las actitudes de los padres hacia la crianza...... 18
2.1.2. Las actitudes de los padres hacia la crianza………………….... 20
2.1.1.1. Actitud Apoyo………...…………………………………… 20
2.1.1.2. Actitud Satisfacción de la crianza………………………… 21
2.1.1.3. Actitud Participación…….................................................... 23
2.1.1.4. Actitud Comunicación………............................................. 25
2.1.1.5. Actitud Establecimiento de límites....................................... 26
2.1.1.6. Actitud Autonomía….…….................................................. 28
2.1.1.7. Actitud Distribución del rol……………………….…….… 30
2.1.1.8. Actitud Deseabilidad social……………………………….. 32
2.2. Estilos de crianza……………………………………………........ 33
2.2.1. Estilo Autoritario………………................................................ 35
2.2.2. Estilo Permisivo……………………………………………..… 37
2.2.3. Estilo Democrático…………………………………………...... 39

CAPÍTULO III: METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN…........ 41


3.1. Tipo de investigación…….………................................................ 41
3.2. Sujetos de investigación…………................................................. 42
3.3. Diseño de Investigación……….……………………………….... 42
3.4. Categorías y subcategorías de investigación.................................. 43
3.5. Técnicas e instrumentos de recolección de información………….. 91
3.6. Procedimiento de organización y análisis de resultados……...…. 49

CAPÍTULO IV: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN…….. 51


4.1. Presentación e interpretación de los resultados…………………… 51
4.2. Análisis y discusión de los resultados……...................................... 63

CONCLUSIONES…………..……...………………………………….. 67

BIBLIOGRAFÍA………………….…....……………………………… 69

ANEXOS………………………….….………………………………... 77
INTRODUCCIÓN

La presente investigación indaga el tipo de creencias que tienen los


padres sobre las prácticas de crianza de sus hijos a través del cuestionario
Parent Child Relationship Inventory (PCRI) aplicado a un grupo de
padres de familia.

La pregunta general que nos hacemos en este estudio es: ¿Qué tipo
de creencias tienen los padres de la Institución Educativa Pamer Las
Arenas sobre las prácticas de crianza de sus hijos de sexto grado de
primaria? para lograr respuesta a esta interrogante se hizo uso de la
observación indirecta utilizando como instrumento de recolección de
información el cuestionario de crianza, Parent – Child Relationship
Inventory (PCRI) creado por Gerard (1994) y adaptado en España por
Roa y del Barrio (2001), Dicha pregunta surge como resultado de la
observación de algunos comportamientos y actitudes de ciertos alumnos
en clases, que son de gran preocupación para los profesores, puesto que,
en algunos casos influye en el aprendizaje académico, en las relaciones
interpersonales y en la dificultad para relacionarse con el grupo de
compañeros. Todo esto lleva a pensar y reflexionar sobre los procesos de
crianza que tienen estos niños y que reciben en sus hogares.

Con este estudio se pretende conocer las creencias de los padres


sobre las prácticas de crianza, así mismo la relación entre la conducta de
los padres y las características del comportamiento de los niños. Para
lograr el planteamiento del problema se utilizó una metodología
cuantitativa que se enmarca dentro del paradigma positivista.

1
Para los autores INCHE M, Jorge; ANDÍA C, Yolanda;
HUAMANCHUMO V, Henry; LÓPEZ O, María; VIZCARRA M, Jaime
y FLORES C, Gladys (2003), “El paradigma cuantitativo posee una
concepción global positivista, hipotético-deductiva, particularista,
objetiva, orientada a los resultados y propia de las ciencias naturales. En
contraste, al paradigma cualitativo que postula una concepción global
fenomenológica, inductiva, estructuralista, subjetiva orientada al proceso
y propia de la antropología social”.

En el capítulo I; correspondiente al planteamiento de la


investigación, mencionamos el problema y la justificación de la
investigación, el objetivo general y los específicos y la hipótesis; así
mismo, los antecedentes de la investigación que son la referencia para la
elaboración de la tesis.

En el capítulo II, correspondiente al marco teórico, se define las


prácticas de crianza por diferentes autores como SOLÍS, P; CÁMARA
RESÉNDIZ y DÍAZ ROMERO, M. (2007) y RAMÍREZ, M. A. (2005),
concluyendo que las prácticas de crianza pretenden modular y conducir
las conductas de los hijos en la dirección que ellos valoran y desean.
Además, resaltamos a las dimensiones de las prácticas de crianza que dan
lugar a las actitudes de los padres de familias en relación con la crianza
de sus hijos. Por otro lado, dentro de este capítulo explicaremos en qué
consiste cada una de las actitudes de las prácticas de crianza
ayudándonos de diferentes autores y los tres tipos de estilo de crianza:
Estilo democrático, estilo permisivo y estilo autoritario que toman los
padres hacia los hijos y las consecuencias que pueden ser negativas o
positivas de los hijos.

En el capítulo III, daremos a conocer que la investigación es de tipo


positivista – cuantitativa, los sujetos de esta investigación son 15 parejas
de padres de familia, cuyas edades oscilan entre los 30 y 50 años, la
mayoría de ellos son profesionales. De las 15 parejas de padres de familia
13 padres son casados y 2 parejas divorciados. Por otro lado, el diseño de
evaluación utilizado es de tipo encuesta, en el cual utilizamos
Cuestionario PCRI-M (78 ÍTEMS) que valora la crianza de padres de
niños con edades comprendidas entre los 3 y 15 años. Sirve para
identificar las dimensiones relevantes de las creencias de los padres hacia
la crianza.

2
Finalmente, en el capítulo IV se muestra los resultados de acuerdo
a las creencias de las prácticas de crianza, también se da a conocer la
comprobación de hipótesis y el objetivo de la investigación.

La autora.

3
4
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. Caracterización de la problemática

Durante el primer año de trabajar en la Institución Educativa Pamer


Las Arenas con niños de 11 años aproximadamente, se ha observado en
algunos niños(as) diversas conductas negativas, que hacen referencia a la
interacción del sujeto con el entorno, que se concretan en
comportamientos como gritos, amenazas, humillación, agresión física y
verbal, discutir, insultar o culpar a otros, así mismo la falta desinterés en
sus estudios, bajo rendimiento escolar, problemas para resolver
situaciones, depresión frente al fracaso, renunciar a temas difíciles con
rapidez, un liderazgo negativo, entre otras conductas. Las conductas
anteriormente mencionadas son adquiridas en distintos contextos, uno de
los más importantes es la familia, ya que, esta juega un papel
fundamental en la formación de sus integrantes.

Dentro de la familia identificamos padres que, por un lado, siempre


tratan de ejercer control sobre los niños, fijar reglas estrictas sin
demostrar mucho afecto o cariño, tratan de hacerles obedecer y no les
dan opciones para escoger, tienden a concentrarse en el comportamiento
negativo en vez del positivo; luego no felicitan los logros de los niños; y
por otro padres que demuestran absoluta flexibilidad en cuanto a los
límites que exigen a sus hijos, justifican las conductas negativas de los
hijos, dan gran libertad a los hijos, consienten el comportamiento que
posee el niño aceptando que su conducta es la adecuada sea así o no, no
ejerce la autoridad que tiene como padre de manera que el niño no
percibe límites ni pautas de conductas, entre otros aspectos.

5
De acuerdo a estas causas y consecuencias posibles, el propósito
principal de esta investigación es identificar los tipos de creencias que
tienen los padres de familia de niños (as) de 10 a 11 años de edad,
además, identificar que estilo de crianza poseen los padres de familia de
la Institución Educativa de sexto grado de primaria.

1.2. Problema de investigación

¿Qué tipo de creencias tienen los padres de la Institución Educativa


Pamer Las Arenas sobre las prácticas de crianza de sus hijos de sexto
grado de primaria?

1.3. Justificación de la investigación

Considero importante la necesidad de reconocer e identificar las


creencias que tienen los padres de familia respecto a las prácticas de
crianza de sus hijos, puesto que la manera de educar a los niños dentro
del contexto familiar es un factor que puede influir positiva o
negativamente en los niños y su alrededor.

Además hay que destacar que los niños aprenden ciertas conductas
que ven en casa y las suelen transferir en el colegio, y para ayudarlos en
dichas conductas, es necesario que comprendamos que muchos padres
crean su propio estilo a partir de una combinación de factores, que
pueden evolucionar con el tiempo a medida que los niños desarrollen su
propia personalidad y se mueven a través de las etapas de la vida.

El estilo de crianza se ve afectado muchas veces por el


temperamento de ambos, padres y niños; y se basa principalmente en la
influencia de los padres y sus creencias, ya que muchos de ellos aprenden
prácticas de crianza de sus propios progenitores. Es por ello que algunos
padres de familia que piensan sobre lo que “conviene hacer” o sobre lo
que “se debe hacer”, sufren para hacer un balance perfecto entre lo que
les dicta su intuición de padres, lo que han aprendido desde niños, lo que
observan en las demás personas y lo que los especialistas ofrecen poner
en práctica. A partir de ello iniciamos la investigación que busca las
creencias que llevan a actuar de determinada forma, así como los estilos
de crianza que han adoptado los padres y la manera en que, el llevar a
cabo estas acciones han repercutido en las conductas de sus hijos.

6
Esta investigación, también nos ayudará a identificar si los padres
de familia de la Institución Educativa Pamer Las Arenas poseen un estilo
democrático, permisivo o autoritario de acuerdo a los resultados que
obtendremos del cuestionario de crianza (PCRI), y a partir de lo logrado
permitirá a los docentes y tutores orientar a los padres de familia para que
puedan tomar conciencia y darse cuenta de sus errores para no volverlos
a cometer y sobre todo a mantener un balance entre autoridad y los lazos
afectivos hacia los hijos.

Por otro lado ayudará a los docentes y tutores a brindar pautas a los
padres orientándolos en la mejora de la crianza de sus hijos y lograr
mejor comunicación entre padres, hijos y escuela.

Como docente y tutora esta investigación será de gran ayuda,


puesto que me permitirá enfrentar situaciones conductuales, emocionales
y académicas así mismo resolver aquellas interrogantes que como
profesor nos hacemos cuando nos enfrentamos a niños con bajo
rendimiento, inquietud motora, dificultades de adaptación a su medio,
poca tolerancia a las frustraciones, actitudes conflictivas, falta de respeto
a la autoridad, no acatar las normas o reglas, entre otras que estén
relacionadas con su crianza.

1.4. Objetivos de investigación

1.4.1. Objetivo General


Identificar las creencias que están relacionadas con las prácticas de
crianza que tienen los padres de familia con sus hijos de sexto grado de
primaria de la Institución Educativa Pamer Las Arenas.

1.4.2. Objetivos Específicos


• Realizar una revisión bibliográfica sobre los estilos de crianza de
los padres de familia.
• Explicar qué son los estilos de crianza familiar, su clasificación y
las características que presenta cada uno de ellos, así mismo los
sistemas de creencias de los padres de familia.
• Reestructurar un instrumento útil y eficaz para recoger información
respecto a las creencias sobre las prácticas de crianza, en un tiempo
relativamente breve.
• Aplicar el cuestionario a los padres de familia de la Institución
Educativa Pamer Las Arenas de los alumnos de sexto grado de

7
primaria.
• Analizar los resultados obtenidos en el cuestionario respecto a las
creencias de los padres de familia sobre las prácticas de crianza de
sus hijos de sexto grado de la Institución Educativa Pamer Las
Arenas.
• Describir las creencias de los padres de familia sobre las prácticas
de crianza de sus hijos de sexto grado de la Institución Educativa
Pamer Las Arenas.
• Conocer que estilo de crianza practican los padres de familia de la
Institución educativa de los alumnos de sexto grado.

1.5. Hipótesis de investigación

Las creencias que tienen los padres de familia de sexto grado de


primaria de la Institución Educativa Pamer Las Arenas sobre las prácticas
de crianza de sus hijos son de estilo permisivo.

1.6. Antecedentes de la Investigación

El objetivo de nuestra investigación es identificar las creencias que


están relacionadas con las prácticas de crianza que tienen los padres de
familia de los niños de sexto grado de primaria.

Por ello, nos interesó revisar si existen estudios realizados sobre


nuestro tema de investigación.

Los antecedentes que han servido como referencia para la


elaboración de la investigación son:

Primer antecedente:
Título: Relaciones entre creencias y prácticas crianza de padres
con niños pequeños.

Autor:
Pedro Solís Cámara Reséndiz y Marysela Díaz Romero.

Objetivo:
Analizar si existen relaciones estadísticamente significativas entre
las creencias de crianza de padres con niños pequeños y las de sus
prácticas disciplinarias y de crianza.

8
Metodología:
Participantes: Esta investigación se aplicó en un centro de cuidado
infantil y en una escuela de nivel preescolar, de cada uno de los cinco
distritos de la ciudad de Aguascalientes, México, se eligió una muestra de
conveniencia de 350 niños. La mamá o el papá de estos niños contestaron
los cuestionarios, pero 75 padres fueron descartados por alguna razón
(papás que contestaron los cuestionarios, pero no vivían con sus hijos;
mamás que estaban divorciadas o eran madres solteras). La muestra final
del estudio quedó compuesta por 275 padres (202 mamás y 73 papás).

Instrumentos: Para la recolección de datos de los participantes se


utilizó el Cuestionario sociodemográfico para requerir la edad, años de
estudio, estado civil y ocupación de los padres, la edad y sexo de los
niños.
Por otro lado para esta investigación aplicaron dos instrumentos:
• El inventario PCRI que se aplicó tanto a mamás como a papás
(Gerard, 1994). Se eligió el formato presentado por Roa y Del
Barrio (2001), para mamás, pero se modificó el parafraseo para
incluir ambos sexos. El PCRI consta de 78 reactivos calificados en
una escala tipo Likert de cuatro puntos, y distribuidos en siete
escalas: Apoyo en la Crianza con 9 reactivos que miden el nivel de
apoyo social, emocional, e incluso económico que los padres creen
estar recibiendo. Satisfacción con la crianza: 10 reactivos que
valoran la cantidad de satisfacción que sienten los padres por el
solo hecho de ser padres. Participación: 14 reactivos que examinan
el grado de interacción, conocimiento y aceptación que creen tener
los padres con sus niños. Comunicación: 9 reactivos que valoran la
percepción que tienen los padres sobre la efectividad de la
comunicación con sus niños. Establecimiento de límites: 12
reactivos que valoran la importancia que asignan los padres al
establecimiento de límites, el manejo de los mismos, y la
percepción de los niños como problemáticos. Autonomía: 10
reactivos que examinan las actitudes de los padres para facilitar o
promover la independencia de sus niños. Distribución del rol: 10
reactivos que valoran las creencias de los padres acerca del papel
que estiman debe desempeñar cada género (mamá/papá) en la
formación de los niños. Altas puntuaciones en todas estas
subescalas indican adecuada calidad de las relaciones padres-hijos.
Además, la subescala de Deseabilidad social, con 5 reactivos, es
utilizada como una escala de validez de las respuestas de los

9
padres; puntuaciones bajas en ésta sugieren que los padres están
dando respuestas positivas, pero irreales de las relaciones con sus
niños.
• La ECMP (Solís-Cámara et al., 2002), consta de 99 reactivos
calificados con una escala Likert de cuatro puntos y distribuidos en
tres subescalas: Expectativas con 48 reactivos que miden las
expectativas que tienen los padres acerca del desarrollo de sus
niños; y donde puntuaciones altas indican que los padres esperan
que su niña(o) muestre un desarrollo mayor que el esperado a su
edad. Disciplina: 31 reactivos que miden las prácticas disciplinarias
de los padres ante los comportamientos de los niños; altas
puntuaciones indican uso frecuente de castigos corporales y
verbales, tales como golpear o gritar al niño. Crianza: 20 reactivos
que miden específicamente los comportamientos de los padres para
promover el desarrollo psicológico de los niños; y altas
puntuaciones indican uso frecuente de actividades promotoras del
desarrollo infantil, tal como leerle a una niña.
Procedimiento: Se citó a los padres de los niños elegidos a una
junta en el centro escolar de sus hijos. Se informó a los padres que
el propósito del estudio era el de conocer los retos y problemas a
los que se enfrentan para educar a sus hijos. Asistió una mayoría de
mamás solas, por lo que, cuando asistió la pareja de padres, se
pidió a los papás que ellos contestaran los cuestionarios.

Conclusiones:
En la investigación se encontraron diferencias por género de los
padres y sexo de los niños. Hubo más correlaciones creencias-prácticas
para las mamás, y las correlaciones creencias-prácticas fueron semejantes
entre mamás y papás de niñas, pero no de varones. Las principales
creencias de las mamás fueron: comunicación, apoyo, roles, límites y
autonomía, y estas se relacionaron principalmente con las prácticas
disciplinarias y de crianza. Las principales creencias de los papas fueron:
limites, roles y apoyo, y estas se relacionaron principalmente con las
prácticas disciplinarias.

Relación con la tesis:


La relación que tiene esta investigación con la tesis es el
instrumento aplicado PCRI, cuestionario de Crianza Parental, Gerard,
1994.

10
Segundo antecedente:
Titulo: Adaptación del cuestionario de crianza parental (PCRI-M)
a población española.

Autor:
Luisa Roa Capilla y Victoria del Barrio

Objetivo:
Abordar la adaptación al castellano del cuestionario de relaciones
parentales Parent Child Relationship Inventor y (PCRI; Gerard, 1994), y
analizar sus propiedades psicométricas.

Metodología:
Instrumentos: La investigación se ha llevado a cabo utilizando los
siguientes instrumentos: El Parent-Child Relationship Inventory (PCRI;
Gerald, 1994), es un instrumento que sirve para valorar las actitudes de
los padres hacia la crianza y las actitudes hacia los niños, y se puede
aplicar tanto a padres como a madre. Mide las dimensiones de control y
apoyo. Consta de 78 Ítems que están distribuidos en 8 escalas: Apoyo
(9ítems), Satisfacción con la crianza (10 ítems), Compromiso (l4 ítems),
Comunicación (9 ítems), Disciplina (l2 ítems), Autonomía (l0 ítems),
distribución de rol (9 ítems) y Deseabilidad social (5 ítems). 25 de estos
elementos están enunciados de forma positiva, y los 47 restantes de
forma negativa. La puntuación a cada ítem se realiza en una escala tipo
Likert de 4 puntos que va, desde muy de acuerdo hasta total desacuerdo.
Las escalas fueron desarrolladas usando una combinación de enfoques
empíricos y racionales. El cuestionario identifica aspectos específicos de
las relaciones padres-hijo que pueden ser causa de problemas y
proporciona un marco de la calidad de las relaciones.

El ChildBehavior Checklist (CBCL;Achenbach y Edelbroch, es un


cuestionario para padres cuyo objetivo es recoger, de forma
estandarizada, la descripción que los padres hacen de la conducta del
niño en los últimos 6 meses. Es aplicable a padres de niños con edades
comprendidas entre los 4 y 16 años. Consta de 113 ítems. Este
instrumento ha sido utilizado en el presente estudio para hallar la validez
predictiva del PCRI-M en la muestra española.

Procedimiento: Para la adaptación del cuestionario se han seguido


las normas acostumbradas de Muñiz y Hamblenton (1996). La primera

11
traducción al castellano fue realizada por los autores de esta
investigación. Una vez consensuada la traducción se pasó a la fase de
adaptación ajustando el enunciado de las preguntas, su longitud y léxico
a la población que fue dirigida. No obstante, se mantuvieron al máximo
las condiciones originales en cuanto a formulación, orden y posibilidades
de respuesta. Una tercera fase consistió en la aplicación, a madres, del
cuestionario a una muestra piloto reducida, que sirvió para ajustar
algunos elementos que presentaban alguna dificultad de interpretación.
Una vez depurado el instrumento, se procedió a su aplicación a una
muestra extensa, en población general normal.

El cuestionario de hábitos de crianza (PCRI-M) y el de problemas


infantiles (CBCL), se distribuyó a los niños de los colegios participantes,
aprovechando el momento en que éstos debían de complementar otras
pruebas. Así, a través de sus hijos, las madres recibieron en sus casas los
cuestionarios. A los niños se les informó que una vez que sus madres
hubieran complementado los cuestionarios deberían devolverlos al
colegio a la mayor brevedad posible.

Participantes: La muestra se obtuvo a través de 5 colegios de la


Comunidad de Madrid, públicos y privados, donde los hijos de las
madres participantes en el estudio cursaban sus estudios de 5°, 6°y 7°de
escuela general básica (edades 10-14 años). En la realizaci6n de este
estudio han participado una muestra de 547 madres. El rango de edad
oscila entre los 26 y los 53 años, siendo la media de 37.

Conclusiones:
Los datos que se obtuvieron en el estudio afirmaron, que la
adaptación a la población española del CPRI- M, parece presentar unas
garantías estadísticas necesarias para que pueda ser aplicada a las madres.
Es un instrumento que sirve para medir las actitudes de las madres hacia
la crianza, y es sensible para predecir cuales son los hábitos de crianza
que podrían producir desajustes emocionales y conductuales en el niño.

La factorización del PCRI-M en la muestra española, proporciona


sólo seis escalas. Y aunque los ítems no se agrupan de la misma forma
que en la estructura factorial original, sin embargo, hay una cierta
semejanza. Las escalas que desaparecen son: Comunicación y
Deseabilidad social, las demás permanecen con el mismo nombre. La
validez de constructo de los factores obtenida mediante las correlaciones

12
de las escalas, son similares a las halladas en el cuestionario original.
Asimismo, la validez predictiva conseguida a través de las correlaciones
de los factores con el CBCL, son muy parecidas a las encontradas en las
escalas originales.

De acuerdo con los modelos de crianza propuestos por Baumrind


(1991, 2010), las puntuaciones elevadas en cada una de las escalas del
PCRI-M, indican una buena crianza y estaría en la línea del modelo
Autorizado. Por el contrario, las bajas puntuaciones denotan que los
padres tienen problemas para llevar a cabo la crianza de forma adecuada,
y se identificaría con el modelo Autoritario. Puntuaciones elevadas en
Apoyo, pero bajas en Disciplina y Autonomía, indican tolerancia de los
padres para algunas conductas de sus hijos; este tipo de crianza entraría
dentro del modelo Permisivo.

Relación con la tesis:


La relación que tiene esta investigación es el instrumento Parent
Child Relationship Inventory (PCRI; Gerard, 1994), que nuestra
investigación aplicará a los padres de familia de la Institución Educativa
Pamer Las Arenas. Por otro lado, se estudiará los modelos propuestos por
Baumrind y tendremos en cuenta las puntuaciones de cada una de las
escalas para identificar los tres tipos de modelos de crianza.

Tercer antecedente:
Titulo: Estilos de educación familiar
Autor: Susana Torío López, José Vicente Peña Calvo y Mercedes
Inda Caro

Objetivo:
Analizar las tendencias de comportamientos paternas en la
educación de los hijos/as.

Metodología:
Participantes: Los implicados en esta investigación son 2.965
padres y madres de toda Asturias con hijos e hijas escolarizados en dos
niveles educativos diferentes: último curso de Educación Infantil (5-6
años) y 2º de Primaria (7-8 años). La mayoría de los padres implicados
en la investigación tienen una edad entre 31-40 años, observándose en
ellos mayor nivel de estudios y cualificación que en los padres jóvenes
(20-30 años).

13
Instrumento: La técnica que se utilizó en el trabajo es la
observación mediante encuesta y para ello se elaboró un cuestionario de
45 preguntas estructurado en seis bloques: datos generales, datos sobre la
unidad familiar, organización de la vida familiar, recursos sociales y/o
comunitarios, tendencias actitudinales educativas y percepción social de
la familia. Su aplicación se realizó en 102 colegios.

En el presente trabajo nos centramos en el bloque del cuestionario


que aborda las tendencias actitudinales y de comportamiento que utilizan,
habitualmente, las familias en el proceso educativo de los hijos e hijas.
Dicho apartado está integrado por preguntas relacionadas a la
implicación de los padres en la educación de sus hijos e hijas: a)
principales estrategias o pautas educativas paternas; b) la disciplina
familiar; c) la educación familiar en valores; d) fuentes de información
que utilizan los padres para la crianza y educación de sus hijos; e)
principales limitaciones o dificultades con las que se encuentran los
padres en la tarea educativa.

Los estilos de relación trabajados responden a la tipología clásica


de Baumrind: estilo democrático, permisivo y autoritario. Para cada uno
de ellos hemos ofrecido 4 o 5 opiniones.

Las trece opiniones fueron valoradas por los padres mediante una
escala de intensidad, de uno a cuatro: «muy de acuerdo», «de acuerdo»,
«en desacuerdo» y «muy en desacuerdo». En definitiva, nos hemos
servido de trece informaciones diferentes, referidas a tres grandes
ámbitos, para elaborar nuestra tipología. Se calculan las variables
promedio, eliminando los individuos que, en alguno de los ítems
involucrados, no hayan respondido.

Procedimiento: El procedimiento que se siguió para la


administración de los cuestionarios fue el siguiente: hubo un primer
contacto con la dirección de cada centro, siendo concertado, en la mayor
parte de los casos, por teléfono. Una vez desplazados al Centro,
expresábamos la finalidad y objetivos del trabajo de investigación y la
solicitud de su colaboración. Con cada centro se concertó una fecha de
recogida de los cuestionarios, procurando agrupar las fechas por zonas
geográficas próximas. El día anterior a la fecha acordada se recordaba,
telefónicamente, la visita, cuestión que agradecían para pasar por las
aulas recogiendo los últimos cuestionarios o para variar algún

14
desplazamiento.

La orientación metodológica que guía el trabajo está dirigida a la


práctica educativa: toma de decisiones y cambio (Latorre, Del Rincón, y
Arnal, 1996). En el caso que nos ocupa, establecer recomendaciones para
la acción en cuanto a la organización y clima familiar, así como
establecer unas propuestas para optimizar «las buenas prácticas» y
minimizar los factores de riesgo en la vida familiar, con la intención de
introducir cambios en el contexto.

Conclusiones:
Con esta investigación se pudo concluir que la gran mayoría de los
padres no tienen un estilo de crianza definido, se trata de pautas
contradictorias. Estas aparentes contradicciones no es más que un
proceso de adaptación a una sociedad compleja, la cual debe ser
analizada desde la perspectiva de la elasticidad (Izuzquiza, 2003). Estas
nuevas pautas familiares abren una puerta a la intervención desde la
escuela.

En definitiva, estamos ante un grupo de padres disponibles en el


contexto familiar, donde hay afectividad, comunicación y consenso entre
sus miembros y donde la relación que se mantiene entre ellos está basada
en el razonamiento y la comprensión. En este contexto, sus prácticas son
contradictorias, unas veces son democráticos y otras permisivos.

Además, los padres y madres encuestados reflejan un gran


desacuerdo con las tendencias autoritarias en las prácticas educativas,
como ha quedado recogido en los resultados del análisis de Cluster donde
el grupo de padres que reconocen mantener un estilo autoritario de
crianza ha sido de cuatro, y, por otro lado, el grupo 2 que ha sido llamado
como estilo no reconocido, se trataba de padres que se definían no
democráticos, no permisivos ni tampoco autoritarios, sin embargo su
puntuación en el estilo de crianza permisivo era mucho menor que el
grupo de padres autoritarios; este dato revela ese desacuerdo en el
empleo de normas y reglas.

Finalmente, el estudio puso de manifiesto que, aun cuando todos


los padres defienden pautas democráticas, existe un grupo muy reducido
de familias con un estilo educativo definido, concretamente 19 se
definieron como democráticos y cuatro como autoritarios. El resto no

15
fueron capaces de realizar una descripción clara de sus pautas de
educación, 2.917 personas no se decantaron por ningún estilo educativo
concreto, y 23 realizaron negaciones de los tres, describiéndose sobre
todo no permisivos y autoritarios. Estos dos grupos además han mostrado
características más negativas cuando han sido evaluados en el tipo de
actividades que realizan con sus hijos, el grado de satisfacción, las
conductas de juego, o en la elección de los premios y castigos. De los dos
grupos el peor parado es el grupo de padres que no reconocen ciertos
rasgos de autoridad o no permisividad en sus patrones de
comportamiento, así como tampoco tienen muy claro el conjunto de
valores más importantes en la educación de sus hijos. Esto hace
sospechar que para realizar una buena educación lo mejor será tener claro
un patrón de crianza concreto en función de los actores y las situaciones.

Relación con la tesis:


La relación con esta investigación es el desarrollo de las
características de los estilos de crianza (estilo autoritario, estilo
democrático y estilo permisivo) que se relacionan con el cuestionario
PCRI.

16
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN

2.1. Prácticas de crianza

Para poder llegar a una definición de prácticas de crianza,


iniciamos indicando que los padres de familia comienzan el proceso de
crianza desde su formación como hijos en sus propias familias, ya que
estas prácticas de crianza son aprendidas por los padres de sus propias
padres y son trasmitidas de generación en generación, considerando
también que este proceso de crianza se inicia durante la socialización del
niño en el núcleo familiar, social y cultural, por ello, las prácticas de
crianza están relacionadas con la competencia social de los niños, Del
mismo modo resaltaremos que las prácticas de crianza van cambiando a
través del tiempo, por ejemplo, la creencia de que, criar a los hijos es una
labor exclusiva de las mujeres, pero ahora se sabe que la presencia
masculina y el acompañamiento de los padres en la vida del niño o la
niña es indispensable.

En relación a lo planteado anteriormente, Aguirre (2009) citado por


IZZEDIN BOUQUET, R y PACHAJOA LONDOÑO, A. (2009), nos define
la práctica de crianza como un proceso, es decir un conjunto de acciones
encadenadas, que cuentan con un inicio y que se va desenvolviendo
conforme pasa el tiempo, así mismo acciones y comportamientos
aprendidos de los padres, ya sea a raíz de su propia educación o por
imitación.

17
Diferentes autores han querido definir y caracterizar las prácticas
de crianza SOLÍS, P; CÁMARA RESÉNDIZ y DÍAZ ROMERO, M.
(2007), definen que las prácticas de crianza son comportamientos
específicos de los padres para guiar a los niños a que aprendan nuevas
tareas.

En la misma línea Recagno (1985) citado por IZZEDIN


BOUQUET, R y PACHAJOA LONDOÑO, A. (2009), define a las
prácticas de crianza como “conductas que se repiten y que tienen una
cierta probabilidad de ocurrencia”, además que, estas prácticas se
manifiestan en forma directa o indirecta, sistemática o accidentalmente,
así mismo, IZZEDIN BOUQUET, R y PACHAJOA LONDOÑO, A.
(2009), dice: Las prácticas de crianza se ubican en el contexto de las
relaciones entre miembros de la familia donde los padres juegan un papel
importante en la educación de sus hijos. Esta relación está caracterizada
por el poder que ejercen los padres sobre los hijos y la influencia mutua.

Por otro lado, María Aurelia Ramírez (2005), las define como: Las
técnicas de control o los métodos empleados por el adulto con el fin de
cambiar el curso de la conducta del niño, no como imposición arbitraria
sino como un proceso basado en la reciprocidad

Por tanto, identificamos que las prácticas de crianza de los padres


de familia pretenden modular y conducir las conductas de los hijos en la
dirección que ellos valoran y desean, de acuerdo a su personalidad, del
mismo modo pueden comunicarles a sus hijos las diferentes exigencias
de las actividades cotidianas, controlar las acciones infantiles logrando
así la inhibición de algunas tendencias y la estimulación de otras; ya que
los padres son los primeros educadores de sus hijos y poseen las
herramientas que permitirán orientar y establecer las pautas de crianza.

2.1.1. Dimensiones de las prácticas de crianza


Para Grolnick y Ryan (1989) citado por María Aurelia Ramírez
(2005), clasifica las prácticas de crianza en tres dimensiones principales:
• Técnicas de apoyo a la autonomía, que es el grado en que los
padres valoran y utilizan técnicas encaminadas a la solución de
problemas: elección y participación en decisiones de modo
independiente. En contraste con las técnicas de apoyo a la
autonomía, están las técnicas controladoras.
• Técnicas de estructuración, que consisten en proporcionar guías

18
claras y consistentes, expectativas y reglas de conducta del niño. En
el extremo opuesto estarían las técnicas no estructuradas o la
ausencia total de reglas de conductas del niño.
• Técnicas de implicación o grado en que los padres están
interesados y toman parte en las actividades de la vida del niño.
Reflejan la dedicación y la atención positiva de los padres al
proceso de crianza del niño facilitan tanto la identificación como la
internalización de valores sociales. En el otro extremo opuesto, se
situarán los padres no involucrados ni interesados en las
actividades de la vida del niño.
Otros autores como Parker (1979), Musitu y Allatt (1994), Misutu
y Lila (1993) citados por Sara Becerra, Walter Roldán E y Maribel
Aguirre (2008), nos afirman que en los estudios realizados sobre
las actitudes de prácticas de crianza de los padres, aparecen dos
dimensiones: apoyo y control.
El apoyo se identifica con bajos niveles de castigos físicos, la
utilización del razonamiento por parte de ambos padres, la
buena comunicación y la adecuada expresión de las
emociones durante las interacciones. Son necesarios el afecto
o calor emocional, la sensibilidad y la mutua confianza para
el buen funcionamiento de las relaciones padres e hijo, sobre
todo, para el desarrollo adaptivo del niño.
El control, por su parte, se considera la dimensión de la
crianza restrictiva, controladora, que se caracteriza por un
estilo autocrático y afirmación del poder. Esta dimensión esta
unida al uso frecuente de técnicas de castigo y al
autoritarismo que los padres utilizan en la crianza de los
hijos.
Por ende, la mayoría de los autores indican que estas dos
dimensiones apoyo y control, unidad entre sí, pueden dar lugar a
varios tipos o estilos de crianza parental. Sara Becerra, Walter
Roldán E y Maribel Aguirre (2008).
Por otro lado, Rudolph Schaffe (2000), nos dice que han surgido
dos dimensiones que abarcan la conducta de los padres. Estas dos
dimensiones son independientes, de manera que son posibles entre
ellas todo tipo de combinación, cada uno de los cuales representan
un estilo relacionado con la actitud de los padres. Éstas son:
Restrictivo, que se refiere a la cantidad de libertad que
permiten los padres a sus hijos, aquí tenemos a los padres que
toleran casi todo lo que hace el niño y ni le hacen respetar

19
reglas definitivas en forma consistente y a los padres que
imponen demasiadas restricciones a sus hijos y se cercioran
de que las reglas siempre sean obedecidas.
Hostilidad, que se refiere la cantidad de amor que los padres
manifiestan a sus hijos, aquí tenemos a los padres afectuosos
que expresan sus sentimientos y muestran con facilidad su
aprobación y elogio y a los padres fríos y que tienden a
menospreciar a sus hijos.

2.1.2. Las actitudes de los padres hacia la crianza.


2.1.1.1.- Actitud Apoyo
Los padres de familia deberán transmitirse apoyo entre
ambos, puesto que el desarrollo de éste permitirá tener un mejor
manejo de sus emociones, resolución de problemas y ayudarse en
la crianza de los hijos.

En la relación entre pareja, la madre muchas veces espera que


su cónyuge sea su principal, fuente de apoyo emocional. Además,
la madre podría empezar a percibir a su esposo como alguien que
puede cuidar y criar bien de los niños y que debe ayudarle en esta
labor.

NIVEM, David (1971), nos dice que las relaciones se basan en


el apoyo mutuo, por ello afirma que si usted siente que su pareja lo
apoya (apoya lo que usted es, quien es, lo que quiere, lo que
necesita), su relación tiene cimientos sólidos. Si el punto de partida
es una posición de apoyo mutuo, cualquier desacuerdo que pueda
surgir será finalmente de poca importancia y cualquier dificultad
será finalmente de poca importancia y cualquier dificultad que se
les presente en la relación será superable. Dele apoyo a su pareja y
pídale apoyo a su pareja, así todo lo demás será mejor y más fácil.

Por otro lado, SOLARES BARBOSA, S. D; BENAVIDES


AYALA, J; PEÑA OROZCO, B; RANGEL MÉNDEZ, D y ORTIZ
TALLABAS, A. (2011), afirma que existen diferentes tipos de
apoyo, siendo los principales los siguientes:

• Apoyo positivo: alude a aquellas conductas destinadas a dar


soporte emocional a otro miembro de la relación cercana
mediante la protección, seguridad, afecto y amor cuando éste

20
se encuentre en momentos difíciles, con lo que aumenta la
comunicación entre ellos.
• Apoyo expresado: se refiere a aquellas conductas destinadas a
ayudar al otro miembro de la relación cercana para buscar
una solución a sus conflictos expresándole directamente su
afecto, amor, seguridad y soporte, lo que mejora la
comunicación entre ellos.
• Apoyo negativo: denota aquellas conductas destinadas a no
apoyar al otro miembro de la relación cercana cuando este
último atraviese por momentos difíciles.

Becher, (1986); Fehrmann, Keith y Reimers (1987) citado


por Bazán, Sánchez y Castañeda (2007), resaltan que el apoyo
familiar ha sido considerado uno de los elementos importantes en el
proceso educativo y está relacionado con el grado de
involucramiento de los padres en las actividades escolares de sus
hijos, el cual tiene un efecto positivo sobre el desempeño
académico de éstos, al igual que el tiempo dedicado por la familia a
ayudar en la realización de las tareas escolares.

Así mismo, tenemos el apoyo que el colegio ofrece a la


familia, según María del Luján González Tornaría, Lieve
Vandemeulebroecke y Hilde Colpin (1942), menciona dos niveles
posibles de apoyo. Una primera posibilidad es que el colegio apoye
el acompañamiento que los padres ofrecen al rendimiento escolar
de sus hijos, el colegio puede apoyar a los padres prestando
atención necesaria en responder a necesidades específicas que los
niños tienen a raíz de su situación familiar. Una segunda
posibilidad tiene que ver con el apoyo en la educación familiar
misma teniendo en cuenta que los padres están frente una tarea
educativa difícil. Cabe resaltar que para los padres es muy
importante el apoyo dado por parte de la escuela y los profesores,
ya que la escuela brinda a los padres un medio potencial de apoyo.

2.1.1.2. Actitud Satisfacción de la crianza


Algunos padres consideran su vida muy aceptable en el
sentido de que no desearían cambiar nada de lo vivido: otros, sin
embargo, piensan que el presente no aprecie las bases para el futuro
deseado, por lo que esta tensión genera insatisfacción.

21
En la satisfacción entra como elemento importante la calidad
de las relaciones y la expresividad afectiva, sobre todo la positiva,
por ejemplo: “mi padre no acepta mi forma de ser”. Muchas veces
la satisfacción se relaciona con el pasado: “o sea mis papás
tuvieron la necesidad de trabajar los dos, entonces no me gustó, la
verdad, pues siento o sea ya siento, de que yo siento que mi mamá
nos abandonó para darnos otras necesidades… o sea fueran
materiales o económicas. Eso no me gustó, yo hubiera preferido
que mi mamá hubiera estado en la casa a que hubiera trabajado
para darnos cosas materiales”. La cercanía emocional con las
personas significativas construidas en el pasado contribuye de
manera esencial al aspecto de la satisfacción general en la vida.
José Antonio Viseda Heras citado por Torres, M. (2001).

Javier García Castaño Javier García Castaño citado por María


Luisa Ríos Rodríguez, María Pilar Moreno Jiménez, Macarena
Vallejo Martín (2011), nos define el concepto de satisfacción
familiar como un juicio valorativo de distintos aspectos de la vida
en que los sentimientos que se despiertan en el sujeto encuentran
su origen en las interacciones verbales o físicas, que se producen
entre éste y los demás miembros de la familia.

Según Lisle Sobrino Chunga (2008), la satisfacción familiar


es una respuesta subjetiva y única que percibe el sujeto y que se
expresa a través de la comunicación, cohesión y adaptabilidad,
además, afirma que “ La satisfacción familiar es una respuesta
subjetiva, es un proceso fenomenológico que los miembros de una
familia la perciben y valoran en función de los niveles
comunicacionales entre padres e hijos; el grado de cohesión que
existen entre los miembros de la familia y el nivel de adaptabilidad
familiar de los miembros entre sí y con su entorno”.

Para Jackson, D. (1977) citado por Lisle Sobrino Chunga


(2008), una familia puede caracterizarse por las estrategias que
emplea; ya que el grado de sus interacciones, son diferentes en cada
sistema familiar, y por eso se puede clasificar a las familias y a sus
relaciones en cuatro tipos por la naturaleza de sus relaciones, que
son:
• Satisfacción estable: Aquí los padres tienen elementos
relacionales explícitos y claros, en cuanto al control de la

22
misma o de algunas áreas para cada uno; es decir, que tiene el
control quien toma la iniciativa, quien decide qué acción ha
de tomarse.
• Satisfacción inestable: Es propia de toda relación nueva o
modificada ya que ambas partes deben de ir co-elaborándolas
progresivamente hasta lograr un acuerdo estable de asumir
responsabilidades en ciertas actividades y áreas que
comparten. Esta relación puede darse en una pareja hasta la
llegada de su primer hijo, y al llegar el tercero pueden haber
desarrollado una relación insatisfactoria estable.
• Insatisfactoria estable: Aquí el acuerdo es no discutir nunca
quién está a cargo de la relación. Ninguna expresa
insatisfacción con la relación, ni reconoce las necesidades de
su pareja.
• Insatisfactoria inestable: Aquí la pareja no llega a ningún
acuerdo de quién controla, o quién toma la iniciativa ante
qué; por eso los momentos de estabilidad son muy breves y
los de inestabilidad muy prolongados.

2.1.1.3. Actitud Participación


Aida E. Figueroa Cora (2009), nos dice que la participación
de los padres en el proceso educativo, ocurre de diversas maneras,
entre éstas un ambiente de respeto cálido que ofrezca seguridad,
que sea consistente y donde encuentre amor.

Además, Beatriz Eugenia Reynaud Retamar y Juan José


Sanchez Sosa (1996), afirman que la participación activa de los
padres en la crianza de los hijos ha demostrado su importancia
sobre el desarrollo del niño. Es un error pensar que el papel del
padre es solo el sostén de la familia, y por tanto no es importante,
ni necesario que participe activamente desde el nacimiento en la
educación de los hijos.

Epstein (1988) citado por Aida E. Figueroa Cora (2009),


señala que la participación de los padres pueden darse de diversas
maneras proveyendo un ambiente en el hogar que apoye las
necesidades de aprendizaje del niño, realizando trabajo voluntario
en la escuela; manteniendo comunicación constante con el profesor
(a) y supervisando el proceso de sus hijos en la escuela y brindando
tutorías en el hogar para reforzar lo aprendido en la escuela.

23
Claudia Berenice Vergara Hernández (2002), nos habla que
dentro de la actitud de participación, los padres que están altamente
implicados en la crianza de los hijos, tienden a incluir diferentes
experiencias de juegos o quehaceres con ellos. Es muy probable,
que los papás incluyan a sus hijos en las tareas de la casa y otras
actividades del hogar.

En líneas generales, la participación de los padres en la


crianza de sus hijos es un tema de equidad de género, puesto que
muchas veces las mamás son las que aportan gran tiempo al
cuidado de los hijos, aún cuando trabajan fuera de la casa casi tanto
como los hombres. Pero a pesar de esto, cabe resaltar, que de
acuerdo a diferentes estudios la participación positiva de los
hombres como padres es buena para los hijos y para los hombres
mismos. Ha habido numerosas revisiones literarias y estudios
donde han afirmando que la participación del padre, o la
participación de otros hombres en la vida de los niños, es positiva
con base en varios indicadores del bienestar infantil, incluyendo la
salud infantil, el desarrollo social y emocional.

En conclusión, la participación de los padres en la educación


de los hijos es importante y fundamental, puesto que los padres son
los primeros educadores. Es importante que los padres participen y
se involucren en la educación temprana de sus hijos, ya que ellos
les pueden comenzar a enseñar las letras, los números y un
vocabulario básico. La importancia de la participación de padres de
familia y la comunidad, ayuda a las escuelas a llegar a sus metas
para mejorar el aprovechamiento del estudiante y crear una buena
relación entre los padres de familia, miembros de la comunidad y
las escuelas.

Los padres pueden aportar mucho a la educación de sus hijos,


especialmente en los campos de:
• Estimulación temprana
• Apoyo emocional
• Educación moral
• Apoyo escolar

24
2.1.1.4. Actitud Comunicación
Satir (1986) citado De Sosa, M. A. (2011), nos dice que la
comunicación es la norma por la que dos personas se conocen,
exploran y crean vínculos sólidos, así mismo, dice que la
comunicación es un proceso simbólico y transaccional, un trayecto
en donde la conducta verbal y la no verbal funcionan como símbolo
creados, los cuales permiten compartir significados, interactuar, al
mismo tiempo que profundizar en el conocimiento propio y de
otras personas. Así, la comunicación abarca una amplia gama de
signos que representan cosas, sentimientos e ideas, lo que permite a
las parejas usar los besos, la comida especial y bromear como
símbolos de amor; o el silencio y la distancia como muestras de
enojo.

Para Lisle Sobrino Chunga (2008), la comunicación es una


palabra que deriva del latín, desde un verbo compuesto:
“Communio” y significa la acción en la cual tanto el Yo como los
demás, se regalan de manera recíproca. Así, se concluye en que la
comunicación es “el don reciproco de sí mismo” y “el proceso que
facilita el desplazamiento a lo largo de las dimensiones de cohesión
y de adaptabilidad”. El nivel de la comunicación familiar tiene una
importancia fundamental para sus miembros ya que permite
mantener las condiciones del sistema familiar.

Por otro lado, Hurtarte, C. A y Díaz Loving, R. (2008),


establece que la comunicación dentro de la pareja es importante en
cualquier etapa, puesto que es el medio con el que se expresan los
sentimientos, pensamientos, temores, percepción de la pareja,
negociación y solución de problemas. Así mismo la comunicación
incorpora dos grandes elementos, la información en sí misma y la
forma en que se comunica.

Teniendo en cuenta la comunicación entre pareja, Lisle


Sobrino Chunga (2008), define la comunicación familiar como las
interacciones que establecen los miembros de una familia y que
gracias a ello, se establece el proceso de socialización o
culturalización que les permite desarrollar habilidades sociales que
son fundamentales para el proceso de reinserción en la sociedad a
la cual permanecemos. Cabe destacar que esta comunicación va a
depender de su contexto familiar, de su estructura y su dinámica

25
interna. El nivel de comunicación familiar va depender del tipo de
apertura y flexibilidad que tengan los adultos en su relación con sus
hijos.
Según Kristin Zolten, M.A y Nicholas Long (1997), resalta
algunas maneras de comunicarse efectivamente con los niños:
• Empezar la comunicación efectiva cuando los niños están
chicos. Antes de que los padres y los hijos puedan
comunicarse, deben sentirse cómodos al hacerlo.
• Comunicarse al nivel del niño, es decir, cuando los padres se
comunican con sus hijos, es importante que lo hagan al nivel
del niño, verbalmente y físicamente. Los padres deben tratar
de usar lenguaje apropiado a la edad de sus hijos para que
puedan entender.
• Aprender realmente a escuchar es una habilidad que se debe
aprender y practicar. Escuchar es una parte muy importante
de la comunicación efectiva. Cuando los padres escuchan a
sus hijos les están mostrando que están interesados y que
ponen atención a lo que sus hijos tienen que decir.
• Expresar sus ideas y opiniones con sus hijos cuando se
comunique con ellos. Para que la comunicación sea efectiva,
debe haber dos lados. No solo los padres deben estar
disponibles para sus hijos y listos a escucharlos, para que la
comunicación efectiva tome lugar también deben estar
preparados para compartir ideas y sentimientos con sus hijos.

2.1.1.5. Actitud establecimiento de límites


Las normas y los límites no son un medio para controlar a los
niños o conseguir que éstos obedezcan a los adultos, sino un
método que les ayuda a integrarse en la sociedad mostrándoles
patrones de conductas socialmente admitidas y no admitidas. Cabe
destacar que para una buena convivencia tanto familiar como
escolar es necesario establecer normas y límites. A los niños y las
niñas les gustan los límites, hacen que se sientan seguros y seguras.

Los límites no son sinónimo de castigo sino de enseñanza,


marcan lo que se espera de nosotros y así nos es más fácil agradar a
los demás con nuestro comportamiento. Además, ayudan a los
niños a asumir el control de su comportamiento y a ser
responsables de sus acciones.

26
Los niños y niñas necesitan ser guiados por las personas
adultas para aprender a distinguir “lo que está bien de lo que está
mal”. Necesitan unas normas básicas que guíen y marquen límites a
su comportamiento. Esto les da seguridad porque saben qué
ocurrirá ante determinadas conductas y, además de esta manera se
evitan muchos conflictos.

Según La Asociación Andaluza para la Defensa de la Infancia


y la Prevención del Maltrato (1990), las personas adultas deben
ofrecer modelos de comportamientos adecuados, a través del
establecimiento de unas normas y límites claros aplicando
consecuencias lógicas dialogadas, argumentadas, razonables y
proporcionadas a su falta de cumplimiento, de un modo flexible
pero consistente y coherente.

Martha Baldwin (1987), nos afirma que establecer límites es


practicar el arte de amar y supone una actitud esencial para lograr
educarse a sí mismo satisfactoriamente. Se trata de un arte que le
ayude a crear la estructura que requieren sus relaciones para que
usted sea capaz de evitar la trampa de amar demasiado a los demás
y negar sus propios compromisos y responsabilidades.

Definir los límites los conduce a enfrentarse con las


responsabilidades de darle sentido y calidad a su vida. Además
define los límites significa trazar líneas en nuestras relaciones con
los demás para mantener la integridad de los límites emocionales,
físicos y mentales que separan a una persona de otra.

María Angélica Verduzco Álvarez Icaza y Esther Murow


Troice (2001), nos dicen que los límites señalan hasta dónde puede
llegar un niño en su comportamiento, puesto que, establecerlos es
una forma de decirle que nos preocupamos por él; es enseñarle
cómo funciona el mundo que lo rodea y sobre todo, que lo
queremos y respetamos, además, poner límites es una labor de
prevención, ya que en la medida que los adultos están pendiente de
las necesidades de los hijos y les van enseñando lo que necesitan
según su edad, serán capaces de enfrentar nuevos retos.

En conclusión, el establecimiento de normas y límites en el


contexto familiar supone uno de los factores de protección más

27
significativos para reducir la probabilidad de aparición de
conductas de riesgo, tanto en la infancia como en la adolescencia,
es importante, poner límites a los niños puesto que les ayudamos a
aprender a autorregularse, es decir, a ponerse límites a ellos
mismos.

Los límites y las normas son fundamentales porque otorgan a


los hijos sentimientos de seguridad y protección, los hijos van
creando sus propios referentes y van adquiriendo unas pautas de lo
que es y no es válido, lo cual les ayudará a ir conformando su
propia escala de valores, ayudan a lograr una convivencia más
organizada y promueven el sentido del respeto hacia los demás y
hacia uno mismo y preparan a los hijos para la vida en una
sociedad que se rige por restricciones y obligaciones, que deberán
aprender a cumplir, por el bien de todos. Cabe resaltar, que los
padres no deben sentir temor establecer límites para sus hijos.

2.1.1.6. Actitud autonomía


Aida E. Figueroa Cora (2009), define a la autonomía como la
capacidad para funcionar con independencia.

La persona suficiente tiene unas altas posibilidades de


alcanzar éxito en la vida. Esta se caracteriza por emitir sus
opiniones, tomar decisiones por sí mismo sin dejarse confundir por
los problemas de otros; además, es un ser disciplinario que puede
ejercer autocontrol. La cualidad de la disciplina es esencial para el
desarrollo social y moral del niño.

Según Jordi Garreta (2007), en el desarrollo de la autonomía,


es importante tener en cuenta que cuando una persona es capaz de
hacer cosas por sí se siente mejor, puede experimentar satisfacción
y aprender a reconocer sus propias capacidades.

La sobreprotección no favorece el desarrollo de la autonomía,


ya que priva al niño de experimentar aquello de lo que es capaz y
sentirse contento consigo mismo, dificultando el logro de una sana
autoestima.

Evidentemente la autonomía se desarrolla de forma


progresiva, de modo que si ciertas iniciativas se dejan a criterio del

28
niño demasiado pronto se puede propiciar la inseguridad al no estar
preparado para ello.

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la


Lengua (DRAE) citado por Ángela Magaz Lago (2008), asigna al
término “Autonomía”, el significado de “condición del individuo
que de nadie depende en ciertos conceptos”.

Por otro lado, John C. Coleman y Leo B, Henry (1985),


afirma que le desarrollo de la autonomía, con respecto a las
relaciones familiares es una de las tareas clave para el adolescente.
Ser libre de la restricción parental, y lograr el control sobre la
propia vida, es la meta de todo joven. Sin embargo, el paso hacia
este objetivo no es sencillo. Hasta cierto punto, esto dependerá de
las circunstancias de la familia.

David Miralles y Sara Hernández (2009), nos dice que para


forjar una correcta autonomía es importante organizar el tiempo y
sobre todo los espacios de la casa con el objetivo de que sepa
dónde va y para qué sirve cada cosa, así como lo que se puede o no
se puede utilizar en cada momento. Todo debe estar perfectamente
estructurado y, si lo está, así lo aprenderán nuestros niños y niñas.

En conclusión, los niños aprenden a ser autónomos a través


de las pequeñas actividades diarias que desarrollarán en casa o en
el colegio, además, los niños desean crecer y quieren demostrar que
son mayores en todo momento, por ello, es misión de los padres y
de los educadores, la aplicación de tareas que ayuden a los niños a
demostrar sus habilidades y el valor de su esfuerzo.

En líneas generales, la autonomía es la base de aprendizaje


durante toda la vida, la cual, se fortalece a medida que los niños se
van dando cuenta de que la responsabilidad por sus acciones les
pertenece a ellos mismos. Para lograr la autonomía en los niños
debemos tener en cuenta: que los niños necesitan responsabilidades
como: recoger el desorden de su cuarto, vestirse solos, comer solos,
lavarse los dientes, llevar los platos a la cocina, empacar los
cuadernos y demás útiles escolares, que si el niño se equivoca, hay
que hablar con él sobre lo que pasó, qué consecuencias debe
enfrentar y qué se puede hacer la próxima vez, ser claros y

29
consecuentes con las reglas que imponemos en el hogar, enseñarles
a esperar su turno, estimularlos con comentarios positivos sobre sus
logros (por pequeños que sean), limitar los regalos para ocasiones
especiales, no para premiar buenos comportamientos, involucrarlos
en la compra y elaboración de la lonchera, invitarlos a participar en
la planeación de eventos y paseos familiares, limitar el tiempo y los
programas de TV y conversar con ellos sobre lo que ven, establecer
horarios y rutinas claras.

2.1.1.7. Distribución del rol


Aida E. Figueroa Cora (2009), nos dice que, los padres son
los maestros más cercanos, íntimos y persistentes que la mayoría de
los niños pueden tener. De ellos aprenden las destrezas básicas,
desarrollan actitudes y definen su auto concepto.

Bee Helen y Mitchell Sandra (1987) citado por Inmaculada


Fernández Soto, María Amarís y Rosa Camacho Puentes (2000),
nos dice que el término «rol» es de origen sociológico, sin
embargo, al referirse a la acción humana asume, desde la
perspectiva de las ciencias humanas, un carácter interdisciplinario.
La psicología ha tomado este término para ampliar sus
concepciones teóricas. Estos autores al estudiar el desarrollo
humano definen «rol» como el contenido de una posición o las
implicaciones conductuales de ocupar esa posición. Tal concepto,
según ellas, hace referencia a las conductas y cualidades esperadas
de determinada posición.

Cabe destacar que la familia se constituye en el núcleo básico


de la sociedad. Sin embargo, muy pocos autores han centrado su
atención en analizar el rol del padre en la familia, ya que siempre se
ha enfatizado en el papel de la mujer y se ha descuidado la
importancia de aquél en el hogar.

Aunque resulta difícil encontrar una definición acertada de


«rol del padre», es posible construirla a partir de la propuesta dada
por Bee y Mitchel, quien afirmar que “el rol del padre hace
referencia a las conductas y cualidades socialmente esperadas del
padre”.

Según Litton, Bruce y Conbs (2000) citado por Laura Evelia

30
Torres Velázquez, Adriana Garrido Garduño, Adriana Guadalupe
Reyes Luna y Patricia Ortega Silva (2008), nos define que “un
buen padre como aquel varón que es proveedor, protector y
cuidador junto con la madre. Si antes se esperaba que el padre fuera
proveedor económico, ahora se espera que también suministre
cuidados físicos y emocionales al niño y sea un compañero activo
de la madre en su crianza”.

En conclusión, decimos que en la actualidad se ha visto que


los hombres han ido cambiando su comportamiento y comienzan a
participar cada vez más de la crianza de los hijos, aunque no sucede
lo mismo en las tareas como cocinar o realizar aseo, que siguen
principalmente en manos de la mujer.

Lograr una mejor distribución de las responsabilidades en el


hogar va a incidir directamente en una mejor calidad de vida,
especialmente para la mujer al disminuir su carga de trabajo, sus
niveles de cansancio y estrés. Sin duda esto también beneficia el
ambiente familiar, ya que al estar mejor la mujer puede generar
círculos positivos de colaboración y de baja agresión. A su vez el
hombre, al tener una mayor participación doméstica, tiene la
oportunidad de descubrir un espacio de encuentro con lo íntimo,
con los afectos expresados en la relación con sus hijos y su pareja,
que antes no tenía, enriqueciendo su experiencia de familia y la de
sus seres queridos. Por otra parte, los hijos se benefician de un
padre más cercano y multifacético que puede interactuar con ellos
también en los espacios domésticos y cotidianos, además, les
enseña que hombres y mujeres pueden cumplir indistintamente las
tareas de la casa o de proveer, lo que enriquecerá en el futuro su
propia vida de pareja.

En este sentido, aún hay mucho que avanzar como sociedad


ya que existen diversos factores que limitan una mejor distribución
de tareas en el hogar. Entre ellas, las grandes distancias entre los
lugares de habitación y los lugares de trabajo, las largas jornadas
laborales y los ingresos dispares entre hombres y mujeres, entre
otras. Sin embargo, al interior de las familias es posible ir dando
pequeños pasos en este sentido. Servicio Nacional de la Mujer,
(1999).

31
2.1.1.8. Actitud Deseabilidad social
Según Edwards (1957) citado por José Luis Valdez Medina,
Mario Ulises Maya Martínez, Jessica Paola Aguilar Montes de
Oca, Norma Ivonne González Arratía López Fuentes y Ricardo
Bastida Gonzales (2012), la deseabilidad social inicialmente fue
definida dentro del área psicometría como una distorsión
intencionada de la respuesta.

Por otro lado, algunos autores como Megargee (1971) y


Paulhus y Reid (1991) citado por José Luis Valdez Medina, Mario
Ulises Maya Martínez, Jessica Paola Aguilar Montes de Oca,
Norma Ivonne González Arratía López Fuentes y Ricardo Bastida
Gonzales (2012), mencionan que “la tendencia del individuo a
adjudicarse características positivas y rechazar propiedades
negativas, con el fin de proyectarse una imagen favorable de sí
mismo, sea o no de manera intencionada, que se utilizan para lograr
la aceptación de aquellos a los que interesa agradar, o con quienes
se desea tener una relación importante”

María Asunción Lara Cantú y Mónica Suzan Reed (1988),


nos habla que el fenómeno de la deseabilidad social ha sido un
aspecto de gran interés en la evaluación de la personalidad, debido
a la observación de que las respuestas a estas pruebas son
influenciadas por la necesidad de la persona de dar una imagen
favorable de sí misma.

Por otro lado, Ferrando y Chico (2000) citado por Francisco


Javier Enríquez Jiménez, Alejandra del Carmen Domínguez
Espinosa (2010), nos dicen que el punto de partida del constructo
de la deseabilidad social es el supuesto de que algunas de las
alternativas de respuesta ante ciertos reactivos de personalidad son
socialmente más convenientes o deseables que otras, por lo que
algunos sujetos pueden tender a elegirlas con independencia de
cuál sea su nivel auténtico en el rasgo que el reactivo pretende
medir.

“Hay personas que se sienten motivadas a distorsionar sus


respuestas para quedar bien ante los demás, decir, elegir respuestas
que generen una impresión favorable, como cuando solicitan
empleo o intentan ingresar a una situación educativa” Anastasi y

32
Urbina (1998) citado por Francisco Javier Enríquez Jiménez,
Alejandra del Carmen Domínguez Espinosa (2010).

Otros autores nos habla de dos dimensiones de la


deseabilidad social han sido denominadas manejo de impresiones y
auto engaño. El manejo de impresiones indica la tendencia a
adaptar de manera intencional la imagen pública de uno mismo con
objeto de obtener una visión favorable por parte de los demás y el
autoengaño, por el contrario, se refiere a la tendencia no
intencionada de describirse a uno mismo de un modo favorable. En
este sentido, el manejo de impresiones es una manipulación
voluntaria de la propia imagen para que los demás lo perciban a
uno de modo positivo, mientras que el autoengaño no es una
manipulación deliberada aunque pueda conducir a distorsiones en
la percepción que los otros tienen de uno. Salgado (2005), citado
por Francisco Javier Enríquez Jiménez, Alejandra del Carmen
Domínguez Espinosa (2010).

María José Pérez, Mabel Labiano y Claudia Brusasca (2010),


define la deseabilidad social (DS) como las tendencias psicológicas
de autoatribuirse cualidades de personalidad socialmente deseables
y rechazar aquellas indeseables.

Para Marlowe y Crowne (1960), citado por María José


Pérez, Mabel Labiano y Claudia Brusasca (2010), la escala de
deseabilidad social intenta medir la tendencia a dar una imagen
favorable de sí mismo, ante diversas situaciones propuestas.

2.2. Estilos de crianza

En lo que respecta a los estilos de crianza decimos que varían de


acuerdo a la influencia en el desarrollo del niño, según Rich Harris
(2002) citado por Susana Torio López, José Vicente Peña Calvo y María
del Carmen Rodríguez Menéndez (2008), nos dice que los padres de
familia no tienen un estilo de crianza fijo. El modo como se comporta un
padre respecto de un niño en particular depende de la edad del niño, de
su apariencia física, de su conducta habitual, de su conducta pasada, su
inteligencia y su estado de salud. Los padres confeccionan su estilo de
crianza a medida de cada niño.

33
Cabe destacar que la familia forma parte del entorno donde los
niños reciben los primeros mensajes de aprecio, por ello, los padres
utilizan un conjunto de estrategias para influir e inculcarles un conjunto
de valores, normas y conductas que los guíen. Por ello Enrique Gervilla
Castillo (2002), afirma que los estilos de crianza son el eje fundamental
de la interacción entre padres e hijos, y entorno a ellos, se distribuyen los
contenidos y la forma.

En el mismo sentido, los estudios de Diana Baumrind (1975-1980)


citado por Juan Antonio García Madruga, Juan Delval Merino,
Inmaculada Sánchez Queija, Pilar Herranz Ybarra, Francisco Gutiérrez
Martínez, Begoña Delgado Egio, Raquel Kohen Kohen, Nuria Arriendo
López y Manuel Rodríguez González (2010), nos habla que los estilos de
crianza de los padres parten de la existencia de dos dimensiones control
paterno y receptividad paterna, que en función como se combinen
conforman los distintos estilos de crianza de los padres. Estas
dimensiones se caracterizan por: El control paterno, consiste en, lo
condicionales que son los padres, en lo controladores, el limitar la
libertad de sus hijos e imponer diversas normas que los hijos deben
cumplir; la receptividad paterna se refiere al apoyo emocional que los
niños reciben de sus padres, es por ello que esta dimensión también se le
denomina afecto. Estos padres de familia se caracterizan porque intentan
evitar la crítica y el castigo.

Esta misma autora (1971), realizó varios experimentos e identificó


y clasificó las diferentes posturas que toman los padres a la hora de
crianza en: estilo autoritario, estilo permisivo y estilo democrático. En
efecto estos tres tipos de estilos que toman los padres hacia los hijos
traen consecuencias que pueden ser negativas o positivas, dejando
secuelas durante la vida.

Por tanto, Susana Torío López, José Vicente Peña Calvo y María
del Carmen Rodríguez Menéndez (2008), los definen como: “esquemas
prácticos que reducen las múltiples y minuciosas prácticas educativas
paternas a unas pocas dimensiones que, cruzadas entre sí en diferentes
combinaciones, dan lugar a diversos tipos habituales de educación
familiar.”

34
Pedro Solís Cámara Resendiz y Marysela Díaz Romero definen los
estilos como: “actitudes o creencias generales de los padres acerca de la
crianza adecuada para sus niños”

De una manera más específica, Eugenio Saavedra G (2003), indica


que los estilos de crianza son a “aquellas experiencias afectivas y
cognitivas de un sujeto, ocurridas en los 10 primeros años de vida al
interior de su familia o en su ambiente inmediato. Estas van
proporcionando experiencias positivas o negativas que promueven o
restringen comportamientos y que operan como modelos a seguir o
figuras de referencia.”

En la misma línea, los estilos de crianza han sido conceptualizado


también como: “Constelación de actitudes hacia el niño que le son
comunicadas y que, en conjunto, crean un clima emocional en donde las
conductas de los padres se expresan”. Delfín Montero Centeno y Pedro
Fernández de Larrinoa (2012).

En líneas generales teniendo en cuenta lo dicho anteriormente


concluimos que los estilos de crianza son aquellas prácticas que se
confeccionan de acuerdo a la relación entre padres e hijos sin dejar de
lado el desarrollo de cualidades y características del niño, ya que para
distinguir los estilos de crianza se tiene en cuenta las pautas de conducta
de los padres y su efecto en la personalidad del niño, es decir un proceso
complejo en el que influyen factores como la personalidad de los padres,
la personalidad de los hijos, las dificultades de la familia y los diferentes
tipos de familia: familia nuclear y familia extensa. Es oportuno señalar
que los estilos de crianza no se deben definir solamente como disciplina,
normas o reglas necesarias para orientar la conducta y el control de
impulsos de los niños, si no como prácticas educativas y formas de
relación familiar que utilizan los padres para educar a sus hijos.

2.2.1. Estilo Autoritario


Los padres de familia con este tipo de estilo intentan modelar,
controlar y evaluar el comportamiento y las actitudes de sus hijos,
teniendo en cuenta un conjunto estándar de conducta, es decir una norma
absoluta. Además valoran la obediencia, la dedicación a las tareas
marcadas y la preservación del orden, así mismo favorecen las medidas
de castigo o de fuerza y no facilitan el diálogo y en ocasiones, rechazan a
sus hijos como medida disciplinaria.

35
Ciriaco Izquierdo (2007), señala que los padres autoritarios
muestran un nivel de control y disciplina, y un bajo nivel de afecto y de
satisfacción de las necesidades de los hijos. Abundan las normas y se
impone la obediencia estricta. Estos padres controlan a sus hijos, a partir
de patrones rígidos de conducta que no tienen en cuenta las necesidades
de los niños. Cuando los patrones de conducta no se cumplen, el
resultado siempre es el castigo físico, administrado sin sentido y con
ninguna explicación. Brindan a sus hijos muy poco apoyo de tipo
emocional, sin embargo, quieren controlar muy de cerca su
comportamiento imponiendo normas muy estrictas.

Es un estilo que tiene repercusiones más negativas sobre la


socialización de los hijos, como la falta de autonomía personal y
creatividad, menor competencia social o baja autoestima y genera niños
descontentos. Sandra Leonor Giraldo Suarez y Luisa Fernanda Vélez
Escobar (2010).

La crianza autoritaria, se ve reflejada en que la palabra de los


padres es ley y por lo tanto no hay lugar a discusión; y la mala conducta
se castiga con rigor, por lo general de forma física, sin llegar al maltrato.
Es por ello que estos padres autoritarios no esperan que sus hijos
expresen sus opiniones, ellos solo ven su propio punto de vista.

Estos padres autoritarios les gustan ser duros y controladores,


usando frases como: “estudia después de comer”, “anda a bañarte ya”,
“cállate”, “no llores”, entre otras; siempre usando mensajes que expresan
“yo sé como son las cosas y como se hacen”

En consiguiente, aquellos padres que poseen este estilo de crianza


perciben la relación con los hijos como una relación de poder, así mismo,
usan técnicas de control para resolver problemas e imponer soluciones a
sus hijos. Estos padres piensan que sus hijos deben obedecer todas sus
reglas y respetar su autoridad.

En el estilo autoritario, «Las cosas se hacen porque lo digo yo». En


este caso existen normas muy claras y consecuencias muy dañinas si no
se cumplen. La agresión verbal o física suelen estar presentes en este
estilo y el niño o la niña aprende a hacer caso a estilos educativos aquella
persona que impone la autoridad, pero no aprende a realizar las
conductas adecuadas.

36
La Asociación Andaluza para la Defensa de la Infancia y la
Prevención del Maltrato (1990), resalta que, si actúas siempre de forma
autoritaria, los niños no aprenderán a distinguir entre lo que está bien y lo
que está mal, porque todo depende de tu criterio.

Los niños con padres autoritarios tienden a ser obedientes y


pasivos, pero no son especialmente felices. Ellos tienden a sentirse
culpables y deprimidos, es por ello que se culpan cuando las cosas no
andan bien.

Desde la perspectiva de algunos autores, Calkins (2002) citado por


Delfín Montero Centeno, Pedro Fernández de Larrinoa (2012), los hijos
e hijas tienden a desempeñarse correctamente en la escuela pero no
desarrollan adecuadas habilidades sociales, una autoestima baja y
mayores problemas de depresión.

2.2.2. Estilo Permisivo


Los padres de familia con un estilo permisivo intentan comportarse
de una manera no correccional, aceptante y afirmativa hacia los
impulsos, deseos y acciones del niño. En cuanto a la crianza permisiva de
estos padres, presenta poca disciplina porque exigen escasa madurez de
los niños, ya que se caracterizan por ser cariñosos y escuchar todo lo que
dicen sus hijos.

Considerando lo expuesto decimos que, estos padres se


caracterizan por manifestarle más ternura y menos control paterno a sus
hijos; puesto que son poco exigentes en el cumplimiento de las normas y
reglamento familiar y menos propensos a vigilar el comportamientos de
sus hijos.

Steinberg, Elmen y Mounts (1989); Lamborn, Mounts, Steinberg y


Dombush (1991); Domínguez y Carton (1997); Banham, Hanson,
Higgins y Jarrett (2000) citado por Sandra Leonor Giraldo Suarez y Luisa
Fernanda Vélez Escobar (2010), habla que los padres de familia con un
estilo permisivo, proporcionan gran autonomía al hijo. El prototipo del
adulto permisivo que se comporte de una forma afirmativa, aceptadora y
dócil hacia los impulsos y las acciones del niño. Su objetivo fundamental
es liberarlo del control y evitar el recuerdo a la autoridad, el uso de las
restricciones y castigos. No son exigentes en cuanto a las expectativas de
madurez y responsabilidad en la ejecución de las tareas.

37
Uno de los problemas que presenta el estilo permisivo consiste en
que los padres no siempre son capaces de marcar límites a la
permisividad, pudiendo llegar a producir efectos socializadores negativos
en los niños respecto a conductas negativas agresivas y el logro de
independencia personal.

Aparentemente estos padres forman niños alegres y vitales, pero


dependientes, con altos niveles de conducta antisocial y con bajos niveles
de madurez y éxito personal.

Maritchu Seitún (2011), afirma que los padres permisivos se


identifican con sus hijos, se ponen excesivamente en su lugar y no
pueden establecer límites, es decir que lo controlan poco y los aceptan
mucho: “Me da pena dejarlo en el jardín, que no valla”; “no hagas tareas,
yo le escribo a la profesora una nota”, etc. Son padres libres que con sus
mensajes implícitos dicen “haz lo que quieras; me da igual”. En este caso
no hay normas, aquí todo vale, da igual a qué hora se coma o lo que se
coma, si hay que jugar de una determinada manera, si se puede poner la
televisión cuando uno quiera. Lo importante es que no se moleste. La
niña o el niño que vive este estilo parental no tienen límites porque está
acostumbrado a hacer lo que le parece. La Asociación Andaluza para la
Defensa de la Infancia y la Prevención del Maltrato (1990).

En resumen, estos padres permisivos se caracterizan por ser


tolerantes y permitir que sus hijos actúen impulsivamente. Si actúas
siempre de forma permisiva, los niños aprenderán rápidamente que puede
hacer lo que le viene en gana y no atenderá a razones ni a normas cuando
trates de imponérselas. Teniendo en cuenta las características de los
padres permisivos, sus hijos tienden a ser impulsivos, poco responsables,
poco independientes, así mismo tienden a ser inmaduros, puesto que no
controlan sus impulsos, ni son socialmente responsables. Por ello, la
ausencia de límites, por parte de los padres, impide que los hijos
adquieran habilidades de autocontrol y permitirá posiblemente que se
conviertan en una persona poco responsable, evitará el esfuerzo y será
bastante infantil.

38
2.2.3. Estilo Democrático
Los padres de familia con un estilo democrático intentan dirigir las
actividades del niño a través de roles y conductas maduras, parten de una
aceptación de los derechos y deberes, permitiendo un desarrollo de la
autonomía e independencia.

Este tipo de estilo se caracteriza por la comunicación que existe


entre padres e hijos, por los efectos positivos en la socialización; por el
desarrollo de competencia sociales, por índices más altos de autoestima y
bienestar psicológico, por un nivel inferior de conflictos entre padres e
hijos y por ser capaces de colocar las necesidades de los hijos antes que
las propias. Cabe destacar también que estos padres se mantienen en una
posición racional ante la solicitud del cumplimiento de normas y
reglamentos.

Ciriaco Izquierdo (2007), señala que los padres democráticos


tienen confianza en ellos mismos como personas y como padres, estos
padres combinan el afecto y la satisfacción de sus necesidades con la
firmeza en el momento de mantener las pautas y normas de conducta
establecida. Son exigentes y afectuosos con sus niños, pero no en exceso.
Establecen y comunican pautas de conducta para que sus hijos sigan
tomando en cuenta sus necesidades. Corrigen a sus hijos cuando éstos
han quebrantado los patrones de conducta establecidos, explicando las
razones lógicas para su corrección y sin utilizar la fuerza física como
medio de castigo. Animan la independencia de sus hijos y espera que
ellos actúen con madurez y respondan apropiadamente a las personas que
los rodean y a las demandas sociales.

María Aurelia Ramírez (2005), el estilo democrático es aquel que


deriva su nombre de la práctica educativa de padres democráticos, que
son los que presentan niveles altos en comunicación, afecto, control y
exigencias de madurez. En consecuencia, son afectuosos, refuerzan el
comportamiento, castigo y son sensibles a las peticiones de atención del
niño; no son indulgentes, sino que dirigen y controlan siendo conscientes
de los sentimientos y capacidades; explican razones no rindiéndose a
caprichos y plantean exigencias e independencia. También se puede
definir el estilo democrático en función de la evitación de decisiones
arbitrarias, el elevado nivel de interacción verbal, la explicación de
razones cuando dan normas y el uso de respuestas satisfactorias.

39
Los padres marcan límites y ofrecen orientaciones a sus hijos, están
dispuestos a escuchar sus ideas y a llegar a acuerdos con ellos.

Según Baumrind (1971), Maccoby y Martín (1983), Coloma


(1993), Pérez y Canovas (1996) y Pérez Alonso Geta (2003) citado por
Ángel B. Espina Barrio (2004), el modelo educativo más adecuado para
la transmisión de valores y actitudes positivas es el modelo democrático,
además este modelo gira en torno a tres ejes fundamentales: Clara
transmisión del afecto y aceptación incondicional de las personas a través
de mensajes tanto verbales como no verbales, una comunicación abierta y
fluida y disciplina inductiva.

En resumen, de acuerdo a lo anterior decimos que los niños con


padres democráticos desarrollan un sentido de responsabilidad y de
autorregulación, puesto que estos padres ayudan a los niños a valerse por
sí mismos, a desarrollar una capacidad autocrítica y mayores habilidades
de comunicación, puesto que, fomentan en ellos la comunicación abierta
Son niños seguros, competentes socialmente, presentan menos
agresividad y hostilidad, muestran un mejor rendimiento académico,
tienden a ser independientes con una mayor autoestima y autocontrol, se
muestran más satisfechos consigo mismos y con sus logros, tienden a
desarrollarse mejor dentro de la sociedad y son más activos y creativos.

40
CAPITULO III
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

3.1. Tipo de investigación

La presente investigación es cuantitativa ya que se enmarca dentro


del paradigma positivista. Según Carlos Arturo Monje Álvarez (2011), la
investigación cuantitativa se inspira en el positivismo, puesto que, este
enfoque investigativo plantea la unidad de la ciencia, es decir, la
utilización de una metodología única que es la misma de las ciencias
exactas y naturales. Su propósito es buscar explicación a los fenómenos
estableciendo regularidades en los mismos, esto es, hallar leyes generales
que explican el comportamiento social. Con esta finalidad la ciencia debe
valerse exclusivamente de la observación directa, de la comprobación y
la experiencia. El conocimiento debe fundarse en el análisis de los
hechos reales, de los cuales debe realizar una descripción lo más neutra,
lo más objetiva y lo más completa posible. Por otro lado Orozco (1997)
citado por Carlos Arturo Monje Álvarez (2011), nos resalta que lo que
importa en el positivismo es la cuantificación y la medición. A través de
cuantificar y medir una serie de repeticiones, es que se llega a formular
las tendencias, plantear nuevas hipótesis y a construir las teorías; todo a
través del conocimiento cuantitativo.

Otros autores Lukas y Santiago (2004), nos dice que la


investigación cuantitativa es una investigación básicamente confirmatoria
o hipotético-deductiva. El investigador se sitúa fuera de lo investigado,
siendo un elemento externo al objeto que se investiga.

41
Del mismo modo para Hernández, Fernández y Baptista (2003), el
enfoque cuantitativo utiliza la recolección y el análisis de datos para
contestar preguntas de investigación y probar hipótesis establecidas
previamente, y confía en la medición numérica, el conteo,
frecuentemente en el uso de la estadística para establecer con exactitud
patrones de comportamientos en una población.

Basándonos en los estudios mencionados en el párrafo anterior,


resaltamos que el cuestionario Parent – Child Relationship Inventory
(PCRI) utilizado en nuestra investigación se caracteriza por tener una
medición numérica, puesto que, consta de 78 ítems distribuidos en 7
escalas: apoyo, satisfacción de la crianza, participación, comunicación,
establecimiento de límites, autonomía y distribución de roles con una
escala tipo Likert de 4 puntos; por ello sus análisis de los datos
obtenidos son cuantitativos, además se verificará una hipótesis al término
de la investigación.

3.2.Sujetos de investigación

La presente investigación se centra en las creencias de los padres


de familia de la institución educativa Pamer Las Arenas sobre las
prácticas de crianza de sus hijos de sexto grado de primaria, está
constituida por una población de 15 padres y madres de familia, no
obstante se resalta que la población es muy pequeña por ello no ha sido
necesaria un muestreo, las edades de la población fluctúan entre los 30 y
50 años, se caracteriza por tener un grado superior de instrucción, una
procedencia regional, así mismo, la mayoría son casados y viven en el
hogar con sus hijos, cabe destacar, que gran parte de los padres de familia
trabajan fuera del hogar y que toda la población contestaron los
cuestionarios.

3.3.Diseño de Investigación

En la presente investigación se va aplicar el diseño de encuesta.


Entendemos como diseño de encuesta a una técnica de recolección de
información, la cual, nos permitirá recoger y conocer la información.
Este diseño de encuesta permitirá recoger y conocer la información de
acuerdo a las respuestas que marquen los padres de familia teniendo en
cuenta la escala tipo Likert de 4 puntos y los diferentes ítems agrupados
en 7 actitudes. Visauta (1989) citado en Boudon (1993), nos dice que con

42
el diseño de encuesta se trata de: “obtener de manera sistemática y
ordenada, información sobre las variables que intervienen en una
investigación, y esto sobre una población o muestra determinada. Esta
información hace referencia a lo que las personas son, hacen, piensan,
opinan, sienten, esperan, desean, quieren u odian, aprueban o
desaprueban, o los motivos de sus actos, opiniones y actitudes”.

Los procesos utilizados en la investigación son las siguientes:


1. Seleccionar los objetivos.
2. Concretar la información que recolectada.
3. Definir la población de objeto.
4. Disponer los recursos necesarios.
5. Elegir el tipo de encuesta.
6. Prever el método de análisis de datos.
7. Revisión de la encuesta.
8. Selección de la muestra.
9. Aplicación de la encuesta.
10. Codificación de los datos.
11. Análisis de los resultados.
12. Realización del informe.

3.4.Categorías y subcategorías de investigación

Para el análisis e interpretación de los datos cuantitativos se


escogió la categoría de prácticas de crianza, en esta categoría se
discriminaron una serie de subcategorías respondiendo a las actitudes de
los padres de familia hacia sus hijos.

TABLA 1

Subcategorías
Categoría: Prácticas Comunicación
de crianza Establecimiento de límites.
Satisfacción
Participación
Apoyo
Autonomía.
Deseabilidad social
Distribución de roles

43
3.5. Técnicas e instrumentos de recolección de información

En esta investigación se ha aplicado como instrumento de


recolección de información el cuestionario de crianza, Parent – Child
Relationship Inventory (PCRI) creado por Gerard (1994) y adaptado en
España por Roa y del Barrio (2001), cabe destacar que es un instrumento
que sirve para valorar las actitudes de los padres hacia la crianza de los
niños con edades comprendidas entre 3 y 15 años, así mismo que dicho
instrumento se puede aplicar tanto a padres como a madres.

Siguiendo la misma línea, Roa y Del Barrio (2001), nos indica que
los resultados obtenidos se pueden interpretar en términos de los estilos
autoritario, democrático y permisivo, estudiados por Baumrind (1971) y
mide las dimensiones de control de los hijos y el apoyo de los padres.

Antonio Félix Raya Trenas (2009), Luisa Roa Capilla y Victoria


del Barrio (2001), “El cuestionario PCRI es uno de los más completos
sistemas de medida de la relación entre padres e hijos y de las prácticas
de crianza que los padres emplean en esta relación, pues hace referencia
a dimensiones relativas al afecto como son el compromiso y la
comunicación, otras relativas al control como son la disciplina y la
autonomía, otras referentes a los aspectos contextuales de la crianza
como el apoyo percibido y otras relativas a las actitudes paternas como
la satisfacción con la crianza, o la distribución de rol. Además, presenta
el valor añadido de haber sido validado con muestras españolas, tanto
en su versión para padres como en su versión para hijos, en un amplio
rango de edad que abarca desde los 3 hasta los 15 años en el caso de los
padres y desde los 9 hasta los 14 años en el caso de los hijos, también es
un instrumento que sirve para las actitudes de los padres hacia la
crianza y las actitudes hacia los niños, y se puede aplicar tanto a padres
como madres. Mide las dimensiones de control y apoyo. Consta de 78
ítems que están distribuidos en 8 escalas: Apoyo (9 ítems), satisfacción
con la crianza (10ítems), Participación (14 ítems), Comunicación (9
ítems), disciplina (12 ítems), autonomía (10 ítems), distribución de rol (9
ítems) y deseabilidad social (5 ítems), 25 de estos ítems están enunciados
de forma positiva, y los 47 restantes de forma negativa. La puntuación a
cada ítem se realiza en una escala tipo Likert de 4 puntos que va, desde
muy de acuerdo, hasta total desacuerdo”.

44
A continuación en el siguiente cuadro se detalla las subcategorías y
sus ítems correspondientes:

Subcategorías Ítems
1.- Cuando mi hijo(a) está molesto(a) por algo
generalmente me lo dice.
9.- Si tengo que decir “no” a mi hijo(a) le
Comunicación explico por qué.
11.- Por la expresión del rostro de mi hijo (a)
puedo decir cómo se siente.
20.- Mi hijo (a) me cuenta cosas de él/ella y de
los amigos (as).
28.- Creo que puedo hablar con mi hijo(a) a su
mismo nivel.
33.- Como padre o madre, normalmente, me
siento bien.
39.- Mi hijo(a) puede estar seguro de que yo lo
escucho.
46.- Cuando mi hijo(a) tiene un problema,
generalmente, me lo comenta.
62.- Es mejor razonar con los niños(as) qué
decirles lo que deben de hacer.
2.- Tengo problemas para imponer disciplina a
mi hijo(a).
4.- Me resulta difícil conseguir algo de mis
Establecimiento de hijo(a).
limites 10.- Mi hijo (a) es más difícil de educar que la
mayoría de los niños (as).
15.- Cedo en algunas cosas con mi hijo(a) para
evitar una rabieta.
21.- Desearía poder poner límites a mi hijo (a).
26.- Mi hijo(a) pierde el control muchas veces.
31.- Me gustaría que mi hijo(a) no me
interrumpiera cuando hablo con otros.
40.- A menudo pierdo la paciencia con mi hijo
(a).
44.- Mi hijo(a) sabe que cosas pueden
enfadarme.
54.- Algunas veces me cuesta decir “no” a mi
hijo(a).

45
66.- Algunas veces me cuesta decir “no” a mi
hijo(a).
70.- Algunas personas dicen que mi hijo(a) está
muy mimado(a).
3.- Estoy tan satisfecha de mis hijos(as) como
otros padres.
7.-Mis sentimientos acerca de la
paternidad/maternidad cambian de un día para
otro.
19.- A menudo me pregunto qué ventaja tiene
criar hijos.
24.- Me arrepiento de hacer tenido hijos.
27.- El ser padre o madre no me satisface tanto
Satisfacción como pensaba.
48.- Ser padre o madre es una de las cosas más
importantes de mi vida.
55.-Me pregunto si hice bien en tener hijos.
56.- Deberían de hacer muchas cosas en vez de
perder el tiempo con mi hijo(a).
67.- Si volviese a empezar probablemente no
tendría hijos.
5.- Me cuesta ponerme de acuerdo con mi
hijo(a).
14.- La paternidad / maternidad es una cosa
natural en mí.
16.- Quiero a mi hijo (a) tal como es.
Participación 35.- Me siento muy cerca de mi hijo(a).
41.- Me preocupo por los deportes y por otras
actividades de mi hijo(a).
53.- Creo que conozco bien a mi hijo(a).
57.- Es responsabilidad de los padres proteger a
sus hijos del peligro.
58.- Algunas veces pienso cómo podría
sobrevivir sí le pasa algo a mi hijo(a).
60.- Mis hijos (as) sólo hablan conmigo cuando
quieren algo.
63.- Empleo poco tiempo en hablar con mi
hijo(a).
64.- Creo que hay un gran distanciamiento entre
mi hijo(a) y yo.

46
72.- Rara vez tengo tiempo de estar con mi
hijo(a).
75.- Llevo una fotografía de mi hijo(a) en mi
billetera o bolso.
77.- No sé cómo hablar con mi hijo(a) para que
me comprenda.
6.- Cuando toca criar al hijo(a) me siento
sola(o).
12.- Me preocupa mucho el dinero.
Apoyo 13.- Algunas veces me pregunto si tomo las
decisiones correctas de cómo sacar adelante a
mi hijo (a).
17.- Disfruto mucho de todos los aspectos de la
vida.
23.- Algunas veces siento que si no puedo tener
más tiempo para mí sin niños me volveré loco
(a).
29.- Ahora tengo una vida muy estresada.
34.- Algunas veces me siento agobiado por mis
responsabilidades de padre o madre.
36.- Me siento satisfecho con la vida que llevo
actualmente.
42.- Mi marido y yo compartimos las tareas
domésticas.
8.-Los padres o madres deben proteger a sus
hijos (as) de aquellas cosas que pueden hacerles
infelices.
25.- A los niños se les debería dar la mayoría de
las cosas que quieren.
32.- Los padres deberían dar a sus hijos todo lo
que ellos no tuvieron.
38.- No puedo aguantar la idea de que mi
hijo(a) crezca.
Autonomía 45.- Los padres deberían cuidar qué clase de
amigos tienen sus hijos.
50.- Los adolescentes no tienen la suficiente
edad para decidir por sí mismos sobre la mayor
parte de las cosas.
51.- Mi hijo(a) me oculta sus secretos.
59.- Ya no tengo la estrecha relación que tenía

47
con mi hijo(a) cuando era pequeño.
71.- Me preocupa que mi hijo(a) se haga daño.
76.-Me cuesta mucho dar independencia a mi
hijo(a).
18.- Mi hijo (a) nunca tiene celos.
30.- Nunca me preocupo por mi hijo(a).
37.- Nunca he tenido problemas con mi hijo(a).
Deseabilidad social 43.- Nunca me he sentido molesto por lo que mi
hijo(a) dice o hace.
47.- Mi hijo(a) nunca aplaza lo que tiene que
hacer.
49.- Las mujeres deberían estar en casa
cuidando de los niños.
52.- Los padres que trabajan fuera de casa
perjudican a sus hijos.
61.- La mayor responsabilidad de un padre es
dar seguridad económica a los hijos.
65.- Para una mujer tener una carrera
Distribución de estimulante es tan importante como el ser una
roles buena madre.
68.-Los maridos deben ayudar a cuidar a los
niños.
69.-Las madres deben trabajar sólo en caso de
necesidad.
73.-Los niños menores de cuatro años son muy
pequeños para estar en la guardería.
74.- Una mujer puede tener una carrera
satisfactoria y ser una buena madre.
78.- Para el niño es mejor una madre que se
dedique a él/ella por completo.

(Parent – Child Relationship Inventory (PCRI) creado por Gerard


(1994) y adaptado en España por Roa y del Barrio (2001)

Este instrumento fue aplicado a una población de padres de familia


de sexto grado de primaria de la Institución educativa Pamer Las Arenas.
Por autorización de dirección se les mandó el cuestionario a los padres en
las agendas de los niños, indicando en un aviso el objetivo de ésta
encuesta y el plazo para devolverlo.

48
3.6. Procedimiento de organización y análisis de resultados.

En la siguiente investigación presentaré los resultados del


cuestionario de crianza parental (PCRI) aplicado, mediante tablas y
gráficos estadísticos, en cada uno de los cuadros se asignaran su
interpretación.
El análisis de la investigación se realizará relacionando los ítems de
cada una de las categorías para verificar los resultados que arrojan cada
una. Los resultados obtenidos durante la realización del presente trabajo
de investigación, se analizaron mediante números absolutos y porcentajes
de los valores obtenidos de la población.

49
50
CAPITULO IV
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

4.1. Presentación e interpretación de resultados

Una vez terminada la recogida de datos a través de la encuesta


PCRI aplicando a una población de 15 parejas de familia, procedemos a
realizar el tratamiento estadísticos de los datos obtenidos para poder
llegar con la interpretación de los resultados y la conclusión de los
resultados.

A. ACTITUD DE COMUNICACIÓN

Ítems de Comunicación
1.- Cuando mi hijo(a) está molesto(a) por algo generalmente
me lo dice.
9.- Si tengo que decir “no” a mi hijo(a) le explico por qué.
11.- Por la expresión del rostro de mi hijo (a) puedo decir
cómo se siente.
20.- Mi hijo (a) me cuenta cosas de él/ella y de los amigos
(as).
28.- Creo que puedo hablar con mi hijo(a) a su mismo nivel.
33.- Como padre o madre, normalmente, me siento bien.
39.- Mi hijo(a) puede estar seguro de que yo lo escucho.
46.- Cuando mi hijo(a) tiene un problema, generalmente, me
lo comenta.
62.- Es mejor razonar con los niños(as) qué decirles lo que
deben de hacer.

51
T.A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

Subcategorías: Comunicación
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 4 11 0 0 15
Porcentaje 27 73 0 0 100
CUADRO 1

COMUNICACIÓN
80

60

40

20

0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN
En el CUADRO 1 observamos que algunos padres creen tener una buena
comunicación con sus hijos debido a que el 73 % están de acuerdo con
las afirmaciones de la escala, por otro lado un 27 % de los padres de
familia creen que la comunicación con sus hijos es excelente, puesto que,
sus hijos creen sentir confianza con sus padres, expresando siempre lo
que sienten y lo que piensan, así mismo, estos padres se caracterizan por
saber escuchar y dar indicaciones explicando el por qué de las cosas.

52
B. ACTITUD DE ESTABLECIMIENTO DE LÍMITES.

Ítems de Establecimiento de límites


2.- Tengo problemas para imponer disciplina a mi hijo(a)
4.- Me resulta difícil conseguir algo de mis hijo(a)
10.- Mi hijo (a) es más difícil de educar que la mayoría de los
niños (as).
15.- Cedo en algunas cosas con mi hijo(a) para evitar una
rabieta.
21.- Desearía poder poner límites a mi hijo (a).
26.- Mi hijo(a) pierde el control muchas veces.
31.- Me gustaría que mi hijo(a) no me interrumpiera cuando
hablo con otros.
40.- A menudo pierdo la paciencia con mi hijo (a).
44.- Mi hijo(a) sabe que cosas pueden enfadarme.
54.- Algunas veces me cuesta decir “no” a mi hijo(a).
66.- Algunas veces me cuesta decir “no” a mi hijo(a).
70.- Algunas personas dicen que mi hijo(a) está muy
mimado(a).

T.A: Totalmente de acuerdo.


D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

Subcategorías:
Establecimiento de límites
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 2 12 1 15
Porcentaje 0 13 80 7 100

53
CUADRO 2

ESTABLECIMIENTO DE LIMITES
100
80
60
40
20
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN:
Del CUADRO 2, podemos deducir que la mayoría de los padres están
en desacuerdo con los ítems de la escala, puesto que, un 80% de padres
han marcado desacuerdo. Por lo tanto, los padres de familia creen
establecer bien los límites a sus hijos, logrando corregir a sus hijos
estableciéndoles reglas, además María Angélica Verduzco Álvarez Icaza
y Esther Murow Troice (2001), nos dicen que los límites señalan hasta
dónde puede llegar un niño en su comportamiento, puesto que
establecerlos es una forma de decirle que nos preocupamos por él; es
enseñarle cómo funciona el mundo que lo rodea y sobre todo, que lo
queremos y respetamos.

C. ACTITUD DE SATISFACCIÓN CON LA CRIANZA

Ítems de Satisfacción con la crianza


3.- Estoy tan satisfecha de mis hijos(as) como otros padres.
7.-Mis sentimientos acerca de la paternidad/maternidad cambian
de un día para otro.
19.- A menudo me pregunto qué ventaja tiene criar hijos.
24.- Me arrepiento de hacer tenido hijos.
27.- El ser padre o madre no me satisface tanto como pensaba.
48.- Ser padre o madre es una de las cosas más importantes de mi
vida.
55.-Me pregunto si hice bien en tener hijos.

54
56.- Deberían de hacer muchas cosas en vez de perder el tiempo
con mi hijo(a).
67.- Si volviese a empezar probablemente no tendría hijos.

T. A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

Subcategorías: Satisfacción con la


crianza
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 6 9 0 15
Porcentaje 0 40 60 0 100

CUADRO 3

SATISFACCIÓN DE CRIANZA
70
60
50
40
30
20
10
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÒN:
Como podemos apreciar la mayoría de los padres de familia están
satisfechos con la crianza realizada. Puesto que sus sentimientos de
paternidad no cambian, no se arrepienten de tener hijos, les satisface ser
padre o madre de sus hijos y están satisfechos con los logros de sus hijos.
Para Jackson, D. (1977) los padres que se sienten satisfechos con la
crianza de hijos, tienen elementos relacionales explícitos y claros, en
cuanto al control de la misma o de algunas áreas para cada uno; es decir,
que tiene el control quien toma la iniciativa, quien decide qué acción ha
de tomarse.

55
D. ACTITUD DE PARTICIPACIÓN

Ítems de Participación
5.- Me cuesta ponerme de acuerdo con mi hijo(a).
14.- La paternidad / maternidad es una cosa natural en mí.
16.- Quiero a mi hijo (a) tal como es.
35.- Me siento muy cerca de mi hijo(a).
41.- Me preocupo por los deportes y por otras actividades de
mi hijo(a).
53.- Creo que conozco bien a mi hijo(a).
57.- Es responsabilidad de los padres proteger a sus hijos del
peligro.
58.- Algunas veces pienso cómo podría sobrevivir sí le pasa
algo a mi hijo(a).
60.- Mis hijos (as) sólo hablan conmigo cuando quieren algo.
63.- Empleo poco tiempo en hablar con mi hijo(a).
64.- Creo que hay un gran distanciamiento entre mi hijo(a) y
yo.
72.- Rara vez tengo tiempo de estar con mi hijo(a)
75.- Llevo una fotografía de mi hijo(a) en mi billetera o bolso.
77.- No sé cómo hablar con mi hijo(a) para que me
comprenda.
T. A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

Subcategorías: Participación
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 12 3 0 15
Porcentaje 0 80 20 0 100

56
CUADRO 4

PARTICIPACIÓN
100
80
60
40
20
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN:
En el CUADRO 4 apreciamos que la mayor parte de nuestros
padres están de acuerdo con los ítems de la escala pero el 20%
están en desacuerdo sin embargo brindan respuestas positivas. Los
padres creen tener una buena participación en la crianza de sus
hijos.

E. ACTITUD DE APOYO

Ítems de Apoyo
6.- Cuando toca criar al hijo(a) me siento sola(o).
12.- Me preocupa mucho el dinero
13.- Algunas veces me pregunto si tomo las decisiones correctas
de cómo sacar adelante a mi hijo (a).
17.- Disfruto mucho de todos los aspectos de la vida.
23.- Algunas veces siento que si no puedo tener más tiempo para
mí sin niños me volveré loco (a).
29.- Ahora tengo una vida muy estresada.
34.- Algunas veces me siento agobiado por mis responsabilidades
de padre o madre.
36.- Me siento satisfecho con la vida que llevo actualmente.
42.- Mi marido y yo compartimos las tareas domésticas.

57
T. A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo

Subcategorías: Apoyo en la crianza


T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 9 6 0 15
Porcentaje 0 60 40 0 100

CUADRO 5

APOYO EN LA CRIANZA
70
60
50
40
30
20
10
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN:
En este gráfico la mayoría de padres en esta escala expresan que no se
sienten solas (os) al criar a sus hijos pero se contradicen al expresar que
se sienten agobiados por sus responsabilidades de padres y que además
no se suelen apoyar en las tareas domésticas. Cabe destacar que, en la
relación entre pareja, la madre muchas veces espera que su cónyuge sea
su principal, fuente de apoyo emocional. Además, la madre podría
empezar a percibir a su esposo como alguien que puede cuidar y criar
bien de los niños y que debe ayudarle en esta labor.

58
F. ACTITUD DE AUTONOMÍA

Ítems de Autonomía
8.-Los padres o madres deben proteger a sus hijos (as) de
aquellas cosas que pueden hacerles infelices.
25.- A los niños se les debería dar la mayoría de las cosas que
quieren.
32.- Los padres deberían dar a sus hijos todo lo que ellos no
tuvieron.
38.- No puedo aguantar la idea de que mi hijo(a) crezca.
45.- Los padres deberían cuidar qué clase de amigos tienen sus
hijos.
50.- Los adolescentes no tienen la suficiente edad para decidir
por sí mismos sobre la mayor parte de las cosas.
51.- Mi hijo(a) me oculta sus secretos.
59.- Ya no tengo la estrecha relación que tenía con mi hijo(a)
cuando era pequeño.
71.- Me preocupa que mi hijo(a) se haga daño
76.-Me cuesta mucho dar independencia a mi hijo(a).
T. A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

Subcategorías: Autonomía
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 2 13 0 15
Porcentaje 0 13 87 0 100

59
CUADRO 6

AUTONOMÍA
100
80
60
40
20
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN:
Se observa en este cuadro que la mayoría de la población si brinda
autonomía a sus hijos, no brindándoles todo lo que quieren, desean que
sus hijos crezcan y aseguran darles independencia a sus hijos.

G. ACTITUD DE DESEABILIDAD SOCIAL

Ítems de Deseabilidad Social en la crianza


18.- Mi hijo (a) nunca tiene celos.
30.- Nunca me preocupo por mi hijo(a).
37.- Nunca he tenido problemas con mi hijo(a).
43.- Nunca me he sentido molesto por lo que mi hijo(a)
dice o hace.
47.- Mi hijo(a) nunca aplaza lo que tiene que hacer.

T. A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

60
Subcategorías: Deseabilidad
social
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 0 13 2 15
Porcentaje 0 0 87 13 100

CUADRO 7

DESEABILIDAD SOCIAL
100
80
60
40
20
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN:
De acuerdo a los resultados el 87% de las respuestas de los padres son
fiables, puesto que han respondido de acuerdo a su realidad. Es decir La
totalidad de los padres, está en desacuerdo con los ítems de la escala.
Por lo tanto, esto indica que sus respuestas son los más sinceras
posibles.

H. ACTITUD DE DISTRIBUCIÓN DE ROLES

Ítems de la Distribución de roles


49.- Las mujeres deberían estar en casa cuidando de los niños.
52.- Los padres que trabajan fuera de casa perjudican a sus hijos.
61.- La mayor responsabilidad de un padre es dar seguridad
económica a los hijos.
65.- Para una mujer tener una carrera estimulante es tan
importante como el ser una buena madre.
68.-Los maridos deben ayudar a cuidar a los niños.
69.-Las madres deben trabajar sólo en caso de necesidad.

61
73.-Los niños menores de cuatro años son muy pequeños para
estar en la guardería.
74.- Una mujer puede tener una carrera satisfactoria y ser una
buena madre.
78.- Para el niño es mejor una madre que se dedique a él/ella por
completo.

T. A: Totalmente de acuerdo.
D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo.

Subcategorías:
Distribución del roles
T.A D.A D T.D Total
Frecuencia 0 3 12 0 15
Porcentaje 0 20 80 0 100

CUADRO 8

DISTRIBUCIÓN DE ROLES
100
80
60
40
20
0
Totalmente De acuerdo Desacuerdo Totalmente
de acuerdo desacuerdo

INTERPRETACIÓN:
La mayoría de los padres están en desacuerdo con las afirmaciones de la
escala de distribución del rol, puesto que el 80% de las parejas de padres
de familia creen tener una buena distribución roles, respetándose
mutuamente y ayudándose en las tareas del hogar.

62
4.2. Análisis y discusión de los resultados
Una vez que hemos realizado el tratamiento y análisis estadístico
de los datos obtenidos a través de cuadros y gráficos estadísticos
procederemos al análisis y discusión de los resultados obtenidos que nos
inducirán posteriormente a la redacción de las conclusiones finales de
nuestra investigación.
Los datos recogidos nos permitieron reconocer las creencias que
tienen los padres de la Institución Educativa Pamer Las Arenas sobre las
prácticas de creencias de los niños de sexto grado de primaria. De
acuerdo a la interpretación de los datos obtenidos a través de los cuadros
estadísticos. Una de las actitudes de los padres relacionada con sus
creencias de las prácticas de crianza es la Comunicación, de acuerdo al
CUADRO 1 observamos que todos los padres de familia están entre
Totalmente de acuerdo y De acuerdo en los ítems de la escala de
Comunicación, puesto que, se refleja que sus hijos creen sentir confianza
con sus padres, expresando siempre lo que sienten y lo que piensan, así
mismo, estos padres se caracterizan por saber escuchar y dar indicaciones
explicando el por qué de las cosas. Según Kristin Zolten, M.A y Nicholas
Long (1997), resalta algunas características de una buena comunicación:
• Comunicarse al nivel del niño, es decir, cuando los padres se
comunican con sus hijos, es importante que lo hagan al nivel del
niño, verbalmente y físicamente. Los padres deben tratar de usar
lenguaje apropiado a la edad de sus hijos para que puedan
entender.
• Aprender realmente a escuchar es una habilidad que se debe
aprender y practicar.
Escuchar es una parte muy importante de la comunicación efectiva.
Cuando los padres escuchan a sus hijos les están mostrando que
están interesados y que ponen atención a lo que sus hijos tienen que
decir.

Por otro lado, podemos afirmar que al lograr una buena relación
con sus hijos su estilo de crianza sea democrático, ya que, Según
Baumrind (1971), Maccoby y Martín (1983), Coloma (1993), Pérez y
Canovas (1996) y Pérez Alonso Geta (2003) citado por Ángel B. Espina
Barrio (2004), el modelo democrático gira en torno en tres ejes
fundamentales: Clara transmisión del afecto y aceptación incondicional
de las personas a través de mensajes tanto verbales como no verbales,
una comunicación abierta y fluida y disciplina inductiva.

63
Por otro lado, en la actitud de establecimiento de límites, podemos
observar en el CUADRO 2 también que al igual que la actitud de
comunicación las parejas de los padres de familia saben establecer
límites a sus hijos, siempre comunicándole el por qué no se debe hacer
algunas cosas y lo que está mal. Cabe destacar que estas dos actitudes se
relacionan mucho en la crianza de los hijos y al ser actitudes que los
padres de familia poseen en la crianza, se da como resultado también
positivo la actitud de la autonomía que brindan a los hijos, y lo podemos
observar en el CUADRO 6 donde indica que la mayoría de los padres
brindan autonomía a sus hijos.

Según David Miralles y Sara Hernández (2009, nos dice que para
forjar una correcta autonomía es importante organizar el tiempo y sobre
todo los espacios de la casa con el objetivo de que sepa dónde va y para
qué sirve cada cosa, así como lo que se puede o no se puede utilizar en
cada momento. Todo debe estar perfectamente estructurado y, si lo está,
así lo aprenderán nuestros niños y niñas.

Las actitudes nombradas anteriormente (establecimiento de límites,


comunicación y autonomía) están relacionadas con los hijos, y de
acuerdo a los resultados estas tres actitudes han obtenido una puntuación
alta. Estableciendo que los padres de la Institución educativa Pamer Las
arenas tienen un estilo de crianza Democrático. Según Baumrind (1971),
Maccoby y Martín (1983), Coloma (1993), Pérez y Canovas (1996) y
Pérez Alonso Geta (2003) citado por Ángel B. Espina Barrio (2004), el
modelo educativo más adecuado para la transmisión de valores y
actitudes positivas es el modelo democrático, además este modelo gira en
torno a tres ejes fundamentales: Clara transmisión del afecto y aceptación
incondicional de las personas a través de mensajes tanto verbales como
no verbales, una comunicación abierta y fluida y disciplina inductiva.

Después de analizar las actitudes relacionadas con los niños, se


comparará los resultados obtenidos en las actitudes de satisfacción de la
crianza, participación, apoyo y distribución de roles. Estas cuatro
actitudes se refieren a los padres, a su relación como pareja y el trabajo
en equipo para lograr óptimos resultados en la crianza de los hijos.

En el CUADRO 3 observamos que la mayoría de los padres creen


estar satisfecho con la crianza que realizan como padres, puesto que,
están satisfechos de sus hijos, de ser padres, y son felices de tener sus

64
hijos, por lo cuales nunca se arrepentirían. Según Lisle Sobrino chunga
(2008), afirma que “La satisfacción familiar es una respuesta subjetiva,
es un proceso fenomenológico que los miembros de una familia la
perciben y valoran en función de los niveles comunicacionales entre
padres e hijos; el grado de cohesión que existen entre los miembros de la
familia y el nivel de adaptabilidad familiar de los miembros entre sí y con
su entorno”, de acuerdo a lo que afirma Lisle Sobrino Chunga podemos
resaltar que la satisfacción con la crianza permite lograr entre los padres
e hijos una buena comunicación y autonomía en los hijos, ya que para los
padres sus hijos es lo que más le satisface en la vida.

En el cuadro 5 y el cuadro 8, estas actitudes de apoyo y de


distribución de rol respectivamente, se relacionan mucho puesto que
hablan del apoyo como pareja para la crianza de los hijos y el
cumplimiento de sus roles como padres, así mismo el rol que pueden
reemplazar cuando una de las dos partes no puede cumplir.

De acuerdo a los resultados ambos padres se sienten apoyados en


la crianza de los hijos, pero, se contradicen al momento de expresar que
se sienten agobiados por sus responsabilidades de padres y que además
no se suelen apoyar en las tareas domésticas, concluyendo que les cuesta
reemplazar los roles de la otra parte, puesto que el padre piensa que es
mejor una madre que se dedique al hijo (a) por completo y les cuesta
algunas veces realizar labores domésticas.

Pero en general las mujeres no se sienten solas. Cabe resaltar que


las relaciones se basan en el apoyo mutuo, por ello afirma que si usted
siente que su pareja lo apoya (apoya lo que usted es, quien es. Lo que
quiere, lo que necesita), su relación tiene cimientos sólidos. Si el punto
de partida es una posición de apoyo mutuo, cualquier desacuerdo que
pueda surgir será finalmente de poca importancia y cualquier dificultad
será finalmente de poca importancia y cualquier dificultad que se les
presente en la relación será superable. Dele apoyo a su pareja y pídale
apoyo a su pareja, así todo lo demás será mejor y más fácil. David Nivem
(1971).

Después de analizar cada uno de las escalas compuestas por


diferentes ítems, podemos decir que la actitud que obtuvo más puntaje
fueron la actitud de comunicación, la actitud de establecimiento de
límites y la actitud de autonomía.

65
Por último en el CUADRO 7, observamos que la mayoría de los
padres, están en desacuerdo con los ítems de la escala. Lo cual implica,
que no se inclinan a quedar bien o a disimular. Por lo tanto, esto indica
que sus respuestas son los más sinceras posibles.

66
CONCLUSIONES

Los datos obtenidos en la investigación que acabamos de exponer


nos permiten afirmar que se cumplió los objetivos de la investigación
tanto el general, de determinar las creencias de los padres de familia de
sexto grado de primaria sobre las prácticas de crianza, así como los
específicos.
Asimismo, rechazamos la hipótesis planteada, puesto que, los
padres de familia de sexto grado de primaria obtuvieron puntaje alto en
las escalas de establecimiento de límites, comunicación y autonomía, lo
cual determina un estilo democrático y no un permisivo como se había
planteado al inicio. De acuerdo a, María Aurelia Ramírez (2005), el estilo
democrático es aquel que presentan niveles altos en comunicación,
afecto, control y exigencias de madurez. Los padres marcan límites y
ofrecen orientaciones a sus hijos, están dispuestos a escuchar sus ideas y
a llegar a acuerdos con ellos. Por otro lado, Baumrind (1991), nos afirma
que las puntuaciones elevadas en cada una de las escalas, indican una
buena crianza y estaría en la línea del modelo democrático.
La mayor parte de la población de los padres de familia de sexto
grado de primaria de la IEP Pamer Las Arenas, desarrollan la autonomía
de sus niños, logrando mantener la relación de padres e hijos y según
Aida E. Figueroa Cora (2009), lograr a una persona suficiente, capaz de
lograr altas posibilidades de alcanzar éxito en la vida. Además, por emitir
sus opiniones, tomar decisiones por sí mismo sin dejarse confundir por
las depresiones de otros; y es un ser disciplinario que puede ejercer auto-
control.

67
Respecto a la escala de deseabilidad social, sus respuestas no se
inclinan a quedar bien o disimular, lo que demuestra que las diferentes
escalas son lo más sinceras. El punto de partida del constructo de la
deseabilidad social es el supuesto de que algunas de las alternativas de
respuesta ante ciertos reactivos de personalidad son socialmente más
convenientes o deseables que otras, por lo que algunos sujetos pueden
tender a elegirlas con independencia de cuál sea su nivel auténtico en el
rasgo que el reactivo pretende medir. Ferrando y Chico (2000) citado por
Francisco Javier Enríquez Jiménez, Alejandra del Carmen Domínguez
Espinosa (2010).

68
BIBLIOGRAFÍA

AGUIRRE DÁVILA, E. (1984) Socialización: Prácticas de crianza y


cuidado de la salud. (En línea). Fecha de consulta: 15 marzo de
2014. Dirección URL:
http://www.bdigital.unal.edu.co/1548/5/02CAPI01.pdf

AGUIRRE, M; BECERRA, S y ROLDÁN, W. (2008) Pensamiento


psicológico. (En línea). Fecha de consulta: 11 de marzo 2014.
Dirección URL:
http://www.pedagogica.edu.co/storage/ps/articulos/peda11_09arti.p
df

BALDWIN. M. (2002). Auto-sabotaje. Ediciones EDAF. Estados


Unidos. (En línea). Fecha de consulta: 15 de marzo 2014.
Dirección URL:
http://www.misfinanzasenlinea.com/documents/resumenlibro_auto
sabotaje.pdf

BAZÁN RAMÍREZ, A; SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, B.A y


CASTAÑEDA FIGUEIRAS, S. (2007). Relación estructural entre
apoyo familiar, nivel educativo de los padres, características del
maestro y desempeño en lengua escrita. Revista Mexicana de
Investigación Educativa. (En línea). Fecha de consulta: 11 marzo
de 2014. Dirección URL:
http://www.redalyc.org/pdf/140/14003312.pdf

69
BECERRA, S; ROLDÁN, W y AGUIRRE, M. (2008). Adaptación del
cuestionario de crianza parental (PCRI-M). (En línea). Fecha de
consulta: 15 marzo de 2014. Dirección URL:
http://portales.puj.edu.co/psicorevista/components/com_joomlib/eb
ooks/PS11-8.pdf

CHUNGA.L. S. (2007). Niveles de satisfacción familiar y de


comunicación entre padres e hijos. (En línea). Fecha de consulta:
11 de marzo 2014. Dirección URL:
www.unife.edu.pe/pub/revpsicologia/sastisfaccionfamiliar.pdf

COLEMAN. J. C. y LEO B, H. (1985) Psicología de la adolescencia.


Ediciones Morata. Fecha de consulta 15 de marzo 2014. Dirección
URL:
https://books.google.com.pe/books?isbn=8471124904

DE SOSA, M. A. (2011). Influencia de la asertividad en el estilo


comunicacional de los miembros de parejas de entre uno y cinco
años de convivencia en la ciudad del Rosario. (Tesis de
Licenciatura en Psicología). Universidad Abierta Interamericana.
México.
(En línea). Fecha de consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
http://imgbiblio.vaneduc.edu.ar/fulltext/files/TC111883.pdf

DESEABILIDAD SOCIAL EN LA PAREJA. (En línea). Revista


electrónica de Psicología Iztacala. Fecha de consulta: 11 de marzo
2014. Publicación Junio 2012. Disponible en:
www.clikisalud.net/adicciones/pdf/deseabilidad_pareja.pdf
Empírico y Analítico. (En línea). Fecha de consulta: Consulta: 15
de marzo 2014. Dirección URL:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/indata/Vol
6_n1/pdf/paradigma.pdf

FIGUEROA CORA, A. E. (2009). Rol de los padres en la crianza y el


aprovechamiento académicos de sus hijos en el nivel escolar K-6.
Tesis de Maestría en Educación. Universidad Metropolitana. (En
línea). Fecha de consulta: 11 de marzo 2014. Dirección URL:
http://www.suagm.edu/umet/biblioteca/UMTESIS/Tesis_Educacio
n/Admsup_escolar_2010/AFigueroaCora_08122009.pdf

70
GARRETA, J. (2007). La relación familia - escuela. Ediciones de la
Universidad de Lleida. 136 páginas. (En línea). Fecha de consulta:
11 de marzo 2014. Dirección URL:
https://books.google.com.pe/books?hl=es&lr=&id=FbT5FlC2j_8C
&oi=fnd&pg=PA7&ots=S-W8pfHOfK&sig=dKRhwN0hg1cf-
gdH7GkAQkZMpJs#v=onepage&q&f=false

GARCÍA MADRUGA J. A; DELVAL MERINO. J; SÁNCHEZ


QUEIJA I; HERRANZ YBARRA. P, GUTIÉRREZ MARTÍNEZ.
F, DELGADO EGIDO BEGOÑA, KOHEN KOHEN.
R, CARRIEDO LÓPEZ. N y RODRÍGUEZ GONZÁLEZ M.
(2010). Editorial UNED. Fecha de consulta: 11 de marzo 2014.
Dirección URL:
https://books.google.com.pe/books?isbn=8436260287

GERVILLA CASTILLO.E (2009) Educación Familiar. Nuevas


relaciones humanas y humanizadoras. Ediciones Narcea, Fecha de
consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
http://books.google.com.pe/books/about/Educaci%C3%B3n_famili
ar.html?id=5U6mEPNpODgC

GONZÁLEZ TORNARÍA, M. L.; VANDERMEULEBROEKE, L y


COLPIN, H. (2001). Pedagogía familiar. Aportes desde la teoría y
la investigación. Ediciones Trilce.

HERNÁNDEZ, L. C. B. V y ALVARADO, M. E. C. I. U. Creencias


relacionadas con las prácticas de crianza de los hijos/as. (En línea).
Fecha de consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
http://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/psicologia/2008/sas
tisfaccionfamiliar.pdf

HURTARTE, C. A y DÍAZ LOVING, R. (2008). Comunicación y


satisfacción: Analizando la interacción de pareja. Psicología
Iberoamericana. Psicología Iberoamericana. Fecha de consulta: 15
de marzo 2014. Dirección URL:
www.redalyc.org/articulo.oa?id=133915922004

INCHE M, Jorge; ANDÍA C, Yolanda; HUAMANCHUMO V, Henry;


LÓPEZ O, María; VIZCARRA M, Jaime y FLORES C, Gladys
(2003). Paradigma cuantitativo: Un Enfoque Empírico y Analítico.

71
(En línea).
Fecha de consulta: 15 de marzo 2014.
Dirección URL:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/indata/Vol6_
n1/pdf/paradigma.pdf

JIMÉNEZ, F. J. E. ESPINOSA, A. D. C. D. MEXICANOS, P. DE


MÉXICO, C. D. (2010). Influencia de la Deseabilidad Social (DS)
en Reportes de Capacitación. La Importancia de Mantenerse
Inserto en algún Tipo de Red de Intercambio Comunicacional:
Social o Electrónica. Fecha de consulta: 11 de marzo 2014.
Dirección URL:
www.redalyc.org/articulo.oa?id=133915936008

IZZEDIN BOUQUET, R y PACHAJOA LONDOÑO, A. (2009). Pautas,


prácticas y creencias acerca de crianza... ayer y hoy. LIBERABIT,
Lima. (En línea). Fecha de consulta: 15 de marzo 2014. Dirección
URL:
http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v15n2/a05v15n2.pdf

Kristin Zolten, M.A., & Nicholas Long (1997). La comunicación entre


padres e hijos (Parent/Child Communication). (En línea). Fecha de
consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
Parentinged.org/Spanish.../Parent%20Child%20Comunication.pdf

La Asociación Andaluza para la Defensa de la Infancia y la Prevención


del Maltrato (ADIMA, 1990). (En línea). Fecha de consulta: 15 de
marzo 2014. Dirección URL:
http://www.fapmi.es/imagenes/subsecciones1/SOIC_Guia%20Ciud
adano_Maquetada_30-03-11.pdf

LARA-CANTÚ, M. Asunción; SUZAN-REED, Mónica. (2013) La


escala de deseabilidad social de Marlowe y Crowne: un estudio
psicométrico. Salud Mental. 11(3) ,25-29.
Recuperado de: http://hdl.handle.net/123456789/1573

MAGAZ LAGO. A. (2008) Autonomía e iniciativa personal en


Educación primaria. Ministerio de Educación. (En línea). Fecha de
consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
http://books.google.com.pe/books?id=OjD8XVKiKiAC&printsec=

72
frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=
false

MEDEL, M. A. V. (1999). Andalucía: Identidad cultural,


multiculturalismo y cambio social. Boletín del Instituto Andaluz
del Patrimonio Histórico. Fecha de consulta: 15 de marzo 2014.
Dirección URL:
https://creandopueblo.files.wordpress.com/2011/09/manuelangelva
zquez-
andaluciaidentidadculturalmulticulturalismoycambiosocial.pdf

MIRALLES. D. Y HERNÁNDEZ. S. (2009) Arte de la educación


infantil: Guía práctica con niños de 0 a 6 años. Ediciones Narcea.
Fecha de consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
https://books.google.com.pe/books?isbn=8427716443

NIVEM, David (1971). Los 100 secretos de las parejas felices, lo que los
científicos han descubierto y cómo puede aplicarlo a su vida.
Editorial Norma.

PÉREZ, M. J. LABIANO, M Y BRUSASCA, C. (2010) Escala de


Deseabilidad Social: Análisis psicométrico en muestra
argentina. Revista Evaluar, 10. Fecha de consulta: 11 de marzo
2014. Dirección URL:
revistas.unc.edu.ar › Inicio › Vol. 10 (2010) › Pérez
Psicología. (En línea). Fecha de consulta: Consulta: 11 de marzo
2014. Dirección URL:
http://www.redalyc.org/pdf/292/29215963004.pdf

RAMÍREZ, M. A. (2005). Padres y desarrollo de los hijos: Practicas de


crianza. (En línea).
Fecha de consulta: 11 de marzo 2014. Dirección URL:
http://mingaonline.uach.cl/pdf/estped/v31n2/art11.pdf

REYNAUD RETAMAR, Beatriz Eugenia y SANCHEZ SOSA, Juan


José (1996). Psicología y problemática social. Compiladores.
Primera Edición. México.

ROA CAPILLA, L y DEL BARRIO, V. (2001) Adaptación del


Cuestionario de Crianza Parental (PCRI-M) a población española.

73
Revista Latinoamericana de Psicología. (En línea)
Fecha de consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
http://www.redalyc.org/pdf/805/80533307.pdf

RODRÍGUEZ, M. L. R., JIMÉNEZ, M. P. M., Y MARTÍN, M. V.


(2011). Estudio comparativo entre inmigrantes latinoamericanos y
autóctonos de la satisfacción en los ámbitos laboral, familiar,
residencial y de pareja. Actas del I Congreso Internacional sobre
Migraciones en Andalucía (pp. 1129-1135). Instituto de
Migraciones. Fecha de consulta: 11 de marzo 2014. Dirección
URL:
dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4051437

SCHAFFER, R. El Mundo Social del Niño. Avances en Psicología del


Desarrollo. Visor Aprendizaje, 1983. (En línea). Fecha de consulta:
11 de marzo 2014. Dirección URL:
http://www.pedagogica.edu.co/storage/ps/articulos/peda11_09arti.p
df
SAAVEDRA. G. E (2003), Temas de desarrollo humano: desafíos y
propuestas para el Trabajo Social. Estilo de crianza y construcción
del autoconcepto en adolescente. (pp. 39-53). Fecha de consulta: 15
de marzo 2014. Dirección URL:
https://books.google.com.pe/books?isbn=9972425231

SOLARES BARBOSA, Sergio Daniel; BENAVIDES AYALA, Jhocelyn;


PEÑA OROZCO, Bernabé; RANGEL MÉNDEZ, Dzyan y ORTIZ
TALLABAS, Alfonso (2011). Relación entre el tipo de apoyo y el
estilo de amor en parejas. Enseñanza e Investigación en Psicología.
(En línea).
Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/292/29215963004.pdf
(Consulta: 11 de marzo 2014)

SOLÍS, P; CÁMARA RESÉNDIZ y DÍAZ ROMERO, M. (2007).


Relaciones entre creencias y prácticas de crianza de padres con
niños pequeños. Anales de psicología.
(En línea). Fecha de consulta: 11 de marzo 2014. Dirección URL:
http://www.um.es/analesps/v23/v23_2/01-23_2.pdf

SOTO, I. F; AMARÍS. M y CAMACHO PUENTES.R. (2000). El rol del

74
padre en las familias con madres que trabajan fuera del hogar.
Fecha de consulta: 11 de marzo 2014. Dirección URL:
www.redalyc.org/articulo.oa?id=21300507

TORÍO LÓPEZ. S, PEÑA CALVO, J.V e India. M.M (2008). Estilos de


educación familiar. Psicothema. Oviedo. (En línea). Fecha de
consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
http://hdt.handle.net/11162/4518

TORRES, M. (2001). La violencia en casa. México: Adaptación del


Cuestionario Symptom Checklist-90 en población mexicana.
Artículo inédito. (En línea). Fecha de consulta: 15 de marzo 2014.
Dirección URL:
http://www.uia.mx/web/files/publicaciones/ripsic/ripsic17-1.pdf

VELÁZQUEZ.L y TORRES.E. (2008) Responsabilidades en la crianza


de los hijos. Enseñanza e Investigación en Psicología. . Fecha de
consulta: 11 de marzo 2014. Dirección URL:
www.redalyc.org/pdf/292/29213107.pdf

VERDUZCO ALVAREZ ICAZA, M. A y MUROW TROICE. E.


(2001). Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos. Respuestas a
los problemas de disciplina más frecuentes practicando una
educación positiva. Editorial Pax. México. (En línea). Fecha de
consulta: 15 de marzo 2014. Dirección URL:
https://books.google.com.pe/books?isbn=9688604259

75
76
ANEXOS

77
78
INVENTARIO DE LA RELACIÓN PADRE-HIJO
PCRI

Fecha: Edad del padre: Edad de la madre:


Grado de Estado Civil:
Instrucción: Sexo del niño(a): M-F

Instrucciones:
A continuación usted hallará unas oraciones o afirmaciones que
describen lo que algunos padres de familia sienten y piensan acerca
de sus hijos.
Lee cada oración con atención y decide cuál es la que define mejor
lo que siente o piensa. Si usted está totalmente de acuerdo, encierre
en un círculo el número 1 de la pregunta que corresponde. El
número 2 si está de acuerdo. El número 3 si está desacuerdo; y el 4
si está en total desacuerdo.
Trate de contestar todas las preguntas. Si no está seguro (a) de lo que
usted piensa o siente, marque la respuesta que más se aproxime a sus
actuales sentimientos.

No hay respuestas correctas ni incorrectas. Todas las


respuestas son estrictamente confidenciales, procure responder
con sinceridad.

T.A: Totalmente de acuerdo.


D.A: De acuerdo.
D : Desacuerdo.
T.D: Totalmente desacuerdo

79
Ítems/Afirmaciones T.A D.A D T.D
1.-Cuando mi hijo(a) está molesto(a) por algo
1 2 3 4
generalmente me lo dice.
2.-Tengo problemas para imponer disciplina a mi
1 2 3 4
hijo(a).
3.-Estoy tan satisfecha de mis hijo(a) como otros
1 2 3 4
padres.
4.-Me resulta difícil conseguir algo de mis hijo(a). 1 2 3 4
5.-Me cuesta ponerme de acuerdo con mi hijo(a). 1 2 3 4
6.-Cuando toca criar al hijo(a) me siento sola(o). 1 2 3 4
7.-Mis sentimientos acerca de la paternidad /
1 2 3 4
maternidad cambian de un día para otro.
8.-Los padres o madres deben proteger a sus hijos
(as) de aquellas cosas que pueden hacerles 1 2 3 4
infelices.
9.-Si tengo que decir “no” a mi hijo(a) le explico
1 2 3 4
por qué.
10.-Mi hijo (a) es más difícil de educar que la
1 2 3 4
mayoría de los niños (as).
11.-Por la expresión del rostro de mi hijo (a) puedo
1 2 3 4
decir cómo se siente.
12.-Me preocupa mucho el dinero. 1 2 3 4
13.-Algunas veces me pregunto si tomo las
decisiones correctas de cómo sacar adelante a mi 1 2 3 4
hijo (a).
14.-La paternidad / maternidad es una cosa natural
1 2 3 4
en mí.
15.-Cedo en algunas cosas con mi hijo(a) para
1 2 3 4
evitar una rabieta.
16.-Quiero a mi hijo (a) tal como es. 1 2 3 4
17.-Disfruto mucho de todos los aspectos de la
1 2 3 4
vida.
18.-Mi hijo (a) nunca tiene celos. 1 2 3 4
19.-A menudo me pregunto qué ventaja tiene criar
1 2 3 4
hijos.
20.-Mi hijo (a) me cuenta cosas de él/ella y de los
1 2 3 4
amigos (as).
21.-Desearía poder poner límites a mi hijo (a). 1 2 3 4
22.-Mis hijos(as) me proporcionan grandes 1 2 3 4

80
satisfacciones.
23.-Algunas veces siento que si no puedo tener más
1 2 3 4
tiempo para mí sin niños me volveré loco (a).
24.-Me arrepiento de hacer tenido hijos. 1 2 3 4
25.-A los niños se les debería dar la mayoría de las
1 2 3 4
cosas que quieren.
26.-Mi hijo(a) pierde el control muchas veces. 1 2 3 4
27.-El ser padre o madre no me satisface tanto
1 2 3 4
como pensaba.
28.-Creo que puedo hablar con mi hijo(a) a su
1 2 3 4
mismo nivel.
29.-Ahora tengo una vida muy estresada. 1 2 3 4
30.-Nunca me preocupo por mi hijo(a). 1 2 3 4
31.-Me gustaría que mi hijo(a) no me interrumpiera
1 2 3 4
cuando hablo con otros.
32.-Los padres deberían dar a sus hijos todo lo que
1 2 3 4
ellos no tuvieron.
33.-Como padre o madre, normalmente, me siento
1 2 3 4
bien.
34.-Algunas veces me siento agobiado por mis
1 2 3 4
responsabilidades de padre o madre.
35.-Me siento muy cerca de mi hijo(a). 1 2 3 4
36.-Me siento satisfecho con la vida que llevo
1 2 3 4
actualmente.
37.-Nunca he tenido problemas con mi hijo(a). 1 2 3 4
38.-No puedo aguantar la idea de que mi hijo(a)
1 2 3 4
crezca.
39.-Mi hijo(a) puede estar seguro de que yo lo
1 2 3 4
escucho.
40.-A menudo pierdo la paciencia con mi hijo (a). 1 2 3 4
41.-Me preocupo por los deportes y por otras
1 2 3 4
actividades de mi hijo(a).
42.-Mi marido y yo compartimos las tareas
1 2 3 4
domésticas.
43.-Nunca me he sentido molesto por lo que mi
1 2 3 4
hijo(a) dice o hace.
44.-Mi hijo(a) sabe que cosas pueden enfadarme. 1 2 3 4
45.-Los padres deberían cuidar qué clase de amigos
1 2 3 4
tienen sus hijos.

81
46.-Cuando mi hijo(a) tiene un problema,
1 2 3 4
generalmente, me lo comenta.
47.-Mi hijo(a) nunca aplaza lo que tiene que hacer. 1 2 3 4
48.-Ser padre o madre es una de las cosas más
1 2 3 4
importantes de mi vida.
49.-Las mujeres deberían estar en casa cuidando de
1 2 3 4
los niños.
50.-Los adolescentes no tienen la suficiente edad
para decidir por sí mismos sobre la mayor parte de 1 2 3 4
las cosas.
51.-Mi hijo(a) me oculta sus secretos. 1 2 3 4
52.-Los padres que trabajan fuera de casa
1 2 3 4
perjudican a sus hijos.
53.-Creo que conozco bien a mi hijo(a). 1 2 3 4
54.-Algunas veces me cuesta decir “no” a mi
1 2 3 4
hijo(a).
55.-Me pregunto si hice bien en tener hijos. 1 2 3 4
56.-Debería de hacer muchas cosas en vez de
1 2 3 4
perder el tiempo con mi hijo(a).
57.-Es responsabilidad de los padres proteger a sus
1 2 3 4
hijos del peligro.
58.-Algunas veces pienso cómo podría sobrevivir sí
1 2 3 4
le pasa algo a mi hijo(a).
59.-Ya no tengo la estrecha relación que tenía con
1 2 3 4
mi hijo(a) cuando era pequeño.
60.-Mis hijos (as) sólo hablan conmigo cuando
1 2 3 4
quieren algo.
61.-La mayor responsabilidad de un padre es dar
1 2 3 4
seguridad económica a los hijos.
62.-Es mejor razonar con los niños(as) qué decirles
1 2 3 4
lo que deben de hacer.
63.-Empleo poco tiempo en hablar con mi hijo(a). 1 2 3 4
64.-Creo que hay un gran distanciamiento entre mi
1 2 3 4
hijo(a) y yo.
65.-Para una mujer tener una carrera estimulante es
1 2 3 4
tan importante como el ser una buena madre.
66.-A menudo amenazo a mi hijo(a) con castigarle
1 2 3 4
pero nunca lo hago
67.-Si volviese a empezar probablemente no 1 2 3 4

82
tendría hijos.
68.-Los maridos deben ayudar a cuidar a los niños. 1 2 3 4
69.-Las madres deben trabajar sólo en caso de
1 2 3 4
necesidad.
70.-Algunas personas dicen que mi hijo(a) está
1 2 3 4
muy mimado(a).
71.-Me preocupa que mi hijo(a) se haga daño. 1 2 3 4
72.-Rara vez tengo tiempo de estar con mi hijo(a) 1 2 3 4
73.-Los niños menores de cuatro años son muy
1 2 3 4
pequeños para estar en la guardería.
74.-Una mujer puede tener una carrera satisfactoria
1 2 3 4
y ser una buena madre.
75.-Llevo una fotografía de mi hijo(a) en mi
1 2 3 4
billetera o bolso.
76.-Me cuesta mucho dar independencia a mi
1 2 3 4
hijo(a)
77.-No sé cómo hablar con mi hijo(a) para que me
1 2 3 4
comprenda.
78.-Para el niño es mejor una madre que se dedique
1 2 3 4
a él/ella por completo.

83

También podría gustarte