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06 de noviembre del 2017

Problemas emocionales y conductuales


asociados a problemas de aprendizaje

Asignatura: Problemas De Aprendizaje

Integrantes: Arévalo Falen, Gustavo


Nanfuñay Lozada Sofía
Pérez Fernández, Yosselyn

Docente: Pozada Parra, Sonia

Facultad de Medicina
Escuela de Psicología

CASA
Universidad Católica Santo
Toribio De Mogrovejo
Problemas emocionales y conductuales asociados a problemas de aprendizaje
Capítulo I: Conceptos

Para Jadue (2002), Las dificultades emocionales y de la conducta en los


escolares constituyen un serio y difícil problema tanto para la educación y la salud
mental de los estudiantes como para los padres cuyos hijos no logran en la escuela un
rendimiento acorde con sus esfuerzos y expectativas. Cada estudiante presenta
características cognitivo-afectivas y conductuales distintas, y las escuelas, en general,
otorgan una enseñanza destinada a niños “normales” o “promedio”. Un estudiante en
riesgo no significa que sea retrasado o que tenga alguna incapacidad. La designación
“en riesgo” se refiere a características personales o a circunstancias del medio escolar,
familiar o social que lo predisponen a experiencias negativas tales como deserción, bajo
rendimiento, trastornos emocionales, alteraciones de la conducta, drogadicción, etc. Los
factores de riesgo del estudiante incluyen déficits cognitivos, del lenguaje, atención
lábil, escasas habilidades sociales y problemas emocionales y de la conducta.

Este autor menciona que muchos profesores dirán que tienen una clara idea de lo
que constituye un problema de conducta. Un alumno puede presentar problemas de
conducta frente a un determinado profesor y no frente a otro, como también exteriorizar
sus alteraciones de manera transitoria o periódica. El alumno con estas perturbaciones
causa, sin duda alguna, varias dificultades para sus padres, profesores y compañeros de
aula.

Los problemas emocionales y conductuales son citados tanto como


complicaciones secundarias de los trastornos dela aprendizaje como en la etiología de
los mismo. De tal manera que generalmente un alumno que presenta alteraciones
conductuales y emocionales sufre también de cierta dificultad para aprender que puede
tener distintas etiologías. Dentro de este contexto es posible confundir las diferencias en
el desarrollo psíquico individual con patologías o trastornos. (Jadue, 2002)

Debido a todos factores etiológicos y también las complicaciones que pueden


ocasionar las conductas problemas del niño, las sociales, emocionales y del aprendizaje
escolar existen diferentes designaciones diagnósticas tales como: “niño deprivado
sociocultural, niño con retraso maduracional, niño con síndrome de déficit atencional,
niño con trastorno de desarrollo, niño con problemas de aprendizaje, niño con trastorno
emocional, niño ansioso, niño hiperansioso, niño retraído, niño tímido, con trastorno
depresivo, con trastorno conductual. (Jadue, 2002)

Hablar de factores relacionados con el bajo rendimiento académico, es hablar de


un problema multifactorial, por ello según Pérez (2007) menciona tres variables
fundamentales para el rendimiento afectivo óptimo

Variables afectivas del rendimiento afectivo:

El auto concepto: de manera general se puede entender como la conciencia y


valoración que el individuo tiene su yo, de sí mismo. En la mayoría de los casos, se
considera que es la variable personal que más influye, tanto directa como
indirectamente, en el rendimiento académico.

La motivación: la motivación escolar no es un proceso unitario, sino que abarca


componentes muy diversos difíciles de relacionar e integrar de acuerdo con las
múltiples teorías que habrán aparecido sobre el tema. Sin embargo, se da una gran
coincidencia en definir a la motivación como el conjunto de procesos implicados en la
activación, dirección y persistencia de la conducta.

La personalidad: por otra parte, se demostró la relación que existe entre el


rendimiento académico y los rasgos de personalidad. También se encontró una relación
significativa entre el auto concepto, la ansiedad ante los exámenes y el rendimiento
académico en estudiantes de secundaria, en los que el auto concepto académico se
relacionaba de manera positiva con el rendimiento académico de los estudiantes,
mientras que la correlación de esta última variable con la ansiedad ante exámenes era
negativa.
Capítulo II: Causas

Perspectiva familiar

Para Boekaerts, Pintrich y Zeidner, la familia a pesar de los cambios sociales


producidos en los últimos tiempos sigue siendo hoy la comunidad de afecto
fundamental entre los seres humanos así como una de las instituciones que más
importancia tiene en la educación. (Citado en Pérez, 2007)

Factores:

Características familiares estructurales

 Pertenencia a grupos nivel educativo


 Nivel económico minoritario de los padres
 Salud de los padres
 La familia vive en entornos empobrecidos
 Falta de educación formal de los padres
 Disponibilidad de materiales escolares
 Si los alumnos tienen ambos padres o solo uno de ellos
 Si alguno de los padres es alcohólico
 Si alguno de los padres es toxicómano
 Si la madre es soltera
 El color y raza de la familia

Características familiares dinámicas

 Hechos circunstancias que estresan el clima educativo familiar


 Abusos o negligencias en el hogar
 Pobres expectativas educativas de padres sobre los hijos
 Divorcio o separación de los padres
 Muerte de uno de los padres
 Falta de apoyo familiar
 Pobres habilidades parentales
 Hogar desunido
Formación de los padres:

Pérez Serrano permite conocer el ambiente en el que se mueve el niño, así como
la vida cultural y oportunidades para el aprendizaje que éste le ofrece, los estímulos que
constantemente se le ofrece al niño para el estudio, por las actitudes hacia el trabajo y
por las expectativas futuras depositadas en él. Dependiendo del nivel intelectual de los
padres, la familia va a utilizar unos códigos lingüísticos determinados y predominarán
unos temas de conversación diferentes. (Citado por Pérez, 2007)

Recursos culturales:

Ello se encuentra relacionado con el nivel posterior que tendrá el niño. En


niveles culturales medio y altos es frecuente que los estudiantes alcancen enseñanzas
secundarias y superiores, en cambio en un nivel más bajo, lo más frecuente es que
lleguen a realizar estudios primarios y solo pocas personas logren tener estudios
universitarios. La posición social influye respecto a las experiencias culturales que
facilita por ejemplo en niveles marginales estas experiencias se reducen en el ambiente
inmediato donde existe una carencia de comunicación con el mundo externo, lo que
hace que el niño conozca una cultura restringida la cual no cuida su desarrollo de
capacidades. (Pérez, 2007)

Estructura familiar:

Se define en la dimensión familiar y que se encuentra asociada al nivel


socioeconómico y clima familiar; el tamaño de la familia tiene una relación con el
rendimiento del alumno debido a que a mayor número de hijos, aumentaría también la
posibilidad de que descienda el nivel de rendimiento académico lo que puede ser causa
de haber más miembros jóvenes y menos desarrollados el clima se deterioraría. Así
mismo un factor más sería el orden de nacimiento del alumno respecto a su grupo de
hermanos, logros escolares, motivaciones y expectativas; según estudios niegan alguna
asociación de estos factores con el bajo rendimiento, sin embargo la ubicación entre
hermanos lo aceptan como un factor importante ya que los hijos mayores suelen obtener
peores resultados de los medianos, apareciendo los pequeños como los más favorecidos.
Cabe resaltar el caso especial de los hijos únicos, entre los que se encuentra tanto el
mayor número de suspensos como de aprobados. (Pérez, 2007)
Un aspecto importante debido al aumento de incidencia de los últimos años es
una modificación de la estructura familiar provocada por el divorcio o separación de los
padres pero estos problemas son evidenciados en una pre-separación en donde se
observan crisis económicas, alcohol y drogas, abusos físicos, psíquicos y emocionales,
conflictos interpersonales entre los miembros que crean un ambiente familiar pobre y
disfuncional

Clima familiar:

Constructo el cual se ha venido analizando exhaustivamente, el clima se


relaciona con rasgos, actitudes y comportamientos de los miembros del grupo familiar.
El clima afectivo creado en la familia es un elemento esencial para la buena marcha
académica del alumno ya que las notas que definen un ambiente familiar positivo son la
comprensión, el respeto, el estímulo y la exigencia razonable; el alumno que siente todo
ello en casa se verá integrado y adaptado a la familia aceptando del mismo modo sus
normas, valores y actitudes las cuales harán una efectiva realización en las tareas
intelectuales y académicas.

Del mismo modo cuando se encuentra en un clima familiar tenso es aquel en


donde los padres intervienen imperativamente, resuelven los problemas de manera muy
directa dando un feed-back más negativo de las actitudes del niño, ello hará que no se
susciten intereses, hay menos motivación de logro, un lenguaje defectuoso. (Pérez,
2007)

Intereses de los padres con las tareas escolares:

Según Pérez (2007), menciona que se puede manifestar en diferente formas:


contacto frecuente, preocupación por la actividad escolar, creación de un ambiente
óptimo dentro de casa, adquisición de recursos culturales, utilizar de manera
conveniente el ocio, presión que se le ejerce a los hijos para que lean y visiten museos,
apoyo constante en las tareas escolares. Se ha demostrado que aquellas familias que
carecen de esta actitud son las que se encuentran en padres más humildes ya que tienen
dificultades tales como temores, frustraciones, bajo autoconocepto y falta de confianza
para desenvolverse en el centro con los profesores que les impiden mantener el
contacto.
Perspectiva Escolar

Para Cardoze (2007) el aula es un pequeño mundo en donde se establece una red
de interrelaciones que dependen de enseñanza y aprendizaje sin embargo si en esta
trama se produce focos de tensión se afectará de diversas maneras la labor pedagógica.

Este autor menciona actitudes que pueden llevar al alumno a no poseer un


adecuado rendimiento escolar, tales como:

La falta de empatía

Los niños perciben con facilidad cuando no se les quiere uy reaccionar ante esa
falta de cariño con tristeza o con rebeldía. En la escuela primaria; el niño percibe al
maestro de una manera no siempre consciente, como un segundo padre o madre que lo
protegerá y lo guiará todo el tiempo que pase en la escuela y esperará de ellos lo mismo
que de sus padres: afecto y consideración. En los años de secundaria los jóvenes esperan
encontrar en el profesor una persona que “sepa atraerse la estima y el afecto
divirtiéndose con los alumnos, un auténtico camarada al cual se le debería un respeto”
sin embargo se debe tomar en cuenta no confundir el dar afecto con la permisividad.
(Cardoze, 2007)

Rechazo al alumno

Existen dos tipos de rechazo, con descaro y encubierta. Los estudiantes


reaccionan del mismo modo cuando se sienten rechazados, desplazados por algún
maestro algo que les sucede muy a menudo a los alumnos en situación de discapacidad
cundo son integrados o incluidos en un aula regular. El rechazo abierto se evidencia por
los insultos, humillaciones, críticas mordaces, castigos por asuntos intrascendentes o por
las agresiones físicas. Tal actitud además de causar daño emocional al alumno y a sus
padres, provoca una reacción similar en dirección contraria ya que el docente se
convierte en blanco de enojo del estudiante y su familia. (Cardoze, 2007)

Agresiones verbales

Cuando el profesor llama la atención o corrige haciéndolo con palabras


ofensivas o calificativos inapropiados. Incluso llegan a justificarse diciendo que lo
hacen para que reaccionen y mejoren en sus comportamientos o en sus estudios.
Las críticas negativas y castigos frecuentes

Para Cardoze (2007), menciona que centrarse en lo malo de un estudiante no ha


sido nunca un buen método pedagógico. Un educador que se le pasa criticando a sus
educandos llega a hacerse verdaderamente insoportable y por asociación también las
asignaturas que imparte. Del mismo modo este autor comenta que los abusos de
castigos tienen efectos muy diferentes a los esperados; en relación a las conductas, la
victima de este abuso puede responder con rebeldía, actitud desafiante, sentimientos de
frustración y baja autoestima que a su vez lo pueden llevar a la agresividad.
Capítulo III: Características de los problemas emocionales y conductuales y
Factores de riesgo

Características de los problemas emocionales

El Acta de Individuos con Problemas Educacionales (IDEA, 1997) define la


alteración emocional en un niño que perjudique su rendimiento en la escuela si éste
exhibe una o más de las siguientes características por un largo período de tiempo:
- Una dificultad o una incapacidad para aprender que no pueda ser explicada por
factores intelectuales, sensoriales o de salud física.
- Una dificultad o una incapacidad para construir o mantener relaciones
interpersonales satisfactorias con sus compañeros y con sus profesores.
- Conducta inapropiada o respuestas emocionales inapropiadas frente a
circunstancias cotidianas normales.
- Notoria disposición de ánimo de infelicidad.
- Tendencia a desarrollar síntomas físicos o temores asociados con problemas
personales o escolares.

Características de los problemas de conducta

Cuando hablamos de trastornos de conducta no estamos haciendo más que


describir un comportamiento que consideramos socialmente inaceptable. Este puede
atentar contra otros y perjudicar al propio paciente ya que tienen como consecuencia un
deterioro social, académico, cognitivo y emocional. (La vanguardia, 2017).

La psiquiatra infantil Puig, citado en la Vanguardia (2017); nos menciona que en


algunos casos puede ser consecuencia de otro trastorno, como por ejemplo de un
trastorno depresivo, de un trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH o
de un trastorno psicótico. En otros casos podemos ver trastornos de conducta, como el
oposicionista desafiante que se pueden presentar sin otra patología de base.

Los niños o adolescentes con trastornos de conducta tienen comportamientos de


desafío a las figuras de autoridad, enfrentamientos con los adultos o con los iguales,
episodios de agresividad física o verbal. Suelen perder la calma fácilmente, se molestan
o enfadan por cualquier cosa. Son muy discutidores, molestan a los demás. En el peor
de los casos, pueden verse involucrados frecuentemente en peleas -a menudo las inician
ellos mismos- o tener un comportamiento agresivo o acosador hacia otros. Pueden
atentar contra las propiedades de los demás debido a un comportamiento destructivo o
por robos.

Características de niños con problemas emocionales y de conducta en el


ambiente familiar

Según Barrio y Carrasco (2016) el niño o adolescente presenta las siguientes


características
A nivel funcional, presentan pesadillas, temores nocturnos, insomnio; falta de
apetito, micciones incontroladas y una negativa a participar en tareas y actividades.
A nivel conductual-emocional, presentan ausencia de juego; tristeza,
ensimismamiento, apatía, irritabilidad; miedos frecuentes; reacciones de ansiedad;
preocupaciones excesivas; negativa a separarse de los padres; negativa a ir al colegio o
actividades fuera de casa; dolor de barriga, dolor de cabeza, cansancio injustificado,
vómitos recurrentes; autolesiones; frecuentes cambios de humor
A nivel interpersonal, presentan desobediencia y conductas desafiantes a los
padres; agresión, insultos, amenazas a los hermanos y discusiones o riñas frecuentes

Características de niños con problemas emocionales y de conducta en el


ambiente escolar

Los mismos autores presentan las siguientes características de los niños con
problemas emocionales y conductuales en la escuela

A nivel funcional, presentan falta de persistencia y competencia en la tarea;


excesivas interrupciones; dificultad para permanecer sentado; no respeta turnos, se
muestra impaciente; no sigue la clase; bajo rendimiento escolar; inactividad, desinterés
por las tareas; realiza las actividades sin energía, sin ganas; pierde lápices y objetos y
una negativa a realizar tareas y participar

A nivel conductual-emocional, presenta baja autoeficacia, explosiones de ira o


enfado; aislamiento, retraimiento; ansiedad o bloqueos a los exámenes; ansiedad al
hablar en clase; excesiva vergüenza y timidez; negativa a permanecer en el colegio,
dolor de barriga, dolor de cabeza, cansancio injustificado, vómitos recurrentes; consumo
de drogas; hiperactividad y problemas de atención.

A nivel interpersonal, presenta desobediencia, negativismo y conductas


desafiantes a profesores; negativa a participar en grupo; ausencia de amigos; rechazo
y/o aislamiento de los compañeros; agresión, intimidación, amenazas, insultos a los
compañeros; discusiones frecuentes y conductas delictivas como robo.

Factores de riesgo
Es importante tener en cuenta el conjunto de factores de riesgo asociados al niño
y a la familia, ya que su conocimiento puede ser de utilidad para la identificación y
prevención de problemas emocionales y de conducta infantil por lo que Garaigordobil y
Maganto (2013) nos muestra esos factores en el siguiente cuadro

Factores de Riesgo asociados al niño Factores de Riesgo asociados a la familia


• Alto retraimiento, timidez, aislamiento social, • Progenitores con trastornos
introversión. psicopatológicos.
• Temperamento difícil. • Violencia familiar entre los padres, de
• Impulsividad. padres a hijos (frecuentes y severas disputas y
• Inseguridad y baja autoestima. conflictos caracterizan la vida familiar).
• Discapacidad física y/o intelectual (retraso • Pseudoabandono infantil por el estrés
mental, discapacidad motriz, déficits sensoriales laboral.
graves, etc.). • Familias donde predomina el desamor y el
• Múltiples cambios vitales estresantes: rechazo entre sus miembros.
separación padres, cambios de ciudad de • Familias con problemas de
residencia, pérdida de amigos… drogodependencias.
• Dificultades acumuladas de aprendizaje. • Situaciones de separación familiar
• Poca tolerancia a la frustración. traumáticas con sentimientos de fuerte
• Pensamiento precoz errático y confuso hostilidad entre los padres
• Progenitores que no ponen límites de
conducta claros, estables y coherentes.
• Desinterés por el aprendizaje de su hijos/as y
su falta de motivación por el rendimiento
académico.
Capitulo IV: Problemas emocionales y conductuales que afectan en el aprendizaje
Para Jadue (2002), cuando se habla de alteración emocional en el niño, refiere
una condición en la cual las repuestas conductuales o emocionales de un escolar son tan
diferentes de lo que se estima apropiado para su edad o sus normas culturales, que lo
afectan adversamente en su rendimiento escolar, incluyendo su cuidado y adaptación
personal, relaciones sociales, progreso académico, conducta en clases, o adaptación al
trabajo escolar. Generalmente los niños con problemas emocionales, conductuales y
sociales presentan déficit en las habilidades de socialización, pobre autoconcepto,
dependencia, sentimientos de soledad, conducta disruptiva, hiperactividad,
distractibilidad, e impulsividad, lo que afecta su rendimiento en la escuela.

Serrano (2012), propone cuatro niveles en el que los estados emocionales


afectan el proceso de aprendizaje los cuales son:
- Etapa inicial: En esta etapa influye en los procesos de predisposición,
motivación y el interés en ciertas actividades o tareas
- Etapa intermedia: Se demuestra perseverancia, persistencia y regularidad en el
estudio
- Etapa de obstáculos: Se da el manejo de dificultades, de la frustración y de toda
situación adversa
- Etapa final: Denota el equilibrio emocional en la evaluación de conocimientos
(exámenes)

Jadue (2012) clasifica en dos grupos los problemas emocionales comunes en la


edad escolar los cuales tienen influencia en el proceso de aprendizaje:

Trastornos de interiorización

Es la categoría de trastornos en los que los problemas presentados parecen


dirigirse hacia el interior de las personas, como los miedos, fobias, entre otros. Cetraro
(2011) considera que dentro de este grupo encontramos las siguientes alteraciones más
comunes las cuales tienen influencia en el aprendizaje:
Retraimiento

Se refiere aquellos niños(as) tímidos(as) y/o con dificultades de relación social,


introvertidos y poco asertivos. Estos manifiestan un patrón de conducta caracterizado
por un déficit en las relaciones interpersonales y una tendencia estable y acentuada a
evitar o escapar del contacto con otras personas. Por ello prefieren estar solos, hablan
poco y se manifiestan inhibidos en su conducta social y en su comportamiento. Por lo
que mayormente, como consecuencia de esto, generan el rechazo o la indiferencia del
colectivo escolar. (Garaigordobil y Maganto, 2013)
Ansiedad

La ansiedad es una respuesta emocional, que variará según el estímulo que la


produzca y suele venir acompañada de sentimientos de inquietud, recelo, miedo y
nerviosismo. La mayoría de personas alguna vez en su vida habrán experimentado
ansiedad. Por el contrario de ser algo completamente negativo la ansiedad permite que
el organismo se ponga en alerta y active sus mecanismos de defensa ante una situación
determinada. Esta respuesta ya se considera negativa cuando está asociada a
preocupaciones excesivas y fuera de lugar. (Benito, Simón, Sánchez y Matachana,
2002)

Estos autores mencionan que la ansiedad afecta el rendimiento académico sobre


todo las capacidades cognitivas del sujeto generando una incapacidad para tomar
decisiones, bloqueo mental, vulnerabilidad ante las críticas, confusión, distracción con
facilidad y olvidos frecuentes afectando de esta manera al aprendizaje del niño

Fobias

Se define una fobia como el miedo persistente e irracional a un objeto, actividad


o situación específica que provoca en el sujeto la necesidad imperiosa de evitar dicho
objeto, actividad o situación, a los cuales se denominan estímulos fóbicos. El
diagnóstico de fobia sólo se realiza cuando la fobia, simple o múltiple, es el aspecto
predominante del cuadro clínico, ocasiona un marcado malestar y no es consecuencia de
otro trastorno mental. Existe una cantidad de tipos de fobias pero nos concentraremos
en la fobia escolar, esta es una grave dificultad del niño para asistir o permanecer en el
colegio de forma regular además no realiza las actividades concretas del ámbito escolar
como miedo a jugar durante el recreo, a hablar en clase, al docente, a otros niños, a la
evaluación, al bajo rendimiento académico, etc. (Trallero, s.f.)
Para Benito, Simón, Sánchez y Matachana (2002) los tipos de fobia afectan al
rendimiento académico del evaluado pero la fobia escolar es la que tiene más
repercusión en el proceso de aprendizaje puesto que le supone no acudir a la escuela y,
por lo tanto, le priva de los conocimientos y las habilidades sociales que allí se aprenden
y perfeccionan a través de las relaciones interpersonales.

Somatizaciones

La somatización es la expresión física del malestar en los niños sin que existan
causas médicas del todo justificables. Los niños suelen quejarse de diversos síntomas
que no les permiten funcionar adecuadamente, como dolores de cabeza, abdomen,
espalda y pecho. Con frecuencia estos niños faltan a clase por enfermedad o “pseudo
enfermedades”, debido a las numerosas molestias físicas que presentan. (Garaigordobil
y Maganto, 2013)

Problemas del Pensamiento

Para las anteriores autores, este problema hace referencia al pensamiento


desorganizado que se evidencia a sí mismo a través del habla desorganizada. Se trata de
niños cualitativamente distintos en su desarrollo cognitivo, y generalmente, social y
verbal. El desarrollo es atípico desde que son pequeños y sorprenden por lo inadecuado
o incoherente de su razonamiento, y por un lenguaje verbal carente de lógica. La
desorganización mental y verbal indica un problema importante a nivel de estructura
mental (cognitivo)

Depresión

Situación afectiva de tristeza en mayor intensidad y duración que lo que se


espera en un niño o niña. Se manifiesta como aburrimiento, falta del sentido del humor,
baja autoestima, apatía por las cosas y sentimiento de no ser querido. Son niños y niñas
con el llanto fácil y pocas cosas les producen placer o diversión, o solo
momentáneamente. (Garaigordobil y Maganto, 2013)

Mardomingo (2002) menciona la existencia de tres síntomas básicos en la


depresión: los síntomas afectivos, que son los más característicos, encontramos el
humor triste o irritable, la pérdida de interés (apatía) y la pérdida o disminución de la
capacidad para experimentar placer en actividades con las que previamente disfrutaba
(anhedonia). Aparecen con frecuencia aislamiento social y síntomas de angustia y
ansiedad. Los síntomas somáticos presentan la inquietud psicomotriz o inhibición
(enlentecimiento, letargia, mutismo), fatigabilidad, alteración del apetito (disminuido o
aumentado), alteraciones del sueño, encopresis y/o enuresis. Por último entre los
síntomas cognitivos tenemos disminución de la capacidad de atención y concentración,
fallos de memoria (olvidos, despistes), indecisión, distorsiones cognitivas negativas (de
soledad, vacío, incomprensión, culpa), baja autoestima, ideas de inutilidad e ideas de
muerte o suicidio (muy poco usuales entre los niños de 8 años).

Trastornos de exteriorización

Hace referencia a aquellos trastornos en los que los problemas que se presentan
parecen que están dirigidos a otras personas, un claro ejemplo de esto tenemos a las
conductas agresivas y desafiantes. (Cetraro, 2011)

Atención/Hiperactividad

Son aquellos niños que presentan dificultades para concentrarse y prestar


atención, tanto en clase como fuera de ella. Todos los estímulos les llaman la atención y
se dispersan fácilmente, sin poder rendir adecuadamente en las tareas. Suelen ser mucho
más activos o impulsivos de lo que es esperable para su edad. Tienen poca paciencia en
las dificultades y poca tolerancia a la frustración. Estos comportamientos contribuyen a
causar problemas significativos en el aprendizaje y en las relaciones sociales. La
mayoría de las veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas de
comportamiento. (Garaigordobil y Maganto, 2013)

Conducta Perturbadora

Estas mismas autoras mencionan que son las conductas disruptivas en el aula.
Son aquellos niños que su comportamiento sigue un patrón de falta de disciplina y
desobediencia, que mienten con frecuencia, contestan a los educadores y dicen palabras
malsonantes ante los demás. Suelen faltar a clase sin autorización de los adultos y, en
general, molestan, llaman la atención y se oponen a las normas establecidas,
perturbando la marcha de la clase.

Según Benito, Simón, Sánchez y Matachana (2002) estos niños generan


dificultades tanto en su proceso de aprendizaje como en el de los demás alumnos, por lo
mismo que tenemos más influencia de los aspectos negativos que de los positivos.
Dentro de estos problemas encontramos los niños que presentan un trastorno
Negativista – Desafiante.

Conducta Violenta

Son las conductas de alta agresividad en las cuales hay conciencia de hacer daño
físico o psicológico a otros. Estos niños(as) apenas se muestran culpables o arrepentidos
por lo cometido. Tiene diversas manifestaciones conductuales: robos, amenazas, golpes,
burlas, humillaciones, acoso, conductas de vandalismo o crueldad con animales. Su
comportamiento es fanfarrón y, especialmente en los de mayor edad, algunas de sus
conductas están en el límite de la transgresión de la ley. Al igual que los problemas de
conducta perturbadora estos generan dificultad en su aprendizaje como el del alumnado,
sin embargo estos tienen una mayor dificultad de abordaje. En este tipo de problemas
encontramos a los niños que presentan trastorno disocial de la conducta (Garaigordobil
y Maganto, 2013)

Capítulo V: Tratamiento
Problemas emocionales
El manual de psicología clínica infantil y del adolescente (s.f.) nos menciona que
Los psicofármacos son menos eficaces y producen más efectos secundarios en los niños
pero existen ciertas técnicas que han demostrado buenos resultados los cuales son los
siguientes:
Tratamientos psicológicos:
Grupos de entrenamiento en habilidades sociales y de reestructuración cognitiva.
Tratamientos biológicos:
Con antidepresivos tricíclicos y tetracíclicos, la Imipramina continúa siendo el
mejor tratamiento médico disponible para la depresión infantil.
Programa emoción-actividad-cognición
El programa emoción-actividad-cognición (PEAC) es un tratamiento integrado
para la depresión infantil y adolescente elaborado por Méndez (1998). El PEAC
comprende tres elementos básicos para el cambio terapéutico: educación emocional,
actividades agradables, reestructuración cognitiva y otros elementos complementarios:
habilidades sociales, relajación, higiene del sueño, retribución. También incluye
elementos dirigidos a la generalización y mantenimiento de los logros terapéuticos:
tareas para casa, solución de problemas, entrenamiento en autocontrol. El
reconocimiento y discriminación de emociones se realiza por medio de juegos. La
colaboración de los padres es fundamental.
El PEAC les asigna un doble papel: Como terapeutas, ya que poseen un elevado
grado de control sobre los antecedentes y consecuentes de la conducta de su hijo. Como
sujetos de terapia, puesto que algunas veces su comportamiento inadecuado contribuye
a mantener inadvertidamente el problema del hijo.
Problemas de conducta
El manual de psicología clínica infantil y del adolescente (s.f) nos hace
referencia al siguiente tratamiento
Tratamiento farmacológico
Además de los estimulantes, también se han empleado otros fármacos como, por
ejemplo, tranquilizantes y, en menor medida, antidepresivos y sales de litio. Los
fármacos estimulantes, particularmente el metilfenidato (Ritalin/Rubifen), aunque
también se utilizan la dextroanfetamina (Dexedrina) y la pemolina (Cylert). La
supresión del tratamiento provoca una reaparición de la sintomatología hiperactiva, con
lo cual el pronóstico de los niños tratados no se modifica sustancialmente. La mayoría
de los clínicos entiende que la utilización de psicofármacos es útil en la primera fase del
tratamiento, en períodos agudos del trastorno o, simplemente, cuando no es posible otro
tipo de terapia, pero normalmente necesita complementarse con una intervención
cognitivo-conductual.
Tratamiento cognitivo-conductual
Junto a los procedimientos derivados de los modelos anteriores (con técnicas
como la economía de fichas, programas de refuerzo, coste de respuesta, tiempo fuera y
contratos de contingencias), de técnicas cognitivas o cognitivo-conductuales, como son
el entrenamiento en autoinstrucciones, la terapia de solución de problemas o los
métodos de autocontrol.
Tratamientos combinados:
Desde hace años se viene probando la eficacia de tratamientos mixtos,
integrados frecuentemente por medicación estimulante (preferentemente, metilfenidato)
y técnicas de manejo de contingencias, entrenamiento a padres y profesores, junto con
procedimientos cognitivos como el entrenamiento en autoinstrucciones y en solución de
problemas.
Referencias Bibliográficas

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Mardomingo, M. (2002). Psiquiatría para padres y educadores. España: Marcas
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2° año de la Escuela Secundaria Técnica Número 38 “José María Morelos y
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