Criminología Etapas

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Universidad San Carlos de Guatemala

Centro universitario de Occidente


Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario
Criminología
Lic. Armando Santizo
Quinto semestre
Sección B

Etapa pre-científica y científica


de la Criminología.

Wendy Liceth Ochoa Gramajo


Carné: 201830569

05 de febrero de 2020
Etapa pre-científica de la criminología
Sostenida previa a la etapa del positivismo antes de formarse en una disciplina
científica a finales del siglo XIX, proviene de dos Fuentes:
a- De carácter filosófico, ideológico o político:
Estableció que el crimen responde a factores influyentes en la sociedad como lo
son deficiencia cultural, educativa, económica y el ambiente social. Sostuvo que
el estado no debería sancionar penalmente al delincuente sino que estudiar el
origen de la "criminología".
En la filosofía política se tomaba la teoría de la prevención general, que se
encargaba de enseñar a través de las amenazas y duelo coercitivo de la ley
penal; al ejecutar las penas.
b- La naturaleza empírica:
Se fundamenta en la experiencia, la observación directa, el conocimiento de la
realidad carcelaria, y en la ciencia empírica; porque de esta clase y las
investigaciones sobre el crimen llevadas en forma fragmentada por peritos se
inclinan al mismo pensar que es sustituir la especulación, la intuición y la
deducción por el análisis, la observación y la inducción.
Thomás Moro: Fué el primero en Resaltar el vínculo que existe entre el crimen
con los factores socioeconómicos y con la sociedad como deficiencia cultural,
educativa, económica y el ambiente social.
Para Thomas Moro, El factor determinante de la criminalidad son los factores
socioeconómicos, él estaba en contra de los castigos y sostuvo que el estado no
debería sancionar penalmente al delincuente.
Escuela clásica
Se le conoce como la defensa de las garantías individuales y su juzgamiento en
contra de los abusos de poder.
En esta escuela se defiende el método deductivo, sólo estudiaban el delito y la
pena, no al delincuente.
Ciencia penitenciaria
Ésta ciencia se basa en observar y en el rico conocimiento de la realidad
carcelaria.
HOWARD estaba en contra de la vida; debido a esto constituyó un Genuino
informe sobre la cartografía del dolor según Belnardo de Quirus, aportó un
valioso material sobre la realidad penitenciaria a legislador británico, obtenida
mediante las visitas a los presidios europeos.
BENTHAM proponer y diseñar la arquitectura carcelaria, propuso el panóptico,
qué consiste en una visión que se muestra con dos rostros que son: la educación
y el castigo, argumentando que la presión es una mansión en que se priva ciertos
individuos de libertad de la cual han abusado, teniendo como fin prevenir nuevos
delitos.
Busca resolver problemas con este tipo de cárceles, primero que sea barata, en
donde un número pequeño de personas, cuide a una comunidad grande, el
menciona otro punto importante del panóptico que es la aritmética de los
placeres mencionando tres reglas:
-"Regla de dulzura" busca que el prisionero ya no sufra daños corporales
-"Regla de serenidad" busca que la condición de vida sea inferior a la de un
hombre en libertad qué el estado ya no invierta tanto en el hombre delincuente
-"Regla de economía" determina un rechazo a todo gasto extra para castigo o
complacencia del delincuente.
Ciencias que intentan explicar las conductas delictivas.
-Fisionomía: donde la apariencia externa del individuo era lo principal (se
condenaba al más feo).
-Frenologia: que la causa del crimen eran las malformaciones cerebrales (se
estudiaban las cabezas de los condenados a muerte).
-Psiquiatría: sí comienzan a distinguir las enfermedades mentales de los
delincuentes.
-Antropología: se menciona la transmisión hereditaria o tendencias hereditarias.
Estadística moral o escuela cartográfica
Esta escuela del crimen como un fenómeno de masas, no un acontecimiento
individual; un volumen constante y regular de criminalidad en la sociedad y en la
cual se aplican dos tipos de métodos:
a-Métodos cuantitativos: estudia cuantos son los individuos que delinquen Y
cuantas veces lo realizan y porque lo realizan, para tener un mejor control.
b-Métodos estadísticos: ya establecidos los factores que se dan para así tener
un mejor control y llevar a cabo una política criminal.
ADOLPHE QUETELET, factores que determinan el crimen.
>Invierno. Delitos contra la propiedad
>Verano. Delitos en contra de las personas.
>Primavera. Hay mas delitos de tipo sexual.
>Sexo. Hay mucho más delincuencia masculina y femenina.
>Edad. El varón comienza a los 12 y las mujeres a los 16.
Entre los principales autores de dicha Escuela se encuentran Adolphe Quételet,
Alphonse de Candolle, André-Michel Guerry, y más tarde Gabriel.
Después de la publicación, en 1828, de las primeras estadísticas de criminalidad
en Francia, dichos investigadores estudiaron los registros delincuenciales,
vinculándolos con datos sobre edad, sexo, clima y distribuciones censales, e
incluso con indicadores de pobreza y marginación, Los autores de la Escuela
Cartográfica fueron los primeros en detectar la mayor propensión al delito entre
varones jóvenes, la tendencia a los delitos violentos en verano y a los delitos
contra la propiedad en invierno, y las correlaciones entre mayor heterogeneidad
étnica y marginalidad y tasas delictivas superiores Las estadísticas oficiales de
criminalidad mostraban problemas de validez, derivados de su dificultad para
detectar los delitos de autor desconocido, que no han sido descubiertos por las
víctimas, las cuales evitan denunciar, o que no pueden ser probados ante un
juez. Del mismo modo, se constató la dificultad de realizar comparativas entre
cifras delincuenciales de diferentes territorios y momentos históricos.
En la actualidad la escuela cartográfica es de mucha utilidad con lo que respecta
a la criminalidad, el acontecer Criminal y los causantes de la criminalidad.
Etapa científica de la criminología
Tiene su trascendencia centralizada en el siglo pasado en el Génesis del
positivismo criminológico, con la escuela positiva en Italia la cual era dirigida por
César Lombroso, Rafael Garófalo y Enrico Ferri.
Esta etapa contemplaba señalamientos y nuevas expectativas hacia la
criminología clásica, llegando a la apertura de su desarrollo doctrinario
paralelamente de la misma desarrollando el cual procedía con métodos y
elementos que se incorporaban en su desenvolvimiento científico.
La escuela italiana positivista.
La escuela positiva en Italia era dirigida por César Lombroso, Rafael Garófalo y
Enrico Ferri, punta las dos facetas de parte de sus dirigentes, en una posición se
encuentra CÉSAR LOMBROSO con inclinaciones antropológicas y en otra
dirección se encuentra el socialismo con ENRICO FERRI, los cuales determinan
la importancia de la causa de las acciones de tipo individualista y conformación
social asimilando así su fundamentación de agresión antijurídica y anti socialista.
LOMBROSO en su libro Delincuente nato (1876), plasmó las primeras teorías
sobre la base biológica del delincuente, disertando sobre cómo desarrollos
embrionarios y procesos evolutivos incompletos podían derivar en criminales
atávicos. El autor estudió la estructura anatómica y los cráneos de muestras de
delincuentes condenados, extrayendo de ello una serie de especificidades
físicas que caracterizaban a los sujetos desviados: frente baja y salida, pómulos
supra desarrollados, asimetrías y poca capacidad craneal, dimensión anormal
de las orejas, entre otros. Estas observaciones, sin embargo, no encontraron
apoyo empírico en los estudios desarrollados por los seguidores de Lombroso.
Lombroso dijo que las causas de la criminalidad están relacionadas con la forma,
causas físicas y biológicas.
Un aspecto particularmente difundido de la obra de Lombroso es la concepción
del delito como resultado de tendencias innatas, de orden genético, observables
en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los delincuentes habituales (asimetrías
craneales, determinadas formas de mandíbula, orejas, arcos superciliares, etc.).
Sin embargo, en sus obras se mencionan también como factores criminógenos
el clima, la orografía, el grado de civilización, la densidad de población, la
alimentación, el alcoholismo, la instrucción, la posición económica y hasta la
religión.
Un rasgo llamativo en su obra es la crudeza con que expone algunas de sus
conclusiones, que resulta aún más chocante a la luz de las ideas que predominan
en la criminología tras el ocaso de la escuela positivista. Esta crudeza puede
deberse a la tendencia positivista a despojar al discurso científico de toda otra
consideración aparte de la mera descripción de la realidad, eludiendo juicios
morales o sentimentales.

Por ejemplo, refiriéndose a lo que él llama la terapia del delito, dice:


"En realidad, para los criminales natos adultos no hay muchos remedios: es
necesario o bien secuestrarlos para siempre, en los casos de los incorregibles,
o suprimirlos, cuando su incorregibilidad los torna demasiado peligrosos"

Otro rasgo característico de la obra de Lombroso es la precariedad de su método


científico, frecuentemente de la observación empírica, a veces sobre la
población, y de relaciones de causalidad escasamente fundadas. Por ejemplo,
de la comparación entre la temperatura anual media en las distintas provincias
de Italia y el índice de homicidios en cada una de ellas concluye Lombroso que
el calor favorece este tipo de delitos.
La posición según la cual los delitos son producto de estos diversos factores
determinantes, lleva lógicamente a bregar por un código penal que los prevea y
ajuste las condenas a la existencia de esos mismos factores, dejando de lado
las preocupaciones de la llamada dogmática penal. La pena tiene como objetivo
según Lombroso la defensa social, entendida como neutralización del peligro
que para la sociedad representan ciertos individuos que no pueden dominar sus
tendencias criminales. Al mismo tiempo, tiene el fin de intentar una readaptación
en los casos en que fuera posible.

La concepción de Lombroso torna irrelevante el estudio de la imputabilidad del


sujeto, puesto que –según se deriva lógicamente de sus postulados– todos los
criminales son inimputables, y cuanto menor sea su responsabilidad, mayor es
su peligrosidad. Esta idea se opone agudamente a las concepciones más
frecuentes entre abogados y juristas, a quienes Lombroso criticó, sosteniendo
que pretendían aminorar la pena precisamente para los individuos más
peligrosos.

FERRI aceptó sin matices que la criminalidad no podía ser estudiada


determinística mente a partir de elementos biológicos, introduciendo factores
ambientales, sociales, económicos y políticos a la etiología del delito;
considerando que la desviación debía ser estudiada tanto en su dimensión
individual como social. Ferri apuntó que dicha determinación biológica propuesta
por Lombroso solamente tiene efecto cuando confluye con otros elementos
criminógenos de carácter físico (temperatura, clima, hora) y social (educación,
familia, hábitos de consumo, economía).
Ferri consideró que las razones por las cuales el hombre es delincuente son
ajenas a su voluntad. El delito para Ferri no existe, existen enfermedades que
bien ha heredado o las adquirió en el transcurso de su vida.
Cuestionó el énfasis en características fisiológicas de los criminales, campo de
estudio de Lombroso. En su lugar, se centró en el estudio de las características
psicológicas, que creía eran las responsables del desarrollo de la criminalidad
en el individuo. Estas características incluían el habla, la escritura, los símbolos
secretos, el arte y la literatura, así como la insensibilidad moral y la falta de
repugnancia a la idea y ejecución de la ofensa, previo a su comisión, y la
ausencia de remordimiento después de cometerla.
Alegó que los sentimientos como la religión, el honor y la lealtad no contribuían
al comportamiento criminal, pues estas ideas eran muy complicadas para tener
un impacto definitivo en la moral básica de las personas. Argumentó que eran
otros sentimientos, como el odio, el amor y la vanidad los que influenciaban
grandemente pues tenían más control sobre la moral de las personas. Sostenía
que el libre albedrío es una ilusión subjetiva, confrontándose con el principio del
derecho penal clásico.
Clasificaba los factores del delito en:

• Antropológicos: constitución orgánica; psíquica y características personales


• Físicos o cosmos-telúricos: clima, la naturaleza del suelo, la producción agrícola, etc.
• Sociales: densidad, costumbres, religión, familia, alcoholismo, las leyes civiles y
penales, etc.

Resumió su teoría al definir la psicología criminal como una resistencia


defectuosa de las tendencias criminales y las tentaciones, debido a una
impulsividad desequilibrada que caracteriza solo a los niños y a los salvajes.[6]
Según Ferri lo que es perjudicial para la sociedad se establece partiendo del
estudio de la misma. Abogaba por el estudio del delito en relación con los
individuos y la sociedad, no con abstracciones lógicas. Creía en la necesidad
de encontrar leyes generales sobre la criminalidad: una forma científica para
distinguir un comportamiento penal del que no lo es. Postulaba que las penas
deben aplicarse sólo en razón solamente de la peligrosidad del delincuente,
mientras que la naturaleza y extensión de las mismas serán las necesarias
para neutralizar la peligrosidad.

GAROFALO (1885) defendió que el origen del comportamiento antisocial se


encontraba en las deficiencias psíquicas y morales de carácter hereditario,
secundando la tradición lombrosiana aunque partiendo de una visión más
humanista y preocupada por los derechos individuales.

Garófalo difundió y popularizó el término «criminología», con la publicación de


su libro «La criminología. Estudio sobre el delito y sobre la teoría de la
represión».
El estudio de este autor, junto con Lombroso y Ferri fueron el origen de la
criminología como ciencia que estudia al delincuente física, social y
psicológicamente.

La gran preocupación de Garófalo fue la aplicación de la teoría criminológica a


la práctica, tanto en el aspecto legislativo como en el judicial, así, hace el primer
esquema de las penas de acuerdo no con el delito, sino con la clasificación de
los delincuentes. Aparte de las diferencias filosóficas, su desacuerdo con sus
colegas fue en cuanto al determinismo absoluto, el que no aceptaba, y en cuanto
a la pena de muerte, de la cual era un ferviente partidario. Garófalo fue quien
aportó a la Escuela Positiva las fórmulas jurídicas, asequibles a teóricos y
prácticos, dado su profundo conocimiento del derecho. Este aporte jurídico fue
trascendental en la iniciación de la tendencia positiva.

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