La Publicación Del Nuevo Testamento de Erasmo
La Publicación Del Nuevo Testamento de Erasmo
La Publicación Del Nuevo Testamento de Erasmo
La Vulgata Latina, versión oficial de la Biblia, utilizada por la Iglesia Católica Romana, fue
elaborada por medio de la traducción de manuscritos griegos al idioma latín. Este trabajo
fue realizado por un monje católico llamado Jerónimo (c. 345-419 d.C.). Dicha versión fue
conocida como La Vulgata, precisamente porque fue traducida del griego al idioma del
pueblo de Roma, que en ese entonces hablaba latín.
Dado que por esa época ningún manuscrito griego poseía la porción adulterada en 1 Juan
5:7-8, es por esa misma razón que la Vulgata no contó originalmente con ese texto espurio
que se le hiciera siglos después.
La Vulgata Latina fue la primera gran obra impresa, y este trabajo fue realizado por Johann
Gutenberg. Dicha impresión fue realizada por el año de 1456 d.C. Después de esto, se
realizaron algunas impresiones de la Biblia a otros idiomas, pero durante mucho tiempo
nadie se atrevió a imprimir la Biblia en idioma griego. Existe una razón importante para
que esto sucediera:
Erasmo rectificó su primer trabajo por medio de una segunda edición publicada en el año
1519. Es importante notar que ni en la primera (1516) ni en la segunda edición (1519)
Erasmo incluyó el texto apócrifo de 1 Juan 5:7-8 a pesar de la fuerte presión que ejercía la
Iglesia Católica Romana.
Para el año 1520 Erasmo se encontraba trabajando en su tercera edición del Nuevo
Testamento Griego y Latino y en ese momento la inquisición católica ya había puesto sus
ojos sobre él. Así tuvo muchos problemas ¡Su vida corría peligro!
Erasmo afirmó que la razón que lo había llevado a tomar la decisión de no incluir el
apócrifo en 1 Juan 5:7-8 era porque sencillamente no lo encontró en ningún manuscrito
griego, y sólo lo encontraba en manuscritos latinos tardíos de la Vulgata. No obstante, a fin
de buscar una salida alegó que si él pudiera hallar tan solo un manuscrito griego que
contuviera las tan discutidas palabras, las incluiría en su tercera edición. Curiosamente
apareció el tal manuscrito, que supuestamente fue escrito por un monje franciscano
anónimo. Todo esto se hizo para engañar a Erasmo (Debemos tener en cuenta que por ese
tiempo los criterios arqueológicos se encontraban todavía en una etapa primitiva) ¡El tal
manuscrito resultó ser del siglo XVI! Es decir del mismo siglo en que vivió Erasmo. ¡Ese
manuscrito fue elaborado más de 1400 años después de los manuscritos originales!
En el año de 1527, Erasmo publicó por cuarta vez su Nuevo Testamento, y esta última
edición es la que se hizo verdaderamente conocida. En el año de 1535 poco antes de morir,
publicó una última edición.
No obstante, es interesante notar que Erasmo había excluido el apócrifo de 1 Juan 5:7-8 de
sus ediciones de 1516 y 1519 porque no se hallaba en cualquiera de 5000 manuscritos
griegos, sino solamente en manuscritos recientes de la Vulgata— la versión en latín
que usaba en ese entonces la Iglesia Católica Romana.
En 1522, Martín Lutero utilizó la segunda edición del Nuevo Testamento preparado por
Erasmo para traducir la Biblia al alemán. De hecho, en esa traducción de Lutero al Alemán
no se incluyó el pasaje espurio, pues cómo ya hemos mencionado, dicho texto fue incluido
sólo hasta la tercera Edición del Nuevo Testamento editado por Erasmo. Fue sólo hasta el
año de 1596 que dicho pasaje apareció en copias impresas en la Versión Alemana de
Lutero.
El trabajo del Textus Receptus producido por Erasmo sirvió como base de traducción del
Nuevo Testamento a la mayoría de los principales idiomas de Europa. Fue así que
Casiodoro de Reina al realizar su traducción de la Biblia al idioma Español,
traducción que fue terminada en el año de 1569, incluyó ese texto espurio.
Hoy en día la versión Reina Valera, Revisada en 1960 por las Sociedades Bíblicas Unidas,
puede leerse en esa parte así: (las palabras resaltadas son apócrifas):
7 Porque tres son los que dan testimonio: en el cielo: el Padre, el verbo, y el Espíritu
Santo; y estos tres concuerdan en uno.
8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos
tres concuerdan.
No obstante revisiones modernas de la versión Reina Valera han omitido esas palabras al
comprender que siendo apócrifas no se pueden constituir en ninguna base para enseñar
doctrina. LA BIBLIA TEXTUAL versión Reina Valera, trabajo realizado recientemente
por la Sociedad Bíblica Iberoamericana presenta esos textos de la siguiente manera:
Otras versiones de la Biblia han corregido la presentación de las palabras apócrifas y han
presentado esos textos así:
CASTILLIAN:
7 Sabemos que Jesucristo vino al mundo por medio de agua y de sangre: no solo por medio
del agua, sino por el agua y por la sangre vertida en la cruz. De esto da testimonio el
Espíritu Santo, que es la verdad misma, y de ese modo los testigos son tres
8 que concuerdan entre sí: el Espíritu Santo, el agua y la sangre.
BIBLIA EN LENGUAJE SENCILLO (En este caso se cita desde el versículo 5 para dar
una mejor comprensión al significado del texto)
Curiosamente, las llamadas versiones modernas de la Escritura, que son trabajos elaborados
especialmente por académicos trinitarios, han eliminado las palabras espurias por
considerarlas sin ninguna base bíblica.
En las actas del concilio de Latera celebrado por la Iglesia Católica en el año 1215, se
encuentra el primer registro documental en idioma griego que contiene esas palabras
apócrifas.
Sin embargo, ¡hay un acuerdo prácticamente unánime entre los Eruditos bíblicos de
que este versículo realmente no forma parte de la Biblia! Todas las traducciones
mayores en el inglés desde la versión King James (KJV) la han omitido, incluso el Revised
Standard Version, The Amplified Bible, y el New International Version. También lo omite
el texto griego generalmente aceptado. El New International Version (La Nueva Versión
Internacional) presenta 1 Juan 5:7-8 así: “Porque hay tres que testifican: el Espíritu, el agua
y la sangre; y estos tres están de acuerdo.” La KJV incluyó el versículo 7 solamente porque
la edición del texto griego de 1522, compilado por Erasmo, la incluía. Originalmente,
Erasmo había excluido este pasaje de sus ediciones de 1516 y 1519 porque no se hallaba
en cualquiera de 5000 manuscritos griegos, sino solamente en manuscritos recientes
de la Vulgata— la versión en latín que usaba en ese entonces la Iglesia Católica
Romana.
En los comentarios a pie de página que aparecen sobre 1 Juan 5:7 en la versión de LA
BIBLIATEXTUAL, VERSION REINA VALERA, trabajo elaborado por la SOCIEDAD
BIBLICA IBEROAMERICANA, se dicen cosas tan interesantes como estas:
5.7. Después de dan testimonio, el Textus Receptus añade lo siguiente: en el cielo: el Padre,
el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. (8) Y tres son los que dan testimonio en
la tierra: Que estas palabras son espurias y no tienen derecho a integrar el texto del
Nuevo Testamento es verdad a la luz de las siguientes consideraciones:
a) EVIDENCIA EXTERNA:
1) El pasaje está ausente de todos los manuscritos griegos conocidos, excepto cuatro, y
éstos, contienen el pasaje en lo que parece ser la traducción de una recensión de la Vulgata.
Estos cuatro manuscritos son el manuscrito 61, del Siglo XVI; el manuscrito 88 del Siglo
XII (que tiene el pasaje escrito al margen por una mano moderna); el manuscrito 629, del
Siglo XIV o XV y el manuscrito 635del Siglo XI (que tiene el pasaje escrito al margen por
una mano del Siglo XVII).
3) El pasaje está ausente en los manuscritos de todas las versiones antiguas (Siria,
Copta, Armenia, Etíope, Árabe y Eslavónica (Excepto la latina).
b) PROBABILIDAD INTERNA:
Para un cristiano verdadero la única autoridad doctrinal que debemos tener es la Biblia, así
que añadiduras no valen.
Marcos 12:29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es. (Véase Deuteronio 6:4).
Marcos 12:32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que UNO (en
número), (no en unidad) es Dios, y no hay otro fuera de él. (Véase Efesios 4:5).