Ensayo Final - Sociología Política

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HUGO CHÁVEZ Y EL ESTADO BOLIVARIANO: UN LÍDER CARISMÁTICO Y

UNA REALIDAD CREADA POR LA PUBLICIDAD

Por: Cristhian Suárez y Juan Esteban Ortiz

INTRODUCCIÓN

“La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia
puedes votar antes de obedecer las órdenes”. Esta frase del escritor norteamericano Charles
Bukowski puede resultar insuficiente a la hora de analizar la historia de las democracias
latinoamericanas en el siglo XX, las cuales se caracterizaron por diversas interrupciones
dictatoriales, ya sea en el periodo de las guerras mundiales en la primera mitad del siglo, o
la guerra fría en la segunda mitad. En este contexto, la llegada de Rómulo Betancourt al
poder en Venezuela en 1958, trajo consigo el restablecimiento de la democracia.

Al respecto, autores como Kornblith escribieron en 1996 lo siguiente:

Por más de tres décadas, la democracia venezolana funcionó con éxito,


sobresaliendo, junto con Colombia y Costa Rica, en un contexto latinoamericano
signado por la recurrencia de gobiernos dictatoriales. No obstante, a partir de 1989
el país se sumergió en una severa crisis, que sembró dudas acerca del llamado
"excepcionalismo" venezolano. En la actualidad han resurgido viejas inquietudes
acerca de las condiciones y posibilidades de funcionamiento del orden democrático
en el país.

Lo escrito por la profesora Kornblith, evidencia las crisis que padeció la democracia
venezolana en la década de los noventa, una crisis en la representación de los partidos
políticos tradicionales que llevó a un líder carismático como Hugo Chávez al poder, lo cual
cambiaría la historia reciente de este país suramericano, y tendría serias implicaciones en
los resultados que hoy conocemos.

En este sentido, nuestro Objetivo de investigación es caracterizar el liderazgo del fallecido


presidente Hugo Chávez en medio del contexto político venezolano, a partir de los
conceptos de dominación carismática, príncipe moderno, publicidad burguesa y sociedad
red, desarrollados por Weber, Gramsci, Habermas y Castells.

La pregunta de investigación que nos trazamos es la siguiente:


¿Cuáles son las características del liderazgo del fallecido presidente Hugo Chávez en medio
del contexto político venezolano, a partir de los conceptos de dominación carismática,
príncipe moderno, publicidad burguesa y sociedad red, desarrollados por Weber, Gramsci,
Habermas y Castells?

El presente ensayo se divide en dos partes: En la primera, desarrollamos el marco teórico, a


partir del cual, vamos analizar nuestro caso de estudio, destacando los aspectos más
importantes del desarrollo de conceptos como dominación carismática, príncipe moderno,
publicidad burguesa y sociedad red. En la segunda parte, analizamos nuestro caso de
estudio: Hugo Chávez y el Estado Bolivariano, a partir de los presupuestos teóricos ya
planteados.

1. MARCO TEÓRICO

1.1. El Carisma como Vocación del Político en Weber

Max Weber (1864-1920) es reconocido como una de las figuras intelectuales más
importantes de los siglos XIX y XX, dejando enormes aporten en diversas disciplinas como
el derecho, la economía, la historia y sobre todo la sociología, siendo considerado incluso,
como uno de los padres de esta última, junto a Karl Marx, Auguste Comte y Émile
Durkheim.

Dentro de sus obras, las tres más conocidas son La ética protestante y el espíritu del
capitalismo, Economía y sociedad, y El Político y El Científico. Esta última comprende dos
lecciones que se publican en conjunto: La política como vocación y La ciencia como
vocación, las cuales expuso Weber en la ciudad de Múnich el 28 de enero de 1919, a la
Libre Unión de los Estudiantes de Baviera en medio de la llamada Revolución de
Noviembre, donde Múnich fue la capital de la breve República Soviética de Baviera hacia
el final de la Primera Guerra Mundial. En estas lecciones, Weber busca resaltar el deber ser
de las dos vocaciones, concretamente en La Política Como Vocación, el deber ser de un
político al ejercer la política, no sólo menciona las características y el desarrollo de lo
político, sino que también sienta las bases de las características del Estado, tanto su
conformación como sus principales elementos.

En este sentido, antes de caracterizar la vocación de El Político es relevante destacar


brevemente qué entiende Weber por política y por Estado. Frente a lo primero, el autor
entiende por política “la aspiración a participar en el poder o a influir en la distribución del
poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos
de hombres que lo componen” (Pág.2). Respecto del Estado, el autor lo define desde un
punto de vista sociológico, a partir de la violencia física en la que se funda, lo cual debe
asumirse como objetivamente cierto, ya que de lo contrario desaparecería el concepto de
“Estado” y se habría instaurado la anarquía.

En otras palabras, Weber concibe el Estado como “una relación de dominación de hombres
sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia legítima” (Pág.3). De acuerdo con
esta concepción, para que el Estado subsista, requiere que los dominados acaten la
autoridad que pretenden tener quienes en ese momento dominan.

En su obra póstuma Economía y Sociedad, Weber (1964) en el capítulo Conceptos


Sociológicos Fundamentales, escribe que “Por dominación debe entenderse la probabilidad
de encontrar obediencia a un mandato de determinado contenido entre personas dadas”
(Pág.43). Esta dominación siempre procura despertar y fomentar la creencia en su
legitimidad, que dependiendo de su clase, será determinado el tipo de obediencia, el cuadro
administrativo destinado a garantizarla, como también el carácter que adopta el ejercicio de
la dominación (Pág.170). Por esta razón, es necesario distinguir las clases de dominación
según sus pretensiones típicas de legitimidad.
Para el autor en mención, existen tres tipos de dominación legítima, los cuales menciona en
La Política Como Vocación y posteriormente son mejor desarrollados en Economía y
Sociedad. Weber (1964, Pág.172) considera que el fundamento primario de la legitimidad
puede ser:

1. De carácter racional: El cual se basa en la creencia en la legalidad de ordenaciones


estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a
ejercer la autoridad legal.
2. De carácter tradicional: Estriba en la creencia cotidiana en la santidad de las
tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados
por esa tradición para ejercer la autoridad tradicional.
3. De carácter carismático: El cual descansa en la entrega extracotidiana a la santidad,
heroísmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o
reveladas (autoridad carismática).

Un aspecto relevante (aunque no exclusivo) en este tipo de dominación carismática en el


Estado moderno, es que el político no es la única figura determinante en la empresa
política, dado que, dispone de un cuadro administrativo que está separado de los medios de
administración, es decir, el político no es el propietario del dinero, edificios, material
bélico, entre otras, con los cuales se administra el Estado. Esta organización estatal donde
no se es propietario de los medios materiales de administración, es la base de la dominación
patriarcal y el Estado Burocrático, cuya forma más refinada es el Estado Moderno.

Consideramos que dicha separación estricta entre el cuadro administrativo y los medios
materiales de administración, ha tenido un efecto contraproducente en las cualidades del
político, particularmente en el sentido de responsabilidad, debido a que cuando no se
administra lo propio y la utilidad no incrementa el patrimonio del político, no se tienen
grandes incentivos para ejercer una administración responsable.

La autoridad carismática, como lo expuso Weber (1919) está basada en “la gracia personal
y extraordinaria, la entrega puramente personal y la confianza, igualmente personal, en la
capacidad para las revelaciones, el heroísmo u otras cualidades de caudillo que un
individuo posee” (Pág.3).

Este concepto resulta de gran importancia para analizar el liderazgo de algunos políticos
contemporáneos, particularmente latinoamericanos, para determinar no sólo el tipo de
dominación legítima, sino también el cuadro administrativo que lo garantiza y el carácter
que adopta el ejercicio del poder estatal.

1.2. El Príncipe Moderno desde Gramsci

Antonio Gramsci, fue un filósofo, teórico marxista, político y periodista italiano, también
fue uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano encarcelado bajo el régimen
fascista de Benito Mussolini, circunstancia bajo la cual escribió los 32 Cuadernos de la
Cárcel, que entre su amplio contenido se encontraba Notas sobre Maquiavelo.

Los escritos de Maquiavelo lograron superar la censura o la hoguera de sus enemigos, en


especial la Iglesia Católica, y trascendió hasta llegar a diferentes intelectuales europeos,
entre ellos marxistas como Gramsci, quien hace una lectura e interpretación de la teoría y la
práctica de Maquiavelo, con el fin de incorporar de manera crítica en la filosofía de la
Praxis, estos postulados teóricos, entre ellos, queremos resaltar El príncipe moderno.

El carácter fundamental de El Príncipe, asegura Gramsci, no consiste en ser un tratado


sistemático, sino un libro “viviente” en el que la ideología y la ciencia política se fundan en
la forma dramática del “mito” (Pág.9). Por esta razón, el príncipe moderno, el mito-
príncipe, no puede ser una persona real, un individuo concreto, sólo puede ser un
organismo, un elemento de sociedad complejo en el cual comience a concretarse una
voluntad colectiva reconocida y afirmada parcialmente en la acción. Dicho organismo ha
tenido un importante desarrollo histórico y es el partido político.

Este debe estar dedicado a una reforma intelectual y moral, es decir, a la cuestión religiosa
o de una concepción del mundo; es el abanderado y el organizador de una reforma
intelectual y moral, lo cual significa crear el terreno para un desarrollo ulterior de la
voluntad colectiva nacional popular hacia el cumplimiento de una forma superior y total de
civilización moderna.

Gramsci asegura que “en la época moderna el protagonista del nuevo Príncipe no podría se
un héroe personal, sino un partido político, el determinado partido que en cada momento
dado y en las diversas relaciones internas de las diferentes naciones intente crear (y este fin
está racional e históricamente fundado) un nuevo tipo de Estado” (Pág.28).

Consideramos que este concepto de “nuevo príncipe” o “príncipe moderno” de Gramsci


interpretando a Maquiavelo, si bien resultó novedoso al momento de su publicación, ha
perdido vigencia en algunas democracias latinoamericanas, debido al debilitamiento que
han tenido los partidos en ciertos sistemas políticos como el venezolano. Por esta razón, es
necesario resaltar estos conceptos, para analizar qué ha sustituido a los partidos como el
“nuevo príncipe”.

1.3. La Publicidad Burguesa desde Habermas

Para Habermas, es con el advenimiento del capitalismo temprano, y con la instalación de


este nuevo orden social que aparece lo que él denomina “publicidad burguesa”. La función
de la publicidad es establecer relación entre el público y lo público. Es decir, entre la esfera
de "personas privadas que se reúnen en calidad de público" y la esfera del "poder público".
Afirma que “El uso lingüístico de «público» y «publicidad» denota una variedad de
significaciones concurrentes. Proceden de fases históricas diversas y, en su sincrónica
aplicación a las circunstancias de la sociedad burguesa industrialmente avanzada y social-
estatalmente constituida, se prestan a una turbia conexión” (Pag.41).

De La variedad de significantes se entiende el hecho de que “publicidad burguesa” abarca


un sentido de lo público y un sentido de lo privado, donde la primera parte del concepto
“publicidad” la entiende como un principio de mediación entre política y moral. Por lo que
Habermas afirma que “Públicas llamamos a aquellas organizaciones que, en contraposición
a sociedades cerradas, son accesibles a todos” (Pag.41) y la segunda parte del concepto
“burguesa” entiende que es la que le da un carácter privado de la opinión pública, ya que
para Habermas lo que denota el concepto publicidad burguesa no es otra cosa que la
opinión de un público privado que piensa en intereses propios.

En el contexto de lo privado, la publicidad para Habermas tiene una transformación


funcional que tiene como principio la integración del estado y la sociedad, esta integración
en la que se ve implícita la publicidad, se da hoy en día como representación política y la
transformación de los partidos.

La importancia de este concepto para el objeto de análisis, recae en entender que los
propietarios privados de los medios de comunicación ejercen dominación sobre la opinión
pública, lo cual es de gran utilidad para líderes carismáticos.

1.4. La Sociedad Red desde Castells

Para Castells hablar de “sociedad red” es de cierta forma lo mismo que hablar internet, ya
que afirma “Internet es la sociedad, expresa los procesos sociales, los intereses sociales, los
valores sociales, las instituciones sociales.”(Pag.11) por lo que Castells equipara las
sociedades modernas en plena globalización a un espacio de información, dando a entender
que en nuestras sociedades la realidad que percibimos está construida por lo que él
denomina redes de información las cuales dice que procesan la información, y sin ningún
tipo de restricción de tiempo y distancia la almacenan y transmiten, por lo que constituye a
su entender un nuevo funcionamiento de la sociedad el cual está fuertemente basado en el
fenómeno de la globalización, el cual a consecuencia de la información que fluye, termina
afectando las economías, la política y las mismas sociedades en sí.

Para Castells las afectaciones políticas que permiten estos espacios de comunicación, que
se dan en las sociedades actuales son en sí mismos un gran instrumento de desarrollo
político. La relevancia del concepto de sociedad red recae en entender que la información
que llega a los espacios a los que normalmente tenemos acceso, puede definir y moldear
nuestra percepción de la realidad, de tal manera que como lo afirma el mismo autor en la
entrevista sobre líderes políticos, los flujos de comunicación permiten que se equiparen las
distancias políticas de tal forma que los partidos tradicionales puedan ser derrotados por
candidatos independientes.

2. CASO DE ESTUDIO: HUGO CHÁVEZ Y EL ESTADO BOLIVARIANO

2.1. El Líder Carismático se Convierte en el Nuevo Príncipe Moderno

Hugo Rafael Chávez Frías nació en 1954 en Sabaneta, Barinas, Venezuela, se graduó de la
Academia Militar como licenciado de Ciencias y Artes Militares, en la especialidad de
ingeniería, mención terrestre, egresando con el grado de Subteniente el 5 de julio de 1975,
realizó distintos cursos militares y una maestría en Ciencia Política en la Universidad
Simón Bolívar entre los años 1989 y 1990, cuya tesis no terminó.

Hugo Chávez ocupó diferentes cargos dentro de las Fuerzas Armadas, entre ellos podemos
destacar el de Comandante del Pelotón de Comunicaciones y del Batallón de Cazadores
Cedeño entre 1975 y 1977; Comandante de Pelotón y Compañía de Tanques AMX-30 del
Batallón Blindado Bravos de Apure en Maracay, entre 1978 y 1979; Comandante de
Compañía y jefe del Departamento de Educación Física en la Academia Militar de
Venezuela entre 1980 y 1981. Siendo el último cargo militar, el de comandante del Batallón
de Paracaidistas "Coronel Antonio Nicolás Briceño", del Cuartel Páez, en Maracay, desde
1991 hasta el 4 de febrero de 1992, día que intentó un golpe de Estado contra el gobierno
de Carlos Andrés Pérez.

Los resultados de esta sublevación militar fueron más de 32 fallecidos y 95 heridos de


acuerdo con algunas cifras, los militares involucrados fueron juzgados y hallados culpables
de rebelión, entre ellos Hugo Chávez. El 27 de noviembre de 1992 se lleva a cabo un
segundo intento de golpe de Estado contra el mismo gobierno, apenas nueve meses después
del primer intento. En esta ocasión no sólo participaron militares sino también civiles que
buscan capturar al presidente y liberar a Chávez el cual estaba encarcelado. Las
consecuencias fueron cerca de 171 muertos.

Aunque los objetivos de estos dos intentos de golpe de Estado no se concretaron, tuvieron
enormes incidencias en el sistema político venezolano, más allá de los muertos y heridos
que se registraron, estas sublevaciones civiles y militares revelan profundas fracturas y
debilidades de la democracia venezolana. Como lo afirma Lucena (2005) “Las banderas del
combate a la corrupción, la pobreza y la exclusión son los motivadores. Los levantamientos
evidencian la crisis del bipartidismo y del sindicalismo como movimiento social, que
habían perdido sintonía con sus representados” (Pág.62).

Es importante resaltar que ni la destitución del Presidente Carlos Andrés Pérez en mayo de
1993 por corrupción, ni la llegada al poder de Rafael Caldera en ese mismo año,
significaron una superación de la crisis política, sino que en palabras de Lucena (2005)
fueron “más bien expresión de su agudización”. Aunque Venezuela había retomado el
sistema democrático en 1958, en los años noventa estaba viviendo, hasta ese momento, una
de las peores crisis de su historia. Es en este contexto político que asciende Hugo Chávez al
poder.

En diciembre de 1998 con una contundente victoria electoral (56% de los votos), el líder de
la asonada militar de 1992, es elegido Presidente de la República basando su campaña en
una crítica radical al sistema político imperante. Este nuevo liderazgo contó con el
suficiente apoyo popular para llevar a cabo una Asamblea Nacional Constituyente y
promulgar una nueva constitución sin necesidad de hacer concesión alguna a las fuerzas
opositoras.

Aunque Chávez fue acompañado por varias organizaciones civiles, tradicionalmente de


izquierda, y los militares, en una coalición denominada Polo Patriótico, predominando en la
misma el partido Movimiento V República, fundado y liderado por él, “En la medida que
avanzaba el gobierno, el bloque político que lo constituía se ha venido depurando” (Lucena,
2005, Pág.66), convirtiendo su gobierno cada vez más personalista.
Márquez (2003) ha señalado que la figura de Chávez tiene un “atractivo mesiánico para las
masas” y se inscribe en las tradiciones caudillistas. Él cumple con las características líder
dotado de cualidades excepcionales que, debido a esto mismo, “al crear una situación
revolucionaria podrá atender las demandas de cambio social y político” (Villarroel &
Ledezma 2007, Pág.3).

Ese liderazgo popular mesiánico de Chávez, de acuerdo con varios autores (Villarroel &
Ledezma 2007, Ramos Jiménez 2002 y Márquez 2003), llevó a tener una relación con sus
partidarios en forma de vínculo incondicional, la cual se establece entre líder carismático y
sus seguidores, el “chavismo”, ha sido “y se mantiene como un movimiento carismático
(Ramos Jiménez, 2002, Pág.20-30). Esto en palabras de Weber, es un tipo de dominación.

El liderazgo político de Hugo Chávez, basado en una autoridad carismática tuvo como
consecuencia, que su gobierno no fue dirigido por un partido, ni muchos menos una
coalición de partidos, sino que se basaba en su personalidad, por esta razón, aunque
Gramsci aseguraba que “en la época moderna el protagonista del nuevo Príncipe no podría
ser un héroe personal” (Pág.28), esto ha perdido vigencia en democracias como la
venezolana, donde los partidos políticos se han debilitado. Consideramos que la tesis de
Gramsci en el caso venezolano se invirtió, “El nuevo Príncipe fue un héroe personal”, fue
Hugo Chávez.

2.2. Estado Bolivariano. Una Realidad Creada Por La Publicidad.

El gobierno bolivariano de Venezuela tuvo desde el ascenso al poder de Hugo Chávez hasta
su muerte una actividad de publicidad institucional que Agrivalca R denomina en su texto
“La Publicidad Del Gobierno Bolivariano 1999-2013” como rutinas de la comunicación
gubernamental de tal forma que le permitieran consolidar su denominado Estado
Bolivariano.
Este Estado Bolivariano es descrito por Agrivalca como un Estado comunicador que a
partir de la difusión de propaganda ha podido dibujarse como ha querido ya que este Estado
ha podido hacerse con la propiedad de los medios, el entramado jurídico, el servicio público
de radio y televisión, entre otros medios de comunicaciones y presupuestos de cultura. Sin
embargo, se sabe que comunica solo información conveniente, por lo cual el autor afirma
que “Un tema menos recurrente en la agenda de debate, sin embargo, ha sido la Publicidad
Institucional” (Agrivalca, 2016, Pag.354), pues en el Estado Bolivariano la publicidad
institucional fue desbancada por la publicidad propagandística, ya que se intentó vender al
Estado por medios comerciales pero con fondos públicos.

Durante la última década de vida del ex-presidente Hugo Chávez hubo un aumento
exponencial de la publicidad institucional bolivariana donde primaban temas como las
obras que se encontraba llevando a cabo el gobierno, ya que para ese momento “el Estado
venezolano se ha erigido en uno de los anunciantes publicitarios más importantes del país,
por no decir el principal” (Agrivalca, 2016, Pag.365).

Al encontrarse Chávez durante su última década de gobierno, con un control tan grande por
parte del Estado sobre los medios de comunicación, es posible afirmar desde el punto de
vista de Habermas, que Chávez logró un tipo de integración entre el Estado “bolivariano” y
la sociedad, ya que lo que Agrivalca llama “rutinas para las rutinas de la comunicación
gubernamental”, la cual consistía en hacer pasar propaganda como publicidad estatal para
vender su idea de Estado, genera que haya un cumplimiento en el principio transformador
de la sociedad al que hace referencia Habermas, puesto que efectivamente generó una
opinión pública positiva de esa concepción de Estado que estaba transmitiendo, razón por la
cual los medios de comunicación de los que disponía, si bien figuraban como estatales,
puede entenderse que servían como instrumentos de interés privados de un líder político
carismático.

Otro punto importante en este análisis, estriba en el hecho de que el Estado Bolivariano
tuviera el poder sobre los medios y la información que circulaba a través de ellos durante
tantos años, resulta ser que el gobierno quien interviene en todos los espacios de
comunicación, ha podido movilizar de forma masiva y rápida la cooperación con su idea de
Estado, pues como lo explica Castells, en estos espacios sociales se dan a conocer los
intereses y valores sociales, por lo que controlando Chávez este espacio, y entendiendo que
este es una estructura la cual es vista por la misma sociedad como abierta, da como
resultado que el apoyo a sus propuestas tienda a ser masivo, pues a través de esas redes de
información, construye la realidad que más le convenía, construye el “Estado Bolivariano”
y se construyó a sí mismo con una imagen de líder mesiánico.
En síntesis, el hecho de que el Estado Bolivariano haya controlado los medios y espacios de
información, denotan que Chávez como líder político tenía la capacidad de generar una
opinión pública de acuerdo a sus intereses y de construir la realidad social que más le
convenía, implantando en el público los valores y necesidades que se necesitaban
establecer, por lo que su ascenso al poder y más aún las prácticas que tuvo desde la
comunicación y su intervención en los distintos espacios de información, tuvo consecuencia
en la democracia venezolana, con graves secuelas en la actualidad.

CONCLUSIONES

1. La característica del liderazgo de Hugo Chávez fue principalmente la de una autoridad


carismática, basada en las cualidades excepcionales de un caudillo, que dirigió una
llamada “revolución bolivariana”.

2. El liderazgo carismático de Hugo Chávez se convirtió en el nuevo Príncipe, de la


democracia venezolana, sustituyendo así, el partido político como lo había interpretado
Gramsci.

3. Al convertirse el Estado Bolivariano el propietario de la mayoría de los medios de


comunicación, logró en su momento difundir exitosamente su idea de estado y de líder
mesiánico, generando una opinión pública favorable

BIBLIOGRAFÍA
 Agrivalca R. Canelón (2016) La publicidad del Gobierno Bolivariano 1999-2013
Imágenes de un mito de gobierno. Universidad de Guadalajara
 Castells, Manuel (1999): “Internet y la Sociedad Red” Lección inaugural del
programa de doctorado sobre la sociedad de la información y el conocimiento
(UOC).
 Gramsci, Antonio. Notas sobre Maquiavelo. Págs. 7-28
 Habermas, Jürgen (1982): Historia y crítica de la opinión pública. Gustavo Gili
Editores. Capítulo 2.
 Kornblith, Miriam (1996): Crisis y transformación del sistema político venezolano:
Nuevas y viejas reglas de juego. Caracas, IEP-UCV, pp. 1-31
 Lucena, Héctor (2005): La crisis política en Venezuela: repercusiones y respuestas
del movimiento sindical. En libro: Sindicatos y nuevos movimientos sociales en
América Latina. Colección Grupos de Trabajo de CLACSO, Buenos Aires.
 Villarroel, G. & Ledezma, N. (2997): Carisma y política. El liderazgo de Hugo
Chávez desde la perspectiva de sus partidarios. Revista Politeia, No 39. Instituto de
Estudios Políticos.
 Weber, Max (1964): Economía y sociedad. México D.F. Fondo de Cultura
Económica
 Weber, Max. El político y el científico. La política como vocación.

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