Texto 1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

TEXTO 1

Muertos
Es la maldición que no cesa. Cada puente y cada fin de semana, las carreteras se
cobran un tributo siniestro. Muertos, lisiados y al final, familias destrozadas. Es la única
y cruel verdad. Estamos ensayando de todo, pero con pocos resultados (…). El alcohol
y los nervios son los que llevan a las maniobras temerarias, las que ponen en peligro
la vida de quien las hace y de los que vienen de frente. Para muestra un botón. El
viernes pasado volvía de las Cortes. Eran casi las 20 horas, noche cerrada. Pasado
Ceinos de Campos, un automóvil con matrícula de Madrid, en pleno cambio de
rasante, adelantó por la izquierda no a uno ni a dos, sino a cuatro vehículos que iban
en caravana. El conductor jugó a la ruleta rusa y lo sabía. Por fortuna no venía nadie
de frente. De haber sido así, hubiera ocurrido una masacre. Ante tales situaciones,
uno lamenta que la Guardia Civil no estuviese allí. Cuando cae la noche, los radares al
parecer no son operativos y las patrullas desaparecen. Los desaprensivos
aprovechan.
Pero además del lamento ante la contemplación impotente de tales tropelías, uno se
pregunta qué se puede hacer para que las carreteras sean más seguras. Y se me
ocurren varias cosas. La primera destinar más recursos al desdoblamiento de vías
muy transitadas. Así se elimina al menos la mitad del peligro. Pero no basta, pues hay
conductores que, en cuanto entran en una doble vía, sea cual sea su trazado y la
densidad del tráfico, se creen en la obligación de ir al límite de las posibilidades de su
motor. Creo que los radares son insuficientes. Son máquinas de recaudar y en la
mayoría de los casos se ponen en trazados urbanos y dejan sin cubrir los tramos entre
pueblos, que es donde se cometen tan graves infracciones […]. Además, hay que ser
inflexibles con el alcohol. La tolerancia debería ser “cero, coma, cero” […]. Aquí sí que
no se puede ser indulgente. El “si bebes, no conduzcas”, debería tener la
inexorabilidad de una ley física, por el conductor y por los demás. Y, por último, hay
que concienciar a los conductores a mirar lo que hay debajo del capó del vehículo.
También los neumáticos. Nos sorprenderíamos si supiéramos qué poca gente sabe
que una presión insuficiente hace que el vehículo “se vaya” en una situación de
emergencia. E igualmente, que muchos conductores sólo paran en la gasolinera para
repostar, sin preocuparse de nada más, aunque encaren un viaje de cientos de
kilómetros. Tampoco se puede descuidar la conducción en la ciudad, especialmente
en los fines de semana y por la noche. Hay quien “va de retirada” cargado de alcohol y
sin dormir. Pues ninguna indulgencia en tales casos. Porque hay una realidad que no
se puede cambiar: la gente se mueve mucho los fines de semana. Y es mejor prevenir
que lamentar.
FERNANDO DE ARVIZU, Diario de León

1. Resumen.
2. Tema.
3. Tesis. ¿ Dónde se localiza?
4. Tipos de argumentos.
5. Características lingüísticas.

También podría gustarte