Vida y Obra de Monseñor Montes de Oca

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Salvador Montes de Oca: El Obispo

venezolano asesinado en Italia por


los nazis

¿Su delito? Ofrecer refugio a personas


perseguidas
ARY WALDIR RAMOS DÍAZ
4 FEBRERO, 2017

Los nazis acribillaron a 28 personas entre el 4 y el 6 de septiembre de


1944 en Italia. En el monumento de mármol para recordar la masacre de
Pioppetti, y Sant’Anna di Stazzema en Italia, quedó grabado el nombre de
un pastor latinoamericano, Salvador Montes de Oca. Pocos saben que
entre esos once monjes cartujos mártires fusilados por los nazis en esos
días y en plena segunda guerra mundial estaba el obispo caroreño,
Montes de Oca.

¿Qué culpa tuvo? Ofrecer refugio a personas perseguidas por los


nazis, quienes ajustician a los monjes y arrojan los cadáveres a
una fosa común. El cuerpo del obispo venezolano fue recuperado en
1947 y enterrado bajo el presbiterio de la catedral de Valencia, capital
carabobeña de la cual fue obispo entre 1927 y 1934.

El obispo mártir, defensor de la vida, de la libertad y de la justicia, así le


reconocen los conocedores de su historia que además lo señal como
“ejemplo de rectitud moral y espiritual”.

Montes de Oca renunció a su alto cargo ministerial y entró a la orden de


los Cartujos como cualquier otro religioso. Cuando fue asesinado era un
novicio y aún siendo un sacerdote, estaba bajo la supervisión de un
sacerdote que lo guiaba en esta nueva vida dentro del monasterio de
Farneta, en Maggiano, en la región italiana de Toscana. Al entrar en la
escala más baja como ‘novicio’ buscaba una vida austera y disciplinada.

Allí es donde se está formando, cuando el monasterio es circundado por


las trompas nazis en septiembre de 1944 y los monjes son interrogados,
golpeados y hechos prisioneros. Los once monjes fueron encarcelados y
ajusticiados por los nazis. En un juicio sumario, ellos les acusaron de dar
refugio a un grupo de personas tachadas de ser enemigos del régimen.

En Valencia, Venezuela, por fervor de pueblo se le considera un mártir de


la fe y varias calles llevan su nombre. Allí inició su vida pastoral y fue
ordenado segundo obispo de Valencia apenas a los 32 años.

¿Pero, por qué un obispo como Montes de Oca termina en Italia


exiliado? Molestaba a la dictadura de Juan Vicente Gómez y sus visitas a
los estudiantes presos en el castillo Libertador en Puerto Cabello, al final
de las cuales hablaba contra la dictadura.

Además, cuentan las crónicas de su posición ante la muerte de un joven


que repartía propaganda contra el régimen de Gómez. La policía política
dijo que había sido un suicidio, hecho de forma absurda con los cordones
de los zapatos.

El gobierno advirtió que era la muerte de un suicida y pidió no celebrar el


entierro cristiano. Sin embargo, Montes de Oca encabezó la marcha al
cementerio y los hombres del cortejo se detenían y hacían el gesto de
amarrarse los zapatos en protesta por el homicidio.

Asimismo, se cuenta de una dama que denunció ante el prelado que su


esposo para obtener favores políticos del régimen la había ‘concedido’ a
un hombre de alto cargo, posiblemente el gobernador de Carabobo. En
1929, Montes de Oca protegió a la señora y la sacralidad del
vinculo del matrimonio en sus escritos públicos.

Ese mismo año, fue detenido y embarcado al exilio en Trinidad, según


memorias del cardenal José Humberto Quintero. En 1931 Gómez levantó
la medida y el obispo regresó a Valencia, pero renunció e ingresó en Italia
a la Orden de los Cartujos y el resto de la historia ya la hemos mencionado
anteriormente.
El 23 de octubre 2015, la Conferencia Episcopal de Venezuela anunció el
inicio del proceso de canonización de monseñor Montes de Oca. Es la
primera fase, la llamada diocesana. Monseñor Reinaldo Del Prette,
introdujo ante la Congregación para las causas de los Santos el proceso de
canonización.

Una comisión encabezada por monseñor Del Prette fue recibida por el
secretario de la congregación para las causas de los Santos, monseñor
Marcello Bartolucci, quien recibió los primeros documentos.

“La causa ahora está en la fase diocesana. El proceso principal


se desarrolla en Venezuela y, sucesivamente, se deberán
estudiar los hechos de la muerte del ‘siervo de Dios’ en Italia”,
informó a Aleteia, monseñor Bartolucci.

Monseñor Montes de Oca, fue el segundo obispo de Valencia, y por su


testimonio de vida cristiana es considerado un “insigne mártir de la
libertad y la caridad”.

Salvador Montes de Oca


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Siervo de Dios Salvador Montes de Oca


II Obispo de Valencia

23 de octubre de 1927-23 de diciembre de 1934

Predecesor Excmo. Mons. Francisco Antonio Granadillo

Sucesor Excmo. Mons. Gregorio Adam Dalmau

Otros títulos Obispo titular de Bilta, Obispo Emérito de


Valencia

Información religiosa

Ordenación diaconal 24 de septiembre de 1921


por Excmo. Mons. Alvarado

Ordenación 22 de septiembre de 1922


sacerdotal

Ordenación 23 de octubre de 1927


episcopal por Excmo. Mons. Fernando Cento

Congregación Diocesano, Cartujos

Iglesia Diócesis de Valencia

Culto público

Beatificación En trámite

Canonización En trámite

Venerado en Iglesia católica


Arquidiócesis de Valencia

Información personal

Nombre secular Andrés Salvador María del Carmen Montes


de Oca

Nombre religioso Excmo. Mons. Salvador Montes de Oca

Nacimiento 21 de octubre de 1895

Carora, 

estado Lara, 
Estados Unidos de Venezuela.

Fallecimiento 10 de septiembre de 1944
Cerca de Massa, Italia

Estudios Filosofía

Profesión  Sacerdote

 Obispo

Padres Andrés Montes de Oca Zubillaga y Rosario


Montes de Oca Perera

''“Oported Illum Regnare”- “Es Necesario que se Extienda el


Reinado de Cristo”''

[editar datos en Wikidata]

Cartuja de Farneta

Monseñor Salvador Montes de Oca (Carora, estado Lara, Venezuela, 21 de octubre de 1895-cerca


de Massa, Italia, 6 de septiembre de 1944) fue obispo venezolano de Valencia fusilado por
tropas nazis en Italia.

Índice

 1Biografía
 2Muerte
 3Predecesores y sucesores en los cargos
 4Referencias

Biografía[editar]
Hijo de Andrés Montes de Oca y Rosario Montes de Oca, fue ordenado como el segundo obispo
de Valencia, estado Carabobo, a los 32 años y sirvió como tal entre el 20 de junio de 1927 y el 22 de diciembre
de 1934. Esta promoción vino a la muerte del obispo anterior, Francisco Antonio Granadillo, el 13 de enero de
1927, y su partida se debió a presiones políticas en la dictadura de Juan Vicente Gómez, durante el gobierno
títere de Juan Bautista Pérez. A su renuncia fue reemplazado por el padre Gregorio Adam Dalmau, quien fue
ordenado obispo el 31 de octubre de 1937, y quien mantuvo el cargo hasta la fecha de su muerte el 12 de julio
de 1961.
El día de renuncia, Montes de Oca fue nombrado obispo titular de Bilta, un cargo honorario que mantuvo hasta
1940, y a la fecha de su muerte a los 48 años, tenía el título de obispo Emérito de Valencia.
Desde su elevación a obispo, Salvador Montes de Oca tuvo varios choques con la dictadura de Juan Vicente
Gómez. Una anécdota lo tiene visitando estudiantes presos en el Castillo Libertador de Puerto Cabello, y
recogiéndolos en su automóvil cuando fueron liberados. Uno de ellos era Andrés Eloy Blanco, quien refirió el
suceso en la Asamblea Constituyente de 1947.1
En otra anécdota, retó al gobierno local tras la muerte de un Joaquín Mariño, hermano de un empresario del
cine llamado Santiago Mariño quien aparentemente era descendiente del prócer del mismo nombre. 2 Mariño
había muerto en los sótanos de la Casa Páez, tras ser arrestado por La Sagrada (policía de Gómez} por repartir
propaganda comunista. Oficialmente, se había suicidado colgándose de las trenzas de sus zapatos, pero
cuando se entregó el cadáver a la familia, la gobernación ordenó que nadie abriese la urna, y a tal fin la puso en
guardia permanente.
En un momento de descuido de los guardias, una de las hermanas de Mariño abrió la urna y notó que le salía
sangre del pecho y al abrir la camisa, vio huellas de las torturas que había sufrido. Monseñor Montes de Oca,
ordenó los preparativos para enterrarlo y al saberlo el Gobierno, le comunicaron que por tratarse de un suicida
la Iglesia no podía rendirle entierro cristiano.
Montes de Oca los ignoró, y al día siguiente ofició el funeral de Mariño, que representaban un desafío abierto al
régimen ya que implicaba que el mismo había sido asesinado. Durante la procesión hasta el cementerio, los
hombres que la seguían cada cierto tiempo se detenían, y hacían el gesto de amarrarse las trenzas de los
zapatos en protesta por la muerte. 1
Pero fue en 1929 cuando su actitud frente al gobierno lo llevaría al exilio. Según el Cardenal José Humberto
Quintero en su obra Para la Historia,3 este se reunió con Montes de Oca en enero de 1930 en Puerto
España, Trinidad y le explicó las razones de su exilio de la siguiente manera:
Se le presentó cierta mañana, en el Palacio Arzobispal de Valencia, una joven señora, en un estado de suma turbación. Le
confió que momentos antes, acompañada de su esposo, había ido a visitar a un alto político de aquella ciudad y que
habiéndola dejado sola su marido por haber tenido que atender algo urgente, el político, primero con insinuaciones y luego
ya por la fuerza, había pretendido hacerla objeto de su lujuria, lo que no había logrado, pues ella había luchado hasta ganar
el anteportón y la calle. Pasando ocasionalmente por la puerta del Palacio Episcopal, se le había ocurrido entrar para referir
al obispo lo que le acababa de suceder. Monseñor Montes de Oca le indicó que se fuera a su casa, esperara allí a su
esposo y lo impusiera del hecho. Un poco más tarde, la misma señora, en un estado de mayor turbación aún, retornó al
Palacio y le dijo al obispo: Monseñor: ahora he comprendido las cosas: mi marido me había vendido a ese señor; llegó a
casa furioso conmigo porque le he hecho perder la posición que ya tenía conseguida. Yo me quedo aquí: no me junto más
con ese hombre. Monseñor tuvo que brindarle asilo provisional a aquella joven y atribulada dama, mientras llega el papá de
ella, al que llamó con urgencia. Pues bien: ese político, de cuya calidad moral podemos formarnos idea por lo que
dijeron Pío Gil, que lo señala como un traidor, y Fernando González, que lo presenta como un corrompido, disfrutaba de
influencia en el régimen que entonces mandaba en Venezuela. Y al enterarse de que había perdido la cacería por la
intervención del obispo, maquinó venganza y se aprovechó para ello de la publicación en esos días de la Instrucción sobre
el matrimonio."4

Esto creó un resentimiento oficial contra Montes de Oca, que fue vengado en 1929 por un caso que tenía
relación con una dama que había aceptado casarse con el gobernador de Valencia. Como el gobernador era
divorciado, el padre de la novia rogó al obispo para que intercediera ante la muchacha para que rechazara al
pretendiente, pero la muchacha lo ignoró y procedió al matrimonio. Debido a esto, Montes de Oca escribió una
carta en su periódico episcopal en la cual condenaba el matrimonio con divorciados, aprovechando para
apuntar al general Gómez y a los varios de los integrantes de su gabinete que mantenían queridas. Y para
llevarlo a una audiencia más amplia, decidió llevar su escrito al Diario La Religión en Caracas.
De regreso, Montes de Oca fue detenido en la carretera de Los Teques y embarcado inmediatamente en un
vapor que salía hacia Trinidad.
Esta situación creo que un conflicto que el gobierno de Juan Bautista Pérez pretendió extender a todo el
Episcopado, y al ser consultado sobre la manera en que debía procederse, Gómez les preguntó a sus ministros
que con cuantas tropas contaban los curas. Los ministros le dijeron que se habían alzado con papeles, a lo cual
Gómez respondió que si es con papeles, es con papeles que tienen que derrotarlos. 5
El conflicto se resolvió en 1931, cuando Gómez se encargó nuevamente de la Presidencia. Reunido con el
Gabinete, se consideró una petición del Arzobispo de Caracas y se dispuso levantar la expulsión, como anota el
acta del Consejo de Ministros, y el mismo Presidente emitió un Decreto en el que se suspendió el destierro sin
exigir Montes de Oca retractación alguna.67
Muerte[editar]
Después de su regreso, Montes de Oca renunció a la Diócesis y se retiró en Italia con la Orden de los Cartujos.
Vivía con ellos en la Certosa o monasterio di Farneta, en Maggiano, Lucca, Toscana, y allí tuvo la mala suerte
de enfrentarse a un régimen que hizo ver al de Gómez como un juego de niños.
La segunda guerra mundial estaba llegando a su fin y los alemanes apostados en Italia estaban preocupados
por el crecimiento de actividades de resistencia. Así, el 17 de junio de 1944, el mariscal de campo nazi Albert
Kesselring, comandante supremo de las tropas en Italia, autorizó el uso de cualquier método represivo para
eliminar los movimientos partisanos en la Toscana. La responsabilidad de esta región se asignó a la 16va
división blindada de la SS bajo el mando del general Max Simon, bajo las órdenes del Mayor Walter Reder.8
En el monasterio de la Farneta se había dado refugio a muchos perseguidos políticos por diferentes razones, y
en la madrugada entre el 1 y 2 de septiembre de 1944, soldados alemanes invadieron el monasterio, y al día
siguiente evacuaron a todos los religiosos y civiles que no se habían escondido o huido.
De allí los trasfirieron en varios camiones a Nocchi, en Camaiore, donde los mantuvieron por varios días. La
mayor parte fueron fusilados en lugares y días diferentes, especialmente en los alrededores de Massa el
domingo 10 de septiembre. Entre los fusilados hubo 12 monjes, incluyendo al prelado Martino Binz, el
procurador Gabriele Maria Costa y Montes de Oca.9
El cadáver fue arrojado a una fosa común, pero en 1947 fueron reconocidos y actualmente se encuentran
enterrados bajo el presbiterio de la Catedral de Valencia. En memoria de los mártires de la comunidad
de Montemagno, existe un monumento funerario de lo que algunos llaman la Masacre de Pioppetti, 1011 pero que
a veces también incluyen como parte de la Matanza de Sant'Anna di Stazzema. 12
En Valencia existen varias calles bautizadas en honor al obispo, incluyendo la Avenida Montes de Oca y el
monumento a Monseñor Montes de Oca, colocado en la plaza homónima. En este grupo escultórico en mármol
y bronce, aparece el prelado con la mano derecha en alto sosteniendo una cruz y la mano izquierda sobre una
media columna, con dos detalles de carácter monumental a ambos lados. Fue mandado a erigir por la
valenciana Ana Cecilia Branger Párraga, es de autor desconocido y no tiene fecha. 13

Predecesores y sucesores en los cargos[editar]

Predecesor:
Sucesor:
Francisco Antonio
Gregorio Adam Dalmau
Granadillo II Obispo de Valencia
1927 - 1934

Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Cubillán Fonseca, Luis, El obispo Mártir. Notitarde.
2. ↑ Eman, Juan. Un paseo por el Recuerdo: La sagrada.
3. ↑ Herrera, Emma Rosa O. de. Mons. Salvador Montes de Oca. En Carora.
4. ↑ Quintero, José Humberto, Para la Historia, Ed. Arte, Caracas 1974.
5. ↑ Conde, Rodrigo. Las relaciones Iglesia-Estado durante la época gomecista (1908-1935). Anales de la Universidad
Metropolitana. p. 283.
6. ↑ González, Hermann, Iglesia y Estado en Venezuela. Historia de un proceso, 2ª ed. UCAB, Caracas, l997. p. 392.
7. ↑ Quintero. p. 13-169
8. ↑ The nazi-fascist slaughters in Versilla
o Archivado el 12 de agosto de 2017 en la Wayback Machine.. Portale di Sant'Anna di Stazzema
9. ↑ La Certosa di Farneta. Historia en la página de los monjes cartujos
10. ↑ Fulvetti, Gianluca. Una comunità in guerra.
11. ↑ Chronicle of Massarosa. A torchlight procession to remember the Nazi slaughter of Pioppetti.
12. ↑ The nazi-fascist slaughters in Versilia.
o Archivado el 12 de agosto de 2017 en la Wayback Machine. Portale di Sant'Anna di Stazzema.
13. ↑ Topel, Cora Páez de, El espíritu combativo de Monseñor Montes de Oca. Referencia a Diócesis de Valencia. Noticias sobre su
erección y datos para la historia de sus parroquias de Torcuato Manzo Núñez.
Salvador Montes de Oca, Obispo Mártir de Valencia de San
Simeón el estilita
Binomio Ricardo Mandry / Douglas Morales sobre Monseñor Montes de Oca

Con motivo del Centenario del Natalicio de Monseñor Salvador Montes de Oca (Carora,
1895-Cartuja de Farneta, Toscana, 1944), en 1997 se publicó “Montes de Oca. El Obispo
mártir” en una coedición de los sellos Predios y Universidad de Carabobo. Esta obra
cuenta con los ensayos biográficos del sacerdote jesuita Ricardo Mandry y el profesor
Douglas Morales, además de un “Elogio Fúnebre” del Presbítero Simón Salvatierra a
propósito de la inhumación del segundo arzobispo de Valencia en su Catedral el 16 de
abril de 1947.

VE ESTE VIDEO SOBRE EL OBISPO MONTES DE OCA

Ricardo Mandry Galíndez (Puerto Cabello, ?-Valencia, 1995) fue el autor del polémico
libro “Un pantalón más”, del cual se tomó esta aproximación amistosa y descarnada a
Montes de Oca, la cual pone en tela de juicio el doble discurso político y religioso de la
jerarquía católica dentro y fuera del enclave godo carabobeño.

El texto confesional directo, inconforme y sin concesiones al conservadurismo religioso y


seglar local, se nos presenta como un proceso de apelación reivindicador de Monseñor
Montes de Oca, víctima propiciatoria de la intolerancia vaticana, gomecista y nazi-
fascista.

Como se sabe, Pío XI fue un Papa colaboracionista con los gobiernos reaccionarios de
Europa y América, por lo que cuando se negó en un principio a escuchar al arzobispo de
Valencia en desgracia, se limitó a ejecutar su política terrenal autoritaria.

Las dos expulsiones del biografiado son parte de la confrontación entre la Iglesia y el
Estado venezolano que data desde la época independentista.
Montes de Oca
y su padre
Por su parte, Douglas Morales (Valencia, 1949) arremete contra la valencianidad
haciendo gala de un discurso menos desencantado que el de Mandry, ello en el marco del
subyacente categorial marxista heterodoxo, al punto de equiparar el martirologio de
Montes de Oca con el de León Trotsky en México pocos años antes.

Tanto el título como los subtítulos de su ensayo, delatan la personalidad díscola del
biógrafo materialista y el agitador político rebelde.

El caso del obispo mártir, más allá de la depresión y luego la elevación del ego militante y
misionero, supone una consideración crítica e irreverente de la conciencia histórica
disfuncional de la ciudadanía valenciana, con sus miedos ancestrales, devaneos
arrogantes y complejos atinentes a su frustrada aspiración a consolidar una condición
posible de capital de la República petrolera decadente.

Post-scriptum: No podemos obviar la más reciente novela de José Napoleón


Oropeza: El cielo invertido  (coedición entre bid & co. editor y la UCAB, 2016), la cual no
hemos podido leer aún. Se trata de una pesquisa biográfica-ficcional sobre el Obispo
Montes de Oca, la cual sobrepasa las 400 páginas. Como se ve, pese a la alucinógena
indiferencia conservadora de Valencia, algunos de nuestros escritores conversan con este
mártir de la cristiandad ligado a nos. Para más información, aquí les va el link de este
texto crítico que sobre esta novela nos ofrece Ricardo Bello:

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