Fainblum Alicia - Interaccion Humana

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Interacción humana

El estudio de la interacción humana

Lic. Alicia Fainblum

Introducción

En este capítulo se incluyen temas relativos a la Psicología Social.


Al ser su unidad de análisis la interacción humana se estudian
fenómenos concomitantes a la misma desde una perspectiva acerca
de la naturaleza social y cultural del hombre, concibiendo el proceso
de hominización como inherente al intercambio intersubjetivo.
Los temas se abordan desde diversos marcos teóricos,
privilegiando algunos lo descriptivo /fenoménico y otros referidos a
la dinámica inconsciente de los grupos. El punto de partida es una de
las definiciones brindadas por Pichón Rivière acerca de la Psicología
Social como: “la ciencia que estudia los vínculos interpersonales y
otras formas de interacción” y a partir de la misma se desarrollan los
diferentes “ámbitos”, conceptualizados por este autor, en los que se
despliega la interacción humana: 1) sociodinámico (individuo); 2)
psicosocial (grupo) y 3) institucional y comunitario.
Se citan los aportes de Leonardo Schvarstein, institucionalista
argentino, que retoma los desarrollos antes aludidos reformulándolos
al postular que entre ellos no solo se da una relación de inclusión
sino fundamentalmente de recíproca determinación, diferenciando
asimismo los conceptos de institución y organización.
A partir de esta presentación acerca de la amplitud y dinámica
en la que se pone en juego la unidad de análisis de la Psicología
Social se plantea que la mirada se centrará en el estudio del ámbito
grupal, desarrollándose a continuación diversas definiciones de
grupo bajo el planteo que ello responde a las diferentes perspectivas
epistemológicas de los autores. El capítulo continúa con la
clasificación de los mismos en: muchedumbre, agrupamiento,
banda, grupo primario y grupo secundario. Asimismo se refiere para
su categorización a diferentes ejes: afectivo, instrumental, numérico
y de identidad. Se prosigue con el desarrollo de diferentes fenómenos
de la dinámica grupal, conceptualizándose en principio status y rol,
centrándose en su diferenciación y respectiva clasificación. Se hace
referencia a los roles funcionales investigados por Benne-Sheats.
A continuación se abre una línea de desarrollo acerca de un rol
particular cuál es el de liderazgo y se lo hace desde una mirada que
lo conceptualiza en tanto “responsabilidad compartida”. Prosigue
con la clasificación del mismo en formal y espontáneo y con la
investigación de Lewin, Lippit y White sobre estilos de liderazgos
(democrático, autoritario y laizzes-faire) y la atmósfera en los grupos.
En relación a este concepto se continúa con la diferenciación entre
poder y autoridad. Avanzando en la dirección del vector central que
atraviesa el capítulo, la interacción humana, se aborda el fenómeno
de la comunicación tanto expresiva como lingüística, diferenciando
la Teoría de la comunicación desarrollada por Shannon del enfoque
psicosocial. En esta dirección se aclaran los motivos por los cuales

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éste último modelo es el que presenta mayor pertinencia para explicar
la comunicación a nivel humano y es en este apartado que se refiere
a los fenómenos de filtro y halo. Dado los avances actuales de la
tecnología se abre un espacio de reflexión acerca de su impacto en
la comunicación. A fin de dar cuenta del aporte y desarrollo de esta
disciplina en el país es que se abordan los conceptos fundamentales
correspondientes a la Teoría de los Grupos Operativos desarrollada
por el psicoanalista argentino Enrique Pichón Rivière. Por último
relacionado con el fenómeno de la influencia grupal se presenta el
concepto de representación social desarrollado fundamentalmente
por Denise Jodelet relacionándolo con la comunicación y actitud.
Retomando el concepto de interacción entre los seres humanos
como unidad de análisis de la Psicología Social, afirmamos que
es impensable la existencia de un ser humano fuera del contexto
socio-cultural, por lo tanto es lícito afirmar que toda psicología es
psicología social. En su texto Psicología de las Masas y Análisis del Yo,
Freud afirma:

“La oposición entre psicología individual y psicología social...,


que a primera vista quizá no parezca muy sustancial, pierde
una parte de su nitidez si se la considera más a fondo. Es
verdad que la psicología individual se ciñe al ser humano
individual y estudia los caminos por los cuales busca alcanzar
la satisfacción de sus mociones pulsionales. Pero solo rara vez
bajo determinadas condiciones de excepción, puede prescindir
de los vínculos de este individuo con otros. En la vida
anímica del individuo, el otro cuenta con total regularidad
como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo,
y por eso desde el comienzo mismo la psicología individual
es simultáneamente psicología social en este sentido más lato
pero enteramente legítimo...” (Freud, 1921:67)

En el párrafo citado Freud afirma entonces que la psicología


individual es simultáneamente psicología social en tanto el “otro”

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siempre cuenta, como modelo, objeto, auxiliar o enemigo. El proceso
de incorporación al medio cultural, la socialización, se da desde el
momento del nacimiento. La indefensión original con la que nace
el hombre requiere de la asistencia de un “otro”. Un “otro” que a la
par que le brinda aquello que responde a sus necesidades básicas para
sobrevivir, establece una “interacción” con él. Interacción establecida
con este otro que en tanto representante de una cultura, de un
mundo de significaciones, posibilita el proceso de hominización,
de despliegue de las potencialidades en tanto sujeto humano .El
desarrollo de todo individuo se da en el seno de los grupos, en el
cual va incluyéndose sucesivamente. El primero, básico, más arcaico
y primario es la familia.
La Psicología Social, entonces, estudia el fenómeno de
interacción entre los seres humanos y lo hace tanto a un nivel
macrosocial como microsocial. En el primer caso abordará
fenómenos tales como la influencia de la cultura en la subjetividad,
los medios de comunicación de masas, el origen y la circulación
social de los prejuicios y representaciones sociales. En relación al
enfoque microsocial se trata del estudio de los fenómenos grupales.
En tanto se centra en el estudio de la interacción y sus efectos, ello
lo lleva a cabo indagando a la misma en las diferentes amplitudes en
la que se da. Para ello es que tomaremos el concepto elaborado por
Pichón Rivière referido a los ámbitos. Conceptualiza tres ámbitos: 1)
psicosocial (individual), 2) sociodinámico (grupo) y 3) institucional y
comunitario. Al ámbito referido al individuo lo denomina psicosocial
dado la concepción social que tiene del sujeto. Va a pensar su mundo
interno como una red vincular o grupo interno en tanto constituido
por la internalización de los mismos. Considera al ser humano como
un ser de necesidad y en tanto tal las satisface socialmente mediante
el establecimiento de vínculos, de relaciones e interacciones que a su
vez lo determinarán. En este sentido habla de un sujeto relacionado
y producido en la praxis. Desde esta perspectiva social/cultural no
solo se lo piensa como un sujeto producido sino también (como
se desarrollará en el apartado “Teoría de los grupos operativos”
de Enrique Pichón Rivière) productor pues al interaccionar en la
operatividad de un grupo al darse un aprendizaje, el autor lo concibe
a éste no solo como la modificación de su mundo interno sino a

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su vez como la adaptación activa y modificadora de la realidad, de
tal modo que en este caso se trataría de un sujeto productor. En
relación a lo anteriormente afirmado citaremos la caracterización de
la Psicología Social que lleva a cabo Pichón Rivière (1975): “Es la
ciencia que estudia los vínculos interpersonales y otras formas de
interacción” o también “…disciplina que aborda la relación entre
estructura social y configuración del mundo interno del sujeto y
su indagación se centra en la interacción” Retomando el tema de
la interacción y de la amplitud con la que es posible abordarlas o
sea el tema de los ámbitos fenoménicos formulado por el autor
arriba mencionado, los plantea en términos de un orden inclusivo
entre ellos. Es decir, el individuo está incluido en grupos, los
grupos forman parte de las instituciones y éstas de lo comunitario.
Resulta interesante el planteo de Schvarstein, en Psicología Social
de las Organizaciones (1995) donde desarrolla que no solo se da
una relación de inclusión sino fundamentalmente una relación de
mutuas determinaciones recíprocas. Ello ya lo identificamos con el
concepto de sujeto producido y productor. De qué manera no solo
el mismo es determinado por los vínculos que establece en el ámbito
sociodinámico (grupal) sino que al modificarse en una interacción
dialéctica llevada a cabo entre los sujetos, puede generar el mismo
cambios en ese ámbito. A su vez, Schvarstein especifica el concepto
de organización diferenciándolo del de institución, haciendo ruptura
con la concepción cotidiana que los equipara. La institución refiere
a todas las normas, ideas, creencias, significados establecidos en la
estructura cultural. Por ejemplo qué está establecido respecto a la
femineidad, el trabajo, la educación, la vejez, la infancia o el tiempo
libre. La organización serían los establecimientos: universidad,
fábrica, escuela, club, hospital. Serían la materialización de las
instituciones, el espacio donde se concretan las mismas que al ser
atravesada por ellas determinan las formas de interacción y cómo
se llevarían a cabo los roles acorde a lo instituido o establecido de
las costumbres e ideología. Pero si bien las determinan esto es en
parte, pues desde las organizaciones es posible que surjan modos
nuevos o sea un movimiento instituyente que lleva al cambio y que
con el tiempo al establecerse o lo que es igual, se instituye. Cómo
se iría dando la fuerza instituyente? Si tenemos en cuenta que las

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organizaciones incluyen a los grupos, siendo la primera del orden del
ser y los grupos del orden del hacer apreciamos que al ser atravesadas
por las instituciones éstas regulan a través de las organizaciones los
modos de funcionamiento o de hacer de los mencionados grupos
como asimismo ejercen su influencia en los sujetos. Por lo tanto los
fenómenos grupales no son solo producto de las características propias
o dinámica interna de los mismos. Aquellos que están al servicio de
lo normativo serían meros reproductores del orden establecido y se
denominan grupo objeto. En cambio aquellos en los que se genera
como producto de sus interrelaciones algo de lo creativo y nuevo o
sea algo de lo instituyente son denominados grupo sujeto.
Habiendo aclarado que la Psicología Social se aboca al estudio
de la interacción dándose ésta en diferentes ámbitos fenoménicos,
aclaramos que nos centraremos en el estudio de los de grupos.

¿Qué es un grupo?

Al preguntarnos qué es un grupo, la respuesta va a depender de


la perspectiva del autor que lo defina. Nos referimos al concepto
grupo en tanto conceptualizado desde un marco teórico científico.
Por ello se trata del objeto teórico grupo, del objeto construido, es
decir, conceptualizado, que no se confunde con el objeto empírico.
Permite recortar cuándo a un conjunto de personas se la considera
grupo. Anzieu y Martín en su libro La dinámica de los grupos pequeños
considera como grupo a un conjunto de personas reunidas, es decir,
que comparten tiempo y espacio. Por ello incluye como una de las
cinco categorías de grupo a la muchedumbre. La misma está integrada
por un gran número de personas sin haber convenido previamente
reunirse. Ejemplos de muchedumbre lo constituirían personas en una
playa tomando sol, viajeros en un aeropuerto esperando la partida de
un avión, personas religiosas en una peregrinación. Evidentemente
en estos casos los contactos sociales son inexistentes o mínimos, las
motivaciones son comunes pero no están puestas “en” común. Los
fenómenos psicológicos sociales que se pueden generar son ínfimos
o nulos. Por lo mencionado no considera como grupo a la masa:
quienes siguen una moda, los oyentes de una radio, los lectores de
un periódico, los admiradores de un músico. No la considera grupo

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ya que sería prácticamente imposible reunir a todas las personas en
un tiempo y espacio determinado; que es lo que Anzieu y Martín
consideran como requisito para caracterizar al grupo.
Agregamos las otras cuatro categorías de grupo que ese autor
incluye en su clasificación: 1) Agrupamiento: conjunto de personas
que se reúnen con relativa frecuencia y con intervalos entre dichas
reuniones. Fuera del objetivo de su interés los integrantes no tienen
contactos. Lo constituiría un club, una parroquia, un gremio, un
partido político, 2) Banda: El eje que caracteriza a este grupo es la
similitud, ya que sus integrantes buscan la semejanza. La actividad
que pueden llegar a realizar no es lo central ya que el objetivo
es reunirse por ser semejantes. En la adolescencia es común la
formación de estos grupos. Cuando la banda persiste en el tiempo
suelen generarse fenómenos grupales como la lealtad, solidaridad,
diferenciación de roles, entre otros, que permiten ir identificando su
transformación en grupo primario, 3) Grupo primario: Son aquellos
en los que se da una relación íntima, cara a cara, es decir directa entre
los miembros. Los lazos que se establecen son personales, cargados
de emoción. El objetivo lo constituye el grupo mismo. Si bien y de
hecho desarrollan una actividad, la misma no es el objetivo de la
existencia del grupo, sino un medio para estar juntos. Se trata de un
“nosotros” que implica simpatía e identificaciones mutuas. Se generan
intensos sentimientos de solidaridad, constitución de normas y
códigos propios del grupo. En general son pequeños. El prototipo de
grupos primarios es la familia, también el grupo de amigos, 4) Grupo
secundario: A diferencia de los grupos primarios, las relaciones entre
sus integrantes son frías, impersonales, contractuales y racionales.
Fundamentalmente son formales y están regidas por instituciones:
políticas, jurídicas, económicas. Son un medio, un instrumento a
los fines de cumplir un objetivo. Se privilegian las comunicaciones
escritas a los intercambios verbales. Ejemplos de grupos secundario
sería aquel que funciona en un sector de una empresa, de un taller o
el grupo de docentes de una cátedra perteneciente a una universidad.
Cabe mencionar que la familia participa de ambas clasificaciones
ya que si bien es el grupo primario por excelencia donde los sujetos
adquieren su primera experiencia social, a su vez es secundario en
tanto está regulada por normas externas, instituciones jurídicas–

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sociales como el “Derecho de Familia” que establece obligaciones y
derechos para sus integrantes. Un grupo secundario puede devenir
primario. Sería el ejemplo de compañeros de trabajo que forman un
grupo de amigos que se encuentran y desarrollan actividades fuera
del ámbito laboral y lo hacen por el deseo de estar juntos.
A diferencia de Anzieu y Martín, Olmsted en su libro El pequeño
grupo considera que la simple reunión de personas no conforman
un grupo. En tal caso solo un conjunto de individualidades. Una
serialidad o aglomeración como sostiene el filósofo Sartre en Crítica
de la razón dialéctica al reflexionar acerca del grupo. Para que un
conjunto de personas se constituya en grupo será necesario que se
supere el hecho de ser una simple yuxtaposición de individuos o
unidades en serie; con existencia anónima entre sí. Que el objetivo
común, individual, se transforme en un objetivo en común y de tal
modo la interdependencia será necesaria para el logro del mismo
y así los individuos interaccionarán entre sí. Asimismo cada sujeto
tendrá conciencia de la existencia e importancia de los otros. Se
inician estos nuevos fenómenos que definen a un conjunto de
personas como grupo como asimismo la pertenencia y solidaridad.
Un ejemplo lo constituirían los pasajeros de un colectivo. Este
conjunto de personas según Olmsted no constituirían un grupo. Si
por ejemplo ocurre un accidente, y los miembros empiezan a socorrer
a los pasajeros que más se han dañado; entre ellos hay un médico que
organiza los primeros auxilios, brindando atención e indicaciones
a quienes colaboran con él. Entre otros intentan con sus celulares
avisar a la ambulancia y a la policía, asimismo van desarrollando
conjuntamente otras acciones. Se ha constituido un grupo. En este
caso se van identificando el surgimiento de factores que hacen el
fenómeno grupal, la transformación o pasaje de un conjunto de
individualidades a la conformación de un grupo.

Olmsted brinda la siguiente definición de grupo24: “pluralidad


de individuos que se hallan en contacto los unos con los otros,
que tienen en cuenta la existencia de uno y otros, y que
tiene conciencia de cierto elemento común de importancia.

24  Olmsted, M.S. “El pequeño grupo”, Paidós, México, 1984, pág. 7.

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Una característica esencial del grupo es que sus miembros
poseen algo en común y que creen que ese algo establece
una diferencia.” Agregamos que esa “diferencia” alude al
exogrupo, a aquellos que no pertenecen al mismo. Dado
que el grupo desde un estudio científico es un objeto teórico
construido, es decir, conceptualizado, dicha conceptualización
va a depender de la perspectiva del autor. A continuación
agregamos algunas de ellas, en las que el eje que lo define
difiere de una definición a otra. Lewin subraya los criterios
de “totalidad” e “interdependencia”: ...“La similitud entre
personas solo permite clasificarlas, reunirlas bajo el mismo
concepto abstracto, mientras que pertenecer al mismo grupo
social implica la existencia de interrelaciones concretas y
dinámicas entre las personas. Un esposo, la mujer y el niño
son menos parecidos entre sí, a pesar de constituir un fuerte
grupo...que lo que es el niño respecto a otros niños, o el esposo
a otros hombres o la mujer a otras mujeres... No es la similitud
o disimilitud lo que decide si dos individuos pertenecen al
mismo o a diferentes grupos; lo decide la interacción social u
otros tipos de interdependencia. Se define mejor un grupo como
un todo dinámico basado más bien en la interdependencia
que en la similitud (Cartwrigth, 1981:60)”.

Para Homans el criterio para determinar la existencia de un


grupo es la interacción, es decir que la conducta de una persona
afecte directamente la de otra. Patrón este que permite identificarse
a cada una de ellas como miembros de la misma organización
social. Newcomb considera que las normas compartidas y los
papeles entrelazados “...presuponen una relación de interacción
y comunicación más que transitoria”25. Según Freud se constituye
un grupo psicológico si dos o más personas han tomado el mismo
objeto-modelo (líder) o los mismos ideales y en consecuencia se

25  Op. Cit. Pág. 61

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han identificado entre sí. Deutsch analiza las interrelaciones que
presentan un signo cooperativo y la diferencia de las competitivas.
Entre las primeras dice que se genera interdependencias de tipo
“promovedora” en la cual el avance de una de ellas hacia la meta a
alcanzar facilita que la otra alcance la suya y denomina “constrictivas”
a las que caracterizan a las relaciones competitivas y en las que el
progreso de una de las personas en relación a su meta limita a la otra
a alcanzar la suya. De tal manera que este autor brinda las siguientes
definiciones: “Un grupo sociológico existe (tiene unidad) hasta donde
los individuos que lo componen persigan metas promovedoramente
interdependientes. Un grupo psicológico existe (tiene unidad) hasta
donde los individuos que lo componen se perciban a sí mismos como
buscadores de metas promovedoramente interdependientes26”
Las definiciones citadas y otras que son posibles identificar en
la bibliografía sobre el tema, consideran diferentes atributos para
considerar a un conjunto de personas como un grupo. En consecuencia,
en un grupo será posible identificar alguno/s de dichos aspectos, que
se mencionan a continuación: a) Interdependencia; b) interacciones;
c) objetivos en común; d) normas compartidas; e) los individuos
se identifican como miembros del grupo; f ) son reconocidos por
otros como integrantes del grupo; g) se identifican entre sí habiendo
buscado los mismos ideales; h) desarrollan roles diferenciados; i)
persiguen metas promovedoramente interdependientes. Agregamos
que la disciplina que estudia los grupos pequeños es la Dinámica
de Grupos. Este término fue introducido por Kurt Lewin. La
“dinámica de grupos” estudia la naturaleza de los mismos, menos
le interesa los aspectos estáticos: su descripción o clasificación, que
sus movimientos, las leyes que regulan su funcionamiento como
asimismo las interrelaciones entre los individuos, con otros grupos y
organizaciones.

Diferentes categorizaciones del fenómeno grupal

Es posible clasificar los grupos según diferentes ejes que los caracterizan.
1) El eje afectivo e instrumental. El sociólogo norteamericano C.H.

26  Op. cit. Pág. 62

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Cooley es el que ha clasificado los grupos en primario y secundario.
a) Grupo Primario: son aquellos cuyo eje que los identifica es el
afectivo y que ya se los ha caracterizado. El eje afectivo es el que lo
caracteriza en el sentido de que las relaciones no son por factores
formales, pero no significa que solo circulen relaciones de amor
entre sus integrantes. De hecho la ambivalencia es constitutiva de
todas las relaciones del ser humano; variando la intensidad de dicha
ambivalencia en diferentes vínculos que se generan. En el caso de los
grupos primarios al afirmar que es el eje afectivo el que lo caracteriza,
significa que es la causa por la cual se organizan y las relaciones
afectivas que se establecen pueden llegar a ser intensas tanto respecto
a vínculos de simpatía como de antipatía. Son primarios en un
doble sentido: “aportan al individuo la experiencia más primitiva y
completa de unidad social, también lo son porque no cambian en
el mismo grado en que lo hacen las relaciones más elaboradas, sino
que forman una fuente relativamente permanente de la que deriva
siempre el resto...”27 ; b) Grupo Secundario: El eje que los caracteriza
es el instrumental. Son instrumento para el logro de algún objetivo;
2) El eje numérico: a) El grupo pequeño: remite solo al número de sus
integrantes, considerándose al mismo entre 4 a 20 miembros. En
alguna bibliografía se lo presenta como equivalente a grupo primario,
pero no se trata del mismo tipo de grupo. Sucede que la mayoría
de los grupos primarios son pequeños pero no todos los grupos
pequeños son primarios ya que también existen grupos secundarios
pequeños. Ocurre que el grupo pequeño debido a su tamaño facilita
las comunicaciones directas y este hecho favorece la posibilidad de
formación de grupos primarios. En relación al eje numérico en el
otro extremo del grupo pequeño se identifica la muchedumbre.
3) El eje de la identidad: a) Grupo de pertenencia: es aquel que el
individuo forma parte, es integrante, de tal modo que desarrolla un
sentimiento de pertenencia. La pertenencia grupal, está dada por la
mayor asiduidad en la interacción, pues la misma genera fenómenos
que posibilitan que aquellos que participan en dichos intercambios
se diferencien de aquellos que no son parte de esa interacción (el
exogrupo). En los grupos de pertenencia existen normas compartidas

27  Anziew Op.Cit. pág. 24

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que ejercen influencia en cada uno de sus integrantes. Otro requisito
necesario es que los miembros del grupo sean reconocidos por los
otros como integrante. b) Grupo de referencia: Merton remite a los
mismos sosteniendo:

“...los individuos se orientan con frecuencia hacia grupos


que no son el suyo, para dar forma a su conducta y sus
valoraciones, y son los problemas centrados en torno de este
hecho de orientación hacia grupos a los que no se pertenece los
que constituyen el interés distintivo de la teoría del grupo de
referencia” (Op. Cit. Pág.62).

Tanto los grupos de pertenencia como los de referencia modelan


la conducta del individuo ejerciendo influencia en él. Entonces,
respecto a los grupos hay una relación de membresía y una relación de
referencia. Toda persona es miembro de diferentes grupos. Ello puede
en algunos casos constituirse en motivo de conflicto. La situación
estaría dada por la pertenencia a grupos que sostienen normas y
valores antagónicos. Por ejemplo alguien que participa en un grupo
que trabaja voluntariamente en actividades de recreación con niños
abandonados donde los valores de solidaridad y consideración del
prójimo son preponderantes y a su vez trabaja en una empresa donde
se cultiva la competencia y la desconsideración hacia la ayuda mutua.
En general existe una tendencia a evitar membrecías incompatibles.
Respecto a los grupos de referencia estos pueden ser positivos o
grupos de referencia negativos. Respecto a los primeros son los que las
personas orientan su conducta, incorporan sus normas y constituyen
una base para la autovaloración. Los segundos son aquellos que
se rechazan, a los cuales no se desearía pertenecer. También estos
ejercen una influencia en al conducta de la persona en el sentido de
la formación de contranormas. Es conocido el hecho del uso que
se suele hacer en publicidad en relación a los grupos de referencia
positivos con los que se asocia el producto que se publicita.

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Status y Rol. Sus relaciones

Constituyen dos conceptos que suelen confundirse. Status: sería la


posición que una persona ocupa en un sistema social. Padre, juez,
empleado, estudiante, hijo, artista, serían ejemplos de diferentes
status. Rol: sería “un modelo organizado de conductas, relativo a una
determinada posición del individuo en un conjunto interaccional28”
Serían las conductas correspondientes a determinado status.

El Status desde una perspectiva macrosocial

Una persona ocupa diferentes status en relación a diferentes sistemas


sociales en los que interactúa. Un adolescente será hijo, estudiante,
deportista, novio, empleado, amigo, vecino. Estas diferentes
posiciones al considerarlas relacionadas forman a la manera de
un mapa multidimensional un “sistema de status”. Este sistema
posibilita identificar de qué manera están interconectados los
diferentes status que ocupa. El uso social vulgar o cotidiano de este
término hace alusión a la posición en el sistema socioeconómico,
siendo éste solo uno de los tantos sistemas en los que se interactúa.
Al remitir al hecho de la interacción, hacemos alusión al aspecto
relacional que caracteriza a la posición de una persona dado que
se define en relación al status de otras personas. La posición de
maestro se define en relación a la de alumno; la de tío a sobrino;
la de médico a paciente. El status se clasifica en: a) Status adscripto:
sería aquella posición que asigna una sociedad en función de lo que
una persona es (edad, sexo, color de la piel, religión, nacionalidad).
b) Status adquirido: el que está asignado por lo que la persona puede
hacer. En la realidad se entrecruzan ambos aspectos, ya que un status
adquirido está determinado por lo que la persona en cuestión está
capacitada para hacer pero suelen jugar también en su determinación
lo que la persona es. Todavía en nuestra sociedad, si bien cada vez
menos, determinados cargos jerárquicos en empresas o a nivel de
gobierno están un tanto limitados para la condición femenina. El

28  Rocheblave-Spenlé (1962) La noción de rol en psicología social. París. Presses Universitaires
de France.

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concepto “conjunto de status” alude a todos lo status ocupados por
una persona, haciendo caso omiso a su interrelación. Las posiciones
pueden corresponder a distintos rangos. Esta es una diferenciación
vertical y aludiría a los diferentes niveles jerárquicos de las posiciones
en una organización. En una universidad se daría entre el rector y el
decano o entre este último y un profesor titular de cátedra. Pueden
darse diferencias que no serían de rango y en tal caso se trataría de
status (en una relación) horizontal. Por ejemplo en una institución de
salud sería entre el psicopedagogo, el trabajador social, el psicólogo,
el médico y el psicomotricista.

Acerca del Rol desde una perspectiva macrosocial

Hemos mencionado que el rol serían los comportamientos que el


ocupante de una posición desarrollaría en relación a otro status
con el que se encuentra relacionado. Dichas conductas están
determinadas por expectativas o normas sociales. Entonces el rol
sería: qué se debe hacer según la posición que se ocupa. El hecho de
que en una sociedad exista un sistema de normas que determinan
expectativas de conductas, posibilita a los sujetos sociales limitar la
incertidumbre y la tensión consecuente que se manifestaría en caso
de tener que enfrentar constantemente situaciones imprevisibles.
Al estar las situaciones sociales encuadradas a partir de un marco
de referencia cultural; marco dado por las costumbres, significados
y reglas compartidas, los individuos que interactúan cuentan con
pautas que regulan las expectativas mutuas. Determinadas conductas
normatizadas, los rituales sociales, posibilitan la interacción sin
necesidad de definir cada elemento que interviene. Asimismo
garantizan que los comportamientos de los sujetos tengan una
significación social. Si uno necesita ascender a un taxi, con extender
un brazo al verlo se entiende la intención. Frente al chofer basta con
decir la dirección del destino sin necesidad de explicitar el pedido
con detalles, ni aclarar que al llegar se le abonará lo que el reloj
señale. Ante la pregunta qué desea?, la respuesta será diferente si se
la formula en el contexto de la relación vendedor-cliente, que si lo es
en el ámbito del consultorio de un psicoanalista. En el primer caso al
escucharla no se responderá acerca de la amplia gama de deseos que

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suelen estar presentes en la vida de una persona, sino que será acotada,
se responderá en relación a la mercadería que se desea adquirir en
dicho comercio. Ciertos gestos, movimientos corporales, palabras,
expresiones verbales, al estar pautadas, convenidas socialmente,
adquieren un significado social según la posición o status de quien
la manifiesta. Por lo tanto, las normas de una sociedad brindan
pautas para las expectativas mutuas de aquellos que interaccionan
en una situación cotidiana desde una posición o status determinado.
Interaccionando entonces en determinada situación que se encuentra
definida; actuando en consecuencia los participantes el rol que tienen
asignado y que los otros esperan que actúe. Las expectativas pautadas
de conductas posibilitan anticipar determinadas situaciones al saber
qué se puede esperar del otro.
Respecto a la etimología de la palabra rol, alude al teatro,
significa papel. En Grecia como en Roma aludía a las distintas partes
de los diálogos teatrales escritos en “rollos” que los apuntadores leían
a los actores. A partir de los siglos XVI y XVII, con el surgimiento
del teatro moderno, el término “rol” designa a cada uno de los
personajes de la obra teatral. Por ello “rol” sería el papel que un
sujeto desempeña a partir de un libreto en gran parte impuesto
por la definición social del rol. Decimos en gran parte, pues si
bien existen acuerdos sociales que lo determinan, cada persona lo
desempeñará imprimiéndole la marca de su singularidad. Si bien
en la sociedad existen expectativas de conducta o definición de rol
respecto a una madre: qué se espera de ella, cómo debe conducirse,
qué conductas serán necesarias que desarrolle, cada madre va a poner
en juego su rol según una ecuación personal. Será permisiva, severa,
tierna, poco afectiva, sobreprotectora y otras tantas variaciones que
las características individuales imprimirán. Se dará en la puesta
en juego del rol una variación personal. Variación que es tolerada
dentro de cierto margen. Cuando el sujeto transpone cierto límite,
al hacer ruptura con las normas vigentes, su conducta es socialmente
sancionada e identificada como “conducta desviada”. El medio por el
cual un sistema social garantiza el desempeño de sus roles es a través de
las sanciones. Se otorgan sanciones positivas (recompensas) a quienes
lo desempeñan con adecuación y sanciones negativas (castigos) a
quienes no lo hacen. Hemos afirmado que cada posición en una

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cultura está relacionada con un conjunto de normas o expectativas
respecto a los comportamientos que el ocupante de esa posición
debe desarrollar en relación al ocupante de otra posición con el cual
interacciona y recíprocamente. En consecuencia identificamos a éste
como “rol prescripto”. El “rol subjetivo” sería las expectativas del
ocupante de determinada posición, o más precisamente, cómo dicho
individuo percibiría el rol. Ello influye en su desempeño. Se agrega
el “rol desempeñado” que se trataría del comportamiento manifiesto
que efectiviza el ocupante de una posición al interactuar con el
de otra posición. En un sistema social coherente se identifica un
amplio nivel de adecuación entre los tres tipos de roles. Puede darse
un “conflicto de roles” cuando respecto a las diferentes posiciones
que ocupa una persona existen requerimientos incompatibles de
rol o difícilmente compatibles. Por ejemplo, podría ser el caso del
de madre, profesional y mujer, al demandar dedicación, tiempo y
energía no suficientes para desarrollar adecuadamente cada rol. Otro
ejemplo podría ser aquel en el que se juegan, según las posiciones que
se ocupan valores incompatibles entre sí. Sería el caso de un médico
que adhiere a una religión cuyos principios están en oposición a
lo que determinan los principios científicos que guían su accionar
como profesional.

El Rol y el pequeño grupo

En la dinámica de todo grupo van surgiendo una serie de funciones,


comportamientos, tareas que se realizan y que son necesarias para el
logro del objetivo como asimismo el mantenimiento del grupo. Nos
referimos a los “roles” que emergen en un grupo y que surgen como
consecuencia del interjuego entre la adjudicación y la asunción .No
basta con que los miembros de un grupo esperen o a veces exijan
determinados comportamientos de un sujeto para que surja un rol.
Para lograrlo es imprescindible que a la expectativa de los otros la
persona en cuestión asuma y efectivice el comportamiento que hace
al referido rol. De lo que se trata al referir a los roles grupales, es a la
división del trabajo necesaria en todo grupo.

186 Lic. Alicia Fainblum


Liderazgo: ¿El “don” de carisma?

Cuando se aborda la temática acerca del líder suele circular una


representación en la que se asocia dicha función con la imagen de
una persona con características únicas y casi excepcionales: con
capacidades atípicas tanto en relación a situaciones de organización
como de ejecución; poderosa en múltiples sentidos; con inteligencia
inigualable; autonomía única; caracteres de personalidad que
conducen a una potencia particular en todo aquello que encara o
resuelve y una influencia especial sobre los miembros del grupo. Se
le suele atribuir la responsabilidad de todo el suceder grupal. Esta
postura, implica a su vez una perspectiva que plantea la “fusión”
en el liderazgo de una variedad de roles requeridos en el grupo; de
tal manera que el líder sería aquel que realiza la mayor cantidad
de funciones requeridas. Se trata, la mencionada, de una visión
“romántica” acerca del liderazgo. La caracterización del líder como
alguien “omnipotente”, estaría manifestando la reactualización de
una situación infantil de indefensión, de dependencia respecto de
una figura omnipoderosa, capaz de proveer todo lo necesario para
sobrevivir: “el padre de la infancia”. Figura a la que se atribuyen
caracteres que a posteriori se identifican como manifestación de
aquel don concedido en abundancia por la “naturaleza” o por obra
de “Dios”: el “carisma”. Nosotros agregamos, concesión realizada
por aquellos que desde una posición regresiva necesitan encontrarlo.
Atracción e influencia atípica sobre otras personas, (aquellas
que necesitan de su presencia). Capacidad ilimitada, autonomía
y autosuficiencia absoluta; todo tipo de habilidades especiales
asignadas. Este enfoque, centrado en las “cualidades personales” del
líder ha sido el que se desarrolló en determinado período dentro del
estudio de los fenómenos grupales; centrándose las investigaciones
en la identificación de los “rasgos” (de personalidad) centrales
del liderazgo. El resultado de las mismas condujo a un progresivo
cambio de enfoque; centrándose a posteriori en la “situación” (del
grupo) dado que no se descubrieron características de personalidad
diferentes a las de los individuos o seguidores. El “don del carisma”
no pudo ser identificado científicamente y su residuo toma forma en
el imaginario social como pura ilusión. Entendemos el liderazgo en

Interacción humana 187


términos de “función grupal”, desde un enfoque “situacional”, sin dejar
de lado la consideración de las “características personales”; eliminando
el enfoque unipersonal y enfocándolo en términos de “responsabilidad
grupal compartida”. Según el momento grupal (la situación) requerirá
la intervención de una conducta (rol de liderazgo), que se desarrollará
“en función” de la misma y reclamará de habilidades y capacidades
acordes, que según la situación serán distintas y por lo tanto diferentes
los integrantes que asumirán dicho rol, en razón de sus características
personales. Helen Jennings (científico del campo de la sociometría)
sostiene que: “el liderazgo nos impresiona como un proceso en el cual
ningún individuo tiene un rol destacado, sino como una que muchos
miembros comparten”. El liderazgo como “función grupal” se despliega
en dos líneas de sentidos que lejos de contraponerse se complementan.
Tal como ha sido desarrollado, el mismo surge en “función de la
situación grupal” y por ello es funcional respecto al progreso grupal en
su aspecto instrumental y/o socio-emocional. Asimismo es una “función
grupal” en tanto entendido como “responsabilidad compartida” al ser
asumido según los requerimientos situacionales alternativamente por
distinto integrantes. Dado lo enunciado, el liderazgo es enfocado como
un fenómeno que hace a la diferenciación de roles y su pertinencia.
La precedente afirmación nos conduce a la conceptualización acerca
de “rol”: siendo la conducta o función que ejecuta un individuo. De
tal modo que aquel que capta la necesidad del grupo en una situación
particular y lleva a cabo una conducta (rol) mediante la cual apunta
a resolverla, está asumiendo la función de liderazgo. En consecuencia
afirmamos que dicha función hace a un fenómeno concomitante a la
diferenciación de roles y su pertinencia; alternando esta función entre
los miembros del grupo y no constituyendo el patrimonio exclusivo
de la responsabilidad de una persona en particular por su “excepcional
capacidad” o “por su carisma”.

Roles funcionales. El adiestramiento de los miembros


de un grupo .

La posición arriba explicitada se articula con los desarrollos de


dos autores de EE.UU.: R. Benne y P. Sheats (1948). Plantean la
desatención identificada en relación a los roles de los miembros en

188 Lic. Alicia Fainblum


los procesos de adiestramiento para mejorar el funcionamiento del
grupo. Identifican críticamente el hecho que tradicionalmente se ha
puesto énfasis en la capacitación del líder, haciéndolo responsable
de la calidad y cantidad de la producción del grupo. Formulan el
liderazgo como “responsabilidad grupal”. Por ello proponen el
adiestramiento de los miembros del grupo. Postulan la importancia
de la heterogeneidad y flexibilidad en el desempeño de roles y su
relación con los grupos de entrenamiento. Clasifican los roles según
se desarrollen en “función” a diversos aspectos:1) Centrados en la
tarea: los que surgen favoreciendo la actividad grupal relacionada
con los objetivos. Su propósito es facilitar y coordinar los esfuerzos
del grupo en relación con la selección y definición de un problema
común y con su solución. 2) De mantenimiento del grupo: aquellos
que favorecen o mantienen la cohesión o unión de los miembros del
grupo. Su objetivo es alterar o mantener la forma de trabajo de los
mismos con la finalidad de fortalecer, regular y perpetuar al grupo
en tanto grupo. 3) Individuales: son lo que buscan la satisfacción
de las necesidades personales, representando un obstáculo para la
progresión y/o cohesión grupal. Por lo tanto son roles disfuncionales.
Roles de constitución y mantenimiento del grupo: las funciones de
cada miembro están orientadas hacia aquellas participaciones que tiene
como finalidad la estructuración de actitudes y orientaciones centradas
en el grupo, como asimismo el mantenimiento y perpetuación de este
tipo de conducta. Una contribución dada puede involucrar varios
roles. Un miembro puede desempeñar roles diversos en contribuciones
sucesivas (el estimulador, el conciliador, el transigente, el legislador
o yo ideal, el observador de grupo, comentarista, el seguidor). Roles
individuales: los intentos de los miembros de satisfacer necesidades
individuales imponen problemas en el adiestramiento del grupo y de
los miembros. Las participaciones centradas en el individuo, exigen
un autodiagnóstico del grupo a fin de neutralizarlas (el agresor, el
obstructor, el buscador de reconocimiento, el confesante, el mundano,
el dominador, el buscador, el defensor de intereses especiales). Roles
para la tarea de grupo: cada miembro puede desempeñar más de
un rol. Alguno o todos estos roles pueden ser desempeñados por
los diferentes miembros (el iniciador-contribuyente, el inquiridor de
información, el inquiridor de opiniones, el informante, el opinante,

Interacción humana 189


el elaborador, el coordinador, el orientador, el crítico-evaluador, el
registrador). Thelen H. (1970) define al liderazgo afirmando que: “Es
un conjunto de funciones por las cuales el grupo coordina los esfuerzos
de los individuos. Estos esfuerzos deben resultar satisfactorios para los
participantes y deben también servir de ayuda al grupo para satisfacer
sus propósitos”.
En consecuencia en todo grupo según su dinámica y por lo tanto
según sus respectivos requerimientos existen liderazgos, entendidos
como funciones que se distribuyen entre los miembros del grupo. A
partir de estas ideas, cae la idea de líderes unipersonales positivos y
negativos tan vigentes en el imaginario social.

Liderazgo “espontáneo” y “formal”

Un “líder espontáneo o informal” es aquel que es reconocido por


los miembros del grupo como alguien que colabora especialmente
a resolver la situación que enfrenta el grupo, a lograr los objetivos
que se han propuesto o a apuntalar el nivel emocional en juego.
Evidentemente dicho reconocimiento no se debe a los “rasgos”
personales sino que es en función a una situación grupal. Por otro
lado dentro del marco de una organización (escuela – club – fábrica
– equipo deportivo) se trata de “el coordinador”, “el conductor”, “el
jefe” o “líder formal” según la denominación que ha circulado en la
bibliografía sobre el tema. La organización es la que le confiere al
mismo el poder de mandar y los medios para hacerse obedecer. Sería
el poder adjudicado a la ocupación de un puesto en la organización.
En general no coincide con lo que se denomina “liderazgo informal”
o en algunos casos es posible que lleve a cabo un número restringido
de acciones de liderazgo (no formal).Según lo desarrollado en
líneas anteriores, este, el liderazgo informal, implica las funciones
y conductas que realiza un individuo (miembro del grupo o
coordinador) más allá de los requerimientos de su puesto. En todo
grupo perteneciente a una institución los individuos interactúan
desde sus status y roles diferenciados.
Recordamos que: Status: es la posición que ocupa un individuo
dentro de una estructura social en la/s organización/es o los
grupos. Ejemplo: profesor – estudiante - entrenador –deportista –

190 Lic. Alicia Fainblum


empleado, etc. Rol: serían el conjunto de conductas esperables desde
el poseedor de determinado status. En un grupo deportivo de un
club se identifican dos posiciones diferenciadas desde la estructura
organizacional: el entrenador y/o preparador físico y los jugadores.
Según estas posiciones existen “expectativas” (predeterminadas) acerca
de las funciones a desarrollar; tareas diferentes y complementarias. El
“conductor” del grupo no es necesariamente el líder y en la dinámica
del grupo surgirá dicha función alternativamente desde diferentes
sujetos.

Kurt Lewin: la investigación experimental de la atmósfera


de grupo o estilos de liderazgo

Kurt Lewin, (1890-1947), psicólogo berlinés, perteneciente a la


psicología de la Gestalt emigra con el advenimiento del nazismo
a EEUU. Allí se interesa por el estudio de los grupos. Una de las
investigaciones que dirigió y realizó conjuntamente con Ronald
Lippitt y Ralph White fue realizada entre 1937 y 1940. El objetivo
era estudiar las influencias de cierto tipo de estilos de liderazgos
o “atmósferas de grupo” sobre los grupos como un todo y sobre
miembros individuales. Para ello crearon cinco clubes a los que
concurrían niños de diez a once años con el objetivo de aprender a
fabricar maquetas de decorados teatrales.
Cada grupo se reunía por un período de varias semanas bajo la
coordinación de un adulto psicólogo. A los referidos coordinadores se
los había entrenado para realizar una conducción de tipo democrática,
autoritaria y “laizzes-faire” y así neutralizar el efecto de la personalidad
de cada uno. Luego de un período rotaban y se inducía en el grupo un
nuevo tipo de clima social. Es decir, que los grupos iban cambiando
de monitor y de clima. Los niños desconocían su participación en
la investigación. Se realizó previamente un control de variables;
mediante la aplicación de distintas técnicas se igualaron en todos los
grupos los antecedentes y características individuales de los niños. Se
filmaban y grababan todas las sesiones, además del registro llevado a
cabo por dos observadores. Las características de los diferentes roles
son las que se enuncian a continuación: a) Autoritario: muy directivo,
enuncia órdenes y no consulta ni participa. Es el que determina qué

Interacción humana 191


tarea realiza cada uno y con quién. Premia o rechaza arbitrariamente.
Toma distancia del grupo e impone conductas. b) Democrático:
Orienta y consulta al grupo. Escucha y favorece el intercambio.
Sugiere el proceso a realizar para alcanzar los objetivos y alternativas
respecto a otros modos posibles. Las aprobaciones y críticas están
fundamentadas en las conductas desarrolladas. c) laizzes-faire: se
trata de un “dejar hacer”, sin orientaciones y con una posición pasiva
respecto a los niños. Ayuda de manera limitada solo al que se lo
solicita, brindando mínimas sugerencias. Actúa amistosamente. No
aprueba ni critica el trabajo realizado. Cada tipo de liderazgo genera
distinto tipo de comportamiento y producción en los grupos. Una
hipótesis guió esta investigación: existe una relación directa entre
frustración y agresión, de tal modo que a mayor frustración mayor
agresión. Un presupuesto estuvo en juego: el grupo que presentaría
mayores niveles de agresión sería aquel con un liderazgo de tipo
autoritario. Se pensó que en el grupo democrático la misma sería casi
nula .Las conclusiones fueron las siguientes: a) Liderazgo autoritario:
generó dos tipos de reacciones. Momentos de apatía y obediencia
pasiva, con una actitud de dependencia respecto al coordinador y
otros con estallidos de violencia por acumulación de los niveles de
tensión. Durante la primera reacción hay producción sin creatividad;
b) Liderazgo democrático: los niveles de agresión no son nulos, pero
se descargan gradualmente manteniéndose entonces en niveles bajos.
Se realiza la tarea de manera estable, aún ante la ausencia del líder.
Se dan mayores relaciones interpersonales entre los integrantes, de
carácter amistoso y cooperativo. c) Liderazgo laissez-faire: se dieron
los mayores niveles de conductas agresivas, dado que los niños
concurrían con una expectativa (la del aprendizaje de la realización
de maquetas) a la que no se respondía. Por ello al darse una situación
de frustración de las expectativas se generaban respuestas agresivas
entre los niños y contra el coordinador. Lo precedente verifica lo
enunciado en la hipótesis inicial.
Las conclusiones de esta investigación tuvieron gran difusión
debido al ideal democrático sostenido por las sociedades que se
oponían a los regímenes totalitarios. Lewin expone que si bien
este estudio enriquecía el conocimiento acerca de la dinámica de

192 Lic. Alicia Fainblum


los grupos en general, particularmente el estudio del liderazgo
estaba determinado por la importancia de dicha problemática en
la educación, el trabajo con un grupo social, la administración
y la política. Se han desarrollado otras investigaciones acerca
fundamentalmente, de dos estilos contrastantes de “coordinación”,
como la realizada por Filley y Houseen (1969).Ambos liderazgos
formales remiten a enfoques de tipo “autoritario” y el denominado
“de apoyo”. Este último se caracteriza por estar orientado hacia la
consideración de los integrantes del grupo a su cargo (estudiante –
empleado – deportista, etc.), manifestar una modalidad democrática
y una actitud de consideración y consulta hacia sus subordinados.
Por el contrario el autoritario está centrado en la tarea, se erige sobre
el poder que le brinda el puesto desde la organización, manifiesta
una tendencia en relación a las sanciones, impone su criterio y es
autócrata en la toma de decisiones. La investigación que se hace
referencia tiene puntos de contactos con la llevada a cabo por Lewin.
Se identificó un mayor nivel de satisfacción y productividad entre los
miembros del grupo que tenían un tipo de coordinación denominado
de apoyo (democrática).Los niveles de tensión son reducidos, se
acrecienta la cooperación dentro del grupo, las quejas y ausencias son
escasas, hay mayor productividad y el mismo líder (formal) manifiesta
un interés especial. En el tipo autocrático de conducción la mayor
parte de los roles son jugados por el líder (formal); en cambio la
coordinación democrática favorece la diferenciación, flexibilidad y
pertinencia de los roles asumidos alternativamente por los diferentes
integrantes del grupo. En consecuencia, al estar a cargo de un grupo
interesa identificar respecto al sistema de roles: a) la diversidad; b) la
flexibilidad de roles (en relación a los miembros); c) la cristalización
o estereotipia de roles en determinados miembros; d) la pertinencia
(según la situación); e) la complementariedad.
La tarea del jefe sería: a) favorecer la asunción de los roles
necesarios; b) colaborar en la identificación del rol requerido; c)
evitar asumir él el rol respectivo para no obturar la asunción de los
mismos por parte de los miembros y d) Favorecer la flexibilidad
evitando la estereotipia.

Interacción humana 193


Poder y Autoridad

Existe un carácter asimétrico de roles entre un coordinador (jefe,


profesor, entrenador, etc.) y los miembros del grupo: por el poder que
le brinda la organización. Hay factores de orden personal o de la misma
institución, que es posible que disminuyan la distancia o por el contrario
que la acentúen llegando a producir un desencuentro .Las posiciones
con una relación de asimetría determina una distancia “funcional”; no
alude a una posición en la que esta privilegiado el poder absoluto de
quien conduce el grupo; lo que constituiría un autoritarismo. Se hace
necesario tener presente que en todo grupo hay una distribución del
poder. Se distingue “poder” y “autoridad” respecto a la temática de
liderazgo.
El primero alude a la posibilidad de influencia en una relación
interpersonal: cambios de actitudes, de intereses, etc. El exceso de poder,
el autoritarismo sugiere la desconsideración de los otros como sujetos,
arrojados a una posición de objetos, donde se excluye toda consideración
de sus intereses, preferencias, intereses y opiniones. Tal como afirman
Katz y Kahn: “consideramos la esencia del liderazgo organizacional
como incremento de influencia más allá y por encima del cumplimiento
mecánico de las instrucciones rutinarias de la organización” (1978). Es
decir que remiten al liderazgo vinculándolo con el poder, pero no con el
adjudicado por la organización según el puesto de trabajo, sino a aquel
atribuido y reconocido por los denominados “integrantes grupales
seguidores”. La autoridad en la relación vertical establecida, es pautada
socialmente y desde la organización. Los miembros al estar atravesados
por los social y reproducir esta relación le otorgan autoridad al conductor.
Pero puede ocurrir que a pesar de lo institucionalizado (lo establecido)
jueguen diversos factores que afectan este reconocimiento. De tal
modo que la emergencia de un líder espontáneo entre los miembros del
grupo, es decir alguien que es seguido por otros y que influencia sobre
estos últimos, lo hace porque tiene poder (en tanto atribuido por estos
otros) pero no autoridad (en términos de lo institucionalizado). Si bien
el poder es atribuido, es legítima la pregunta acerca de cuáles son las
fuentes que dan lugar a dicha atribución. Según R. French y T. Raven
algunas de las fuentes de poder son: a) la coerción; b)las recompensas
y castigos; c) la legalidad psicológica originada en la figura paterna (ya

194 Lic. Alicia Fainblum


explicada al comienzo de este desarrollo); d) el afecto y el prestigio que
dan lugar al poder de referencia; e) el conocimiento da lugar al poder
experto. De tal manera que en un liderazgo autoritario se dará el poder
por a) y/o b) en el democrático especialmente e); y en el paternalista c).
Resumiendo, entendemos el liderazgo como una “función grupal”
y como tal un fenómeno o rol universal que compete a todo el grupo.
Se diferencian líderes: a) Naturales o espontáneos: reconocidos por los
miembros del grupo; b) Formales o impuestos. Según colaboren en el
desarrollo de sus conductas a la resolución de los objetivos del grupo
o al aspecto socio-afectivo respectivamente se trata de: a) líder de tarea
o instrumental y b) líder expresivo. Ejemplo de este último tipo sería
aquel cuya conducta responde a una necesidad emocional subyacente,
cual sería por ejemplo el incremento de la ansiedad paranoide grupal
frente a una figura ante la cual sienten la necesidad de huida o ataque.
Probablemente sea reconocido como líder aquel integrante que
desarrollaría un rol tal, que les permita moverse en torno a lo necesitado
(fuga o ataque).
Por otro lado en tanto “función grupal” el liderazgo es un
“emergente” del suceder en la dinámica del mismo. Emergente en tanto
determinado por factores grupales que se articulan con las características
personales del sujeto en cuestión y así surge el rol. No se trata de un
fenómeno individual. Estar atento a los roles que se juegan en un
grupo permite inferir y entender qué sucede en el grupo. Los mismos
han de ser interpretados desde los contenidos y funciones grupales
y no desde lo individual. Enfoque este último que deposita todo la
responsabilidad del suceder grupal en el líder; concebido de manera
unipersonal, evitándose identificar los fenómenos grupales. Se hace
necesario recordar que un grupo no es una suma de individualidades,
sino por el contrario tal como lo caracteriza Kurt Lewin (a la par de
otros teóricos) es una totalidad, una estructura.

Interacción humana 195


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