Aprendiendo A Ser Flexible de Dieta Flexible PDF
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Ley de la termodinámica
Hablemos de macros
Importancia de la Leucina
Mantenimiento
Perder grasa
Etapa de mantenimiento
Intercambios
Ciclado de Carbohidratos
Ciclado de Calorías
Diet breaks
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Prólogo
Después de tantas experiencias con diferentes tipos de alimentación (créenos, hemos
probado muchos), de estudios profundos, lecturas de las últimas evidencias, podcasts,
audio libros, certificaciones, diplomados, lecturas, lecturas y más lecturas, hoy podemos
decir que no solo predicamos y practicamos la Dieta Flexible con toda la certeza y
vocación posible, sino que (nos atreveríamos a apostar) aseguramos que es un tipo
de alimentación que cambiará tu vida por completo, de forma radical, del cielo a la
tierra. Está basada en ciencia, está basada en verdad, se actualiza constantemente y tú
evolucionas con ella.
Una de nuestras mayores satisfacciones es ver crecer a cada una de las personas que
han sido alguna vez nuestros asesorados. Sabemos que han crecido cuando tienen
mejor relación con su cuerpo, con los alimentos, con los entrenamientos, inclusive
cuando empiezan a tener mejor relación con las personas que los rodean. Cuando eres
flexible en tu alimentación, empiezas a ser flexible en todos los demás aspectos de tu
vida. ¡Es un efecto dominó!
Gracias a ellos, hoy por hoy, podemos decirte que nos sentimos en BALANCE. ¿Y qué es
el balance para nosotras? Cuando nos sentimos en paz con cada cosa que hacemos.
Esto se logra una vez que hayas conquistado tus miedos, inseguridades y hayas cruzado
esa barrera que te impide disfrutar tanto de ti mismo(a) como de todo lo que te rodea.
Una de las primeras cosas que consideramos que te puede ayudar a dar el primer paso,
es la adquisición de CONOCIMIENTOS. De esta manera, evitarás caer en falsas creencias
que puedan limitarte en el tema de la alimentación.
Si eres de esas personas que les encanta comer de todo y, a la vez, verse y sentirse bien,
definitivamente este ebook está hecho para ti.
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EN DIETA FLEXIBLE TODO ESTÁ CIENTÍFICAMENTE COMPROBADO
LEY DE LA TERMODINÁMICA
La energía no se crea ni se destruye, simplemente SE TRANSFORMA.
Fíjate… Todos nosotros necesitamos una cantidad de energía específica para funcionar
en nuestro día a día. A esta energía la llamamos calorías. Entonces, imagina que una
mujer con características particulares (por ejemplo, 25 años, 165 cm de altura, 65 kg)
necesita 2.000 calorías para que pueda cumplir todas sus funciones diarias, desde
respirar y hacer la digestión, hasta caminar y trabajar. Si ella llega a comer MÁS de 2.000
calorías durante varios días consecutivos, GANARÁ PESO. Es decir, una vez su cuerpo
utiliza cierta cantidad de calorías para cumplir sus funciones, las calorías restantes,
como no las puede destruir (por la Ley de la Termodinámica), las transforma. ¿Las
transforma en qué? En GRASA (y/o en masa muscular, si la persona está
entrenando fuerte).
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La grasa son calorías ACUMULADAS que tu cuerpo no necesitó en un momento
determinado, y como no podía destruirlas, las almacenó para un próximo uso.
Por lo tanto, la ganancia de peso no ocurre por comer un alimento en específico, o por
comerlo a un horario en particular, sino por un exceso calórico, es decir, comer más de
lo que requieres para mantener tu peso.
Ahora bien, la Ley de la Termodinámica no es nuestra enemiga, más bien nos enseña
acerca de balance y, sobre todo, nos enseña a aprender a conocernos a nosotros
mismos.
¿Lo ves?
AJÁ, ¿qué sucede si Patricia consume las 2.000 calorías en solo pizza, galletas y
chocolate? Va mantener su peso, porque no está excediendo la cantidad de calorías
que debe consumir para mantenerse. AHORA BIEN, ¿qué pasa si Patricia consume las
2.000 calorías en únicamente vegetales, frutas y alimentos naturales? De igual forma
se va a MANTENER, porque no está excediendo la cantidad de calorías que su cuerpo
necesita para mantener su peso.
Si por el contrario, Patricia consume 1.500 calorías todos los días (500 calorías menos
de su mantenimiento), ¿qué crees que pasaría? Perdería peso. Al estar consumiendo
500 calorías POR DEBAJO de lo que necesita para mantenerse, a su cuerpo no le
quedará otra opción que tomar de las RESERVAS de grasa que ella tiene para poder
realizar sus funciones. Al igual que el ejemplo anterior, si patricia consume 1.500 calorías
provenientes únicamente de pizza, galletas y chocolate, seguiría estando en déficit
calórico, por lo que perdería peso, ya que, de igual forma, su cuerpo necesitará tomar
de las reservas de grasa.
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¿Así es como funcionan todos los tipos de dietas?
¡ASÍ ES!
Si la dieta de pollo, brócoli y pepino que hiciste alguna vez te hizo bajar de peso, no fue
por lo alimentos en sí, sino porque simplemente estabas consumiendo MENOS calorías
de las que tu cuerpo necesitaba para mantenerse.
Si la dieta de la piña y la avena te hizo bajar de peso, fue por este motivo también.
Si la dieta cetogénica, Adkins, paleo, te hizo bajar de peso, fue por lo mismo.
Si la dieta de “comida real” o, incluso, los ayunos intermitentes te hicieron bajar de peso,
fue por el mismo motivo.
TODAS las “dietas” que existen sobre la faz de la tierra, funcionan porque SIMPLEMENTE
te hacen comer menos de lo que necesitas para mantenerte. Posiblemente, todo
esto sea nuevo para ti y hasta se te haga un poco difícil de procesar. Te entendemos,
créenos. Cuando recién estábamos empezando con estos estudios, se nos hizo muy
complicado romper con todos los mitos y creencias que ya teníamos sobre los alimentos.
Pero luego de mucho ensayo y error, y sobre todo de documentación, logramos el
verdadero conocimiento en este tema y fue algo muy LIBERADOR. Tómate el tiempo
necesario para leerlo e internalizarlo, hasta que sientas que te hace “clic”.
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¿100 calorías de atún son iguales a 100 calorías de avena?
Fíjate, literalmente 1 caloría es 1 caloría (es energía, venga de donde venga). Entonces,
la respuesta es sí, 100 calorías de atún son iguales a 100 calorías de avena. SIN
EMBARGO, se ha evidenciado en muchos estudios que, si distribuyes correctamente
tus calorías en proteínas, carbohidratos y grasas, lograrás perder más grasa corporal,
conservar mayor masa muscular, tener un ambiente hormonal mucho más balanceado
y un adecuado funcionamiento de tu metabolismo, precisamente porque cada
macronutriente tiene una función específica y necesaria en nuestro organismo.
En un review de Jéquier (2002), se concluyó que este efecto térmico de los alimentos
sería de 2-3% para las grasas (son las que menos calorías gastan en la digestión, es decir,
las de menor efecto térmico), 6-8% para los carbohidratos (gastan energía moderada en
la digestión, es decir, tienen un moderado efecto térmico) y 25-30% para las proteínas
(que son las reinas del efecto térmico).
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Por otro lado, la saciedad que sentimos con las proteínas, carbohidratos y grasas,
también es diferente ¿cierto? Está comprobado que comer proteínas y/o grasas tiene un
efecto mucho mayor de saciedad, que ingerir únicamente carbohidratos. Por ejemplo,
a nivel de saciedad, no sería lo mismo comer un plato de solo pasta, que un plato de
pasta con queso parmesano y una pieza de pollo. Aunque ambos platos nos puedan
aportar las mismas calorías, el nivel de saciedad será mayor al ingerir el plato de pasta
que viene acompañado de proteínas y grasas. Si nos encargamos de comer platos que
nos produzcan más saciedad, es probable que “picoteemos” menos a lo largo del día,
dando como resultado un mejor cumplimiento de nuestros requerimientos.
Los alimentos tienen efecto térmico en el cuerpo, lo que nos permite gastar
calorías durante su digestión. De los 3 macronutrientes, las proteínas son las que
más efecto térmico tienen.
Las proteínas y las grasas producen más saciedad que los carbohidratos
consumidos de forma aislada. Estar saciados hace que evitemos comer en
exceso o sobrepasar nuestros requerimientos.
Como ves, la clave es el consumo total calórico, ya que de eso depende que subas,
bajes o mantengas tu peso. Sin embargo, las calorías por sí solas NO HARÁN MAGIA.
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La verdadera Dieta Flexible
Dicho todo esto hasta ahora, es probable que ya comprendas mejor de qué va la Dieta
Flexible:
- Crear menús con alimentos que disfrutes y te permitan cumplir tus calorías y
macros diarios.
Existen personas que no están de acuerdo con la Dieta Flexible porque creen
que es una “dieta más” en la que se cuentan calorías y se incita a comer poco
nutritivo. Como hemos explicado hasta ahora, las calorías que ingerimos son la
base de la pirámide, pero tomamos en cuenta SIEMPRE los minerales y nutrientes
que aportan los alimentos. La idea de la Dieta Flexible es justamente no ser rígido,
sino más bien tener un balance en lo comemos. Disfrutar del proceso y sentirnos
libres de elegir nuestros alimentos, sin dejar de lado nuestra salud, es lo que hace
que la Dieta Flexible sea un método de alimentación sostenible a largo a plazo.
Además, nos permite tener conocimiento conciso e información valiosa sobre
nuestro cuerpo y metabolismo, para que sepamos qué cantidades de alimento
nos convienen ingerir y así lograr nuestros objetivos físicos y tener calidad de vida
Hablemos de Macros
A ver…De los tres macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas), estamos seguras
que todos hemos escuchado que la proteína es la más maravillosa. En cambio, los otros
dos suelen ser más temidos ¿cierto?
Para llegar a aumentar grasa comiendo únicamente proteínas, tendrías realmente que
consumir DEMASIADA (cosa que ni tu estómago te permitiría, jajaja). Para explicarnos
mejor, imagina que comes 8 milanesas de pechuga de pollo en una sentada (no lo
estamos recomendado ¿eh?, solo imagínalo). Te aseguramos que, luego de eso, podrán
pasar más de 6 horas y tú estómago seguirá lleno o, al menos, no tendrás hambre. Esto
puede sonar maravilloso y hasta podríamos crear una nueva dieta llamada “la dieta de
la proteína”. Pero la verdad es que comer únicamente proteína puede que te brinde
bastante saciedad, pero no te aporta los beneficios que los carbohidratos y las grasas sí.
Te podemos asegurar que comer solo proteína no será sostenible ni para ti ni
para tu salud.
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Ahora bien, ¿qué es lo que ocurre con los carbohidratos y las grasas? Es más fácil que
nos excedamos en calorías al consumirlos porque para que nos aporten saciedad,
tenemos que consumir una buena cantidad y, siendo honestas, también son muy ricos.
No solo hablamos de alimentos ultraprocesados; tan solo imagina un aguacate súper
cremoso, o unas bananas dulcitas, o unos frutos secos tostaditos, o unas papas doraditas
y crujientes. Es muy fácil exceder su consumo.
Aquellas personas que hacen actividades altas en cardio y de alto impacto (como
running de 1 ó 2 horas, por ejemplo) van a necesitar una cantidad de carbohidratos
mucho mayor que aquellas personas que hacen pilates o yoga 3 veces a la semana,
por ejemplo. La razón es que, las primeras, tienen un gasto calórico y de glucógeno
más elevado que las segundas. Usan los carbohidratos que almacenan en sus músculos
(glucógeno) de forma constante y es por eso que su cuerpo necesita reponerlo, para así
mantener la exigencia de su actividad.
Aquellas personas que practican fisicoculturismo y entrenan fuerte e intenso con pesas,
necesitarán una cantidad de proteínas mayor que los que hacen running, por ejemplo.
La razón de esto es que, las primeras, están constantemente “rompiendo” tejidos
musculares o creando pequeños desgarres que, durante el descanso, el cuerpo se
encarga de reparar, para que así los músculos crezcan y se fortalezcan. Para que esta
recuperación suceda, son indispensables los aminoácidos (proteínas).
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Datos curiosos e importantes sobre cada macronutriente
PROTEÍNA:
2. Las proteínas están formadas por aminoácidos, siendo la Leucina uno de los
más importantes para iniciar la síntesis proteica (creación de masa muscular)
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En el siguiente dato curioso te lo explicamos mejor.
Las personas que apoyan una dieta basada en plantas (vegana o vegetariana), suelen
decir que esto de las proteína de “alto” valor biológico y de “bajo” valor biológico es un
mito. Sin embargo, se ha comprobado que no es así.
Las proteínas de alto valor biológico son aquellas que provienen de animales (y algunas
pocas de origen vegetal como los garbanzos, la soya y frijoles rojos) porque aportan
los 9 aminoácidos esenciales en grandes proporciones, en especial la Leucina. Es por
eso que son consideradas proteínas completas. En cambio, las proteínas de bajo valor
biológico son aquellas provenientes de fuentes vegetales, que puede que también
aporten los 9 aminoácidos, con la diferencia de que concentran una menor cantidad,
incluyendo la Leucina. Eso quiere decir que para lograr obtener todos los aminoácidos
consumiendo proteína vegetal, tendríamos que comer una cantidad mucho más
grande que lo que consumiríamos de proteína animal. Es por eso que son consideradas
incompletas.
Así que, la mejor manera de obtener una buena cantidad de todos los aminoácidos
(si no queremos consumir proteína de origen animal) es haciendo combinaciones con
otros tipos de alimentos vegetales, de manera que se complementen y así no tengamos
que consumir demasiada cantidad de uno solo. Esto no necesariamente debe hacerse
en una misma comida (aunque podría resultar beneficioso), sino que puedes hacerlo a
lo largo del día.
Granos + legumbres o cereales. Por ejemplo, frijoles con arroz, pasta con
guisantes, pan integral con mantequilla de maní, sopa de lentejas con pan
integral…
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4. MITO: “nuestro cuerpo solo puede utilizar 30 gr de proteínas por comida”
Como lo que realmente nos interesa es que haya suficiente cantidad de aminoácidos
para que sean utilizados tanto por los órganos, como por los músculos, nuevos estudios
demuestran que sí hay una cantidad específica que pudieras comer cada ciertas horas
para garantizar la mayor SÍNTESIS proteica posible. Esta cantidad va a depender de
muchos factores: desde el tipo de proteína que se consume (animal o vegetal), hasta
la cantidad de masa muscular de cada persona. Para no caer en muchos detalles,
en estos estudios se concluyó que lo más óptimo es consumir proteínas en al menos 4
comidas al día. Sin embargo, recuerda que estas son solo recomendaciones. Si tu estilo
de vida no te permite comer tan seguido, sino solo 3 veces al día, por ejemplo, entonces
hazlo así mientras sea sostenible para ti.
Seguro has leído que hay que comer carbohidratos y que el músculo no se mantiene
solo con proteínas. La realidad es que el músculo sí se mantiene única y exclusivamente
con proteínas. Lo que ocurre es que es necesario el consumo de carbohidratos para
que tenga la energía, resistencia y fuerza, de manera que pueda fortalecerse y crecer.
Digamos que los carbohidratos apoyan a los músculos, pero el macronutriente que se
encarga de que ellos crezcan y se regeneren, siempre serán las proteínas.
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CARBOHIDRATOS
2. Los mejores momentos para comer carbohidratos son ANTES y DESPUÉS de entrenar
(independientemente de la hora en la que entrenes)
ANTES DE ENTRENAR:
DESPUÉS DE ENTRENAR:
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3. Los carbohidratos regulan la hormona LEPTINA, que es la encargada de acelerar o
desacelerar tu metabolismo
Cuando llevamos una dieta baja en carbohidratos o calorías por varias semanas o
meses consecutivos, nuestra hormona leptina suele disminuir en menor o mayor medida,
dependiendo de cada persona. ¿Qué quiere decir esto? Que al no consumir suficientes
carbohidratos, tu metabolismo basal sufre una leve “desaceleración” y comienzas
a sentir un hambre insaciable. De forma inconsciente, empiezas a querer moverte
menos en el día debido a que te sientes más agotado(a) y hambriento(a). Literalmente,
lo que te empieza a pedir el cuerpo es descansar y comer, haciendo de tu plan de
alimentación algo prácticamente imposible de sostener. La única forma de salir de este
escenario es incluir estrategias que permitan mantener la leptina elevada durante el
proceso de pérdida de grasa (hablaremos de estas estrategias un poco más abajo).
Ni las grasas ni las proteínas tienen un impacto significativo en la leptina, es decir,
no la elevan como sí lo hacen los carbohidratos almidonados (papa, batata, pan,
pasta, avena, frijoles…). Aunque las frutas y los vegetales son carbohidratos, no son
“almidonados” y por ende, no influyen en la leptina. La única forma de poder regular
esta hormona es consumiendo más carbohidratos almidonados.
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Los alimentos que aportan fibra (tubérculos, frutas, vegetales, cereales, legumbres),
suelen estar conformados por ambos tipos de fibra: solubles e insolubles, por lo que, al
final, terminamos consumiendo las dos.
The Dietary Guidelines of Americans (USDA), del año 2010, recomienda consumir
un mínimo de 15 gr de fibra por cada 1.000 Calorías. Es decir, si consumes 1.600
calorías diarias, asegúrate de incluir mínimo 24 gr de fibra en tu alimentación.
Una manera fácil de lograrlo es consumiendo tus carbohidratos en forma de
frutas, vegetales, cereales, granos, legumbres y panes integrales.
Sin embargo, más allá de simplemente cumplir tus gramos de fibra, te recomendamos
prestar mucha atención a la consistencia de tus heces. Una forma de saber si necesitas
más o menos fibra es por esta característica:
Consistencia extremadamente seca, con dolor, ida al baño 1 vez cada varios días: falta
de fibra y/o agua.
Consistencia plastilina, mantiene la forma del intestino y resbala con facilidad: fibra en
cantidad justa y perfecta.
Seguro habrás escuchado que hay tipos de carbohidratos: los simples y los complejos,
¿cierto? Bueno, técnicamente esto es así. Existen carbohidratos que se digieren
fácilmente y por ello se llaman SIMPLES, y hay carbohidratos que tardan más en
digerirse y por eso se llama COMPLEJOS. SIN EMBARGO, no podemos olvidar que esta
propiedad CAMBIA según la CANTIDAD de carbohidrato que consumamos y con QUÉ lo
acompañemos en el plato.
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Sobre esto, queremos darte algunos datos adicionales:
GRASAS:
1. 1 gr de grasa aporta 9 calorías (¡Ajá! Las grasas son las más calóricas de los tres
macros)
Como te explicamos en párrafos anteriores, tanto las proteínas como los carbohidratos
aportan solo 4 calorías por gramo. En cambio, la grasa aporta 9 calorías por gramo, es
el macronutriente más calórico de los tres.
2. Las grasas son indispensables para REGULAR tus hormonas y absorber algunas
vitaminas
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Hay ciertas vitaminas que son liposolubles, lo que quiere decir que para que tu cuerpo
las absorba, necesitan diluirse en grasas. Una de estas vitaminas se podría considerar la
MÁS importante para tu vitalidad: LA VITAMINA D (hay muchas personas con deficiencia
de esta vitamina). Entonces, consumir grasas es de extrema importancia para que la
vitamina D pueda absorberse y cumplir su función en tu cuerpo, que va desde proteger
tus huesos hasta mantener tu metabolismo activo.
Seguro ya habrás escuchado cosas buenas sobre el omega 3, pero ¿para qué sirve
realmente esta grasa? Pues, es una grasa que actúa como desinflamatorio, por ende
todo proceso inflamatorio en tu cuerpo va a verse beneficiado con su consumo. Es un
ácido graso ESENCIAL, lo que quiere decir que es necesario consumirlo por medio de
los alimentos. Una posible deficiencia podría hacerse notar. Fíjate, un consumo regular
de omega 3 ha ayudado a aliviar dolores menstruales en muchas mujeres (Josie era
de dolores menstruales muy intensos y vio una diferencia grande cuando comenzó a
suplementar con Omega 3). También ayuda en la mejora de la resistencia a la insulina,
porque la misma resistencia es un proceso inflamatorio y EL Omega 3 alivia cualquier
inflamación del sistema nervioso (migrañas severas y recurrentes, por ejemplo).
La dosis adecuada suele ser de 2.000 a 3.000 mg diarios en personas adultas, y se puede
consumir bien sea en cápsulas o por medio de los alimentos que lo contengan, como los
pescados grasos.
¡OJO! El omega 3 de origen vegetal no te aporta los mismos beneficios que el de origen
animal. Si bien es un excelente tipo de grasa, no se compara. La razón es la siguiente:
El omega 3 de origen vegetal es alto en ALA (un tipo de omega 3), y el omega 3 de
origen animal es alto en DHA (otro tipo de omega 3). Si solo se consume ALA, habría una
deficiencia de DHA, que es el más beneficioso para el corazón y para la desinflamación.
En caso de que seas vegetariano o vegano, te recomendamos suplementar, más que
todo, con aceite de linaza y algas marinas, que son los más altos en DHA.
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Nuestra recomendación es consumir un 80% de tus grasas de fuentes mono y
poliinsaturada (aguacate, aceite de oliva, aceitunas, frutos secos, semillas…) y el otro
20% de fuentes saturadas. Por ejemplo, una persona que consume 50 gr de grasas al día,
podría incluir 10 gr de grasas saturadas sin problemas (esto sería como 2 yemas de huevo
y 35 gr de queso parmesano, por ejemplo).
5. Las dietas altas en grasas (paleo o keto) no son necesarias ni tampoco óptimas para
todas las personas.
Quizás pensarás, “ajá, pero he visto personas obesas que no cuentan calorías, sino que
simplemente hacen la dieta cetogénica y bajan mucho de peso”. Pues, este y cualquier
tipo de alimentación podría ayudar a bajar de peso a cualquiera, siempre y cuando
esta persona se encuentre en un déficit calórico ya que, seguramente, en su menú keto
todavía tiene cantidades que cumplir o comidas específicas que seguir. Así que, es
probable que esa persona esté comiendo menos cantidades que antes, razón por la que
pierde peso. No es una cuestión de magia, sino de déficit calórico y puede ocurrir con
cualquier plan de alimentación.
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Lo que vas a leer JUSTO ahora, es FUNDAMENTAL en Dieta Flexible…
ARE YOU READY???
Estamos segurísimas que en algún momento de tu vida pensaste (o aún piensas) que 100
gr de pollo eran 100 gr de proteína, ¿cierto?
Si nosotras te dijéramos que debes comer 100 gr de proteína al día, ¿comerías solo 100
gr de pollo al día? Esta es una duda muy frecuente…La respuesta es no. 100 gr de pollo
no son 100 gr de proteínas. Te los explicamos de manera sencilla:
Entonces, suponiendo que solo comas pollo en todo el día, si te dijéramos que debes
comer 100 gr de proteína al día (valor biológico), sería lo equivalente a 400 gr de
pechuga de pollo (peso en báscula).
Así como 100 gr de pollo no aportan 100 gr de proteína, con el resto de las proteínas
ocurre lo mismo (carnes, huevos, puerco, jamón, pescado…) y con el resto los alimentos
también.
Vamos a poner de ejemplo ahora una fuente de carbohidratos: la avena.
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Vamos ahora con una fuente de grasas: el aguacate
¿Qué te parece? Recuerda que puedes leerlo la cantidad de veces que necesites hasta
que hagas “clic” y te sientas listo(a) para continuar con todo este aprendizaje.
Por ejemplo:
Lo mismo ocurre con los carbohidratos y las grasas. Muchas personas consumen avena
en el desayuno con total seguridad, pero si se les apetece en la noche, entonces
se privan de comerla porque es un carbohidrato “para el desayuno” o porque “los
carbohidratos no se consumen en la noche”… ¿Quién estableció esas reglas? Eres
totalmente LIBRE de crear menús que de verdad te gusten y te permitan cumplir tus
requerimientos de la forma más amena posible para ti.
No se trata solo de comer sino también de disfrutarlo, de manera que no sea monótono
o aburrido, sino algo sostenible en el tiempo.
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Si quieres aprender a hacer menús variados que, a la vez, te permitan cumplir
las cantidades que TÚ necesitas, te recomendamos adquirir nuestro ebook
“EQUIVALENCIAS”. Ahí te enseñamos, justamente, a hacer equivalencias y sustituciones
entre alimentos, de manera que conozcas cuánto pescado comer si no te apetece
comer pollo, o cuánta pasta comer si no quieres comer arroz, o cuánto queso comer
si no deseas aguacate. Te aseguramos que en este ebook podrás conseguir todos los
alimentos que quieras incluir en tu plan de alimentación, desde los más nutritivos hasta
los más dulces y chocolatosos.
Hablemos de hormonas
En el amplio mundo de las dietas, encontrarás personas que dicen que la ganancia o
reducción de peso no tiene nada que ver con el conteo de las calorías o macros, sino
más bien con la regulación de las hormonas (específicamente, la insulina, el cortisol y la
leptina). Se explica que el aumento o variación de peso depende de qué tan reguladas
estén estas hormonas.
Aunque pareciera tener lógica el hecho de que las hormonas son lo más importante
(y en realidad sí tienen una importancia muy grande), no podemos dejar de lado algo
tan evidente como lo es la Ley de la termodinámica que explicamos justo al inicio de
este ebook. Es una ley universal y tiene efecto sobre todos nosotros, estemos o no de
acuerdo de que existe. Sabemos que este es un tema complejo y controversial, porque
lamentablemente con el pasar del tiempo se ha demonizado el conteo de calorías.
Sin embargo, si vamos a la ciencia del tema, tanto las calorías como las hormonas son
importantes.
A raíz de darle toda la importancia que se le ha dado a las hormonas, sin tomar en
cuenta la ingesta calórica, han aparecido protocolos “mágicos” que prometen una
reducción de peso/grasa, a raíz de “mejorar” tus hormonas. Estos protocolos seguro
los has escuchado, son el ayuno intermitente y la dieta cetogénica. Estos métodos no
son mágicos, sino más bien son estrategias y formas de ayudarte a comer menos sin
darte cuenta. Son maneras de hacerte entrar en un déficit calórico, sin saberlo. Fíjate la
explicación de cada uno:
Con los ayunos, tienes un horario restringido y particular para comer. El tener horas en
las que sí y horas en las que no puedes ingerir alimento, hace que dejes de “picotear”
entre comidas (en caso de que lo hicieras). O quizá, si antes del ayuno hacías 6 comidas
que daban una sumatoria de 2.000 calorías, con el ayuno haces solo 3 que dan una
sumatoria de 1.500. ¿Ves que al final comiste menos o picoteaste menos? El ingerir
menos calorías de las que solías, fue lo que permitió la disminución de peso o grasa y no
el ayuno como tal. Fue solo una estrategia que te permitió entrar en déficit calórico.
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Lo mismo ocurre con la Dieta cetogénica. El consumo de grasas es tan elevado, que te
permite tener más saciedad por un tiempo prolongado. De hecho, una de las “reglas” al
momento de hacer una dieta cetogénica, es que debes comer única y exclusivamente
cuando tengas hambre y no cuando tengas ansiedad o cuando quieras satisfacer un
antojo. Y cuando realmente prestas atención a tus señales de hambre, puede que comas
solo 1 o 3 veces al día como mucho, porque estás llevando una alimentación altamente
saciante. Esto puede ser un protocolo efectivo para muchas personas pero no para otras,
y por eso vuelve a ser solo eso, un protocolo o una estrategia.
La pérdida de grasa o, incluso, algún otro beneficio que ofrezcan estos métodos de
alimentación que acabamos de explicar, se logran por medio de un déficit calórico. Un
ejemplo de eso es la autofagia que tanto se habla en los ayunos (cuando las células se
renuevan) y volver a nivelar la alta insulina en sangre que promete la Dieta Cetogénica.
Y ¿adivina qué? Este déficit calórico se puede lograr fácilmente siguiendo una Dieta
Flexible, sin necesidad de restringir carbohidratos o seguir reglas cuadradas.
Dependiendo de lo bien que trabajen tus hormonas, tus glándulas y tu metabolismo, las
calorías que gastas o las calorías que consumes serán mayores o menores. Por ejemplo,
una persona que sufre de hipotiroidismo, tiene un metabolismo que gasta menos calorías
que una persona con una tiroides totalmente normal.
Esta persona con hipotiroidismo va a tener que consumir menos calorías que una persona
con tiroides normal, aunque se cuide en su alimentación y se esfuerce por controlar su
insulina, cortisol y leptina. De hecho, puede que su insulina esté totalmente estable y
que su cortisol y leptina estén en perfecto rango, pero si esta persona llega a excederse
en su consumo calórico, aumentará de peso. Fíjense que aunque las hormonas estén
reguladas, hay posibilidad de aumentar de peso porque las calorías siguen teniendo
importancia.
Aquí te damos otros ejemplos sobre cómo el metabolismo puede influir en el consumo
calórico:
- Una mujer con amenorrea hipotalámica, que come poco y se exige
demasiado en los entrenamientos, tiene un metabolismo menos activo que una
mujer con un ciclo menstrual regular. La que presenta amenorrea, va a tener una
tendencia a subir de peso más rápido que la que sí menstrúa. Y para revertir eso,
no hay que hacer ayunos ni dieta keto, sino comer más carbohidratos y calorías.
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- Una persona con resistencia a la insulina, usualmente puede sufrir de
resistencia a la leptina, lo que le hace comer más sin llegar al punto de saciedad.
Una de las mejores soluciones a la resistencia a la insulina y a la leptina, es
a través de un déficit calórico personalizado. Una vez se regulan estas dos
hormonas, ya la persona no siente la necesidad de comer excesivamente como
antes y puede bajar de peso con más facilidad.
Hablemos de Micros
Una cosa bien importante en esto de la Dieta Flexible, es tener claro que no se trata solo
de contar calorías y llegar a tus requerimientos de proteínas, carbohidratos y grasas,
sino de hacerlo con alimentos nutritivos en, AL MENOS, un 80% de la alimentación
total diaria. Es por eso que, así como existen los macros, existen también los MICROS
(micronutrientes) que son las vitaminas, los minerales, los antioxidantes y la fibra.
Si tienes dudas de cómo luce un alimento que entraría dentro del 20%, aquí te damos
algunas características:
- Elevadas cantidades de grasas trans (aunque es preferible que aporte cero grasas
trans).
- Muy poca o ninguna cantidad de fibra (por ejemplo, que aporte 0-1 gr de fibra es
considerado poco).
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EJEMPLOS puntuales: bollería, panes blancos, helados, donas, croissants, refrescos/
sodas, frituras, caramelos/chupetas, embutidos.
Por otro lado, la regla del 80-20 la puedes aplicar a ojo por ciento, no necesariamente
tiene que ser exacto. ¿Cómo? Que la MAYORÍA de tus comidas (los platos fuertes y
principales) sean ALTOS en nutrientes (con el mínimo procesamiento posible) y que el
20% restante (alguna merienda) venga de un gusto que simplemente te disfrutes con
todas las de la ley.
Ahora bien, si te gusta hacer las cosas de una forma más precisa con el 80-20, puedes
tomar en cuenta tus calorías totales. Si consumes 1.800 calorías, por ejemplo, unas 360
calorías de ese total podrían venir de gustos procesados.
¡Llegó el momento!
Calcula cuánto debes comer
¡Sí! ahora sí vas a saber cuántas calorías necesitas para lograr tu objetivo.
Necesitarás:
Calculadora
Lápiz y papel
Eso es todo
Antes de continuar, tenemos que dar un mini speach de algo que para nosotras es súper
importante comentarte:
Calcular tus calorías y requerimientos con una fórmula, nunca será 100% preciso (por
muy acertada que sea) porque somos mucho más complejos de lo que parecemos. Por
ejemplo, dependiendo de las condiciones de nuestras hormonas, se nos va a dificultar o
no el proceso de pérdida de grasa o aumento de masa muscular. La fórmula no tomará
en cuenta si sufres o no de la tiroides, si tienes problemas para absorber tus calorías, si
estás extremadamente bajo(a) de peso, si has sufrido o no un trastorno alimenticio, si
tienes una relación amor-odio con la comida y con tu cuerpo, etc.
Para lo que sí te puede servir una fórmula, es para que tengas un PUNTO DE PARTIDA. Es
una herramienta que te ayudará a tener una idea de qué cantidades consumir, con el
fin de flexibilizar tu alimentación y lograr tu objetivo.
Es importante y, sobre todo, responsable de nuestra parte decir que una asesoría
personalizada siempre será mucho más efectiva que hacerlo por tu cuenta, porque
transmitimos nuestras experiencias, estrategias y conocimientos para que te quedes, no
solo con el resultado de lo que buscas, sino también con todo el aprendizaje. Si bien, en
este ebook te ofrecemos toda la información valiosa que podemos, aún hay cosas que,
inevitablemente, solo se consiguen en la práctica y durante un asesoramiento.
Sin embargo, muchas veces nuestros cupos de asesoría han estado llenos y el resto
de las personas interesadas han tenido que esperar meses para poder ser atendidos.
Este ebook te permitirá tener herramientas para informarte, aprender y practicar tú
mismo(a), de manera que si luego solicitas una asesoría con nosotras, hayas ganado un
conocimiento mucho más amplio y tengas, al menos, medio camino recorrido.
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Ojo con esto: si consideras que estás presentando un problema hormonal, no dudes
en asistir a un endocrino; si sientes que estás batallando con la comida, tu cuerpo y tu
autoestima, te recomendamos asistir a terapia con algún especialista (nosotras hemos
asistido y nos ayudó un montón).
Aquí te dejamos nuestro email de contacto, por si quieres preguntar por nuestra
disponibilidad de cupos para asesorías online: [email protected]
PASO 1:
CALCULA TU TASA METABÓLICA BASAL
Existen muchísimas fórmulas diferentes y calculadoras online que pudieran hacer este
cálculo por ti. Cualquiera que uses estará relativamente bien porque, de igual forma,
ninguna te dará resultados precisos por muy recomendada que sea.
Nosotras utilizaremos la fórmula de Mifflin, M.D., St Jeor (la que más usamos), una de las
más populares y recomendadas. Con ella vamos a calcular tu TASA METABÓLICA BASAL
(TMB).
Son las calorías que necesitas para estar vivo y para que tu cuerpo pueda hacer todas
sus funciones vitales sin descompensarse. Es decir, es la cantidad de calorías que debes
consumir MÍNIMO, aunque estés todo el día acostado(a) en una cama. La TMB va a
depender de cada persona. Por ejemplo, hay personas que necesitan comer al menos
1.000 calorías de TMB, y hay personas que necesitan comer al menos 2.000 calorías de
TMB.
MUJERES:
(10 x peso en kg) + (6.25 x altura en centímetros) – (5 x edad)
Al resultado final debes restarle 161
HOMBRES:
(10 x peso en kg) + (6.25 x altura en centímetros centímetros) – (5 x edad)
Al resultado final debes sumarle 5
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HAGAMOS UN EJEMPLO:
PASO 2:
CALCULA TUS CALORÍAS DE MANTENIMIENTO
Es evidente que la mayoría de las personas no estamos acostadas las 24 horas del día (a
menos que estemos enfermos o de reposo). Normalmente estamos moviéndonos, bien
sea por trabajo, estudios, ejercicio, diligencias, etc. Incluso las personas cuyo trabajo
implica estar varias horas sentadas, tienen a su cerebro en constante función. Es por eso
que, además de consumir las calorías que nuestro TMB requiere (que son las que usa
nuestro cuerpo para sus funciones vitales), también necesitamos calorías adicionales
que nos permitan tener energía para todas las demás cosas que hacemos en el día.
¿Cómo así?
El resultado que obtengas de esta fórmula, te dará la cantidad de calorías que necesitas
para mantener tu peso. Por ejemplo, si el resultado te da 2.000 calorías, significa que si
todos los días consumes esta cantidad de calorías, no adelgazarás ni subirás de peso,
sino que te mantendrás igual. ¿Lo ves?
Ahora bien, lo primero que hay que tomar en cuenta al momento de obtener tus
calorías de mantenimiento, es tu actividad física. Es muy importante que seas realista
y te preguntes qué tan activo(a) eres durante el día para así evitar sobreestimar. Si
consideras que haces mucha actividad física, pero realmente no es así, puede que
el cálculo de tus calorías te resulte muy por encima de lo que realmente necesitas.
Entonces, una persona se considera “activa” cuando entrena con estímulos superiores
a su peso corporal (pesas, por ejemplo), cuando lleva un trabajo súper activo
(mesonera/o, por ejemplo), cuando se desplaza caminando a todas partes, y en
algunos casos, cuando es estudiante. Por otro lado, una persona se puede considerar
menos activa cuando realiza actividades de menor intensidad como el yoga, por
ejemplo (nada en contra del yoga, más bien nos encanta), o pasa la mayor parte del
tiempo sedentaria.
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Por esa razón, decidimos modificar un poco los números que verás a continuación, de
manera que tus resultados den lo más cercano a la realidad posible:
Entonces…
1.329 x 1.38 = 1835 calorías (estas son las calorías de mantenimiento de Patricia)
a. PÉRDIDA DE GRASA
Si has decidido perder grasa corporal, debes consumir MENOS calorías que las que
necesitas para tu mantenimiento. Es la única manera de que tu cuerpo sienta la
necesidad de tomar las reservas de grasa para seguir cumpliendo sus funciones diarias.
La fórmula sería:
Calorías de mantenimiento – 250 / 500 calorías = déficit calórico (pérdida de grasa)
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Con este déficit, en teoría puedes perder de 600 a 800 gramos semanales. Sin embargo,
como tu cuerpo y metabolismo están en constante cambio, lo más importante no es
solo bajar de peso, sino también tu COMPOSICIÓN CORPORAL. Es importante perder
grasa, así como también mantener la masa muscular lo más intacta posible. Es por eso
que, muchas veces nuestro peso no varía tanto, pero cuando nos vemos en el espejo,
notamos un gran cambio.
Enfocarse solo en el peso es un error, ya que además de la grasa, hay otros factores
que influyen, como la retención de líquidos, inflamación, la menstruación, si has ido al
baño con regularidad, entre otros. Así que si vas a comenzar este proceso de pérdida
de grasa, te sugerimos basarte más en tus MEDIDAS, en cómo te sientes con tu cuerpo (a
veces podemos percibir cuando tenemos menos grasa corporal), en cómo te queda la
ropa y en cómo te ves frente al espejo. Tu progreso va a depender de esto al 100%.
Por otra parte, si tu meta es disminuir grasa corporal y no solo perder peso, es muy
importante que entrenes con pesas o con estímulos musculares que realmente te
desafíen. Para esto, puedes usar ligas, TRX, tu propio peso, etc. Sin embargo, las PESAS
son el estímulo por excelencia que mejores resultados ha demostrado tener en la masa
muscular. Muchas personas desean perder grasa sin entrenar, solo con calorías de
déficit. Es algo que personalmente no recomendamos porque puede producir pérdida
de masa muscular y flacidez.
Si lo que deseas es aumentar tu masa muscular, necesitas ingerir MÁS calorías que las
consumes para tu mantenimiento. Es la manera de que tu cuerpo tenga gasolina extra
disponible para construir masa muscular nueva. Para eso, debes sumarle al total de tus
calorías de mantenimiento de 250 a 500 calorías.
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La fórmula sería:
Calorías de mantenimiento + 250 / 500 calorías = surplus calórico
(incremento de masa)
Con este surplus, en teoría puedes aumentar de 600 a 800 gramos semanales. Sin
embargo, al igual que en la pérdida de grasa, Tu cuerpo y metabolismo están en
constante cambio. De hecho, hay días que tenemos el metabolismo “más acelerado”
que otros por estar en pleno ciclo menstrual, por ejemplo. Así como hay días que
lo podemos tener “menos acelerado” porque nuestros niveles de leptina no están
regulados o llevamos un tiempo sin descansar bien.
Es importante destacar que si tu meta es aumentar masa muscular, las pesas no son
opcionales sino más bien estrictamente necesarias. Son el mejor estímulo que tenemos
para asegurar la hipertrofia o ruptura de fibras musculares que, al ser reparadas por
el organismo, permiten dar forma y fuerza al músculo. Muchas personas esperan subir
su masa muscular consumiendo calorías de aumento, pero realizando ejercicios de
muy bajo impacto o que no producen hipertrofia muscular. El resultado de esto es
usualmente un aumento de peso, pero en tejido graso y muy poco en crecimiento de
masa muscular.
En este caso, ella desea ganar masa muscular, así que sumamos 300 calorías a las de su
mantenimiento.
1835 + 300 = 2.135 calorías necesita Patricia para AUMENTAR MASA.
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c. ETAPA DE MANTENIMIENTO
“Soy delgado(a) y no tengo mucha masa muscular, pero aun así tengo grasita
acumulada. No sé si perder grasa primero o mejor ganar masa muscular de una vez.”
Si te encuentras en este escenario, SIN DUDA, la etapa de mantenimiento es para ti.
Fíjate, si en este caso inicias un déficit calórico con el fin de perder grasa corporal,
también perderás gran parte de la poca masa muscular que tienes. Toma en cuenta que
si lo que buscas es definirte y marcar tus músculos, es muy poco probable que pase si no
tienes una base muscular sólida y formada. No se puede revelar lo que no está formado.
Es posible que bajes de peso y te veas más delgada/o, pero no logres ese aspecto
“tonificado” que estás buscando. La razón de esto es que primero necesitas tener una
masa muscular formada para que, al disminuir tu grasa corporal, se pueda apreciar toda
la tonicidad que hay debajo.
Dicho esto, tiene más sentido comenzar una etapa de aumento de masa muscular
¿cierto? De manera que formes tus músculos primero y luego puedas definirlos. Peeero,
recuerda que en la etapa de aumento de masa muscular, posiblemente vayas a ganar
un algo de grasa corporal (cosa que es muy normal en el proceso).
Entonces, si eres delgado(a), con un alto porcentaje de grasa, la mejor opción es:
Consumir calorías de mantenimiento y entrenar con PESAS de manera fuerte, intensa
y constante. Esta es la MEJOR manera de, poco a poco, ir cambiando tu composición
corporal, sin pasar por una etapa de pérdida de grasa ni por una de volumen. La
finalidad de esto es que, con el pasar de los meses, tu peso sea relativamente el mismo,
pero tu cuerpo luzca totalmente diferente. Eso es lo ideal.
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¡Distribuyamos los Macros!
Para saber qué cantidad de proteína, carbohidratos y grasas necesitas consumir para
lograr tus objetivos corporales, es importante tomar en cuenta estos tres factores: tipo de
entrenamiento, frecuencia y duración. Usualmente, tomamos en cuenta otros 6 factores
en nuestras asesorías, (sí, esto es muy largo), pero consideramos que estos son los más
básicos para comenzar.
2.2 gr x Kg de peso
2 gr x Kg de peso
1.5 gr x Kg de peso
1.3gr x Kg de peso
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¿PATRICIA CUÁNTA PROTEÍNA NECESITA?
Ella entrena pesas 5 veces a la semana, entonces: 60 kilos x 2 = 120gr de proteínas al día.
Para saber qué cantidad de carbohidratos y grasas necesitas consumir, primero debes
restar las calorías de las proteínas que obtuviste a tu total de calorías.
¡PATRICIA AL RESCATE!
1.540 Calorías
120 gr de PROTEÍNAS
130 gr de CARBOHIDRATOS
60 gr de GRASAS
¿Recuerdas?
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LITERALMENTE, ESTÁS LIST@ PARA COMENZAR TU PROPIA DIETA FLEXIBLE
Lo que tienes que hacer ahora es anotar tus macros y empezar a crear menús diarios
que te permitan cumplirlos. Para esto, puedes hacerlo de 2 formas:
Hasta este punto, tienes TODO lo que necesitas para comenzar tu Dieta Flexible. La
información que encontrarás a continuación es opcional. Si te sientes preparado(a) y
has entendido todo con facilidad, entonces te recomendamos seguir leyendo. Si por
el contrario, sientes que todo esto es muy nuevo para ti y prefieres iniciar con lo que ya
hemos explicado, es completamente válido. Puedes leer los siguientes párrafos una vez te
sientas listo(a).
Hablemos de Estrategias
Las estrategias que explicaremos a continuación, son solo formas de cumplir tus
macros. Puedes comer macros iguales todos los días, así como también puedes aplicar
algunas de estas estrategias para hacer tu proceso más llevadero. Recuerda que estas
estrategias no son obligatorias. Lo más importante siempre será que cumplas tus macros,
independientemente del cómo.
ESTRATEGIA #1:
Intercambios
Los intercambios son perfectos cuando quieres comer un poco más de carbohidratos
en lugar de grasas, o viceversa. La idea es que si un día, por ejemplo, te provoca comer
más frutos secos (grasas) que arroz (carbohidratos), puedas hacer un INTERCAMBIO entre
ambos y sigas estando dentro de tus calorías del día.
Esta estrategia solo puede realizarse entre grasas y carbohidratos. Las proteínas deben
mantenerse intactas.
El intercambio es el siguiente: 20 gr de carbohidratos son equivalentes a 10 gr de grasas.
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Si los macros de Patricia son:
ESTRATEGIA #2:
Ciclado de Carbohidratos
Esta es una estrategia que parece “mágica” pero solo es una forma de DISTRIBUIR tus
carbohidratos en la semana. En vez de comer la misma cantidad de carbohidratos todos
los días, con el ciclado tienes la oportunidad de comer más carbos ciertos días y menos
carbos otros días. SIN EMBARGO, a modo semanal, habrás consumido la misma cantidad
de carbohidratos (que es lo que realmente importa y hace la diferencia).
EJEMPLO DE CICLADO:
Patricia consume 130 gr de carbohidratos diariamente. Si multiplicamos 130 por los 7 días
de la semana, sabremos cuánto carbohidrato consume Patricia a nivel semanal: 910 gr
A diferencia de los intercambios, en el ciclado lo único que varía son los carbohidratos.
Las grasas y las proteínas se mantienen intactas.
ESTRATEGIA #3:
Ciclado de Calorías
Esta estrategia es parecida a la de ciclado de carbohidratos, pero con la diferencia de
que el enfoque estará en las calorías semanales. De modo que ciertos días de la semana
consumas más calorías que otros, con la condición de no exceder tu total calórico.
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EJEMPLO DE CICLADO DE CALORÍAS:
Patricia consume diariamente 1.540 calorías. Si esto lo multiplicamos por los 7 días de la
semana, obtenemos que Patricia consume 10.780 Calorías semanales.
ESTRATEGIA #4:
Diet Breaks
Si traducimos, los diet breaks son “pausas de la dieta”. Básicamente es 1 o 2 semanas en
las que te tomas un break de tu plan de pérdida de grasa o de volumen, y te dedicas a
comer cerca de tus calorías de mantenimiento. Por ejemplo, si Patricia está comiendo
1.540 calorías para pérdida de grasa, en los diet breaks las sube hasta su mantenimiento,
que son 1.835. En estas semanas la proteína se mantiene intacta, pero se comen más
carbohidratos y más grasas.
No hay un tiempo específico para comenzar a incluir diet breaks, pero te pueden servir
como referencia tus niveles de energía y de hambre/ansiedad. Si ya está llegando a ese
punto en donde te sientes muy cansado(a) fatigado(a) en los entrenamientos, sumado a
un hambre y ansiedad en incremento… Es momento de 1 o 2 semanas de Break.
ESTRATEGIA #5:
Refeed
El refeed (“recarga de carbohidratos”) es una estrategia que se aplica únicamente
cuando se está en pérdida de grasa. Lo que se busca es aumentar el consumo de
los carbohidratos con la finalidad de recargar nuestros depósitos de glucógeno
(carbohidratos que almacenamos en los músculos). Básicamente, por 1 o 2 días se come
el doble de carbohidratos, la proteína se mantiene intacta, y las grasas se disminuyen en
15-20 gramos.
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EJEMPLO DE REFEED:
El refeed puede aplicarse una vez por semana, o una vez cada quince días.
1. Come la cantidad de veces que MEJOR te permita sostener tu plan a LARGO PLAZO.
Ahora que ya sabes tus macros, seguro te preguntarás cuántas veces al día es mejor
comer para cubrir tus cantidades, y la respuesta es: las veces que más te guste y
prefieras.
Recuerda que lo más importante es que te asegures de cumplir tus macros, de entrenar
fuerte e intenso con pesas (de ser posible), y de respetar tus descansos. La cantidad de
veces que comes no tiene relevancia sino más bien que hayas consumido todo lo que
necesitas al final del día.
Ahora bien, ¿qué sugieren los últimos estudios?
Están las MEJORES maneras de distribución para garantizar resultados (las que indican
los estudios) y están las “medianas” mejores maneras de distribución que, aunque no
sean las más óptimas, son las que te permitirán a ti ser CONSTANTE con ese plan. Si, por
ejemplo, los estudios indican que hay que consumir proteínas en al menos 4 comidas,
pero tú te sientes más cómodo(a) distribuyendo tus proteínas en solo 3 comidas, es
completamente válido.
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2. No tienes que ser 100% estricto(a) con tus macros.
Si, por ejemplo, tus gramos de carbohidratos son 130 gramos, no significa que si comes
135 gramos va a pasar algo malo. Puedes tener márgenes de error y evitar volverte
obsesivo(a) con cada gramito que te corresponda. Un buen margen de error que
nosotras recomendamos son 5-10 gramos de más o de menos en cada macro.
3. Si al calcular tus macros, te diste cuenta que tus requerimientos calóricos son muy
altos en comparación a cómo has venido comiendo, no vayas a hacer el cambio “de
golpe”.
Si, por ejemplo, has estado comiendo de forma restrictiva (pollo, brócoli y avena
todos los días, por ejemplo) y además de cansarte y leer este ebook para comer
más balanceado (¡bien!), calculaste tus macros y te diste cuenta que has estado
consumiendo 1200 calorías, por ejemplo, y tus calorías de mantenimiento te dieron 1800,
lo más recomendable es incorporar esas nuevas calorías de forma PROGRESIVA. Una
buena forma de hacerlo, es aumentando 20 gr de carbohidratos y 5 gr de grasa el día
lunes, por ejemplo, y mantenerlo así por 2 semanas. Luego, vuelves a aumentar otros
20 gr de carbohidratos y 5 gr de grasa por 2 semanas más y así sucesivamente. Hazlo
hasta que logres alcanzar los macros que calculaste o hasta que veas que ya te ves y te
sientes bien así.
A este aumento progresivo se le conoce como Dieta Inversa y se hace con la finalidad
de no aumentar (o aumentar lo menos posible) de peso durante el incremento de
calorías. De esta manera, irás regulando tus hormonas y adaptando tu metabolismo a la
nueva ingesta calórica.
Ahora, si por el contrario, estabas consumiendo muchas más calorías de las que te
correspondían, lo mejor es aplicar el mismo procedimiento anterior. Ve disminuyendo
tus carbohidratos y grasas (que es lo que posiblemente comías más) progresivamente
cada semana. Esto garantizará que tu metabolismo se mantenga activo, saludable (los
metabolismos poco eficientes no son convenientes) y además, mantendrás tu ansiedad
y hambre mucho más controlados.
4. Cumple tus macros al 100% por, AL MENOS, 4 semanas consecutivas, antes de hacer
un nuevo ajuste
Como ya hemos dicho, las fórmulas (por muy buenas que sean) no son totalmente
precisas, y puede pasar que hayas calculado tus calorías y macros para perder grasa,
pero resulta que pasadas 4 semanas, no has visto ningún cambio ni en tu peso, ni en
tus medidas y ni en la forma en cómo te queda la ropa. Entonces, aquí es cuando
debes hacer un ajuste (o cambio) en tus macros. Si el objetivo era perder grasa y,
pasado este tiempo, a pesar de cumplir tus macros y calorías al 100%, no has visto
resultados, entonces significa que no estás en déficit calórico (porque tu cuerpo se está
MANTENIENDO, ¿Lo ves?). En este caso, lo mejor que puedes hacer es DISMINUIR tus
calorías. Por ejemplo, puedes reducir 20 gr de grasa, o 30 gr de carbohidratos y 10 gr de
grasas, o 50 gr de carbohidratos y dejas las grasas intactas. Esto equivale a 200 calorías
menos.
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Ahora bien, si por el contrario, tu meta era aumentar de peso o masa muscular, y
pasadas 4 semanas sigues exactamente igual en cuánto a medidas, peso y en cómo
te queda la ropa, entonces lo que debes hacer es AUMENTAR calorías. Por ejemplo,
puedes aumentar unos 20 gr de grasa, o 30 gr de carbohidratos y 10 gr de grasas, o 50
gr de carbohidratos y dejas las grasas intactas. Al igual que el ejemplo anterior, estos
aumentos equivalen a 200 calorías.
Esto depende de qué tan rápido vas perdiendo peso o qué tan “extremo” es tu déficit
calórico. Nosotras recomendamos que la etapa de pérdida de grasa dure entre 12 y 16
semanas (máximo), independientemente de si lograste tu meta final o no. Entonces, si
buscabas perder 7 kilos, pero a las 16 semanas perdiste solo 4, detén el proceso durante
unas semanas (un diet break de 4 a 8 semanas). A estas alturas, muchas de tus hormonas
se encuentran desbalanceadas y posiblemente hayas perdido algo de masa muscular
(que es inevitable en cualquier proceso de pérdida de grasa); puede que el hambre y la
ansiedad ya sean mucho más recurrentes y, además, tu metabolismo se encuentre más
lento. Básicamente, lo mejor es hacer una PAUSA para incrementar tu Tasa Metabólica
Basal, regular ciertas hormonas y llenar mejor tus músculos de glucógeno.
Si estás en etapa de volumen, lo mismo ocurre, va a depender de qué tan “extremo” sea
tu proceso y qué tanto peso o medidas hayas aumentado. Sin embargo, en toda etapa
de volumen es muy normal que se aumente el porcentaje de grasa, ya que es algo
inevitable y que tienes que aprender a aceptar si quieres que tus músculos crezcan de
verdad. Considerando esto, tampoco es muy recomendable quedarte meses y meses
en volumen, porque aunque el aumento de músculo sea estupendo, el aumento de
grasa también se empezará a pronunciar mucho más. Nuestra recomendación es que lo
mantengas 16 semanas máximo. Luego, puedes hacer una pequeña etapa de pérdida
de grasa, con la finalidad de “limpiar” un poco el lienzo (tu cuerpo) en el que has estado
trabajando. Luego de esta pausa, puedes volver a retomar tu etapa de volumen.
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6. Si eres nuevo en esto de la dieta flexible, evita estimar mucho fuera de casa (es
mejor que peses tus alimentos y comas en casa).
Cuando comenzamos una dieta flexible, es muy normal que queramos comer fuera
de casa por la flexibilidad que te permite este tipo de alimentación. Sin embargo,
te recomendamos no estimar cuando apenas estás comenzando. Date tiempo de
pesar tus alimentos para entrenarte y sepas “a ojo” qué cantidades son las que te
corresponden. Necesitas pesar tus alimentos y llevar un registro de tus cantidades
durante al menos 3 meses, para saber qué y cuánto te aporta cada uno, y así volverte
un “experto” estimando lo que vayas a comer fuera de casa.
Pide platos simples y que sean fáciles de estimar. Por ejemplo, pechuga de
pollo a la parrilla con papas hervidas y vegetales al vapor.
8. Ten paciencia, tómate esto con calma. Recuerda que la idea es que sea FLEXIBLE
Muchas veces caemos en el error de hacer una dieta flexible pero estricta (tiene
mucho sentido, ¿verdad? jajaja). Mantén siempre presente que cambiar tu cuerpo va
a demorar meses y, en algunos casos, hasta años. La idea es que tú siempre seas tú
mejor apoyo, así que date méritos cuando sientas que has hecho las cosas bien; cuando
sientas que te equivocas, perdónate y recuerda que eres humano. Nadie hace las cosas
perfectas siempre, ni siquiera nosotras.
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Si algunos días te excedes de tus macros o más bien te faltó cumplirlos, retoma
nuevamente al día siguiente. Siempre tienes una nueva oportunidad para retomar o
comenzar.
Antes de definir qué objetivo buscas con tu cuerpo (perder grasa, aumentar masa
muscular o simplemente mantenerte), es necesario que seas muy honesto(a) contigo y
tomes en cuenta lo que realmente será BENEFICIOSO para ti. Muchas veces tomamos
decisiones en base a las críticas de otros (que pueden ser personas que amamos
mucho, como pueden ser extraños), pero su opinión nos afecta de algún modo. Nos
encontramos desesperados, buscando encajar en un prototipo para recibir cumplidos y
mucha admiración. ¿Quién no quisiera sentirse admirado?
A veces no buscamos el cuerpo “perfecto” para tener salud o tener más energía, sino
para encajar, para sentir la seguridad y confianza que no tenemos internamente. Y si
hay algo que nos ha quedado de la experiencia, es que el cuerpo por sí solo no te da la
seguridad ni la confianza que buscas, sino más bien cuando lo trabaja desde tu interior
es que lo puedes reflejar en el exterior.
Tienes todo el derecho de modificar tu cuerpo si eso es lo que te hace sentir bien. Solo
procura hacerlo desde el amor a ti y no desde el rechazo. Verás que el camino será
ameno y cada paso que des será ganancia.
Eres un ser hermoso, no solo por como luces por fuera, sino porque eres mucho más de lo
que tus ojos ven.
Este es el fin de este ebook. Estamos muy agradecidas de que hayas llegado hasta aquí,
que busques ser tu mejor versión y que por eso lo hayas terminado de leer. GRACIAS por
ser nuestra más grande inspiración.
43
Bibliografía
Entrenar con pesas, mayor masa muscular:
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being in elderly. Diciembre, 2011.
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Alterations in the Body Composition of Adult Men during Selected Physical Training
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https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1532-5415.1974.tb02156.x
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Consumir proteínas y carbohidratos en una misma comida incrementa más la
segregación de insulina, sin que esto afecte negativamente a personas
con diabetes
Effect of protein ingestion on the glucose and insulin response to a standardized
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Comer proteínas más frecuente en el día, asegura una mejor síntesis proteica (en
vez de solo 1 o 2 veces durante el día)
Dietary Protein Distribution Positively Influences 24-h Muscle Protein Synthesis in
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4018950/
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Cómo funcionan las dietas populares: qué tienen en común
Popular diets: a scientific review. Marzo, 2001
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1038/oby.2001.113
Omega 3, antiinflamatorio
Omega-3 Fatty acids and inflammation: novel interactions reveal a new step in
neutrophil recruitment.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19707265
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Rangos óptimos de proteínas para atletas con bajo porcentaje de grasa corporal:
A systematic review of dietary protein during caloric restriction in resistance
trained lean athletes: a case for higher intakes. Abril, 2014.
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Un refeed con carbohidratos incrementan la Leptina y el Total Energy Expenditure
Effects of short-term carbohydrate or fat overfeeding on energy expenditure and
plasma leptin concentrations in healthy female subjects. Noviembre, 2000.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11126336
Razones por las que cuesta ganar peso, aun estando en surplus calórico
Energy expenditure during overfeeding. Julio, 2006
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16836744
Effect of dietary protein content on weight gain, energy expenditure, and body
composition during overeating: a randomized controlled trial. Junio, 2012.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22215165
Acute effects on metabolism and appetite profile of one meal difference in the
lower range of meal frequency. Junio, 2008.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18053311
48