Constitucionalizacion Del Derecho - Derecho Administrativo
Constitucionalizacion Del Derecho - Derecho Administrativo
Constitucionalizacion Del Derecho - Derecho Administrativo
Dentro de lo mencionado este fenómeno ha sido criticado por muchas razones, entre ellas
por decisiones políticas, la introducción de la Constitución por las nuevas necesidades
sociales del derecho y que esto pueda desviar la esencia del derecho administrativo del
derecho ordinario, además de su modelo jerárquico que no guardaba armonía con los
nuevos ordenamientos jurídicos.
Todas estas críticas han sido cuestionadas también por muchos más catedráticos y juristas
que sostienen que ha sido un cambio y una complementación en el derecho que le ha dado
a las normas y a la ley en sí, un carácter de validez acompañada de la Constitución, es
decir, es un parámetro de validez de la ley. (Landa, 2016)
Entre los tipos de constitucionalización, está la misma como una irradiación hacia el
derecho ordinario con sus fines y valores, es una aplicación muy amplia. El segundo tipo
de constitucionalización también es considerado como una irradiación, solo que, en
término medio, y es estudiada no desde el sentido estricto, sino como un derecho
totalmente concretizado que incluye precedentes, argumentos y decisiones jurídicas. Aquí
en este término medio el derecho constitucional y el derecho ordinario se complementan,
que es como vendría a ser en realidad, desde mi punto de vista, una constitucionalización
de cualquier rama del derecho. El tercer tipo de constitucionalización es uno de estricta
obligatoriedad respecto de los resultados que tiene que arrojar, ya que los preceptos de la
Constitución son impuestos de manera imperativa hacia el derecho ordinario.
Respecto de los tipos, así mismo, la constitucionalización cumple con algunas funciones,
como la dogmática y la configuradora del sistema, como por ejemplo la transferencia de
temas importantes del Estado constitucional en el ordenamiento jurídico.
Dice el autor que la constitucionalización es una corrección, que a mi opinión después de
la lectura y el análisis también es un compenetración del derecho constitucional al
derecho administrativo y que en base a todos los principios que son el fundamento
constitucional de este mismo derecho, es que se complementan y el derecho
administrativo toma bases sólidas para ser aplicado en la práctica, es por eso también que
la Constitución en todos los ordenamientos jurídicos se ha implementado como una
manera de influir en los principios jurídicos, así no solo los encontramos en nuestra Carta
Magna, sino también en los diferentes cuerpos legales de las ramas del derecho, de esta
manera están: el principio de legalidad, de imparcialidad, de la buena administración,
razonabilidad, proporcionalidad, contradicción, motivación, transparencia.
De esta manera el derecho administrativo como derecho rector de las funciones públicas,
de lo estatal, tiene una estrecha relación con el derecho constitucional, no puede el
derecho administrativo aplicarse sin que cumpla con preceptos básicos y principios
jurídicos de alta importancia, creadores de ordenamientos, es por eso por lo que es
llamado derecho constitucional concretizado. No se puede olvidar de la misma manera, y
desde el punto de vista hacia la justicia ecuatoriana y respecto de la aplicación de nuestras
normas, que la doctrina y los nombres dados a estos fenómenos jurídicos, muchas veces
no tienen aciertos en nuestra realidad judicial, es menester aplicar la Constitución siempre
que se pueda e incentivar a que se cumplan todas las normas en acuerdo y armonía con
las demás leyes.
Una norma siempre va a contar con la descripción del supuesto de hecho, un mandato que
expresa el deber ser, y la consecuencia jurídica, es decir que ocurriría en caso de que no
se cumpla el deber ser, o no se actúe como lo determina la norma. Las normas siempre
van a tener este tipo de estructura basada en la lógica jurídica.
Los principios son preceptos creados por la misma ley, que permiten que la aplicación de
la norma sea la más idónea, y no solo de la norma, sino que del actuar mismo del ser
humano ya que estos carecen de supuestos de hecho.
Es así como por ejemplo de los derechos ningún gobierno o Estado nos puede privar,
como seres humanos, nacemos con derechos implícitos por el simple de ser seres
humanos, y que incluso se cuenta con ellos antes del nacimiento, es así como se protege
el derecho a la vida y este se sanciona, por ejemplo, en caso de un aborto. Tampoco nos
pueden privar del derecho a la salud, etc., derechos que nacen con nosotros y que se
materializan con la garantía que la Constitución y demás ordenamientos jurídicos nos
brindan al momento de ejercerlos.
Por ende, los paradigmas que nacen del desarrollo del derecho público pueden llegar
incluso a configurar nuevos principios que en realidad no es que son nuevos, sino son
nuevas formulaciones de principios que ya se han reconocido con anterioridad y por eso
es necesario que al momento de aplicarlos hacia el derecho administrativo o al cualquier
otro derecho, tenga armonía con la Constitución y los principios reconocidos en Tratados
Internacionales de Derechos Humanos.
La dignidad humana, y el ser humano es la fuente central del nacimiento de todos los
principios y derechos básicos reconocidos en todos los ordenamientos jurídicos de todos
los países, es más, es cada vez más horrendo que alguna nación no los aplique y no los
garantice. Del ser humano nacen los principios y derechos que el Estado mediante normas
y ordenamientos jurídicos nos debe garantizar. Partiendo del punto, como ya antes se
mencionó que uno de los derechos mas importantes y primeros es el derecho a la vida, y
que de esta manera el Estado mediante normas, por ejemplo, la de carácter penal en actos
que atentan contra la vida son sancionados. De estos derechos y del valor incuantificable
que tiene el ser humano, nacen también principios importantísimos, que además de
proteger su dignidad como persona, son principios que ya como sociedad son necesarios
para regular esta convivencia entre personas - civilización y hacer que todos los actos, en
este caso los relacionados al derecho administrativo, se ejecuten con las garantías
necesarias que se puedan prestar para cada caso en concreto.
Este código hace una diferenciación entre principios generales, que quiere decir que son
aplicados en todas las ramas del derecho y que son básicos, por así decirlo, para cualquier
proceso jurídico, tales como: principio de eficacia, eficiencia, de calidad, jerarquía,
desconcentración, descentralización, coordinación, participación, planificación,
transparencia, evaluación, juridicidad, responsabilidad, proporcionalidad, buena fe.
Así este ordenamiento jurídico, no solo termina refiriéndose a principios, sino también a
los derechos de las personas relacionados a la administración pública, derecho como: el
fundamental a la buena administración pública, el derecho de petición, el acceso a los
servicios públicos. Cabe recalcar que así como la ley nos garantizan derechos propios del
derecho administrativo, también como ciudadanos y sociedad civilizada contamos con
deberes los cuales tenemos que acatar, por ejemplo, siempre estar en colaboración con
las administraciones públicas para el buen desarrollo de sus procedimientos, en cuanto se
hagan informes, inspecciones, investigaciones; respetar el ordenamiento jurídico y las
autoridades legítimas que están de turno, cumpliendo así los determinado en la
Constitución, las leyes en general; no tener conductas abusivas del derecho causando
daño a terceros y perjudicando el interés general.
Como caso particular y de acuerdo con lo que el autor Bocanegra asegura respecto a que
la teoría del acto administrativo domina el derecho administrativo moderno realizo una
acotación mencionando que en realidad esta teoría es tan famosa en el derecho
administrativo que cualquier estudiante de derecho puede determinar con vagos rasgos
que significa el acto administrativo y que es uno de los conceptos y teorías, que, de
manera personal, con más hincapié enseñan en las aulas universitarias.
Es así pues que de otra manera el acto administrativo es un acto que es realizado por un
funcionario u órgano administrativo, netamente competente para proceder al acto,
resolución, o cualquier otra medida que sea adoptada siempre y cuando sea conforme al
ordenamiento jurídico. Este acto va a crear efectos jurídicos inmediatos, como dice la ley
de manera individual o generales.
Entre los caracteres que configuran el acto administrativo están: A) el carácter regulador,
que no debe de ser confundido con demás actos de simple administración, puesto que no
poseen esta característica tan importante; B) los efectos externos, es decir que la extensión
que alcanzan estos actos, pueden llegar hasta terceros y más allá de la administración, que
tampoco pueden confundirse con instrucciones y órdenes de servicio, informes
vinculantes o cualquier otra declaración de algún procedimiento; C) El acto
administrativo como actuación de una administración pública, lo que significa es que
siempre este tipo de actos y resoluciones deben proceder de una Administración pública;
D) El ejercicio de una potestad de Derecho administrativo, lo que quiere decir que
siempre deben ser dictados por un funcionario o un organismo competente, sino no
contaría con una verdadera validez; E) El ejercicio de una potestad distinta de la
reglamentaria.
La aplicación de este principio y el ejercicio de este derecho no se limita con lo que dice
la ley de forma simple, sino que se complementa en realidad con todos los demás derechos
constituciones y lo principios de la administración pública, porque, por ejemplo, si no se
emplea el principio de legalidad, de tipicidad, de seguridad jurídica, de ética y probidad,
¿de qué buena administración pública se estaría hablando?, parecería nada más un básico
discurso jurídico.
Para garantizar al cien por ciento este principio mucho tiene que ver con el control judicial
que hay que aplicar, dado que la administración es pública, y participa directamente el
Estado, no es ajeno a los abogados y a los ciudadanos en general la injerencia de todos
los poderes sobre la administración en cualquier caso en concreto, desde los más simples,
como un trámite y procedimiento en la empresa eléctrica estatal, hasta los más complejos
como ejercer el derecho de repetición contra el Estado, en cuánto a que los ciudadanos
muchas veces lo ven de manera negativa, porque contra el Estado nadie gana. Es menester
cambiar esta percepción y se puede comenzar haciendo desde la aplicación de principios
tan básicos como el de buena administración, que no solo en el tema del derecho se ha
referido a la administración pública sino también a la administración de las empresas
privadas.
Es por eso es que la buena administración comparte también tendencias similares como
la buena gobernanza y buen gobierno y como lo menciona una revista española, mediante
un profesor de Derecho administrativo de la Universidad de Barcelona “el derecho a la
buen administración al imponer obligaciones jurídicas en el núcleo del ejercicio de la
discrecionalidad actúa como límite más allá de la mera arbitrariedad, siendo además,
guía para los gestores públicos en la toma de decisiones, y por tanto se trata de un útil
instrumento en el control administrativo en garantía de los derechos e interese de los
ciudadanos, tanto individuales como colectivos” (Solé, 2014)
De igual manera el Tribunal Supremo español mediante sentencia del 04 de agosto del
2020 hace alusión a este principio determinando que su aplicación reclama la efectividad
de todas las garantías y derechos reconocidos constitucionalmente, porque en este caso
en el área tributaria, pero también en el derecho administrativo, pone en observancia el
deber de cuidado y la debida diligencia para garantizar la protección jurídica. Es entonces
este principio y derecho fundamental uno de los más importantes dentro del derecho
administrativo, su sola aplicación hace posible también que otros principios y derechos
puedan ser aplicados y efectivizados a través del ordenamiento jurídico, siempre y cuando
los Estados mediante sus leyes y políticas públicas también garanticen la aplicación de
todas las normas en general y el ciudadano se sienta protegido, obtenga una eficaz tutela
jurídica y acceda a la verdadera justicia administrativa mediante una buena y verdadera
administración.
BIBLIOGRAFIA