Libro Derecho Natural PDF
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INTRODUCCIÓN
CRÍTICA
AL
DERECHO NATURAL
Undécima edición
PAGINA
Prólogo . . . . . . . . . . . . ... 11
l. INTRODUCCION 15
§ l. El arte del derecho . .. .. . .. . .. . .. . 15
§ 2. La virtud de la justicia ... .. . . . . . .. 19
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§ 2. LA VIRTUD DE LA JUSTICIA.
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§ l. EL PUNTO DE PARTIDA.
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preexistencia. Este dato sirve, por de pronto, para comprender por qué el
conoc1m1ento necesario para vivir conforme a justicia sea la ciencia del
derecho; el saber que requiere la justicia es el saber sobre lo suyo o ius
de cada uno, que es lo que preexiste al acto de justicia. En segundo lugar,
sirve para deslindar la justicia en sentido más propio o estricto - l a jus-
ticia del jurista- de los significados análogos o acaso abusivos de esta
palabra. No puede invocarse la justicia allí donde no hay un título, no
puede calificarse de justo aquello que no es un verdadero y propio ius
o derecho.
Las invocaciones más o menos vagas a la justicia y a lo que es justo,
cuando se trata de cosas sobre las que no se tiene todavía un título -legal
o natural- son apelaciones a un sentido analógico de la justicia o un uso
abusivo de la misma. Decir, por ejemplo, que es justo que a los asalariados
se les dé un mes de vacaciones será verdadero - y entonces podrá intervenir
el jurista, v. gr., el juez- si hay una ley, un convenio o una costumbre
jurídicamente obligatol'ia que así lo disponga. Cuando no sea así, cuando
sea todavía, como hoy se dice, una reivindicación, puede hablarse de con-
veniencia, necesidad, adecuación a los postulados de la vida moderna, con-
quista en beneficio de una vida más humana, etc., pero no de justicia
en sentido estricto, porque no hay -precedentemente- un derecho. Salvo
que se entienda que tal derecho existe como exigencia de la persona huma-
na, esto es, como derecho natural. Esta es la lacerante paradoja de tantas
invocaciones actuales a la justicia. Se niega el derecho natural pero se
habla de derechos humanos anteriores al derecho positivo y, cuando éste
no los reconoce, se invoca a la justicia. Negado el derecho natural, tales
invocaciones a la justicia no son coherentes, porque si no hay derecho
natural no es verdad que la justicia pida el reconocimiento de los dere-
chos humanos, porque no serán derechos en sentido propio y estricto, ni
es verdad que contrariarlos sea opresión e injusticia, pues no puede entrar
en liza la justicia donde no hay un derecho precedente. La invocación a la
justicia frente al derecho positivo y la simultánea negación del derecho natu-
ral es una contradicción.
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14. «Si no puedes evitar lo anterior, entra con otros en una sociedad
en la que a cada uno le pueda ser garantizado lo suyo (suum cuique tribue).
Si la última fórmula fuera traducida por da a cada uno lo suyo, el resultado
sería un absurdo, ya que a nadie se le puede dar lo que ya tiene. Si la
fórmula ha de tener un sentido, por eso, éste no puede ser otro que el de
entra en un estado en el .que puede serle asegurado a cada uno lo suyo
frente a todos los demás». Metafísica de las costumbres, Introducción a la
teoría del derecho, Apéndice, División de la teoría del derecho, A.
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15. «La justicia es una propiedad que puede aplicarse a objetos di-
versos y, en primer lugar, a los seres humanos. Se dice así de un hombre,
en particular de un legislador o de un juez, que es justo o injusto. En
este sentido, la justicia se manifiesta como una virtud humana. La virtud
de la justicia, como toda virtud, constituye una categoría de carácter moral
y bajo este aspecto pertenece, pues, al campo de la ética ( ... ). Este com-
portamiento social del hombre será justo cuando sea conforme a una
norma que lo prescribe; .es decir, que lo instaura como deber .. Será.injusto,
en cambio, cuando sea contrario a una norma que prescribe un determinado
comportamiento que a causa de ello ha adquirido el valor justicia. La
justicia de un hombre es la justicia de su comportamiento social. Y la
justicia de su comportamiento social consiste en que es conforme a una
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norma que constituye el valor de justicia. Esta norma puede ser, pues, de-
nominada norma de justicia». Justicia y Derecho Natural, en H. KELSEN,
N. BoBBIO Y OTROS, Crítica del Derecho Natural (Madrid 1966) pág. 29.
16. «La fórmula de justicia más corrientemente empleada es la célebre
del suum cuique, norma que prescribe dar a cada uno lo que le correspon-
de, es decir lo que se le debe, aquello que puede pretender, aquello a lo
que tiene derecho. Resulta fácil descubrir cuál es la cuestión decisiva para
la aplicación de esta norma: que sea lo suyo, lo que es debido, ese derecho,
es algo que no viene resuelto por esta· norma. Dado que lo debido a cada
uno es precisamente lo que se le debe dar, la fórmula del suum cuique re-
sulta no ser sino una vana tautología: debe darse a cada uno lo que se le
debe dar». Oh. cit., págs. 43 s.
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17. Esto lo vio con gran claridad quien elaboró con más rigor lógico
los postulados del positivismo, el ya citado Kelsen: «La validez del derecho
positivo es independiente de su relación con una norma de justicia: esta
afirmación constituye la diferencia esencial entre la teoría del derecho
natural y el positivismo jurídico ( ... ). Decir que una norma de derecho
positivo es justa o injusta significa lo siguiente: si se supone que una
determinada norma de justicia es válida, cabe que el acto por el cual
ha sido creada- la norma de derecho positivo sea justo o injusto. Ahora
bien, si de lo que se trata es de la validez de esta norma de derecho posi-
tivo habrá que sostener que la norma de justicia no puede suponerse válida
al mismo tiempo que la norma de derecho positivo. Dado que el derecho
positivo es una norma objetivamente válida que presenta un carácter de
obligación, resultará que, ni desde el punto de vista de este derecho ni
desde el de la norma de justicia, podrá haber derecho injusto, es decir,
derecho positivo creado por un acto que no es conforme a una norma de
justicia. Puede existir, es cierto, un acto de esa especie, cuyo sentido sub-
jetivo es una norma. Pero si se presupone la validez de la norma de jus-
ticia, este sentido no puede ser considerado ni como el sentido objetivo
de ese acto ni, en consecuencia, conio componente del derecho; y si se
considera el sentido subjetivo de ·este acto como su sentido objetivo, es
decir, como derecho positivo, en cuanto que ese acto ha sido realizado
en conformidad con la ·norma fundamental del ordenamiento jurídico, rici
se· podrá entonces presuponer fa. validez de la norma de justicia y no se
podrá, por tanto, juzgar que este acto es injusto, dado que sólo una norma
de justicia cuya validez se presupone puede servir de criterio para juzgar
el derecho positivo, es decir, los actos por los cuales se crean las normas
de ese derecho». Ob cit., págs. 33 y 35 s.
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§ 3. Lo JUSTO.
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nas, sino que está en dar a cada uno las medicinas que
necesita. Esta es la igualdad proporcional o proporción 22 •
De todo esto hablaremos con mayor extensión más
adelante, al tratar de la relación de justicia.
4. El título, el fundamento y la medida de lo justo.
Siendo el derecho la cosa debida e igual, fácilmente se
desprende que el arte del jurista se resume en conocer
el título y la medida de lo justo. De ellos diremos a con-
tinuación unas palabras.
a) El título es aquello en lo que tiene su origen el
derecho, esto es, lo que origina - l a fuente- el dominio
del sujeto sobre la cosa. Dicho de otro modo, el título es
lo que atribuye la cosa al sujeto, aquello en cuya virtud
la cosa es suya. Los diversos títulos son de muy variada
especie: el título puede ser una actividad (la ocupación,
el trabajo, etc.), un pacto o convenio (un contrato), la
ley, la naturaleza humana, etc.
No hay derecho si no hay título, porque falta la atri-
bución. En consecuencia, para determinar lo justo, lo
primero es determinar el título; sin título no es correcto
invocar un derecho, pues tal derecho sería inexistente.
A veces se ha achacado inconcreción a la fórmula de
la justicia. ¿Qué es lo justo para el hombre? ¿Acaso no
vemos cómo unos reclaman derechos, cuya existencia es
negada por otros? ¿No es cierto que a veces lo que se
tiene por justo aquende de los Pirineos se tiene por in-
justo allende de ellos como decía Pascal? ¿No observa-
mos también que los diversos sindicatos o los variados
22. Como sea que la mayoría de las veces que se habla de igualdad
entre todos los hombres, lo que está en juego es el reparto de bienes,
por lo que acabamos de decir se pone de manifiesto la injusticia del igua-
lítarismo. Es injusta la discriminación, pero lo que el hombre pide y
necesita es la igualdad proporcional; los bienes deben llegar a todos, mas
en proporción a la finalidad de los bienes y a la relación de los sujetos
con dicha finalidad. El igualitarismo, que no tiene en cuenta las diferen-
cias entre los hombres, es una forma de injusticia.
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§ 4. LA RELACIÓN DE JUSTICIA.
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25. Para evitar confusiones conviene distinguir entre el uso del do-
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§ 7. Lo EQUITATIVO Y LA EQUIDAD.
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§ 8. LA INJUSTICIA Y LO INJUSTO.
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§ 8. Lo JUSTO POSITIVO.
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33. [La ley civil puede corromper o alterar los derechos civiles, pero
no los derechos naturales]. Inst., I, 158.
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34. Entre los estudios más recientes sobre este tema, puede verse
J. A. DORAL, Concepto filosófico y concepto jurídico de persona, en «Per-
sona y Derecho», n (1975), págs. 113 ss.; P. LoMBARDÍA, Derecho divino
y persona física en el ordenamiento canónico, en Escritos de Derecho Ca-
nónico, I (Pamplona 1973), págs. 223 ss. ·
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§ 2. LA NORMA JURÍDICA.
38. Medida de lo justo, regla del derecho y del deber, as! se presenta
la ley ante el jurista y ésta es la perspectiva con que el arte del derecho
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39. «Et sic quatuor praedictis potest colligi definido legis, quae nihil
est aliud quam quaedam rationis ordinatio ad bonum commune, ab eo qui
curam communitatis habet, promulgata» [De las cuatro conclusiones esta-
blecidas puede colegirse una definición de ley, la cual no es otra cosa que
una prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por
aquel que tiem el cuidado de la comunidad]. S. Th., I-II, q. 90, a. 4.
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§ 1. PRESUPUESTOS.
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§ 2. EL SISTEMA JURÍDICO.
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