EXPLORACIONES DE Don José Agustín Palacios
EXPLORACIONES DE Don José Agustín Palacios
EXPLORACIONES DE Don José Agustín Palacios
2
José Agustín Palacios.
(Apuntes Biográficos)
I.
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fueron inculcados en su primera juventud con decidido y caritativo celo, por
el R. Padre Mazuelos, religioso franciscano.
*•*
4
su puesto en el campo del honor. Pero, por más que se apresurara a
concurrir al combate, solo pudo llegar al alto de las Ánimas, distante tres
leguas de la ciudad de La Paz, en momentos en que la victoria se inclinaba
a favor del ejército Boliviano. Por la rapidez y patriotismo con que se
consiguió aprontar esta fuerza, y por las marchas que ella hizo para cumplir
su deber, el Presidente Constitucional, por Orden Suprema, la comprendió
entre las divisiones vencedoras en Iugavi.
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Por medio de prolijos estudios, consiguió fijar en ciento trece leguas
la distancia que separa a estas dos circunscripciones y determinar la
naturaleza del trayecto recorrido, cuyos feracísimos terrenos y espaciosos
llanos le infundieron la convicción de lo práctico y beneficioso de plantear
un camino que, vinculando los territorios de ambos Departamentos,
incrementase su porvenir comercial.
*•*
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entre las provincias del norte del Departamento y el sistema de navegación
fluvial que da- ría fácil acceso al comercio y demás empresas industriales
de las zonas norte y oriente de Bolivia. En virtud de estas iniciativas tuvo la
fortuna de conseguir el apoyo decidido y eficaz del Gobierno del General
Ballivián, que a principios de 1845, le encomendó la honrosa misión de
explorarlos caudalosos ríos y lagos que bañan las vastas y fértiles regiones
del Oriente de nuestra patria.
II.
Su espíritu, animado del más vivo deseo de ser útil al país, aceptó
lleno de entusiasmo tan grande cometido, arrostrando todas las penalidades
y serios peligros consiguientes a una navegación desconocida y a una
exploración de países poblados de hordas salvajes, que siempre habían sido
el más grande obstáculo y funesto elemento que hiciera fracasar otras
expediciones.
Llegado a aquella capital, acordó los arreglos precisos para dar cima
a cada una de las instrucciones que le fueron comunicadas por el Gobierno.
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Desde épocas remotas pugnaban dos opiniones diversas respecto a la
posible comunicación del rio Beni con el Mamoré: la primera consistía en la
unión de ambos ríos con el Yacuma, que nace en los al-redores del pueblo
de Reyes y que, corriendo desde allí de occidente a oriente por las dilatadas
llanuras que existen entre aquellos ríos, desagua, junto al pueblo de Santa
Ana, en el Mamoré; y versaba la segunda en el supuesto de que existía
conexión entre el rio Beni y el lago Rogo-aguado, o de que éste procedía de
aquél, facilitando su enlace con el Mamoré.
Una vez a las orillas de este lago, reconoció la existencia de las ruinas
de la antigua población de los Cayubabas, y de los fosos que les servían de
defensa contra los ataques de las tribus de los Chacobos y Caripunas o
Pacaguaras.
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Finalmente, como consecuencia de la expedición al Rogo-aguado,
creyó posible la unión de las dos grandes arterias fluviales, el Mamoré y el
Beni, por medio de aquel lago, subordinando a este fin la idea de ser
necesaria la exploración del rio Yata-grande, que presumió fuese un brazo
del Beni que se dirige al Rogo-aguado,
III
Realizadas las exploraciones de gran parte del rio Beni, del lago Rogo-
aguado, de las lagunas Ibachuna, Yapacha, Puaja, y terminados los estudios
sobre el curso de los rios Wopi, Kaka,Cotacajes, Quendeque,Tuiche, etc.
Afluentes del Beni y del Yata y Yata-chico, tributarios del Rogo-aguado que
llevó a cabo, desplegó grandes esfuerzos para surcar el Mamoré y el
Madera, y satisfacer así una de sus mayores aspiraciones, cual era dar a
conocer a sus compatriotas, con exactitud y precisión los caudalosos brazos
destinados a asegurar la suerte de nuestra patria, reducida a una situación
completamente mediterránea, proveniente de la defectuosa demarcación
de sus límites con los países vecinos; demarcación que detiene
indefinidamente el desenvolvimiento de sus poderosos recursos económicos
y por tanto de su futuro engrandecimiento y bienestar.
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dirigirse del Brasil a las cachuelas del Madera, fue victimado con sus
tripulantes por los bárbaros que habitan cerca de la caída Teotonio.
A esto había contribuido el fracaso que poco tiempo antes tuviera una
expedición organizada por el Prefecto del Beni, don José Borja, pues, los
tripulantes, huyeron llenos de terror a la vista de la primera cachuela que
encontraron en el Mamoré. Después de dominar estas resistencias, zarpó
en 7 de octubre del expresado año 1846, del puerto de San Martin, distante
un cuarto de legua de Exaltación, acompañado del Vicario doctor Eustaquio
Durán y de seis rifleros comandados por su hijo don Gregorio Palacios.
Llevó también una garitea con veinte tripulantes y una canoa con
quince todos cayubabas de Exaltación. Y Ocupó una canoa con quince
canichanas de San Pedro teniendo por convoy otra con igual número de
trinitarios, y un pequeño bote descubridor con seis cayubabas.
Reconoció los rios Yata chico, Yata, Soteiro y Pacano va, que
desagüan, los dos primeros en la margen izquierda, y los dos últimos en la
derecha del Mamoré.
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Después de atravesar y examinar las cachuelas de Guajaramerín,
Guajaraguasú, Bananera, Palo-grande y Lages, arribó el 17 del mismo mes
á los 10° 25' 30" latitud Sud y 68° 19' 30" longitud O. de Paris, lugar de la
reunión del Mamoré con el Beni, y mensuró en seguida ambas
embocaduras, resultando la del primero con mil varas de ancho por ocho
brazadas de profundidad y la del Beni, dividido en dos brazos, con
ochocientas varas por quince brazadas el uno y cuatrocientas cincuenta
varas por seis brazadas el otro.
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Abuná; y continuando su navegación en el Madera volvió a practicar
interesantes estudios y levantar a su vez los planos de las cachadas
Pedernera, Paredao, Tres hermanos, Girao, Calderón del Infierno, Moriñon,
Teotonio, Macacos y San Antonio.
12
IV
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intento que tenía el Gobierno de encomendarle a Palacios la misión de
contratar en el exterior los elementos necesarios para abrir una ventajosa
salida al Atlántico.
14
V
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Palacios, contribuyendo éste así a la iniciación de las trascendentales
empresas que Church proyectara llevar a cabo, consiguiendo en 1868
autorización de los gobiernos del Brasil y Bolivia para implantar el ferrocarril
del Madera y navegar el Mamoré y el Beni.
(ABEL, F. ITURRALDE).
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EXPLORACIÓN
A Mis Compatriotas:
El vasto y rico territorio que Bolivia posee hacia la parte oriental, llama
en el día la atención de los industriosos europeos, y la navegación de los
caudalosos ríos que le bañan en toda su extensión es el pensamiento que
domina a varias sociedades, capaces de realizar tan grande proyecto.
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de realizar mis proyectos de un segundo viaje; y muy satisfactorio me será,
si mis compatriotas saben apreciar los sacrificios y penalidades
consiguientes a un viaje peligroso por ríos y lugares desconocidos. Obtendré
a lo menos, la única recompensa a que aspiro.
Rio Beni.
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En una de las instrucciones que se me dieron con respecto a la
comunicación que debía establecerse entre los pueblos del Beni y los de la
provincia de Yúngas, tuve la satisfacción de informar al Gobierno lo
conveniente sobre la exploración que hice desde Reyes hasta el cantón
Libertad, Capital de la expresada provincia de Yúngas. Existe pues, la
distancia de 113 leguas, que rectificadas por tierra serán reducidas a mucho
menos. Los terrenos son muy feraces, cubiertos de elevadas montañas, en
las que se encuentran diversas clases de quinas. Hay también baldíos llanos
y espaciosos, que ofrecen la mayor comodidad para un camino, a excepción
de las 20 leguas que se cuentan desde Tamampaya hasta Ebenay, y en las
que existen siete lomas muy elevadas y fragosas. Empero, aún subsiste
parte del camino que abrió el señor Revuelta, necesitándose dos puentes
en los ríos Tamampaya y Totorani. Pocos gastos habría que expender,
porque los pocos peñascos que se encuentran son de piedra de molejón.
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peligrosas son, Chana, Guachivó, Sipna, Wayaniboco, Sitipti, Chañamí,
Napañati y Poraquí, hasta Magdalena, pueblo de misiones a los 14 y medio
grados, fuera de Iripachiqui, Bopinay, Mittí, Puñuya, Bohoy, Piñechi,
Toracaya y Siraque son inferiores y no ofrecen mucho riesgo.
Nadie ha reconocido el resto del rio Beni hasta el año 1846 en que se
mandó al prusiano Baza y el que no obtuvo el menor resultado. Yo me dirigí
aguas arriba, desde la confluencia del Madera con el Mamoré y reconocí su
cachuela, que se creía una gran catarata, y de la que me ocuparé
oportunamente. En algunas partes de la extensión del rio, se encuentran
vetas de plata, veneros de oro, salinas, carbón de piedra, cal, etc. y en el
Tequeje diamantes. Hay también además muchas preciosidades
petrificadas, y una variedad tan rica como admirable de objetos raros con
que amenizar un gabinete de Historia Natural en los tres reinos.
Lago Rogo-aguado.
AÑO DE 1845.
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La principié del pueblo de Exaltación que es el más inmediato, con
rumbo O. E. N. O. E., cinco leguas hasta la estancia de la Cruz, habiendo
pasado media legua antes el rio Iruyané, que corre a N. E., abundante de
agua y capaz de ser navegado, ignorándose su procedencia que se supone
del Beni, o de alguno B curiches o pantanos de los campos de Reyes. En la
estancia hay un cerro chato, cuya altura es de 300 varas, y su base
cuádrupla. Está formado de sorochi blanco criadero de oro, y
constantemente está cubierto de pajonal y montaña, entre la que se
encuentra el árbol, que produce la goma elástica.
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Zarpé del puerto con rumbo NOE. Un cuarto N.; a las cinco leguas
encontró un arroyo que sirve de desagüe, y que se reúne con otro lago
pequeño, nombrado Yapacha hacia el NE. Cambié rumbo costeando OE.,
NOE. Por tres leguas, continuando por otras tres al S.OE. Un cuarto S. De
allí cambié también de N. á S. por ocho leguas, al SOE. una y media al S.
un cuarto E. cuatro y media; de manera que marché a Colina con un fondo
de dos y media brazadas, caminando seis millas por hora.
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En la montaña hay almendras superiores de varias clases. Al E. se
encuentra otra laguna pequeña denominada Puaja, cuyas aguas reunidas
con las de Rogo-aguado y Yapocha, forman el rio Yata-chico o rio Prieto que
concluye con el Mamoré. Presumo que el Yata-grande, sea solamente un
brazo del rio Beni, por la claridad de sus aguas, por el declive del terreno
hacia el Mamoré, y porque en los llanos no aparece su origen, pues que de
ellos procede únicamente el rio Negro de la laguna Rogagua en Reyes, y
que confluye también con el Beni.
AÑO DE 1846.
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Al haberla acometido, no me arredraron las ponderadas y peligrosas
cachuelas de ese rio tan célebre, los innumerables bárbaros que moran en
sus riberas, ni el trágico fin que tuvo el infortunado don Tadeo Gorritti,
víctima del furor de las hordas salvajes. Animado con la esperanza de ser
útil a mi patria, y sediento de gloria, no reparé en la mala calidad de las
embarcaciones, que consistían en pequeñas canoas de 12 varas de largo,
tres cuartas de fondo y vara y cuarta de ancho, que ninguna seguridad
ofrecían para la navegación; agregándose a esto la poca voluntad de los
tripulantes que en la expedición que mandó el Prefecto don José Borja
huyeron a la vista de la primera cachuela que encontraron. Era pues preciso
arrostrarlo todo, vencer las dificultades que de intento se me opusieron y
revestirme de la energía necesaria para imponer obediencia a la tripulación
compuesta de hombres a quienes nada interesaba una empresa, que habían
mirado siempre como irrealizable, o eminentemente peligrosa.
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ardiente deseo por ser el primero en proporcionar a mi patria un
descubrimiento, que no dudo será algún día el germen de su prosperidad y
de su dicha.
Día 8.
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Día 9.
Día 10.
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Día 11.
Ya que he hablado del viento Sud, daré aquí una idea de este
fenómeno que causa no pocos estragos en los habitantes y en el ganado.
Entiendo que él proviene de que las nubes bajan mucho formando un
espacioso horizonte desde la cordillera que está al Sud. Siendo este viento
constante, sino encuentra el paso franco por la cordillera tiene que
retroceder o resbalar impregnando de partículas nitrosas, que lo hacen
sumamente frio; y como encuentra oposición con el N. choca y forma
fuertes huracanes con lluvia o secos que duran tres días a lo más, pero que
causan muertes súbitas y costados. El viento N. es templado o fresco,
porque aunque procede de las abrasadas costas del África, como atraviesa
el Atlántico, y las montañas que hay desde la boca del Amazonas, se
refresca de manera que en Mojos la temperatura es moderada por esta
causa no subiendo el Termómetro más que a 10." y bajando a la mitad
menos los días en que la atmósfera está cargada o corre viento Sud.
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Día 12.
Día 13.
Salimos con viento Sud, rumbo al O., con seis brazas de agua,
corredera una legua. Las barrancas del costado de Bolivia más altas que las
del Brasil, con mucha abundancia de almendras, que son los árboles más
elevados de la montaña, a pesar de ser esta colosal. A corta distancia y
hacia la izquierda, desagua un arroyo al que también le llamamos la Elvira.
A medio día viento N. Termómetro 85. °, senda ocho brazas. El terreno se
eleva a más de cincuenta varas, poblado de almendros é Ipecacuana.
Habiendo navegado ocho leguas, descansamos, pero en alta noche nos
acometió un tigre, que felizmente no nos hizo mal alguno.
Día 14.
Para que se forme una idea exacta de lo que son las cachuelas, era
preciso que se tuvieran a la vista los diseños que poseo. Mas como este
diario es una mera relación me con- tentaré con explicar lo que ellas son,
distinguiéndolas de las cataratas, á fin de que no sean confundidas con
estas. Las cachuelas son una prolongación de peñascos, que atraviesan el
río de un costado a otro, por lo regular de E. á O. forman- do una barrera
que sirve de base a una serranía baja, situada en ambos costados; y como
la impetuosa corriente de las aguas, ha abierto diversos canales tortuosos
con crestones en sus centros y codos salientes, hacen que la navegación
sea peligrosa. Para evitar en algún modo los riegos, es preciso escoger el
canal mejor; es decir, que tenga suficiente agua para sostener la
embarcación, pues que si tiene mucha, se expone a que las olas que forman
las corrientes la cubran sumergiéndola en su seno. Las corrientes son, como
las de los torrentes, muy rápidas y violentas y sufren continuos choques;
de manera que para subir, hay necesidad de tirar con cuerdas las
embarcaciones, o descargarlas, lo que no sucedería con vapores chatos,
que calasen poca agua, y que soportasen de 15 a 20 toneladas, para lo que
en toda la ribera hay bastante combustible. Los vapores pasarían fácilmente
por cualquier canal, mientras que no sucedía lo mismo con las canoas que
nos conducían, débiles, mal construidas, sin timón, y de una tonelada
apenas expuesta a volcar o llenarse de agua a cada momento. Pueden todas
las cachuelas componerse mucho, rectificando en un alguno de sus canales,
limpiando en otras los que son buenos, que se obstruyen con los fragmentos
de los peñascos que deja el río cuando baja, y que amalgamándose por
medio del óxido forman una sola pieza, y abriendo en fin a sólo tres canales
con esclusas, sin las que son impracticables; según lo manifestaré después.
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Día 15.
Día 16.
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montaña en la cima. Tiene el Yata en esa parte 105 varas de ancho y tres
y media brazas de fondo. Sus aguas son muy claras y bastante altos los
barrancos. Continuamos navegando una legua por corrientes fuertes y
pasamos la cachuela que se forma de peñascos de doce varas en una cuadra
de extensión. El mejor canal es el del centro, pero tiene un banco al medio
que lo hace peligroso. Al N. hay un cerrito cubierto de montaña, y al NO. se
divisa otro más alto, situado sobre el rio Beni. Sobre los peñascos de la
cachuela, se ven grabados varios jeroglíficos y una cruz en medio de dos
PP. El Termómetro subió a 00. ° sonda siete brazas, corredora dos leguas
por hora, muy fácil sería abrir un canal al costado izquierdo. A una legua de
distancia se halla la cachuela Layes o Lajas que forma el cuadro 4. ° Del
mapa, compuesta de banquería que corre de E. á O., tiene el desnivel de
una vara en cincuenta de extensión. La pasamos sin novedad por su cauce
principal. A las dos leguas desemboca el rio Beni: nos detuvimos en la isla
que divide la boca de este rio a los 10. ° 25.
Rio Madera.
Día 17.
Después de medir el ancho del Mamoré que tiene allí 1,000 varas, con
siete a ocho brazadas de fondo, procedí a hacer la misma operación con el
Beni, dividido en dos brazos, y resultó uno de ellos con un ancho de 800
varas y de siete a quince de fondo, y el otro con el de 450 varas y con seis
brazadas de fondo: ambos brazos corren hacia el N.; perdiendo su curso el
Mamore que era el de N., NO. Salimos de allí, y a poca distancia, a la
izquierda, encontramos un arroyo, y a las cuatro cuadras de su navegación
se nos apersonaron veinte bárbaros Caripunas, ocho mujeres, nueve niños
y las mujercitas. Los hombres habitan en un galpón que llaman maloca, que
consta de veinticinco varas le largo, quince de ancho con bastante altura.
Su configuración es ovalada: tiene departamentos pequeños en la
circunferencia, y en cada uno de ellos existe 1111 hombre de pie al lado de
su hamaca, su banco, su bastón y una canastilla en que guarda las plumas
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de las aves que caza: lodos Tibien flechas en la mano. Contestaron con la
mayor seriedad Muestra salutación, pero habiéndoles regalado machetes,
cuchillos, anzuelos, chaquiras, licor y algunas otras cosas, depusieron su
to- no airado, se deshicieron de sus flechas, y nos manifestaron una amable
familiaridad.
Las mujeres viven en otra maloca separada donde tienen todos sus
utensilios domésticos, porque en la de los hombres 110 so encuentra cosa
alguna que pertenezca a ellas por su sexo, y hay el mayor aseo. El jefe se
llama Pachú, pero poca obediencia lo prestan los demás, porque existo allí
una libertad e independencia sin límites. Todos están desnudos, y tienen
las orejas atravesadas con colmillos de jabalí. El labio inferior de las mujeres
está agujereado, y en él acomodan una especie de lengüeta do goma color
topacio, cuyo largo es de ocho pulgadas. En la nariz colocan dos plumitas
en forma de bigotes, para lo que se taladran la ternilla. Se pintan la frente
grana, los labios y cejas negras y el resto de la cara color aromo. Usan
brazaletes en los lagartos, muñe- cas y pantorrillas, y por decencia cubren
las partes pudendas, con una hoja angosta, asegurada con un cordel. Los
hombres amarran también con una cuerda la parte que constituye su sexo;
lo mismo hace con los porros. Los cadáveres de aquellos son enterrados
parados en el lugar donde habitan, y a los de las mujeres les dan sepultura
en el campo. En e1 el triángulo que forman ambos ríos, hay varias islas, de
las que se separan infinitas peñas; y componer la cachuela Madera llamada
así por el excesivo acopio que hace de ella el rio en sus crecientes, con las
que acumula leña en montones que parecen cerros. De esta circunstancia
toma sin duda su nombre el rio. La cachuela de que acabo de hablar está
representada en el mapa con el cuadro 5. °
El cabo formado por ambos ríos 110 puede ser mejor para una gran
población. Se halla cubierto do almendros de superior calidad, de cacao
exquisito de dos clases, de vainilla y de otras producciones igualmente
importantes y valiosas.
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El local que ocupan éstos, es también muy hermoso para una
población. Al terminar el día colocamos en lugar conveniente una cruz que
bendijo el Vicario, y dirigimos nuestras preces al Ser Supremo, bajo las
dulces impresiones de una música solemne por la soledad de esas
silenciosas regiones, y que produjo en los indios los más deliciosos
transportes.
Día 18.
Día 19.
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Después de delinear la cachuela regresamos a donde dormimos la
noche anterior. Existen muchos peñascos y fuertes corrientes que
corresponden a la cachuela Pao-grande, y a la legua más abajo hay otros
menores con igual corriente y que corresponden a la del Layes; así es que
la prolongación de las serranías bajas hacen coincidir en ambos ríos, las
peñas y cerros poco elevados. Allí saltamos a tierra, para visitar a otros
bárbaros que encontramos en el número de diez hombres, ocho mujeres y
seis muchachos de ambos sexos, bajo las órdenes del capitán Sonó. Mandó
que se reuniese la canoa con la comitiva, y me dirigí por tierra acompañado
de los bárbaros hasta la maloca de Pachú. Encontré allí al Vicario muy
contento, porque los naturales le habían manifestado sus deseos de formar
un pueblo y hacerse cristianos, para lo que ofrecían reunir mucha gente. Se
les obsequiaron doce tipoyes o trajes de mujer y algunas herramientas, con
lo que quedaron muy satisfechos y contentos de nuestra visita,
convidándonos en recompensa a una fiesta, cuyos detalles omito, a fin de
no prolongar mucho este diario.
Día 20.
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nombre del peligro que ofrece su impetuosa corriente, pues que al menor
descuido, puede arrebatar la embarcación y precipitarla sin remedio en la
cachuela Riberón, que está un cuarto de legua más abajo. Esta cachuela
correspondiente al cuadro 1. ° del mapa, tiene desnivel cuatro varas en una
cuadra de extensión. Como sus canales son muy peligrosos, hay necesidad
de descargar las embarcaciones, y de arrastrarlas por tierra tres cuadras
hasta el rio Ribeiro, en el que con una buena compuerta podría formarse
una gran esclusa cuyas ventajas no necesito demostrar. Las peñas de
granito 6on también bajas y están situadas de E. á O.
Día 21.
Día 22.
35
Día 23.
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y que forma el cuadro 8. ° Del mapa, nos detuvimos en una maloca de
bárbaros junto al arroyo Pocel, y encontramos a Mariana con ocho nombres,
ocho mujeres y cuatro muchachos, ocupando aun territorio boliviano.
Día 24.
Día 25.
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aquellos es rubio alazán, y le llaman "Bermejo". Les hicimos algunos
regalos, y no se separaron de nuestro lado en toda la noche. He conocido
el fruto del Guaraná, que hay en gran abundancia, y que los brasileros
emplean en muchos usos.
Día 26.
Día 27.
En el espacio de seis leguas, el canal del rio que tiene de ancho uno,
es muy bueno. Se encuentra en esa extensión la cachuela Yerao (cuadro 13
del mapa), en la que hay necesidad de sacar a tierra las embarcaciones, y
arrastrarlas seis cuadras. El desnivel del rio es de cinco varas en tres
cuadras de latitud, y hay un canal que puede limpiarse con facilidad para
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que sirva convenientemente. Las peñas tienen 12 varas de altura, y al
costado de Bolivia existen varios cerros separados unos de otros. Dejé allí
la canoa Trinitaria y solo pasé con la do los Canichanas, por aligerar la
marcha.
Día 28.
Día 29.
Día 30.
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terminan al pie de una colina situada hacia la parte de Bolivia. El desnivel
en la primera línea es de cinco varas, de tres en la segunda y de dos en la
tercera. Hay necesidad de sacar a tierra las embarcaciones y conducirlas
arrastradas tres cuadras. Se encuentran muchas vetas de soroche blanco v
azul.
A las cuatro leguas se halla la cachuela Santo Antonio (cuadro 18 del mapa),
que tiene un buen canal en la parte de Bolivia, su declive es igual al de la
anterior y más baja sus peñas. Termómetro 100°; corredera dos leguas,
sonda de diez a quince brazadas. Desde aquí el cauce del rio es de una
legua, y admite navíos de alto bordo; más para superar las cachuelas solo
serían buenos los botes planos de 15 a 20 toneladas, según ya lo he
insinuado.
NOTA. —La cachuela Beni, lleva el número 19; Abuná 20 y Yata-grande 21.
Contramarcha.
Repasamos la cachuela Santo Antonio y Macacos, sin novedad, a pesar de
que el agua aumentaba considerablemente y dormimos en Teotonio.
Hasta las diez del día tuvimos la canoa y el equipaje al otro lado de
Teotonio. Mientras tanto derramamos una lágrima sobre la tumba del
desgraciado don Tadeo Gorritti y compañeros de infortunio, asesinados por
los bárbaros, colocando en ella una cruz con la correspondiente inscripción.
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Después de dirigir a sus cenizas nuestro postrero y eterno adiós,
continuamos la marcha, y dormimos en una isla, dos leguas antes de
Morriño. Termómetro 94°.
Día 3.
Día 4.
Día 5.
Día 6.
Día 7.
41
Día 8.
Día 9.
Día 10.
Día 11.
Me encaminé con una sola canoa para Abuná, donde encontré varios
jeroglíficos grabados en las rocas. A las cuatro leguas hay una maloca
abandonada, y después de haber el pasado encontramos a las tres leguas
una cachuela malísima, que en una cuadra de extensión tiene seis varas de
des: nivel. Se me informó allí de que los pueblos que trataba de reconocer
se hallaban a tres días de camino y como los víveres nos fuesen ya muy
escasos, ordené que regresáramos al día siguiente.
Día 12.
Día 13.
42
Día 14.
Día 15.
Día 16.
Día 17.
Día 18.
43
Repasamos á remo la cachuela Layes. También repasamos la de Pao-
grande tirando las canoas, y a las dos leguas, llegamos a las doce á Yata-
grande. El resto del día lo empleé en reconocer este río hasta su cachuela
que coincide con la Bananera y con la del Beni, puede ponerse expedita por
el costado derecho para continuar la marcha. Regresamos y dormimos en
la confluencia.
Día 19.
Día 20.
Día 21.
Día 22.
Día 23.
Día 24.
44
Día 25.
Dormimos en Pozancos.
Día 26.
Día 27.
Día 28.
Día 29.
Observaciones.
Conclusión.
Todas las cachuelas pueden dividirse en tres clases, correspondiendo
a la primera las peligrosas, las regulares a la segunda y a las terceras
aquellas en las que desaparece casi completamente la corriente con el
aumento de las aguas, y que pueden ser colocadas en el orden siguiente:
Primeras en que se arrastran por tierra. Riberon, Yerao, Tcotonio, Segundas
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en que se tira por agua. Guayaramerí, Lajes, Misericordia, Periquitos, Tres-
hermanos, Macacos.
Nota.
Las cachuelas varían según el volumen de las aguas y hay necesidad
de elegir el mejor para bajar y subir.
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Los caminos de los Departamentos de Santa Cruz y Cochabamba
están bien expeditos, pues que a la capital del primero sólo dista dos días
desde el puerto de cuatro ojos, además del otro camino que hay para
Guarayos y Chiquitos. Desde la capital del segundo sólo hay cincuenta
leguas hasta Chaparé ó Chimoré y tiene otro camino desde Loreto hasta
Chaparé o Todo Santos. Todos estos caminos pueden mejorarse con pocos
gastos.
47
José Agustín Palacios.
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Pescados Que Se Encuentran En El Madera.
Tambaki, Pirarocu, Quimata, Pariquitinga, Pokam, Matrinchen, Pao,
Yandia, Sorubi, Pokamn, Bruto, Tracaya, Pirara, Dorado, Toro, Piracatinga,
Tataruga o Tortuga, el Suche y otros innumerables que es difícil averiguar
sus nombres.
Posición.
Esta provincia llamada Musu [hoy Mojos], que fue conquistada por el
primer Inca Yupanqui, se halla situada entre los 10 y 16 grados latitud Sud,
y los 64 y 70 de longitud occidental del meridiano de Paris, representando
una superficie oblonga que tiene 13,750 leguas cuadradas de 25 al grado.
Territorio.
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fértil, como la que, según viajeros, depone el Nilo en el Egipto. Finalmente,
que en los pueblos interiores cerca de San Joaquín, hay pampas recién
cubiertas de árboles, cuya regularidad en el orden con que se han colocado
espontáneamente es asombrosa, y parece a primera vista que en ello
hubiera intervenido la mano del hombre: de modo que la naturaleza va
siempre avanzando poco a poco, según las disposiciones de cada año.
Montañas.
Solamente se ven cuatro cerros o serranías muy bajas, que son 1.° el
del Carmen a 15 leguas al S. E. entre los ríos Blanco y San Miguel, 2.° El
Colorado sobre la ribera derecha del río Machupo cerca de San Ramón; el
3.° á 5 leguas de Exaltación a la derecha del Mamoré y a la orilla del
Iruyane; y el 4.° es la serranía de San Simón [cuyos diseños con- servo] ;
se descubre al E. de Magdalena y Baures, muy poderoso en minas de Oro.
Ríos.
50
Carmen y Concepción de Báures para ir a desaguar en el Itenes cerca del
fuerte de Beira.
El río Itonama recibe bajo el nombre de San Miguel gran parte de las
aguas de Chiquitos se une al Guacaré cerca de Guarayos, incorporándose
juntamente con el río Machupo cerca del fuerte de Beira.
51
El Mamoré nace al E. del Ibabo sobre la vertiente oriental de la cordillera
de los Yuracarés. Su corriente recibe al Chimoré y se encamina hacia el N.,
inclinándose unos cuantos grados al OE.; este río conserva su nombre hasta
los 10° de latitud S., en donde incorporado con el Beni toma el nombre de
Madera.
El Chaparé formado de los ríos Coni, San Mateo, Paracti y otros muchos,
nace en Yuracarés al OE. Del Mamoré hácia el S. á 15° de latitud meridional.
El Apere nace al O. E. del anterior, recibe el tributo del río San José, se
encamina hacia el N. E. para incorporarse al Mamoré á medio grado del
anterior, á 10 leguas distante.
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leguas. Una gran parte de este terreno es la mejor de todo Mojos, tiene
más altura y no está sujeto a las inundaciones sino en parte. Aquí moran
algunos salvajes de los que muchos son ya conocidos, entre ellos los
Toromónas que se extienden hasta el río Purús ó Cuchibare.
Lagos.
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La Itonama se halla colocada sobre el río del mismo nombre, tiene 5
leguas de largo y dos de ancho.
Cerca de San Ramón se ven dos lagos, el uno a media legua y el otro a
dos leguas; ambos tienen una figura oblonga. También cerca de San
Joaquín se encuentra otro lago.
Clima.
Población.
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Es innegable que los Mojeños poseen un gran talento natural; una
paternal solicitud de parte de los Gobiernos de Bolivia para hacer que estos
pueblos adquieran la competente instrucción en artes y la necesaria cultura,
sería uno de los primeros elementos de acción que contribuiría a hacer de
Mojos lo que al presente no es, y que sólo al porvenir le está reservado
descubrir.
Los Mobimas habitan al O. del Mamoré a orillas del Yacuma como a 14°
latitud y 68 a 69 longitud occidental.
Los Itenes están a las 12 ° latitudes S. entre los ríos Mamoré o Itenes
son conocidos con el nombre de Guarayos [que son barbados].
Los Sirionós se hallan sobre el río Grande y el Piray, entre Santa Cruz y
Mojos, desde los 17 á 18° latitud S. y 68 longitud al oeste de Paris.
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Cachuelas.
(Adicción a Ríos).
Producciones.
Parece que la providencia ha querido hacer de la parte oriental de Bolivia
un verdadero paraíso. La naturaleza se ha esmerado en adornar este lugar
dándole todo el atractivo de sus gracias. En un pequeño bosquejo como el
presente, es difícil hacer la relación de todo lo que posee mojos en los tres
reinos; no deja más que desear a sus habitantes, porque encuentran lo que
en las tres zonas se produce.
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Pueblan aquellas feraces región es una variedad infinita de animales, y
entre ellos abundan el ganado vacuno y el caballar; vence desde el feroz
tigre jaguar hasta el más manso cordero, desde la hermosa águila
americana hasta el invisible organillo, y desde la vistosa y juguetona
mariposa hasta el más microscópico insecto. Deliciosa morada donde el
hombre goza y admira tantos maravillosos animales creados para él.
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riqueza y civilización; y que abriendo sus puertas al comercio extranjero,
será la madre adoptiva que mantenga a miles de proscritos que cada día el
hambre destierra de Europa.
Conclusión.
Al terminar este bosquejo, trazado muy imperfectamente, es necesario
hacer observar: que el inmenso territorio que nos ocupa, por sus ricas e
innumerables producciones de todo género que no conocen la superioridad
ninguna en los demás pueblos de Sud América, es la parte que más
proporción para el establecimiento de los emigrados extranjeros, por la
multitud de sus ríos navegables, la benignidad de su clima y su suelo que
produce exorbitantemente los depósitos que se le confían; y en fin, por su
situación peculiar, encierra ventajas inmensamente superiores a los demás
pueblos de Bolivia.
Hago votos al cielo, para que llegue ese deseado día, en que bajo la
sombra de la Paz, Bolivia sea la joya preciosa del continente y comuniquen
nuevo brillo al genio inmortal que la formó.
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José Agustín Palacios.
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frente sin poder de regresarnos: bien ha dicho el indio cuando a la vista de
los cerros de palo grande que conoce del Río Mamoré, y les he dicho ya
vamos a alcanzar la boca:"¿Entonces hay esperanza de no morir? ¿Hay
esperanza ya de vivir? Pues vamos a llamar el cachuela "esperanza “desde
aquí pasándolo hay esperanza de nuestra vida”. ¿Qué momento más
expresivo de los peligros de los primeros viajeros? ¿Qué nombre más
propio? El señor Palacios mismo, estando al corriente alabaría el nombre.
Este nombre célebre sus trabajos por mostrar lo que hizo el en subir hasta
este punto. Es nombre que pertenece al país. En él Bopi. Hay mal pasos con
nombre de "Chuncha muerta", púan de Queuna", has visto indicando el
peligro que hay. Así está el nombre de "esperanza “es histórico, y se refiere
a los peligros del viaje. Antes de salir de la barraca a donde el indio estaba
empleado en sacar goma he oído a su mujer suplicándole no ir. "No te
vayas, por Dios, no te vayas. Vas a morir. Recuerda de mis chicos. No te
vayas, no te vayas", y lloró en voz alta. El indio le contesto: "mi patrón me
ha dicho que me vaya. El Doctor se va solo sin nadie va con él. Yo voy con
él, así se muere, yo moriré, si él vive no me muero. Voy con el Doctor".
También cuando casi me quitó el otro indio, Ildefonso roca estaba mal con
fiebre en un campamento más abajo de los gomales, cuando yo le avise
que ya nos quitaron el otro y le aconsejaba quedarse, me contestó "no
patrón yo me voy con usted para morir o para vivir me voy". Todos dijeron
que no era posible el viaje. Los Pacaguaras nos han dicho que era imposible.
Los araomas le dijeron al doctor vaca, quién ha avisado que él pensaba
bajar el Beni: ¿Cómo piensa usted en bajar el río, cuando nosotros, qué
somos hombres, no podemos? ¿Cómo son ustedes hombres, y yo no soy?
Pues usted no tiene más que una mujer y el más incapaz de nosotros puede
soportar cuatro o cinco. Así cuando supieron que he bajado, pusieron se de
luto los salvajes, porque han visto los que van a muerte. Así creo bien
puesto el nombre. ¿A usted no le parece así?
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y abajo. Tiene apuntes meteorológicos y dibujos de los que hay en Las
Cachuelas.
El retrato es muy sencillo. Espero que encuentre usted algo que le guste.
Si se encuentra con él P. Fr. Nicolás, sírvase presentarle mis cariños y
afectos.
Edwin R. Heath,
"El más entusiasta y decidido por las exploraciones, á sido don Antenor
Vázquez. Él fue quien puso a disposición del Doctor Heath al indio fiel y
valiente Ildefonso, con el cual llevó a cabo la exploración del Beni, y si bien
llevó también a otro indio Sebastián, este sólo sirvió de carga, por haber
estado enfermo durante todo el viaje de exploración. Fue también don
Antenor Vázquez quién le proveyó de todo el aviamiento necesario".
"He dicho que el indio Ildefonso fue quien puso el nombre de "Esperanza"
a la Cachuela. En efecto, habiendo llegado a ella, el doctor Heath, que tenía
consigo un ejemplar del viaje de Don Agustín Palacios en inglés, dijo al indio
que se hallaban a seis leguas de la boca del Mamoré, y que no había más
cachuela en el Beni, que la que tenían a la vista, que era la misma descrita
por Palacios. Entonces el indio le dijo con gracia “Pues, señor, entonces
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debemos llamar la Esperanza", el doctor condescendió a la insinuación de
su fiel compañero.
En el diario del viaje a la Madre de Dios, página 71, digo lo que sigue:
Mal podría hacer cargo ninguno al Doctor Heath, cuya modestia están
manifiesta; que mientras puso los nombres de Orthon en recuerdo del
profesor de este nombre, y el de Ivon en recuerdo de su propio hermano,
compañero inseparable del profesor Orthon a los ríos Tahua-manuy,
Geneyassuu; y el de arroyo Tomás, a un pequeño Arroyo que desemboca
en el río Beni por su margen derecha, después de su junta con el madre de
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Dios, en recuerdo de su compañero de viaje don Tomás Feterman; no puso
su nombre a ninguno de los lugares por el descubiertos. Por otra parte, es
mi amigo; aún más; él es quien me ha enseñado el uso práctico del sextante
por lo que le vivo sumamente agradecido.
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del departamento del Beni, y todos manifestamos el deseo de que esa
embarcación en miniatura, se guardase en el atrio del templo en recuerdo
de la exploración del hasta entonces tan temido río Beni.
El bote era tan pequeño, que apenas alcanzaba para los tres individuos
que iban en él, sin equipajes de ninguna clase, y con sólo un poco de avió,
insuficiente para el viaje. Dice que lo había calafateado con hojas de maíz.
Y sobre el calafate le ponía lodo o barro, en lugar de alquitrán o brea. Es la
verdad; más debe saberse que en ambas márgenes del Beni existe en todas
partes y en abundancia el almendro, cuya cáscara es el mejor calafate:
también abunda el. Bibosí, que también es bueno, aunque inferior al
almendro.
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