Evaluacion Pase

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la web para el técnico de fútbol sala

Autor: Alfonso Guerrero

Director Técnico Adjunto de www.futsalcoach.com


Profesor de Educación Física
Master en Psicología del Deporte; Experto Universitario en Entrenamiento Deportivo
Preparador Físico especializado en Fútbol Sala

Madrid, Octubre 2006 www.futsalcoach.com © Todos los derechos reservados

DISEÑO DE UN PROCEDIMIENTO PARA EVALUAR


EL PROGRESO EN LA HABILIDAD TECNICA DEL
PASE EN FÚTBOL SALA

INTRODUCCION

El rendimiento en cualquier disciplina deportiva depende de unos factores


entre los que cabe destacar la ejecución apropiada de habilidades técnicas
específicamente relacionadas con las demandas de esa modalidad o disciplina
deportiva.

En el ámbito del aprendizaje motor, el término de habilidad técnica tiene


distintas y numerosas definiciones. Distintos autores se han referido a su acepción
desde distintos aspectos. Knapp (1971), la define como “la capacidad adquirida por
aprendizaje, de producir unos resultados previstos con el máximo de certeza y con
el mismo dispendio de tiempo y energía en cualquier práctica deportiva”. Singer
(1986), se refiere a habilidad técnica como “toda acción muscular o movimiento del
cuerpo requerido para la ejecución con éxito de un acto deseado”. Durand (1988),
también la definirá como la “competencia motriz adquirida por un sujeto para
realizar una tarea concreta. Capacidad para resolver un problema motor específico,
para elaborar y dar una respuesta eficiente con la finalidad de alcanzar un objetivo
previsto. Es el resultado de un aprendizaje, a menudo largo, que depende del
conjunto de recursos de que dispone el individuo, es decir, de sus capacidades
para transformar su repertorio de respuestas”.

Atendiendo a estas definiciones, se pueden extraer unas características


concretas sobre su concepto:

• Carácter finalista; ya que siempre tiene un objetivo, que es resolver con


éxito, eficacia y economía de tiempo y energía una acción deseada. Si la
habilidad técnica está bien definida puede ser evaluada en función de los
resultados obtenidos.

• Carácter organizado; ya que la realización de cualquier habilidad técnica se


manifiesta a través de una cadena sensomotriz que conlleva la realización
de un determinado esquema de movimiento y una interpretación correcta de
la situación donde se aplique.

• Eficacia y Eficiencia; la realización correcta de la habilidad técnica se debe


hacer de la forma más precisa y con el menor gasto de energía y tiempo.

• Flexibilidad y Adaptabilidad; las habilidades técnicas no son rígidas ni


estereotipadas, responden a requerimientos del medio.

En resumen, las habilidades técnicas son las destrezas características de un


determinado deporte; por ejemplo: los movimientos implicados en el tiro a canasta
en baloncesto, el golpe de revés en tenis o la forma de pasar el balón en fútbol
sala. Unas habilidades son más simples (por ejemplo: la posición de la mano para
agarrar el balón en baloncesto) y otras más complejas (por ejemplo: los
movimientos en un ejercicio de gimnasia en las barras asimétricas), pero todas
requieren un funcionamiento específico que permita satisfacer las necesidades de
rendimiento en tareas deportivas concretas de mayor o menor precisión y/o
esfuerzo.
Así, por ejemplo, el jugador de golf que está lejos del green, necesitará un
golpe muy fuerte que le permita avanzar muchos metros dentro de un rango de
precisión más amplio que cuando ya esté en el green y lo que necesite sea un golpe
más suave pero muy preciso. Como es obvio, la ejecución técnica de estos dos
golpes debe ser diferente, y por tanto, es importante que el jugador domine tanto el
movimiento técnico como la dosis de esfuerzo que, en cada uno de ellos, sean los
más apropiados para una ejecución eficaz.

En general, tendrá más recursos para rendir mejor, un deportista que domine
bien las habilidades técnicas que son necesarias en su deporte, debiendo conocerse
cuáles son estas habilidades, cuáles los detalles técnicos que las definen (la
posición inicial de cada parte del cuerpo; la relación del cuerpo con instrumentos
específicos como raquetas, stícks, balones, aparatos, etc.; los movimientos correctos
de cada parte del cuerpo en cada momento de la ejecución; etc.) y qué grado de
precisión y de esfuerzo físico conlleva la ejecución de cada habilidad.
LA EVALUACIÓN DE HABILIDADES TECNICAS

La evaluación de las habilidades técnicas debe centrarse en la ejecución


motriz que constituye cada habilidad, diferenciándose las situaciones de test o de
entrenamiento, de las situaciones reales en el contexto competitivo. Puede ocurrir,
por ejemplo, que en un test específico el deportista no muestre una mejora en el
dominio de los detalles técnicos que forman parte de la ejecución motriz de una
habilidad (por ejemplo: en la posición del cuerpo para la realización del pase con el
interior del pie en fútbol sala), en cuyo caso deberá continuar (o replantearse) el
trabajo apropiado para el perfeccionamiento de tales detalles. Sin embargo, también
puede suceder que, en estos test, el deportista muestre una mejora considerable,
pero que, a pesar de ello, no utilice la habilidad en cuestión, o lo haga
deficientemente, en las competiciones (en el ejemplo anterior, el jugador dominaría
la técnica del pase con el interior en los test del entrenamiento, pero no la utilizaría
en los partidos de competición), en cuyo caso, la solución no estará en el
perfeccionamiento de los movimientos que componen la habilidad, sino en los
siguientes apartados:

(a) el aprendizaje de la decisión de usar la habilidad del pase con el


interior como respuesta a unas determinadas demandas que así lo
aconsejen (comportamiento táctico);

(b) el control de los elementos motivantes y estresantes de la


competición y las múltiples demandas atencionales que suelen
estar presentes en el contexto competitivo;

(c) el aprendizaje de utilizar la habilidad, de manera automática, en


presencia de estos elementos y demandas característicos de la
competición;

(d) el control de creencias erróneas, estados afectivos adversos


como el "miedo a fallar", o consecuencias aversivas como la
desaprobación de los compañeros, etc., que puedan estar
inhibiendo la ejecución de la habilidad del pase que se domina
pero no se pone en práctica.
En este caso, el jugador de fútbol sala deberá:

• deberá aprender a decidir utilizar el pase con el interior en las


situaciones de juego que así lo requiera.

• Tendrá que controlar su activación y su atención durante !a


competición.

• Tendrá que aprender a utilizar el pase, de manera automática en


este contexto.

• Deberá ser ayudado, convenientemente, para modificar sus posibles


creencias erróneas, (por ejemplo: "con este pase no puedo superar
a mi rival"), superar estados afectivos interferentes (por ejemplo:
miedo a perder el balón) y que no se produzcan, o que tolere,
consecuencias aversivas que puedan inhibir su ejecución (por
ejemplo: resultados deportivos malos en un principio).

Una completa evaluación de la puesta en práctica de las habilidades


técnicas en contextos competitivos, debe tener en cuenta las cuestiones
anteriores tanto en el diseño de las situaciones de evaluación como en la
interpretación de los resultados y la aportación de sugerencias al programa de
entrenamiento. En el primer caso, se podrán diseñar situaciones-test que
permitan observar el progreso en la ejecución de las nuevas habilidades en
presencia de elementos competitivos; en el segundo caso, será necesario tener en
cuenta la influencia de estos elementos competentes cuando se observe una
discrepancia entre el dominio de una habilidad en situaciones no competitivas y su
puesta en práctica en situaciones de competición.

La evaluación apropiada de las habilidades técnicas permite conocer las


necesidades de mejora de los deportistas y el progreso que van consiguiendo,
debiendo observarse, también, la relevancia de este progreso en el rendimiento
global y los resultados deportivos en la competición. En este caso, se debe tener en
cuenta:

• Si se produce una mejora técnica en situaciones controladas de test.

• Si los resultados de estos test tienen una relación con la utilización de la


habilidad técnica en el contexto de la competición (algo que se puede evaluar
mediante la observación y el registro, en la competición, de 1a frecuencia y la
calidad de la ejecución);

• Si la utilización de esta habilidad se relaciona con una mejora en el


rendimiento global y en los resultados del deportista en la competición.

Asimismo, al igual que, en ocasiones, la mejora del funcionamiento físico


facilita que mejoren las habilidades técnicas, otras veces puede suceder lo contrario;
por ejemplo: la mejora de la técnica de carrera o de la técnica de salida desde los
tacos, puede contribuir a mejorar la velocidad. Lógicamente, también puede propiciar
un mejor funcionamiento táctico, pues el deportista que domine una habilidad
técnica, tenderá más a tomar decisiones tácticas en las que esté implicada tal
habilidad, como pueda ocurrir, por ejemplo, con el jugador de fútbol sala que
domine la técnica del pase con el interior Esto no quiere decir que deban confundirse
las capacidades físicas, las habilidades técnicas y las habilidades tácticas, pero sí
que la evaluación debe tener en cuenta el posible efecto de las habilidades técnicas
sobre otras variables de rendimiento.

La mejora del rendimiento global del deportista, debe incluir, lógicamente,


aprendizaje de conductas motrices favorables y, paralelamente, la eliminación de
las conductas perjudiciales (por ejemplo: conductas impulsivas inadecuadas). La
evaluación apropiada de estas conductas, contribuirá a conocer las necesidades
que existen y el progreso realizado. A menudo, en algunos deportes, olvidamos la
parcela del rendimiento técnico. En realidad, no es habitual que se organicen test
específicos para la evaluación de estas variables, ni tampoco que se observen y
registren en situaciones reales o simuladas de competición, lo que constituye una
carencia que puede subsanarse siguiendo pasos como los siguientes:

• definiendo con precisión la conducta o conductas a observar


(sustituyendo la ambigüedad que suele estar presente, por una definición
precisa de es conductas).

• Estableciendo los criterios para determinar, según procede, si se produce


o no la conducta, si se moviliza o no la energía apropiada, y si se ejecuta
o no la conducta con la precisión adecuada.

• Diseñando el procedimiento y los instrumentos adecuados para la


observación el registro de los componentes cuantitativo y cualitativo de
las conductas.

La evaluación de estas variables, no debe olvidar su posible interacción con


otras variables de rendimiento. Por ejemplo: la presencia de conductas
inapropiadas por falta de precisión o esfuerzo inadecuado, se relaciona, a menudo,
con el cansancio físico o una carencia de destrezas técnicas, conocimientos
tácticos o habilidades psicológicas de autorregulación.

Así, el jugador de fútbol sala que “llega tarde”, que no controla el balón
suficientemente con la presencia del jugador adversario, es posible que lo haga por
alguna o varias de las razones siguientes: está muy cansado, no tiene fuerza
suficiente en las piernas para realizar un desplazamiento, es demasiado lento para
controlar el balón con el adversario encima en un marcaje individual, no tiene la
habilidad técnica de mover piernas o brazos correctamente, está mal situado y por
ello reacciona tarde, utiliza mal su atención y no tiene en cuenta información muy
relevante en ese momento, no es capaz de prever el movimiento de su adversario
en función de la situación, está demasiado agarrotado y no es capaz de reducir
este exceso de tensión, etc.
PROCEDIMIENTO DE EVALUACION

El procedimiento de evaluación que vamos diseñar está orientado a la


valoración y control de la habilidad técnica del “pase” en el fútbol sala. Para tal fin es
primordial empezar destacando la importancia relevante que tiene el pase en este
deporte, cuya aplicación y dominio es esencial para desarrollar el juego de equipo.
Si tuviéramos que destacar una de las conductas que por su importancia y peso
específico en una determinada disciplina deportiva tuviera, en el fútbol sala sin duda
seria el pase. Y por varias razones, pero fundamentalmente porque el fútbol sala al
jugarse en unas dimensiones y espacios reducidos, implica que para ganar esos
espacios y progresar en el juego, el balón tenga que circular con velocidad y
precisión. Si no hubiera pase en el fútbol sala todo se reduciría a acciones
individuales con el consiguiente perjuicio hacia la dinámica del juego, por lo que
sobra decir que esta habilidad es la que da sentido al juego de conjunto.

El pase es el gesto técnico que permite establecer una relación motriz entre
dos o más componentes de un equipo mediante la transmisión del balón a un solo
toque. Características como las mencionadas anteriormente (velocidad y precisión),
implican una serie de puntos a tener en cuenta sobre las condiciones en las que se
tienen que producir el pase durante el juego. En este caso, seria conveniente que no
siempre el pase fuera al pie del compañero, puesto que el defensor si le está
marcando de cerca podría interceptarlo. Habría que tener otra disposición donde no
pudiera intervenir el defensor, establecida mediante la comunicación motriz entre el
poseedor del balón y su compañero, lo que daría lugar también al concepto de
creación de línea de pase.

Se pueden dar distintos tipos de pases dependiendo de la situación de juego


que se manifieste, pero para su realización hay que tener en cuenta los siguientes
criterios:

• Existir un entendimiento entre el que pasa el balón y el que lo va a recibir.


Esto se consigue durante el juego haciendo que los posibles receptores
siempre estén pendientes del poseedor del balón y una simple mirada o gesto
puede ser la señal previa al pase.
• Observar donde pasar el balón (si el receptor va corriendo, hacia delante; si
está parado o en posición de pívot, en el lugar más alejado del defensor,
etc...)
• No conducir el balón siempre que este se puede pasar, a menos que se haga
una temporización ofensiva o se esté fijando a un defensor.
• No pasar cuando se puede disparar a portería. Este criterio pretende
conseguir la finalización de las jugadas y que no nos perdamos en un
continuo de pases horizontales.
• Realizar los pases fuertes y rápidos, pero no violentos.
• Dar el pase a la zona de protección del jugador (zona más alejada del
defensor).
• Buscar el balón ante la proximidad de los defensores.
• Observar al defensor para que no pueda interceptar el pase.
• No “telegrafiar” los pases.
• Utilizar fintas de pase para engañar al defensor: hacerle creer mediante el
gesto que pasamos a la derecha y luego hacerlo a la izquierda.

Una vez tenidos en cuentan los criterios de ejecución del pase,


estableceremos un procedimiento de evaluación con el objetivo de comprobar la
eficacia técnica de esta habilidad desde una perspectiva de doble vía. En primer
lugar, realizaremos una evaluación “in Vitro”, es decir, fuera de la situación-
competición, diseñando una prueba test estandarizada donde se manifieste un
rendimiento del pase a nivel cuantitativo.

En segundo lugar, realizaremos una evaluación “in Vivo”, es decir, realizar la


conducta objeto en situaciones de juego. Para este cometido utilizaremos un test
basado en la ejecución del pase en circunstancias antecedentes condicionadas por
la colaboración y la oposición manifestada en el juego real. A través de ella
evaluaremos la calidad de la habilidad.

El grupo sujeto a evaluación es un equipo de fútbol sala que domina


suficientemente el gesto correcto del pase, por lo que para la evaluación “in Vitro”
estableceremos un test objetivo de un ejercicio diseñado en donde podamos
observar la ausencia o presencia de distintos elementos técnicos en la ejecución el
pase. Para el registro de datos utilizaremos una lista de control como la presentada
en la tabla 1:

• El ejercicio que aplicaremos es el siguiente: El jugador nº 1 pasa hacia el


pivote central y corre hacia el nº 2. El jugador nº 2 busca el balón, controla, la
juega hacia el nº 3 dando el pase adelantado y después ocupa la posición de
3. El jugador nº 3 controla en carrera, conduce, regatea al pivote, pasa hacia
el nº 5 y corre hacia él.

   
 

 
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  JUGADORES 

ELEMENTOS                 
DEL PASE  sí  no  sí  no  sí  no  sí  no  sí  no  sí  no  sí  no  sí  no 
Tensión en el                                 
golpeo al balón 
Velocidad y                                 
precisión de la 
ejecución 
Seguridad en la                                 
ejecución 
Entendimiento                                 
entre pasador y 
receptor 
Entendimiento                                 
para el lugar 
donde pasar el 
balón 
 Busca el balón                                 
del pase 
Observa donde                                 
pasa el balón 
Tabla 1; lista de control de elementos técnicos del pase en situación “in Vitro” 
 
 
En la evaluación “in Vivo”, utilizaremos una escala gráfica de valoración en
donde registraremos la conducta en condiciones similares a las que se puedan
producir en la competición (tabla 2), estableciendo una situación de juego en donde
tenga que ponerse de manifiesto la habilidad frente a defensores y en una dinámica
de juego que exija un resultado óptimo.

• La tarea que proponemos es la siguiente: los jugadores se enfrentan por


parejas y los comodines se colocan en el área y en 2 zonas delimitadas en ½
campo. Los comodines de ½ campo estarán atentos a jugar con los dos
balones. Los atacantes solo pueden jugar en su medio campo
correspondiente y se trata de hacerle llegar el balón a los comodines para
apuntarse un tanto.
 
 
 
 
Pasa el balón en vez de conducirlo 

Nunca  A veces  En ocasiones  Casi siempre  Siempre 

1  2  3  4  5 

Da el pase a la zona de seguridad del jugador 

Nunca  A veces  En ocasiones  Casi siempre  Siempre 

1  2  3  4  5 

Busca el balón ante la proximidad de defensores 

Nunca  A veces  En ocasiones  Casi siempre  Siempre 

1  2  3  4  5 

Observa al defensor para que no pueda interceptar el pase 

Nunca  A veces  En ocasiones  Casi siempre  Siempre 

1  2  3  4  5 

Telegrafía los pases 

Nunca  A veces  En ocasiones  Casi siempre  Siempre 

1  2  3  4  5 

Utiliza fintas para engañar al defensor en el pase 

Nunca  A veces  En ocasiones  Casi siempre  Siempre 

1  2  3  4  5 
Tabla 2; escala grafica de valoración en situaciones “in Vivo” 
Como conclusión, podemos decir que el establecimiento de procedimientos de
evaluación de una habilidad técnica nos lleva al replanteamiento que tiene el
conocimiento de la ejecución técnica en la competición, diferenciándola de la toma
de decisiones que la precede y a su vez, relacionándola directamente con ella: Así
es aconsejable observar la calidad y el resultado de la ejecución técnica con
independencia de las circunstancias donde se manifiesta, pero también registrar
estas circunstancias y observar si la calidad y resultado de ella varia en función de
ellas, en cuyo caso se estará evaluando la relación entre la decisión, la ejecución y
su resultado.

BIBLIGRAFÍA

• Terrados, N y Buceta, J. Mª (1998): “Definición y Evaluación del Rendimiento


Físico y Deportivo”. Madrid: UNED
• Riera Riera, J (1989): “Aprendizaje de la Técnica y Táctica Deportiva”.
Barcelona : Inde
• Varios Autores (1992): “Manual de Entrenadores de Fútbol Sala”. Madrid:
FMFS

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